Adaptación: Waiting For You... Capítulo 1


- ¡Vamos, vamos, vamos!, a sus lugares.

El modelo Choi Siwon se preparaba para salir a la pasarela, aunque todo lo de su alrededor le estaba haciendo eco en su cabeza en ese momento. No era la primera vez que era el estelar en la pasarela, pero otra cosa le inquietaba además del trabajo que tenía que hacer. Decidió dejar de pensar y se concentró todo lo que pudo antes de salir al escenario.

Y por supuesto que estaba nervioso, si entre el público asistente se encontraba Kim Heechul.
Como era de esperarse, Heechul no sabía que él era uno de los que caminarían sobre la pasarela esa tarde. Lo cual no debía de saber, pues Heechul pensaba que seguía en Londres.

Había pedido ayuda a sus ex-compañeros de trabajo y aun amigos, para que Heechul asistiera esa tarde con objeto de darle una sorpresa de Navidad, aunque aún faltaba una semana para ese día. Y, afortunadamente, sus tres compañeros lo habían ayudado porque de ningún modo Heechul hubiera ido si supiera que Siwon iba a modelar esta vez.

Para comenzar su participación iba a ser corta, ahora se cotizaba mucho más después de su estancia en Londres y tenerlo sobre la pasarela era un lujo que no debían gastar.

Por lo que detrás de la pasarela recordaba el día que conoció a Heechul, cuando empezó a trabajar como modelo en la SM. La primera vez que lo asignaron como su fotógrafo; con su cabello negro alborotado.

Sentir su mirada a través del lente fotográfico y como en su boquita lucia bien aquella sonrisa de medio lado cuando encontraba la toma correcta, lo bien que se desenvolvía silencioso a su alrededor; hablándole solo para ordenarle cambiar de posición hasta acomodarse como el deseaba. Siwon no había podido concentrarse muy bien ante tal belleza la primera vez.

Su sorpresa fue muy grande, cuando el reservado fotógrafo había aceptado cenar con él y salir juntos al día siguiente.

Pero, debido al contrato que se le presentaba en Londres, Siwon tuvo que trabajar muchas horas y contratos, para poder ganarse ese lugar y no tenía mucho tiempo para romances.

Después de salir juntos durante un mes prácticamente iban directamente a la cama en cuanto tenían una oportunidad. Y recordarlo lo excitaba incluso en ese momento. Algo muy incómodo cuando uno lleva un traje muy ajustado apretando sus… joyas familiares y que pronto debía salir a caminar sobre la pasarela con los ojos del mundo encima.

Siwon deseaba que todo saliera bien y consiguiera volver con Heechul después de la cita romántica que había organizado para esa noche, una cita que esperaba fuera memorable.

Aquella cita era una expresión extraña para un tipo como Siwon, famoso entre sus compañeros por ser un desastre en ese tipo de cosas románticas. Pero también era un tipo listo que podía conseguir cualquier cosa con un poquito de ayuda. De modo que había comprado un libro.

“Cómo Conquistar el Corazón de Tu Amado”

Mismo que guardaba en el bolsillo izquierdo de su saco o pantalón en todo momento, por si surgía una duda y tuviera que consultarlo. Aunque tal vez iba a necesitar una biblioteca entera para arreglar lo que había hecho cuando lo decidió irse a Londres.

Había roto con Heechul antes de irse, para dejarlo libre todo este tiempo y que las cosas entre ellos, que comenzaron muy rápidas; tuvieran un descanso. Y lo pensó tanto, pero lo que decidió a Siwon hacerlo, era que Heechul aún no se abría del todo con respecto a su pasado; sobre eso no estaba seguro de que hubiera olvidado.

Siwon deseaba saber si los sentimientos de ambos eran lo suficientemente fuertes como para dar el siguiente paso y así no romperle el corazón a Heechul, de nuevo. Como el ex prometido se lo había roto, dejando a un Heechul muy destrozado abandonado ante el altar.

