Incluso no se
Pretendiendo que he
olvidado
A pesar de que yo vivo,
me muero…
Confession
Esas
palabras calaron muy hondo en Yunho, pues no era la primera vez que las
escuchaba. Otra persona además de Heechul se las había dicho, pero en esa
persona adquirían otro significado… Aunque la esencia era la misma, Heechul y…
Changmin le pedían que olvidara el pasado que lo ataba.
Se fue
dejando la bandeja en las piernas de Heechul y con un Kyuhyun montando guardia
para vigilar que este se comiera todo.
— ¡Come! – Kyuhyun se escuchaba molesto —.
Vas a comer o quieres que te dé en la boca como a un niño.
— ¿Qué? Acaso te importa si lo hago o
no. — Heechul lo miraba fríamente.
— Sí, me importa. Como dije antes estoy
preocupado por tu salud y bienestar. – en este punto Kyuhyun se notaba
realmente preocupado — Sabes lo que me preocupe cuando me aviso Yunho que no
estabas aquí.
Heechul
comenzó a comer mientras escuchaba, no creía nada de lo que estaba oyendo, así
que era mejor hacerlo para no poner atención.
Si ese
chico realmente se estaba preocupando por él, ¿Por qué lo hacía? Acaso se había
tomado en serio lo de su matrimonio. En el fondo le tranquilizaba un poco que
tuviera interés de cuidarlo, pero no lamentaba lo que había planeado el día de
la boda.
— Que sea la última vez que haces algo
así, tienes que comportarte para que pueda protegerte.
Heechul escuchaba
con recelo y algo de incredulidad aquellas palabras pronunciadas, pues tenían
una entonación de preocupación pero a su vez le ordenaban.
Kyuhyun
recordó lo que su hermano le pidió: “Que el crea que tú estás genuinamente
interesado en él para que no sospeche nada ni intente nada más”, por lo que
tomo la mano de Heechul la cual estaba un poco fría pero su tacto era muy
suave; sus instintos le hicieron tomarla con ambas manos y frotarla para tratar
de calentar su mano, mientras continuo hablando.
Heechul
que se encontraba comiendo en ese momento, al sentir el tacto de Kyuhyun, dejo
caer de sus palillos la comida que estaba por llevarse a la boca; aquel acto
hecho por el menor de los Choi lo tomo por sorpresa.
— Siento mucho no haber llegado antes
por ti.
Kyuhyun
hablaba sinceramente, el odiaba la violencia y todo lo que tenía que ver con
ella por eso jamás aprendió a usar armas, y estaba seguro que jamás las usaría.
Y eso es algo que su padre nunca le ha dejado de insistir.
— Sé muy bien lo que los tipos de mi
padre te hicieron y lo mal que te dejaron de salud. Pero ahora yo estoy contigo
y si te traje a este lugar es para poder cuidar de ti, que no te hagan daño y
también que no te lo hagas tú.
— Entonces ¿sigo preso? – pregunto
firmemente Heechul.
Que tomara
su mano de esa forma le había causado calosfríos y no le gustaba esa sensación.
Sí, era un Choi, pero tan diferente al tacto de Siwon; ¡Diablos! Realmente lo
extrañaba.
No se
había dejado convencer muy bien de la sinceridad de Kyuhyun, ya había hecho lo
que deseaba para estropear su boda y ahora solo le restaba esperar, por lo que
se portaría bien para darle gusto al menor de los Choi. Evitarse los problemas.
Jaló
suavemente su mano para recuperarla.
— Por ahora necesito que te quedes aquí.
– continuo Kyuhyun —. No podrás salir de la propiedad pero si puedes salir de
tu cuarto, de andar por ahí, siempre y cuando me avises o avises a Yunho; no se
te esta permito platicar con nadie que no sea Yunho o alguien de la familia.
— Podre vagar por ahí hasta la oficina.
– Heechul seguía intentando sacar de quicio al menor de los Choi.
— Hazme un favor, evita todo lo que sea de
uso exclusivo de mi padre.
Kyuhyun
estaba algo harto de su interés por ponerse en peligro y complicarle la
existencia, cuidar de Heechul le estaba resultando algo estresante.
