Título del Oneshot: “¿Destinados?”
Autora: Lunis HeeChan
Pareja: MileApo
Tipo: Yaoi
Género: Fluff, Romántico, Comedia, Lemon
Nota: Los recuerdos al comienzo de cada
capítulo, son palabras que Mile ha dicho en entrevistas sobre cómo fue volver a
ver a Apo en el casting y como ha sido conocerlo. Todos sabemos que cada que
puede, Mile nos recordara como es que conoció al chico que lo dejo impactado
por el parecido con su personaje favorito.
Comentario del Autora:
Espero que
les guste.
POV = Point of View, significa punto de vista, es decir,
se explica la situación desde el punto de vista de uno de los personajes.
Apo POV
Solían decir que conocería a alguien…
La persona de mi destino…
*
“En realidad, nos conocemos desde hace
12 años, pero volvimos y nos reencontramos en el casting y Apo dijo que yo soy
el único que habló con él, y desde ahí hablamos mucho más.”
*
“Soy feliz porque nos conocimos hace 12
años, nos conocimos en el gimnasio, y el día del casting, nos miramos el uno al
otro e hicimos contacto visual, él me hizo una señal y finalmente hablamos.”
*
Hace 12
años que nos topamos en un gimnasio y también fuimos a la misma universidad,
pero siento que nuestra historia comenzó desde que nos volvimos a encontrar en
el casting, porque en ese momento no pude negar que algo había en aquel Phi que
me atraía.
Fue en las
grabaciones que comenzó a surgir algo entre los dos y con el tiempo, que nos
volvimos más que amigos y compañeros, la relación creció al grado que ya no
podíamos estar sin el otro, que nuestras miradas nos delataban al grado que los
del cast se dieron cuenta de lo que había entre los dos.
Tampoco es
que fuéramos los únicos a los que les surgió el amor dentro de KinnPorsche. A
parte que Mile siempre me recordaba como aquel que se parecía a su personaje
favorito y que por eso nunca me pudo olvidar. Y yo jamás pude olvidar a mi
P’Mee que parecía un gran oso.
Ahora que
hemos pasado todo este tiempo juntos fortaleciendo nuestra relación, a pesar
que nuestro amor es evidente, entre Mile y yo no ha pasado nada. Y no es que lo
desee más que todo lo que me da, su cariño, su amor, la seguridad que me hace
sentir, pero siendo novios sería natural que tuviera que pasar. Sin embargo, estábamos
tan metidos en las grabaciones de la serie y después en las promociones que
tampoco nos detuvimos a cuestionarnos eso.
Hasta
ahora que hicimos planes para poder pasar más tiempo juntos… nos iremos a vivir
juntos.
Como la
serie ha terminado de salir al aire, con una parte de nuestros sueldos compraremos
un departamento e incluso hemos estado viendo algunos departamentos que podemos
comprar, hemos pensado mucho sobre nuestro futuro, pero el plano íntimo es otra
historia.
Hoy se
emitió el último capítulo de KinnPorsche, así que iremos a festejar, tendremos
una fiesta con todos los del cast. Por eso mi pequeño departamento ha sido
invadido.
— Si, va ser muy raro que vayan a vivir
juntos, si no han tenido intimidad. – me dice Bas distraído mientras come lo
que Bible preparó para comer mientras nos arreglamos.
A decir
verdad, la mayor intimidad que hemos tenido son las escenas +18 que tuvimos en
la serie y eso no cuenta porque estábamos rodeados de personas. ¡Nos hemos
visto todo! Aunque puede que sea por esto que no lo hemos hecho, quizás tenemos
miedo no superar esas escenas o quizás estoy pensando de más.
— Por cierto, ya les has dicho a tus
padres, ¿qué te vas a ir a vivir con Mile? – Tong pregunta a lo lejos.
— Ya lo hice. – le digo mirando al
techo, aun no puedo creer que esté tomando este tipo de decisiones, se siente
como si fuera a casarme.
— Vas a ser como una papa casada. – dice
Bas divertido, el muy menso, aunque ha adivinado mis pensamientos.
— ¡Bas, concéntrate en lo que me
preocupa!
