Lost Heart... Capítulo 2


Casi ocho años de no saber nada, de buscarlo hasta en los más recónditos lugares sin obtener resultado, era como si la tierra se lo hubiese tragado. Había desistido, después de tantos años supuso que ya no encontraría más de él, que quizá él yacía muerto y él seguía buscándolo evocando su alma sin dejarlo descansar.

Y sin embargo una simple pista, casi un rumor… él lo creyó, embarcándolo en este viaje.

***

El viaje en avión transcurrió sin problemas, después de bajar fue cuando todo comenzó mal. Que Donghae se hubiera colado entre los pasajeros sin que él lo supiera, sólo hasta estar de pie en aquellas lejanas tierras le crisparon los nervios y le pusieron de mal humor.

No disfrutó el camino hacia lo que sería su nueva casa, la ciudad meritaba mirarla, los viejos edificios en contraste con los otros modernos que se alzaban sobre ellos intentando alcanzar los grises cielos, tampoco hizo caso de la gente que transitaba por las calles casi corriendo en su apresurada vida, ni cuenta se dio al atravesar el hermoso puente que es símbolo de la gran Londres.

Nada de eso disfrutó, no después de ese pequeño incidente que incluía a Donghae. Además hacía una tarde de perros, un terrible día gris que por cierto se ajustaba a su estado de ánimo, pensó sombrío.

Aquello no se parecía en nada al resplandeciente sol de Seúl, es verdad, no le gustaba acalorarse, pero al menos el sol hacía ver los colores más brillantes y su piel resplandecía; bajo este cielo gris su pálida piel se acentuaba más.

Ya no podía lamentarse de la decisión que había tomado, estaba hecho y tenía que afrontar las consecuencias de ello. Pronto llegarían a un apartamento cerca de la comandancia principal de Londres, adquirido recientemente por el justo antes de embarcarse en este viaje.

De repente, le vino a la memoria la vieja mansión que habito en su infancia en las afueras de la ciudad. Se alegraba de estar lejos de ella y no tener que llegar ahí, de no tener que estar entre todos esos objetos que le traían desagradables recuerdos.

- Tranquilo Heechul. – le dijo su acompañante, algo emocionado como lo demostraba su agitada voz -. Seguramente pronto nos acostumbraremos a vivir aquí. Seguro que también acabara gustándote que yo esté contigo, como lo era en Seúl.

Ése chico no podía estar más equivocado, su mal humor y sus nervios crispados, todo era su culpa. Intento calmar su irritación en el auto, se acomodó en el asiento estirando sus piernas, cruzó sus brazos y perdió su mirada en la nada.


***

¡Jungsoo! Tan sólo entrar fue llamado por su superior, éste se le veía más agobiado de lo normal, seguramente no le daría buenas noticias o quizás algún trabajo nada agradable de lo que tuviera que encargarse.

- Leí el informe de la investigación del caso Conor y la relación de su muerte con la venta de estupefacientes a MinCake.

- Todo eso es verdad señor, ya hemos colocado hombres para que vigilen el lugar.

- ¿Es verdad que Ya-He Corp está involucrado?

- La relación con el dueño de MinCake lo hace ver como enterado de todo lo que ahí sucede.

- Esto es algo grande Leeteuk. – el hombre se sentó por fin después de haber dado vueltas al lugar, haciendo que Leeteuk se sentara frente a él -. Con todo lo que ha estado pasando en la ciudad, sin contar las muertes que tenemos pendientes por resolver.

- ¿A dónde quiere llegar Jefe Rain?

Los años de trabajar al mando de ése hombre, le daba a Leeteuk la familiaridad de tratarlo de aquella forma. Además de que intuía que algo pasaba y su Jefe le daba rodeos a eso que tenía que decirle.

- No tenemos suficiente gente para ocuparnos de todo. – por fin lo dijo, aquello que trataba de darle vueltas -. Por lo que pronto se incorporará uno de los mejores detectives de servicios especiales, por años ha estado siguiéndoles la pista a estos traficantes. La red es mucho más grande de lo que pensamos.

- Un nuevo detective. – atinó a decir Leeteuk -. ¿Cree que nosotros no podremos con esto?

