Don't Leave me... Parte I

Antes de saberlo, ya le había dejado y alejado de mí, me convertí en esa persona distante que no quería que volviera. Un año ha pasado y con ellas muchas estaciones. Los sentimientos que me habían lastimado como si estuviese a punto morir, como esa confesión por el amor de esa mujer, el dolor de saberle confundido y no saber que hacer para regresarlo a mí, poco a poco se calmaron y me acostumbré.

Aunque me he esforzado por dejar entrar a otra persona a mi vida y mantenerla dentro, nada es igual en mi corazón. No importaba a quién conocía, siempre buscaba algo de él en ellos, en ellas. Siempre recordando aquellos momentos del pasado en los que lo había amado intensamente, cuando ambos reíamos y llorábamos muchas veces, con miedo mirábamos el futuro y pensábamos que estar juntos bastaría para lograr nuestro amor.Mis amigos intentaron animarme y mas de una vez intente sumergirme en alcohol. Atrás quedo para ellos ese chico que solía bajar la cabeza y reír como si fuese un chico tímido, me he convertido en un ser lleno de tristezas, algo frío y buen actor, aparentando siempre estar bien ante los demás. Pocos se han dado cuenta de mi verdadero estado, algunos amigos más cercanos saben la verdad.

Y cuando nos miramos a los ojos, todos nuestros recuerdos regresan como avalancha cubriéndolo todo sin dejarnos avanzar. Esos momentos felices disfrutando nuestro amor, las promesas en nuestra entrega ¿Hemos olvidado esos momentos? El dolor en sus ojos por estar confundido entre dos, me obligue entonces alejarme. Tontamente creí que lo hacía por su bien.

Después alejarme de él se convirtió en mi propia seguridad, porque verlo sonriendo para ella, feliz sin mi. Dolía tanto el verlos. Prefería estar lejos de ellos, donde mis ojos no pudiera verlos, y mis esperanzas no fueran pisoteadas. Porque sigo aferrado a esa pequeña oportunidad que pudiera tener.

Si tan solo le hubiese advertido de ella, si me hubiera confesado, quizás no habríamos terminado. Aunque doliera en primer momento, si hubiera sabido que solo sería feliz a su lado como ninguno, quizás no habríamos terminado...

¿Como? Si nos seguimos amando.




Hoy como hace mucho no lo hacía, marco a mi numero y me llamó. Hablamos como en los viejos tiempos, lo escuche feliz y cariñoso conmigo. Pregunto como me encontraba. ¿Que podía responderle? Puedo esconderlo varias veces, porque lo extraño sigue doliendo y es tan difícil. Pero porque es él estoy bien.

Dijo que me extraña y mi corazón comenzó a latir alocado, pensé que no podría volver a sentir eso. La sonrisa del otro lado de la línea se escuchaba como en nuestros mejores momentos, lo hice reír y me queje que mi agenda este saturada en estos momentos con tanto trabajo que casi no podemos vernos. Sungmin me llamó bebé nuevamente, que nunca dejaría de serlo si seguía quejándome.

Por favor perdóname
Por favor perdóname bebé
Debo hablar contigo cuando nos veamos hoy...

¿Cómo es que un aparato puede hacernos decir y pensar tantas cosas? Porque con su simple llamada me hice bastantes ilusiones y cuando me pidió que nos viéramos pronto, ya que tiene algo importante que decirme, mis ilusiones vuelven a brillar como si pudiera alcanzar la felicidad otra vez.

Quedamos de vernos en un buen restaurante, recomendado por los platillos que suelen hacer y además de ser muy selecto pero lo mejor de este, es el vino que sirven para acompañar la comida. Justo como los que solíamos visitar en el pasado.

Y eso me dio más esperanza.

Por primera vez me visto para agradar, no recuerdo muy bien cuando fue a ultima vez que lo hice, es un agradable sentimiento el que me invade esta vez. Voy a verlo, fuera del trabajo, de estas paredes, del grupo en el que somos compañeros y después de mucho tiempo eso esta muy bien para mi. Hecho un vistazo a mi ropa antes de salir a su encuentro.

Al llegar al restaurante una pareja que ya va de salida se da cuenta quien soy y se han acercado a mi, el anfitrión me pregunta si tengo reservación mientras firmo un autógrafo, en seguida le respondo que no y que espero a alguien más. Me despido de la pareja con una sonrisa por su tiempo conmigo misma que enseguida se me borra al mirar hacia las mesas.

En una de ellas se encuentra Sungmin, ayudando a su novia a sentarse, acomodando la silla para ella. Con las manos sobre sus hombros se agacha para que ella le susurre algo al oído, Sungmin lo hace y sonríe, todo esto antes de darse cuenta que estoy aquí.

