Your Eyes... Capítulo 1


Título del oneshot: "Your Eyes"
Parejas: YeWook, KyuWook
Mencion: EunHae y KyuMin
Tipo: Yaoi
Género: Romántico, AU, Lemon
Clasificación: PG-13
Advertencias: Esta vez nenas cambie un poco y me inspire en un YeWook, es un oneshot bastante tierno que disfrute escribiéndolo. El lemon es bastante corto pero… sustancioso.
Comentario del Autora: Escogi YeWook porque Yesung y yo cumplimos el mismo dia *w* Afortunada yo, lo se lo se… somos igual de bellos, raros y especiales hahaha

Me inspire en la dulzura que me provoca Ryeowook y los ojos de Yesung aunque no lo crean así es, después de escuchar “Your eyes” supe que era perfecta para este fic. Quise darle otro aire a Yesung ya que en los fics que he leído lo ponen como algo frio o distante o no se como pero es raro XD (yo lo he hecho) por lo que le di una personalidad bastante cálida.



Cap 1

Quiero borrar todo lo
Insuficiente de mi antiguo yo
Parece que alguien como yo
No tiene nada para darte

La parte de mí  que deje escondida
Que te quiere, mí sinceridad
No fui capaz de mostrártela
Ni una vez

Solo una vez, mírame otra vez
Parece que todavía no estas tan lejos…


Me sentía triste ¿Cómo fue que llegamos a esto? … Llevaba mas de un año saliendo con Cho Kyuhyun, después de todo nos conocíamos hace mucho tiempo y yo secretamente siempre estuve enamorado de el, mi primer amor.

Creo que lo desee tanto que al final se cumplió que se fijara en mi de otra manera, que correspondiera mis sentimientos… como todo al principio era nuevo, lo que me hacia sentir me llenaba, pero ahora con esto no se si realmente el amor deba ser de esta manera.

Porque últimamente me sentía en una cuerda floja en esta relación y el no hacia nada para darme seguridad, sentía que nadie podría lanzarme una red para no caer al vació. Se que no todo estaba perdido, me había pedido solo un poco de tiempo… pero ¿porque me sentía tan triste? Mis lágrimas fluían tímidas por mi rostro mientras caminaba por ese parque.

Necesitaba sentarme porque las lágrimas en mis ojos nublaban mi vista y no me dejaban ver, grandioso me había olvidado mis gafas también. Me dirigí hacia una de las bancas cuando se atravesó en mi camino.

Con una sonrisa que en ese momento me pareció extraña… siiii, ¿Qué pensarían si un extraño se les acercara en medio del parque con un globo en su mano y aquella boba sonrisa?

Ahora que me detengo a recordar aquel momento, realmente lo que me asusto mas fue su mirada demasiado profunda, demasiado seria, pero su sonrisa era hermosa y radiante; eso fue lo que hizo que no saliera corriendo.

- ¡¡¿Qué?!!

- Es para ti. – me tendió el globo mostrándome esa sonrisa. – tómalo.

- Los globos son para niños. – le dije molesto mientras trataba de limpiar mis lágrimas. - además no te conozco, ¿Por qué me los regalas?.

- Los niños sonríen cuando les regalan un globo. – señalando a un pequeño que acaba de caerse un poco más lejos de donde estábamos.

Este lloraba sin parar su madre que se había dado cuenta le tendía un globo, inmediatamente una sonrisa se dibujo en el rostro del niño; recordé la vez en que mi madre hizo lo mismo… ese tierno recuerdo dibujo una sonrisa en mis labios.

- Ves justamente como tú lo estás haciendo ahora. – había tomado el globo mientras recordaba. - te ves más lindo cuando sonríes. - paso un dedo por mi mejilla, ese tacto cálido me saco de mis pensamientos.

- ¡Pero no soy un niño! – le grite, demasiado tarde…

Se había ido, pestañe por unos minutos volteando para todos lados pero no lo vi, había desaparecido. Solo el globo en mis manos era evidencia de lo que había pasado, no era un sueño. Mas tranquilo y pensando en ese extraño chico, caminaba mirando mi globo, por alguna extraña razón no podía dejar de verlo, me alegraba.