Con lo que no había contado Siwon, era que su corazón doliera tanto sin Heechul. No sabía cómo iba a reconciliarse con él sin dejar su carrera que ahora iba en ascenso, pero al menos tenía que intentarlo.

A medida que se acercaba su entrada a la pasarela, las ganas de ver a Heechul hizo que comenzara a buscarlo entre la gente, él mismo les había dado las entradas; por lo que Heechul estaría sentado muy cerca de donde desfilaría.

Sus ojos se dirigieron hacia esa parte del público, estaba casi seguro de haberlo visto. Si, definitivamente era Heechul, con su precioso cuerpo bajo ese abrigo rojo, su color favorito. Cuánto lo había echado de menos, pensó, Siwon esperaba que al menos apreciara el romanticismo de lo que estaba haciendo para reconquistarlo.


Estaba deseando volver a verlo y lo tenía tan cerca. Veía sus largas piernas cruzadas enfundadas en un pantalón claro, su asombrosa sonrisa al reír, sus finas manos sobre la cámara, sus grandes ojos… Y su mirada se fue para abajo…

¡¿Y una panza de embarazado?!

Demonios. Cuando salió a desfilar, Siwon tenía sus ojos clavados en el prominente vientre bajo ese abrigo rojo, que aun sentado, podía verse perfectamente redondeado. Tan sorprendido estaba que olvidó por completo hacia donde debía dirigirse.

Menos mal que se recompuso rápidamente y comenzó a caminar sin que el público lo notara. No así sus compañeros de oficio.

Este descubrimiento lo había golpeándolo tan fuerte y tan rápido como el destino.

* * *

Acomodando el flequillo de su frente, Heechul termino de aplaudir el final del desfile. Habría sido una velada divertida, de no ser porque uno de los modelos se trataba de él; la persona que pensó no ver nunca más. Y ahora tenia que esperarlo, sabía que no podría irse aunque quisiera, con esa panza no creía poder llegar muy lejos para que Siwon no lo alcanzara… necesitaba darle fin a este asunto.

Pudo ver como los oscuros ojos de Siwon estaban abiertos pero no parpadeaba al dar los agradecimientos al diseñador, por un segundo, Heechul pensó que iba a desmayarse por la sorpresa. Menuda forma de descubrir que había dejado embarazado a su antiguo novio.

- “Bienvenido a mi mundo, amigo”. – pensaba Heechul mientras se burlaba en su cara.


El sí que había estado a punto de desmayarse cuando la prueba de embarazo dio positivo, a pesar de que Siwon siempre había usado preservativos.

Justo cuando el teatro se quedaba medio vacio, lo miro acercarse aún vestido con el último modelo del desfile, mismo que le había dejado ver a Heechul todos sus atributos. Lo había visto con ese mismo jersey de gasa negro que dejaba ver su piel, toda la musculatura de su abdomen y de sus prominentes brazos, justo cuando se sacaba el saco de encima que hacia juego con aquellos pantalones negros.

Pero era muy diferente tenerlo de esa forma, casi frente a él con cara de afligido que lo hacía verse más sexy. Heechul estaba seguro que ahora que lo veía más de cerca, su cuerpo estaba mucho más trabajado, de tan solo recordar los momentos que compartió con aquel cuerpo se acaloraba completamente.

- Malditas hormonas… - se quejó Heechul.

Trató de recomponerse antes de que llegara completamente a su lado.

- Estás… – intentando ser coherente, Siwon señaló su vientre.

Su ex novio parecía a punto de perder toda su coherencia, las palabras no salían de su boca y eso a Heechul, le causo un poco de gracia. Se lo merecía el muy bruto.

- Lo has adivinado. – Heechul asintió, cruzando los brazos sobre su estómago –. Estoy de seis meses, haz la cuenta. Hicimos un niño la noche antes de saber que en tu vida había tanto sitio para mí como para un pedazo de queso mohoso en la nevera.

