Lost Heart... Capítulo 8


Después de su dichosa fiesta de bienvenida, pasó la noche en vela ideando que hacer, fue cuando se dio cuenta que estaba arriesgándose sin un salvavidas. Y vaya que lo necesitaba, con Choi Siwon y YaHee Corporation no podía jugar. A pesar de las advertencias de Donghae, Heechul necesitaba continuar con esto.

¿Su plan? Era muy simple. Infiltrase en la mafia rusa con la ayuda de Choi Siwon para poder localizar a Andrew, la persona más importante para él. ¿Cómo lograría esto? Con un poco de chantaje, sobre lo que sabía de los negocios sucios en los que se encontraba toda su corporación, incluyendo a MinCake.

Heechul observo una vez más los informes en su monitor, incapaz de dejar de pensar en Andrew, volvió a mirar al hombre que tenía enfrente como su única opción viable. Tomo en sus manos una carpeta roja y la tendió a Choi Siwon. La carpeta que contenía todo lo que había encontrado referente a YaHee Corp. y sus lazos con MinCake, en lo que sea que estaban involucrados, aparecía en esos documentos.

Desde que Heechul fue contratado desde antes de venir a Londres, no descuido su propia línea de investigación, la que su dinero le permitía tener. Y al llegar a Londres con la ayuda de L. Hyukjae, pudo descubrir una docena de filtraciones y conspiraciones en las que estaba envuelta YaHee Corp. Con su ayuda, se había ahorrado mucho tiempo en investigación de los casos en Londres.

Sin embargo para Heechul no era lo que realmente le importaba. Pues para lo que había venido a Londres, no pudo averiguar mucho. Por eso necesitaba al poderoso hombre que tenía al frente, Choi Siwon era su llave para entrar en ese mundo de la mafia Rusa y así poder localizar a Andrew.

Había pasado semanas hasta haber agotado todas las posibles líneas de investigación, pero ninguna lo conducía a algo seguro. Por eso es que basándose en lo que L. Hyukjae averiguo, se decidió por este camino.

No fue imperceptible el cambio de humor en Siwon, su cuerpo se puso rígido, su boca se tensó en una visible línea sobre su rostro, sus manos trataban de no mostrar el desconcierto de lo que leía al pasar de las hojas.

- Las pruebas son concluyentes. – dijo Heechul de repente.

Choi Siwon dejó escapar el aliento que estaba conteniendo.

- Por supuesto… esto tiene que ser un error.

Heechul registró el tono de las palabras de Siwon, estaba conteniéndose pero podía notar que estaba furioso y no creía que precisamente con él.

- Ninguno. Esos documentos son sólo un previo de toda la investigación, hay mucho más a fondo como para desenmascarar dos o tres socios más de YaHee Corp.

Siwon frunció el ceño en señal de sorpresa ante la seguridad de las palabras del detective. Pero Heechul ni se inmutó y continuó hablando.

- No he dejado mis investigaciones en ningún momento, te tengo en mis manos. He estado reuniendo información no sólo para meterle en la cárcel, podría destruir todo su imperio y no sólo provocar que pierdas uno o dos negocios con el extranjero. Incluso, pudiera hacer que tus socios te traicionaran para que no puedas moverte y probablemente tengas que comenzar a soltar tus secretos para salvarte… - Heechul parecía muy seguro de sí mismo, es la imagen que deseaba aparentar.

Pues sus investigaciones no llegaban a tanto, tan sólo deseaba acorralar a Choi Siwon. De hecho si lo vemos por el lado malo, esto podría ser un chantaje, más que un caso armado para llevarle a la cárcel.

* * *

Donghae se encontraba caminando a unas calles muy cerca de la comisaria, jamás durante horas de trabajo se alejaría de Heechul, pues si este lo llegara a necesitar podría llegar rápidamente. Estaba buscando el bar que le propuso Hyukjae, pues como él decía, a menudo pasaba por ahí aunque no tuviera que hacerlo, solo para enterarse de algunas cosas.

Y vaya que Donghae necesitaba enterarse, se encontraba muy nervioso con la visita de Siwon a su hyung.

Cuando entró al bar, un gran reloj sobre la barra marcaba las 11 de la mañana. Tomo asiento en una de las bancas y ordeno una cerveza, no le gustaba mucho la idea porque se encontraba de servicio; pero si no lo hacía se vería raro solo bebiendo agua.