Sin mucho esfuerzo, ese chico cambio mi día gris a uno de color. Con ese acto sencillo y su hermosa sonrisa me fui a casa olvidándome hasta de mis lágrimas.


***


No me sorprendí cuando dijiste por teléfono que te tomaría unas semanas mas en regresar de tus vacaciones; pasarías de clases esas semanas al fin que no lo necesitabas siempre has sido muy inteligente; quizás necesitas tiempo para pensar lo nuestro.

O quizás yo me estaba dando mucho crédito, bien sé que cuando lo deseas puedes faltar a la escuela sin motivo alguno. Aún estoy en la cama después de tu llamada, sigo pensando en lo que nos llevó hasta aquí.

Hacia tiempo que te notaba extraño, pero no me pareció que fuera algo para preocuparme; tú siempre fuiste reservado con tus sentimientos hacia mí, tu personalidad no me ayuda mucho a saber lo que sientes.

Sabía que me amabas porque estando a solas tu mirada al posarse en mi adquiría otro brillo, cuando me besabas no escondías tus sentimientos hacia mi, cuando hacíamos el amor sabia que solo me deseabas a mi cuando repetías mi nombre; pero porque solo era cuando estábamos a solas.

¡Aaah! Últimos días de vacaciones y yo olvide las compras del material escolar que necesitaría, estar pensando en otras, en ese chico del parque y especialmente en ti, me han traído aquel olvido. Por lo que acabando de levantarme me vestí y omitiendo mi desayuno salí corriendo a comprar.

Tanta fue mi prisa que no tome en cuenta que el cielo estaba extraño, solo cuando salí de aquella tienda me di cuenta que el clima había cambiado y el cielo había oscurecido, menos mal que el bus llego pronto no tuve que esperarlo nada, pero a los pocos minutos una fuerte lluvia se soltó justo unas cuadras antes de mi parada.

- ¡Oh! No… seguramente tendré que mojarme.

Resguarde bien las compras que había realizado dentro de mi bolso del colegio, afortunadamente esta era ahulado y no le entraría ni una gota de agua. Menos mal que inconscientemente soy una persona prevenida.

Pedí mi parada y corrí con la mochila sobre mi cabeza tratando de cubrirme un poco con ella hasta llegar a la parada techada, me sacudí un poco la ropa tratando de quitar las pequeñas gotas y también mi cabeza, afortunadamente mi cabello seguía intacto pues odiaba que este se mojara porque no se acomodaba.

Estaba en la labor de acomodarme el cabello cuando de nuevo apareció. Tenía su mano frente a mí sosteniendo un paraguas… ¿De donde había salido?

- Venia en el mismo bus que tú. – me respondió, acaso había hecho esa pregunta en voz alta, no lo creo. - veo que no traes con que cubrirte, tómalo. – de nuevo esa palabra. - así no te mojaras.

- Tu… tú, ¿cómo es que apareces así de repente? – realmente quería saber.

- No lo sé. – y solo me sonrió, coloco el paraguas en mis manos, arreglo su sudadera colocándose el gorro de la misma y se dispuso a correr bajo la lluvia.

- Oyeeee… espera. – le grite.

¿Cómo iba a dejar que se mojara por un olvido mío?, se volteo a verme bajo la lluvia, abrí el paraguas y me acerque a él.

- Vayamos juntos o no lo usare. – le dije, cubriéndonos a ambos con el paraguas.

- Pero yo lo llevo. – lo tomo cubriéndose él, pero mayormente me cubría a mí.

Caminamos silenciosos bajo la lluvia, algo que no me incomodaba mucho, para con los extraños yo soy bastante tímido, pero con él me sucedía todo lo contrario. Desde el primer momento que lo vi me dieron ganas de apelar todo lo que decía, eso era algo nuevo para mi.

- Aun no lo sé. – susurro de pronto, mientras caminábamos uno al lado del otro.

- ¡¿Qué?! – Este chico realmente me descolocaba con sus preguntas, siempre resultaban en algo que yo también deseaba saber.

- Tu nombre, aun no lo se y ya nos hemos encontrado dos veces. – dijo esto muy serio con su mirada profunda posándose en mi, era fácil de perderse en ella tratando de adivinar sus pensamientos.