- No es eso, toda la ayuda que obtengamos será lo mejor. – al ver que no convencía a Leeteuk, agregó -. No te estoy hablando de cualquiera, es el mejor en su ramo – entregándole su expediente a Leeteuk -. Estoy seguro que con su experiencia y sus influencias nos serán de mucha ayuda.

- Lo que sea, ya lo ha decidido.

Tomó el expediente y salió de la oficina tratando de contener su enojo.

***

- Shindong, quiero que investigues todo acerca de éste. – le ordenaba a Shindong, mientras dejaba caer un expediente sobre su escritorio.

- Kim Heechul, ¿Quién es él? Leeteuk, ¿por qué es importante? creo que debemos enfocarnos en lo que nos compete… nuestro trabajo. – le recordó Shindong.

- Pues si no lo haces pronto, ya no tendremos en qué trabajar.

- ¿Cómo así?

- Es el nuevo detective que vendrá como apoyo para los casos de la mafia rusa, todo lo que hemos estado trabajando e investigado hasta ahora caerá en sus manos, ¿crees que eso es justo?

- ¡Oh vamos! No creo que sea así, y estoy de acuerdo que necesitamos ayuda, nos enfrentamos a algo grande, Leeteuk y por lo visto este es un detective internacional. Nos seria de mucha ayuda.

- ¿Lo haces tú o se lo encargo a otro? – se impacientó Leeteuk.

- Yo lo hago, pero no creo que encuentres nada, él viene de Seúl.

Y con esto, Shindong salió del lugar con el expediente en mano. No le gustaba este tipo de encargos y mucho menos que su testarudo amigo se tomara las cosas tan personal. Él pensaba que un poco de ayuda no le venía mal a nadie.

***

Una sola maleta es lo que traía como pertenencia, nada de lo que ahí tenia era a su gusto, pero era cómodo de eso no se quejaba. El departamento que adquirió se encontraba en un céntrico edificio perteneciente a una familia que se encargaba personalmente de atenderlo; sin duda era de los pocos negocios familiares que quedaban en la gran capital de Londres.

- Londres puede ser muy gris. – mirando por la ventana el día nublado, como muchos de los que viviría en esa ciudad -. Hyung HoDong tenías razón, esta ciudad puede atormentarme con los más tristes recuerdos.

En sus recuerdos los días más tristes de su vida los vivió en Londres, aquellos mismos que lo traían de vuelta a esta ciudad que años evito. Hace muchos años podía decirse que era feliz, vivió la mejor etapa de su vida durante sus días de estudiante. Pero todo se fue por un caño un día al tener que separarse de él, por tontos prejuicios.

Por si eso fuera poco, días después la noticia que sus padres morían en un trágico accidente termino por destrozar las pequeñas esperanzas que restaban en su corazón. En vano espero una llamada de él que le dijera que estaría a su lado y no lo dejaría solo de nuevo, pero no sucedió.

Siendo joven y sin nada porque luchar, se dedicó a malgastar su vida de fiesta en fiesta, la bebida fue su consuelo y cayo un poco más bajo cuando comenzó a consumir sustancias más fuertes.

Todo era poco para el dolor que su corazón guardaba, su vida fue destrozada en segundos y no encontraba alivio en vida, por lo que salir de la realidad o esperar la muerte era lo único que le animaba. Por mucho tiempo estuvo así, viviendo una vida miserable y sin un fin, hasta que toco fondo.

Heechul agito su cabeza como si con ese movimiento alejara todos esos malos pensamientos de su mente, como si al agitarla las ideas salieran volando de su cabeza; solo le dieron vuelta y trato de ignorarlas esta vez.

Con algo de pereza comenzó a sacar su ropa de la maleta metiéndola en el único closet de su recamara. Se alegró de no haber traído todo lo que estaba acostumbrado a cargar cuando salía de viaje, gracias a dios había tenido a su lado a la ahjuma, si la maleta hubiera sido hecha por el mismo no lo habría logrado.

Era seguro que después se daría una vuelta en la ciudad para adquirir lo que le hiciera falta, después de todo la ropa que usaban en Seúl no era la adecuada para aquel clima. Tendrían que ir a la moda de la ciudad y no aparentar ser extranjero, en su trabajo eso no servía.

- Hyung este lugar es muy grande. – Donghae apareció sorpresivamente como casi siempre lo hacía -. Me gusta, pero extrañaré nuestra casa y la comida.

- Deja de quejarte como bebé, que tu culpa es.

