Cascabelitos... Capítulo 2

“A medida que pasa el tiempo, a medida que el día a día va haciendo de las suyas, los mensajes dejan de ser tan frecuentes, las llamadas, ya no tan abundantes ni largas, los besos se vuelven automáticos, los planes ya no son del agrado correspondiente, las sorpresas y regalos, los "te quiero"... ¿desaparecen por completo?... destroy114.blogspot”

Henry POV

Quien lo viera, tan fresco, hablador, resplandeciente y muy sonriente. Anoche no era ni la sombra de lo que es ahora, más bien era como un bebe dormilón y remilgoso, que solo deseaba que lo dejara dormir mientras yo solo deseaba poseerlo en la cama.

Hemos venido a la SM porque nos llamaron para darnos la que será nuestra agenda para este mes y por eso es que estamos todos acá, incluyéndonos a Mimi y por supuesto que a mí.

Si tan solo pudiera… pero no puedo, eso sería muy obvio para todos. Pero ahí está, a unos pasos de mi penosa persona, si penosa, porque parezco algo así como un guardaespaldas o ¿chaperón? Mientras él charla muy alegre con Kris, Luhan, Lay y Tao mientras que yo tengo que soportar verlo como a ellos si les hace caso y a mí me relega a este rincón. Si no me muevo del lugar o me voy también por ahí, es porque desde aquí puedo verlo bien, no quiero perderlo ni un momento de vista.

Hace unos días eran los hermanos Tasty, Mimi estaba muy feliz por el debut de estos y muy animado los estuvo apoyando. No es que me moleste que tenga tantos amigos, no, nada más lejos de eso; lo que me tiene perdido es la poca actividad que hemos tenido juntos. La cama se ha vuelto un objeto donde solo podemos dormir, sé que para eso fueron hechas, pero yo preferiría hacer otras actividades con Mimi sobre ella que solo dormir.

Y no solo hablo de trabajo. Pues desde que promocionamos Break Down, en programas, conciertos y fanmeetings, no hemos vuelto coincidir en algo juntos. Recortando bastante el tiempo que hemos podido coincidir, a eso agréguenle que el nuevo libro que Mimi escribió, su promoción y viajes, lo han mantenido bastante tiempo lejos de mí y muy cerca de sus amigos. Solo pensar en todos ellos, siento que mi boca se amarga un poco.

Lo amo, lo quiero, lo deseo y sobre todo, confió en él, pero eso no me quita que sienta celos. Porque mi novio es tan lindo, que cualquiera puede terminar enamorado de él.

Lo peor de todo es que se volverá a ir, esta vez a China, grabara el show de Happy Camp en China Hunan TV, al lado de Calvin Chen, mejor conocido como su “novio escándalo”, cuando su novio soy yo. Ni idea de donde viene lo de “novio escándalo”, Mimi no ha querido contarme, me ha dicho que llegado el momento, el mismo Calvin me lo contará. ¡Ey! Hasta ahora no ha coincidido que el Chen y yo estemos en la misma sala con Mimi.

¿Cómo debería de sentirme?

A veces pienso que ya no le intereso, que ya no me ama como antes y la rutina nos alcanzó. Luego me pongo a pensar lo que prometimos cuando decidimos comenzar nuestra relación… prometimos ser sinceros el uno con el otro, que lo que pasara con nuestros sentimientos, nos enteraríamos por nosotros mismos.

Solo una vez me pasó por la cabeza que me estaba siendo infiel, porque si algo sé muy bien de Zhou Mi es que jamás dejaría de cumplir una promesa, por eso descarte de inmediato esa idea.

Bueno, no tan inmediato ni tan rápido. Si bien mi paranoia me hizo investigar un poco sobre la infidelidad, encontrándome con varias casusas que pueden generar esta y si bien no creo que Zhou Mi me sea infiel, estamos en el umbral de algunas de estas causas: Cansancio y deterioro de la relación, y vida sexual deficiente.

El cansancio nos lleva a no poder tener sexo con regularidad, la falta de sexo, nos lleva al deterioro de nuestra relación. Porque hasta hablar entre nosotros se nos ha hecho algo complicado, sino es de trabajo, es por alguna noticia o chisme de alguno de sus amigos. Ahora doy cuenta que no hemos hablado de nosotros en mucho tiempo.

