ENTRE LA IMAGINACIÓN Y LA REALIDAD _ Parte 41 Especial JobBas


El Primer Beso, Siempre Será El Más Recordado

Habían pasado varios meses, mi relación con Bas como amigos iba perfectamente, algunas veces su comportamiento me hacía creer que le gustaba, otras veces por el contrario volvía a caer en la realidad de que solo éramos amigos.

Era viernes por la tarde nos tocaba ir a talleres; aquel rumor sobre la cancelación de la serie estaba tomando fuerza debido a que nos hicieron saber que debían detener las grabaciones porque todo se estaba tornando complicado y los recursos no daban abasto, así que estaban haciendo prácticamente lo imposible para no dejar que el proyecto se fuera a pique, pero la situación cada día era más difícil... no había esperanza alguna de que el tema con el virus se acabara y todos volviéramos a nuestras vidas de antes; muchos, incluyéndome estábamos aceptando que nos tocaría vivir con esta situación durante varios meses o quizás años y acostumbrarnos era lo mejor que podíamos hacer.

Llegué temprano a los talleres ya saben que tengo está manía de llegar temprano a todos los lugares, iniciamos con dinámicas rutinarias. Apo y Mile al ser quienes darán vida a los personajes principales, obviamente su entrenamiento era un poco más intensivo, por otra parte los que vamos a personificar roles secundarios nos tocaba complementarlos, pero de igual forma debíamos practicar interpretación, desarrollo de talento y demás cosas que se hacen en talleres actorales.

Quienes dirigen dichos talleres, nos indicaron varias instrucciones para entender el personaje, lo cual entre otras palabras nos ayudaría en cómo interpretarlos. También hicimos varias dinámicas que consistían en reconocer al otro. Básicamente era cerrar los ojos y estando frente a la otra persona ir tocando con tus manos para familiarizarte con tu compañero y crear una confianza...a estas alturas supongo que estarán pensando que mi compañero era Bas, pero no fue así, a mi me tocó desarrollar la actividad con Tong y a Bas le tocó hacerlo con Perth. No es algo que me incomodara, tampoco era algo que me generará celos, aún sabiendo que la persona que me gusta estaría compartiendo con otro y no conmigo ... está bien... si me moleste un poco, pero debo aclarar que la clave está en ser profesional, aprender a separar temas personales de lo laboral y así no permitir que cierto asunto intervenga en tu trabajo.

Ya bastante cansados, todos nos encontrábamos sentados en el suelo descansando, yo al lado de Bas como siempre, desde que nos hicimos amigos muy pocas veces nos separamos, la mayor parte del día la pasamos pegados, al punto de que Tong no paraba de molestarnos.

— Ya vuelvo – Bas se levantó.

— ¿A dónde vas? – Le pregunté.

— Voy a la Universidad un momento a entregar un trabajo, no demoró – me dice mientras se levanta.

— ¿Te espero? – me levanté y lo seguí hacia el lugar donde se encontraban sus pertenencias.

— No te vayas sin mí – da la vuelta y sonríe mientras me toma de la mano.

Yo volví a sentarme en mi lugar, al lado se encontraban Tong que me miraba como quien quiere lograr averiguar algo con tan solo observar.

— ¡Oww!...ni siquiera ha salido muy bien y ¿ya lo extrañas? – Tong me dice de manera burlesca.

— ¿De qué hablas Phi? ¿A quién extraño? no extraño a nadie – le digo, mientras miro hacia al otro lado de la sala.

— Mírame – me señala con el dedo — tú... ¿De verdad crees que no me he dado cuenta? El único que no se da cuenta de cómo lo miras es Bas porque de resto, basta con verte y saber que ya estás perdido – me coloca la mano en el hombro y moviendo su cabeza como si estuviera decepcionado continúa diciendo — Nong... el amor te está volviendo tonto – me dice y se ríe.

— P'Tong ... en verdad, no sé de qué hablas– me reí pero mi risa era más de nervios.

— En serio ¿Cuándo le vas a decir? – en voz baja me pregunta.

— ¿Cuándo le voy a decir? – miré para asegurarme de que nadie me escuchara y me acerque más a él — ¿Se nota mucho? – le pregunte porque quiero estar seguro que no ando por ahí con cara de enamorado.

— Bueno a menos de que sea ciego cosa que no soy. Pues... Nong, los ojos te brillan cada vez que lo tienes cerca y ni se diga cuando te habla cambias completamente a su lado; pero no sé quién de los dos es más tonto.