Estaba dándole el primer trago a su cerveza, cuando se dio cuenta que en la calle al frente del bar aparcaba un auto sin apagar su motor. Le pareció extraño, pero pronto sus pensamientos se vieron invadidos por otra distracción. Un hombre de compleción y estatura conocida abrió la puerta del bar, entro observando hacia todos lados hasta que se quedó observando en su dirección.

Donghae no podía ver si lo miraba a él, pues este traía puestas unas gafas, vestía unos pantalones negros, una sudadera gris con un gorro que tapaba sus cabellos y una chaqueta de mezclilla encima.

- Parece que he llegado justo a tiempo. – dijo tan solo llegar a su lado.

Si no hubiera hablado, Donghae estaba seguro que no lo habría reconocido. La persona que ahora se sentaba junto a él, era sin dudarlo Eunhyuk. Donghae no respondió el saludo, pues ya era arrastrado por Eunhyuk hacia la puerta trasera del bar, llevándolo tomado por su brazo.

Eunhyuk se dirigió por detrás del mostrador rumbo hacia la cocina, pero apenas dio unos cuantos pasos por esa salida, cuando media docena de hombres les cerraron el paso. Desconocidos para Donghae, pero no para Eunhyuk. Al menos uno de ellos si lo conocía y estaba seguro que si no se cuidaba de hablar, seria hombre muerto.

Agradecía el haberse camuflado de aquella manera, al menos eso le daba una oportunidad de no dejar solo a Donghae, sea lo que sea que tramara Siwon; Ryeowook estaba dispuesto a hacerlo.

- No hay nadie en la bodega. – escucharon decir a uno de los hombres.

- Bien, llévenlos ahí. – ordenó la voz que Eunhyuk reconoció como la de Ryeowook.

Para cuando Ryeowook llegó junto a ellos, ya se encontraban con sus rostros cubiertos, para que no pudieran verlo. Eunhyuk no se encontraba para nada nervioso, había aceptado su destino desde que decidió dedicarse a lo que hacía. Pero sí se encontraba preocupado por el destino de Donghae, lo cual era raro para él, pues nadie en su corta vida le impresionó tanto como para arriesgarse de esta manera, por la vida de esa persona.

Separado de Donghae, Eunhyuk no podía hace nada y mucho menos sentirse tranquilo.

- Es una lástima que tenga que cubrir tu bello rostro. – Ryeowook se dirigía a Donghae, mientras con su pistola descubría un poco de su pecho -. pero por tu bien es mejor que sea de esta forma si las cosas se ponen feas, escuchaste lindo.

Lo que estuviera intentando con Donghae, al menos intimidarlo, no lo logró.

- Me llamo Donghae y en otras condiciones, dudo que sea lindo para ti. – se escuchó una risa forzada por parte de Ryeowook.

- Como digas lindo. Veo que hemos tomado al dos por uno. – apuntó con su pistola a la frente de Eunhyuk y se dirigió hacia Donghae -. escucha policía, si hacen lo que les digo, tu amigo y tú no saldrán heridos.

Eunhyuk fue lanzado lejos hasta golpear con algunas cajas, no le dolió pues estas eran de cartón. Afortunadamente no parecía que lo hubieran reconocido, agradecía su buena fortuna y que no hubiera necesitado hablar. Ahora lo único que le preocupaba era estar cerca de Donghae, pues si no lo veía, al menos podría cerciorarse de que se encontraba bien.

- Siéntenlos juntos, podrán vigilarlos mejor. – les dijo a los hombres -. esperaremos órdenes.

Un alivio recorrió su cuerpo al sentir como la espalda de Donghae se apoyaba en la suya sentados en el suelo. Pronto uno de los hombres los sujetó juntos por las muñecas con cuerdas para que no escaparan, al menos es lo que supuso Eunhyuk.

- ¿Estás bien Hae? – murmuro Eunhyuk volteando su cabeza hacia el lado donde no escuchaba a los hombres, lo más cerca posible de Donghae para que pudiera escucharlo sin tener que levantar la voz -. ¿Te hicieron daño?

- No, estoy bien, por ahora. – Donghae también murmuro.

Eunhyuk sabía que la respuesta del policía se debía a que estaba consiente que estaba en manos de Siwon y que muy seguramente, se debía a la visita que le hacía a Heechul. Su vida estaba en manos de su hermano.

