The space between us… RPG 53

KYUHYUN POV

¡Eran dos! ¡Dos!

Había pasado toda la noche en vela, pensando, asustado, me dolía la cabeza de tanto pensar, y aunque no lo iba a admitir en voz alta, me alegraba no estar solo, que Yesung estuviera ahí conmigo me hacía sentir un poco de paz, de calma, si no lograba controlarme por completo era únicamente porque la noticia me había dejado muchas cosas en que pensar.

—   ¿Listo para irnos? – me preguntó Yesung, sonriendo con ese tranquilo gesto que, debía decirlo, me gustaba ver— Con cuidado.

—   No soy de cristal Yesung – alegué, aun así le di la mano, y de esa manera salimos del hospital— Ahora incluso tendré que cuidar lo que como, jamás creí que me sucedería.

—   El doctor dijo claramente que debes cuidar las cantidades, no debes darle más trabajo a tu cuerpo del que ya tiene ¿Si? – su tranquilidad y obvia alegría al hablar me provoca un mar de sentimientos, no estaba seguro de cómo manejarlo, sobre todo porque gracias al embarazo me encontraba muy hormonal.

Fuimos a casa en silencio, yo aún iba pensando muchas cosas, y estaba seguro que Yesung también, la noticia de dos bebés no había sido algo sencillo, sobre todo para mí.

Cerré los ojos, ya que sería un camino relativamente largo y comencé a analizar mi situación paso por paso. Tenía que tomar una decisión.

Ahora que sabía que tendría gemelos la cosa se ponía un poco difícil, ya no sólo era un bebé, eran dos, dos pequeños que iban a necesitar toda la atención, cariño y dedicación… de sus dos padres. Estoy seguro que solté un suspiro.

Sabía que mi plan para recuperar a Siwon tenía algunas fallas, la principal era el hecho de que él y yo no habíamos tenido sexo, y no era como que me hubiera podido embarazar por solo tocarlo, yo sabía que esto era producto de aquel acostón con Yesung, vaya tino que tenía.

Yesung me demostraba sin titubear que le importaba, que le importaba el bebé, bueno, los bebés, era atento y podía ver la alegría y la emoción que le provocaba la idea de ser padre, de tener una familia. Volví a suspirar.

Cierto que no podía dejar de lado a Siwon, pero Yesung realmente había llegado a darle un giro de 180° a mi vida, y la manera en como yo veía el amor, incluso me atrevía a decir que su presencia iba curando mis heridas, de a poquito, pero lo estaba haciendo.

Sin embargo, y sin yo planearlo, no podía evitar pensar que todo eso resultaba irrelevante, porque el verdadero problema aquí era la seguridad y estabilidad de mis bebés, en torno a eso debían girar mis pensamientos a partir de ahora.

Abrí mis ojos y dirigí mi mirada hacia Yesung, el manejaba concentrado en el camino, al parecer no había notado que lo veía, el aire que entraba por las ventanillas le alborotaba el cabello, suspiré de nuevo, de alguna manera, sabía que si dejaba todo, si me detenía en aquel punto y le explicaba las cosas, Yesung me perdonaría, sé que no le importaría y aceptaría nuestra vida juntos, con los bebés, y me regalaría esa dulce mirada cuando se encuentra fascinado por algo.

Si lo hacía…

—   Yesung… - dije, y sentí como el aire se iba de mí, el volteó a verme, gracias al semáforo en rojo aquello no significó ningún riesgo.

—   ¿Qué sucede Kyu? ¿Te sientes mal? ¿Necesitas algo? – su mano fue hacía mi frente y yo termine sonrojándome.

—   Estoy bien, solo quería darte las gracias… por cuidarme – dije apartando la mirada, lo escuché reír por lo bajo. El semáforo cambio a verde.

—   No tienes nada que agradecer – dijo con su mirada de regreso al camino, parecía feliz— Sabes por qué lo hago, por ti, y nuestros bebés, quiero cuidar de ustedes siempre.

Aquel comentario me provocó unas extrañas ganas de llorar, las cuales suprimí lo más que pude, no quería hacer una escena de llanto y sentimientos ahí mismo, lo que si no pude evitar fue sonreír, sonreír mientras me limpiaba los ojos de las pocas lágrimas que habían logrado escapar, a pesar del posible llanto en ese momento algo me hizo querer reír.

—   ¿De quién será ese automóvil? – la voz de Yesung me hizo abrir los ojos, sin embargo, a diferencia suya, yo si reconocía aquel vehículo.

Salí del auto con cuidado, y una vez fuera las puertas delanteras del otro se abrieron, en ese momento el sorprendido no sólo era yo.

—   ¡No puedo creerlo! ¡Vas a ser papá! – aquella voz, gritona y emocionada la reconocí de inmediato, en cuanto vi su figura me invadió un fuerte sentimiento, me hizo empezar a llorar sin quitarle los ojos de encima, viendo como se acercaba— Kyuhyun no llores, perdón, no debí ser tan escandaloso.

