En el abrazo de quien
amas
En esta noche, esta
noche
Cálidamente…
Las estrellas están
brillando.
Bye Bye Sea
Heechul abrió los ojos de inmediato, su frente estaba empapada de sudor y su respiración era agitada, aquella escena no se apartaba de su mente por más que quisiera. Aunque no era real, sólo una pesadilla… no dejaba de estar muy cerca de la realidad que vivió.
— Sobre
mi tienes que pasar antes de intentar algo contra Siwon. – bufó Heechul
enojado.
Se escucharon estallidos fuera del
auto, eso hizo a Heechul voltear hacia atrás viendo a un Siwon colgado de la
ventanilla.
— ¡Siwon!…
- gritó Heechul, desconcentrándolo un poco, lo que aprovecho Min Ho para echar
a Heechul hacia atrás y apuntar su arma contra Siwon.
— Ahora
sí, lo tengo donde quería. - y otro disparo retumbo en sus oídos.
— ¡Siwon!
¡Siwoooon!...
Teniendo a
Siwon a su lado ésta pesadilla no se presentaba, pero encontrándose durmiendo
solo o con otra persona siempre le sucedía. Por eso es que supo que Siwon no se
encontraba a su lado.
— Fue sólo una pesadilla Heechul… un mal
sueño. – esta vez había sido Changmin quien lo despertó de aquella pesadilla.
De nuevo
cerró sus ojos para tranquilizarse y regularizar su respiración, para nada
deseaba que la doctora Gynka lo encontrara agitado, pues seguramente mandaría
sedarlo para mantenerlo tranquilo y el no deseaba eso.
Lentamente
abrió sus ojos de nuevo, mirando a Changmin que se encontraba a su lado, una
pregunta surgió de su boca.
— ¿Y Siwon? – ya que éste nunca lo
dejaba solo.
— Salió un momento, tenía algo que
atender personalmente, pero me dejó dicho que en cuanto despertaras le llamara.
– le explicó Changmin tranquilamente mientras secaba el sudor de su frente. —
¿Quieres que lo llame?
— Sí, por favor.
Hacía ya
una semana que estaba internado en esa pequeña clínica o eso es lo que él
recordaba desde que había despertado. Se estaba recuperando lentamente, aún le
dolían los huesos y las heridas ocasionadas por la bala.
Se levantó
un poco de la cama tratando de acomodar sus almohadas hasta quedar sentado,
pero por el esfuerzo Heechul logró sentir dolor de la herida. Posó su mano instintivamente
sobre su herida, recordó lo que Siwon le contó sobre lo difícil que fue su
operación y lo cerca que estuvo de morir.
“¿Cómo es que era tan grande la
herida? ¿Por qué sentía como si hubieran removido algo de sus entrañas?”
De sus
labios brotó un suspiro de resignación, pues ya sabía lo que todos le dirían,
una operación riesgosa para salvar su vida. Pero eso no le quitaba la sensación
de que aquella herida ocultaba algo más, quizás estaba más grave de lo que le
informaron.
Pronto
Heechul alejó esos pensamientos de su mente, Siwon le amaba y no le mentiría,
dirigió su mirada a la ventana de la habitación y se quedó observando el cielo
azul. La puerta de la habitación se abrió y pudo ver a Siwon que se acercaba
apuradamente hasta donde estaba, con su dulce sonrisa y esa mirada de amor que
siempre confortaba a Heechul.
— Despertaste Rella, ¿Cómo te sientes? –
Siwon ya estaba sentado a su lado tomándole la mano.
— Bien. – fue lo único que dijo, ya que
Siwon adivinaría su verdadero estado, no le podía ocultar nada.
— Siento no haber estado a tu lado, ¿de
nuevo volvió?
— Sí, pero es sólo cuando no estás
conmigo. – se quejó tiernamente Heechul.
— Por eso lo siento, pero para
compensarte y que me perdones, tengo algo que mostrarte. – Siwon sonrió ante la
cara interrogante que puso Heechul — Tú confías en mí, ¿verdad amor?
— Sabes que sí, Simba. – Heechul tomó la
mano de Siwon entre las suyas.
— Entonces, sabes que lo que hago es
porque estoy seguro que no corremos riesgo alguno.
— De eso estoy seguro, confió en ti.
— Esto te va a gustar mucho amor.
Siwon se
levantó de su silla, besó la frente de Heechul y lo vio perderse tras esa
puerta. Después de unos segundos la puerta se abrió dejando ver a una de las
personas que más había extrañado estos días, Leeteuk entró a la habitación y
caminó hasta donde Heechul convalecía.