— Te puedo proteger porque soy tu
prometido, pero si llegaras a cometer alguna falta que mi padre no te perdonara,
no podría detener tu castigo. Creo yo que ya fueron suficientes golpes. – tomo
nuevamente la mano de Heechul y la dirigió a sus labios depositando un suave
beso.
— Yo… lo hare. – Heechul no cambio su
semblante frio y eso a Kyuhyun lo tentó un poco.
A pesar
que el Kim permanecía en su papel, Kyuhyun no pudo dejar de asombrarse por lo
bello que era, sus grandes ojos, su piel, sus labios. Entonces fue acortando la
distancia entre ellos quedando muy cerca del rostro de Heechul, casi tan cerca
que podía sentir su respiración. Los ojos de Kyuhyun se dirigieron a esos
labios carnosos que lo tentaron desde la primera vez.
Heechul no
retrocedió, se obligó a recordar que todo lo que hacía sería para recuperar su
libertad. Faltaban tan pocos días para la boda que no intentaría nada que lo
pusiera en peligro… hasta ese día.
Al ver que
Heechul no retrocedió y que su mirada curiosa se posaba sobre él curioso,
extrañamente Kyuhyun reacciono deteniendo su camino.
— Será mejor que te traigan las comidas
aquí y en lo que me sea posible vendré a comer contigo. – Kyuhyun quería pasar
más tiempo para conocer a su futuro esposo, haría más divertido todo este
proceso; al menos eso era lo que él quería pensar —. Bien me voy, espero que no
hagas estupideces y que disfrutes tu estancia aquí.
Kyuhyun
sintió como Heechul se soltó de su agarre y continuo comiendo, mientras él se
levantó de su asiento y se alejaba.
Heechul
ahora recordaba que tenía un motivo para ponerse bien de salud y recuperar
energías. La boda estaba cerca y con ella su escape a la libertad, sea a la vida
o la muerte… en cualquiera de las dos seria libre.
*****
Yunho se
encontraba en la cocina después de haber dejado a Heechul comiendo con Kyuhyun,
las palabras dichas por el menor de los Kim aun sonaban en su cabeza….
“Si el pasado te ata, déjalo atrás y
continua tú camino… aun estas a tiempo”
Sin
embargo, antes ya había escuchado esas palabras en boca de Changmin, la persona
con la que había estado compartiendo cama en los últimos meses.
Desde la
muerte de Jaejoong pensó que jamás podría volver a acostarse con nadie sin
involucrar sentimientos, sin embargo este chico llego y se instaló en su vida,
su piso, su cama y sus pensamientos.
Cuando lo
conoció, se encontraba en un bar y para no variar bebiendo. Ese día se cumplía
un año de haber perdido a Jaejoong, el amor de su vida, estaba teniendo un
tiempo difícil.
— Ya ha pasado un año desde que te
fuiste, un año en el que no te he podido olvidar mi amor. – Yunho hablaba para sí
mismo mirando su copa sentado una mesa del bar —. Sin olvidar tus dulces labios.
No se cómo te pude prometer que estaría bien sin ti, ahora sé que no puedo
cumplir mi promesa… me haces tanta falta, Jae te extraño.
Yunho
bebió lo que restaba en su copa y dejo que las lágrimas corrieran por sus
mejillas tratando de ahogar el dolor y la frustración en esa copa, lloraba en
silencio sin darse cuenta que alguien lo observaba a lo lejos.
— Mi vida no tiene sentido si tú no
estás en ella… te amo, te amo Jae. — sí, ya llevaba algo bebiendo.
Se dejó
caer en la mesa sobre su brazo y sus ojos se cerraron lentamente, sentía que el
sueño se apoderaba de su pesado cuerpo. Y como entre sueños lo vio venir, el
chico que lo observaba a lo lejos comenzó a caminar desde la barra hacia él.
Yunho se obligó a abrir los ojos. Esa forma de caminar y su rostro… tuvo que
pasarse una mano por su cara para despejarse y poder verlo mejor.
— Jaejoong… — susurro Yunho, al ver al
chico que se le acercaba —. No puede ser…
“Seguro que estaba bajo los efectos
del alcohol.”
No pudo
evitar que de nuevo las lágrimas invadieran sus ojos. El chico se detuvo
dudando en acercarse y se limitó a mirar a Yunho. Quizás pensando en que decir
o como acercarse a la persona que pretendía ayudar.