— Y ya intentaste ser tú el que avance
en ese plano con Mile, recuerdas lo bien que me salió cuando me lance por mi Pong,
¿Po ya lo intentaste? – me pregunta Tong que está ayudando a Us a elegir que
ponerse.
— Te recuerdo que fue Pong quien te
estuvo abordando y que su iniciativa hacia ti, pidiendo que lo dejaras ser tu
príncipe azul casi te asustó. – le digo a Tong, cosa que hace reír a los demás.
— Lo dejaron traumado. – de nuevo Bas
dice a lo lejos mientras sigue comiendo.
— ¡Cállate! – grita Tong todo sonrojado.
— Pues, cuando Job y yo estuvimos juntos
en ese plano…
— No, no quiero escuchar, por favor Bas,
calla… – le pido negando mientras me rio por su ocurrencia.
— Ya hasta te pareces a él. – me dice
Bas, cosa que nos hace reír.
— Bas, lo que debes hacer es comenzar a
vestirte y deja de comer, ya te has comido todo lo de ese plato. – le digo.
— Para que voy si mi Jobby me ha dicho
que aún no llega, el viaje a su ciudad natal se alargó más de lo previsto. –
todos vemos suspirar a Bas y después meterse una galleta a la boca.
Se ve algo
desanimado el pobre, por eso es que lo convencimos que viniera con nosotros a
la fiesta para distraerlo.
— Oh vamos, prometiste que nos
acompañarías. – ese es Us recordándole a Bas su promesa —. P’Tong, creo que Bas
necesita más ayuda que yo.
— Bas ven acá o quieres que te vista
como un niño pequeño. – le amenaza Tong.
Los observo
divertido desde la cama, Tong tiene una forma peculiar de levantar el ánimo a
cualquiera, siempre sabe que decir y es quien nos ha apoyado a todos cuando los
sentimientos comenzaron a nacer entre nosotros. Por su experiencia, siempre
supo cómo guiarnos.
— P’Apo comienza a vestirte, siempre
tardas mucho. ¿Vas hacer esperar a P’Mile? – me pregunta Barcode.
— Tan solo hace falta que me vista y
estaré listo… – tomo una almohada y grito emocionado —. ¡Ah! ¡Mile!
— ¡¡Phi!! ¿Por qué tanto grito? P’Apo
deja de preocuparte, esas cosas se dan por si solas. – ahora es el más pequeño
del grupo el que me aconseja.
— ¿Tu como sabes tanto nong?
— Con P’Jeff nunca he tenido ese tipo de
queja. – se sonríe con la mirada perdida.
— ¡Oye niño! Estás pensando en eso
delante de mí… – le digo a Barcode y lo golpeo con la almohada.
— ¡Phi, yo solo trato de aconsejarte!…
¡hum!
Barcode se
hace el enojado, pero en realidad se va riendo a terminar de arreglarse, así
que no me queda otra que comenzar arreglarme mientras los demás están en lo
mismo.
Estoy
parado frente al espejo tratando de acomodar mi cabello, ya casi estoy listo. A
través del espejo veo como Us se acerca y se me queda viendo.
— ¿Pasa algo Us?
— Eres lindo Apo. – dice con una
sonrisa… su sonrisa es demasiado linda.
— Gracias, tú también lo eres Us.
— Por eso creo que Mile no tarda en dar
ese paso que tanto deseas. – volteo para mirarlo de frente —. Sin embargo, si
quisieras que el proceso se adelantara un poco, deberías darle pequeñas
insinuaciones, sedúcele. – Us es el que ha sido más coherente en su consejo.
— ¿Cómo?
— En la fiesta de hoy, invítalo a bailar
y pégate a su cuerpo.
¡Rayos, yo
no sé bailar!
— ¿Tú como sabes eso? – pregunto
curioso.
— Novelas. – no duda en contestarme.
— ¿Funciona?
— Con JJ me funciona. – muerde
pícaramente uno de sus dedos.
— Por favor, deja de leer esas cosas, Us.
– termino por abrazarlo, a mi manera le agradezco su consejo.
