Lost Heart... Capítulo 12


Jungsoo se encontraba en una reunión de trabajo con el jefe Rain, que lo había sorprendido en su propia oficina para revisar los avances en algunos de los casos; específicamente en el robo del Diamante Hope. El teléfono volvió a sonar por tercera vez en el día y Jungsoo lo miró como si fuera un animal ponzoñoso.

-       ¿No vas a contestar? – le preguntó el jefe Rain, sin dejar de mostrar su molestia, ya que Jungsoo  dejó sonar la llamada anterior.

-       Creo que estaba algo distraído, lo siento. – murmuró Jungsoo antes de descolgar –. Detective Park Jungsoo al habla…

Aguantó la respiración mientras internamente se repetía “Que no sea esa persona… que no sea esa persona…” en verdad no deseaba escuchar de nuevo esa molesta voz.

-       Se ha cortado la comunicación, cariño. – escuchó del otro lado de la línea… ¡Diablos era él! -. Deberías llamar a alguien para que revise tu teléfono.

Jungsoo tenía ganas de colgar, pues ya tenía la mirada de su jefe encima mientras recogía sus cosas para retirarse. Por lo que trató demostrar calma. Respondía con monosílabos a unas cuantas preguntas para que no pareciera sospechoso y después el mismo Kangin lo dejó colgado en el teléfono.

-       ¿Sucedió algo malo, Jungsoo? – el jefe Rain le preguntó, seguramente había notado su nerviosismo… ese hombre no se cansaba de jugar con su salud mental.

-       No, nada. – respondió Jungsoo poniéndose de pie al ver que se retiraba.

-       Pues no me lo parecía hace unos momentos. – Rain lo miró con una ceja arqueada -. Has estado años a mi cargo Jungsoo, deberías ya confiar en mí. Si tienes problemas, podrías tomarte el resto del día para resolverlos. No sólo es trabajo la vida, recuérdalo.

-       Gracias, pero no es nada.


Cuando Rain se perdió por la puerta dirigiéndose a su oficina, Jungsoo se dejó caer sobre su silla, mientras tallaba sus ojos frustrados. En estos momentos deseaba tener al tal Kangin para descargarle a golpes toda su tensión. Jungsoo pasó el resto de la mañana encerrado en su oficina hasta que Shindong irrumpió en ella.

La puerta se abrió de golpe.

-       ¿Qué te sucede? – Shindong sabia cuanto odiaba Jungsoo ser interrumpido de esa forma -. ¿Acaso no sabes tocar la puerta? ¿eh?

-       El jefe Rain… - alcanzó a decir agitadamente el policía. Y al escuchar el nombre del superior, Jungsoo supo que se trataba de algo importante -. hay un enfrentamiento en uno de los departamentos que estamos vigilando.

-       ¿Quién estaba en estos momentos? – Jungsoo preguntaba mientras se colocaba el chaleco antibalas y acomodaba sus pistolas en él.

-       Nuestros observadores aseguran que uno de ellos era Lee Sungmin, dueño de Mincake y que no iba por su propia voluntad.

Al escuchar ese nombre sabía que no se trataba de un enfrentamiento cualquiera, y que seguramente la mafia rusa estaba involucrada en ello. Pero, ¿Por qué Lee Sungmin? Si la cabeza era otra persona, tal vez esperaban sacarle algo. Lo que no sabía era que tan importante era lo que deseaban obtener.

-       ¿Alguien más? – preguntó Jungsoo.

-       Hay un enfrentamiento justo ahora frente a Alone. – explicó Shindong -. Intentaron llevarse a una persona de ahí, pero pudo huir cuando nuestros policías llegaron y aun se enfrentan con nuestros policías.

-       Necesitamos atrapar a alguno vivo. Shindong, debemos saber quién es la persona que logró huir. – le advirtió Jungsoo, cuando ya iban de camino a su vehículo.

-       Nuestros hombres no lo reconocen, suponen que pudiera ser el dueño de Alone. Cuando pida ayuda entonces lo atraparemos.

-       Lo dudo. Sabes que no la pedirá. – para Jungsoo era nuevo que Alone estuviera involucrado en un ataque de los rusos.

-       Es una pista. – Shindong ya manejaba a toda prisa al lugar.

-       Preocupémonos ahora por conseguir algún maldito ruso vivo, y después nos encargaremos de descubrir qué relación tiene Alone con ellos.

