Adaptación: Waiting For You... Capítulo 2


Heechul cerró la cajita de su Big Mac, preguntándose cómo había logrado ser fuerte y evitar el beso que Siwon había intentado darle en su casa.

No había una hamburguesa lo bastante grande en el mundo como para satisfacer el hambre que sentía. Un hambre que lo mareaba. Eso quería creer, pero Heechul sabía que era otro el motivo de ese mareo.

Incluso una hora después de haber estado a punto de besar al hombre que le rompió el corazón hace seis meses, sentía ese hormigueo en su estómago por lo que pudo ser. Un hombre que quería ser parte de la vida de su hijo sólo por su sentido del deber.Y ésa era en parte la razón por la que no le había contado lo de las cartas y las llamadas a Siwon. Porque entonces Siwon se pegaría a su lado como una lapa, aunque Heechul ya había hecho la notificación a la policía y había instalado una alarma en su casa.

Aparentemente Siwon, había planeado verlo antes de saber lo del niño y eso le daba a Heechul un poco de esperanza.

¿Pero cómo iba a confiar en él después de que lo dejara plantado sin darle una explicación? El sentido del deber. El niño. No eso no lo aceptaría.

¿Y por qué había tenido que elegir precisamente un McDonald’s lleno de niños para cenar? Esos pequeños enanos gritando y correteando por el restaurante, le recordaban todo lo que no podría tener con Siwon, a pesar de estar esperando un hijo suyo.

Heechul no podía seguir evitando la conversación. Siwon estaba siendo más paciente de que lo que él había esperado. Pero siempre había sido un hombre serio, centrado, mientras a Heechul le costaba trabajo concentrarse en este tipo de problemas.

La calma de Siwon siempre le daba seguridad, después de su antiguo prometido, el típico despistado igual que él; Heechul creyó haber elegido bien esta vez. Pero Siwon lo había dejado de repente y seguía furioso con él. Seguía enfadado, por mucho que hubiera vuelto… y que aún lo amará.

- Quiero que seas parte de la vida de nuestro hijo. – dijo Heechul, señalando la carpeta que había llevado con él –. Aparecerás en el certificado de nacimiento como su padre, por supuesto. Y no me importa que lleve tu apellido si quieres, pero me gustaría elegir el nombre.

Al escucharlo, Siwon se puso tenso.

- ¿Has terminado?

Heechul puso las manos sobre la mesa, buscando apoyarse para continuar…

- Supongo que habrá muchas cosas que discutir. Como los días de visita y todo eso, pero no pienso dejarte fuera de la vida de este niño. – finalmente coloco sus manos sobre su prominente vientre.

- ¿Y de tu vida? – preguntó un anhelante Siwon -. ¿También necesitaré un horario de visitas para estar contigo?

- Eso ya lo decidiste hace seis meses.

Tkss, aunque Heechul no quería que supiera el daño que le había hecho, le costaba trabajo disimular.

- Quiero que me des otra oportunidad. – Siwon apoyó los codos en la mesa, sus músculos se marcaban por encima del jersey negro que llevaba puesto -. Y no sólo por el niño.

Sí, claro, no sólo por el niño. Heechul se preguntaba, porque insistía tanto ahora, si haces seis meses dejo claro que no le importaba… claro, su hijo.

- Siwon, lo siento, pero…

- Escúchame, por favor. – tan calmado como podía, Siwon le pidió -. Si no por nosotros, hazlo por el niño. Sólo quiero que me des la oportunidad de convencerte. Tengo una semana de vacaciones… vamos a pasarla juntos. El día de Navidad está a la vuelta de la esquina y puede que esas cosas no te importen, pero la verdad es que a mí no me gustaría pasarlo solo…


- “No seas tan dulce, maldita sea”, Heechul seguía peleando mentalmente contra sus sentimientos por Siwon.

- Especialmente porque se me hace un nudo en la garganta cada vez que pienso en cómo metí la pata contigo.

- ¿Una semana?.

- Una semana para salir juntos… y para hablar.

Siwon volvió la cabeza al escuchar un grito. Un niño estaba lanzándose por un tobogán que daba a una piscina llena de bolas de colores. Una sonrisa suavizó sus facciones y el corazón de Heechul se derritió como un helado dejado al sol.

