Incluso no quiero ni
verte
Ya estoy olvidando que
nos amamos
Tranquilamente.
…Rain and You
Estar
metidos en negocios con la mafia es algo un tanto difícil y a veces se vuelve
de vida o muerte. Es bien sabido que si eres mafioso, tienes que vigilar todos
tus movimientos y estar atento las 24 horas del día para mantenerte vivo.
La mayoría
de los mafiosos son gente muy apegada a su familia… dos familias de las mafias
poderosas no pueden ser amigas o por lo menos eso es lo que se cree. La amistad
o enemistad en este mundo tiene un paso muy corto, pero ¿qué significado oculto
tiene una alianza entre estas? Todo se resume en una palabra… negocios.
Siwon es
el segundo hijo de una de las familias más poderosas de la mafia de Seúl, la
familia Choi es dueño de casi todos los casinos de Seúl que ocultan tras la
fachada de su cadena prospera de supermercados y varios negocios más que
manejan.
Jungmo el
hermano mayor de Siwon tiene sus propios negocios por lo que no se encarga de
los asuntos de su padre, él está casado con Jay Kim. Por lo que Siwon es el que
está empezando aprender todo sobre el negocio familiar, ya que su padre quiere
descansar un poco más. Su hermano menor es Kyuhyun, el cual estudia y por
obvias razones esta extremadamente protegido. Afortunadamente a todos les
habían dado buenos estudios y Siwon no es la excepción, pues tiene un doctorado
en finanzas.
La familia
Kim es temida en varios ámbitos, manejan a su antojo el mercado de transportes
Tokio-Seúl, controlan la piratería de todo tipo y también se refugian bajo su
cadena de hoteles.
La familia
Kim liderada por el Señor Kim cuenta con tres miembros más. Kangin el mayor y
junto con su esposo Leeteuk controlan todo el mercado en Seúl, son un
matrimonio estable que además se casaron por amor. Ambos tienen dos hijos: la
pequeña Kanna y el pequeño Jungmi. Kibum el siguiente en la familia Kim, vive
en China casado con el joven hijo de un magnate de ese país, su esposo Zhou Mi.
Kibum es quien maneja todos los negocios de la familia en China y después le
sigue el menor de los Kim.
Heechul es
el consentido de la familia por ser el menor y por su especial belleza que le
hace recordar al Sr. Kim a su difunta madre muerta, ya que Heechul es su vivo
retrato. Pero así como es el más querido, como todo en la mafia cuando tienen
que echar mano de algo para cerrar un trato… su padre, por el bien de su
familia, no duda en sacrificarlo.
Todos los
caminos de la mafia son muy peligrosos y difíciles, mucho más si no quieres
seguir sus órdenes, claro que para librarte de estos tenías que tener un buen
plan trazado y estar preparado para morir en el intento.
*****
Siendo
hijo de la familia Choi, Siwon en su infancia a menudo era exiliado por sus
demás compañeros que no deseaban estar a su lado, por no buscarse problemas con
su familia. Por eso casi siempre lo pasaba solo, si intentaba acercarse a uno
de estos niños, estos casi siempre terminaban echándolo de su lado diciéndole
palabras hirientes. ¿Cómo es que podían tratar así a un niño de seis años?
Tan
pequeños como se ven, los niños también tienen sentido de supervivencia.
— ¿Por qué lloras? —le pregunto otro
pequeño que se acercó a él al verlo llorar en un rincón alejado del patio.
— Nadie quiere jugar conmigo —lloraba
Siwon.
— ¿Por qué? Te portaste mal con ellos… ¿te
lastimaron?
— No, es que me tienen miedo
— ¿Miedo? —como el niño guardara
silencio, a Siwon le dio curiosidad y levanto su vista, quizás también lo había
asustado
A su lado
estaba un niño bastante simpático, lindo, con sus ojos grandes y expresivos, un
semblante muy despierto, una hermosa piel blanca y un rostro fino, en el cual
en ese momento lucia el ceño fruncido.
— Vamos, ¿quién te puede tener miedo con
esa cara? —comenzó a reír el pequeño a su lado— A mí no me das miedo.
— ¿De verdad? —el niño solo asintió
sonriéndole— Mi nombre es Choi Siwon —le extendió la mano.
— Yo me llamo Kim Heechul, vengo de
china y estoy en la clase de Miss Ebony —el niño no paraba de hablar.