Me hago una nota mental para hablar con él en la primera oportunidad que tengamos.

Y no es que yo no tenga ganas de hacerlo mío o no quiera, si lo deseo más que a nadie en el mundo, su cuerpo es mi delirio, haciendo nada sobre la cama, acostado boca abajo, tan solo verlo caminar contoneándose, cuando me sonríe pícaramente, hasta cuando bosteza me calienta, todo eso me hacer encenderme y perder el control.

Lo triste de esto, es que Mimi suele estar tan cansado, tomando sus largas duchas relajantes para después echarse a dormir. Mientras que yo hago todo lo posible por seducirlo y encenderlo, tantas veces lo he intentado, unas cae y otras veces se me duerme en el acto.

Como sucedió la noche anterior…

Llegamos de una sesión fotográfica para tony moly, donde la sesión fue algo extenuante, sobre todo porque llevábamos pocos días durmiendo bien, teníamos el sueño atrasado y aun nonos recuperábamos. Las maquillistas tardaron mucho más tiempo del normal, pues el maquillaje no ocultaba los signos de cansancio.

Si fue agotadora pero… la verdad es que Zhou Mi el remedio de todos mis males, por eso es que esa noche, después de verlo tan hermoso en la sesión, quería tenerlo toda la noche para mí.

- ¡Ah! Estoy tan cansado, que podría no ducharme. – escuche a Mimi decir.
- Porque mejor nos bañamos juntos y así puedo consentirte, te tallo la espalda, masajeo tus hombros… - y te dejo listo y encendido para la cama baby.

Esto último lo pensé, obviamente no le diría mis intenciones, para que no se me negara desde el principio, alegando cansancio.

La duche juntos funcionó, Mimi participo en todos mis juegos. Si bien no tuvimos sexo, los juegos preliminares que tuvimos en la ducha, nos dejaron con muchas ganas el uno del otro. Lo cierto es que a cambio, Mimi me exigió los cuidados que había prometido darle, por lo que tuve que hacerlo. Creo que hasta le lave los pies, no recuerdo muy bien.

- Esta duche se sintió también, gracias amor. – me sonrió y agradeció con un corto beso en mis labios -. Se te ha olvidado lavarte los dientes, ¿verdad?
- ¡Oh, es verdad! – me lleve la mano rápidamente a mi boca -. En seguida regreso.

Y rápidamente volví al baño, me lave los dientes a conciencia, pues esta noche estaba seguro que habría acción sobre esa cama. Cuando salimos de la ducha, los dos estábamos con tan solo la toalla enredada en nuestras cinturas, esperaba que para este momento Mimi no la tuviera y se encontrara tendido en la cama… muy sugestivamente.

Pero cuando salí del baño ¡Oh decepción!

Zhou Mi se encontraba acostado de lado, con su pijama puesta, abrazando una almohada y casi babeándola. No iba a permitir que durmiera. Me subí calmadamente a la cama aun con la toalla enredada en mi cintura, aproveche su cuello y hombro descubierto para comenzar a besarlo, sintiendo su suave piel bajo mis labios y el delicioso aroma que despedía.

Estaba deleitándome con su sabor, con los pequeños soniditos que comenzaban a salir de su boca y con el rubor que comenzaba a dibujarse en sus mejillas. Lo empuje suavemente del hombro para poder tener mejor acceso y deleitarme de su cuerpo, mientras pronunciaba su nombre tratando de despertarlo.

- ¿Qué… sucede? – dijo entre un bostezo, despertando -. No fue suficiente lo del baño, ¿cierto?
- ¿Qué del baño? – pregunte inocentemente.
- Ese baño que además fue tan relajante, he quedado blandito Henry, no hemos dormido mucho recientemente. – me dijo haciendo un lindo puchero.
- No seas así, todos hemos dormido la misma cantidad de horas. Compláceme. – si era momento de suplicar, lo haría.
- Convénceme. – dijo levantando sus manos acostado como estaba, pidiendo con el gesto que le sacara la playera del pijama por encima. Obviamente lo hice, no iba a perder esta oportunidad.

No pude contenerme a esa piel que había dejado expuesta, me abalance sobre él, posando mis labios en su pecho, dejando ligeros besos y saboreando su piel. Mimi es tan irresistible para mí. Alce mi rostro solo para darme cuenta que el me observaba atento a lo que estaba haciendo, entonces me acerque a sus labios y lo bese. Un beso profundo y apasionado, que me hizo colorarme encima para tomarlo mejor.

