Porque,
eres perfecto.
Siempre
lo vales,
Y
lo mereces
La
manera en que eres,
Porque,
te lo ganaste, te lo ganaste…
Dentro del
bungalow, Heechul toma mi mano jalándome hacia la habitación, donde lo detengo.
Heechul me mira un poco intrigado por habernos detenido tan drásticamente, sus
ojos con la clara pregunta ¿Qué sucede?
— Quiero verte. – su rostro cambia
entonces con una traviesa sonrisa.
Veo caer
la bata que hasta ahora todavía cubría su cuerpo. Su cabello negro desordenado,
un poco largo ya. La blanca piel de su cuerpo teñida con un lindo sonrojo, es
tan blanco que es difícil ocultar su excitación, y lo mejor de todo, es la
vestimenta que ha elegido esta vez. Y estaba en lo cierto, Heechul se ha puesto
un corsé negro y rojo que llega justo debajo de su pecho, dejando al
descubierto sus pezones, junto a la diminuta prenda que cubre lo justo en la
parte de abajo.
Tan
sensual, tan atractivo a mis ojos.
— ¿Te gusta?
— Me encanta. – estoy seguro que no
puedo ocultar el deseo en mis ojos, al devorar su cuerpo con ellos.
Ciego.
Estaba ciego de deseo por él y algo más.
Ahora
caigo en la cuenta, que habría podido estar en algo mucho más importante, pero
a un solo llamado suyo, inesperado, lo habría dejado todo por verlo.
No puedo
mentirme, sobre cualquier otra cosa, esta es mi forma favorita de pasar la
noche, junto a Heechul.
Recorro el
espacio y tomo a Heechul por la cintura, lo hago caminar unos pasos hasta que
de nuevo, lo tengo recargado contra la pared, pero esta vez dentro de la
habitación. Y sin necesidad de palabras, Heechul acerca su rostro y toma mis
labios en un beso suave, donde la humedad de nuestras bocas es como estar en
casa mientras nuestras lenguas juguetean provocándose incrementando nuestra
excitación.
Nos
besamos un poco más, todo el tiempo que nuestra respiración lo permite mientras
nuestras manos exploran. Heechul deshaciéndose de la ropa en mí y yo, sin ganas
de esperar más, tomo su trasero con ambas manos y deslizo mis dedos por entre
la diminuta ropa interior hasta llegar a su entrada. Ansiando poder estar
pronto dentro.
Mi celular
suena dentro del pantalón. No sé en qué momento me lo he traído. Odio cuando
eso sucede. Regularmente lo dejo en el auto, olvidado en la oficina, en
cualquier lugar donde su sonido no interrumpa. El mero sonido causa distracción
en mí, seguramente será mi padre.
— Sssshhh, ey… No te distraigas. Mírame
solo a mí. – Heechul susurra sobre mis labios. Nuestros rostros están tan
cerca, que puedo sentir su respiración mientras sus ojos conectan con los míos.
No hay nadie más en la habitación. Solo él y yo.
Y de nuevo
me pierdo, lo que Heechul aprovecha para tomar el celular de mis pantalones y
arrojarlo por ahí, sin importar que se rompa.
Podría
estar en medio de un mar de gente, cerrar mis ojos a todo, sin necesidad de ver
a nadie más, porque Heechul lo llena todo, cubre todo en mí, si tan solo lo
tengo en mis brazos. Y aunque haya aceptado ser mi amante, para estos momentos,
se estaba convirtiendo en algo más. Algo que estaba prohibido, algo que
habíamos quedado que no sucedería.
Sabes
que nuestro amor sería trágico
Así
que no lo pienses, no lo pienses
Vivimos
sin mentiras
Tú
eres mi clase favorita de noche.
Pero
prometimos no mentirnos, si sucediera, si tan solo sucediera, le confesaría mis
sentimientos aunque Heechul no los tuviera por mí… Aunque el final de esto sea
trágico.