— ¿Por qué lo dices P'? – ahora tenía mucha curiosidad de saber el porqué Tong dijo eso, acaso...

— Lo dicho eres tan...el único ciego aquí eres tú ¿Crees que Bas se comportaría así con cualquier persona o "amigo"? ...la respuesta es, No. estoy completamente seguro que siente lo mismo que tú.

— Imposible P'Tong, yo solo soy su amigo – le respondí, pero aun así me quedé pensando.

— Bueno cree lo que quieras creer, pero te aseguro que cuando entre por esa puerta, a la primera persona que mirara será a tí y va a sonreírte...– Tong me dice y al mismo tiempo se levanta, dejándome a mí en el piso con miles de preguntas.

La puerta de la sala se abrió y automáticamente yo voltee, la persona que entró era Bas me miro y me dio su mejor sonrisa, quede mirándolo y al mismo tiempo desvíe mi mirada hacia donde se encontraba Tong, aunque no había sonido pude leer claramente sus labios [te lo dije] se echó a reír y dió la vuelta. Bas se acercó y se sentó a mi lado... no sabía qué hacer, el corazón me palpitaba muy rápido, no era a causa de nervios, era debido a las emociones y la ilusión de solo pensar que yo también le gustaba.

— ¿Quieres? – Bas me pasa una bebida que traía en sus manos, mientras seguía con esa sonrisa característica de él. Tome el vaso y le di un sorbo, la frescura del Cha dam yenun té negro frío sin azúcar que es muy común en Tailandia para calmar la sed— Pase por un momento a la cafetería y lo compre – me dijo.

— Kop Kung Krap/ Gracias. sabe muy bien – le digo y coloco mi mano sobre su hombro.

— ¿Y yo? – Tong se acercó haciendo pucheros.

— P'Tong para ti no había – Perth le dice mientras suelta una risa en la otra esquina.

— Mal amigo, está claro que aquí existen prioridades – Tong lo mira y se retira, Bas se reía por el dramatismo de Tong y las burlas de Perth.

— No te preocupes Phi, algún día tendrás a una persona que te traiga bebidas – Perth vuelve a reírse y Tong lo persigue para así detener su burla.

El sol se había escondido y la noche estaba llegando, todos sin excepción alguna estábamos bastante cansados, pero logramos terminar todo, algunos ya se habían ido, otros por el contrario seguían charlando. Yo me encontraba afuera tomando aire, pensando en lo que había pasado y en lo que me había dicho Tong. Pero le daba vuelta al asunto y aunque estaba feliz de pensar que Bas sentía algo por mí, también estaba inquietante por las posibilidades de que fuera un error.

— ¿En qué tanto piensas? – Bas se acercó y se sentó a mi lado.

— Nada en particular – baje la cabeza.

— Ven acércate – con su mano me indicó que me sentara un poco más cerca, mientras sacaba el celular y activaba la cámara.

— Estamos sudando, como nos vamos a tomar una foto así – todo el día de aquí para allá, el olor no era el mejor así que trate de alejarme.

— No importa, igual te ves guapo con sudor o sin él. Además ... – se acerca y me huele, quede por un momento paralizado y solo pensaba en que si resultaba ser cierto que le gusto y llegó a ser algo más que amigo, no voy a permitir que vaya por ahí diciendo y haciendo tales cosas — hueles bien – se ríe y me jala del brazo.

Nos acercamos tanto, que no pensé que Bas iba a colocar su mano en mi cintura y me iba a llevar hacia él, me acerco tanto que su aroma golpeó mi nariz... otra vez no, si esto continúa no me haré responsable de cualquier cosa que suceda. Bas acomodó el celular y nos tomamos una selfie.

— Técnicamente está es nuestra primera foto juntos... como amigos – Bas dice y procede a mirar la foto y sonreír — espero que no sea la única– me dice mientras guardaba el celular en el bolsillo de la sudadera que traía puesta y continúa diciendo — Te quiero invitar a un lugar especial este fin de semana, a menos de que ya tengas planes.

— No tengo y me encantaría conocer ese lugar – le digo mientras le sonrió de manera coqueta.

— Ok perfecto, pasaré por ti en la mañana a eso de las nueve. ¿Estaría bien a esa hora?

— No hay problema, te estaré esperando – Cualquiera que me escuchará diría que estaba tan tranquilo, pero en realidad estaba rogando no perder el control de mis emociones. — No te arrepentirás – me guiña un ojo y se levanta.