Cuando por
fin terminamos de arreglarnos, nos dirigimos a la fiesta. Ping pasó por
nosotros en una limusina contratada por B0C, así que cuando llegamos a la
fiesta nos encontramos con nuestras parejas, excepto Bas que mira incómodo para
todos lados como buscando un lugar donde esconderse.
Estoy a
punto de ir por él para traerlo a la mesa donde voy a estar con Mile, pero lo
veo tomar su celular y sonreír al contestarlo. En seguida Bas voltea para todos
lados como buscando, hasta que su mirada se clava en un punto, volteo a ver que
tanto mira y ahí está Job en un traje negro que le queda muy bien.
Al parecer
era mentira que no había llegado, sin embargo, también ha sido una linda
sorpresa para Bas; quien corriendo va a su encuentro. Ajenos a todo lo que les rodea,
Bas se abraza a su cuello y Job atrapa su cuerpo entre sus brazos.
Un beso
largo entre Job y Bas no se hace esperar, estos chicos sí que van rápido.
Ahora si,
por fin estamos todos juntos como siempre debió ser. La cena estuvo deliciosa,
la charla muy amena y Mile… él no deja de mirarme, toma mi mano y la besa cada
que puede. En el momento en que nos quedamos solos en la mesa, acerca su silla
para después tomarme de la cintura, ya que los demás bailan en la pista
Afortunadamente
para nosotros, todos en la fiesta son personas de confianza que saben lo que
sucede entre todas las parejas, por lo que no tenemos que ocultarnos, pero
intentamos ser discretos.
— Po, hoy estas deslumbrante. – Mile
cumplimenta mi vestimenta.
— Y tú estás muy elegante también.
De ahí
nuestra charla se vuelve más íntima y romántica, me gusta estar así con Mile
disfrutando nuestra charla, eso no cambia desde que nos conocimos.
La verdad
es que también tengo muchas ganas de poner en marcha el plan de Us, aunque como
lo he dicho antes, no sé bailar muy bien, así que espero que Mile sepa bailar.
Sé que si se lo pido el bailaría conmigo, mas no lo hago, así que decido
disfrutar su compañía de esta forma.
Una
canción más suave comienza a escucharse, una canción para bailar agarraditos y
en parejas. Mile se levanta de la mesa y me ofrece su mano.
— ¿Bailamos? – y a pesar de todo no me
niego, esa encantadora sonrisa hace latir aprisa mi corazón.
Tampoco le
contesto, en su lugar le ofrezco mi mano, la cual Mile toma para dirigirnos a
la pista junto a nuestros amigos.
Cuando
llegamos, enseguida Mile rodea mi cintura con una de sus manos y la otra la
posa en mi espalda para comenzar a bailar lentamente al ritmo de la música.
Mile me guía e intenta que no pierda el paso.
— ¿Cómo es que sabes bailar tan bien?
— Baile de salón… – Mile acerca su
rostro al mío — Aunque estos movimientos son nuevos y solamente quiero hacerlos
contigo, muchos movimientos. — Esto me lo dice con una voz que podía definir
como sensual en mi oído. – Mi madre me enseño este tipo de baile cuando niño,
mi padre no sabía bailar y mi madre es una bailadora nata, así que se propuso
enseñarme para que yo bailara con ella.
Su
explicación me parece encantadora, a la edad en que aprendió este tipo de baile
debía ser un chiquillo interesado en otras cosas no en un baile para adultos,
pero Mile lo dice como la cosa más dulce que pudo haberle enseñado su madre.
— Sabías que esto te hace encantador, a
muchos les parecerá atractivo. – Mile mira mis ojos, curioso.
— Yo solo quiero ser encantador para ti…
¿te resulto atractivo?
— ¿Más? Eso sería pecado Mile, no
necesitas hacer nada más, eres mi novio y sabes que te amo. – le digo, y una
seductora sonrisa se posó en su boca.
Hace pocos
días descubrí esa sonrisa seductora en Mile, la cual me tiene loco y por eso
tenía más ganas de dar ese pasó en el plano íntimo. Es una tortura saberlo mío
y no poder hacerlo.