— Ya no pienses más. – me dice y sus
manos toman mi marcada erección comenzando a sobarla con fuerza y rapidez.
Estamos
frente a frente, conectados nuestros ojos. Mis dedos aun exploraban su
interior, su pierna rodeando su cuerpo despreocupadamente, abriéndose ante mí.
Puedo sentir el contraerse de esa entrada maravillosa, el roce de la ropa
interior en mis dedos, cuando los meto y saco en ese vaivén.
— Cierra tus ojos. – Heechul susurra muy
cerca de mis labios antes de besarlos cortamente. No tengo objeción en obedecer
y enseguida siento como algo suave cubre mis ojos, hasta ser amarrado detrás de
mi cabeza.
Heechul ha
vendado mis ojos, lo que aumenta mi concentración en lo que sea que vaya hacer.
Vuelve a besarme,
tratando de recuperar mi interés, saqueando mi boca con su lengua. Para este
momento, mi pecho se encuentra desnudo, mis pantalones abiertos y descolgándose
poco a poco de mis caderas.
Estoy
listo, y no puedo esperar más.
Termino
deshaciéndome de su estorbosa ropa interior. Ese diminuto tanga que en algún
otro momento le pediré que vuelva a usar, mientras tanto va a parar algún lugar
de la alfombra. Lo mismo pasa con mis pantalones y ropa interior, quedando
desnudos, a excepción del sexy corsé que Heechul se había puesto especialmente
para esta ocasión. Mis dedos lo sienten, la tela viscosa y tirante, apretando
su deliciosa cintura.
Mis manos
apretando con fuera su cuerpo, siendo incapaz de sostenerme de otro lado y sin
poder ver. Heechul abre un poco más las piernas para colocarme entre ellas. La
posición es algo incomoda, pudiendo llegar a la cama, pero siempre es así,
imposible detenernos en cuanto comenzamos.
Poco a
poco me interno en su entrada parcialmente dilatada por mis dedos mientras
Heechul se estremece con fuerza y su respiración se agita, haciendo un baile de
nuestros cuerpos uniéndose, hasta que estoy completamente dentro. Lo que me
provoca un placer nunca antes experimentado. Quizás sea porque mis ojos no
pueden ver, pero mis manos y cuerpo, puede sentir cada roce multiplicado por
mil.
Ningún
otro pensamiento gobierna mi mente más que el de poseerlo.
Dejo de
besarlo y a tientas con mis labios, recorro sus mejillas y enseguida Heechul
echa su cabeza hacia atrás. Lo sé porque mi boca recorre su manzana de adán. En
cuanto mis húmedos labios llegan al punto justo debajo de su oreja, Heechul
enloquece, sus caderas moviéndose frenéticamente, empalándose en mi pene.
Subo una
mano hasta atrapar su pezón, apretando, sobando hasta sacar un gemido de su
boca. Enseguida se endurecen entre mis dedos, duro y tan erguido, que se me
antoja chuparlo. Solo puedo imaginarlo.
Con la
otra mano que tengo libre, continuo apretando su trasero, atrayéndolo hacia mí
en cada embestida, penetrándolo una y otra vez. Sin poder ver pero sintiéndolo
todo, escuchando nuestras respiraciones y gemidos desesperados.
Finalmente
al alcanzar nuestro clímax, una descarga eléctrica parece recorrer nuestros
cuerpos, tensándonos. Heechul termina entre nuestros cuerpos sin necesidad de
tocarse y con un ahogado grito, apretándome dentro de él increíblemente,
haciéndome terminar al sentir su orgasmo.
En
aquella noche solitaria
Dijimos
que no sería amor
Pero
sentimos la urgencia
Nos
hizo creer que solo éramos nosotros
Convencidos
de que estábamos rotos por dentro, por dentro
No usamos
condón, hace mucho tiempo que dejo de usarlo conmigo, solo conmigo.