Heechul oyó murmullos tras él, sin duda era el trío de casamenteros que había organizado aquel encuentro. ¿Por qué había olvidado que los tres traidores eran amigos de Siwon? Primero fueron amigos de Siwon y luego de él.

Pero como ni siquiera sabía que hubiera vuelto de Londres, no había ninguna razón para sospechar que esa tarde, modelaría Siwon. Menuda trampa le habían tendido.

- En algunos países. – dijo Leeteuk, uno de sus amigos más cercanos que se encontraban tras él con Jungmo y Jay –. el queso mohoso es una delicia. Y, por cierto, que buena actuación has hecho Siwon. Veo que lo de expresarte sobre la pasarela se te da mejor que hacerlo con personas.

Sí, los tres habían conspirado con Siwon, estaba claro. Heechul se iba a obligar a hablar con ellos más tarde, por nada del mundo se le olvidaría lo que hicieron… por lo menos no pronto.

Sin decir nada, Heechul miró a Siwon contestar las preguntas y reclamos de algunos de los periodistas que se acercaron en ese momento. Preguntas sobre Siwon y el embarazado a su lado, sacando ya sus propias conclusiones… Era una buena oportunidad de salir corriendo.

Y así lo hizo, Heechul salió corriendo en cuanto se le presento la oportunidad.

Esperaba que los periodistas lo detuvieran y Siwon no lo siguiera… pero si lo hacia mejor, porque no quería tener aquella conversación delante de sus ex-amigos, los periodistas y el público que aun no se retiraba buscando algún autógrafo. Todo aquel gentío le daba nervios, últimamente no se sentía seguro con gente extraña a su alrededor.

Ya estaba suficientemente nervioso por las llamadas obscenas que recibía y, además, alguien había empezado a enviarle unas cartas raras y obsesivas. Había encontrado la última esa misma tarde en el asiento de su coche, aunque estaba absolutamente seguro de haberlo dejado cerrado, como siempre.

Las llamadas y las cartas eran una cosa, pero quien fuera había cruzado la línea entrando en su coche. Al principio, cuando empezaron las llamadas, pensó que era una simple broma de adolescentes pero cada vez eran más desagradables… Y empezaba a darle miedo de verdad.

Gracias a Dios había seguido el consejo de la policía y había instalado un sistema de alarma en su casa cuando empezaron las llamadas cuatro meses antes. ¿Cómo podía pasarle aquello? Especialmente estando embarazado.

Y hablando de embarazados…

- “Por favor, hormonas, conténganse y no me hagan llorar hasta que Siwon se marche”. – se reprimía Heechul.

Pero enseguida escuchó sus pasos tras él.

- ¿Hemos llegado al sitio donde quieres hablar o no? – pregunto Siwon detrás de él.

Por supuesto, Siwon sabía por qué se había alejado. Heechul odiaba que lo conociera tan bien, cuando habían salido juntos solo algunos meses, porque eso significaba que Siwon sabía cuánto le había dolido que lo abandonara.

- El muy canalla. – susurro Heechul, sin que alcanzara a llegar a oídos de su ex

Y, para empeorar las cosas, el hijo del canalla le estaba dando pataditas en su próstata.

- Estoy buscando un cuarto de baño. – Heechul se hizo el desentendido.

- El servicio los actores es el más cercano y son mas cómodos. – Le ofreció Siwon, dirigiéndolo hacia atrás de la pasarela tomándolo del brazo, se podía decir que casi lo llevaba a rastras. - ¿Estás…? – señaló su vientre, sin tocarlo.

Y maldito fuera por ser tan sexy y tan guapo, cuando él no tenía cintura. Maldecía Heechul en su interior.

- ¿Están bien los dos? – pregunto un cauteloso Siwon.