— Estamos en diferentes clases —exclamo
Siwon triste.
— Pero podremos vernos durante los
recesos, no estés triste —y enredo su bracito alrededor del cuello de Siwon— ¡Vayamos
a jugar!
Después de
aquella presentación pasaban mucho tiempo juntos durante los recesos. Días
después en una de esas fiestas que preparaba el Sr Choi, Siwon se enteró que
Heechul era hijo del nuevo socio de su padre que venía de China. Ambos fueron
demasiado felices por poder extender su amistad más allá del colegio. Al final,
a petición de sus padres los cambiaron al mismo salón y de ahí ninguno volvió a
separarse del otro.
En su
infancia y adolescencia fueron los más fieles amigos. Como todo, ellos
sufrieron cambios pero su amistad no. Siwon era mayor que Heechul solo por
meses, pero en su infancia este último se veía mucho mayor por lo que siempre
terminaba protegiendo a Siwon. Con el pasar de la adolescencia, Heechul cambio
mucho físicamente viéndose mucho más pequeño que su amigo y mucho más frágil
también. Las diferencias entre ellos siguieron sin importarles.
Muchos de
sus compañeros pensaban que la relación que ambos llevaban era la de más que
amigos, eso los hacia enojar bastante y terminaban enfrascados en peleas con
sus compañeros. Siwon siempre iba al rescate de su amigo Heechul, ya que este
era muy peleonero y quien se encienda más rápido sin tomar en cuenta cuantos se
enfrentaban contra él. Siendo lo que era, Siwon siempre intentó protegerlo.
Raro el
caso es que esos niños que antes les tenían miedo, siendo adolescentes ahora…
se les enfrentaban. Sobre todo molestando a Heechul por su apariencia.
Una de
esas tardes una charla entre ellos se volvió de lo más rara.
— No soy bonito, ¿verdad Simba? —pregunto
seriamente Heechul, a lo que Siwon miro extrañado al otro.
— ¿Bonito?
— Es que así me llaman esos del salón
que golpeamos ayer, ¿recuerdas? —a Heechul en verdad le desagradaba que sus
compañeros de clase no lo respetaran por su físico.
— Si los recuerdo —Siwon tenía el ceño
fruncido.
— No me gusta como lo dicen por eso
quise golpearlos —dijo aun con coraje.
— Tú no eres bonito Heechul.
— ¿No? —aunque era lo que deseaba
escuchar, que su amigo lo soltara así de fácil no le hizo mucha gracia.
— Claro que no, deberían ver lo que yo…
el amigo que me vomito cuando por las paperas no se pudo pasar el pudin que le
lleve, mi amigo Heechul que no quiso tirar sus tenis favoritos aun cuando se
habían mojado con aquella agua de dudosa procedencia y que hizo que los pies le
apestaran una semana —continuo Siwon riendo— O aquel Heechul que tenía las
orejas de dumbo en las fotos que me mostro tu mama.
Para
cuando llego a esto último, Siwon se encontraba corriendo por su vida con un
Heechul tras de él.
— Ya, ya, me rindo —dijo un Heechul
jadeante— Tienes mucha razón, soy todo eso.
— Ya lo ves, yo nunca miento —Siwon se
detuvo regresando a su lado.
— Pero aun puedo engañarte y golpearte ¡ha!
—Heechul se le fue encima y comenzaron a forcejear entre risas y gritos.
— Está bien, me rindo.
— ¡Ok! Pero debes decir que soy más
lindo que tú —haciéndole cosquillas.
— Si, siiii.
— Si, ¿qué?
— Eres más lindo que yo.
— Y que ya no me apestan los pies —haciéndole
más cosquillas a Siwon— ¡Dilooo!
— Eres más lindo que yo y ya no te
apestan los pies…
— Bien Simba, ahora vayamos a tu casa a
armar esa tienda, debemos estrenarla —Heechul le tendía la mano para ayudarle a
levantarse.
— Si te siguen molestando, yo los
golpeare… —dijo Siwon tiernamente a un Heechul que recibió sus palabras con alegría.
En verdad
Siwon ya había visto como sus compañeros de clase e incluso de escuela miraban
a su amigo que había cambiado mucho pero que al estar cerca de él todos los
días el nunca noto el cambio. Lo que le molestaba sobremanera que aquellas
miradas se posaran tan lascivamente en su amigo.
