Dijimos
que lo nuestro sería eterno…
— Siwon…
— ¿Sí?
— ¿Qué
hacemos aquí? ¿Qué es este lugar? – preguntó Heechul intentando cubrirse del
todo con la manta que Siwon había puesto sobre ellos.
— Es un
mirador, - comenzó a decir Siwon muy satisfecho— lo descubrí gracias a ti.
— ¿A mí?
— Es un
lugar importante, por eso quise mostrártelo. – la voz de Siwon se hizo más
suave.
— Pero no
es muy solitario aquí para que estemos a estas horas, ¿no crees?
— No
estamos solos.
Heechul se
alertó, no fue por lo que dijo Siwon, sino por lo que señalo después el menor,
primero entre los arboles a su derecha y después atrás, del otro lado del
camino. Heechul no había notado al otro auto, tan ensimismado estaba. Cinco
hombres merodeaban a su alrededor, vestidos en impecables trajes negros y
micros en sus oídos.
Estos eran
guardaespaldas de Siwon, no solo lo cuidan de paparatzis y cualquier peligro,
en ocasiones especiales como esta, le cubrían la espalda también con su
discreción. Como Heechul recordaba, Siwon solamente hace gala de ellos cuando
es necesario, algo que el dinero y su cómoda posición puede darse el lujo, ya
que casi siempre es discreto con eso y sin regodearse.
Y esto
casi siempre sucede cuando se encontraba con él.
Con una
preocupación menos, Heechul se ocupó entonces de disfrutar del paisaje, a lo
lejos, cuesta abajo, podían verse algunas casas y muchas luces de las calles
iluminadas con adornos navideños. La escena era pintoresca y bella, que sin
duda le hizo saber que aquel lugar se encontraba cerca de los suburbios y no en
la ciudad, por eso habían tardado tanto en el auto.
Las luces
tintineantes cambiaban el aspecto a cada momento, haciendo el paisaje casi
mágico e incluso los colores diferentes, daban diferentes aspectos. Algo muy
bello que disfrutar.
Al sentir que Siwon se movía a su lado, alcanzo a ver como este comenzaba a sacar bebidas de la hielera.
— ¿Qué
tanto has traído Siwon?
— Algo más
para mantenernos calientes. Es una cerveza que se bebe caliente, – comenzó a
explicarle a Heechul mientras servía la cerveza en dos termos negros— es
europea, la traje especialmente… quería probarla. Si la mezclas con miel o
azúcar morena y, clavo, el anís estrellado, la canela y el cardamomo, obtenemos
una cerveza caliente con aroma a navidad. – le alcanzo un termo lleno de
cerveza a Heechul.
— ¿En
serio? Eso parece más bien una fiesta de azúcar en lugar de cerveza.
— Eso es
porque no te he dicho que también lleva un poco de Ron. – dijo Siwon sonriendo
para después beber de su cerveza humeante y caliente.
Heechul
también sonrió antes de probar aquella revolución de sabores que Siwon tan bien
le describió. Y la verdad es que después de probarla, pudo darse cuenta que no
era muy buena, sin embargo, si le quitó el frío y sintió el calor arrebolando
sus mejillas también. Se sentía cálido, pero realmente no sabía si era por la
bebida o por la compañía.
Es
de humanos cometer más de un error
¿Qué
te cuesta regalarme tu perdón?
Te
lo juro que no voy a soportar tu despedida…
Poco a
poco la bebida de sus termos fue desapareciendo, a medida que la noche avanzaba
y la charla se alargaba, en este punto, ambos se notaban más cómodos, sobre
todo Heechul que hablaba sin parar y comenzaba hacer preguntas a Siwon.
— Antes,
dijiste que este era un lugar importante para ti, y que lo descubriste por mí.
— Así es.
– la respuesta corta de Siwon no fue lo que Heechul esperaba, por eso iba
ahondar un poco más.
— Lo
tengo, ¿aquí descubriste que me amabas? – al momento que las palabras salieron
de su boca, Heechul quiso regresarlas por su atrevimiento, obviamente era
demasiado tarde para eso. Quizás se estaba dejando llevar demasiado por el
ambiente que les envolvía.
— En
realidad, llegue aquí cuando manejaba sin rumbo, el día que decidimos terminar lo nuestro. – aunque Siwon habló en voz baja y algo fúnebre, Heechul escucho todo.
Ambos se
quedaron en silencio, Heechul mirando hacia todos lados excepto a Siwon, y éste
al darse cuenta no quiso retroceder.
