Twoshot: All I Want For Christmas Is You... Capítulo 2 Final




Escucho repicar esas campanas de trineo.
Santa no me traerías lo que realmente necesito?
No me traerías lo que realmente necesito?
No me traerías por favor mi amor?
Oh, no quiero mucho para Navidad.
Esto es todo lo que pido.
Sólo quiero ver a mi amor
Parado justo en la puerta.
Oh, sólo lo quiero para mí.
Más de lo que podrías imaginarte.
Haz que mi deseo se haga realidad.

Después de ese grito involuntario de Heechul…

- Hyung, ¿te sientes bien? – preguntó Sungmin.

- Si, si estoy bien conejo. Es solo que… - ya que la había regado, al menos debía continuar -. Me estaba preguntando, si Santa Claus existiera, ¿Qué le pedirían como regalo de navidad?Vio a sus compañeros y a todos les brillaron los ojitos. Quizás estaba exagerando y esto sería más fácil de lo que pensaba.

- Bueno hyung… - comenzó Sungmin -. Si existiera, yo le pediría que todos nuestros proyectos resulten exitosos.

- Si, y que el próximo disco de SuJu M tenga mucha aceptación. – le siguió Hyukjae.

- Que el disco de SuJu KRY sea muy vendido. – agrego Yesung.

- Yo me conformaría con que me regalara el saber que a nuestras ELF les gustó nuestra música se este año y que continúen con nosotros siempre. – dijo Ryeowook casi en un susurro.

Los deseos de sus compañeros eran muy hermosos… no es que fuera materialista, no para nada pero… no decían nada que a él pudiera ayudarle para lo que deseaba realmente hacer. Heechul se golpeaba mentalmente al no haber sido más específico. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de Kangin.

- Que pasen pronto estos dos años para tener de regreso a Leeteuk hyung… - suspiraba Kangin mientras dejaba la cuchara a un lado de su plato -. ya lo extraño.

- Yaaa… y a mí que se me hagan eternos… mapache del mal. – se quejó Heechul.

En este punto, todos se quedaron callados, dejaron sus bocados en el aire y pronto el ambiente se llenó de nostalgia. Aunque para Heechul, la información soltada por Kangin le iba a ser de mucha utilidad la próxima vez que pudiera hablar con Leeteuk.

- Pero que sosos son todos. – se burló Kyuhyun, rompiendo el ambiente triste que comenzaba a invadirlos -. Si yo tuviera esa oportunidad no la desperdiciaría. Yo le pediría el mejor y más grandioso videojuego que aún no se haya inventado, así podría ser el único en tenerlo.

Bien, Heechul no esperaba menos del menor, pero aun así… su regalo era imposible de cumplir.

- Eso no se ha inventado todavía. – le riño Sungmin -. Hae, ¿Por qué tan pensativo?

Heechul no se había dado cuenta que faltaba Donghae, este había permanecido muy callado solo escuchando a los demás hablar.

- Habla ahora pez. – lo apuro Heechul.

- Yo… yo pediría volverme astronauta de la NASA.

- Aish no quiero preguntarte porque. – Heechul se cubrió el rostro con sus manos y recargo su cabeza en la mesa. Estaba perdido.

- No sería más fácil que pidieras una nave espacial Hae. – le propuso Hyukjae.

- No, porque yo no sabría cómo manejarla, además que no querría ir solo al espacio, podría perderme y ¿Qué tal si me encuentro con los aliens? Necesito llevar testigos.

- Una deducción aceptable Hae, pero…

- ¿Qué pedirías Heechul hyung? – Ryeowook le interrumpió antes de poder echarle en cara a Donghae su inocencia.

Lo que quería para el mismo no tuvo que pensarlo mucho. Heechul sabía muy bien lo que deseaba para navidad, pero por ahora esa persona estaba muy lejos y sus dongsaengs no tenían por qué saberlo, así que cambio su respuesta.

- Eso es muy fácil, muchos obsequios para todos nosotros. – si tan solo supiera que regalarles podría hacerlo, pensaba -. Que harían ustedes sin el materialista de su hyung, ¿eh? Ya déjense de cosas y pónganse a comer.

Heechul pudo observar a todos sus compañeros juntos mientras seguían desayunando, hace mucho que no lo hacían y aquello se convirtió en una pequeña fiesta, donde todos bromeaban y reían. Hasta él mismo estaba divirtiéndose con las tretas que le jugaban a Hyukjae y Wookie, haciendo sonrojar al último.

El desayuno transcurrió normal hasta que el manager llego apurarlos, entonces todo se volvió un caos lleno de prisas. Ya no podría ver a sus dongsaengs hasta el día de la cena. Afortunadamente aun le quedaban dos por preguntar, Shindong y Siwon debían serle de ayuda.

