My Love For You... Capítulo 3 Final

A pesar de que su mirada estaba dirigida a la tv, sus sentidos están centrados especialmente en quien estaba a su lado. Atento a lo que Wookie hacía, su cabeza recargada sobre su hombro le dejaba ver lo bello de su rostro. Se dio cuenta cuando sus ojos lentamente comenzaban a cerrarse hasta que se quedó dormido.

- Eres hermoso Wookie. – murmuro acariciando su rostro -. Hueles a fresas. – gimió al hundir el rostro en sus cabellos -. Si tan solo supieras… - Jong Woon inclino más su rostro hasta que sus narices se rozaron. Lo estaba deseando -. Wookie, Wookie, mi pequeña jirafita.

Sin poderse resistir más, acerco los labios a los de Ryeowook posándolos suavemente sobre los suyos, era solo un roce, suave y dulce. Lleno de la dulzura que le embargaba al tener a ese ser que jamás olvido a su lado y que amaba. Se separó de sus labios cuando sintió a Ryeowook suspirar.

Lo dejo recostado sobre el sofá y se dispuso a prepararle la cama, donde esperaba que descansara un poco. El solo pensar que su olor quedaría impregnado en sus sabanas, lo hizo temblar, eso iba a ser una tortura.

Cuando termino de acomodar las almohadas dispuesto a regresar por Wookie y traerlo en brazos. Noto como este se encontraba de pie a la puerta de su cuarto. Ryeowook mordía su labio inferior, se había despojado del suéter que traía encima, sus pequeños pies desnudos y su cabello alborotado, le dio a Jong Woon una imagen dulcemente provocadora.

Idiotizado ante la imagen que le mostraba, no se dio cuenta cuando Ryeowook acorto la distancia que los separaba, apoyo ambas manos sobre sus hombros, se paró sobre sus puntas y lo besó. El beso al principio fue suave pero el roce continuo de sus labios, provoco que las manos de Jong Woon rodearan su cintura y correspondiera el beso, lo que Ryeowook aprovecho para profundizarlo.

“Un poco más… déjate llevar un poco más” se dijo Jong Woon antes de terminar el dulce sueño. Más no lo tuvo que hacer, pues así como comenzó el beso, Ryeowook lo término, separándose de él y regalándole una bella sonrisa. Se dirigió hacia la cama que le había preparado recostándose sin meterse entre las sabanas.

- Sería mucho pedir que me abrazaras, Jong Woon.

Y Jong Woon aceptó. No podía negarse pues también lo deseaba. Se recostó en la cama sobre su costado izquierdo justo detrás de Ryeowook, no lo tocaba pero si estaba muy cerca. Sin embargo Ryeowook tenía otra idea en mente, pues tentando con su mano alcanzo la de Jong Woon y la entrelazo con la suya sintiéndose seguro por primera vez en el día; que tarareara una canción en su oído fue algo que no se esperó, pero que acepto con una sonrisa que se quedó en sus labios.

En cuanto se quedó dormido, Jong Woon se levantó lentamente de la cama y se dirigió a la sala, pues tenía que avisarle a alguien donde se encontraba Ryeowook.

- Gato. – nombro en lugar del tradicional saludo -. Tienes que venir.

* * *

Ryeowook despertó de un maravilloso sueño, abrió sus ojos miro a su alrededor el lugar desconocido, entonces recordó la pesadilla que había vivido por la mañana y lo maravilloso que Jong Woon se había comportado con él.

De pronto, lo sucedido no le parecía tan malo, se sorprendió que no le doliera tanto lo que le hizo Jiro. La decepción la sentía, pero ya no ahogaba su corazón y un bienestar de sentirse liberado lo embargaba. Estaba seguro que todo era por obra de Jong Woon.

Si era extraño que se sintiera de esa forma con él si apenas lo conocía.

Se levantó de la cama y sonrió al darse cuenta que unas pantuflas se encontraban junto a ella, seguro que Jong Woon los había puesto ahí para él. Antes de salir de la recamara se dirigió al baño, seguramente tenía un aspecto deplorable después de dormir, lavo su cara y acomodo sus cabellos a como mejor se dejaron. Salió del baño y al acercarse a la puerta escucho unas voces, una voz conocida por él y su curiosidad no pudo con eso; se quedó escuchando.