Heechul recordó el incidente del porqué estaba ahí ése chico. Desde el comienzo ese traslado de ciudad era sólo por trabajo que lo incluía sólo a él, su trabajo le costó posicionarse como uno de los mejores detectives de servicios especiales en el ramo de tráfico e inteligencia.

Por eso no le fue difícil conseguir ese traslado, la ciudad de Londres se había vuelto un lugar muy peligroso desde que una de las más grandes mafias se instaló en ella.

- Y ahora, ¿qué voy hacer yo contigo?

- Ya lo tengo resuelto. – dijo Donghae mientras se ponía cómodo sobre la cama del otro.

- ¿Ah sí?

- Sí, yo seré tu ayudante, como policía oficial en Seúl, puedo desempeñar muy bien ese papel a tu lado. Te seré de ayuda cuando haya peligro y podré encargarme de todo eso que requieras mantener en secreto. – soltó con la mayor seriedad del mundo.

- Sabes que si tuviera un secreto jamás te lo diría, ¿verdad?

- Oye, somos familia, dame un voto de confianza.

- Me lo dice el pez con la boca más grande y floja del mundo. – ambos rieron por su comentario -. Mira que has venido sin mi consentimiento, seguramente ajusshi vendrá por ti.

- HoDong lo sabe. – dijo tranquilamente -. Mi padre estuvo de acuerdo en todo.

- ¿Tu omma lo sabe? – preguntó Heechul con temor.

- A esta hora debe estar enterándose.

- La ahjuma me matará, eso es definitivo. – aventando lo que tenía más cercano a la cara de Donghae -. No me va a perdonar que me haya quedado con su bebé.

- Yaaaa Heechul hyung, si no fuera de ayuda, ¿tú crees que appa me habría dejado venir tras de ti? Si no fuera yo, habría sido él o alguno de mis hermanos mayores.

- Ellos no, tus hermanos tienen familia.

- Por eso he venido yo.

- Me mandaron al defectuoso. – se quejó Heechul.

- Hablando en serio hyung, esta ciudad es peligrosa para ti en todos los sentidos. Y en primer lugar de todos está tu propia familia. – agregó un preocupado Donghae -. Aun no te perdonan que los hayan dejado en la calle, ¿verdad? – Heechul negó con la cabeza.

- Seguramente ya deben de saber que me encuentro en Londres, ojala que no se les ocurra buscarme, aunque eso ya quedo claro en el pasado… - su mirada se volvió dura -. No tengo más familia que la tuya Donghae.

Y sé que pronto te encontraré a ti, sólo aguanta un poco más por favor. – pensaba Heechul mientras perdía su mirada en la bulliciosa ciudad a través de su ventana.

***

Sentado frente a un improvisado escritorio, repleto de fotografías e informes sacadas de un sobre amarillo. Marco el número de la tarjeta que tenía en sus manos – L. Hyukjae – se leía en ella. El teléfono timbró varias veces.

- Stock Hall, ¿dígame? – contestó una voz masculina.

- Buenas tardes, ¿podría hablar con…? – dudó -. ¿… con L. Hyukjae?

- Supongo que… espere un momento, por favor. – contestó el hombre al otro lado del aparato.

Sólo se podía escuchar movimiento y uno que otro sonido apagado.

- Ahora sí podemos hablar, ¿diga?

- Soy Heenim, sobre las fotos y esos informes que me envió. – ocupó su sobrenombre.

- Todos son reales señor. – contestó altaneramente – y si desea que siga trabajando para usted, estoy a sus órdenes.

- Falta lo más importante… ¿Dónde está él? y ¿Qué tiene que ver Ya-He Corp?

C o n t i n u a r a . . . 

Comentarios

  1. Omg!!!!!!esto va agarrando ya mas forma xD quiero mas!!!!! Creo que esto se complica mucho aunque dicen que primero sus padres se murieron y luego dice que los dejo en la ruina... Osea... Como o.O??
    Nid vemis despues... Voy al otro cap *0*

    ResponderEliminar
  2. Wow... está mejor que la obra que tengo que leer para dramatizar -a nadie le importa- como.. no entendi.. los padres heenim murieron o no(?)... o la familia a la que él le "quito" el dinero son parientes(?).. y porque hago estás preguntas(?) xD

    ResponderEliminar

Publicar un comentario