Desafortunadamente para Heechul, desde ese día nada parecía estar a su favor. Pues nunca pudo contactar a Shindong por su ocupada agenda, además que había recibido un premio y eso lo mantenía más ocupado que nunca.

Heechul ya estaba convencido que la idea de sorprender con regalos a sus dongsaengs no iba a ser posible, ninguno de ellos le había proporcionado alguna idea de sobre que regalarles. El problema es que aún tenía mucho dinero, pues haciendo cuentas, Heechul solo había gastado en la decoración y el karaoke.

¿Qué haría con tanto dinero? Algo se le tenía que ocurrir.


* * * * *

Con el teléfono entre su oreja y su hombro Heechul esperaba que contestaran su llamada mientras se preguntaba si Siwon seguiría enojado con él, la última vez que se vieron terminaron discutiendo. Todo se hizo confuso y Heechul tuvo que dejar ir a un Siwon muy enojado. Heechul sabía que había sido él quien comenzó con la discusión, pero fue Siwon quien le puso fin saliendo de la habitación a toda prisa.

Desde entonces no habían hablado mucho, aunque de no ser porque Heechul cedió hablándole primero, seguramente el menor no lo habría hecho por si mismo.

Tenían que aclararlo todo pero no por teléfono y para eso faltaba tan poco. Siwon se encontraba lejos grabando y solo lo tendría esa noche para aclarar las cosas, ojala fuera suficiente para hacerle ver lo equivocado que estaba, que todo era un mal entendido.

El teléfono sonó y sonó, hasta que escucho un diga del otro lado de la línea.

- Siwon, ¿Cómo has estado?

- Bien hyung, algo cansado. – la voz de Siwon sonaba algo apagada y aun así, a Heechul escucharlo le alteraba los latidos de su corazón.

- No deberían exigirte tanto. – su voz salió en susurro sin desearlo.

- Estoy seguro que todos andan igual que yo, los demás también tienen agendas muy ocupadas.

- Pero al menos ellos no están tan lejos. – se quejó Heechul -. Aunque eso no parece molestarte mucho. – la voz de Heechul por más que trató que saliera normal, sonaba como reproche.

- Por favor, no empecemos. – lo corto Siwon -. ¿para qué has llamado?

- Habrá una cena el día de tu regreso donde estaremos todos, ese día descansan de sus agendas y he organizado algo para estar juntos. – a Siwon no podía ocultarle nada, por eso Heechul decidió decirle la verdad -. Ya que todos hemos andado cada uno por su lado, será un buen momento de unión para el grupo.

- Justo antes del programa especial donde estaremos todos.

- Si, así es.

- ¿Te lo pidió Leeteuk hyung? – pregunto Siwon con un dejo de diversión.

- ¿Cómo sabes?

- Fue algo que se me ocurrió nada más.

- Cómo que a mí no se me dan estas cosas, ¿Cierto? – pregunto Heechul algo dolido, pues en verdad apreciaba lo que Siwon pensaba de él, y aunque ahora estuvieran distanciados, aun le importaba lo que pensara.

- Claro que no, sé que tú lo estarás haciendo muy bien. Tus capacidades son muchas, solo que no sueles utilizarlas seguido, al menos que se trate de algo muy importante como esto.

- Como ustedes dirás, por Leeteuk y porque finalmente descubrí que si deseo hacerlas cosas bien para que pasen un buen rato. – sonriente de que Siwon pensara de esa forma, Heechul se sentía feliz.

- Mientras estemos juntos. – y un incómodo silencio se instaló entre los dos.

- Siwon…

- Sí.

- Yo… yo… si he hecho algo mal, yo lo sien… - pero Siwon no lo dejo continuar.

- No digas nada, dejemos esto para cuando nos volvamos a ver.

- Siwon…

- Hmm…

- Te quiero.

- Y yo también.

Se querían… se amaban… y aunque esto no era un secreto para sus compañeros, para ellos aún seguía siendo un tabú el cual descubrían poco a poco. Pero últimamente la situación era tan insoportable, la lejanía, el extrañarse a diario, tanto que ya no funcionaría sin que ninguno de los dos explote.

No, ninguno de los dos estaba ya para eso.

- Siwon, ¿tú qué quieres de regalo en navidad?

- Nunca pido mucho para Navidad, tengo todo lo que necesito. Pero quizás… - Siwon se quedó un poco pensativo, lo que más deseaba era estar en Seúl, estar a su lado… eso pronto podría ser -. Quizás poder pasar un poco más de tiempo con el grupo, que mis compromisos me lo permitan. Los he extrañado.

- Ya veo. – era posible que Heechul pudiera cumplir el último punto de su lista. – ¿te veré en la cena?

- Claro, no faltaría por nada.

Siwon colgó el teléfono sin poder apartar su vista del aparato mientras su mente vagaba hasta donde se encontraba la voz que acababa de escuchar. Esta situación tendría que terminar pronto o el terminaría enfermando de depresión.