— Gracias Simba, siempre eres de mucha
ayuda.
En
realidad los recuerdos de infancia de Siwon y Heechul eran los más especiales y
apreciables que tenían, pues ambos encontraron a su mejor amigo en el otro y
también las mejores aventuras de sus vidas.
“La
amistad es tan fuerte como una sonrisa y tan frágil como una lagrima”
*****
— Heechul —susurro Siwon.
Siwon aun
intentaba comprender como llego a tener que perseguir al menor de los Kim.
Odiaba recordarlo pero no podía dejar de hacerlo cada que escuchaba nombrarlo.
— ¿Por qué tengo que ser precisamente yo
quien tenga que atraparlo y llevarlo de regreso? —se preguntaba Siwon mientras
manejaba su auto deportivo rumbo a uno de esos barrios de poca monta en una
ciudad vecina.
Su padre
tenía que escogerlo precisamente a él teniendo tantos hombres para los trabajos
sucios. Odiaba realizar aquel tipo de trabajos, mucho más porque el odiaba
tener que portar armas, apuntar a las personas y matar… ¡Aah! eso no estaba en
su vocabulario, aunque venia de una familia de mafiosos y matones con buena
puntería.
Todos en
su familia tenían muy buena puntería pues les venía en la sangre, así que
suponían que él no era a excepción; aunque jamás lo hubiera intentado, pues él
sabía que no era nadie para arrebatar una vida por muy sucia que esta fuera.
Por eso
estaba muy sorprendido que su padre lo hubiera escogido a él, sabiendo sus
antecedentes, quizás solo lo estaba poniendo a prueba. Dos días antes, su padre
le había dado esta encomienda…
— Tienes que traer a ese chico hijo, él
debe cumplir con su deber —le decía su padre muy enojado— Además su propia
familia lo entrego para eso, unir ambas familias para nuestro beneficio.
— Pero padre puede usted mandar a algún
otro, tiene a Jang Gun su mano derecha, él podría hacer mejor el trabajo que yo.
— Hijo solo confió en ti, en que hagas
recapacitar por las buenas a ese chico, yo no quiero dejar viudo antes de
tiempo a tu hermano; además tú te llevabas bien con él.
— Si pero...
— Vamos hijo tu eres en quien confió.
Como mi heredero este es uno de los trabajos que me demostraran que puedo
dejarte a cargo de todo lo que tengo.
— ¿Y mi hermano?
— Jungmo sabe de esto también y está de
acuerdo, él ya se ha hecho de sus zonas y sus negocios van prósperos; el
haberse casado con Jay fue su mejor elección le ha dado estabilidad a su zona.
Por favor Siwon demuéstrame de lo que estas hecho
— Está bien padre… lo hare —aun no muy
convencido.
“Es el
menor de los Kim, no creo que te de problemas” había dicho su padre, pero lo
que no sabía es que Kim Heechul era todo un maestro de los problemas.
Había
conocido a Heechul desde su infancia, asistieron al mismo colegio y secundaria.
Sus familias eran muy cercanas por ese entonces, pues ambas familias se
dedicaban a la mafia en los barrios de Seúl coexistiendo pacíficamente. La
familia de Heechul venía de China y controlaba los negocios de lo que
transitaba de aquí para allá y viceversa. Por eso es que su padre siempre trato
de tenerlos de su lado, pues así sus negocios se expandirían más allá de Seúl.
En ese
medio siempre hay momentos negros, Siwon recordaba muy bien el día que su padre
le declaro la guerra a los Kim, Heechul y él tenían apenas 14 años cuando
tuvieron que dejar su amistad por estos problemas. Lo cambiaron de escuela y le
prohibieron hablar con él, su amistad se acabó en ese momento.
Una
amistad tan linda como la que ellos tenían, fue rota por la sed de poder de sus
padres. Y lo peor es que ambos se convencieron de que lo que sus padres decidían
estaba bien, siendo tan jóvenes como eran que más podían creer.
Cuando
Siwon lo volvió a ver unos años después, Heechul no le trato de la mejor manera
e incluso lo golpeo hasta hacerle sangrar la boca. Siwon aún tenía esperanza sobre
su amigo, pero no sucedió como él pensaba.