* * *

Jungsoo se encontraba golpeando un lápiz sobre su escritorio, su vista fija sobre su ordenado archivero y su mente estaba centrada en ese personaje enmascarado que se atrevía a advertirle, hasta que el timbre del teléfono lo detuvo.

- Park Jungsoo al habla.

- Buenos días, cariño. – le saludó un hombre del otro lado de la línea.

Esa voz Jungsoo la reconocía, era la del mismo hombre enmascarado que se había topado en la fiesta y el mismo que envió las flores a su oficina.

- Ah, es usted, ¿Qué es lo que desea? y ¿Por qué se toma muchas atribuciones conmigo? – Jungsoo preguntó molesto.

- Oh vamos, son muchas preguntas, ni siquiera me has agradecido el gesto de las flores. – escucho que le decía con un dejo de diversión en su voz.

Al parecer la persona al otro lado del teléfono le gustaba provocarle, como el mismo pudo constatar en el baile.

- Tengo trabajo que hacer, señor.

- Eso lo se cariño, por eso mismo te he llamado al trabajo, es el único lugar donde puedo localizarte.

Su voz lo estaba sacando de quicio a Jungsoo, aquella noche habían sido sus ojos negros inquietos sobre él. Carraspeo un poco, sintiéndose incomodo de solo recordarlo.

- ¿Qué es lo que desea?

- ¿Que no he sido obvio? Deseo conocerte precioso, hablar de ti. ¿Podríamos cenar?

- ¿Cenar? – repitió Jungsoo -. ¿Por qué? ¿Qué es lo que pretende?... para empezar ni siquiera se su nombre. – Jungsoo comenzaba a inquietarse, nunca nadie había sido tan insistente con él, ya que su trato descortés terminaba alejándolos.

- Llámame Kangin… - se escuchó del otro lado del teléfono y después de un prolongado silencio, Jungsoo suspiro -. Y por si te preguntas que clase de nombre es ese, tú eres el único que lo conoce. No hallaras nada, es para alguien especial como tú.

- Kangin. - repitió Jungsoo.

- Se escucha bien de tus labios, cariño.

- Voy a colgar ahora mismo.

Jungsoo colgó el teléfono, no quería saber más de ese hombre y mucho menos de su propuesta. Kangin… estaba seguro que no era su nombre real y seguramente la propuesta solo sería un cebo para que el picara y se dejara atraer.

* * *

La cárcel… esa palabra retumbaba en la cabeza de Siwon. La cárcel sería más placentera que todos los problemas que se le venían encima si esa información llegara a hacerse pública. La cárcel no era un alivio, pero al menos le protegería por un tiempo de quien quisiera tomarle revancha. La muerte… la muerte si sería un alivio en su situación.

Afortunadamente sus sentidos estaban más agudizados que los de la persona común. Siwon notó que en el semblante de Kim Heechul no había deseo alguno de hacer lo que decía, sus ojos mostraban incluso preocupación, deseo de algo que Siwon desconocía por el momento.

Y si sus suposiciones fallaban, aun tenia a Donghae para hacer que el Kim se retractara.

- Debo reconocer que es más astuto de lo que había esperado. – dijo Siwon sonriendo –. ya sabía que era uno de los mejores en su campo… pero nada de esto va a funcionar. Cualquier cosa que diga a partir de ahora será a través de mi abogado. – comenzó a decir Siwon al levantarse de la silla dispuesto a irse -. No tengo nada más que decir, así que puede dejar de hacerme perder el tiempo y llevar esto a las autoridades cuando le parezca.

Heechul sentía que cualquier movimiento brusco enviaría todo lo hecho por la borda. Respiró profundamente y trató de mantener su objetivo. Se apartó de la seguridad de su escritorio para acercarse a Siwon, se detuvo a unos centímetros de él, sintiendo como lo inundaba de nuevo con su presencia.

- Toda esa investigación es irrelevante para mí. – comenzó a decir Heechul -. No estoy interesado en enviarlo a la cárcel, al menos no por ahora. Más bien estoy interesado en lo que me puedes ayudar, para que yo pueda ayudarte.

- ¿Está jugando conmigo?

- Supongo que eso depende del punto de vista. Desde el mío, me parece lo más justo. Ahora, a cambio de no entregar toda esa información a mis superiores, necesito que haga algo por mí.