— Heechul… - y la voz se le corto a
Leeteuk.
Bastó
escuchar cómo pronunciaba su nombre con la voz entrecortada para abrirle sus
brazos a la par donde finalmente Leeteuk descansó su cabeza abrazando sin lastimar
a Heechul. Ambos lloraban, pues volver a encontrarse era como un milagro.
Siwon los
observó desde la puerta, Heechul levantó el rostro de Leeteuk, secó sus
lágrimas y le besó ambas mejillas, para después verlos sonreír tiernamente. Se
sintió tan feliz de verlo así nuevamente, Siwon no había visto esa sonrisa
sincera desde que había despertado en el hospital.
Cerró la
puerta dejándolos solos, para darles la oportunidad que charlaran sin ser
interrumpidos, seguramente tenían muchas cosas que contarse.
Despierto,
Heechul lucia mejor semblante, más animado y sonrosado, verlo de ésa manera a
Leeteuk le resultó una sorpresa bastante agradable.
— Me da mucho gusto verte Heechul. –
Leeteuk no podía ocultar la sorpresa y alegría en su rostro, Heechul presentía
que su cuñado lo sabía todo.
— ¡Hola Teukie! – Vio como Leeteuk se
sentó a un lado de él sobre la cama y tomaba su mano — Lo siento. – dijo
Heechul a penas en un susurro.
— No fue tu culpa que sucedieran así las
cosas Heechul, las circunstancias los llevaron a esto.
Los
remordimientos que Heechul tenía con su familia por hacerse pasar por muerto
fueron opacados un poco por lo que su cuñado Leeteuk le dijo. Con esas palabras
algo dentro de él le decía que su familia podría perdonarle la mentira alguna
vez.
— ¿Cómo están todos?
— Ellos… — hizo una pausa — Saber que te
perdimos fue muy duro, hemos llorado muchos días pero… finalmente la
resignación llegó. Tu madre se ha ido a China para estar presente en el
nacimiento de los bebés de Zhoumi y Kibum, ya sabes que Kibum está feliz por su
próxima paternidad así que pronto estará bien también y Kangin, él me tiene a
mi… lo sabes, no dejaré que esté triste por mucho tiempo.
— Entiendo – Heechul dudó un poco en
preguntar lo siguiente — y mi padre, ¿Cómo está?
— Él está bien. – Leeteuk optó por
mentir, no iba a decirle a su cuñado que su padre perdía la razón poco a poco
con el paso de los días, recordándolo en cada cosa — Emocionado con los cambios
que Kangin y Kibum harán con nuestros negocios.
— ¿Cambios? – pregunto Hee extrañado.
— Eso ya no debe preocuparte Heechul,
ahora tienes una nueva vida.
— Tienes razón. – dijo poco convencido.
— Ahora dime, ¿Cómo te sientes?
Heechul lo
miraba sereno, sonreía un poco pues se sentía feliz al tenerlo a su lado. Por
su parte la conciencia de Leeteuk aún se debatía, pero ver a Heechul tan
indefenso y recuperándose le contuvo.
— Con ganas de levantarme de ésta cama
pronto. – contestó divertido, golpeando la cama con sus manos.
— Te das cuenta que no es divertido
estar todo el día en cama ¿eh? – a Heechul le hizo gracia su comentario,
recordando que en el pasado adoraba dormir hasta tarde.
— No lo es, créeme.
— Estas mejorando muy bien Heechul,
seguramente pronto te darán el alta. – Leeteuk quería saber todo lo que pensaba
Heechul, sobre el cambio de vida que sufriría, pero no sabía cómo preguntarle
sin incomodarlo — Heechul…
— Dime Teukie.
— ¿Ya sabes lo que pasará cuando salgas
de aquí?
Heechul
pareció meditar la respuesta, estaba enterado del plan de Siwon y confiaba en
Siwon pero… había algo de tristeza en su interior, después de todo abandonar su
país para ir a vivir a uno extraño era algo que le daba temor, respiró
profundamente y habló.
— Me iré con Siwon, viviremos en Canadá.
– salió de su boca con seguridad. – Siwon y yo ya no tenemos nada que hacer aquí,
estamos muertos ¿recuerdas? Comenzaremos una nueva vida en ése lugar.
— ¿Estás seguro de lo que vas hacer? No
es porque no esté de acuerdo, sólo quiero estar seguro que tú lo estás.
