Twoshot: ¿Friend?... Parte 2

Heechul POV

Amigos olvidándonos de todo. Olvidando yo a él y Siwon a ella, y bebiendo otra vez de su boca, lo hice mío.

Sus manos aferrando mis caderas, sus dedos quemando donde tocaba y hasta sentir sus uñas rasgar mi piel. Quien iba a pensar que habría alguien tan pasional detrás del serio dongsaeng que siempre conocí. Pues a pesar que dentro de mi ebriedad pedía por otro, bien pude notar el ímpetu de Siwon, su fuerte cuerpo sobre el mío aplastándome y sus fuertes manos aferrándome. Todo calor y fuego.

Extasiado, me abrace a él y con mi lengua busque calmar el calor que aumentaba dentro de mí en cuanto llegamos al clímax. La sangre me hervía como nunca antes lo había hecho, sofocándome y encontrando alivió solamente en su boca. Quizás era el alcohol o quizás el saber que era Siwon, que yo lo incite a hacer esto. Fue tan fácil convencerlo, que no tuve culpas y el tampoco; esa noche nos hizo tanto bien.

Si todo aquello volviera a suceder, ese momento de entrega y perdida de sentidos lo repetiría, a diferencia que esta vez le entregaría más de mí. No podría prometer acallar mis gemidos pidiendo a por otro, porque eso era imposible en aquel momento, tanto como Siwon gritando el nombre de ella que no me molestó.

En realidad esa noche me necesitaba, así que creo que yo me aproveche de él en aquel momento, le necesitaba más que Siwon de mi compañía. Así fue como nos perdimos entre las botellas de soju y entre abrazos en la soledad. Buscaba un amigo y terminó encontrándose con un amante hambriento por ser tomado y apreciado, los dos desesperados por olvidar.

Él había sido algo importante en mi vida antes de su partida y todos lo sabían, no podíamos ocultar lo que sentíamos por el otro, por eso me dolía como si hubiera sido una traición. Muchos días estuve encerrado en mí mismo, deprimido y sin querer salir del departamento. Sintiendo que valía tan poco como para ser dejado y abandonado. En esos tiempos muchas palabras de aliento por parte de mis amigos fueron dichas, muchas de ellas me llegaron al alma, pero estoy seguro que lo sucedido con Siwon fue lo que me dio la fuerza para salir del trance en el que me encontraba.

Esa noche le tuve que amar. No, no me pude aguantar, ver como sufría, su dolor se sentía tan mío, pues yo también sufría.



Abrazados nos llegó el amanecer, desperté y no lo creía.

Trataba de abrir mis ojos pero la claridad me lo impedía. No podía hacerlo sin sentir que esta los quemaba y me dejaba ciego, estaba algo desorientado. A lo lejos escuchaba el timbre de mi celular. Pase una mano por mi rostro tratando de despertar por completo y fue cuando lo vi, mi reacción fue de alejarme de él.

Grave error, porque fue cuando note mi desnudez, alcance las sabanas que yacían por mis pies y me cubrí. Me desperté con una cruda… pero una cruda moral para con Siwon. Comencé a sentir un poco de ansiedad, una extraña sensación comenzaba a invadir mi pecho, quizás era preocupación.

Aunque en primer momento mi reacción fue de desconcierto por amanecer en aquella cama y en esas condiciones, mi mente comenzó a ocuparla otra preocupación: Siwon. ¿Cómo tomaría lo que sucedió entre nosotros cuando su mente estuviera clara? ¿Se reprocharía por haberlo hecho conmigo?

¡Rayos! abuse de mi dongsaeng… no podía sacármelo de la mente y por donde quiera que lo viera, eso estaba muy claro para mí. Abuse de su vulnerabilidad, de su embriaguez y su dolor, para ahogar el mío. Porque si el otro hubiera estado a mi lado nunca habría pasado esto. ¿Qué sucedería ahora? ¿Cómo lo vería a los ojos? Fue cuando me di cuenta, que las cosas no suceden como pensamos.

