La llamada... Capítulo Tres Final

 

La llamada es para decirte

Que mis noches se han vuelto frías

Que desde aquel día en que te fuiste

Me volví preso de la melancolía

Que mi alegría se marchó contigo

Que no tengo vida si no estás conmigo… 

—    Y yo te amo Heechul, y siento mucho no haberlo aclarado a tiempo. No te considero como mi amante, para mi eres mucho más que eso. Es solo que… - Siwon no encontraba la forma de explicarse mejor — Estábamos en una fiesta, hablando de tantas cosas y luego, no lo hemos hablado, sin embargo, gatito yo te considero como mi prometido. – Siwon pudo escuchar una ahogada exclamación de Heechul — Y puedes preguntarle a cualquiera, pondría esta empresa a tus pies… yo me pondría a tus pies si es necesario, si con esto te hiciera feliz.

—    También para mí lo eres todo Siwon, por eso me ha dolido, quizás un poco más.

—    Lo sé y lo siento, prometo que esto no volverá a pasar.

—    ¿Cómo?

—    Que unos días separado de ti, sin probar tus suaves labios o abrazar tu cálido cuerpo por las noches, me hizo extrañarte demasiado. – Siwon pasó saliva, estaba desnudando su alma a Heechul, cosa que debería haber hecho hace mucho — Quiero poder tocarte cuando quiera, decirte esto en persona y por las noches, amarte lentamente y besar cada parte de ti. Por eso…

—    ¿Por eso qué? – se podía escuchar la ansiedad en la voz de Heechul.

—    ¿Te casarías conmigo, Heechul?

Heechul pasó saliva, estaba temblando y ni siquiera se había dado cuenta. Alejo el celular de su oído un poco tratando de calmar su acelerado corazón.

—    ¿Por favor? Ya no me veo sin ti en mi vida. – escucho Heechul, sin embargo, aquello no venía del celular.

Aquellas palabras venían de Siwon, apareciendo desde el pasillo hacia donde se encontraba Heechul, que seguía sorprendido y sin poder decir nada. Se supone que estaban hablando por celular, Siwon desde Seúl y él…

—    ¿Qué haces aquí? – preguntó Heechul aún sorprendido.

—    Ya te lo dije, - Siwon sonreía, más su sonrisa parecía tan triste. Heechul incluso pudo notar que Siwon no estaba en sus mejores días, se le veía algo demacrado y desaliñado. — Te he extrañado mucho desde que te fuiste de mi lado, solo han pasado algunos días y yo, siento que mi vida se marchó contigo.

La confesión de Siwon llenó de calidez a Heechul, el celular cayó de sus manos en cuanto Siwon se acercó a él y lo abrazó. Siwon hizo lo mismo, pasándole los brazos por su espalda y pegándolo a su cuerpo.

—    Tus espías me siguieron todo este tiempo, ¿cierto? – pregunto Heechul ahora un poco más feliz.

—    Son guardaespaldas, ellos resguardan la seguridad de personas importantes, están muy bien entrenados. Y yo tengo que mantener lo que más amo, mi mayor tesoro a salvo de todo, y ese eres tú, gatito.

—    Pero ellos te mantuvieron informados de todo. – dijo Heechul haciendo un puchero hacia Siwon que lo veía extasiado.

—    Estaba siendo posesivo contigo - Siwon abrazo un poco más fuerte a Heechul —, no me agrada que se te acerquen extraños, siquiera que respiren a tu lado, o que te miren… eres solo mío. – le confeso Siwon.

Heechul lo sabía muy bien, lo celoso y posesivo que Siwon podría ser con él, sin embargo Heechul también lo era. No es que fueran una pareja toxica, porque estaba claro que a través de este año juntos, ellos habían podido equilibrar muy bien esta parte de ellos, sin llegar a los extremos.

Hasta ahora.

Y eso es porque Heechul se había alejado, estaba tan molesto ese día, que Siwon de verdad pensó que todo terminaría ahí y no lo pudo soportar, haciendo lo que hizo. Tenía que recuperar a Heechul y que mejor manera de saber lo que hacía, donde estaba en cada momento hasta poder lograr acercarse nuevamente. 

La llamada es para decirte

Que poco a poco pierdo la cordura

Que platico con todas tus cosas

Y me dicen que se sienten solas

Que en mi reloj no caminan las horas

Que me haces falta para seguir vivo

La llamada es para decir que aún te amo

Que aún te amo… 

—    Digamos que, me estaba volviendo loco desde que te fuiste de mi lado. – tomando de la barbilla a Heechul, Siwon lo acerco a su rostro y lo beso, un beso demasiado bueno, largo y necesitado.

Después, lentamente se separó del beso observando a Heechul. Siwon no podía dejar de mirarlo, estuvo contando las horas y los días para volver a tenerlo en sus brazos, sin embargo el tiempo parecía pasar tan lento.

—    Yo también sentí lo mismo Siwon. – Heechul se volvía abrazar a Siwon — Me hacías mucha falta.