- Yo… mi… mi nombre es Ryeowook. – ¿por qué tartamudeaba? En buen momento volvía ese viejo hábito de nerviosismo.

- Tienes lindo nombre Wookie. – dijo de pronto.

- ¡¡Eh!! Pero, ¿De dónde salió eso? – que confianzudo resulto.

- Ese nombre te viene mejor pequeño.

- No soy un niño pequeño para que me llames de esa manera. – me volví a verlo seriamente, ¡ok! Lo más serio que se puede ver uno con un puchero en el rostro.

- Pero reaccionas como uno. – comenzó a reír porque yo lo miraba feo. – recuerdas en el parque y ahora, esto. – señalando mi puchero, para después reír juntos.

- Y ¿cuál es el tuyo? – deseaba saberlo.

- Yesung, me llamo Yesung. – me dijo en un tono autosuficiente, seguro pensaba que no podría inventarle un apodo, pero dos pueden jugar lo mismo.

- Entonces Yeye, es un gusto. – le dije sosteniendo mi mejor sonrisa victoriosa tendiéndole la mano.

- ¡¿Yeye?!

- Si, por que es la segunda ves que nos topamos y sabemos nuestros nombres, Yesung Yesung sonaría más bobo que Yeye. – le sonreí en verdad Yeye era un apodo babo, pero me gustaba ese lazo intimo que nos daba a los dos.

- Te lo dije.

- ¿Qué cosa? – le pregunte sorprendido.

- Te ves más lindo cuando sonríes. – de nuevo paso su dedo por mi mejilla, ese tacto me perdía de nuevo.

Cuando reaccione lo vi alejarse, solo podía ver su espalda y su paraguas en mi mano. No sé cómo es que ese chico le hacía para desaparecer así de pronto de mi lado sin que yo lo notase, hasta que estaba lejos.

- Espera, ¿a donde vas?

- Vivo unas calles más arriba. – me respondió.

Caí en la cuenta que él ya me había visto antes, pues supo que yo no seguiría derecho y doblaría a la izquierda. ¿Cuándo es que se dio cuenta donde vivía? Pero lo que más me inquietaba era ¿Qué tanto sabia de mí?.

- ¿Cuándo te entregare tu paraguas? – le pregunte, quería regresárselo, no me gusta no devolver lo que me prestan.

- Nos volveremos a ver. – respondió con esa sonrisa y corrió hasta que lo deje de ver.

Esa fue la última vez que lo vi antes del comienzo de clases. Si tengo oportunidad de verlo otra vez, le agradeceré apropiadamente.


***


Porque había decidido traer conmigo el paraguas el primer día de clase, el día era maravillosamente brillante y soleado; ¿en verdad creía que me lo volvería a encontrar?.

Pensando en esto casi choqué con mi amigo Donghae, lo conozco desde que entre al instituto haciéndonos buenos amigos, me saco de mi trance parándose enfrente de mí pegando su nariz a la mía.

- ¡Kyaaaaaa! – grite. - ¿Qué haces Donghae?

- Llevo mas de medio camino gritando que me esperes, después te alcanzo te hablo y nada, acaso te atreviste a ignorarme Kim Ryeowook. – su cara nunca podía ser seria.


- No, como crees eso Hae. – y no pude evitar reírme por la cara que tenía.

- Oye como que hoy estas de muy buen humor. – dijo pasando su brazo por mis hombros - hace una semana que hablamos por última vez estabas depresivo.

- En serio, se me nota mucho. – me sonroje, llevando una mano a mi mejilla.

- Esa cara… – y dio en el clavo. - ¿conociste a alguien en las vacaciones?

- Yo… este… se nos hará tarde. – comencé a caminar más rápido.

- No trates de escabullirte Ryeowook. – para este momento, mi amigo Donghae ya gritaba. - te conozco, no mientas ni trates de ocultarlo, lo descubriré. – me amenazo.

- Calla que te esta escuchando todo el instituto. – me volví hacia el sacudiéndolo de los hombros.

- Que exagerado. – de pronto su mirada se desvió. - ese chico no lo había visto por aquí, debe ser nuevo. – señalando a un chico que se había cruzado en nuestro camino y ahora caminaba frente a nosotros.

No podía ser… ¿oh si?... era él, el chico del globo y del paraguas alias Yeye, no me equivocaba era él.