Quiero salir corriendo del lugar, no quiero estar aquí en este momento, no cuando todas mis ilusiones han salido corriendo por la puerta que esta detrás de mi. Pero es demasiado tarde, Sungmin se ha dado cuenta que estoy ya aquí y por su seria mirada, pienso que mi desilusión se ha reflejado en mi rostro. Creo que no va a gustarme eso tan importante que tiene que decirme.

Las manos de Sungmin se separan rápidamente de ella y recompone una bella sonrisa para mi justo antes de llamarme pronunciando mi nombre. No ha sido lo suficientemente alto como para incomodar a los demás comensales, sin embargo claramente pude ver como sus labios se movieron y pronunciaron "Kyuhyun" mientras llama mi atención con su mano.

Aunque quisiera no puedo moverme, mi cuerpo se resiste como si las fuerzas me hubieran abandonado, incluso la suerte, porque si la tuviera un terremoto incendio se provocaría para salir de aquí. Ni siquiera eso esta a mi favor. Y mirar como Sungmin se inclina para decirle algo, ella le asiente y entonces es cuando viene hacia mi; no mejora mucho las cosas. Al ver que es a ella a quien rinde cuentas ahora.

Incluso cuando se acerca hasta donde estoy no se que decir o hacer.

- Kyuhyun, que bueno que viniste. - Sungmin dice tímidamente, estoy seguro que ha notado mi incomodidad -. ¿Estas bien?

Porque eres tú, porque eres tú a quien amo
puedo esconderlo varias veces...
Porque eres tú, porque eres tú a quien extraño
Te amo
Duele tanto, es tan difícil
Pero porque eres tu...

- Estoy bien. - obvio no me cree del todo -. Estoy un poco cansado, he tenido un día complicado. -agrego para que la explicación de mi excusa sea más plausible.
- Oh, ya veo. - su mano me toma del brazo -. Vayamos a la mesa, Sa Eun nos esta esperando. Comamos algo rico que rehabilite tus fuerzas.

¿Qué puedo hacer? Me dejo guiar por su mano hasta la mesa. Mi cara no ha cambiado, no puedo, pero gracias a mi excusa Sungmin no parece preocuparse ya. No quiero arruinarle el momento. ¿Por que sigo pensando en él antes que en mi mismo? porque aun lo amo.

Mi preocupación se centra ahora en ella, que me sonríe al sentarme de frente en la mesa, quien le dice a Sungmin que acomode la servilleta en mis piernas y se desvive por quedar bien conmigo. Estoy incomodo y ella no parece notarlo, continua haciéndome preguntas, mismas que Sungmin de vez en cuando responde por mi. Justo como antes lo hacía cuando me protegía de las preguntas inoportunas de los hyungs.

La cena llega y con ella la nostalgia, al ver como Sungmin sirve comida en mi plato primero. Sus ojos buscaron los míos, Sungmin sorprendido de haber hecho lo que hizo sin haber tomado en cuenta a Sa Eun y yo, deseando que esto hubiera sido en otra situación.

- Sungmin siempre es muy considerado. - Sa Eun llama nuestra atención -. Y hoy eres nuestro invitado especial, Kyuhyun. - y su mano busca la de Sungmin, enlazando sus dedos -. Deja que te sirva primero.

Y Sungmin lo hace. Por su mirada se que no solo lo ha dicho para cubrir el olvido de Sungmin, se muy bien sus intenciones, más no puede desmeritar ante mis ojos que Sungmin se preocupó por mi primero que por ella.

Observo como rellena mi plato de todo lo que me gusta. Como lo prometió, son platillos con ingredientes que el mismo utilizaba cuando cocinaba para mi e intentaba darle más energía a mi cansado cuerpo. No lo ha olvidado y me confirma que, al igual que yo, creo que nunca podrá olvidar esas cosas, esa parte que todavía nos une.

Comenzamos a comer y el ambiente lo comienza a invadir una charla impersonal. Trabajo, actividades, incluso Sa Eun se muestra receptiva conmigo, como si de verdad le interesara lo que sea que yo estuviera haciendo. A veces nuestras miradas se cruzan, que no hace más que molestarme. No así con Sungmin, cuando nuestras miradas se cruzan, el tiempo aún se detiene.

Es irónico lo encantadora que ella actúa en estos momentos. Para lo que yo se, podría quitarle esa sonrisa dulce de su boca cada que pronuncia el nombre de Sungmin, mi Sungmin, el que me deje arrebatar.

Terminada la comida, las excusas para atrasar esa charla, lo que Sungmin me había dicho que era importante y tenia que decirme. Al verlos a los dos tan cómplices, como si supieran algo que yo no, inclusive al ver que él no venia solo, supe que la noticia no sería beneficiosa para mi.

