Tom y Jerry Momento #07: Pubertad
“Yo…
en realidad te amo” – Ungjae a Taeho.
“Me
mira cuando estoy dormido” – Taeho de Ungjae.
Tales
frases al aire, ya se estaban haciendo costumbre entre Taeho y Ungjae, pues
para nada era novedad que se estaban llevando mejor.
En
medio de su sueño reparador y belleza, Taeho sintió hundirse su cama. De nuevo.
Pensó que habia sido un sueño, sin embargo esta vez se habia sentido tan real.
Abrió los ojos y lo primero que vio fue a Ungjae observándolo con una sonricita
de ojitos cansados. Seguramente no habia dormido nada, pues aun estaban
trabajando en la composición y producción de su nuevo material.
– Dime que no me estabas mirando
dormir. – Taeho se removió entre sus sabanas.
– Si lo estaba.
– No me gusta que me mires
dormir.
– Quizás la próxima vez tenga
que apagar la luz para que no te des cuenta.
– Seguirá sin gustarme. – Taeho
ya se encontraba sentado sobre su cama –. ¿No has dormido nada?
– Vine a relajarme un poco. –
Ungjae se escuchaba realmente cansado.
– Vamos, métete a la cama. –
dijo Taeho descubriendo su cama para darle espacio al menor –. Espera, ¿Te has
bañado hoy?
– Me bañe antes de venir a
mirarte dormir.
– Bien, puedes dormir conmigo, solo
faltan unas pocas horas para amanecer. – ambos se acomodaron en la cama uno
frente al otro.
– Hasta mañana hyung.
Taeho
se sorprendió de lo rápido que Ungjae cerro sus ojos, realmente cansado. Lo
cubrió con sus sabanas y se dispuso a dormir un poco más.
A
la mañana siguiente, Taeho de nuevo esa sensación de ser observado e hizo que despertara
de su sueño, seguro que Ungjae tenia mucho que ver.
Al
abrir sus ojos, lo primero que vio fue el rostro del maknae frente a él.
– Buenos días. – Taeho fue el
primero en saludar con una adormilada mirada.
– Buenos días. – Ungjae no
dejaba de mirarlo, aunque despierto, no se sentía tan mal.
– No dormiste mucho.
– Dormí lo suficientemente bien,
gracias a ti, hyung. – Ungjae se lanzó a abrazar a Taeho, acomodándose al
costado del mayor –. Podría dormir un poco más de esta forma.
– ¿Sí? – sintió asentir a Ungjae
y la cama agitarse un poco –. No creo que sea… ¿Qué es eso Ungjae? – intrigado
pregunto Taeho, pues algo duro habia comenzado a rozar su estomago.
– Hyung, tengo dieciocho años,
todavía estoy atravesando la pubertad, ¿recuerdas? – dijo aunque eso fuera
mentira.
– ¡Na ungjae! ¡Fuera de mi cama!
Y
con esto la tranquila mañana, habia dejado de serlo.
– Ahí van de nuevo. – Sang y
Jian ya se encontraban en la cocina.
– Sí, – Jian lanzo un sonoro
suspiro –. Parece que no pueden estar separados pero tampoco juntos.
– Tom y Jerry peleando de nuevo.
– dijo Jeup al acercarse a ellos en la cocina –. ¿Buenos días?
Sí,
se trataba de una mañana normal en el departamento de IMFACT, donde Jian hundía
su rostro en la taza de café tomando una profunda respiración y contando hasta
cien, antes de ir a separar al par que continuaba gritando a lo lejos, como el
buen líder que intentaba ser. Con ese par no se podía.
Continuará…
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