Pude sentir cuando las manos de Mimi me abrazaron apegándose más a mi cuerpo, lo cual hacia el beso más delicioso, pues nuestros cuerpos se rozaban.

Mis labios comenzaron a descender. Mimi giro su rostro hacia un lado, dejándome su cuello expuesto, el cual bese y lamí con ansias. Pude escuchar como Mimi comenzó a estremecerse y gemir de placer dentro de mi boca ante mis caricias, lo cual me hizo ser un poco más juguetón con su cuerpo, lleve mi mano hasta su entrepierna para acariciar su miembro por sobre la ropa.

Claramente lo estaba desesperando, pude verlo cuando mire su rostro. Por eso algo más travieso, tome el elástico de su pijama con los dientes y comencé a bajarlo ante las risa clara de Mimi que me observa divertido, alzando sus caderas para facilitarme el trabajo. Su pijama sale sin problema y lo dejo caer de mi boca hacia el suelo.

Mis manos agarraron su cintura, jalándolo un poco para acomodarlo mejor debajo de mi cuerpo. Para ese entonces la toalla había caído de mi cuerpo, encontrándonos ambos desnudos.

Comencé nuevamente a regar besos por su pecho que hacía que se le cortara la respiración, lo que Mimi no sabía es que el causaba lo mismo en mí, al ver la expresión de satisfacción en su rostro. Le roce con mis labios uno de sus pezones, con mucha suavidad, desatando escalofríos en su cuerpo. Mi lengua fue a parar al mismo lugar, dando vueltas a su alrededor, dejándome ver cuando ambos pezones se endurecieron.

Mimi no podía contener los gemidos que salían de su boca, su acelerada respiración y como sus caderas subían cuando rozaba inocentemente con mi mano su miembro. Claramente provocándolo.

Continúe besándolo y lamiendo todo lo que estaba a mi alcance, nunca me hartaría del sabor de su piel. Como nuestros cuerpos en la cama encajaban a la perfección, importándonos bien poco cualquier otra cosa que no fueran nuestro amor y deseos. Podía darme cuenta que la situación ya se estaba volviendo un poco insoportable para Mimi, que se estremecía y pedía en murmullos por más.

Le di vuelta a su cuerpo tumbándolo boca abajo sobre el colchón y acaricie su trasero, entreteniéndome un poco con mis dedos en su entrada.

¡¡Shissus!! Mimi tiene un trasero increíble, globos bien redondeados y paraditos, su piel blanca… no podía ser más perfecto y todo era mío. Bueno, al menos eso me daba derecho el ser su novio. No es que sea un loco posesivo maniático, que se cree dueño de las personas como si fueran cosas. Pero si Mimi es mío, su trasero me pertenece por igual.

Tal vez… tal vez si tenga un poco de eso después de todo.

Vuelvo a concentrarme en darle placer, hasta ahora Mimi está reaccionando favorablemente y no quiero desperdiciar ni un momento.

Con mi corazón latiendo a mil por hora por tanta belleza y con mi erección doliendo, necesitado de atención, con todos esos sentimientos de abandono de todos estos días sin poder tenerlo, ¡Era increíble que estuviera pasando!

Comencé a besar su trasero, atendiendo cada uno de sus globos con mi boca, mientras mis dedos se sumergían en su entrada.

- Me encantas Mimi, lo sabes ¿verdad? – pero no escuche respuesta alguna -. ¿Mimi?... – de nuevo nada -. ¡Mimi! – alce mi voz mientras mi mano azoto su trasero.
- ¡¿Qué?! ¡Que!
- Te estabas durmiendo, y “tiro al blanco” quiere trotar. – me queje.
- No claro que no. ¿Ya estas dentro? - me dice ladeando su rostro para mirarme -. ¿Sigues llamándolo de esa forma? – adormilado y todo comienza a reír.
- No. – le digo algo avergonzado. ¡Para eso si pone atención!
- Pues a mí me gusta, pero siento que “tiro al blanco” está tardando mucho. – refunfuña.

¿En serio? Yo que estaba tratando de hacer esto más entretenido, especial y candente para él. Mimi se da cuenta de mi ceño fruncido.