Era una oportunidad en un millón. Jungsoo sabía que si llegaban a conseguir algún prisionero del enfrentamiento, tendrían muy pocos días para sacarle toda la verdad. Pues casi siempre esos testigos terminaban muertos a manos de su propia gente para que no puedan hablar de más.

Pero si jugaban bien su carta, la información obtenida podría esclarecer muchas de las muertes sucedidas en Londres y también la relación de Lee Sungmin, Mincake con los rusos. Si la suerte les sonreía, podrían saber incluso de Ya-Hee corp y Choi Siwon, como sospechaba Jungsoo.


* * *


La llegada al aeropuerto no fue problema y al llegar al hotel vio como Siwon comenzaba  dar órdenes en ruso, cosa que Heechul no entendía nada, su inglés era muy bueno, su coreano e incluso su chino; pero el ruso jamás se le ocurrió aprender. Entonces de nuevo se sintió frustrado, no sabía cómo iba a enterarse de Andrew si no podía comunicarse en aquel idioma.

Pronto fue llevado a una de las suites del hotel, con una gran vista y una cama enorme, además del suficiente espacio como para albergar a todos los hombres de Siwon. Pero Heechul sabía que aquel espacio y aquella cama, estaba reservado solamente para ellos; su cuerpo reaccionaba ante estos pensamientos cuando no debía ser de esa forma… ¿no quería?

Sacudió la cabeza y de nuevo se concentró en cómo hacerse de información para localizarlo, él era su prioridad mientras miraba el frio paisaje de la capital rusa. Hacia un frio endemoniado que seguramente después cubriría todo de blanco. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando entraron aquellas chicas Sooyoung y Gain, de nuevo con un montón de ropa.

Como la primera vez, Heechul se dejó hacer pues las chicas sabían lo que hacían. Se limitó a mirarlas andar allá y acá, a escucharles hablar de lo maravilloso que era su jefe y de lo mucho que disfrutarían el viaje, siendo su primera vez. Algo que hizo fruncir el ceño de Heechul, ¿acaso Siwon nunca llevo consigo a su amante en turno?

No se atrevió a preguntar, ni era de su incumbencia ni debía importarle. Así que cuando las chicas se fueron dejándolo mirando su reflejo en el espejo… Lo habían vestido con una ligera playera blanca con motivos negros cubriéndolo con un saco negro de cuero y de su cuello colgaban diversos collares que lucían bastantes caros.

En sus piernas, un pantalón despintado que se ajustaba perfectamente, a completando todo con unas botas blancas. Podía decirse que ahora si lucia como un amante caro.

Pero cuando miró su cabello, una persona vino a su mente… Andrew. Habían teñido sus negros cabellos a rubios como aquella época, la más feliz de su vida que ahora veía tan lejana; solo que ahora sus rubios cabellos lucían un peinado bastante sofisticado.

Entonces recordó que tenía que confirmar la última pista que le fue dada sobre Andrew y que lo había traído hasta aquí. Pues nada, ni siquiera una amenaza de Choi hubiera bastado para que Heechul se prestara a tal viaje.

Marcó el número de L. Hyukjae desde su celular, pues sabía que no podía marcar del hotel. Si todo aquello como sospechaba era de Siwon, no deseaba que supiera de sus motivos ni de su informante. Lo que no sospechaba era que alguien lo miraba extasiado en su belleza y atento a sus movimientos, escuchándolo todo.

-       Diga. – escucho al segundo tono.

-       Asegúrame que la última pista nos trae de verdad a Rusia.

-       Es verdad, mis contactos me han dicho que al parecer esa persona buscaba hacerse de poder.

-       ¿Poder?

-       Si, para tomar venganza... La venganza no es buena consejera cuando se es joven. – escucho a la persona del otro lado como si hablara por experiencia propia -. Créame, esta pista es real, él se involucró con la mafia rusa.

Y Heechul lo sabía, pues el mismo estuvo a punto de morir por esa estúpida venganza que había tomado su familia en su contra. Pero no estaba del todo seguro del porqué de la venganza de Andrew.

A lo lejos, Siwon vio como Heechul se tensaba, y su curiosidad aumento cuando en el rostro del detective apareció una lágrima que recorrió su mejilla.

-       Esto es así… - Heechul apretó fuertemente su celular -. Si él está aquí y se involucró en esta mierda, lo encontrare y lo llevaré de regreso.

-       Tenga cuidado, recuerde que con ellos no se juega.

-       El trato ya está hecho, tengo una buena carta de presentación. – Heechul cortó la comunicación y murmuro -. hare cualquier cosa por encontrarlo.