- Solo hay una cosa que necesito... No me interesan los regalos debajo del árbol de Navidad… Solo te quiero para mi Heechul.


* * * * *

El día de la cena llegó. Heechul trato por todos los medios terminar su trabajo a tiempo lográndolo justamente. No quería perder tiempo, pues deseaba llegar y que todo estuviera en orden.

Un día antes pudo hablar con todas sus cómplices afinando los últimos detalles. La primera en llegar seria la sra Lee que se encargaría de la decoración justo después que el último de los chicos saliera. La comida seria dejada en el departamento por las sras Kim y ellos se encargarían de calentar, aunque seguramente eso terminaría haciéndolo Ryeowook.

Y finalmente Heejin junto con su amigo, llevarían el piano junto con el karaoke. Todo estaba perfectamente coordinado, como Heechul lo esperaba.

Llego al departamento con tiempo justo para ponerse bello. Tan solo abrir la puerta y entrar al departamento Heechul quedó maravillado. El departamento lucia como sacado de un cuento navideño, las guirnaldas colgaban de las paredes, pequeñas figuras de renos y santa Claus adornaban las mesitas, el gran sofá tenía una cubierta en tono verde y mantas en tono rojo lo cruzaban en cada borde.

Se adentró un poco más hasta la mesa, esta había sido cambiada por una más grande, Heechul estaba seguro que todos cabrían en la mesa, un poco apretados pero podrían comer juntos. Estaba divinamente adornada y puesta, copas, una vajilla con pequeñas nochebuenas, velas al centro y cubiertos de lujo. Pero el gran mantel rojo con las servilletas verdes la hacía verse muy familiar.

Entro a la cocina y ahí estaban las viandas con comida deliciosa, abrió el horno y se encontraba un gran pavo con el horno manteniéndolo tibio. Se digirió a la nevera, estaba llena de deliciosos postres y también de los vinos regalo de las Gamers y Pinkosas que ya se encontraban fríos.

Rápidamente salió de la cocina, no quería terminar metiendo su dedo en la comida pues se miraba deliciosa. Regreso a la sala de estar y la vio… una hermosa chimenea adornada con esferas, más guirnaldas, moños, medias. Heechul sabía que era falsa pero era tan hermosa que no podía quitar sus ojos de encima.

- Y está encendida. – rápidamente se acercó.

Paso sus manos por encima de ella, dirigiéndose hacia el árbol de navidad. Esferas en azul y plateado, con moños azul zafiro, focos blancos y debajo de este los regalos de los chicos. Si, lo había logrado, consiguió el regalo perfecto para los chicos. El departamento lucia como de revista, ahora estaba seguro que todo eso debió costar mucho más de lo que había dado ese día en el sobre a la mama de Sungmin.

- Buscare compensarle el gasto después, porque estoy seguro que no va aceptar nuestro dinero. – estaba feliz, aunque todo era cursi y muy navideño, a Heechul le gusto el sentimiento de hogar y de festividad que causaba.

Se dejó embargar por todos esos extraños sentimientos por unos momentos hasta que se dio cuenta…

- Pero, ¿dónde están todos?

Heechul reviso cada uno de los cuartos y no había nadie, casi choca en el pasillo con el pequeño piano. Su hermana le había cumplido. Pero continúo su búsqueda y nada, extrañado regresó a la sala sentándose en el sofá.

Escucho salir a alguien de alguno de los cuartos, pronto Ryeowook se reunió en la sala con Heechul.

- Heechul hyung, ¿Qué es todo esto?

- Nuestra cena prenavideña. – dijo un emocionado Heechul.

- ¿Cuál cena? – fue la corta y sincera respuesta del menor.

- Les dije sobre la cena…

- No, no lo hiciste hyung. – sabía que Wookie nunca le mentiría.

- En serio, no lo hice… - y entonces la verdad fue asomándose en los recuerdos de Heechul poco a poco…

- No hyung, en verdad no lo hiciste. Wow me sorprendiste, todo está muy bello, mira el arbolito. – Wookie se paseaba por todo el lugar con sus manitos en la boca maravillado con todo.

- Estaba seguro de haberles dicho el día del desayuno.

- No lo creo hyung, si así hubiera sido todos lo habrían recordado. No hay nadie porque todo mundo hizo planes al ser su día libre. Yo no salgo hasta ahora porque comenzaba a darme gripe, tome un medicamento que me hizo dormir hasta esta hora.

- ¡Ay no! En serio que no les avise. – Heechul caminaba de un lado a otro que pasaría con su cena navideña -. Pero tu…

- Yo tengo que salir ahora hyung, pero regresare pronto. Quizás deberías comenzar a llamar a los chicos. – le sugirió Wookie.

- No creo, ellos… ustedes han tenido mucho trabajo, seguramente hace días armaron sus planes.