Siwon abrió sus ojos completamente con lentitud y me sonrió sin apartar sus ojos de los míos, sin poder evitar que una sonrisa apareciera en mi rostro.

- Hyung… - me dijo en un susurro.
- Hola… - tontamente le respondí.

Era raro, volvía la situación de hyung y dongsaeng, sintiendo como todo mi cuerpo se volvía a llenar de nervios.

- Buenos días. – y con un instinto primitivo, Siwon jalo de mi mano recostando mi cuerpo sobre su pecho -. Anoche fue… tan bueno. – dijo esbozando una sonrisa.

Y a continuación reímos como locos, mi dongsaeng estaba usando las mismas palabras que use yo cuando terminamos de tener sexo. Esas tontas palabras me tranquilizaron.

- Te lo dije. - lo escuche reír -. Anda hay que darnos prisa, al parecer Leeteuk ha mandado varios mensajes tratando de encontrarnos. – y sin más me levante de la cama enredado en la sabana.

No hubo nada que reprochar de esa noche, ni de las que le siguieron. Porque no pudimos olvidarlos con una sola noche, no en una sola, pueden pasar más de una vez en la vida. Y a pesar que esa noche todo terminó como empezó, quedamos en que siempre seríamos amigos, sin embargo no podíamos negar que algo cambió…

Los días siguientes a esa noche fueron de lo más normal, a excepción cuando nos quedábamos solos, yo pensaba que la incomodidad nos envolviera, pero ni eso. Nuestras charlas se alargaban, las formas en que nuestras manos buscaban tocar al otro inconscientemente era imposible de detener y las miradas de complicidad, eran difíciles no notar.

Parecía que Siwon se encontraba donde quiera que yo me encontrara, como si me hubiera tomado bajo su resguardo.

Los abrazos no se hacían esperar entre nosotros, en las giras llegábamos a compartir habitaciones charlando hasta el amanecer, en el escenario nos gustaba juguetear. El fanservice con Siwon era mucho más cómodo y me sentía bien haciéndolo, además siempre terminaba animándome a cometer locuras sobre el escenario. Y fuera de este, se nos podía ver juntos o bromeando por las redes sociales.

Antes de todo esto, Siwon y yo éramos solo cercanos, por eso no era difícil ver la diferencia en nuestro trato ahora. Parecíamos entendernos con tan solo mirarnos. Aunque eso es lo que menos les importaba a nuestros compañeros, pues los dos estábamos bien y el grupo comenzaba a funcionar bien después de la partida de Hangeng.

Nos seguimos encontrando, incluso más seguido que antes. Porque aquella primera noche en la que nos sentíamos solos y perdidos, tristes buscando refugio y amigos, esa noche en que el alcohol nos hizo hablar como amigos de esas personas que habían sido importantes en nuestra vida, se volvió algo que no podíamos dejar de hacer.

Los dos juramos olvidarlos… pero no juramos no enamorarnos.

Era cociente que mi interés en Siwon estaba yendo más allá que un amor fraternal, comenzando a nacer un interés más que amoroso y aunque mi mente me gritaba que debía alejarme de él antes de que ya no pudiera tener remedio, mi mente y corazón no se coordinaron en esto.

Llegó el momento en que no podía disimularlo, mi mirada no lo perdía de vista, mis manos siempre buscaban tocarlo y por alguna razón siempre terminábamos al lado del otro. Se notaba por encima de mi ropa que algo entre nosotros había cambiado, con solo oír su voz causaba un estremecimiento en mi cuerpo y cuando Siwon me rodeaba en un abrazo, para mí era el lugar más seguro en el que podía estar, ya estaba perdido por él.

En cambio Siwon, tan él, tan natural al estar cerca de mí, como si todo siguiera igual y notara lo que estaba causando en mi interior. Es claro que Siwon siempre era muy mimoso con todos, por eso que estuviera más afectuoso conmigo no me decía nada.