- Yeye… - susurre sin darme cuenta.

- ¿Qué dijiste? – afortunadamente Hae no escucho bien.

- Nada. – y me sonroje al recordar las veces que lo había visto.

- Chicos espereeeeeenmeeeee. – a lo lejos un grito que a ambos nos hizo voltear.

Ese sin duda era Eunhyuk, hace poco que lo conocíamos, todo gracias a Hae que lo conoció en su taller de baile y ahora no se le separaba, aunque iba un año mas arriba que nosotros.

- ¡Hola monito!

- ¡Hola fishy! – abrasándonos a los dos. - ¡hola ardillita!

- Yo no te digo monito… más respeto. – quitando su brazo de mi hombro. – me siento en un zoológico.

- Yo soy tu hyung. – me recordó Eunhyuk, no había manera de hacerlo entender así que deje eso para otro momento, tenia algo mas importante que ver.

- Monito veníamos hablando de ese chico, ¿lo conoces? Seguramente no, debe ser nuevo.

Menos mal que Donghae era muy curioso, aunque casi siempre terminaba metiéndome en líos por esto, esta vez me fue de mucha ayuda.

- ¿El? – Eunhyuk señalo a Yeye.

- No hagas eso, es grosero. – le dije golpeando su dedo señalador.

- No puede ser pero si es Yesung. – Eunhyuk hablaba emocionado. - quedamos juntos en la escuela básica, pero antes de terminarla tuvo que mudarse, supongo que estará de regreso.

- Es muy guapo. – comento Hae, algo que a Eunhyuk no le agrado porque cambio su cara y continuo hablando.

- ¿Lo será? Para mí no ha cambiado nada. – dijo Eunhyuk parándose frente a Donghae tapándole el campo visual. - Recuerdo que era muy serio y reservado, puedo decir que siempre ha tenido un carácter algo frio y no intima con cualquiera.

Escucharle decir aquello a Eunhyuk me pareció irreal, no era la misma persona que me había consolado en el parque y la que había compartido su paraguas conmigo, debía de estar equivocado. Pues la persona que conocí era cálida y cuidadosa en todo momento.

- A mí solo me daba el saludo, siempre fue muy solitario. – Eunhyuk continúo hablando. - seguramente no ha cambiado, incluso hizo llorar a muchas de las niñas que se le declaraban, las ignoraba completamente como si no tuviera corazón.

- Quizás solo, no le gustaban… - cuando sentí sus miradas, supe que había hablado en voz alta.

- Ay Ryeo, nunca cambies. – Donghae volvió a pasar su mano por sobre mis hombros y continuamos nuestro camino.


***


No pude concentrarme en clases, seguía pensando en lo que nos había dicho Eunhyuk, si eran de la misma edad debían quedar juntos y con suerte en el mismo salón de clases, le preguntaría al salir.

Por fin las clases terminaron, no sabia como iba hacer para verlo de nuevo y entregarle su paraguas. Donghae y yo nos encontrábamos en una de las bancas del jardín.

- ¿Qué sucede con ese paraguas Ryeowook?

- Me lo presto una persona en la última lluvia y debo devolverlo, aunque no sé cómo. – miraba concentrado el paraguas en mis manos.

- Eunhyuk me dijo que lo esperáramos por aquí, pero no lo veo. – Donghae se levantó sobre la banca ignorándome.

- ¡¡Cuanta atención me pones!! – le grite para llamar su atención, levantándome frente a la banca. - me cambias por ese mono feo.

La cara de Donghae cambio, miraba atrás de mi curioso. Fue cuando sentí como un leve escalofrió recorría mi cuerpo, pero quien… debía voltear y lo hice.

Yesung estaba atrás de mí y ahora miraba sus ojos los cuales no habían cambiado seguían igual que la primera vez que lo vi, hasta podía decir que se alegraba de verme; entonces me di cuenta que mientras gritaba esa bola de cosas hacia el mono, el había estado ahí todo el tiempo… que pena, me sonroje y baje mi rostro.

- Yo… yo quería darte tu paraguas y agradecerte correctamente por haberme ayudado ese día. – hable muy rápido, seguro no me entendió, que tonto. Hice una venia entregándoselo. - ¡Gracias Yesung hyung!