Llegué a mi apartamento y fui directo a mi cama quería dormir pero.... ¿Quién puede dormir, pensando que a pocas horas saldrá con la persona que le gusta a un lugar especial? Además, luego de lo que me dijo Tong, no podía pegar los ojos, daba vueltas y más vueltas pero... ¿En qué momento? ... ¡Aihss! O soy muy lento o en verdad no está pasando nada y Tong solo vio cosas que no existen.... Ese Phi , nada más viene a descontrolar y luego se va sin dar claridad de lo que dice; aunque pensándolo bien... ¿Es normal que los amigos se traten como Bas y yo nos tratamos? ¿Es normal que todo el tiempo estén juntos?... Claro que es normal Mile y Apo lo hacen y son amigos. ¡Oh Dios! Me voy a volver loco, todo por culpa de Tong diciendo cosas, por su culpa ando pensando tonterías. Mejor dormiré, mañana estaré disfrutando al lado de Bas. Me acomode y deje que el sueño junto con el cansancio hicieran sus efectos, hasta que ya no había pensamientos y logré dormir plácidamente.

La luz que entraba por la ventana me despertó, eran las siete de la mañana, dormí lo necesario para que mi cuerpo se sintiera mejor y listo para salir, me levanté y fui directamente al baño. Aunque ya les había dicho que no suelo poner ningún empeño en lo que me coloco, no quiere decir que la primera cita que tengo con ese hermoso hombre, me vaya a colocar lo primero que encuentre. Abrí el closet y agarre una camisa blanca bastante suelta junto con un pantalón negro; no quiero parecer elegante pero quiero estar presentable; antes de cambiarme, salí solo con los pantalones a la cocina porque podría suceder cualquier accidente sobre mi camisa, así que es mejor evitar. Me preparé un café para terminar de despertarme junto con tostadas y huevos. Miré el reloj y eran las 8:15 a.m. de igual forma miré el celular, pero aún no había llegado ningún mensaje de Bas. Ya completamente lleno, procedí a lavarme los dientes y cambiarme, mientras buscaba el perfume el sonido del teléfono avisando que llegó un mensaje me hizo voltear.

— Bas: Sawatdee Khrap Job/Buenos días, ¿Dormiste bien?.

— Job: Sawatdee torn chao/ Buenos días. ¿Dormí muy bien y tú?

— Bas: Perfectamente ¿Estás listo?

— Job: Si, te esperaré abajo. – Bas: No. Yo subo por ti.

Es extraño que quiera venir hasta mi apartamento para luego bajar, pero igual lo esperaré. Le avisé al vigilante que vendría alguien que le permitiera subir. Le di un vistazo rápido a cada espacio del apartamento cerciorándome de que no hubiera nada en desorden.

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

Me acerque a la puerta y era él, tomé un respiro antes de agarrar la manija de la puerta, mientras me recordaba de no hacer nada extraño, nada que lo fuera alejar. Abrí y ahí estaba, se veía mejor que todos los días, llevaba puesto una camisa azul clara ajustada, los tres botones de la parte superior estaban sueltos dejando entre ver la piel blanca de su pecho, con un pantalón de color oscuro. Debo decir que cuando mire la parte desabrochada de su camisa, varios pensamientos vinieron a mi cabeza y trague.

— Sawatdee Khrap/ Hola – su sonrisa es tan perfecta.

— Hola – lo mire y le devolví la sonrisa — pasa por favor – le di el espacio suficiente para que entrara.

— Tienes un apartamento muy lindo – me dice mientras le da un vistazo alrededor ¿Desayunaste?

— Sí y ¿tú?

— Mmm ya lo hice – se dio la vuelta y ambos nos quedamos mirando, él se fue acercando y dice— Te ves muy bien hoy – Con su mano, agarró la costura de los dos botones.

Habían tantas cosas que quería hacer que se estaba volviendo difícil no hacerlas, fue bajando con su dedo hasta llegar al segundo botón, yo tenía la camisa suelta no tanto como la suya, pero era suficiente para ser rozado y Bas lo hizo, una corriente entró desde mis pies hasta que aterrizó en mi pecho, apreté su mano y cerré los ojos mientras asimilaba y trataba de no dejarme llevar por mis deseos.

— No hagas eso – le dije casi susurrando, estaba tan cerca de mí que no necesitaba alzar la voz.

— ¿Por qué? – su respuesta fue de manera tan desafiante pero igual con un tono bajo.