Changmin lo
había estado observando por mucho tiempo desde la barra, Yunho es un hombre muy
atractivo como para no notarlo, pero lo que más le llamo la atención fue la
tristeza de sus ojos.
— Jaejoong… — repitió de nuevo Yunho. Al
tratar de levantarse para acercarse al chico, pensando en que se trataba de
otro de sus sueños quiso abrazar al amor de su vida.
Changmin
lo vio tambalearse por lo que se acercó a él a paso rápido y lo sostuvo
abrazándose a su cuerpo para que no cayera.
— Jae dime que no es un sueño, dime que
eres tú y has vuelto conmigo… por favor.
Changmin
se estremeció por sus palabras, abrió muy grandes sus ojos y de ellos se escapó
una lágrima. Como si el sufrimiento por esa persona también fuera el suyo, sus
brazos rodearon la cintura de Yunho acercándolo más a él.
— Shhhh esto no es un sueño. – le respondió
el chico.
Yunho
escucho la voz del chico dándose cuenta que no era Jaejoong, pero se le parecía
tanto su rostro. No supo porque pero a pesar de que estaba cometiendo un error,
las palabras de ese chico lo hicieron feliz en ese momento y lo llenaron de
calidez.
— Yo no quise… lo siento. – se disculpó
Yunho al recomponerse un poco.
— Estoy contigo en este momento… No
tengo problema con eso — dijo Changmin mientras le sonreía de una forma dulce y
tierna.
Se
separaron lentamente y entonces Yunho pudo observarlo detenidamente. El
parecido era sorprendente, solo que Jaejoong se veía más maduro que este chico,
más sus facciones eran muy parecidas, su cabello del mismo color solo que un
poco más corto y sus ojos; Yunho podía jurar que estaba mirándose en los de
Jaejoong, tal y como a él le gustaba.
“A lo mejor si estaba muy tomado”
No era el
amor de su vida, Yunho se convenció de ello con un poco de desilusión.
Changmin
vestía un impecable traje azul que lo hacía ver muy lindo, se movía con gracia
y elegancia igual que Jaejoong en eso ya había reparado al verlo caminar hacia
él. Sacudió un poco la cabeza para dejar de pensar en tonterías, pues el amor
de su vida ya no estaba con él y que lo siguiera amando no justificaba que lo
buscara en ese chico.
En verdad
Yunho tenía hipnotizado al chico, desde que lo vio en la barra no pudo despegar
sus ojos.
— No sabía que podría a ser tan guapo en
persona. – pensaba Changmin, y su rostro se tiño de un leve sonrojo.
No quería
sentarse, había estado sentado toda la noche y se dispuso a disfrutar aunque
fuera un poco los últimos minutos de esa noche.
Yunho no
supo cómo se vio arrastrado por ese chico hasta en medio de la pista donde
sonaba una suave música, la típica música calmada que tocan cuando ya están a
punto de cerrar.
— Mi nombre es Changmin. – le susurro
suavemente en su oído mientras se abrazaba a él y comenzaban a bailar.
El suave
susurro resonó en los oídos se Yunho mientras trataba de seguir sus pasos, pues
en el estado en el que se encontraba no podía coordinarse muy bien; se sentía
algo estúpido en esa situación, estaba siendo llevado por ese chico… corrección
por Changmin.
Bailaron
unos cuantos minutos más hasta que fue hora de tener que abandonar el lugar,
Yunho pensó que entonces cada quien seguiría su camino pero eso no fue lo que
sucedió. Changmin tomo su rostro con ambas manos para después juntar sus labios
en un beso que comenzó suave, tierno, para después convertirse en uno
hambriento lleno de deseo y necesidad.
Yunho no
era de las personas que dejaban que la otra parte tomara la iniciativa pero
tomado por sorpresa solo se dejó hacer y respondió al beso, subiendo su mano
hasta los cabellos del otro acariciándolo mientras se besaban. Y no pararon
hasta que necesitaron oxígeno.
— Yo… esto… — Changmin estaba sonrojado
hasta las orejas tratando de excusarse —. No lo hago con cualquiera, tú… no sé
qué me paso.
Y era
verdad, sabía que estaba haciendo algo incorrecto pero no le importó, ver a
Yunho ahí sentado solo, llorando por esa persona le partió el corazón y la
buena acción que tenía pensada hacer en un principio, la olvido.