No supo porque, pero Siwon sintió arder sus entrañas. El enterarse que la finalidad de que el detective aceptara el trato y la información que necesitaba se trataba para encontrar a un hombre, no lo imaginó. Lo peor de todo es que si había llegado hasta esta situación aceptando todas sus consecuencias, era porque ese hombre debía ser un maldito afortunado importante para Heechul.

Su humor cambió repentinamente. Al entrar se había topado con la perfecta imagen del detective, sus cabellos rubios trajeron hermosos recuerdos que jamás olvidaría, incluso pudo ver un poco de aquello que tanto extrañaba en el detective y una sonrisa dibujó su rostro.

Pero después de aquello, su corazón se endureció de nuevo. Ya lo había dicho… uno, nadie tocaba lo que era suyo… dos, nada que fuese suyo debía pensar en otra cosa salvo en él. Y con Heechul trataría que fuera de la misma forma.

* * *


Llegando a México, Kyuhyun fue abordado por tres hombres. Uno se presentó como Jong Woon, contacto de los negocios de Siwon en América. A Kyuhyun no le pareció que estuviera tan bien organizada su llegada, pues más de alguna vez Sungmin le había advertido que si algo le llegara a pasar, que tenía contemplada su protección para siempre a manos de Siwon.

___Flashback___

Habían tenido otra tonta discusión, pues de nuevo a Sungmin se le había metido la idea que algo le pasaría, Kyuhyun lo conocía bien y cuando el dueño de Mincake comenzaba hablar de esa forma, era porque sufría una de esas depresiones que le atacaban de vez en cuando.

La discusión pronto devolvió el carácter enérgico de Sungmin, lo que los hizo terminar en su oficina, enredados entre besos, brazos y piernas, encima del gran y mullido sofá. Poco a poco los besos se hicieron más profundos, entrelazando sus lenguas con cierta fuerza y empuje, invadiendo la boca del otro.

Kyuhyun empezó a quitar la camisa a Sungmin lentamente dejando su torso completamente desnudo, el cual Kyuhyun aprovecho para besar y recorrerlo con sus labios. Sungmin hizo lo mismo con él y terminó quitándole la chaquetilla que usaba cuando no horneaba, era un regalo que el mismo le había hecho.

Esa chaquetilla de chef pastelero, la había mandado a traer de parís, con el nombre de Cho Kyuhyun bordado en hilos doraros… y no cualquier hilo, eran dorados porque realmente eran de oro. Kyuhyun cuidaba de ella como cuidaba del mismo Sungmin.

Cuando sintió que Kyuhyun comenzaba a mordisquear su cuello suspiró. En su piel se sentían las pequeñas marcas rojas que sus labios iban dejando, por todo el lado derecho de su cuello. Sungmin quería ir más deprisa pero se tuvo que conformar al ritmo del chef.

Poco a poco los labios de Kyuhyun bajaron hasta llegar a los botones de Sungmin, los cuales mordisqueó durante un rato arrancando algunos gemidos de su boca.

-       Mmmm… ¡Ah! Kyuhyun.

Al escuchar su nombre, Kyuhyun levanto la vista y lo que vio, le encantó. Sungmin tendido debajo de su cuerpo, entre los cojines del blanco sofá parecía un querubín, con su cara sonrojada mordiendo seximente su labio inferior mientras que su brazo derecho cubría sus ojos. Y distraídamente su mano libre, acariciaba el brazo tenso de Kyuhyun, pues sostenía su peso en ellos a cada lado de su cuerpo.

-       Sungmin… - lo llamó.

Sungmin no reaccionó, hasta que Kyuhyun le quito el brazo de los ojos y se estremeció al ver la intensidad de su mirada.

-       Sungmin te… te quiero… - soltó en un suspiro Kyuhyun.

Las manos de Sungmin tomaron su rostro, acercándolo al suyo.

-       Yo también te quiero Kyuhyun, y te protegería con mi vida si fuera necesario. - y rozo suavemente los labios de Kyuhyun -. por eso… por eso debes prometerme, que llegado el momento confiaras en lo que te diga y confiaras en Siwon.

-       De nuevo con eso. – murmuro choqueado Kyuhyun, haciendo a un lado su rostro.

-       Por favor, por favor… - Sungmin de nuevo enderezo su rostro frente al suyo -. Prométemelo Kyuhyun. Prométeme que te pondrás a salvo y esperaras por mí. Yo sé que, sea como sea regresare a tus manos. Prométemelo, prométemelo.