— Siwon me pidió que nos casáramos. – al
decir esto, a Heechul se le ahogó la voz.
— ¿Y tú qué piensas de eso, Heechul?
El sólo
pensar en su futuro al lado de Siwon se le formaba un nudo en el estómago y su
garganta se secaba. Leeteuk se dio cuenta que éste dudaba un poco.
— Al principio no estaba de acuerdo,
tuve miedo Teukie… pero después. Sucedió dos días después de que despertara…
«Siwon le contó a Heechul sus planes
de sacarlos del país e irse a vivir al extranjero, la charla no podía esperar,
pues en cuanto a Heechul lo dieran de alta, habrían le abandonar el hospital
sin tener a donde más ocultarse sin correr riesgos.
— Vamos
a casarnos cuando te den el alta, Changmin ha dicho que podemos hacerlo aquí,
los papeles y todo se harán con nuestros nuevos nombres.
Mientras hablaba, Heechul sólo
guardaba silencio tratando de asimilar lo que escuchaba, sentía que todo se
haría muy rápido. Siwon tiró de su mano suavemente al ver que no se movía,
Heechul le mostró una débil sonrisa.
— ¿Estás
de acuerdo?
— Yo…
— Heechul veía en los ojos de Siwon la emoción y su impaciencia.
Poco a poco se fue borrando la sonrisa
del rostro de Siwon por la duda
instalada en el rostro de Heechul, pues estaba dispuesto a lanzarse al vacío
por él, sintiendo la emoción de ese preciso momento teniendo fe en la vida que
tendrían juntos. Pero si Heechul dudaba, lo necesitaba comprometido en el
matrimonio tanto como él.
Sin embargo Heechul se sentía algo
inseguro por sus propios miedos, ése miedo era algo que tenía que vencer por sí
mismo. Temía a lanzarse en esta aventura y que al final no funcionara,
encontrarse en un país que no conocía solo y decepcionado; le ponía muy mal
pensar que el amor de Siwon se terminara.
— Lo
organizaré todo para cuando te den el alta y podamos irnos. – le explicó Siwon.
– ésa era mi sorpresa.
— Pues
si ya es un hecho. – consiguió decir Heechul sin salir de su asombro.
Siwon se sentó a su lado tomando sus
manos acercando su rostro lentamente sin dejar de mirar los ojos de Heechul, si
pudiera hubiera deseado internarse en su mente para saber por qué dudaba,
ahora, en éste momento… justo cuando iban a poder ser libres y amarse sin nada
que los detuviera.
Al sentir su rostro cerca, a Heechul
se le aceleró el corazón.
— Heechul,
¿tú me amas?
— Esto
no tiene que ver con el amor que te tengo, Siwon.
— No
has respondido mi pregunta. – Siwon despejó su frente de algunos mechones que
caían sobre sus ojos.
— Sí,
te amo Siwon, nunca he amado a nadie más que tú, sabes que mi vida ha sido
difícil por eso nunca sentí amor pero tú… contigo me lancé al vacío...
— A
los brazos del amor… — Siwon esbozó una sonrisa.
— Sí,
pero por lo mismo tengo miedo. – Heechul ahogó un gemido que quiso salir de sus
labios— ¿Y si después de un tiempo dejas de amarme? Si esto no funciona yo… -
se interrumpió al ver en el rostro de Siwon una mirada de reproche y corrigió
lo que iba a decir — Sé que hemos pasado por duras pruebas y eso debería ser
suficiente para mí.
— ¿No
confías en mí?
— Sí
lo hago, no es tu culpa Siwon, es por mí… soy un tonto por sentir estos miedos.
Nadie me enseñó a amar, no sé si esto que sentimos sea suficiente para
mantenernos juntos, si seré suficiente para ti.
Y en la última frase, Siwon encontró
la respuesta a los miedos de Heechul, los mismos miedos de cuando se le entregó
por primera vez… su pasado.
— Siempre
has sido y serás suficiente para mí porque te amo Heechul, porque he aceptado
que todo lo que eres, lo que tienes y lo que puedes ofrecerme es suficiente y
mucho más de lo que deseé obtener en esta vida. Eres toda mi felicidad y lo
único que necesito.
Cada palabra dicha por Siwon logró su
cometido, a Heechul lo comenzó a invadir un sentimiento cálido lleno de
seguridad. No dudaba por Siwon, finalmente sus miedos y sus dudas se fueron
disipando, pues estaba seguro que lo amaba y lo amaría siempre.
