Lost Heart... Capítulo 1



Choi Siwon

Han pasado ya siete años, en unos meses más seria el octavo aniversario desde que se separaron, y aun así, seguía invadiendo sus pensamientos día y noche… ¿cómo hacer para encontrarlo? ¿Cómo hacer para volver a verlo aunque sea una vez? Desde aquel día había desaparecido…

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Una copa de coñac descansaba sobre el pulido escritorio de caoba. Afuera hacia frío, un frío intenso que calaba hasta los huesos. El hombre detrás de la silla giratoria contemplaba a través de la ventana la ciudad congelada.

- Señor… ha habido inconvenientes. La persona encargada de la distribución dio un aviso y nos embargaron dos toneladas…

- Dos toneladas no es demasiado, aun así… si ya no funciona, deséchalo.

Un hombre había entrado en la habitación a darle la noticia, y con una voz fría y falta de sentimientos, el hombre de la ventana le había respondido… después de todo, así era el negocio.





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Las luces rojas y azules parpadeaban llenado el callejón con su luz. Las sirenas chillaban y todo parecía como sacado de una película.

El lugarsucho no tenía nada especial, a menos que se considerara de vez en vez. Los distribuidores menores llegaban allí para hacer tratos, o que a veces, y solo a veces podías encontrar con quien contactarte si querías entrar al negocio de venta y tráfico.

Así fue como el hombre detrás del escritorio había entrado.

La policía tenía acordonada el área y un par de reporteros intentaban pasar al alejado lugar. La fachada mal pintada y un poco descascarada daba la sensación de no haber sido restaurada en años. El cantinero tenía cara de fastidio y el policía que lo interrogaba parecía ya querer irse.

- Jungsoo… - lo llamó su compañero –. no vamos a encontrar nada más. Sabemos que lo han hecho los rusos o posiblemente los chinos. Si seguimos aquí más tiempo, tendremos problemas, con el jefe y con quién sea el responsable.

- Ok… nos vamos Shindong, aunque no estoy conforme con esto.

Estaban a varios miles de kilómetros de donde se encontraba el hombre detrás de la silla, aun así, podían sentir el nervio puro recorrer su espina dorsal mientras se inmiscuían más en el caso.

- ¡Ahí! No puede ser, van desapareciendo dos personas en lo que va de la semana, y hemos encontrado un cadáver de un desaparecido hace tres semanas… ¡ah!

Jungsoo era el jefe del departamento de policía de la ciudad de Londres. Hacía poco que había llegado al puesto y estaba verdaderamente apasionado por su trabajo.

Sabía que algo muy grande estaba por pasar… lo intuía.





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Era ya muy tarde para que alguien estuviera trabajando en una oficina, pero para el negocio en el que la economía varía en cuestión de segundos, no había tiempo que perder.

- Vende las acciones del banco y compra las de la bolsa…

El chico era bastante joven para ser un ejecutivo, pero lo era, y uno de alto nivel. Detrás de su escritorio, había un gran ventanal por el que se podía observar el parlamento y la torre del reloj Big Ben, además de las cristalinas aguas del Támesis, pero él no las veía. Registraba una y otra vez los documentos esparcidos sobre el escritorio.

- ¡Ah! No sé qué vamos a hacer, las fluctuaciones de la bolsa son tantas.

- Déjalo ya Siwon, no hace falta que todo lo hagas esta noche… - había un chico a su lado, quizá un poco menor, y al igual que el aludido, bastante guapo.

- Para ti es fácil, a mí me va a caer el peso si la empresa se va a bancarrota.

- Ok... pero debes descansar, si no ¿cómo vas a sostener tanto peso?

- De acuerdo… vámonos Henry.

Los pasillos de la gran empresa se encontraban desiertos, nunca había gente después de las 9. Las lámparas blancas le daban un aspecto limpio, pero tenebroso. Aun así, sabían que allí adentro no había nada a lo que temer.

- Henry… ¿cómo va el negocio?

- Nadie me ha dicho nada. Ryeowook no se ha comunicado conmigo y Zhoumi sigue en China.

- Entonces no ha habido noticias de Hangeng.

- No, hasta el momento no… no sabemos cómo pueda resultar este trato.

- Gracias, Henry. Me eres muy útil, sobre todo en estos momentos.

Había veces en las que Siwon pensaba que con todo lo que ya tenía podía dejar su trabajo. Sin embargo, era algo que ya no podía hacer, estaba metido tanto que le absorbía el tiempo por completo.

Se despidió de Henry en el estacionamiento y subió a su Audi de color negro. Las calles de Londres estaban abarrotadas de turistas deseosos de conocer la vida nocturna del país. Seguramente el príncipe estaría de fiesta esa noche.

Mientras manejaba, marcó al teléfono que ya se le hacía conocido.

Espero hasta que reconoció el tono de llamada desviada, espero otros momentos más y hasta que contestaron el teléfono.