Siwon bajó
del auto y se colocó frente a Heechul, quien al sentir el movimiento del auto
se giró rápidamente, teniendo a Siwon frente a él. Sin embargo, Siwon avanzó un
poco más, poniendo ambos brazos a los costados de Heechul que continuaba
sentado sobre el capo del auto, hasta que terminó posicionándose entre sus
piernas.
Para
Heechul estaba siendo obvio que Siwon no iba a dejar que lo evitara de nuevo
como lo hizo dentro del auto, lo miraba esperando algo más de él y sabía exactamente
lo que quería: La verdad.
— Vine
aquí tantas veces después de eso. – Siwon continúo abriéndose ante Heechul y
mientras más hablaba, la voz de Siwon se iba suavizando más y más — Cada vez
que comenzaba alguna relación que no funcionaba para mí, vine aquí. Cada vez que intenté
mirar hacia otro lado y dejarte continuar con tu vida, me vi de nuevo en este
lugar. Cuando me enteré que estabas en una relación, estuve aquí pensando en
ti.
— Oh. –
Heechul no pudo evitar lamentarse por Siwon— Creo que, con tan malos recuerdos,
este lugar no debería ser tu favorito.
— No es
así, porque la última y la más importante ocasión que me trajo a este lugar,
fue cuando acepte que por más que quisiera mirar hacia otro lado, siempre
terminaría mirando hacia ti, porque mi corazón sigue latiendo por ti y creo que
eso nunca cambiara, eres demasiado importante para mí
— Tú
también eres importante para mi Siwon. – le afirmó Heechul, poniendo una de sus
manos sobre la de Siwon, que se encontraba posada a su lado.
— Lo sé.
— Pero
decidimos hacer lo correcto.
— Sabes,
es algo irónico que el día que descubrí este lugar sea el día que terminamos y
del día que me di cuenta del enorme error que cometí. Jamás debí haber cedido,
me hubiera negado y hecho hasta lo imposible, no aceptarlo tan fácilmente.
— Siwon,
no estábamos listos y fue más fácil de esa forma. – la mano de Heechul ahora se
posaba en una de las mejillas de Siwon, acariciando suavemente.
— Tienes
razón, - entonces Siwon cubrió la mano de Heechul con la suya sobre su mejilla—
pero ahora…
— ¿Qué
cambió?
Ambos
cambiaron sus expresiones, sus miradas conectadas, suaves posándose en el otro.
Heechul no podía dejar de mirar a Siwon, sus palabras, incluso antes de sacarlo
de su departamento, volver a trabajar juntos durante tanto tiempo, había
despertado en él miles de emociones, mismas que no se había atrevido a
manifestar hasta este momento.
Y ahí
estaba Siwon frente a él, abriendo su corazón, con sus perfectas facciones y
dulces ojos centrados en él. Heechul comenzaba a sentir que no se podía negar a
sentir lo que sentía por Siwon. Entonces su boca se abrió cuando los labios de
Siwon se posaron sobre ellos, dejando escapar un suspiro, en un beso que lo
llenaba por completo.
El beso
pronto se tornó húmedo y necesitado, tanto que Siwon rodeo con sus brazos a Heechul
hasta pegarse a su cuerpo, a lo que Heechul le hizo espacio entre sus piernas
para que continuara con aquel beso. Sus ojos se cerraron, el calor emitido por
el cuerpo de Siwon era casi tan embriagante como el sabor de su boca, el mismo
que había dejado aquella bebida caliente que compartieron momentos atrás, que
junto con el especial aroma de Siwon, estaba siendo su perdición.
Pero
aquello era un error y Siwon lo sabía, un terrible error del que seguramente
Heechul se arrepentiría, pues no estaba en sus planes llevarlo hasta esto, lo
que ellos necesitaban realmente antes de todo era hablar. Siwon no quería
que el momento quedara en un beso nada más, deseaba algo más.
En cambio,
Heechul a estas alturas, ya no quería detenerse, por eso al sentir como Siwon
dejaba de besarlo apartándose de él, lo dejo desconcertado e indefenso al frío
que comenzaba rápidamente a invadirlo.
Siwon se
tranquilizó caminando de un lado a otro, respiro profundo y su expresión
cambió, tal vez rechazar a Heechul siempre sería uno de los trabajos más
difíciles que hay, y tenía que tomarse su tiempo para calmarse, así tomar el
mejor camino para los dos.
— Vamos,
te llevo a casa.
Heechul
aún tenía la mirada perdida y para Siwon fue aún más difícil mantenerse firme
ante eso, claramente había hecho algo que Heechul no se esperaba.