Heechul se
abraza con fuerza a mi cuerpo intentando no caer, así que lo sostengo con ambas
manos. Su pecho sube y baja, puedo sentirlo pegado al mío. Estuvimos un rato de
esa forma, abrazados, dejando que los efectos del orgasmo nos fueran
abandonando poco a poco., disfrutando del íntimo momento al seguir conectados
nuestros cuerpos.
La mañana
nos llega y con ella, puedo ver los vestigios de lo que hicimos en toda la
noche. Sabanas revueltas a nuestro alrededor ocultando nuestra desnudez.
Observo a
Heechul acostado boca abajo sobre la cama, con su espalda desnuda ya sin el
corsé que me mantuvo como loco toda la noche, durmiendo despreocupado. Pero con
la mañana, otra realidad nos llega, esa en la que tenemos que separarnos.
Por eso la
noche es mi favorita.
Esta noche
sentimos la urgencia de probarnos, comprobando que nos pertenecemos en la
soledad de nuestra existencia. Solo con Heechul me siento yo, solo entre
nosotros, podemos ser las personas que deseamos ser. Y no esa que tiene que ser
frente a los demás, vivir rotos por dentro.
Me levanto
de la cama sin mucho cuidado. Alcanzo a escuchar como Heechul se queja al
movimiento de la cama, intentando seguir durmiendo. Alcanzo mis pantalones y no
para vestirme, pues de ellos saco mi cartera. Un buen fajo de dinero yace en
mis manos.
En algún
momento mientras venia hacia acá, la parada rápida en uno de los cajeros, fue
lo mejor que pude hacer.
Me siento
a un lado de Heechul y beso su boca, despertándolo completamente al sentir como
responde en el beso. Primero cauto, perezoso, que pronto se vuelve intenso y
exigente. Nos separamos mientras paso una mano por sus cabellos. Heechul
simplemente sonríe seductor y acomoda sus brazos debajo de su barbilla sin
dejar de verme.
— Espero que puedas quedarte una noche
más conmigo. – le pido, pues aunque mi voz pudiera sonar como una orden, por
dentro le estoy suplicando que se quede, y como única forma que conozco, pongo
el fajo de dinero frente a él.
Lo veo
tomar el dinero con sus manos y después acomodarse sentado sobre la cama
mientras cuenta lo que le he dado. Sonríe victorioso, hermoso, vestido con solo
esa sonrisa parece resplandecer en toda su desnudez.
— Lo habría hecho sin el dinero si me lo
hubieras pedido. – me dice pícaro, pues a pesar de eso no piensa devolver el
dinero. — Después de todo, somos amantes.
— Necesito asegurarme. – le digo.
— Y yo necesito alimentarme, y no estoy
hablando del servicio al cuarto.
Gatea
sobre la cama hasta llegar hacia mí. Con una mano rodea mi cuello y con la otra
sostiene los billetes que le he dado entre nuestros cuerpos.
Comienzo a
besarlo suavemente ahora, no como amantes, pero si con otro sentimiento.
Heechul gime y corresponde al beso chupando mis labios, enredando ambas manos
en mi cuello, con la intención de mantenernos juntos.
Los
billetes yacen descuidadamente esparcidos por el suelo. En algún momento para
Heechul dejaron de importar, y solo estar conmigo unas horas más, tal vez unos
días… Encontrare la manera de dejarme atrapar por esta ilusión, como la venda
en mis ojos, sin importar nada más, y dejar que el mundo arda por eso.
Fin
Me encanta
ResponderEliminarMmm Heechul es de la vida galante? wow eso me sorprendió y me encanto gracias bye.
ResponderEliminarInteresante... Hee y Siwi solo se dejan llevar, pero no hay nada mas. Me encanto. Muy bueno.
ResponderEliminarSiwon no se que espera para sacar a HeeChul de la vida fácil y que solo se dedique a darle amor 😍 😍 😍 solo a el.
ResponderEliminarHermosa historia.
uy seria genial una historia largo de esto!!!
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