Changmin quería
estar a su lado y alejar todos esos tristes pensamientos de Yunho. Pero el
tenerlo tan cerca, tan cálido y necesitado de afecto lo debilito por completo,
y los deseos de besarlo se hicieron presentes en él. Ahora lo deseaba y lo que
menos quería era separarse de Yunho.
Yunho al
ver a Changmin en esa situación tan embarazosa, sonrojado y tratando de darle
explicaciones le recordó a su amado Jae. No quería dejarlo ir, al menos no esa
noche, quería sentir que no se había ido. Yunho entrelazo su mano con la suya,
gesto que tomo por sorpresa a Changmin pero que correspondió sin quejarse.
No
hicieron falta las palabras para las miradas que ambos se daban, ambos se fueron
juntos de aquel bar, Yunho dejándose guiar y Changmin alargando su compañía.
Y así
desde ese día, dejo que Changmin entrara a su vida haciéndola menos dolorosa.
Aunque eso lo atormentaba día y noche pensando que había traicionaba la memoria
de su amado Jaejoong, que a pesar de todo no olvidaba… o más bien él no se
permitía olvidar y amar de nuevo sin torturarse.
Realmente,
Yunho no sabía qué hacer con esos nuevos sentimientos, los que Changmin estaba
provocando en él. Por eso los reclamos de Changmin, que pasado este tiempo le
exigían a Yunho algo más en su relación, pues nunca le ha dicho que lo ama o lo
que realmente siente por él. Últimamente todo era sexo y peleas por esta
cuestión, a ninguno le estaba haciendo bien.
Ahora
llevaban una semana sin hablar y Changmin se había ido de su departamento,
Yunho todavía no sabía a donde se había mudado. Pues después de la primera
noche que pasaron juntos Changmin se mudó a su piso viviendo en el departamento
de al lado, pero después el menor vio innecesario tener que vivir en
departamentos separados por lo que termino mudándose con Yunho.
Todo se
acabó por culpa de esa maldita discusión de porquería, ¿hacia donde se dirigía
su relación? Fue el tema principal. Yunho era consiente que de ser mayormente
el culpable, y más de su parte porque bien sabía que Changmin tenía toda la
razón, Yunho lo lastimo mucho y le dijo cosas que no debía haberle dicho, al
calor de la discusión.
Una semana
atrás después de tener el más maravilloso sexo, casi podría decir que hacían el
amor, justo en el momento clímax en que sus cuerpos se fundían en uno, Yunho lo
llamo de nuevo “mi Jaejoong” y aunque ambos se dieron cuenta, continuaron hasta
terminar.
No hubo
más palabras entre ellos, fue Yunho quien rompió el silencio, al ver que
Changmin se levantaba de la cama desnudo y buscando sus ropas con impaciencia.
— ¿Se puede saber qué te pasa?
— Pues que ya
— estoy harto.
— Harto, ¿de qué?
— ¡¿De qué?! – Changmin se desesperó y
comenzó a gritarle, como era posible que ignorará de esa forma sus sentimientos
—. De que yo te amé demasiado y te perdone que lo nombres a él cuando nos
unimos, en el momento más íntimo de ambos.
— Tú sabes lo que cargo de mi pasado, el
dolor que cargo en mi corazón. — Yunho trato de excusarse, sabía que Changmin
siempre terminaba comprendiendo su dolor.
— ¿Y sabes tú lo que me duele a mí?
Cuando te escucho nombrarlo y te vas, me quedo en la cama llorando como un
idiota porque no soy suficiente para ti. Ya no puedo más Yunho. – Changmin se
sentó en la cama, Yunho se acercó a él por detrás pero no logró tocarlo, su
mano quedó en el aire.
El menor
sabia del gran amor perdido de Yunho desde el primer momento, aun así lo acepto
y no puso objeción creyendo que con el tiempo se olvidaría del pasado, para
crear un futuro con él, pero no sucedía y seguir esperando ya no era una opción
para Changmin, su corazón no lo soportaría más.
— Yo lo siento. – solo alcanzó a decir
Yunho.
— Yo lo siento más, porque a pesar de
que puse todo mi esfuerzo y mi corazón, no logré nada. – Changmin susurró las
últimas palabras que salieron de su boca —. Siempre ha sido así, entiendo que Jae
es difícil de olvidar… incluso yo no pude dejarlo y olvidarlo, cuando no pude
darme mi lugar.