— Sí, ya
es tarde. – la respuesta salió de la boca de Heechul sin pensarlo.
El viaje
de regreso en el auto no fue diferente al de ida, solo que esta vez no se
sentía el nerviosismo de la expectativa, más bien, una terrible tensión de
ambas partes. Por eso, en cuanto llegaron al estacionamiento del departamento, Heechul no pudo
más y por primera vez en la noche, lo enfrentó.
― ¿Qué
pasa contigo Siwon? – pregunto Heechul claramente molesto en cuanto se deshizo
del cinturón de seguridad.
― ¿Qué?
― Sí, ¿Qué
fue lo de hace un momento? Pensé que tú querías lo mismo que yo.
Siwon miró
a la cara de Heechul, no estaba sorprendido, claramente Heechul había deseado
ese beso tanto como él.
― No era
el momento.
― ¿Y
cuándo es eso?
― Creo que
no hemos hablado tanto, no desde que hemos pasado tanto tiempo sin vernos y
tampoco desde que tienes novia.
Eso fue
suficiente para hacer despertar a Heechul, sacudiéndolo completamente del
ensueño en el que había estado recientemente y eso le molestó aún más, pensando
que solo había sido un juego de Siwon.
Sin
embargo, tampoco podía pensar así después de la confesión escuchada
anteriormente de la boca de Siwon y todas esas citas que tuvo sin poder
conectar con nadie sentimentalmente. Heechul también había tratado de juntarse
y conocer gente nueva, hasta encontrar con quien salir y conectar tan profundo
como lo había hecho con Siwon. Al parecer era cosa que solo sucedía una vez cada
cien años.
Y lo seguía
intentando, pues Heechul estaba seguro que si no ponía todo de su parte,
seguramente terminaría solo, acurrucado en su casa y acompañado solo por sus
mascotas. Estaba siendo tan difícil de admitir eso en voz alta para que Siwon
le escuchara, y es que temía las consecuencias de sus actos, por todas las
personas que involucraba si cedía a lo que sentía por Siwon.
¿Podría
ser eso suficiente para detenerlo?
Aunque
digan que no hay mal que duró más de cien años
No
quisiera ser el primer idiota en comprobarlo…
― Gracias
por la invitación Siwon, fue muy divertido. – esto último lo dijo con mucho
sarcasmo.
Heechul
intentó quitarse la gabardina que Siwon le había ayudado a ponerse para
dejársela antes de salir del auto, aunque sin mucho éxito, pues antes de poder salir,
Siwon ya estaba al lado de su puerta cerrándole el paso, sintiéndose envuelto
por sus fuertes brazos.
―
Necesitamos hablar.
― Entonces,
¿me vas a decir qué sucedió antes?
― Sí. - suspirando,
Siwon relajo sus brazos, cayendo a los lados del cuerpo de Heechul cuando se giró
para poder verlo― Lo que te dije es verdad, todo lo confesado fue verdad.
― Eso lo
sé, Siwon.
― ¿Por qué
estabas enojado? Si ya lo sabias, no entiendo.
― No estoy
enojado, solo que no estoy seguro a dónde quieres ir con esto.
― Creo que
nunca hubiera dado el primer paso para que esto sucediera, si no tuviera en
mente las consecuencias de mis actos, por eso después de mucho pensarlo, supe
que no podía seguir mi vida sin ti. – Siwon se aferró de nuevo al cuerpo de
Heechul, esta vez en un abrazo ― Antes de esta noche todavía dudaba si tú
cederías a lo que aún sentimos, pero ahora que estoy seguro, difícilmente
desistiré.
― También lo
sé, Siwon. Puedes ser bastante molesto cuando te aferras a algo. – soltó
Heechul con una sonrisita.
― No creí,
que después de todo este tiempo, mi recuerdo fuera suficiente para que me
siguieras amando.
Abrazado a
Siwon, Heechul sintió un poco de pena, pues era muy raro ver a Siwon inseguro y
en este caso por él.
― En
cambio yo siempre pensé, que como no era bueno para ti, pasarías de mí fácilmente.
― Nunca
pensaría eso de ti y no lo vuelvas a repetir, eres mi todo.
― Muy
bien. – y Heechul volvió a sonreír en aquel abrazo, y aun con el frío, sintió
su corazón derretirse un poco. ― ¿Qué vamos hacer?
Siwon hizo
una mueca, la idea de un futuro próximo no era muy alentadora, esperaba que sus
sentimientos fueran lo suficientemente fuertes para enfrentar todo.