Mile toma
mi mano y su otra mano suelta mi cintura empujándome levemente, me retira de su
cuerpo para terminar con mi brazo estirado, y después, jala suavemente de mi
mano, haciendo que me acerque de nuevo a él, dando una vuelta hasta enredarme
en su brazo. Así es como terminamos pegados, con su cuerpo tras mi espalda y es
cuando Mile comienza a moverse cadenciosamente.
Esto es
nuevo para mí, Mile estaba siendo tan suave y seductor, que lo estaba
disfrutando mucho y me deje llevar por la música, por Mile. Se sentía tan bien
su cuerpo rozando con el mío, tan sexy, tan deseado. Creo que ahora entiendo
porque este tipo de baile solo lo practican los adultos, ellos si saben cómo
provocarse.
Todo
combinado, la música, Mile, el baile… Mile, nuestros cuerpos bailando de esa
manera… Y Mile, sentía mis piernas flaquear ante su toque, comenzaba a
invadirme esa sensación de calor y sentí como la excitación recorría mi cuerpo
mucho peor que la primera vez que tuvimos que grabar una escena de sexo.
¿Cómo es que
un simple baile me estaba dando bochornos y me ha puesto duro de otra parte? ¿Acaso
Mile estaba provocándome?
Y yo que
pensaba poner en práctica el plan de Us y seducirlo un poco. Este baile estaba
despertando todos los deseos más escondidos de mí ser, esperaba que Mile
estuviera pasando por lo mismo.
Las tenues
luces de la pista nos dan algo de privacidad en medio de las demás parejas.
Continuamos bailando al compás de la música sin dejar de mirarnos a los ojos,
Mile sigue guiando el cadencioso baile, su cuerpo pegado al mío moviéndonos muy
sensualmente.
Comienzo a
recorrer su cabello, su cuello con mis manos… quiero provocarlo mientras Mile
sigue aferrado a mi cintura sintiendo el calor de su cuerpo en mi espalda.
Cierro mis ojos y me dejo llevar, abandonándome a lo que estoy sintiendo.
Sin poder
aguantar más, me giro un poco y le doy un beso en la parte expuesta de su
cuello. Alcanzo a escuchar un leve gemido de su boca.
Mile me
toma de la mano para darme otra vuelta y después atraerme hacia su cuerpo, así
es como quedamos pecho con pecho, lo que hace que su pierna roce sin querer mi
entrepierna, por lo que Mile puede sentir como mi “amigo” también comienza a despertar.
Un
escalofrío de anticipación recorre mi cuerpo mientras nos quedamos mirando por
un momento. Yo estaba sonrojado y algo acalorado. Miro a mi alrededor esperando
que nadie nos vea y es cuando me doy cuenta que solo hay parejas de enamorados
en la pista bailando.
Unos pasos
más y la canción termina. Mile me aferra en sus brazos, ya que aún tengo ese
problema entre mis piernas, por lo que lo abrazo de la cintura mientras me
ayuda a caminar.
— Es por mi culpa… – Mile susurra en mí
oído a manera de disculpa —. Arreglaré tu problema, te lo prometo. – y su boca
da un leve mordisco a mi oreja. Le doy un corto beso para no aumentar mi
problema.
Sonrío
ante lo que me espera, por fin mi deseo se cumplirá.
Mile POV
El
esperar por alguien así, con calma,
Nunca
se ha sentido tan cálido.
No
solía ser así y ahora…
No
puedo esconder lo que siento.
*
“Hace 12 años trabajamos juntos por
casualidad y luego nos volvimos a encontrar. Para mí, Apo siempre tiene una
característica clara en mi memoria.”
*
“Los fanáticos apasionados
recientemente se toparon con un vídeo de nuestro primer encuentro y fueron
gratamente sorprendidos. Esta revelación inesperada sirve como recordatorio de
la naturaleza impredecible de la vida, y ocasionalmente nos regala agradables
sorpresas a lo largo de nuestro viaje.”
*
La verdad
es que el baile nos encendió a los dos, pero en Apo ocasiono un problema mayor,
yo intenté no perder la calma. Sonrío al saber lo que le provoque. Así que ayudo
a Po a caminar hasta la mesa, su problema entre las piernas no lo deja caminar
bien.