- Creo… creo que estoy listo… - me dice tímidamente, tratando de recomponer el ambiente -. Con lo de la ducha fue suficiente. Por favor. – me lo pide con un hermoso puchero, eso vuelve a ponerme de buen humor.

Me coloco entre sus piernas y dirijo mi erección entre sus nalgas, lentamente me sumerjo en su entrada para no lastimarlo. Había olvidado los juegos previos en la ducha, aunque estaba algo estirado, aun podía sentir su estreches y como la presión de sus músculos aumentaba en mi pene.

- Estas tan apretado Mimi. – le dije, pasando mis manos suavemente por su espalda, esperando a que se acostumbrara a la invasión.
- Y tú lo haces tan rico Henry… - escuche que dijo, algo ahogada su voz por la almohada pero estoy seguro que lo escuche.
- ¿Hacer qué?
- Muévete. – finalmente me ordeno.

Los diálogos y las órdenes esta noche estaban siendo algo confusas. Muy dentro de mí, sabía bien que Zhou Mi adormilado, podría decirme cualquier cosa para quitarme de encima de él.

Pero ya estábamos en la faena, así que me recompuse y comencé a penetrarlo. Me salí completamente de su entrada y sin aviso, me sumergí nuevamente, en una arremetida fuerte y profunda, adentrándome completamente en su cuerpo. Me concentré en la deliciosa fricción que sentía en mi pene, tan caliente y acogedor, olvidándome de todo lo demás.

Por cada embestida que daba aumentaba la velocidad, la sensación era tan placentera y el olor a sexo comenzaba a invadir el ambiente. Pronto mis gemidos hicieron eco en la habitación y… fue ahí donde me di cuenta, que solo yo gemía, que solo mi garganta quemaba de tanto placer y que otro ruido, que más bien parecían ronquidos, llenaban la habitación.

- Zhou Mi… - lo sacudí pero no me respondió -. ¡Zhou Mi! – grite y nada.

Retire mi pene de su entrada y me recosté a su lado, Mimi tenía sus ojos cerrados y dulcemente descansaba su rostro sobre la almohada, con sus manos debajo de esta. Si no hubiera estado tan acalorado, me hubiera detenido a observarlo dormir.

- Mimi… no de nuevo… - retire algunos cabellos de su rostro. Zhou Mi intentó abrir sus ojos, pero le fue imposible. Realmente estaba agotado.
- Te amo… Henry… te amo… - y una leve sonrisa se dibujó en sus labios.

Esas solas palabras, llenaron de calidez mi corazón. Que me amara era suficiente motivo para que no me sintiera tan mal, que nuestras relaciones sexuales fueran un desastre últimamente.

Sonreí ante sus palabras, me acerque a su rostro y bese sus labios. Cubrí su cuerpo con una sábana, recogí la toalla y de nuevo me dirigí al baño. Necesitaba urgentemente otra ducha. Devolví mis pasos hacia la cama, descubrí de nuevo el cuerpo de Mimi, si iba a librarme de mi despierto amiguito “tiro al blanco” en la ducha, al menos tendría una hermosa vista con la cual inspirarme.

Y esa es solo una de las tantas noches, en las que he terminado atendiéndome solo. Por eso mi mal humor y ver a Mimi tan fresco con todos los demás, me pone peor.

Estoy pensando en hacer algo, Mimi no me ha sido infiel pero a cómo vamos, bien podría. No podré hacer nada pronto, porque él se ira a promocionar su libro, pero a su regreso, pondré en práctica las acciones para prevenir una infidelidad. Tengo que lograrlo, mantener el interés y sobre todo, volver a ser lo que éramos antes o quizás mejor que antes.

- Henry… - su voz me saca de mis pensamientos -. Iré con Jia y Fei, me han invitado. – me mira con ojos suplicantes, esperando a que esté de acuerdo.
- Claro, solamente no llegues tarde y trata de comer bien. Si te llevan de compras, no te canses recorriendo todo el centro comercial, por favor Mimi, luego estas muy cansado.
- Lo hare… gracias por preocuparte por mi bebe. Te amo. – me dice aventándome un beso cuando nadie nos ve.

Vale la pena luchar por Zhou Mi. A lo mejor soy un exagerado pero… realmente no pienso dejarle el camino fácil a nadie. Mimi es mío.

Continuara...