— Siempre
sabes qué decirme para volverme a la realidad, ¿Cómo lo logras?
— Con
amor. – y se besaron tiernamente.
— No
creo poder amar a nadie que no seas tú, quiero pasar el resto de mi vida
contigo Siwon, si así lo deseas.
— Eso
es un sí. – la sonrisa de Siwon era hermosa a los ojos de Heechul.
— Sí,
casémonos ahora mismo. – bromeó.
— Mmmm
no creo que desees las fotos de nuestra boda en ésta cama de hospital. – se
burló un poco Siwon.
— Cierto,
si no fuera por esto, me casaría en este instante.
Un movimiento rápido por parte de
Siwon, hizo que sus rostros quedaron muy cerca, sus labios se rozaron
comenzando con un intenso beso, Heechul abrió su boca para recibir la de Siwon
haciendo de éste algo más profundo; sus lenguas exploraban sus bocas
reconociéndose nuevamente después de mucho tiempo.»
— Tuve miedo pero ya no, ahora sé que
deseo hacerlo, deseo pasar mi vida al lado de Siwon porque lo amo.
— Y Siwon te ama también. – Leeteuk se
sentía feliz por Heechul, después de tantas tristezas ellos merecían ser
felices.
— Leeteuk, yo no sé porque dudé. –
Heechul trató de sentarse sobre la cama.
— No hagas eso, no puedes levantarte
aún.
— Pero si ya no me duele… casi. – dijo
Heechul al sentir una pequeña punzada de dolor.
— Anda no hagas tonterías, vas hacer que
llame a Siwon para que te rete. – le amenazó.
— No, no lo hagas. Pareciera que le
doliera a él y no a mí, se preocupa mucho por mi salud, sé que fue algo grave
pero ya me siento mejor. – en el rostro de Heechul se notaba la duda — Todo es
muy raro, sé que debo cuidarme y que estaré con medicamentos por algunos meses
para poder recuperarme, pero estoy vivo y debería confiar en mí, me siento
mucho mejor cada día.
— Es porque desea que estés sano pronto
y tú no sabes cómo estás internamente. – Leeteuk sabía que su cuñado no era
tonto, el sospechaba algo pero no lo decía abiertamente — Sólo has caso y danos
la razón, ¡eh! Se bueno y así no preocuparás a Siwon.
— Lo sé, sólo por él lo hago, aunque
sigo sin entender por qué tantos cuidados.
— Entonces… - Leeteuk cambió rápidamente
de tema — Tendremos una boda pronto, ¿deseas que me ocupe de algo?
— Sí, tú sabes lo que voy a necesitar. –
sobre éste tema a Heechul se le veía más animado.
— Bien, tú no te preocupes, yo me
ocuparé.
— Y por favor, que Siwon también se vea
guapo.
— No más que tú, cuñadito.
— Eso es obvio. – ambos rieron y se abrazaron.
Aprovecharon
todos los días para verse y planear la boda para el día del alta de Heechul,
Leeteuk sabía que pronto estaría muy lejos de su cuñado y lo iba a extrañar
mucho. Y Heechul sentía que pronto perdería a su confidente y a un hermano más;
pero el mirar su futuro al lado de Siwon lo reconfortaba, haciéndole menos
dolorosa la pérdida.
*****
Heechul
preguntó la hora por quinta vez en un pequeño lapso de tiempo, a pesar de que
todo iba como esperaba y en forma. Por su parte Leeteuk era todo tranquilidad
en esos momentos, en su cara se reflejaba que estaba satisfecho con el arreglo
de Heechul, le sonrió dulcemente.
Mientras
Heechul nervioso, arreglaba su saco para que cayera como debía, que sus
cabellos que ahora eran rubios estuvieran bien arreglados, la camisa debajo
bien estirada y que las mancuernillas de zafiros que Jay les había regalado a
él y a Siwon, brillaran en todo su esplendor bajo la luz de las lámparas.
Estaba
nervioso sin duda, aunque no era la primera vez que lo hacía pero, ésta vez era
diferente y definitiva. Hacía mucho tiempo que no se sentía tan bien, aún le
dolía un poco la herida y de vez en vez sentía como si sus entrañas se
removieran pero todo dentro de lo normal.
— ¿Qué hora es? – preguntó Heechul
nuevamente.
— Dentro de un momento nos llamarán para
ir al lugar indicado. – contestó tranquilamente Leeteuk.