- Perfectamente. – Heechul cambio su semblante a uno lleno de nerviosismo, pues ya estaba mordiendo su labio inferior. - Y pensaba decirte lo del niño en cuanto volvieras de Londres, aunque no te hayas molestado en llamarme o escribirme ni una sola vez.

Al menos Siwon tuvo el detalle de ponerse colorado. ¿Y no era encantador ese rubor en las mejillas de un hombre tan varonil?... las hormonas a Heechul estaban jugándole una mala pasada. Además, ese rubor le hizo pensar en una niña, no sabía por qué, y entonces le dieron ganas de llorar. Pero no pensaba derramar una sola lágrima delante de aquel hombre.

Siwon se detuvo frente al servicio de los actores.

- Cuando hayas terminado, vamos a comer algo. – muy tranquilamente le ofreció Siwon. - He reservado mesa en Anchovy’s. Podríamos charlar mientras tomamos unos pastelitos de cangrejo y ese cordero a la brasa que te gusta tanto.

¿Había planeado una cita con la ayuda de sus compañeros?

Esto era nuevo, Heechul empezaba a experimentar emociones peligrosas, emociones que se negaba a alimentar con una cena a la luz de las velas.

- Podemos hablar en un McDonald’s. – pidió Heechul. Aunque la verdad era que mataría por un pastelito de cangrejo –. A tu hijo y a mi, nos apetece una hamburguesa.

Siwon frunció el ceño mientras se rascaba el bolsillo trasero del pantalón, debía quitarse esa ropa. Seguramente el diseñador debía andar buscándolo como loco.

- Bueno, si eso es lo que quieres… - a Siwon no le quedo mas remedio que aceptar y echar por la borda todo su plan. Tendría que apegarse al plan B.

- Estupendo. Puedes esperarme en mi coche. – dijo, Siwon conocía muy bien su auto.

Heechul se dio la vuelta para no hacer alguna tontería como abrazarlo. La puerta del baño se cerró tras él y Heechul se detuvo de golpe. Había enviado a Siwon a su coche… y la última carta de su acosador estaba en el asiento delantero.

¿Cómo iba a explicarle?

* * *

Tres horas después, Siwon aún no tenía respuesta sobre la carta que había visto en el coche de Heechul.

Ahora se encontraba en el recibidor de la casa, con un ramo de rosas en la mano que le había costado cincuenta dólares, Siwon se preguntó si habría conocido a otro hombre en esos cinco meses. De no ser así ¿por qué habría querido esconder una carta escrita con letra masculina?

- Los celos son un asco. - se dijo Siwon.

En cualquier caso, no tenía la menor duda de que el niño que esperaba era hijo suyo. Heechul no le mentiría sobre eso, de modo que quien hubiera escrito la carta tendría que buscarse otro novio porque Heechul era oficialmente suyo. Y él se lo haría saber.

Pero, por si acaso, Siwon estaba dispuesto a seguir las indicaciones del libro “Cómo Conquistar el Corazón de Tu Amado”. Cuando termino de cambiarse de ropa, y ya que Heechul había rechazado ir a un buen restaurante en favor de un McDonald’s, Siwon había comprado una caja de bombones de los que recordaba le gustaban y un ramo de rosas.

Así fuera una cita informal o no, Siwon la convertiría en una noche memorable. Y, como no podía hacer otra cosa, pediría la mejor hamburguesa del mercado para el hermoso embarazado tendría a su lado, porque no podía volver a meter la pata con un hijo en camino.

Siwon olvidaría de sus preocupaciones, no podía arriesgarse a dudar delante de Heechul.

Cuando Heechul abrió la puerta, se olvidó de respirar. Llevaba su cabello alborotado como las primeras veces que salió con él, con solo un poco de brillo en sus apetitosos labios… Siwon le ofreció las rosas rojas, su color favorito.

- Para ti. Lo siento, Rella, por favor, perdona que haya sido tan imbécil. – pidió un avergonzado Siwon.

- Muy bien. – Heechul tomó el ramo de rosas sin rozar su mano –. Te perdono.