- Pero todo aquí quedo tan lindo hyung, es una pena.

- Seguramente todos volverán, yo los esperare. Henry y ZhouMi no deben tardar en llegar, también Siwon me dijo que estaría aquí; esperare por ti también Wookie.

Ryeowook pudo ver la pena que embargaba a Heechul por ese pequeño olvido que cometió. Ninguno de los chicos fue avisado o más bien invitado a su propia cena. Sentía pena, incluso él tenía que abandonarlo. Pero al menos volvería para poder estar con él un rato y disfrutar de todo lo que había preparado para ellos.

- Claro que si Heechul hyung, volveré pronto.

- Bien… - por más que Heechul trataba de parecer tranquilo y positivo, no lo lograba.

Su rostro lucia triste y abatido, Ryeowook comenzó a sentirse muy mal por eso. Camino hasta los elevadores y ya dentro de este recordó el decorado el departamento, incluso había una chimenea y se sintió fatal. Al salir del elevador, Ryeowook ya estaba convencido de lo que tenía que hacer.

Tomó su celular y comenzó a llamar a todos sus compañeros.

- Sungmin shi, te necesito hyung. Si, si estoy bien, pero necesito que vuelvas al departamento, necesito tu ayuda. Gracias hyung.

A Sungmin no era difícil de convencer, siempre estaba para él la hora y el día que fuera, su hyung siempre acudiría a su llamado. Wookie marco otro número.

- ¿Donghae está contigo? Hyukjae necesito que ambos vuelvan al departamento… si, si no me importa que ambos estén en algo importante o desnudos en medio de algo. – separo el celular de su oreja al escuchar los reclamos de Hyukjae -. Siiii, quiero sus traseros aquí lo más pronto posible… si no lo hacen, juro que no cocinare nada para ustedes en dos meses. Está bien, los espero. No tarden… si hyung procurare dirigirme con más respeto a mis hyungs, lo siento. – Hyukjae no pudo negarse.

¡Ah! el poder de convencimiento que Ryeowook tenía sobre los demás miembros era impresionante, solo había que mencionar la comida y no cocinar para ellos, era suficiente para convencerlos. De esta manera habló con cada uno de los miembros hasta que termino, ahora solo le restaba esperar por ellos en el lobby del edificio.


* * * * *

¿Cómo pudo olvidar lo más importante?

Hacer la invitación estaba entre sus prioridades, no lo había hecho, lo olvido por completo y ahora se encontraba solo. Con aquel departamento luciendo como la casa de papa Noel en el polo norte y con comida como para cinco semanas para él solito.

Se sentía triste, frustrado, por primera vez pensó que todo le saldría bien al organizar un evento como ese para los chicos… pero fallo. Le fallo a Teukie y eso era lo que más le dolía a Heechul.

Su teléfono comenzó a vibrar, lo observó un momento para después contestar.

- ¿Qué sucede Siwon? – Heechul estaba seguro que si le llamaba es porque algo sucedió.

Ahora recordaba porque pelearon, Siwon había prometido venir seguido y no lo hizo debido a que sus grabaciones se alargaron. Y es que el menor no se daba cuenta que las llamadas y mensajes ya no eran suficientes para él.

- Los chicos y yo estamos atrapados en el aeropuerto… - se escuchó una pausa en la cual Siwon discutía algo con Henry -. Llegaremos un poco tarde hyung, si es necesario no nos esperen.

- No te preocupes, no creo que podamos empezar sin ustedes. Yo podría esperarlos. – dijo Heechul con la tristeza acentuada en su voz.

- ¿Qué sucede hyung?

- Es horrible Siwon, soy un mal organizador, yo… yo esperare por ustedes. Por favor lleguen con bien.

Siwon no entendía muy bien lo que pasó, pues aún seguía sosteniendo su celular aunque Heechul había colgado. Se suponía que no iba a resultar así, aunque iban un poco atrasados, pronto estarían con ellos. Que no iba a poder estar antes como Siwon había planeado para ayudarlo, pero al escuchar la tristeza en la voz de Heechul, supo que algo andaba mal.


* * * * *

Sus pijamas siempre eran muy cómodos, Heechul se encerró en su cuarto y encendió la tv.

- Un especial navideño de Disney… - dijo Heechul mientras acomodaba sus almohadas -. Hasta que dan algo bueno en la tv.

No era necesario arreglarse, pues estaba solo. Se recostó en la cama bajo sus mantas haciendo señas con su mano a Heebum para que lo acompañara, el minino subió a la cama y se acurruco en sus piernas.

Al menos así no se sentía tan solo, Heebum siempre resultaba buena compañía y relajante para Heechul. Paso su mano sobre su pelaje varias veces, por más que lo intento no pudo concentrarse en lo que veía, pues seguía pensando en el desastre de reunión que organizo.