La
sorpresa que tengo pensada para Apo, va a tener que ser ahora. Por lo que, al
llegar a la mesa, comienzo a despedirnos de todos.
— Lo siento chicos, tenemos que irnos.
— ¿Tenemos?
Apo aún no
comprendía. Quizás es lo mejor, porque de esta manera no arruinaría la sorpresa
que le tenía.
— Si, todavía debemos ir a otro lugar. –
le respondo tomando su mano.
— Nos dejan. – suspira Tong.
— No tienes que decirlo. Apo ya estaba
preocupado porque no veía acción. – Bas pone en evidencia mi plan y a Apo que
se pone colorado al escucharlo.
— Suerte a los dos.
¿Us nos
desea suerte? ¿Qué todo el mundo sospecha de mi sorpresa?
— ¿Y Barcode?
— A buena hora se acuerdan de su nong. –
vemos como P’Tong se burla de nosotros —. Barcode tiene rato que se fue con Jeff.
— Esos… Jeff me las va a pagar, pero
cuando Barcode no me vea. – dice Apo mirando alrededor.
Todos
comenzamos a reír.
— Nos vamos. – le digo finalmente a Po y
nos despedimos de todos.
Para ese
momento, Apo ya podía caminar mucho mejor, aun así, lo abrazo de la cintura y
lo llevo hasta mi auto. Al lugar al que íbamos era un lugar céntrico, pero si estaba
algo retirado.
— ¿Y el otro auto? – me pregunta curioso
Apo, pensé que no iba a notarlo.
— Lo cambie por este.
Por su
mirada, comprendí que Apo estaba muy sorprendido del cambio, ya que el otro
auto se trataba de un clásico.
— Este es mucho más económico, rinde más
y su mantenimiento es más sencillo. – le explico.
Apo no
pregunta más, ya que él y yo estamos ahorrando para poder realizar nuestros
planes y el irnos a vivir juntos. Elegí el tipo de auto que a Apo le gustaban,
algo compacto, no muy ostentoso y ecológico.
— ¿Dónde vamos Mile?
— Es una sorpresa. – me giro hacia él, puedo
ver lo hermoso que se encuentra ésta noche, aun en la oscuridad del coche —.
Ponte esto.
— ¿Una venda? ¿Qué tramas? – me pregunta
con esos hermosos ojos curiosos que amo.
— Solo ponla en tus bellos ojos, por
favor, ¿Si? – hago mi mejor puchero para que no pueda negarse.
Para
cuando termina de colocarse la venda, estábamos a punto de llegar. Disfrutaría
darle esta sorpresa, ya deseaba ver su rostro y su reacción.
Nuestras
personas más cercanas sabían que terminando de transmitirse la serie, Apo y yo
nos iríamos a vivir juntos. Por eso comenzamos a visitar algunos departamentos
que se encontraban a la venta, pero a la fecha no hemos encontrado nada
adecuado a nuestro gusto, comodidad y presupuesto. Porque Apo ha sido muy
estricto en esto, que ambos pondremos la misma cantidad de dinero, a pesar de
que yo podría comprarlo por los dos.
En una de
las primeras visitas que hicimos para encontrar departamento, nos topamos con
uno que era perfecto. Se encontraba en un primer piso, acceso privado y muy
bien vigilado, los balcones del frente del departamento daban hacia un parque,
a pesar de sus grandes ventanales, los altos arboles daban mucha privacidad. A
Apo le encanto este detalle.
Además,
era muy espacioso e iluminado. Tenía una recamara, una pequeña cocina, sala-comedor,
cuarto de servicio, medio baño para las visitas, un baño completo con tina en
la recamara y todos los cuartos estaban enmarcados con blancas paredes en un
estilo muy vintage; los principales como la recamara y la sala-comedor con
grandes ventanales que también contaban con balcón y vista hacia el parque.
Era el
departamento de ensueño.
Lo único
malo era que excedía un poco de nuestro presupuesto, teníamos el dinero, pero
no deseábamos gastarlo todo, ya que debíamos amueblarlo, pagar los servicios y
el mantenimiento.
