Encuentros... Sexto Encuentro

 
 

“Los encuentros más importantes ya han sido planeados por las almas antes incluso de que los cuerpos se hayan visto.”

Paulo Coelho

 

Siwon POV
 
Había estado evitando encontrarme con el hermoso hombre, Kim Heechul, no porque pensara que lo estaba siguiendo, sino por como terminaron las cosas en el centro comercial.
 
Y no es que haya estado siguiéndolo de todos modos. Solo evite aceptar trabajos en los lugares donde podríamos volver a encontrarnos como el centro comercial y también dejé mi trabajo en la mensajería por unos días.
 
Eso me sirvió para apoyar a un amigo en su centro de lavado, ya que él tuvo que viajar a otra ciudad por un compromiso, me pidió que me hiciera cargo. Así que aquí estoy, lamentándome un poco no haberlo visto todos estos días y también que el trabajo esté siendo más fácil de lo que estoy acostumbrado, ya que el personal del lavado se encarga de todo, yo solo superviso.

—  Es un poco aburrido. – digo mientras camino al final de la línea del centro de lavado, para cobrarle al próximo cliente que está por salir con su auto.
 
Siendo así, mis pensamientos son ocupados por él y en todos los encuentros que hemos tenido… en sus ojos, su boca, en esos labios; aunque por el momento solo hemos cruzado algunas palabras y por como terminamos la última vez, dudo que volvamos hablar.
 
—  Todavía necesito solucionar ese mal entendido, no puedo estar más tiempo sin verlo. – susurro más para mí mismo.
 
En realidad, desde la primera vez que lo vi, supe que sería alguien importante en mi vida y por eso necesito tenerlo de regreso. Sueño con Kim Heechul incluso cuando estoy despierto, pues a veces cuando cierro mis ojos, sus imágenes vienen en mi mente y creo verlo como si estuviera conmigo.
 
Suspiro y abro mis ojos, no puedo seguir soñando, necesito continuar con el trabajo. Justo cuando doy la vuelta para recibir el pago del próximo auto, nuevo imagino que está aquí. Sin embargo, esta vez no lo estoy imaginando, Heechul se encuentra dentro del auto y estaba llorando.
 
Esta más pálido de lo normal, lágrimas se agolpaban en sus ojos y tenía dos gruesas lágrimas rodando por sus mejillas sonrojadas. Heechul trata de limpiar sus lágrimas intentando no ser visto, aunque es demasiado tarde, ya que lo he visto.
 
Me acerco al auto a limpiar su parabrisas y darle un poco de tiempo, puedo ver que aun trata de recomponerse mientras busca el dinero para pagar.
 
Ahora que lo he visto llorar, es algo que no quiero que vuelva a suceder, la persona que ocupa mis pensamientos y corazón no debería llorar porque mi corazón también sufre con él. No sé qué le haya pasado, pero no lo puedo dejar pasar.
 
—  ¿Cuánto es? – finalmente baja la ventanilla y pregunta.
 
En cuanto me ve queda un poco desconcertado y yo también, ver sus ojitos hinchados y nariz roja por haber estado llorando, es mucho más lamentable teniéndolo tan cerca.
 
—  ¿Lloraste? – pregunto preocupado.
—  ¿Quién llora?
 
Y al decir esto, baja la mirada y sorbe la nariz, sin poder ocultarlo aunque quiera, pero tratando de ser fuerte.
 
—  El precio es el mismo que una taza de café — le digo creyendo saber lo que necesita, algo que sorprende a Heechul por lo que veo — Preguntaste cuánto era. Te estoy pidiendo que me invites una taza de café, voy a pagar por la lavada. – termino por decir y ahí están de nuevo esas lagrimas que él intentaba contener.
 
A pesar de lo sorpresiva que es mi petición, Heechul no se va, él me ha esperado pacientemente el tiempo que he necesitado para quitarme el overol y avisar en el lavadero que estaría una hora afuera.
 
Terminamos yendo hacia su departamento, ya que a Heechul no le apetecía ir a un lugar público con la carita que tenía, por eso me invito a tomar el café en su departamento. Y entonces yo me ofrecí a conducir su auto.
 
—  Estas muy triste, ¿te sucedió algo malo? – le pregunto esperando que no se disguste o que piense que soy entrometido, pero siendo él, me gustaría entrometerme en todo lo que le suceda.
—  No es nada.
—  Tu carita dice otra cosa. – Heechul abre su boca pero no dice nada, todavía se siente incómodo con lo sucedido —  Podría ser que tienes hambre, yo me pongo mal cuando tengo hambre, puedo llorar si no me alimento a mis horas. – esto lo hace reír y su carita se ilumina, como siempre debería ser.
—  Seguramente, tú eres el que tiene hambre. – dice y sigue riendo, entonces comienzo a reír también por mi ocurrencia.
 
Llegamos al edificio donde vive y no podía estar más feliz, ya que ahora sabía dónde vive, pero incluso estaba más feliz de poder pasar tiempo con él y que hubiera recuperado un poco su humor. Como si nuestro encuentro hubiera sido planeado por el destino y necesitara estar ahí para Heechul.
 
Subimos a su departamento y justo cuando estamos frente a su puerta, su celular comenzó a sonar. Heechul en seguida lo toma en sus manos cancelando la llamada luciendo un poco incómodo.
 
—  Creo que mejor me pagas ese café otro día. – le digo.
 
Heechul guarda rápidamente su celular luciendo un poco confundido.
 
—  Lo siento.
—  No, no, casi te presioné para traerme hasta aquí.
—  Eso no es verdad. – Heechul dice acercándose, poniendo suavemente su mano en mi brazo, intentando disculparse —  Muchas gracias por lo de hoy.
—  Creo que no hice nada especial. Aunque por ti, haría cualquier cosa. – le respondo sinceramente.
—  ¿Sabes? Ayer pensaba que no volveríamos a encontrarnos después de todo este tiempo que no nos vimos.
—  ¿Me extrañaste?
—  Sabes que sí. – Contesta rápidamente y después se da cuenta de lo que ha dicho — Quiero decir que… que después de todos esos encuentros, volver a verte en el momento menos pensando, me hizo feliz.
—  Podríamos intercambiar números, de esa manera no podrías extrañarme. – y sin más volvió a sacar su celular.
 
Heechul estaba tan cerca de mí, que no pude soportarlo más, lo agarro con mis manos en sus hombros mientras lo miro como si toda mi vida dependiera de ello, de su bella imagen. Y es la verdad, todos estos días que estuvo lejos de mi alcance, con su bella sonrisa y esos ojos llenos de ese brillo especial.
 
Justo en este momento, sus ojos brillan de una forma que no había observado antes, haciendo mi corazón latir como loco.
 
Entonces, Heechul se abraza a mí, rodeando mi cuello con sus brazos. Estuvimos de esa forma por largo momento, hasta que se alejó un poco del abrazo empujando con sus manos mi pecho, y de esa forma nos quedamos mirando a los ojos.
 
—  Tienes que irte Siwon. – dice él y antes de darme tiempo de decir algo,  puso sus labios sobre los míos.
 
En verdad espero que Heechul sepa todo lo que va a suceder después de este beso. Difícilmente voy a poder dejarle y mucho menos, sacarlo de mi corazón.
 
Continuará…