My person... Extra KangTeuk

El Elegido

Jungsoo POV

Un día pensando en frustradas relaciones pasadas a la hora del almuerzo, mientras uno de los chicos que juegan lacrosse en el campus pasaba por enfrente de mí con ese uniforme de short y playera que se ceñían a su cuerpo, dejando mostrar sus fuertes y torneadas piernas… eso me distrajo un poco de pensar en mi desdicha, pero al verlo sentarse retomé el sentimiento.

Estaba cansado, muy cansado que todas mis antiguas relaciones terminaran por abusar de mi amor, cansado de ser siempre yo el que terminara llorando, el que siempre terminara por romper su corazón con tal que las cosas funcionaran, pero sobre todo… estaba cansado de ser siempre el elegido.

Caí en cuenta que tal vez eso era lo que desataba todo lo malo en mis relaciones. Jamás me había fijado yo en lo que deseaba en mi pareja, siempre el abordado era yo, la verdad es que a lo largo de mi vida se me han propuesto varios, pero nunca me detuve a pensar por qué aceptaba a ésa persona.

Por el simple hecho que se me declarara yo aceptaba, entonces como un rayo de luz todo esto ilumino mi mente. Estaba claro que si hasta ahora mis relaciones pasadas no habían funcionado, era precisamente por esto. No tenían por qué escogerme, yo estaba para elegir.

Soy un chico guapo, popular por pertenecer al consejo estudiantil, estoy en la carrera más popular del campus, medicina… soy demasiado buen partido para aceptar a cualquiera.

- Lo he decidido. – levante mi cabeza de la mesa y di un golpe con mis manos, casi hago que Heechul se atragantara con su comida.

- ¡Estás loco o quieres matarnos de un susto Teukie! – gritó Heechul.

- ¿Qué sucede, hyung? – pregunto Yunho, un amigo en común.

- Estoy cansado de ser elegido. – dije seguro de mí –. esta vez me toca elegir a mí quién será mi pareja.

- Y cómo, porqué dices eso ¿eh?, ¿acaso ya viste a la pobre victima? – Heechul fue quien habló burlándose de mi táctica.

- La tengo. – le aseguré.

Me levanté de la mesa ante los sorprendidos ojos de mis dos acompañantes, comencé a caminar hacia la mesa donde se encontraban los chicos del lacrosse y me dirigí hacia ése chico que había desatado todos esos pensamientos en mí. Aquel chico de cabellos negros, rasgos rudos y cuerpo fuerte, él era mi elegido.

Al irme acercando a su mesa, vi como los chicos que hablaban animadamente se fueron callando uno a uno para voltear su vista hacia donde venía, hasta que sentí la mirada de él sobre mí. Entonces mi seguridad tambaleó un poco, su mirada escrutadora intentaba saber todo de mí con tan sólo eso, mis pasos dudaron un poco pero seguí; no era tiempo de dudar.

Por fin, después de un largo camino porque así lo sentí, llegue a su lado. Él se levantó, era tan alto como yo, pero se veía tan grande, su cuerpo fácil le sacaba bastante al mío y tan fuerte. Me tensé, pero lo oculté bien.

- Tú y yo… - comencé hablar, por alguna extraña razón mi voz resulto salir tranquila –. tengamos una cita. – le dije.

Ante los gritos de sus compañeros y algunas frases como “te están invitando” y “no que tú eras el que se proponía Youngwoon”, así descubrí como se llama. El chico ladeó su cabeza e indagó en mis ojos, le sostuve la mirada, la verdad es que me hipnotizó con esos ojos.

Sentí como analizaba todo de mí, por un momento pensé que me rechazaría y entonces sí que me dejaría en ridículo, aunque eso era el menor de los males. Pero después pude ver cómo sus pequeños ojos me mostraron una picara mirada y su boca una hermosa sonrisa.

- ¿Qué tipo de cita? – preguntó sin dejar de mirarme o sonreír.

- Vayamos al cine y después a cenar. – me sentía un poco ridículo por estar haciendo esto, entendí que no era muy fácil hacer aquello, es por eso que nunca había tomado este papel.

- Acepto. – suspiré aliviadamente –. pero con una condición. – ¡oh, oh! Pensé ¿y ahora qué?

Seguramente me pedirá que haga algo ridículo, le compre algo o diga que él me invitó. Me sentí muy mal, pensé que todo saldría bien pero no, ahí estaba yo con los nervios comiéndome por dentro ¿Qué tipo de condición seria?

- ¿Qué condición? – mi garganta estaba algo seca, por lo que las palabras batallaron para salir de mi boca.

- Que me dejes a mí conquistarte. – Youngwoon pasó su mano acariciando mi mejilla por el lado de mi hoyuelo, una corriente eléctrica me recorrió con el tacto, pero no retrocedí.

- ¡¿Qué?! … pero yo vine y… - no se supone que yo debía hacer eso, fui interrumpido.

- No, a mí no necesitas conquistarme. – eso me desanimó un poco, seguramente no le gustaba o no era su tipo… bajé mi rostro algo vencido –. no necesitas hacer nada más, porque hace mucho que me tienes conquistado y a tus pies, me gustas Park Jung Soo.

Esas últimas palabras, entonces no lo abordé yo… ¿termine siendo el abordado?... a mí me pareció que sí. ¿Conoce mi nombre? ¿Desde cuándo?... Sin embargo, sus palabras no me hicieron desistir, algo tenía ése chico y esa mirada, algo que me hizo confiar que no había elegido mal.

- El sábado a las 6 pm, ¿te parece? – le propuse.

- Paso por ti al centro comercial. – agregó a lo cual asentí –. Yo pago las entradas al cine.

- Y yo la cena. – arremetí, pensé que eso le haría arrepentirse, se veía un tipo acostumbrado a llevar la relación.

- Por supuesto. – sonrió con esa sonrisa suya que hace que sus ojitos se formen media luna –. pero el lugar lo escojo yo, odio esos lugares donde sólo sirven ensaladas desnutridas. - Increíblemente no lo tomó a mal, se le veía muy divertido y cómodo.

- Es una cita entonces. – sonreí al decir aquello, di media vuelta sobre mis pies y regresé a mi mesa.

Mientras me iba alejando, escuché cómo los chicos de su equipo le felicitaban y le animaban. Me senté con mis amigos, podía ver que estos deseaban preguntarme pero no lo hicieron en ese momento, lo cual agradecí. Porque estaba demasiado concentrado en el chico que había invitado, a lo que hacía y de vez en cuando el volteaba y me dedicaba esa sonrisa única, la cual después me di cuenta que solo me la dedicaba a mí.

De esa salida vinieron muchas, comprendí que Kangin… así le gusta que le llamen, ya gustaba de mí pero no se atrevía hablarme. A pesar de ser muy extrovertido delante de la gente y sus amigos, es algo tímido cuando le gusta una persona, yo le gustaba mucho antes.

Entonces supe… Los sentimientos albergados en nuestros corazones nos dan igualdad. No importando quién elija o sea el elegido, basta con atreverse.

* - * - *