Por eso es
que pienso que todos los demás departamentos que visitamos no nos parecían tan
bonitos como el primero. Apo se enamoró de ese departamento, estaba seguro, ya
que su emoción no era la misma que cuando conocimos el primero.
Y ahora
nos encontrábamos aquí, ante la puerta de ese departamento, había podido
cumplir uno de los deseos de mi amor. Esperaba que le gustara y se
sorprendiera, porque además le tenía preparada otra sorpresa.
Quito la
venda de sus ojos, obviamente Apo reconoce la puerta y el número del
departamento.
— ¿Qué es esto Mile? – me pregunta Po asombrado,
puedo verlo en ese brillo que tanto me encanta en sus ojos.
— Nuestras llaves Po. – le ofrezco las
llaves para que haga los honores.
— Mile… esto es… – lo interrumpo y abrazo
por la espalda, tomo sus manos y juntos abrimos la puerta.
— Esto es nuestro, Po.
Entramos
abrazados cerrando la puerta tras de mí. Pude sentir el momento exacto en que
Apo dejo de respirar al entrar al departamento, para después hacerlo
profundamente.
El
departamento se encontraba vacío, pero en medio de la gran sala había cojines
acomodados en el piso con una pequeña mesa a un lado llena de ricos postres,
una botella del mejor vino que pude conseguir de mi propia colección y todo se
encontraba iluminado por pequeñas velas. Las ventanas del balcón estaban totalmente
abiertas, estas también se encuentran iluminadas por pequeñas velas y como
dije, los arboles al fondo nos dan privacidad.
Apo
suspiro sonoramente.
— No nos alcanzó para pagar el contrato
de luz.
— ¿Cómo supiste? – me reí.
— Eres un tonto. – Apo gira en mis
brazos y cruza los suyos alrededor de mi cuello —. ¿Hiciste todo esto para mí?
– asiento con la cabeza —. Y… vendiste tu coche para que nos alcanzara y comprar
el departamento, ¿verdad?
— Tenía que hacerlo. Tú mismo dijiste
que mi coche era un lujo ostentoso y que podría crear envidias en los demás.
— ¡Pero tú mamá te regaló ese auto! – Apo
dijo en un grito, se ve tan tierno todo preocupado.
— La verdad es que…. Le dije a mamá lo
que pensaba hacer y ella me dio la idea, así que no tienes que preocuparte. Un
auto jamás se va a comparar con hacer una vida contigo, porque te amo más a ti.
Y si el nuevo coche te gusta y estás de acuerdo en vivir conmigo en este
departamento… Realmente ese auto no importa nada.
— Sí quiero vivir contigo. Así como
quiero que estés conmigo siempre. – sé que ese es uno de sus miedos, aún conserva
un poco de inseguridad por lo que pueda pasar en nuestra relación.
Y es que,
al ser figuras públicas, tenemos más cosas en contra, podrían pasar muchas
cosas. Por eso todos los días intento que Apo sepa lo mucho que lo amo, que no
importa lo que pase nunca soltare su mano, para que ese temor por el futuro
poco a poco desaparezca.
— Nunca te dejaría, lo sabes, ¿verdad?
Te amo desde que la primera vez que te vi. – doy un beso fugaz a sus labios —. Déjame
hacerte feliz, ahora, en este momento… un momento que puede durar para siempre.
Veo a Apo
cerrar sus ojos…
— Un día a la vez… – le escucho decir y
luego abre sus ojos.
— Sí, no pensemos en mañana, disfrutemos
que hoy estamos juntos.
Me
concentro en besar su boca que siempre me provoca, mis labios se separan para
volver a rozar la piel de su cuello. Apo suspira mientras beso, acaricio,
muerdo y me apropio de su piel, dándome el placer de sentir como su cuerpo se
estremece entre mis brazos.
Hasta
ahora Apo y yo no hemos tenido intimidad. Desde que grabamos las escenas de
sexo para la serie, quisimos estar juntos sin necesidad de llegar al sexo,
porque bien o mal, en esas escenas llegamos a conocer nuestros cuerpos y
quisimos mantenernos en el plano profesional. Los que estaban ahí eran Kinn y
Porsche, no Mile y Apo.