Yunho no
logró escuchar esto último, pero si vio que se hizo presente el llanto en el
menor, cuando su cuerpo se agita y tiembla… sin pensarlo lo abrazó, su corazón
le pidió abrazarlo y no verlo sufrir. Era la primera vez que sentía algo así
desde hace mucho tiempo.
— Es mi culpa.
— No, no digas eso, por favor.
— Sí, es mi culpa, por haberlo dejado
pasar tantas veces.
— Siento ser un patán para ti Changmin.
– y aunque quería decirle algo más, no pudo, de igual forma no sabía que decir.
— Estoy cansado de esto, de que al otro
día me levante sintiéndome fatal por culpa de llorarte y me diga ya no más… que
vuelvas diciéndome “te necesito, te necesito a mi lado”, y vuelva a caer en tus
palabras creyendo que ahora sí todo cambiara.
— ¿Qué quieres decir?
— Ya me canse de que nada ocurra y
aunque sufra será mejor que me aleje de ti, volveré a Japón con los míos.
Yunho
recordó que Jaejoong también era de Japón lo cual era una coincidencia muy
grande que Changmin también lo fuera. Entonces una duda se posó en él.
— Changmin, por favor…
— Ya no quiero saber nada más… —
Changmin se levantó de la cama soltándose del abrazo y se metió al cuarto de
baño.
Paso un
tiempo mientras Yunho se vistió, se acercó al baño que seguía ocupado por
Changmin y le hablo desde la puerta.
— Me voy a estar quedando en mi trabajo,
puedes estar tranquilo y quedarte en el
departamento hasta que decidas lo que quieres hacer. Tienes mi teléfono… — en
ese momento fue interrumpido por las palabras de Changmin al otro lado de la
puerta…
— “Espero
que ese pasado que te ata a la infelicidad logres olvidarlo, dejarlo atrás y
que te deje continuar tú camino… Yunho aun estas a tiempo” — y no pudo decir más porque su voz se
entrecorto.
— Solo vete Changmin, estarás mejor sin
mí y terminaras conociendo a alguien mejor que yo. — Yunho apretó los puños,
dio media vuelta y se fue.
Desde
entonces no sabía nada de Changmin y tampoco le había llamado. Respetar la
decisión del menor le estaba costando trabajo, varias veces se vio tomando el
teléfono para llamarle, solo conteniéndose a tiempo.
— Sé que debí decir algo más pero no me
quedaba otra, no soporto lo que siento cuando estoy a su lado, por un lado la
culpa y por el otro todo lo que él me provoca. — Yunho era toda confusión en
esos momentos —. Me siento tan bien al tenerlo cerca. Sé que le hago daño,
quizás sea loco y egoísta de mi parte lo que siento, Changmin me hace sentir
tan bien como Jae, como si nunca lo hubiera perdido y sin embargo son tan
diferentes… no quiero que todo quede de esa manera.
Hasta
ahora se daba cuenta que no sabía mucho del pasado del menor, investigaría más
sobre él y se sacaría la duda instalada en su cabeza de una vez por todas.
La
presencia de Kyuhyun en la cocina lo saco de sus pensamientos, pronto tendría
que regresar al cuarto con Heechul.
— Ve y no lo dejes solo. – le pidió
Kyuhyun.
Le
agradaba el menor de los Choi, incluso un poco más que Siwon. Que realmente se
comportaba amable con Yunho e incluso lo había defendido de Heechul, eso
hablaba muy bien de Kyuhyun.
— ¿Quiso comer?
— Si, frente a mi comió y lo deje aun
comiendo, eso ya no será un problema. – le aseguro Kyuhyun —. Creo que algo lo
ha convencido de eso. No de porque presiento que trama algo, ya que lo noto muy
tranquilo.
Seguramente
así era, Yunho que lo conocía mejor sabía que Heechul no se iba a quedar de
brazos cruzados hasta el día de su boda. Mucho menos si ahora conocía el amor y
deseaba fervientemente su libertad.
Yunho se
despidió del menor de los Choi y se dirigió al cuarto de Heechul, más tarde
iría a desahogarse a algún bar.
CONTINUARÁ...
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