Siwon parpadeó varias veces antes de volver a mirarlo fijamente, lo tenía tan cerca que casi habría podido besarlo. Pero por el momento, el total desconcierto que le estaba causando lo tenía paralizado, no podía creer lo que le decía.

- ¿Qué es lo que quieres?

- Quiero infiltrarme en sus negocios… entrar en contacto directo con tus socios, específicamente la mafia rusa.

- ¿Qué gano yo con eso? – preguntó Siwon, ahora ya no lucia preocupado como al comienzo, su seguridad había vuelto.

- Ya se lo dije, no lo denunciaré todavía.

- No eso no. Ya le he respondido que no me importa que lo haga. No podría hacerlo, sabes justo ahora mis hombres esperan una señal para deshacerse de ese amigo tuyo que siempre está pegado a ti.

- ¡Diablos! ¿Qué le has hecho a Donghae? – ahora el que lucía asustado era Heechul, el trato respetuoso quedó olvidado.

- Ya te he dicho que nada por ahora.

Las cosas habían dado un giro en el último momento. Heechul no iba a rendirse, no estaba en su naturaleza darse por vencido; mucho menos si la vida de Donghae y el encuentro de Andrew estaban en juego. Porque de algo si estaba seguro, matarían a Donghae para escarmentarlo si se daba por vencido.

- Hare lo que quieras que hagas. – Heechul sabía que esta nueva oferta era su perdición -. si tú me ayudas contaras con mi silencio y esos documentos permanecerán guardados solo como mi llave de salida.

- Lo que yo quiero, no es precisamente eso. – Siwon vio una oportunidad para lograr lo que tanto deseaba -. Te quiero a ti, en mi cama y a mi disposición. – Siwon se recreó observando la reacción de Heechul -. En pocas palabras, te deseo como mi amante.

Desde el primer momento en que conoció a Siwon, algo así paso por la mente de Heechul. En sus ojos se notaba el deseo del que era objeto. No estaba dispuesto, se había repetido miles de veces, pero si con esto lograba tener a Hae a salvo y una oportunidad para encontrar a Andrew, lo haría. Hasta se aventuraba a pensar que con deseo pudiera llegar a manipular a Siwon.

- Me acostaré contigo y estaré a tu disposición, siempre y cuando aceptes dejar fuera de esto a Donghae, yo me encargare de mantenerlo ignorante de todo. Y también debes ayudarme a entrar en tu mundo, utilizar tus contactos y en un momento dado, utilizar tus influencias entre tus socios.

- ¿Eso es todo? – preguntó con calma Siwon, como si lo que pidiera Heechul fuera algo sencillo de lograr.

- Sí. – respondió con seguridad Heechul.

- Necesito una prueba de que vas en serio. – un destello de deseo brilló en los ojos de Siwon.

- ¿Mi palabra no es suficiente?

- Dímelo tú, eres el que tiene todos esos documentos en mi contra. – se burló Siwon.

- Ponme aprueba. – lo retó Heechul.

Siwon caminó hacia la puerta de la oficina, cerrándola por dentro con seguro para que no fueran interrumpidos. Volvió sus pasos hacia Heechul, frente a él de nuevo. Pudo ver como la manzana de adán del detective se movía al tragar saliva, señal que se encontraba nervioso. Tan cerca de su rostro, Siwon le estaba dando una oportunidad para arrepentirse, pero este ni se movió.

Se apodero de sus labios y una descarga eléctrica de deseo recorrió su cuerpo. Levanto en vilo el delgado cuerpo del detective, sentándolo sobre su propio escritorio, deseaba tenerlo, poder observarlo. Y Heechul, aunque estaba asustado de cómo su cuerpo le traicionaba al reaccionar, no cedió ante sus temores.

Después de dejar su boca, Siwon no lo toco, se lo quedo mirando solamente. Heechul no se mostraba contrariado, incluso le miraba a los ojos como esperando su próximo movimiento. Eso no es lo que deseaba Siwon. Él quería que el sexy detective que iba a tener pronto en su cama, se deshiciera en sus brazos, ante sus caricias y pidiera por el lleno de deseos.

Si quería disfrutarlo, necesitaba derretir ese pequeño tempano de hielo que se le estaba mostrando. Mostrarle a Heechul todo lo que lo podía hacer gozar, iba a ser un juego muy divertido.