- Nada de sexo. – insistió Heechul, tanto para advertir a sus hormonas como a él.

Siwon hizo una mueca, pero por fin asintió con la cabeza.

- Si decides cambiar de opinión sobre el asunto. – Siwon sonrió de medio lado -. te aseguro que no te rechazaría. Pero prometo no sacar el tema.

Heehcul pensó en esa frase, buscando algún agujero… porque estaba seguro que Siwon había dejado una puerta abierta en algún sitio. Pero pensar no era fácil cuando lo tenía tan cerca, el aroma de su colonia acariciando sus hambrientos sentidos.

- Me parece bien. – anunció Heechul –. Pero esta noche cuenta como la primera cita.

Siwon abrió la boca para protestar pero cuando vio que Heechul se cruzó de brazos, la cerró sin decir nada.

- Trato hecho. – dijo Siwon por fin, ofreciéndole su mano –. Nos veremos todos los días de aquí hasta navidad.

Los ojos de Heechul se clavaron en esos largos dedos que lo habían hecho despertar a la vida tantas veces. Dirigió su mano hacia la que Siwon le tendía, anticipando el roce de su piel…

Pero entonces, un celular comenzó a sonar. ¿El suyo? Heechul pensaba que era el suyo, aunque no era fácil saberlo porque los latidos de su corazón lo ensordecían. Sus sentidos parecían haberse cerrado a todo excepto a Siwon, eso pensaba mientras sacaba su celular y se lo llevaba a la oreja.

- ¿Diga?.

- ¿Llevas ropa interior de encaje bajo ese suéter rojo? – escuchó una voz que le resultaba asquerosamente familiar –. Me encantaría ver tu piel blanca bajo el encaje...

* * *


Siwon se levantó de un salto para sentarse al lado de Heechul al ver que parecía a punto de desmayarse. No sabía qué podían haberle dicho para asustarlo tanto, pero un repentino miedo por Heechul y por él bebe hizo que se le encogiera el estómago más que cualquier cosa que le hubiera pasado.

Siwon se sentó a su lado, poniendo una mano sobre su hombro.

- Rella, ¿estás bien, cariño?

Heechul no contestó, pero le temblaba tanto la mano que Siwon le quitó el teléfono.

- Lo siento, Heechul no puede hablar ahora mismo…

Quien sea que fuera cortó la comunicación. Siwon pensó entonces en la nota que había visto sobre el asiento del coche, misma que Heechul había guardado rápidamente en la guantera. Los celos estaban ensordeciéndolo más que los niños que correteaban por el restaurante.

- ¿Estás saliendo con alguien? – pregunto con el ceño fruncido.

Heechul lo miró, con sus grandes ojos llenos de horror.

- ¡No! – exclamó –. No, no he salido con nadie desde que cortamos.

- ¿Entonces esa llamada…? Y la carta que has escondido antes, en el coche. – continuo interrogándolo Siwon.

Heechul tomo el teléfono con manos temblorosas para guardárselo en su bolso.

- ¿Podemos hablar de eso en tu coche? No quiero hablar aquí.

- Sí, claro. Pero quiero que me lo cuentes.

* * *


La brisa nocturna entraba por la ventanilla del coche deportivo de Siwon mientras iban por la carretera de vuelta a su casa. Y Heechul se daba cuenta de que no le quedaba tiempo.

No podía seguir ocultándolo. Conocía bien esa expresión de seriedad y estaba seguro de que Siwon no iba a parar hasta conseguir respuestas. Y, francamente, Heechul estaba empezando a asustarse de verdad. De hecho, estaba temblando.

Suspirando, giró la cabeza para mirarlo.

- Llevo algún tiempo recibiendo llamadas obscenas. – comenzó a explicar Heechul -. Usa algún tipo de aparato que distorsiona su voz, así que no sé si es un extraño o alguien a quien conozco. He cambiado mi número de teléfono, pero no sirvió de nada. Luego empezó a enviarme cartas… la que has visto esta tarde era de él. Y la llamada también.