- Sí, seguro. – dijo Siwon en un susurro inaudible para Heechul.

No estaba muy seguro de que lo hubiera perdonado. Ok, Siwon estaba más que seguro. Para nada lo había perdonado.

Pues Heechul, sin expresión alguna, se dio la vuelta y lo dejó en la entrada, mirando hacia el pasillo con cara de tonto. Siwon no había esperado que le diera un abrazo ni nada parecido, pero habría preferido una bofetada a esa indiferencia.

Aunque los grandes ojos llorosos de Heechul, cuando rompió con él, habían estado a punto de partirle el corazón. Sí, se disgustaba tanto por lo que había hecho, una duda y en ese entonces supuso que separarse por un tiempo era lo mejor.

¿Quería pensar si su amor era verdadero?
Ahí estaba su prueba, él no había soportado todo el tiempo sin Heechul.

¿Podría Siwon sentirse más miserable?
¡Oh sí! Pues había conseguido lo opuesto a lo que quería: Heechul ya no lloraba por él.

- Demonios. – se recriminaba mentalmente Siwon.

Siwon salió de su trance y entró en la casa, quería comprobar que Heechul no saldría corriendo por la puerta trasera, y lo encontró con la cara enterrada en las rosas, los ojos cerrados como cuando hacían el amor. Y luego sonrió. Y esa sonrisa fue suficiente para animar a Siwon a leer un par de capítulos más de ese libro después de tomar una hamburguesa en McDonald’s.

Dejando la caja de bombones sobre una mesita en la entrada, Siwon metió sus manos en la chamarra negra de cuero para no terminar abrazándolo. Heechul levantó la cabeza, sus largas piernas ocultas bajo unos jeans, esas mismas piernas que Siwon recordaba alrededor de su cintura cuando hacían el amor…

Como si pudiera leer sus pensamientos, Heechul lo miró a los ojos.

- Voy a meterlas en agua y a activar la alarma. – dijo despreocupadamente Heechul.

- ¿Una alarma? – se preguntaba Siwon.

Antes no tenía alarma, pero Siwon pensó que era buena idea pues vivía solo y embarazado. Aunque él estaba dispuesto a convencerlo para que dejara de vivir solo lo antes posible.

Heechul señaló una carpeta que había sobre la mesita en la entrada.

- Le he pedido a mi abogado que redactara un documento de custodia… en caso de que quieras ser parte de la vida del niño.

Siwon había pasado la mitad de su infancia sin un padre y no tenía la menor intención de perderse un solo día de la vida de su hijo.

- ¿Cómo puedes dudarlo Heechul? Tú sabes que yo…

- Aparentemente, no te conozco tan bien como creía. – lo interrumpió Heechul –. Llévate los papeles, por favor.

Siwon pasó al lado de la mesita sin mirar siquiera la carpeta. Se acercó tanto a él que podía oler las rosas que Heechul tenía en la mano. Tan cerca que casi podría besarlo, pero no lo tocó porque temía que pensara que sólo intentaba acercársele por el niño que esperaba.

Su hijo.

A Siwon se le encogió el estómago al recordar a su madre durante el funeral de su padre, abrazada a su caja mientras intentaba contener las lágrimas. Era una imagen que siempre le rompía el corazón, de modo que tragó saliva, cerró los ojos y buscó el olvido que sólo podía encontrar en los labios de Heechul…

C o n t i n u a r a . . .

Comentarios

  1. OMGGGGGGGGGGGG ESTA EMBARAZADOOOOOO NO LO PUEDO CREER!!!!! D8 De verdad que eso jamás lo vi venir... Me sorprendió mucho y puso la historia AÚN MÁS INTERESANTE OMG D8 jajajajaja de pana que está super intenso y entretenido todo ashdgfajfsd los sentimientos encontrados de Heechul me encantan jajaja sobre todo lo de las hormonas lol >w< gracias por el cap!

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