Pero de algo si estaba seguro, que me estaba enamorando de mi dongsaeng, ese sentimiento que una vez creí extinto lo volvía a sentir y eso me asustaba. Me hacía sufrir de pensar que pudiera terminar como en el pasado y de igual forma me sentía feliz y lloraba en silencio, algo loco porque no pensé sentir esto tan fuerte y latente, ¿Qué haría yo con mis sentimientos? Existía la duda de ser el único que amaba en aquella situación.

Después de esa noche vinieron muchas otras, con la misma intensidad y siempre era sexo para olvidar. Pero hasta eso cambió un día...

De nuevo desnudos en su cama, Siwon moviéndose suavemente dentro de mí mientras jadea mi nombre y yo debajo de él gimiendo el suyo, observándolo fijamente… es Siwon… y lo único que tengo en mente, es él y lo que está sucediendo en ese momento.

- Siwon… - gimo viendo sorpresa en su rostro.

No podía mentirme. Esa noche no fue como las otras, porque cada día sentía como dentro de mí crecía un sentimiento y mientras nos entregábamos ya no fue el nombre de él o de ella los que se mezclaron con nuestros gemidos.

Siwon comenzó a envestirme más profundamente con movimientos rápidos, subiendo la intensidad de nuestra entrega conforme nos acercamos al orgasmo. Sus labios se juntan con los míos una y otra vez sin querernos separar, sin embargo terminamos haciéndolo cuando el aire nos comienza a faltar. Dejó su frente pegada a la mía, nuestras respiraciones mezclándose, su mano sujeta mi cabeza fuertemente para no separarnos mientras me penetra.

- Heechul… - el gruñido de Siwon salió desde lo más profundo de su ser.

Nuestras miradas fijas observándonos, mis piernas enredadas a su cintura y mis uñas clavándose en su espalda, sintiendo como llega más y más dentro de mí, no solo con su miembro. He dejado entrar a Siwon en mi alma.

No hubo palabras de amor, pero no fueron necesarias.

Esa noche sentí como todo absolutamente todo se alejó de nosotros mientras nos manteníamos abrazados después de habernos entregado. Ya no sentía dolor ni ese vacío que me habían provocado y en Siwon se había ido la ira, la culpa que sentía en contra de ella.

La mañana llego más rápida que las anteriores, parecía que le habían robado horas a la noche, porque se me hizo tan corta durmiendo en sus brazos. Dormí escuchando los latidos de su corazón, con mi rostro enterrado en su cuello y su olor picando mi nariz inundando mis sentidos.

No podía dejar de mirar a Siwon, descansaba tranquilamente sobre la almohada, con su rostro apacible y su pecho descubierto. Este subía y bajaba al compás de su tranquila respiración.

Me separe un poco de él, sosteniendo mi peso sobre mis codos encima de la almohada, solo para observar mejor su rostro. Estaba aterrado por lo que estaba comenzando a sentir, pero también sentía curiosidad por saber cómo es que Siwon iba a reaccionar y me era imposible apartar la vista de su cuerpo. Nos habíamos visto desde siempre e incluso llegamos a compartir duchas, ¿Cómo es que ahora lo veía tan diferente? Quizás en aquellas ocasiones no repare bien en él o no lo veía con esta intensión.

Siwon lucía relajado sobre la almohada, con su cabello revuelto y despeinado, estoy seguro que ese fui yo con mis manos. Pase mis ojos fugazmente por su pecho y enseguida me dirigí a su parte baja, recordé sus fuertes piernas sosteniéndolo cuando me penetraba, su perfecta piel bronceada cubierta por una leve capa de sudor, estremeciéndome por completo.

Mire fugazmente hacia su rostro, mantenía sus ojos cerrados y su calmada respiración, entonces me aventure a pasar mi mano suavemente por encima de su brazo. El vacío ya no estaba, en cambio existía cierto éxtasis que me embargaba, parecía incitarme el hecho de estar a su lado y a pasar de nuevo mis dedos por su piel.

Mis dedos dibujaron un camino hasta su pecho, observando como su pezón se erguía al rozarlo sin querer. Rápidamente mire su rostro, solo para que nuestros ojos se cruzaran, su mirada profunda y sus ojos oscuros, apenas y podía abrirlos por la claridad haciendo que su ceño se frunciera, eso solo hizo que me preocupara.