- ¡Maldición! – murmuró Siwon golpeando el volante –. Y has instalado una alarma en tu casa… debería haber imaginado que algo malo pasaba.

Heechul asintió con la cabeza.

- La instalé por el acosador.

- ¿Sigues teniendo las cartas? – le preguntó Siwon mientras paraba en un semáforo.

- Se las he dado a la policía, todas excepto la última que me ha llegado hoy en el auto. La traigo en mi bolso.

- Enséñamela. – pidió Siwon.

- ¿Qué podrías hacer tú…?

- Deja que la vea. – insistió él, apretando el volante hasta que sus nudillos se volvieron blancos –. Por favor.

No iba a rendirse y Heechul lo sabía, de modo que sacó la carta del bolso y Siwon la miró a la luz, apretando los dientes al leer las obscenidades que el pervertido decía querer hacerle.

Con exagerada lentitud, Siwon dobló el papel. Cuando el semáforo se puso verde arrancó a toda velocidad, su mandíbula estaba tan apretada que Heechul temió que se rompiera un diente.

Suspirando, Siwon guardó la carta en el bolso, conteniendo el deseo de romperla en pedazos porque la policía tenía que verla.

- Al principio no era tan explícito. – continúo explicando Heechul -. y pensé que era una de esas bromas de críos.

Siwon llevó aire a sus pulmones con gran esfuerzo, tratando de tranquilizarse.

- ¿Cuándo empezó todo esto?

- La primera llamada hace cuatro meses y medio, las cartas hace tres semanas.

- Poco después de irme yo entonces.

Heechul asintió, con un nudo en la garganta.

- Las llamadas son cada vez más frecuentes y me he dado cuenta de que sabe detalles sobre mí. Como esta noche… sabía que llevaba un suéter rojo.

Heechul se dio cuenta de que el instinto protector y posesivo de Siwon empezaba a despertarse, que no iba a poder quitarle, volviéndose su deber protegerlo. La nobleza de Siwon era incuestionable, pero inconveniente cuando necesitaba distanciarse de él para seguir siendo objetivo.

Dejó escapar un largo suspiro.

- Dices que has informado a la policía. – afirmó Siwon.

- Sí, claro, de inmediato. Y les enseñé las cartas también, pero por el momento no han descubierto nada.

Siwon lo miró a los ojos durante un breve pero intenso momento.

- Siento mucho no haber estado aquí.

Heechul sentía la tentación de creerlo, de creer en Siwon otra vez. Suspirando, volvió a mirar por la ventanilla.

- Esto no es culpa tuya y tampoco es tu problema. Pero… en fin, estoy muy cansado. ¿Te importaría llevarme a casa?

- ¿A tu casa? No, de eso nada. Nuestra primera cita no ha terminado y no pienso llevarte a casa.

El pánico, y tal vez una pizca de emoción, borró el miedo que a Heechul le había provocado la llamada.

- Siwon…

- Vas a pasar la noche en mi casa, Rella.

Siwon observaba a Heechul durmiendo en su cama, con una mano protegiendo su abdomen. Más que nada en el mundo, a Siwon le gustaría abrazarlo para protegerlos a los dos, pero sabía que no podía hacer eso. Tenía que dar marcha atrás para mantenerlos a salvo del canalla que estaba acosándolo.

- ¿Qué clase de psicópata acosaba a un embarazado? – se preguntaba Siwon.

El sentimiento protector hacia Heechul y hacia la diminuta vida que llevaba dentro pilló a Siwon por sorpresa. Pero durante sus viajes, Siwon había visto muchas cosas en el mundo y sabía lo vulnerables que podían ser una persona sola como Heechul y los niños a la maldad y el deseo.

En silencio, Siwon alargó una mano para acariciar uno de los mechones negros, mientras sus ojos miraban el apacible y hermoso rostro dormido de Heechul.

Siwon sabía que había ganado la primera batalla al convencerlo de que durmiera en su casa esa noche y de que pidiera una semana de vacaciones para estar juntos. Heechul había dudado al principio porque estaba muy ocupado con una de las nuevas campañas de la agencia en la que ambos trabajaban.