Fue algo
difícil mantener nuestra promesa, pues el tener profundos sentimientos entre
los dos, lo hizo un poco difícil. Sin embargo, por fin sucedería, esta vez
sería una entrega por amor entre Apo y yo, en todos los sentidos. Esta es
nuestra noche especial, la primera vez que haremos el amor.
Poco a
poco empujo a Apo hacia donde se encuentran los cojines, hago que se siente
sobre ellos y me acomodo a su lado sin dejar de tocarlo, de besarlo. Pronto mi corbata
sale volando y uno que otro botón también, su camisa la he dejado abierta
mostrando su pecho.
Finalmente
me deshago de su saco, de la estorbosa camisa que no me deja saborear y
disfrutar de la vista de su piel.
Acerco mi
boca a su cuello y soplo suavemente haciendo que su piel se erice. Apo se deja
caer de espaldas entre los cojines, lo que me da un mejor acceso a su pecho y
sus tetillas, las cuales lamo ensalivándolas un poco para después soplar,
haciendo que las pequeñas gotas de saliva se enfríen y en respuesta, escucho
salir un pequeño gemido de su boca.
Me
reincorporo entre los cojines para comenzar a desabrochar sus pantalones, mis
manos se deslizan por sus piernas con las molestas prendas dejándolo
completamente desnudo. Mis ojos devoran todo lo que ven, su delgado y firme
cuerpo, su suave piel, su estrecha cintura, su hermoso rostro sonrojado y sus
labios hinchados por nuestros besos.
Delante de
él comienzo a quitar mis ropas, Apo no pierde detalle de mis movimientos,
muerde sus labios cuando ve que mis manos intentan desabrochar mi pantalón.
Termina sentado y con sus manos baja el cierre de mi pantalón, después jala de
mi cuello y volvemos a besarnos.
Apo no ha
dejado sus manos quietas, ya se han colado por debajo de mi pantalón y ropa
interior. Mis gemidos se quedan ahogados en su boca, pues está acariciando todo
lo largo de mi miembro y cuando sus dedos tientan la punta, me siento
enloquecer.
Suavemente
lo empujo, dejándonos caer sobre los cojines. Suficiente preparación para mí,
siento que estoy a punto y si Apo sigue con sus caricias sobre mi pene, no dudo
en que terminaría en sus manos.
Acomodo a
Apo sobre los cojines mientras yo me acomodo entre sus piernas. Mis manos se
deslizan acariciando todo a su paso, desde sus tersos muslos, las suaves líneas
de su cintura, su firme abdomen y siguen subiendo hasta su pecho, llevando mi
rostro hasta la hombría entre sus piernas.
Es la
primera vez que deseo esto, el único hombre que ha logrado provocarme… Quiero
saborear a Apo por completo, recorrer su cuerpo y memorizarlo, cada sensación,
cada suspiro que le causo al acariciar esa parte de su cuerpo.
Mi boca se
desliza con ternura sobre su miembro que se hunde dentro para saborearlo,
besarlo, lamerlo y recorrer cada centímetro de esa piel palpitante. Mis manos
descansan en su pecho donde puedo sentir los latidos de su loco corazón, tan
loco como el mío que muere de deseo y amor.
Las manos
de Apo se sostienen de mis cabellos como su única ancla en este momento. Poco a
poco bajan sosteniendo mis hombros para después hacerme desistir de mi trabajo,
se aferra a ellos y me hace subir hasta su boca para perdernos en otro beso.
Suspiros y
más besos.
Termino
por tenderme a su lado y mi mano baja por en medio de sus muslos hasta
encontrar su entrada, mis dedos se cuelan gentilmente, adentrándolos uno a uno
para prepararlo.
Es la
primera vez que lo hacemos, pero no soy tonto, me he puesto a investigar tanto
como he podido para hacer de este momento menos doloroso para los dos. Así que,
para distraerlo de la incomodidad que el intruso causa en su cuerpo, con mis
labios acaricio sus ojos, beso sus mejillas. No puedo evitar volver a besar sus
labios y morderlos, me tientan.