― Mientras
lo enfrentemos juntos. Heechul, prométeme que pase lo que pase te apoyarás en
mí y me dirás todo lo que suceda. – le pidió Siwon con el ceño fruncido, al
pensar que Heechul pudiera callarse algo o querer enfrentar solo las
consecuencias de defender su relación.
― Siwon...
― Eso es
algo que me preocupa siempre, que me ocultes ese tipo de cosas.
― Si lo
hago es porque me preocupo también por ti.
― Heechul…
- escuchó la suave replica de Siwon.
― Esta
bien, lo haré. – y por supuesto que Siwon le creía.
Siendo así,
Siwon atrajo más el cuerpo de Heechul hacia el suyo, deslizando sus manos por
su espalda de abajo hacia arriba hasta llegar a su nuca, donde suavemente comenzó
a empujar hasta acercar los labios de Heechul lo suficientemente cerca para
poder besarlos.
Estaban a
unos centímetros de distancia, Siwon no tenía la intención de parar ahora,
habiendo aclarado todos los malos entendidos. Sin embargo, esta vez fue Heechul
quien lo detuvo y giro su cabeza hacia ambos lados, como si buscara algo.
― Aquí no.
– fue lo que dijo en cuanto vio el rostro interrogante de Siwon. ― Alguien
podría vernos.
― Vayamos
a dentro.
Caminaron
uno al lado del otro hasta llegar a la puerta del departamento de Heechul, donde
a pesar de que apresuradamente intentaba sacar las llaves, estaba tardando más
de lo previsto en abrir.
Los
nervios, se decía Heechul, no deseaba que nadie los viera juntos. Al menos no
por el momento, pues todavía tenían muchas cosas que arreglar.
― Heechul,
¿ves eso? – lo distrajo Siwon en cuanto pudo abrir la puerta.
Siwon
estaba señalando para arriba y la curiosidad le hizo levantar la mirada hacia
donde señalaba.
― Es un muérdago.
― Yo no
puse eso ahí. – comentó Heechul extrañado y con el ceño fruncido, pues
comenzaba a sosprechar que se tratara de alguna broma. Pero al ver la sonrisa
traviesa que se formaba en el rostro de Siwon, supo enseguida que era algo que
él menor había mandado a poner.
Seguramente
alguno de sus guardaespaldas o alguien más, Siwon tenía el dinero, el deseo y
sobre todo, creía en esas cosas cursis románticas que a Heechul tanto le
gustaban, Gracias a Siwon es que comenzó a gustar del romanticismo, y para
muestra la cita de esta noche, había caído redondito.
Dios,
amaba a ese hombre y se lo había negado por tanto tiempo.
― ¿Y qué
se supone que tengo que hacer – preguntó un Heechul radiante y sonriente.
― Tú sabes
que tienes que hacer.
En seguida,
Siwon estiró su mano, esperando la respuesta de Heechul. Y para su sorpresa, no
solo recibió la mano de Heechul jalando la suya, sino que también sintió la
otra mano jalando de su cintura hacia dentro del departamento. La iniciativa de
Heechul siempre lo llenaba de felicidad.
Heechul
inclinó la cabeza para traer la boca de Siwon hacia la suya, mientras Siwon
desbordante de alegría, inmediatamente comenzó a besarle con ganas.
Antes de
esta noche, Siwon no tenía esperanzas, sin embargo, la respuesta obtenida de
Heechul estaba siendo mucho mejor de lo que esperaba. Siwon dejó de pensar y
dejó que sus labios vagaran por la boca de Heechul en un beso hambriento por
los años que estuvieron alejados, seguro de una promesa y el amor que sentían
el uno por el otro.
Un
amor como el nuestro sabes que no se ve a diario…
Un
amor como el nuestro vale la pena salvarlo.
Fin
Lloro 😭❤
ResponderEliminarYa me temía que terminara mal xD Perdona por desconfiar de ti.
Lo he amado. Realmente se noto esa nostalgia, la pesadez de los sentimientos y sensaciones provocadas debido a su lejanía, y por supuesto el amor. Ese amor que no se apago y que como la flama de una vela aguanto los fuertes vientos siendo diminuta, hasta lograr avivarse una vez más mostrando luz en todo su explendor ❤
Al igual que el anterior comentario, yo también temía que la cosa terminará mal. Pero gracias que la nueva determinación de Siwon influya de buena manera a HeeChul para que puedan luchar por lo que sienten.
ResponderEliminarmil gracias por la historia