- En verdad hubiera deseado una cena con los chicos, el desayuno fue tan genial y eso que no estábamos todos. – un intento de sonrisa se formó en sus labios -. ¿Qué le diré a Leeteuk?

Heechul se rodó en su cama quedando boca abajo, abrazando una de sus almohadas. No quería pensar, no deseaba sentirse mal por no haber sido capaz de darles una bonita noche a sus compañeros. Se sentía triste y siguió reprochándose hasta que se quedó dormido.


* * * * *

- Hyung… hyung despierta. – en medio de sus sueños, Heechul escuchaba la dulce voz de Ryeowook llamarle -. Hyung si no despiertas, Hyukjae amenazo despertarte con un beso. – eso era suficientemente feo para hacer despertar a Heechul.

- Estoy despierto, lo estoy. – se despertó rápidamente sentándose en la cama -. ¿Qué sucede?

- Estamos esperando por ti hyung, debes ponerte bello. – Wookie le sonreía muy de cerca.

- Tks… Yo soy bello no necesito arreglarme. – se le quedo mirando fijamente a su dongsaeng -. ¿para qué tengo que arreglarme?

- Debes venir conmigo.

- Estoy soñando, lo sé. – de forma graciosa, Heechul tocaba su rostro tratando de despertarse, no podía creer que sus compañeros le esperaran.

- Claro que no, estas tan despierto como yo hyung. – Wookie se reía por la ocurrencia del mayor.

- Solo hay una manera para que este seguro. – se acercó lentamente a Wookie, sus rostros quedaron muy juntos. Sus respiraciones acariciaban la piel del otro, tan cerca que podría besarlo. Ryeowook cerro sus ojos en espera de ese roce tan acostumbrado por su hyung e inesperadamente Heechul pellizco su brazo haciendo gritar al menor. – Bien, ahora si estoy seguro de no estar soñando. Puedes llevarme a donde quieras. – Heechul parecía disfrutar el momento.

- Como digas hyung, pero después no digas que no te lo advertí. – observando que aun iba en pijamas mientras sobaba su brazo adolorido.

Ryeowook lo llevaba del brazo, lo saco de su recamara y lo guio hasta la sala donde se encontraban todos. Cuando los ojos de Heechul se acostumbraron a la luminosidad del cuarto, las luces del árbol, le las guías y todo lo que la sra Lee puso en esa sala era algo luminoso a tus ojos cuando entrabas.

Pero cuando sus ojos se acostumbraron, Heechul pudo ver a sus amigos. Hyukjae y Donghae sentados en el sofá bajo una manta acurrucados. Shindong, Kyuhyun y Henry sentados en el piso jugando a un lado de la chimenea. Sungmin y Yesung podía escucharlos en la cocina calentando las viandas, vio como Ryeowook en seguida se les unía. Kangin y Siwon apartados en el comedor preparando el ponche con algo de vino y ZhouMi tratando de hacerse lugar en el sofá pues el EunHae no lo dejaba.

Todo era tal y como él lo había deseado, ver a todos sus compañeros reunidos, pasando un buen rato juntos, disfrutando de aquello que con tanto esfuerzo preparo para ellos. Aunque seguía sin entender como sucedió, los demás pronto se dieron cuenta de su presencia.

- Heechul hyung, gracias por la sorpresa. – rápidamente Donghae se acercó a él dirigiéndolo hasta el sofá. Los demás chicos también se acercaron.

- Porque no nos dijiste nada sobre esto. – Kangin rodeo los hombros de Heechul con sus brazos en un tierno abrazo -. Podríamos haberte ayudado hyung.

- Quería que fuera una sorpresa, pero el sorprendido he sido yo, me olvide de invitarlos a su propia cena. – confeso un avergonzado Heechul.

- Tú hiciste mucho por nosotros hyung. – ese era Siwon.

- Si, mira qué lindo quedo todo, en verdad te esmeraste hyung. – Sungmin miraba maravillado todo a su alrededor. Los adornos, el árbol, incluso las figurillas navideñas tenían para él un toque familiar.

- Así es hyung, por eso no tienes que avergonzarte. Afortunadamente Wookie se enfermó y él nos avisó de tu sorpresa. – dijo Henry, sentándose casi encima del EunHae a un lado de Heechul.

- ¡¿Cómo que afortunadamente me enferme?!... eso no fue amable Henry. – se quejó Wookie con un puchero.

- No quise decir eso… bueno yo.... – Henry comenzó a tartamudear y todos comenzaron a reír mientras se escondía tras ZhouMi.

- La cena esta lista. – grito desde la cocina Yesung, el único que no había dejado su puesto.

Rápidamente Ryeowook y Sungmin se le unieron, para ayudar a servir la mesa que estaba decorada primorosamente por las manos de la sra Lee. La cena transcurrió sin contratiempos, la comida era tan deliciosa como se veía y aunque raro, todos estaban comiendo alrededor de la misma mesa en su departamento y ¡sentados!.