Después de pedir un buen vino, uno chileno, de mis favoritos y al ver como Sungmin acercaba su mano hacia la de ella intentando tomarla antes de pronunciar alguna palabra, supe que había llegado el momento. E intente tomar fuerzas de donde quiera que me quedara en mi cuerpo, para lo que sea que tuviera que decirme. Creo que hasta cerré mis ojos, como si al hacerlo doliera menos.

Las palabras no llegaron, el sonido de una silla moviéndose y la voz de ella disculpándose con Sungmin.

- Lo siento de verdad, creo que todo esto me tiene un poco nerviosa. - se explica. Cuando abrí mis ojos, me di cuenta que ella había derramado una de las copas sobre los pantalones de Sungmin.
- No hay problema. - la excuso mientras intenta secar el exceso de vino en sus pantalones con la servilleta y ella intentando ayudarlo-. No habrá mancha, es vino blanco, solo tengo que secarlo un poco. Voy al baño.

Sungmin deja su servilleta sobre la mesa, palmea la mano de Sa Eun disculpándola y nos deja solos para ir al baño. Espero el tiempo suficiente como para que Sungmin se haya alejado para comenzar a interrogarla.

- Lo alejaste. - La acuso.
- Fue un accidente, ya escuchaste a Sungmin-shi.
- ¿Que es lo que pretendes Sa Eun?
- Kyuhyun-shi, no seas tan cruel, tú sabes lo que significas para mi. - enseguida se levanta tomando la silla de Sungmin para sentarse a mi lado -. Por favor. - intenta tomar mi mano, la cual alejo rápidamente.
- Dime, ¿Por que le haces esto a Sungmin?
- Yo a él lo quiero. - me dice -. Se ha convertido en mi soporte desde que tú...
- Basta. - no la dejo terminar -. Te dije que no quería escucharte nunca más.

Quien iba a pensar que una mujer terminaría por separarlo de mi, envolviéndolo en su maraña de mentiras, donde su candidez y dulzura le fueron atrapando hasta lograr su cometido. Entiendo muy bien lo duro que debió haber sido para él, porque yo mismo pase por su tortura, sin embargo conmigo sus artimañas no funcionaron y en mi quedaba el poder salvarlo de ella esta vez.

Incluso si todo esto
No es como yo lo esperaba
Todavía esta bien
Te tengo en mi mente...

Quizás soy más homo que Sungmin, todos dicen que es muy varonil. Tal vez sea un sentimental e incluso ame más que él. Sin embargo en estos momentos lo único que tengo claro, al conocer las verdaderas intenciones de esta mujer, es alejarla de él.

- Pero es la verdad, Kyuhyun-shi, eres la persona a quien amo. Te metiste en mi corazón a pesar que no me aceptaste mis sentimientos y aunque ahora estoy con Sungmin, yo dejaría todo por ti. Haría lo que sea.
- ¿Lo que sea? - la veo asentir -. Dile la verdad a Sungmin, díselo o terminare diciéndoselo yo.
- Estas aceptando tus sentimientos por mi. - me dice ilusionada y esta vez si toma mi mano entre las suyas -. Estas celoso, ¿verdad? por eso te alejaste de Sungmin todo este tiempo, siendo su mejor amigo, hasta él se extraño con tu decisión.
- De verdad que estas mal de la cabeza Sa Eun. - comienzo a reírme mientras arrebato mi mano de entre las suyas.
- Oye respétame, al menos concédeme eso esta vez. - me dice indignada.
- Y tú, crees que estas respetando a Sungmin con lo que me dices, ¿Cómo me pides que yo lo haga contigo? Pensé que esto había quedado en el pasado, que por la felicidad que mostraba Sungmin en verdad lo amabas y lo harías muy feliz. - casi levante la voz, cosa que Sa Eun se dio cuenta y avergonzada comenzó a mirar para todos lados buscando que Sungmin no estuviera cerca.

Sus palabras solo me hacían odiarla más, en verdad creí que lo amaba a él, que conmigo fue solo una pasión de momento y que a pesar de que yo lo amaba, si ella lo hacia feliz y le daba la mitad del amor que yo le diera, seria suficiente. No contaba con lo que ahora me decía.

- Kyuhyun, si tu quisieras...
- Vas a decirle la verdad a Sungmin o lo haré yo. - le advertí.
- No te va a creer, Sungmin esta enamorado de mi, a quien piensas que va a creerle ¿a su ex compañero de cuarto o su prometida y futura esposa?

Me sorprendía su "ingenuidad" por no decir otra cosa, al pensar que mi relación con Sungmin era solo de amistad, pero sobre todo eso, lo ultimo que mencionó me ha dejado afectado. Pues seguramente era la cosa importante que Sungmin deseaba hablar conmigo.