En la oficina hacía falta gente y Heechul no quería cargar de trabajo a Leeteuk, Kangin y a Jay. Pero al fin había aceptado. Heechul insistía en decir que lo hacía solo por el niño, aunque Siwon podía ver el miedo en sus ojos. Un miedo que, por orgullo, no quería admitir.

Por eso era tan importante para Siwon protegerlo. Especialmente porque Heechul no parecía entender lo fácilmente que un pervertido de ese tipo podría volverse peligroso. Y tampoco parecía entender la importancia de la última carta.

El canalla había entrado en su coche dentro de las instalaciones de la agencia, lo que era una tarea nada fácil porque todo el lugar estaba muy bien vigilado para que extraños no entren al lugar, de modo que podría ser alguno de sus compañeros.

Siwon ahora tenía que dedicarse a organizar citas que no sólo mantuvieran a Heechul ocupado, sino también a salvo de ese pervertido. Y, de algún modo, persuadirlo para que volviera con él.

* * *


Heechul sentía mariposas en el estómago, pero no tenía nada que ver con el bebé y sí con los nervios por su segunda cita con Siwon en la histórica Sapphire Blue, a las afueras de Seúl.

Con todos sus sentido, sobrecargados por las hormonas, Heechul estaba al cien. Suspirando, saboreó la belleza de las viejas fábricas convertidas en boutiques, restaurantes y discotecas. Los aromas de la exótica cocina llegaban hasta la calle, la música atravesando los muros, encontrando una respuesta en su pulso y en los acelerados latidos de su corazón.

Y para completar la fiesta en los sentidos de Heechul, el hombre alto y fuerte que caminaba a su lado. Un hombre que, en un gesto romántico, le había puesto su chamarra de cuero sobre los hombros cuando empezó a hacer fresco. Y estaba tan guapo con el pantalón caqui y la camisa blanca…

Aunque Siwon estaba más guapo sin ropa.

Heechul no había querido ponérselo fácil cuando insistió en que se tomara una semana libre, pero la verdad era que tenía razón: entre los dos podrían encontrar al pervertido que lo estaba persiguiendo. Tan sólo pensar en lo que podría pasar si ese psicópata decidía ponerse en contacto con él personalmente… Heechul se echaba a temblar.

Siwon era un estupendo guardaespaldas. Y por mucho que Heechul amara su trabajo y su independencia, la seguridad de su bebe era más importante que su orgullo.

Y hablando de su bebe, a Heechul le pareció que sería una buena distracción para olvidar su deseo de enterrar su rostro en la chamarra y aspirar el aroma de Siwon.

- Sobre el niño… - comenzó Heechul.

- Shhhh… – susurro Siwon y colocó un dedo sobre sus labios. Cuánto le gustaba que lo tocara, pensó Heechul –. No hablemos del bebe esta noche. Estamos juntos para volver a conocernos.

Eso no sonaba mal, debía reconocer Heechul. Pero perversamente le preguntó…

- ¿No quieres que te cuente que tengo cita con mi ginecólogo para averiguar el sexo del bebé?

- ¿Se puede saber tan pronto?

La expresión de Siwon era tan intensa que el corazón de Heechul se derritió un poco. Aunque no quería que volviera con el sólo por obligación… eh, un momento, en realidad no quería volver con él para nada. Se golpeaba mentalmente Heechul para acomodar sus pensamientos, pero sus sentimientos eran más fuertes todavía.

Porque Heechul estaba en medio de la calle, rodeado de gente, teniendo que contener el deseo de lamer el dedo que Siwon había puesto sobre sus labios.

C o n t i n u a r a . . .

Comentarios

  1. OMG I CAAAAAAAAAAAN'T ASDFASJFGSDKLFHSLDF Esto es demasiado hermoso para mi :'''') Sinceramente amo todo el esfuerzo que está haciendo Siwon y los sentimientos de Heechul también me encantan agh ojalá dejara entrar a Siwon un poco... Aunque entiendo por completo como se siente al haberlo dejado abandonado x_x de paso que nunca le escribió y que aparentemente se fue sin explicaciones u_u tsk... En fin >w< amo como está quedando pero woao... Hasta a mi me da miedo este acosador D8 que terror~ Iré a leer el siguienteeee >w<

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