Cuando hubieron terminado de cenar, todos regresaron a la sala. Unos sentados en el sofá, otros en el suelo, unos encima de otros. Era un día especial y no solo porque estaban juntos, también porque aquella iba a ser el primer año que pasaban sin su líder y eso aunque no lo decían, tenía a todos algo abatidos; pero aquella unión los llenaba de nuevo de esperanza de poder encontrarse todos de nuevo.

- Hyung deberíamos abrir los regalos. – sugirió Donghae, que ya estaba curioso por ver lo que aquella caja con su nombre contenía –. mira hyung, esta tiene tu nombre. – Donghae le alargo la caja a Heechul.

- No, debemos esperar un poco más. – dijo Heechul.

- ¿Por qué? Si ya estamos todos aquí, ¿esperas a alguien más hyung? – pregunto Kyuhyun.

Pero Heechul no pudo contestar ya que la puerta sonó, alguien más estaba llegando. Heechul sonrió y se dirigió a la puerta. Al abrirla se encontró de frente con Leeteuk, el líder se había ganado un permiso de tres horas por su buen comportamiento y por la participación especial que tendría en ese musical. Tiempo que utilizó para poder asistir un momento a aquella cena con sus compañeros.

Tan solo verlo abrir la puerta, Leeteuk se lanzó a los brazos de Heechul en un fuerte abrazo.

- Bienvenido Hyung. – dijo Heechul para después besar su mejilla.

Los demás chicos veían la escena incrédulos aunque felices.

- Justo a tiempo, pensé que no llegarías. – obviamente, Heechul si sabía que vendría, para los demás fue una sorpresa.

Uno a uno fue abrazando a su líder. ¿Lagrimas? Claro que no, todos se encontraban llenos de felicidad como para derramarlas.

- Me alegra que hayas podido venir Leeteuk hyung. – hablaba Heechul mientras abría la pequeña caja con su nombre, dentro de esta se encontraba la estrella de la punta del árbol con un pequeño sobre encima. Cuidadosamente la saco y se la entregó a Leeteuk -. Haznos el honor hyung.

Leeteuk la recibió la estrella y con ayuda de ZhouMi, que le ayudo a trepar a una silla, coloco la estrella en la punta del árbol completando la tradición. Por un largo momento todos se quedaron en silencio, tan solo disfrutando de la compañía y de la hermosa imagen del árbol de navidad.

Como ya lo sospechaba, Heechul al abrir el sobre se encontró con todo el dinero que había dado a la sra Lee. La hermosa madre de Sungmin no gasto nada de su dinero y se lo estaba devolviendo con unas palabras escritas… “Seguro que les ha gustado como quedo su hogar, disfruta de la chimenea que todo corre por mi cuenta Chullie. Tu sabrás en donde gastarlo mejor. Sra Lee”

- Ya podemos abrir los regalos. – el silencio fue interrumpido por un ansioso Donghae.

- Repártelos a todos y ábranlos al mismo tiempo. – ordeno Heechul -. Es algo sencillo que les recordara a donde pertenecemos. – aquellas palabras dejo curiosos a todos.

Las cajas fueron pasadas por sus manos hasta encontrar la que contenía su nombre se quedaba con ellos. Así, hasta que todos tuvieron su caja de regalo, contando a Leeteuk. No fue necesario pedirles que las abrieran porque ya estaban haciéndolo.

- Que gracioso hyung, yo no le pedí esto a santa Claus. – se quejó Kyunyun sacando de la caja una chamarra azul zafiro.

- La mía también es azul zafiro. – grito Ryeowook.

- No solo eso, todas son iguales… Miren... – aclaro Heechul volteando su chamarra donde se apreciaba el nombre de Super Junior.

- Todos tenemos el mismo regalo, ¿Por qué hyung? – debía haber una explicación para que Heechul se decidiera por ese regalo para todos y Siwon deseaba saberla.

- Hace mucho que no nos vestíamos de esta manera, ¿recuerdan? Cuando todos vestíamos así, dándole a entender al mundo que pertenecíamos a algo, a un grupo y no cualquier grupo, sino Super Junior.

Aquellas palabras a todos les gustaron y comenzaron a sacar sus chamarras para ponérselas. Era vedad, ahora todos se habían vuelto muy individualistas en su forma de vestir, y aquellas chamarras les recordaría siempre que tenían un lugar al cual volver y una familia a la que pertenecían.

- Gracias hyung. – Henry se acercó emocionado a Heechul abrazándolo, hacía mucho que no se sentía parte del grupo como ahora y Heechul entendió su gesto.

- Ya, ya… aun no tienes que agradecerme pequeño dongsaeng. Les tengo otro regalo.

- ¡Otro! – dijeron al unísono todos.

- Si, pues gracias a los buenos deseos de nuestras ommas, tengo dinero suficiente para irnos todos unos días por ahí después de las fiestas.