- ¿Ha dormido mucho? – fácilmente reconoció la voz de su primo. ¿De dónde se conocían estos dos?
- Estaba agotado, no fue fácil lo que sucedió. – no podía ver su cara, pero la voz de Jong Woon le dijo que seguía preocupado por él.
- Es algo que iba a suceder tarde o temprano.
- Hubiera preferido que nunca pasara. Lo hubieras visto gato, quería romperle la cara a ese. – Jong Woon se refería a Jiro, de eso estaba seguro Ryeowook.
- No es tu culpa Jong Woon. – vio como Heechul se acercaba al pelinegro acariciando su rostro -. Tú estabas ahí, lo ayudaste lo mejor que pudiste y además hiciste tú trabajo. Tengo material suficiente para meter a la cárcel a Jiro, sino accede a irse de la empresa y dejar a mi primo.

“¿Trabajo?” Ryeowook no lo sabía, al menos por lo que escuchó, era algo que los incluían a Jiro y él.

- Me hubiera gustado no inmiscuirme de esta forma. – Jong Woon estaba seguro que no había sido la mejor forma para acercarse a Wookie.
- Sin tu ayuda, mi primo estaría todavía en manos de ese. Yesung, tú lo salvaste. – Heechul poso su mano en el hombro izquierdo de su amigo reconfortándolo.

¿Yesung? Ese nombre si le sonada a Ryeowook. El mejor amigo de su primo, Yesung, ese que espiaba de pequeño, el chico de cabellos rebeldes que observaba a lo lejos. Ryeowook era un crío mientras Yesung un adolescente, quizás por eso su admiración y amor nunca fue tomado en cuenta por el otro, pero él si estaba consciente de su amor. Yesung, la persona por la que siempre espero, hasta que quedo en el olvido.

Ryeowook lloró, cubrió su boca y lloro en silencio. Estaba frente a él, lo había salvado y mentido, también.

- Cállate gato, que las cosas no son tan fáciles como parece. – Jong Woon se alejó rápidamente del toque de su amigo. No estaba contento con lo sucedido, pues ahora tenía la idea que lo suyo con Ryeowook podría ser, sentían algo muto; pero después de que se enterara de todo, seguramente no lo volvería a ver.
- Oye, tú lo quieres, eso debe contar para él.

No quería escuchar más. Deseaba salir de ahí y alejarse lo más que pudiera, incluso de su primo. ¿Cómo era posible que Heechul le hiciera vigilar por Yesung? ¿Que no le hubiera dicho sobre Yesung? No es que le hubiera preguntado a Heechul, sin embargo en este momento todo le dolía.

Sin poder contener más su enojo, salió de su escondite para exigir explicaciones, sobre todo de su primo.