Se lo pedía con tanta demencia y había tanta suplica en su voz, tan frágil entre sus manos, que estaba seguro que si no aceptaba en ese momento, Sungmin se echaría a llorar.

-       Te lo prometo Sungmin, te lo prometo. Mi vida es tuya y hare lo que tú quieras que haga de ella, a ciegas confiare en lo que tú me digas.

-       Gracias Kyuhyun.

-       ¿Feliz?

-       Estaré más feliz cuando termines lo que comenzaste.

Y un lindo puchero se formaba en esa boca, que cuando se trataba de trabajo en el Mincake, Kyuhyun no veía. Solo en sus ratos de intimidad, Sungmin se mostraba tal y como era.

-       Hare algo mejor que eso…

Kyuhyun volvió a posar sus labios en los de Sungmin y de nuevo fue recorriendo el camino que en un comienzo se había trazado hasta llegar al vientre de Sungmin. Bajo sus labios, podía sentir la suave y tersa piel de Sungmin. Se saltó el pene y fue a besarle sus muslos para provocarle más placer.

Siguió con sus besos hasta llegar a sus ingles, pasando su boca por los testículos, lo que hizo que Sungmin gimiera placenteramente.

-       Quiero que disfrutes…

Sus manos tomaron las piernas de Sungmin, dejando al descubierto y al alcance su entrada. Donde Kyuhyun se enterró sin preparación, tal y como a Sungmin le gustaba.

___Fin del flashback___


Kyuhyun se levantó de la cama donde estaba desde hace dos días, no había comido nada, ni tampoco había dormido y eso que le traían sus tres comidas diarias. Pero nadie se había preocupado por darle noticias de Sungmin, no sabía si estaba bien, si pronto podría volver a Londres y tenerlo en sus brazos de nuevo.

No era prisionero en ese edificio, tampoco estaba solo. Kyuhyun evitaba salir pues el idioma se le dificultaba y no quería correr el riesgo de no poder volver. Lo peor era que en días no había podido tomar algún utensilio de cocina. Sungmin y hornear eran su mundo, y en estos momentos no tenía a ninguno de los dos.

Se dirigió a la sala con paso resuelto. Lo ha estado haciendo desde que llegó, deseando encontrarse con Jong Woon, estaba seguro que era el único que podía darle noticias sobre Sungmin y Mincake.

Llegó a la sala donde estaban algunos hombres en el sillón viendo la TV, algunos otros jugaban cartas con dinero, uno más estaba en una esquina de la habitación ignorando a todos y por ultimo Jong Woon que buscaba algo decente que comer en la cocina, abriendo las alacenas y sacando solo latas.

Kyuhyun caminó hasta la cocina donde se encontraba Yesung, pues le pidió que lo llamara de esa forma.

-       ¿Puedo? – pregunto Kyuhyun en cuanto estuvo a su lado.

-       ¿Qué?

-       Todos aquí están peleados con la cocina. – se burló Kyuhyun.

-       ¿Por eso es que no has comido nada estos días? – la pregunta parecía más reproche. Lo que hizo preguntarse a Kyuhyun porque se preocupaba Yesung por él, si solo era un encargo de su jefe.

-       Tal vez. – respondía Kyuhyun mientras se movía por la cocina, preparando los ingredientes para cocinar para dos. Lo que inmediatamente le recordó a Sungmin, cuando le cocinaba después de estar juntos -. Yesung, ¿Qué sabes de Sungmin?

Jong Woon se le quedó mirando no con curiosidad, sino con una infinita tristeza… hasta podría decirse que lastima también.

-       Nada. – respondió bajito -. Pero si comes conmigo, prometo que haré todo lo posible por tenerte información pronto.

-       ¿Por qué me ayudas? – Kyuhyun dejo de picar las zanahorias que tenía entre sus dedos.

-       Digamos que… me recuerdas a mí. Yo también me enamore y ahora estoy aquí.

* * *


Eunhyuk se encontraba acomodando algunas botellas de las más caras, las mismas que Siwon mandaba para su propio consumo. Una remesa había llegado una semana atrás, pero las salidas que ha tenido para verse con Donghae, le distrajo del trabajo que conllevaba administrar su bar.

Tan distraído estaba en su tarea en la bodega donde estaba instalada la cava, que no escucho los pasos de la persona que se situó detrás de él, hasta que se dio la vuelta.