- Estas hablando de unas vacaciones, ¿con todo pagado? – pregunto Leeteuk muy emocionado.

- Serian solo unos días, máximo 4. Pero las disfrutaríamos todos juntos, como lo hacíamos antes. Solo debemos escaparnos de nuestras agendas y deberes. Haremos coincidir sus días libres y nuestras licencias del servicio.

- Eso sí puedo hacerlo. – sonrió Leeteuk.

- ¡Vacaciones con todo pagado! – grito Shindong.

- Ese sí que es un verdadero regalo. – dijo Kyuhyun. – ¡¡Islas Griegas allá vamos!!

- No seas tan materialista Kyu. – Sungmin le llamo la atención al maknae.

- Eso sí que me gustó pero… ¿tienen idea de a dónde ir? – pregunto Donghae desatando el debate.

- A cualquier lugar menos al extranjero. – les aclaro Heechul -. Somos 13, contándolos con la mirada, tendrá que ser dentro del país pero un lugar lindo.

- Podríamos ir a la playa de Gwangalli. – Sungmin se sorprendió al ver que todos lo miraban, pero en especial los ojos de Kyuhyun. Dándose cuenta que había hablado en voz alta.

- No, esa playa no es buena idea. – aclaro el maknae sin dejar de mirar a Sungmin.

- Claro como es solo su “lugar”. – dijo Wook reclamándole al KyuMin.

Después de eso se desato una leve pelea. Elegir el lugar a donde deseaban pasar esos hermosos cuatro días iba a ser algo complicado. Heechul se alejó un poco de todos recargándose en el marco del pasillo, tomo su celular y les tomo una foto a todos. Escribió un breve mensaje de agradecimiento y le adjunto la foto de los chicos.

Aquel mensaje iba dirigido a todas las ommas y personas que ayudaron a volver realidad aquella cena, donde había podido reunir a sus amigos. Estaba seguro que la mejor forma de agradecerles, era hacerles ver lo mucho que estaban disfrutando todo.

Tan metido estaba escribiendo, que no se dio cuenta cuando Siwon se acercó, hasta que lo tuvo a su lado.

- Lo hiciste bien hyung. – susurro muy cerca de su oído, sorprendiendo a Heechul.

- Gracias Siwon, pero no lo hice solo.

- Lo sé, pero la idea fue tuya.

- No sé porque sospecho que tú ya sabias sobre lo que Leeteuk me iba a pedir. – Heechul cuestionaba a Siwon mientras sus ojos se hacían muy pequeños tratando de descifrar al menor.

- No lo sabía, solo que yo sé muy bien de lo que eres capaz de hacer hyung.

Ambos voltearon al escuchar a Yesung cantar una canción en un inglés muy raro mientras Donghae peleaba con él por el micrófono y Henry le hacía coros al mayor con el otro micrófono de la maquina karaoke comenzando la fiesta.

- Una vez que empiezan… - susurro Siwon.

Ambos se quedaron en silencio un momento observando a los demás, unos cantando, otros de espectadores. Unos más volvían al comedor mientras sacaban algunos juegos de mesa. Ryeowook había servido de cenar al líder, pues era el único que no ceno.

Después ambos voltearon a verse y sus ojos se encontraron, la conexión de ambos era asombrosa. Les erizaba la piel y parecían desnudar su alma tan solo con una mirada.

- Heechul, ¿ya no estás enojado conmigo? – pregunto Siwon sin dejar de mirarlo.

- Nunca estuve enojado, quizás un poco molesto conmigo mismo. – confeso Heechul -. Pensé que tú estabas enojado conmigo.

- ¿Por qué?

- Porque accedí muy fácil a que te fueras, porque dije que las llamadas me bastarían y no es así, no me basta nada cuando estás tan lejos Siwon. Sé que es tonto y egoísta, pero eso ya lo saben todos. Y cuando se trata de ti, me vuelvo peor, no lo controlo… yo…

Heechul estaba ruborizado, tenía los ojos inmensamente abiertos y las manos frías, temblorosas. Siwon abrió la boca dispuesto a decir algo que lo calmara, pero de pronto, sin pensarlo mucho, lo besó.

Siwon enredo su mano en los cabellos de Heechul levantando su rostro y en un movimiento rápido capturo sus labios. Los labios de Siwon eran suaves y seductores, Heechul a pesar de haberse quedado paralizado un momento por la sorpresa, respondió el beso unos segundos después.

Ambos se relajaron en aquel beso, se habían extrañado mucho. Heechul rodeo el cuello de Siwon con sus brazos y este lo atrajo más hacia si presionando su cabeza tratando de profundizar más el beso.