- Ryeowook… me dijo Henry que no te has comunicado con él.

- No ha habido nada que aclarar, lo que me ordenaste hacer ya está hecho. Hace un buen rato.

- Entonces debiste avisarme…

- Debiste haberlo oído…

- Supongo que lo hice, pero no le preste atención. Ocúpate del resto, como siempre.

- De acuerdo.

- … - colgó antes de oír la respuesta completa.

Las luces de su departamento continuaban apagadas como las había dejado en la mañana. Le gustaban los pisos altos y exclusivos, así que su hogar estaba en el último piso de una exclusiva zona residencial del Londres antiguo, aunque por dentro era completamente moderno, de líneas simples y de color blanco desde el techo hasta el piso, interrumpido ocasionalmente por adornos u objetos de color plateado o gris.

Camino pesadamente hasta su habitación y se tumbó en la cama. Y sus pensamientos se volvieron a escapar de sus manos…

Recordó y se frustro de nuevo, como cada noche que llegaba a su solitaria habitación. ¿Cómo era posible que el, Choi Siwon no encontrara a una persona? ¿Tan difícil era?

El teléfono lo despertó. Se había quedado dormido pensando en él. Otra vez.

- Bueno… - no tenía ni ganas de contestar.

- Siwon, la junta acaba de comenzar… ¿Dónde estás? – entonces cayó en la cuenta que ya era de mañana y los tímidos rayos del sol comenzaban a asomarse en el horizonte.

- ¡Rayos! Dame quince minutos y estoy ahí.

- Los mantendré distados… date prisa.

Ni siquiera se tomó la molestia de agradecer a su despertador.





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Jungsoo volvió a suspirar mientras depositaba aquel expediente sobre la mesa.

- Se llamaba Sebastián Connor, era dueño de un pequeño negocio de verduras orgánicas en el este de la ciudad.

- ¿Estaba relacionado con ellos?

- Eso parece. Según su registro hace tres años lo arrestaron por tener cien gramos de cocaína, después de eso parecía limpio, pero se dedicó a vender, ya no consumía.

- ¿Y los sospechosos?

- Hay varios, y uno en especial me llama la atención… ¿conoces a Lee Sungmin?

- ¿El dueño de MinCake?

- Exacto, parece su relación era más que proveerle de frutas para sus conservas, parece que Lee no anda en buenos pasos, y tiene de socio a Choi, el dueño de Ya-He Corp.

- ¿Y qué tiene que ver la Ya-He Corp. aquí?

- Es lo que vamos a averiguar




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La ventaja de vivir cerca, y tener un auto potente, era la velocidad de desplazamiento, llego a su oficina en menos de diez minutos.

Eran apenas las siete y media de la mañana, pero ya debía convencer a nuevos inversionistas que su empresa era segura para depositar su capital.

- Y háblenos de sus otros negocios señor Choi… - un hombre mayor se dirigió a él de forma arrogante.

- La inversión en MinCake o la nueva fábrica en China.

- No, eso no… ya sabe, cosas ‘no buenas’. – ya sabía a qué se refería, pero él no era la persona adecuada para interesarse en esos asuntos.

- Eso será en otra ocasión, por ahora la reunión ha terminado, hagan el favor de pasar con mi secretario y con el aclarar las cosas que no tengan claras.

Los hombres salieron de la sala de juntas que había estado en penumbras para que las luces del proyector reflejaran de forma adecuada las cifras y tablas que necesitaban. Suspiro pesadamente hasta que sintió que no estaba solo

- Ryeo, ¿qué haces aquí?

- Vine por mi pago, lo sabes ¿no? Y a decirte que tengo una pista…

Los ojos de Choi casi se salen de sus orbitas, no lo podía creer. Al fin, una pista. Algo que lo podría llevar a él.

- Y ¿cuánto va a costar la pista? – nada en este mundo era gratis, nada.

- Por hoy solo será lo de siempre y la protección a un bar.

- ¿Un bar?

- No es solo un bar, es “el bar” ya sabes, además la policía está vigilando a Min, más te vale tener precauciones.

- No te preocupes, nada pasara, que no se te olvide con quien hablas. Y con respecto a lo que quieres lo tendrás.

- Está bien, hace ocho años fue mandado a Seúl con un tutor, nadie más sabe de él. Incluso su familia lo da por muerto. Después de eso desapareció de los registros… ¿por qué es tan impórtate encontrarlo?

- Le debo algo importante. – era verdad, nunca había podido pagar todo aquello que le había dado y se sentía en deuda, ahora más que nunca, ahora que tenía las posibilidades de pagar; debía encontrarlo.


Continuara...

Comentarios

  1. Asi que es magnate de los begocios e.e e raro...

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  2. Bueno, digamos que he venido directamente solo ha comentar tu lindo fic ^^ bueno el de ambas...
    así que es un ganster(?), magnate(?) una versión muy diferente de siwon... interezante...

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