-       ¡Maldición Ryeowook! Deja de presentarte como un fantasma, algún día mataras a alguien de un susto. – lo cual resultaba irónico, pues no sería ni la primera ni la última muerte cargada a su persona.

-       Sería una nueva forma de matar, ¿no crees?

-       Mientras no sea yo el que muera del susto. – le respondió Eunhyuk sobándose la nuca.

Que la mano derecha de Siwon estuviera en aquel lugar no era un caso fortuito, seguramente alguna noticia debía de traerle, aunque lo que más preocupaba a Eunhyuk era otra cosa que lo incluía a él y a Donghae. De pronto lo escucho carraspear, ahora se enteraría.

-       Sungmin fue atrapado por los rusos y Kangin también fue atacado, pero él la libró gracias a la intervención de los policías. – Eunhyuk escuchó todo sin poderlo procesar, estaba todavía con la sorpresa de esas palabras.

-       ¿Sungmin fue llevado a Rusia? – preguntó temeroso.

-       Así parece. – Ryeowook contesto tranquilamente -.  Es a lo que nos arriesgamos en este trabajo. Menos mal que Siwon actuó prontamente y reforzó Alone y Stock Hall no figura para ellos.

-       Stock Hall es mío. – aclaró Eunhyuk con el ceño fruncido.

-       Lo sé. – Ryeowook pasó una mano por la mejilla de Hyuk -. Pero Siwon te protege y eso lo hace casi tu jefe.

No tenía nada que refutar, lo que decía era verdad. Por lo que Eunhyuk azoto algunas cajas vacías arrinconándolas del otro lado para su desecho, desquitando toda su frustración en ellas.

-       Si yo no hubiera pedido su protección, ¿Qué sería de ti? – Eunhyuk no dijo nada, se cayó lo que pensaba. A pesar de estar de su lado, Ryeowook siempre sería peligroso.

-       ¿Qué sucederá con Sungmin?

-       Siwon fue por él a Rusia. Piensa negociar para que lo liberen. Kyuhyun fue mandado a México tal y como Sungmin lo pidió como última voluntad. – se burló Ryeowook -. El triste destino de las personas como Kyuhyun y como Donghae.

Al escuchar el nombre del Lee, Eunhyuk se tensó. Ya sabía a qué venía tal confesión, entonces ya no se contuvo.

-       El mismo que corrió Yesung, ¿no es así? – se burlaba en su cara, sabía que era peligroso, pero a estas alturas ya no importaba.

-       Jong Woon tiene lo que merece, yo no lo obligue a hacer nada. – al decir estas palabras, Ryeowook se había acercado hasta apoyarse en el pecho de Eunhyuk, enredando los brazos alrededor de su cuello -. Y yo tengo lo que quiero.

Ryeowook subió sus piernas a horcajadas sobre las caderas de Eunhyuk, y aunque este no le respondía, terminó rodeándolo con sus piernas sosteniéndose. Apoyó su boca contra la suya y comenzó a besarlo. Eunhyuk termino por responder a la exigencia de su beso, pues sabia las consecuencias que obtendría si se le negaba.

Solo el beso, pues sus manos se negaron a tocarle. En cambio Ryeowook enredaba sus dedos en los finos cabellos del otro, acariciaba su cuello, su cara mientras le besaba. La lengua de Eunhyuk era suave, juguetona. En cambio los besos de Ryeowook eran apasionados y su mirada, lasciva.

Finalmente el mismo que comenzó, terminó con aquel beso que amenazaba con dejarlos aturdidos. Ryeowook camino hacia la entrada deteniéndose en el camino, como si hubiese olvidado algo.

-       Cuida de ese policía, ¿Cómo se llama? – preguntó haciendo un gesto con su mano.

-       ¿Donghae? Tu como sabes de él. – preguntaba por pura curiosidad, Eunhyuk ya sospechaba, a Ryewook rara vez se le escapaba algo.

-       Sé lo que tengo y por algo estoy a cargo de esa parte que Siwon no necesita hacer. – y sin dudar era el mejor -. Cuídalo, su hermano no estará aquí por un tiempo y a como están las cosas, será mejor a que termine como Kyuhyun.

-       Gracias por la advertencia.

-       Hasta que yo quiera Eunhyuk… hasta que yo lo quiera.

Y con esa advertencia, salió de la cava. Dejando a un preocupado Eunhyuk, que mucho menos ahora podría concentrarse en su trabajo sin dejar de pensar en Donghae.

C o n t i n u a r a . . .

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