Siwon se sintió tan avergonzado, realmente había sido un idiota, por dejar pasar tanto tiempo y no hablar claramente con Heechul. Tiempo precioso que habría estado con él y quizás nada de esto hubiera pasado.

Suspiró intentando encontrar tranquilizarse. El pasado era eso, pasado, y ahora vería la forma de ser feliz junto a Heechul, para no volver a dejarlo ir nunca.

—    Lo siento. Siento haberte causado tristeza gatito.

—    Yo también lo siento - de nuevo Heechul hizo un lindo gesto al disculparse —, debí ser menos evasivo y sentarme hablar las cosas contigo.

—    Me encanta cuando te disculpas, eres demasiado lindo, gatito. – dijo Siwon besando su nariz.

Al parecer los dos lo estaban pasando mal con todo lo sucedido, y que ambos ya habían pensado en disculparse, aunque Siwon se había adelantado un poco, sabía que Heechul habría hecho lo mismo pronto.

—    ¿Puedo invitarte a cenar? ¿Cómo una cita? – Oh sí, Siwon lo había preparado todo, para convencerlo de regresar —. Hace mucho que no tenemos una cita.

Una cita que no fuera una fiesta o una reunión, hasta eso se había dado cuenta Siwon, les hacía pasar más tiempo juntos y a solas. Tiempo de pareja.

—    Todavía tengo que hacer unas cosas – dijo Heechul mordiendo su labio inferior, esta vez no estaba poniendo excusas… Sí, tenía trabajo que hacer, y sí, deseaba regresar mañana a Seúl con Siwon —, pero que tal si me esperas en la habitación del hotel donde me estoy quedando, en dos horas te alcanzo y nos vamos a cenar. ¿Está bien?

—    Sí. – Siwon aceptó sin objeciones —. Entonces me tengo que ir y dejarte trabajar – dijo Siwon separándose de Heechul, un poco renuente a soltarlo, pero finalmente lo hizo —. Nos vemos pronto gatito.

Siwon comenzó a caminar por el pasillo de donde había llegado, hasta que Heechul lo detuvo antes que llegara a la puerta.

—    Siwon, si estabas aquí, ¿para qué fue la llamada?

—    Para decirte que aun te amo.

Y entonces Heechul volvió a alcanzarlo colgándose de su cuello, importándole poco que hubiera algunas miradas curiosas que pudieran estarles mirando, y lo beso. Después de algunos días separados, les hacía falta reponer todos esos besos no dados, así que volvió a besarlo lento, saboreando el momento y guardándolo en su memoria.

Con algo de esfuerzo volvieron a separarse minutos después, y Heechul llevó sus manos hasta el rostro de Siwon, logrando juntar sus frentes.

—    Te amo. – dijo Heechul antes de volver a besarle.

Cuando Siwon se fue, Heechul no podía ignorar las miradas divertidas que Ryeowook le daba y las miradas curiosas del personal que estaba trabajando en esos momentos en aquel lugar. Sin embargo, Heechul estaba muy feliz, y nada ni nadie le iba a borrar la sonrisa boba de su rostro y la felicidad que sentía en esos momentos.

Ni el trabajo que tenía que hacer.

Tal vez no iba a poder escabullirse de las preguntas de su amigo, pero que más daba, estaba feliz.

—    ¡¿Qué… fue… eso, Heechul?! — chilló Ryeowook tan solo cerrar las puertas dela oficina.

Heechul no podía ser más feliz. O tal vez si, esa noche cuando se encontrara con Siwon en su habitación del hotel. Y una ridícula sonrisa que últimamente no se le veía, broto en su rostro no más de pensar en el momento.

—    ¿Qué fue esa maravillosa escena que todos vimos en el vestíbulo?

Y Heechul solo podía pensar en la maravillosa reconciliación que le esperaba, que no logró escuchar la última pregunta de su amigo.

—    ¿Qué decías Wook?

—    Ash, te dejaron en la luna, ¿verdad?

—    Algo así. – Heechul sonreía divertido por la cara de su amigo.

—    Y apenas esta mañana te lamentabas de tu novio, no querías contestar sus llamadas, casi casi te obligue a que le respondieras… blah, blah, blah… que fácil eres.

—    ¿Eso hiciste?

—    ¡Sí! – ahora Ryeowook tampoco podía dejar de reír y burlarse de Heechul.

—    Creo que exageras un poco.

—    Eso creo también. – dijo Ryeowook mientras se sentaba en la gran mesa de trabajo que tenían en su oficina, no sin antes lanzarle una mirada de complicidad a su amigo, pues estaba feliz de que por fin Heechul se hubiera librado de esa aura llena de tristeza. La llamada que había recibido y la visita también, lo habían cambiado todo.

—    ¿En que nos quedamos? – pregunto Heechul moviendo algunos papeles sobre la mesa.

—    Necesito que me des los informes de…

Heechul continuo trabajando con más energía, intentando terminar todo para estar en su cita y cena con Siwon, pero solo podía pensar en el beso que minutos antes Siwon y él se habían dado en el vestíbulo, como una promesa de lo que obtendría más tarde esa noche y todas las demás, junto a su Siwon.

 

Fin.