- Ryeowook. – Jong Woon no pudo ocultar su rostro sorprendido.
- ¿Cómo estas Wookie? – pero el menor no le contesto a Heechul -. ¿Qué sucede?
- Eso mismo te pregunto, ¿Por qué te pusiste a vigilarme?
- Escuchaste. – Heechul se alejó un poco de su primo y le dio la espalda -. Bien, eso hace más fáciles las cosas. En primera, no te vigile a ti sino a Jiro, sospechaba de él, pero sabía que si decía algo, seguramente lo habría desestimado. Necesitaba pruebas.
- Y tú accediste a eso. – Ryeowook señalo a Jong Woon -. Y yo que pensaba que eras un simple empleado, ¿Cuánto le dijiste a Heechul de lo que te conté? No eres más que un vil mentiroso. Yo que creí que te habías acercado a mí porque te importaba y no, ¡lo hiciste porque era tu trabajo! – grito Ryeowook al final.
- No es así Wookie.
- Ya decía que tu voz, esa cuando me llamabas Wookie la conocía. ¿Cuándo pensabas decirme que eras Yesung? No tenían derecho de meterse en mi vida de esa forma, equivocado o no, seguramente me habría dado cuenta que Jiro no era para mí. Me engañaron.
- No es verdad. – Jong Woon trato de acercarse pero Ryeowook no se lo permitió -. No me recordabas, me sentí muy mal cuando volví a verte y no me recordabas. Tampoco sabía que eras tú quien estaba involucrado hasta que ya estaba haciendo mi trabajo. –dijo Jong Woon a modo de disculpa.
- Creo que esta es una pelea de enamorados. – divertido, Heechul ya se encaminaba hacia la puerta -. Cualquier cosa me llamas primo, voy a estar cerca, Siwon me ha invitado a comer al restaurante de enfrente. – termino de decir coqueto antes de cerrar la puerta.
- Heechul no, ¡espera! – al ver que Ryeowook comenzaba a ir hacia la puerta, Jong Woon lo tomo del brazo y lo detuvo contra la misma.
- ¡Suéltame! ¿Qué tratas de hacer? – Ryeowook estaba siendo acorralado.
- ¿Vas a escucharme, Wookie? – La voz de Jong Woon se había tornado muy seria y calmada, sin un ápice de ternura, no como unas horas antes cuando charlaban.
- No quiero. – algo emberrinchado, Ryeowook trato de empujarlo para que se alejara.
- Bien, intente hablar contigo por las buenas, pero tú no quisiste y ahora te atienes a las consecuencias.
- ¡¿Qué vas a…?! No Yesung, ¡no! – obviamente no termino su pregunta porque ya Jong Woon lo llevaba sobre su hombro hacia la recamara -. ¡Suéltame! -. Cuando intento moverse, una nalgada azoto su trasero y Jong Woon lo hizo un poco más en el camino, pues bien sabía que el pequeño estaba emberrinchado.

De niños había tratado con eso, Wookie era un consentido y también algo llorón, aunque Jong Woon estaba seguro que solo lloraba cuando deseaba conseguir algo. De esa forma consiguió su corazón.

Ryeowook podía sentir el escozor de la mano de Yesung, quemaba y dolía. Pequeñas lágrimas comenzaron a bajar de sus ojos, no era un niño, pero aquel castigo lo hizo sentir como tal y hasta un poco humillado por no poder defenderse.

Al llegar a la cama, Ryeowook dejo de luchar, lo que aprovecho Jong Woon para recostarlo en la cama. A pesar de lo sucedido, lo hizo con mucho cuidado y suavemente, como temiendo volver a despertar a la fierecilla interior del pequeño. Pero no lo hizo, a pesar de que lo tenía prisionero entre su cuerpo y la cama. Ryeowook permaneció calmado y silencioso, con los ojitos aguados.

- ¿Ya no vas a luchar? – pregunto Jong Woon acariciando su rostro, vio como Ryeowook solo negó -. ¿Tienes miedo? – lo vio negar de nuevo -. ¿sigues enojado conmigo? – a esa pregunta no llego respuesta. Podía ver la indecisión en el rostro de Ryeowook -. Creíste mi explicación, ¿verdad?
- Sí. – por fin escucho su voz de nuevo -. La verdad es que te creí desde que Heechul dijo que me querías.
- ¿Lo escuchaste? – Ryeowook asintió solamente -. Eso debía decírtelo yo, ese gato tiene la lengua muy suelta.
- ¿Es verdad?

Mi amor por ti
Mi amor que no puedo tomar de regreso… es tuyo.

- ¿Si te quiero? – ver asentir a Ryeowook solamente con su cabeza, era algo tierno de ver y no podía mantener sus manos alejadas de su bello rostro -. Eres mi primer amor Wookie, jamás te olvide.
- ¿Por qué no me dijiste?
- Estabas con Jiro. Me dispuse a quitar la competencia de en medio. – una sonrisa traviesa se dibujó en el rostro de Jong Woon -. Tuve relaciones, pero ninguna eras tú, ese amor que tenía guardado en mi corazón, solo es tuyo. En cambio tú me olvidaste, no me reconociste, creo que ni…

Pero Ryeowook no lo dejo terminar, por su madre que le demostraría todo lo que sentía, tan tonto que no se daba cuenta lo mucho que lo afectaba y eso solo con su simple toque o sus besos. Imaginar su cuerpo moviéndose sobre el suyo, fue su tormento las últimas noches y ahora que lo tenía encima, no iba a desaprovechar en inseguridades absurdas.