Siwon tomó a Heechul por la cintura, bajándolo del escritorio para darle vuelta. Lo apretó contra su cuerpo, dejándole sentir su erección contra su trasero mientras acariciaba su pecho y desataba la corbata que estorbosa no le dejaba abrir un poco aquella camisa.

Al instante, sintió como el cuerpo de Heechul se tensaba entre sus manos, para después relajarse cuando la boca de Siwon besaba su cuello, esperando encontrar las zonas sensibles de este; los cuales no se hicieron esperar. Heechul comenzó a suspirar al sentir como las manos de Siwon se colaban por debajo de su abierta camisa hasta llegar a sus tetillas, las masajeaba con sus dedos, haciendo que se endurecieran.

Por más que lo intentaba, Heechul mordía sus labios para que ningún sonido de su boca escapara, no fue posible. Los suspiros traicioneros comenzaron a salir de su boca. Las manos de Siwon, se sentían poderosas sobre su cuerpo, haciéndole sentir cosas que nunca antes hubiera podido sentir.

Quizás por ser algo no debido, incluso pudiera ser sucio, pues no deseaba nada de esto de aquel hombre.

Cuando Siwon comenzó a tirar de su cinturón, Heechul ni reacciono. Tan ensimismado estaba ante sus caricias que no se sorprendió. En cambio Siwon si se dio cuenta, que su pequeño tempano de hielo estaba perdiendo frio. Una sonrisa de triunfo se instaló en su rostro.

Con el movimiento, la camisa de Heechul junto con el saco, resbalaron un poco dejando al descubierto sus hombros y parte de su espalda. Cosa que Siwon no desaprovecho y comenzó a besar la piel expuesta, mientras sus manos expertas acariciaban el miembro de Heechul por debajo de sus pantalones, encima de su ropa interior.

Heechul sintió a su cuerpo tensarse, el final lo sentía tan cerca.

- No te resistas. – susurró Siwon en su oído.

Cuando ya había metido su mano dentro de la ropa interior y tomado el miembro de Heechul, masajeándolo rítmicamente. Bastaron solo unos segundos para que sus sentidos fueran recompensados, al verlo llegar al orgasmo. Heechul era tan sexy de ver. Siwon ya estaba seguro que le encantaría escucharlo gemir su nombre y estaba seguro que deseaba descubrir todas esas facetas del detective en la cama. Incluso aquellas en las que el mismo se viera sometido por Heechul.

Heechul iba a incorporarse, pero sus piernas cedieron, Siwon lo echo en sus brazos para besarlo de nuevo. Y fue entonces que se dio cuenta que, había sido amable con el detective, como nunca lo había sido hace mucho. Asustado, se separó bruscamente del beso.

- Esto ha sido una buena experiencia de lo que deseo repetir contigo. – dijo Siwon no más separarse.

- Espera un momento… – empezó a decir Heechul intentando llevar aire a sus pulmones sosteniéndose del escritorio -. Tú también debes darme una prueba de que vas en serio y devolverme a Donghae.

- Lo hare…

Lo vio tomar su celular y marcar algún número, después una sola palabra de sus labios “suéltalo” y colgar su teléfono.

- Esta hecho, seguramente lo veraz llegar pronto. Y tú, hoy a las cinco de la tarde, te espero en el London Luxury Boutique Hotels, habrá un cuarto a tu nombre. – dijo Siwon, recogiendo su saco de la silla.

- ¿Por qué ahí? – pregunto Heechul extrañado.

- Si vas a pasar por mi amante. – una sonrisa de satisfacción se posó en los labios de Siwon al decirle esto -. Debes verte como uno y muy caro por cierto. Además debemos cambiar un poco tu imagen para que no te reconozcan y no tengas problemas aquí.

- Has pensado en todo, ¿eh?

- No tanto como tú.

Siwon abandonó la oficina, cerrando la puerta tras de sí. Heechul sacudió un poco la cabeza, para después mirar con expresión consternada su reflejo en uno de los cuadros. Se encontraba desaliñado, con sus ropas fuera de lugar y su cabello revuelto. Su rostro dejaba ver lo afectado que estaba por la reacción de su cuerpo.

Ni siquiera recordaba cuánto tiempo había pasado desde la última vez que estuvo así de cerca con un hombre.


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