— Porque.... – lo mire y me miraba como quien busca respuesta — no está bien Bas.

— ¿Qué no está bien? – se acercó un poco más e incluso nuestras narices chocaron, su olor me estaba volviendo loco, controle durante tanto tiempo lo que sentía por él que no podía más.

— ¿Qué estamos haciendo? – ya no lo miraba, solo miraba sus labios, esos labios que una vez me llevaron al éxtasis mientras me masturbaba en el baño de la compañía, esos mismos labios que siempre había querido probar — Somos amigos y esto solo dañaría nuestra relación.

— Job – nuestras frentes estaban juntas — dejamos de ser amigos hace mucho tiempo – su mano ya no estaba en los botones de mi camisa, ahora se encontraba rozando suavemente con la yema de sus dedos mis labios y continuó diciendo — Estamos haciendo lo que siempre quisimos hacer...Job.

Interminables de veces soñé y en mis deseos más íntimos imaginé este momento. Tenía miedo que esto trajera consigo el perderlo como amigo, prefería mil veces resistirme a no estar junto a él, hoy cuando lo tenía tan cerca de mi, sintiendo su aroma y su aliento entendí que había perdido la cabeza por él hace mucho tiempo, pero me rehusaba a aceptar que me había enamorado tanto que no sabía cómo manejarme cuando lo tenía cerca, me había enamorado tanto, que quería ser parte de su vida en todo momento. Fue suficiente el tiempo en el que controlé todo esto, que era justo que en algún momento saliera y yo aceptaría las consecuencias de mis actos; sin más ladee mi cabeza buscando sus labios, lo bese, no fue un beso apasionante solo fue un pequeño beso, pero me retire al instante.

— No puedo – bajé la cabeza, no sabía dónde mirar.

— ¿No te gustó? – el tono con el que me lo dijo me hizo un hueco en el pecho. Me volví acercar y lo mire.

— El problema no es ese, el problema es que me gustas demasiado que tengo miedo de perderte – lleve mi mano para acariciar sus rostro suavemente, mientras con mis ojos quería transmitirle todas mis emociones y al mismo tiempo garantizar que todo esto era real.

Con sus dos manos agarro mi cara, acercó sus labios y los pegó junto a los míos, se sentían tan suaves, comenzó lentamente a besarme como queriendo darme la confianza que necesitaba para soltar mis miedos y lo estaba logrando ... lleve mi mano a su nuca y entrelace mis dedos en su cabello, apreté no tan fuerte pero lo suficiente como para invadir su boca, la suave piel de sus labios junto con la humedad de su lengua, estaba provocando que me estremeciera, me sofocaba quería respirar así que abrí mi boca para tomar aire y él aprovechó para meter su lengua. Ya no era un beso suave ni mucho menos con dudas, ahora era un beso que llevaba un intenso placer, en cada probada y en cada movimiento, el ardiente deseo de querer más iba aumentando.

Nuestras lenguas se saboreaban mutuamente y la mano que hace un momento había colocado en la parte de atrás de su cuello, ahora estaba desabotonando su camisa, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y aquella parte se estaba tensando, se sentía demasiado apretado al punto de doler, pero eso solo lograba que aumentará más mi ánimo; él al darse cuenta, bajo una de sus mano hacia mi pantalón y lo desabrocho, sin permiso invadió debajo de mi ropa interior, con su mano comenzó a mover mi miembro suavemente.

— Espera – lo alejé mientras jadeaba — ¿No vamos a salir? – me jalo y me beso nuevamente.

— La salida solo era una excusa – se retira y me dice mientras sonríe de manera pícara.

Ya no me importaba nada, lo abrace mientras nos besamos, nuestros pies fueron buscando el camino hacia la habitación. No voy a mentir, disfruté como nunca lo había hecho el tenerlo entre mis brazos, el haber besado cada centímetro de su piel y más aquellas partes donde la luz del sol no daba. Me sentía el hombre más feliz de verlo en mi cama, gimiendo de pasión llenando cada rincón de la habitación mientras nuestros cuerpos chocaban violentamente, pasaron varias horas las suficientes para que la tarde llegará, pensar en detenernos no era algo que tuviéramos en mente ninguno de los dos y la verdad yo no tengo el más mínimo deseo de dejarlo ir, no ahora que era completamente mío... Ahora no hay miedo alguno, solo deseo de despertarme siempre a su lado.






—Xixi 🌼

Comentarios