—   Nos vamos a hacer viejos y tú vas a seguir siendo un escandaloso HyukJae— la voz de ZhouMi no me hizo apartar la mirada del rubio.

—   Hyuk…Jae…­ - dije, queriendo controlar mi llanto, el mencionado me sonrío y se acercó un poco más a mí— Perdona, es solo que no esperaba verte –al decir aquello no pude sostenerle la mirada, me sentí apenado, entonces sentí un abrazo, después de tanto mi amigo me estaba abrazando.

—   ¡No sabes lo feliz que me hace verte! Y que no me mires con desaprobación, he echado de menos a mi amigo.

Las palabras de Hyuk me desarmaron, y dejé salir las lágrimas sin más, le respondí el abrazo, aquello lo necesitaba, podía escuchar a ZhouMi disculparse por no avisar de su visita, pero no me molestaba, no me molestaba ni un poco.

—   Así que esto era lo que Mimi no quiso contarnos, ¡Es increíble! En verdad no me lo esperaba, es una gran sorpresa, aunque debo admitir que te sienta bien el embarazo, siempre fuiste cachetón pero bonito – HyukJae se deshacía en comentarios y yo reía limpiando mis lágrimas, su honestidad a veces agobiante, me resultaba agradable ahora. Lo vi mirar detrás de mí y su mirada se abrió, parecía sorprendido— ¡Oh! Disculpa, me emocioné de ver a Kyu y no puse atención a que venía con alguien más.

Me giré y pude ver a Yesung, estaba entre sorprendido y contento, él sabía que poco tiempo antes había vuelto a tener contacto con ZhouMi, yo mismo se lo había dicho, pero al igual que yo debía estar muy sorprendido.

—   No te preocupes, es normal que te emocionaras de ver a Kyu, ha pasado un tiempo – Yesung hablo de manera educada y amable, yo suspiré para mis adentros.

—   Es increíble que vayan a ser padres, serán una familia preciosa – el comentario de HyukJae me hizo sonrojar, miré de reojo a Yesung quien sonreía enternecido, no me sorprendía que dijera eso, pero no lo esperaba… típico de Lee HyukJae.

—   Bueno, eso espero en verdad – Yesung sonaba sincero, y un poco nervioso— Mejor entremos a la casa, será más cómodo para Kyu ahí.

La plática durante la estancia de ZhouMi y HyukJae fue buena, agradable, en un momento me descubrí a mi mismo aceptando que me gustaba aquello, Yesung conviviendo con mis amigos, parecían agradarse entre ellos, sentí un ambiente que me envolvió, hacía mucho tiempo que no me sentía de buena manera.

El tiempo de la visita se fue rápido, y pasado del medio día, al despedirme de mis amigos me sentía mucho  mejor, en muchos aspectos.

—   Realmente me alegra mucho haber venido, es bueno saber que no me odias – HyukJae soltó aquello riendo nerviosamente, yo rodé los ojos.

—   Claro que no te odio Hyuk, en realidad yo les debo una disculpa, no debí de haberlos tratado como como lo hice, lo lamento – dentro de mí, desde que los vi salir de aquel auto había tenido la necesidad de decir aquello, el rubio me abrazó con fuerza.

—   Vendré de nuevo a visitarte, ¿De acuerdo? – yo asentí ante su pregunta— Quiero estar al pendiente de mis futuros sobrinos.

—   Gracias por decirles que quería verlos ZhouMi, y por guardar el secreto del embarazo – el chino me regaló una sonrisa sincera.

—   No es nada, y antes de que se me olvide, toma – Mi me extendió un sobre, el papel era en tonalidades doradas y tenía grabas las iniciales “Z & H”— Espero que tú y Yesung puedan asistir a mi boda, en verdad quiero que conozcas a Henry antes del día, así que te veré pronto.

Yo miré el sobre, me sentía emocionado y algo más que no supe definir, le regresé la sonrisa a mi amigo, asintiendo. Yesung se despidió de HyukJae y ZhouMi, mis amigos parecían complacidos con él, yo no estaba muy seguro de como actuar y que decir acerca de esa situación, preferí dejarlo pasar.

Una vez solos en casa leí la invitación, suspiré, últimamente todo me resultaba sentimental, debían ser las hormonas, aun necesitaba pensar muchas cosas.

—   ¿Se te antoja algo para la comida? – la voz de Yesung me hizo reaccionar, sonreía— Tranquilo, yo cuidaré de ti, no te volverás a enfermar, evitaré que vayas de nuevo al hospital por una indigestión.

—   Pizza… tal vez – susurré desviando la mirada, lo escuché reír, era una risa dulce, como si aquello lo hiciera feliz— Con mucho queso – terminé de decir, de reojo pude ver como asentía

Aun riendo Yesung salió del lugar, yo me dejé caer en uno de los sillones, puse mis manos sobre mi abultada panza.

—   ¿Por qué mis planes siempre parecen cambiar? – dije, cerrando los ojos, esperando poder dormir un rato.

Continuará...