Ryeowook se lanzó por sus labios, una suave danza de besos y caricias que alejo de los dos la cordura y sus pensamientos, centrándose en sus sentimientos y lo que sus cuerpos sentían.

- Dios, tanto tiempo anhelando este momento junto a ti. - susurró Ryeowook en su oído, acompañando de su cálido aliento que estremeció a Jong Woon al sentirlo.

Entonces ya no fue Ryeowook, sino Jong Woon quien atrajo el rostro del otro para tomar su boca nuevamente mientras sus manos buscaban deshacerse de la estorbosa ropa del más bajo. Cuando por fin la camisa estuvo en el piso, Jong Woon se tomó su tiempo en explorar la suave piel, no resistiendo la tentación de tocarle y memorizar cada detalle de aquella cálida piel.

Debajo de su cuerpo, Ryeowook se deshacía en pequeños gemidos y lloriqueos que le exigían más de él, más de sus manos, de sus besos y su cuerpo, con el rostro sonrojado. Una visión demasiado hermosa para no perderse en ella.

No sabía desde cuando era tan ávido de caricias y ansioso por sentir al otro, Ryeowook no creía haber experimentado esto jamás. Obviamente que con Jiro existió la lujuria, pero nunca más de lo que su cuerpo necesitaba, en ese aspecto lo colmaba. Pero con Jong Woon, es como si su alma rasgara sobre su piel, exigiendo ser atendidos sus deseos. Anhelante y palpitante como su corazón. Alma, corazón y deseos estaban conectados con Jong Woon.

Poco a poco, entre las caricias y los besos, ambos quedaron desnudos. No había vergüenza aunque era su primera entrega, sus almas se reconocían desde hacía mucho tiempo atrás y eso era suficiente para sentir el deseo por el otro, el amor los empujaba a tenerse.

Abrazados a todo lo largo de sus cuerpos, sus piernas entrelazadas, no había ninguna superficie de sus pieles que no fuera explorada o tocada por el otro; saciaron su necesidad de tocarse, de explorar aquellos puntos que a cada uno hacia enloquecer, memorizando las reacciones de sus rostros, conociéndose en la intimidad. Con besos lentos y a veces demandantes, que les robaban el aliento.

- Te voy hacer el amor.
- No lo digas, hazlo... Por favor. – lloriqueo de necesidad Ryeowook.

Ansiaba sentirlo dentro de su ser, que escribiera en él una nueva historia donde todos sus sentidos estaban conectados con él y sobre todo, el amor que sentía por Jong Woon, ese que aceleraba su corazón con cada uno de sus toques. No había tiempo para prepararlo, Ryeowook estaba seguro que no lo resistiría más tiempo, por lo que se preparó y relajo sus músculos para recibirlo.

Con su miembro lubricado, Jong Woon comenzó a penetrarlo lentamente sin perder de vista sus reacciones. Cuando veía que Ryeowook se dolía demasiado paraba su avance y lo llenaba de besos y caricias para relajarlo y continuar su camino. Después de todo era algo grande de soportar.

Unos minutos y caricias más y por fin estuvo dentro, aunque no completamente, siendo la primera vez entre ellos, Jong Woon esperaría a que se acostumbrara a su tamaño para no lastimarlo.

- Tan lleno… - jadeo Ryeowook, pues sentía completamente la grandiosa erección dentro de él. Se sentía grande, muy grande, tanto que le inquietaba.

Jong Woon comenzó a moverse suavemente sobre su cuerpo, con penetraciones largas y lentas. Ryeowook lo soporto estoicamente mordiendo su labio inferior, dolía, pero no deseaba que parara.

Pronto el dolor se convirtió en placer, los besos en complicados roces y los movimientos de ambos en algo erráticos. El entrar y salir de Jong Woon en su cuerpo, estimulaba también su miembro frotado por ambos cuerpos.