- Por favor Kyuhyun, no se lo digas. - Sa Eun comenzaba a llorar -. Quiero a Sungmin, si tu le dijeras todo esto lo destruirías, no lo hagas. Te lo suplico. Seré la mejor mujer para él, me olvidare de mis pretensiones contigo, prometo hacerlo feliz.
- Sino lo haces tú, lo haré yo.
- No, no es necesario, yo le diré. No voy a dejarlo, pero le hare saber la verdad. Después de todo entre nosotros no sucedió nada. - como si yo fuera a dejar que hiciera eso con él -. Cuando sea conveniente, le diré la verdad a Sungmin.
- ¿De que verdad estas hablando, Sa Eun? - Sungmin llegó en ese momento con su cara muy seria..
- Sí, dile Sa Eun. - casi me escuche irónico y Sungmin se dio cuenta, para él que estaba tan familiarizado con mis estados de animo y con ellos el cambio de entonación de voz. Ella enseguida se levanto de su silla colgándose de su brazo.
- Le dije a Kyuhyun-shi. - ella hizo su mejor puchero.
- ¡¿De nuestra fiesta de compromiso?! - eso no lo sabía.
- No, le dije que nos comprometimos, esa parte la deje para que tu se lo dijeras. - ella dijo con fingida inocencia -. Se que para ti es importante decirle.
- Oh, lo siento entonces. - Sungmin recompuso su sonrisa -. Ya lo dije de todos modos, Kyuhyun, la próxima semana Sa Eun y yo tendremos nuestra fiesta de compromiso, eres el primero en saberlo. - y de nuevo estaba feliz -. ¿No vas a felicitarme?

¿Me creería? Dios, si se enteraba de todo esto ahora, lo haría muy infeliz. Pensaba duramente como poder decirle lo que esta mentirosa estaba haciendo con los dos.

- Hyung, Sa Eun es... - su ceño se frunció en cuanto pronuncie su nombre.
- Es tú noona, Kyuhyun. Cuando te refieras a ella, hazlo como mi futura esposa, por favor. - y con esto me di cuenta, que no podría decírselo en este momento.

Continuo enfadándome porque te amo
¿Por que miras como un tonto a alguien más, mala persona?
Por mi tonto amor, por mi dolido corazón
Suspiro y al azar rio y lloro
Me duele por ti.

Mire como el agarre de Sa Eun se apretó en su brazo, la mire después a ella y estaba tan satisfecha por como estaban resultando las cosas. El que Sungmin me hubiera hablado de esa forma, se muy bien que no solo se refería a esta ultima vez, la irrespete dos veces, era consciente de eso.

Entonces supe que tenia que buscar la manera en que se diera cuenta quien realmente era ella. No soy tonto, necesitaba buscar pruebas, aunque lo lastimara, él merecía la verdad.

- Kyuhyun-shi no lo dijo de mala manera. - Sa Eun se adelanto hacia mi y después le dio el frente a Sungmin -. Si no estoy equivocada, Kyuhyun es como tu hermano menor, creo que todos en su grupo han de pensar como eso y lo han de dejar ser como es. ¿Por que no puede ser mi hermanito? Después de todo seré su cuñada. - Ella saco su ultimo as de la manga, los ojos de Sungmin no mentían, estaba sombrado y maravillado por la reacción de ella para conmigo.
- Felicidades hyung. - no es lo sentía, pero era necesario en este momento.

Después de las felicitaciones todo paso muy rápido, creo que por mi bien me desconecte y hable en forma automática. Sungmin volvió a preguntarme si estaba bien, de nuevo le dije que estaba cansado, por lo que dio la reunión por terminada para que yo pudiera ir a casa a descansar.

Los acompañe hasta su auto, me despedí de Sungmin no así de ella, no la quería cerca. Sin embargo se las apaño para que fuera yo quien le ayudara a subir. Abro la puerta para que ella pase, sus dedos buscan los míos en la puerta para llamar mi atención. Su rostro refleja dolor, no la entiendo, acaso no sabe que todo lo que me ha dicho arruina la poca credibilidad que tenia sobre ella.

- Gracias. Por no decirle a Sungmin. Todo lo que dije adentro es cierto, amaré a Sungmin tanto o más de lo que te ame a ti. - termina de decirme casi en un susurro antes de subir.

Obviamente no le creo. Le doy la más sarcástica de mis sonrisas y cierro su puerta. Del otro lado le digo adiós a un Sungmin que no ha escuchado ni se ha dado cuenta de lo que ella me ha dicho.

Cierto que tuve que hacerme a un lado hace tiempo, pero ya no, esta es la oportunidad que estaba buscando.

Continuara...