El mundo pareció desvanecerse a su alrededor, solo existían ellos dos y el dulce sabor de sus bocas que parecía ahogar hasta la última neurona de sus cerebros. Pero entonces los dos se quedaron sin aire lo que hizo que se separaran, Siwon apoyo su frente en la de Heechul sin atreverse a mirarlo.

Así estuvieron un rato hasta que unos aplausos los separaron, ambos voltearon y se dieron cuenta que se trataba del karaoke pues habían terminado de cantar.

Heechul se quedó en silencio durante una eternidad. Siwon tampoco hablo, la verdad que no hacía falta, simplemente se dedicaron a mirarse. Heechul respiro hondo y se llevó un dedo a los labios. Fue un gesto significativo e inconsciente, que Siwon tuvo que reprimirse para no volver a besarlo.

Entonces Heechul alzo los ojos inquisitivos hacia Siwon.

- ¿Qué ha sido eso?

A Heechul le extraño, Siwon no era de los que daban rienda suelta a sus deseos enfrente de público, en este caso sus compañeros. Esas muestras de afecto lleno de desbordes apasionados siempre eran en la intimidad de su cuarto o de algún lugar apartado. A Heechul realmente no le importaba, pero respetaba la forma de ser del menor.

Siwon metió las manos en sus bolsillos y lo miro.

- Sé que todo entre nosotros ha sucedido tan extraño y que a veces se vuelve distante. Pero no es así, todos estos sentimientos que ahora tengo de ti hacen que ya no pueda apartarme ni echarme para atrás. – mientras hablaba Siwon no dejaba de mirar a Heechul -. Y cada que deseo aclarar o solucionar mis sentimientos, todo se vuelve desastroso y termino diciéndote nada. Por eso debo decírtelo ahora, te quiero y sé que nadie más puede provocar lo que tú.

- Siwon…

- Si no eres tú… nadie más tiene cabida en mi corazón….

- Yo también te quiero Siwon y estos días en los que debes estar lejos son un suplicio.

- Pronto terminara y estaré de regreso.

Siwon abrazo a Heechul y este rodeo con sus brazos la ancha espalda del menor. Y de nuevo Siwon aprovecho la oportunidad para besarlo. Mordisqueó sus labios hasta abrirlos, y cuando Heechul por fin le devolvió el beso, fue con voracidad, amor y pasión. Besándolo como si fuera incapaz de saciarse de él, Heechul sonrió al sentir como Siwon alzaba su brazo en medio del beso y cortaba algo encima de los dos.

Cuando se separaron, Siwon le entrego una ramita de muérdago.

- La tradición navideña dice que aquel que recibe un beso bajo el muérdago en noche buena encontrará el amor que busca o conservará el que ya tiene. – explico Siwon.

- Hoy no es noche buena. – le aclaró Heechul.

- Pero eso se puede arreglar. – descaradamente se insinuó Siwon con una media sonrisa. Sin duda algo le estaba aprendiendo, Heechul se estremeció ante la promesa.

- En mi caso no necesito del muérdago para creer en esa magia, porque te quiero, me quieres y lo que dure este amor… el tiempo que dure lo disfrutare mucho.

Ante estas palabras, Siwon vuelve abrazar a Heechul posesivamente dándole un corto beso. Sabía que ambos aún tenían mucho por recorrer para que sus sentimientos se hicieran fuertes y venciera los obstáculos que se les presentarían. Pero él lo haría, y estaba seguro que Heechul no cedería tampoco.

- ¡Yah, déjense de cosas ustedes dos! – grito Kyuhyun del otro lado de la sala, que los había observado en el último beso.

Heechul levanto la mano mostrándoles la ramita de muérdago mostrándoles el significado del pequeño beso, pues por los gritos del maknae todos habían volteado a verlos.

- Tengo muérdago, ahora tendré que besarlos a todos. – Heechul miraba divertidamente a sus compañeros.

- ¡Otra vez! – grita un sorprendido Sungmin.

- ¡Aish! Que tú no olvidas. – se quejó Heechul ante la persistente memoria de su dongsaeng.

Y con muérdago en mano, Heechul intentaba besar a sus compañeros, obviamente en broma. Haciéndolos huir a todos.

Gritos, brincos, música, villancicos, esa noche hicieron muchas cosas y descubrieron otras. Heechul no estaba muy seguro que esto se pudiera repetir pronto, incluso que pudieran planear las mini vacaciones después de las fiestas pues las agendas de los chicos estaban llenas.

Pero lo que si tenían seguro era que después de esto tratarían de pasar más tiempo juntos. Pues estaban seguros que todo lo que necesitaban era saber que se tenían el uno para el otro. Y aunque tuvieran proyectos individuales o grupales, que los llenaran de ilusión, esfuerzo, alegría, miedo y un montón de cosas más, saber que puedes contar con la ayuda y el apoyo de tus amigos a los que consideras tu familia, es un privilegio que debes cuidar.


Todo lo que quiero para Navidad eres tú...


F i n .

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