Apo solo
se deja hacer, esta tan perdido en lo que está sintiendo. Sin embargo, sus
manos no dejan de recorrerme, de procurarme y estremecerme también. Y cuando
estoy a punto de devorar de nuevo los botones de su pecho, siento su lengua en
mi cuello en una húmeda caricia que me hace alejar mi mano de entre sus
piernas.
Pronto
enreda sus piernas con las mías rozando nuestros miembros; lo que me dice que
está listo.
Acaricio
su abdomen al acomodarme entre sus piernas, me incorporo sobre mis rodillas
sosteniendo mi sexo en su entrada, Apo se acomoda ansioso. Espero estar
haciéndolo bien, no quiero lastimarlo. Voy adentrándome lentamente, sintiendo
la intensidad del momento mientras me hundo más profundo de su entrada.
Apo cierra
sus ojos al sentirme dentro de su cuerpo. Por un momento me quedo quieto,
esperando alguna señal para comenzar a moverme y es cuando Apo abre sus ojos
clavando su mirada en los míos. En sus ojos puedo sentir la calidez, esa mirada
que me enamoro y que jamás pude olvidar, con la diferencia que ahora está llena
de amor.
Todo es
tan intenso cuando comienzo a moverme, en cada movimiento siento como una
corriente me recorre por completo, no pensé que sería de esta forma. El cuerpo
de Apo también reacciona, su espalda se arquea en cada embestida y sus uñas se
clavan rompiendo la piel de mis hombros.
En el
momento de nuestra unión, nuestro momento cumbre al hacer el amor, nuestros
ojos se miran hipnotizados, nuestros cuerpos en movimientos sincronizados,
movimientos que comienzan a subir de intensidad haciéndonos sentir un placer
inigualable.
Apo gime
mi nombre cuando retengo su cuerpo debajo del mío y yo no puedo dejar de
observarlo maravillado. Sus labios buscan a los míos una y otra vez sin
quererse separar, en estos momentos siento como una descarga eléctrica inunda
todo mi ser. Siento como Apo alcanza el éxtasis terminando entre nuestros
cuerpos, con sus ojos cerrados mientras sus manos se aprietan con fuerza en mi
piel. Su entrada se contrae sobre mi miembro, haciéndome terminar también en su
interior. El cosquilleo de mi cálida esencia hace que su espalda se arquee,
alargando su placer un poco más.
Poco
después su cuerpo relajado descansa sudoroso sobre el mío. Abrazo a Apo con
ternura y beso con delicadeza su frente. Apo se remueve como gatito apretándose
contra mi pecho, se deja acunar en la tibieza de mi cuerpo hasta quedarse
dormido.
* * * * *
Al
amanecer, la luz que se cuela por la ventana hace que mis ojos se cierren un
poco hasta que se adaptan a la claridad. Entre mis brazos, abrazado a mi pecho
aún se encuentra Apo dormido, no lo quiero despertar por lo que me dedico a
observarlo dormir.
— Nuestra primera vez haciendo el
amor... – susurro al besar su frente — Te amo Apo.
Mi roce lo
hace despertar. Restriega sus ojos hasta que la claridad le deja abrirlos y me
regala un besito de buenos días de sus labios.
Sus
grandes ojos ahora me observan.
— ¿Cómo te sientes amor? – le pregunto a
Apo.
— No siento nada extraño, ni miedos… –
Apo sonríe lleno de felicidad, lo puedo notar porque sus ojos, ahora son mucho
más brillosos que antes.
— Mientras estemos juntos….
— Siempre juntos.
— Te amo.
— Te amo, Mile. – de nuevo besa mis labios
en un beso corto. — Sabes, tengo unas ansias locas de comenzar amueblar este
departamento… comenzando por la cama.
La
sugerencia me hace reír, ya que esta noche hemos tenido que dormir entre los
cojines y, a decir verdad, no son muy cómodos. Apo me sonríe travieso y otra
tanda de besos no se deja esperar.
Las
palabras que hablan de amor y que surgen entre los dos nos dice que, Apo y yo
estábamos destinados a vivir este amor.
Fin
Comentarios
Publicar un comentario