No podía ver nada, en el transcurso de los hechos había cerrado mis ojos y dejado mi cabeza gacha, que cosas me provocaba este chico, no lo entendía. Tomo el paraguas y se acerco a mi tomando mi barbilla levanto mi rostro, me miro y me sonrió.

- Esa no es la mejor manera de agradecer Wookie. – acerco su rostro y me dio un beso en la mejilla rozando la comisura de mis labios. - además así no es como quedamos que me dirías, ¿recuerdas?

- …. – no pude articular palabra alguna, ¿me había besado? Bueno, no es que haya sido un beso en forma, pero si rozo mis labios.

- Gracias por devolvérmelo, seguramente te veré en el bus, nos vemos Wookie. – y acaricio mi mejilla de nuevo, para después alejarse.

Yo me quede ahí, observándolo y recapitulando todo, desde mirar sus ojos, quedar tan cerca y luego el beso. Me encontraba en mi propio mundo, hasta que Hae vino hasta mí sacudiéndome un poco, me volvió a la realidad.

- ¿Que ha sido eso? ¿Cuándo lo conociste? ¿De donde? ¿No que andabas con Kyuhyun? ¡¡¡Explícate!!!

Respire profundamente para contestar todas sus preguntas, porque si de algo estaba seguro es que si no lo hacia lo lamentaría profundamente durante toda mi vida. Con ese dulce rostro, Hae podía ser también muy malo cuando se lo proponía.

- No lo sé, lo conocí la ultima semana de vacaciones, primero en el parque y después camino de la parada del bus a casa y si, aun ando con Kyuhyun. - respondí una a una sus preguntas.

- ¿Entonces? – preguntaba Hae. - ese es el chico que conociste, el que puso esa sonrisa de la mañana en tu rostro.

- Ni yo mismo lo se… siii. – no podía negárselo ni negármelo, seria engañarme.

Hae no pudo continuar con el interrogatorio porque Eunhyuk llego en buen momento a interrumpir, por primera vez que agradecía su presencia.

Me subí al autobús sin prestar importancia a lo demás me senté en un lugar vacio, venia pensando en lo que Eunhyuk nos había dicho antes de despedirnos al salir del instituto. El monito nos contó que Yesung lo había tratado muy bien, se había acordado de él y ahora eran muy buenos amigos, viejos conocidos. El mono se sorprendió de su cambio.

Pensé entonces que no era mentira la forma en como Yeye se presentó ante mí, en realidad es una buena persona.

- ¡Aiiish!

Si seguía catalogando sus buenas cualidades y seguía pensando en él, no sé a dónde me llevaría eso… comencé a morder mi dedo gordito como solía hacer cuando estaba pensando en algo que no entendía del todo.

- Toma mejor muerde este chocolate. – levante mi rostro para ver a la persona que me hablaba y de nuevo, era Yeye. - y Wookie deja tu dedo, lo harás mas pequeño de lo que está. – señalo sentándose a mi lado, me entrego el chocolate.

- ¡Yeye! – tome el chocolate gustoso, nunca sele dice no a un chocolate, eso es sacrilegio.

- ¿Te sorprendí? – me pregunto, algo que yo asentí. - te dije que nos veríamos en el bus, vengo observándote desde que subimos en el instituto.

- Lo siento, yo lo olvide. – le dije sinceramente, tanto pensamiento provocaba olvidos en mi cabeza.

- Te perdono si prometes esperarme todos los días y así tomar juntos el bus. – me tendió su dedo meñique para cerrar la promesa,

- Está bien. – acepte y cruzamos nuestros dedos.

No podía negarle nada ni dejar de sonreír, cuando estaba con Yesung nada más invadía mi mente, solo él llenaba todos mis pensamientos. ¿Qué es esto que comenzaba a invadir mi corazón? En los siguientes días, no me detuve a pensar.

C o n t i n u a r a . . .

Comentarios

  1. ardillita??? jajaja si tiene razón en sentirse en un zoo con el mono y el pez hehehe...
    me encanto la personalidad de yesung es tierno y atento el ho,bre perfec^^ será q esto se volverá un enredo con lo q esta con kyu????????????

    ResponderEliminar

Publicar un comentario