- Ya… no puedo… más. – gimió Ryeowook, su respiración estaba entrecortada y sus gemidos eran difíciles de contener.

Con sus manos, Jong Woon levanto un poco las caderas de Ryeowook dejándolas al aire y el ángulo de sus penetraciones cambiaron y al calor de la entrega, su miembro se deslizo completamente dentro. Ryeowook dejo salir un sonoro grito, asustado Jong Woon intento retroceder pero no lo dejo, al ver la cara llena de satisfacción de su pequeño, entendió que ese grito no era de dolor.

Ambos terminaron al mismo tiempo, Ryeowook entre ambos cuerpos y Jong Woon dentro de él. Los dos exhaustos, pero ni así, Ryeowook le permitió a Jong Woon separarse de él. Ni siquiera le permitió retirarse de su interior, lo tenía apresado con sus piernas y brazos.

En el corazón sólo hay una línea que me guía hacia ti.
Te amo mi bebé.
Quiero que estemos juntos.

- Yesung, no pienso volverme alejar de tu lado. – confeso Ryeowook.
- Nadie puede enviarte ahora a un internado y yo no dejare que nadie te aparte de mi lado ahora. – Jong Woon levanto su torso solo un poco para observar mejor el rostro de su amado -. Te amo Wookie y quiero darte todo de mí, hasta mi nombre.
- ¿Me estas proponiendo matrimonio?
- Así sonó, ¿verdad? – dijo algo apenado Jong Woon.
- Pero si ya soy tuyo, te lo he dicho, te amo también.
- Entonces, ¿no quieres?
- No seas tonto, claro que quiero. Después que todo el lío con Jiro se arregle, lo haremos. Estoy seguro que esta vez mi primo estará emocionado en ayudarme con los preparativos.
- Ese gato mañoso. – Ryeowook se rio ante su ceño fruncido al nombrar a su primo -. Pero podríamos hacer que Siwon sea nuestro padrino, eso nos ahorraría mucho.
- Igual mi primo me debe una. No lo he perdonado todavía.
- Ese gato necesita una lección. – Jong Woon lanzo un profundo suspiro -. Gracias por perdonarme Wookie, no sé qué habría hecho si te pierdo.
- No, a ti por insistir, por estar en el momento en que más te necesitaba y por perdonarme el que no te haya reconocido.
- Cierto, ¿Por qué no me recordabas? – a Ryeowook comenzó a invadirlo una sonora risa, que hizo que se retorciera, sacando a Jong Woon de su cuerpo.
- Ay, hahahaha, auch, eso dolió. Hahahaha.
- Oye no es gracioso. ¿Qué dije?
- Es que. – comenzó hablar apenas conteniendo la risa -. Yo recordaba a ese chico escuálido, con rostro extraño, algo amorfo por estar en pleno crecimiento y cabellos puntiagudos. Yo era solo un niño.
- Estas diciendo, ¿Qué era feo? – Jong Woon trato de alejarse.
- No, Yesung. Eras un adolecente en desarrollo. Y el encontrarme con el tú de ahora, tan varonil, de rostro perfecto. – los dedos de Ryeowook volvían acariciar su rostro -. Tan bien formado cuerpo. - Cada parte que mencionaba era acariciada por sus manos -. Tu gran virilidad y masculinidad… yo... yo… - jadeo -. Como iba a reconocerte. Eres un adonis Yesung. – por supuesto, Jong Woon no le creía completamente. Pero la seductora voz que estaba empleando junto a las caricias, lo estaban poniendo duro de nuevo.
- Me estas provocando Kim Ryeowook.
- ¿Yo? – pregunto lo más inocente que pudo.
- Tú te lo buscaste. – y se lanzó a por él, iniciando una nueva ronda de amor.

Se amaban. Sus almas se reencontraron y reconocieron, en el momento justo de sus vidas. Era perfecto. Ni antes ni después. Para ellos solo existía el ahora, donde las caricias, besos y entregas grabarían su historia, renaciéndo nuevamente cada vez que hicieran el amor. Pues aunque los ojos de Ryeowook no reconocieron primero a Yesung, su Yesung, su corazón si lo hizo, desde el primer momento.

Fin.