— Está muy cerca. – agregó Pilar para
tranquilizarlo — Llegaremos justo a tiempo ya lo verás.
Y le
sonrió a Heechul, éste se sintió algo más tranquilo, nada podía pasar porque no
sólo él estaba atento a los detalles, tenía a Leeteuk a su lado y ahora también
a Pilar, la linda chica que había llegado dos días antes del gran evento junto
con Ryeowook, el piloto que los llevaría a Canadá.
Después de
cuatro años siendo copiloto de aviones comerciales dentro de Seúl, a Pilar se
le presento la oportunidad de prestar sus servicios para las embajadas
Coreanas. No dudó ni un momento en tomar la oportunidad y llevar su vida por un
nuevo rumbo, uno que le permitió conocer el mundo, pues era lo que más deseaba.
Lo que no
tenía previsto es que con ésa decisión también encontraría el amor. Hace dos
años le habían asignado a la embajada Coreana en Canadá donde conoció a
Ryeowook, quien ya era piloto de uno de los aviones privados de ésta.
El
comienzo de su historia de amor fue la típica historia de dos seres tímidos que
se descubren de a poco, mostrando finalmente su gran corazón… así fue como se
enamoraron. Al principio su relación era sólo trabajo y hasta un poco cortada,
pero después con la convivencia descubrieron que tenían muchas cosas en común.
Y finalmente su historia de amor terminó en una linda boda, de eso hace un año
ya y ambos disfrutaban el trabajar juntos para la embajada.
Pero todo
éste tiempo no la había preparado para aquella misión, era casi un rescate lo
cual no se les hizo raro ya que a menudo lo hacían, pero nada parecido a esto.
Yesung, su jefe a cargo, les había dicho muy poco sobre las personas que
transportarían, pero al llegar aquí supieron todo.
A Pilar se
le encogía el corazón el sólo recordar todo lo que Heechul había padecido para
llegar a éste dulce final, pero ahora lo veía tan radiante y nervioso por la
pequeña ceremonia que se celebraría a toda prisa en la embajada Japonesa, que
contagiaba su felicidad con sólo verlo.
Nada que
ver con la suya, pues gracias a Ryeowook tuvo una boda soñada, un gran salón,
con un vestido hecho especialmente para ése día, con media docena de damas de
honor y un gran banquete con parientes y amigos que no terminó hasta el
amanecer. Aunque a Pilar le hubiera bastado ver a Ryeowook en el altar y esa
mirada de amor que le proporciono al verla entrar en el altar.
Heechul no
tendría nada de eso, pues terminando la ceremonia habría de tomar el avión que
los llevaría a Canadá. Y sin embargo lo veía tan feliz, como el día más
perfecto en su vida.
— Debemos irnos ya. – dijo un sonriente
Leeteuk.
Por fin
llegó el momento, los tres se encaminaron al hermoso jardín Japonés de la
embajada, la ceremonia se celebraría en el kiosco al lado de un pequeño lago
artificial. Gracias a Leeteuk aquel lugar lucia de ensueño, pues él lo había
sugerido, desde la primera vez que entró ése jardín, había llamado su atención.
Pilar y
Leeteuk caminaron por delante, no había música ni tampoco las típicas notas de
la marcha nupcial, pero Heechul sonreía mientras avanzaba lentamente por el
pasillo del jardín. Heechul observó como Leeteuk se colocaba de su lado junto
con Pilar, del otro lado se encontraba Jay a un lado de Ryeowook. Heechul
sonrió contento.
Entonces
miró a Siwon, con su traje blanco justo en medio de aquel kiosco, como el novio
perfecto esperando en el altar. Suspiró al notar como Siwon sólo tenía ojos
para él y de sus labios surgió un “te amo”. Cuando por fin estuvo a su lado,
volvió la cabeza hacia él y sus ojos se encontraron, a Siwon se le paró el
corazón… Heechul estaba hermoso y radiante, pero sobre todo en sus ojos había
amor y convicción.
— Ese color de cabello se te ve muy
bien, luces increíble Rella, no puedo creer que vayas a ser mi esposo. –
susurró Siwon, intentando que nadie más escuchara.
— Pues créelo Simba, porque no hay
marcha atrás.
Heechul
rió por la cara boba que tenía Siwon al verle, pero sobre todo, de felicidad.
Aunque no todo era como lo había soñado, él lo recordaría como el día más
perfecto de su vida.
Continuará...
Que bonito!!! Amo esta historia y al leerla me sigo emocionando como la primera vez
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