Seguramente
envenenado por su padre como lo habían hecho con él mismo, se veía tan enojado
con Siwon que este no se defendió pues la mirada del otro mezclaba dolor,
tristeza, furia, decepción. Sus ojos clavados en los de Heechul aun tratando de
descifrar que le sucedía a su ex amigo lo dejo a su merced llenándolo de golpes
hasta que este se hartó.
Siwon no
supo porque, pero le dolió mucho perder de aquella manera a su amigo, pero
entendió que en los negocios de su padre y el del Kim debían haber muchos
momentos oscuros como este. No volvió a tener amigos cercanos pues el temor que
volviera a pasar. Lo de Heechul no lo dejaba relacionarse de esa manera con
otros, por lo que hasta terminar la universidad permaneció sin un amigo
sincero.
Años más
tarde, Heechul se convirtió en su peor pesadilla.
Le había
arruinado varios tratos de venta… si, varias veces el Kim se le había
adelantado quitándole posibles clientes. En una entrega grande casi fue
descubierto por la policía porque este los había acusado anónimamente, ¿que cómo
se había enterado Heechul? Tenía ojos en todos los lados que Siwon ponía sus
manos.
Se veía
tan diferente ahora, en su familia… la poderosa familia Choi todo era tan
formal, hasta en este negocio existía la elegancia y el buen vestir; pero
Heechul. No era el mismo chico de antes que encantaba vestir bien.
Ahora
vestía muy desaliñado con ropa holgada, podía ver a través de ellas que le
quedaba muy grande y siempre con capuchas cubriendo su cabeza, algunas veces
con lentes de sol y ropa oscura.
¿Qué es lo
que escondía Heechul debajo de toda esa ropa? Nunca supo y su curiosidad
desapareció al no tomarle más importancia que la merecida.
Con el
tiempo Siwon aprendió a sortearlo, se dio cuenta que ya no era ese amigo a
quien en el fondo apreciaba y comenzó a enfrentarlo, si… él también le había
dado dolores de cabeza a Heechul y con eso lo mantuvo a raya; había aprendido
del mejor superando al maestro, pues ahora el Kim le temía, o eso creía él.
Varias
veces se habían encontrado pero ahora el Kim lo ignoraba. Ninguno de los dos se
metía en sus dominios y así estaba bien. Algo había cambiado en Heechul… algo
muy grande debió pasarle, pues pronto dejo de verlo en los negocios
acostumbrados hasta que ya no supo nada de él.
Pero con
lo que no contaban ambos ex amigos era lo que sus padres tenían en mente,
después de diez años de peleas continuas entre ellos volvieron a unirse, pero
esta vez más fuertemente que antes.
Una
alianza…. Familiar.
En la
mafia los únicos lazos que no se rompen son los de familia, eso querían los
Choi y los Kim para permanecer por siempre de aquella manera. A quien le tocaba
sacrificarse para que eso sucediera… a los menores de cada familia, su hermano
Kyuhyun y Heechul; ya que los dos hermanos mayores de este eran personas
casadas y con hijos.
De esta
forma, Siwon fue enterado de lo diferente que Heechul era en realidad y que
siendo un doncel, ahora se encontraba prometido a su hermano menor.
¿Y su
pequeño hermano que pensaba de todo esto? No se le había ocurrido preguntarle,
supuso que no se iba a negar. Aun si tuviera algún pretendiente o un elegido
por su corazón nada podía hacer más que casarse.
Pero al
parecer Heechul tenía otros planes, pues cuando le anticiparon de su compromiso
y el sacrificio que tendría que hacer para unir ambas familias… huyo. Hacia un
mes que no sabían nada de él, ni sus padres y hermanos, todos estaban
preocupados pues la fecha de la boda se acercaba y el no aparecía.
Ahora con
24 años, los ex amigos volverían a verse.
— Algo no muy bueno resultara de esto —iba
susurrando con sarcasmo Siwon— Si me da más molestias de las necesarias lo
encerrare en el capo, seguro que aun será difícil de manejar ese Kim.
Dadas las
circunstancias, Siwon no podía dejar de ver en él, la persona que tantos
problemas le ha causado los últimos años y aunque no lo quiere creer, tampoco
ha olvidado al amigo con el que trato años atrás.
Y mientras
iba pensando en las maneras de someter a Kim Heechul, en ningún momento Siwon
sospecho que este trabajo le traería mucho más que recuerdos… que sería mucho
más que un reencuentro… que encontraría algo que sería mucho más que amistad.
CONTINUARÁ...
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