- Lo siento si no he sido gentil. – me dice de pronto algo avergonzado.
- Uhm… - mi rostro se coloreo al darme cuenta a lo que se refería, Siwon también notaba su rudeza al tomarme.
- Creí que era la única manera de mantener a raya mis sentimientos por ti. - esto no me lo esperaba.
- Siwon…

La noche anterior parecía que lo había aclarado todo, como un cuento de hadas donde todo sale perfecto, donde nadie sale lastimado y todos son felices para siempre. Pronto lagrimas comenzaron acumularse en mis ojos, cierto que no deseaba volver a sufrir, pero estar sintiendo esto por Siwon era simplemente maravilloso y aquel sentimiento que creía muerto volvía a surgir con mayor intensidad.

Al ver una traviesa lágrima brotar de mis ojos, Siwon no dudo en jalarme hacia su pecho recostándome sobre él y después rodearme con sus fuertes brazos en un abrazo firme y suave a la vez.

- Esto que siento es verdad Heechul, que no puedo negar, me gustas y te amo. Tú debes saber cómo sucedió, porque ahora sé que sientes lo mismo que yo. – Siwon comienza acariciar mis cabellos -. Anoche mientras decías mi nombre y mirabas mis ojos, pude darme cuenta que mi amor era correspondido.
- Si hay algo que es verdad, que me estoy enamorando de ti. – le confieso.
- Yo jamás pensé sentir algo así, ni siquiera por ese ex amor por el que busque refugio en tus brazos.

De un momento a otro, Siwon hizo girar nuestros cuerpos, ahora él estaba encima de mí, mirándome a los ojos, acariciando mis cabellos mientras sostenía su peso en su otro brazo. Y al mirarle, todos mis miedos se disiparon, ya no tenía importancia si en un futuro volviera a sufrir. Quería amarlo, corresponder sus sentimientos y dejarme llevar por lo que estábamos sintiendo.

- Me estoy enamorando de ti hyung, de ti Heenim y la verdad es que este sentimiento, me está gustando. – puedo ver la intensidad de sus sentimientos en su mirada.
- Simba… - solté en un largo suspiro.
- Déjame amarte como siempre he deseado, con la lentitud de mis caricias y mi inquebrantable deseo, con la fuerza de mi amor y llenarme de la bondad de tus besos… déjame ser yo mismo… el Siwon que no te he mostrado y el que deseo que conozcas, el que desea que aceptes para amarte. – Siwon cierra sus ojos y esconde su rostro en el espacio de mi cuello y mi hombro -. Hay que darnos una oportunidad, ¿quieres Heenim?

Sonreí al escuchar sus palabras y mis manos tiraron de su cabeza para que pudiera verme, pues no había palabras en mi boca que pudieran describir lo que estaba sintiendo en esos momento, que solo pude asentir y que él me viera.

Me besó con pasión y deseo como tantas otras veces, pero esta vez había también ternura y cuidado. Mis manos se perdían en sus cabellos, acariciando su cabeza hasta su cuello, sin darle vía de escape para que rompiera el beso. Ni la falta de aire lo hizo, pues en medio del beso tratábamos de tomar el preciado aire para no tener que separarnos.

Brazos, piernas, nuestros cuerpos desnudos enlazándose, perdiéndonos en el otro y fundiéndonos en uno mismo.

- Mmm... Siwon… Siwon. – separándome de su beso, no pude evitar gemir cuando sentí sus manos acariciando mis caderas, para luego ir subiendo por los costados, dándome un poco de cosquillas cuando sus dedos pasaron por mis costillas.
- Dilo otra vez… - ante su petición, perdido como estaba no sabía a lo que se refería, Siwon lo debió notar -. Repite mi nombre Heechul.

Y como si necesitara darme un motivo, bajo por mi pecho y su lengua comenzó a juguetear con mi ombligo, para luego esparcir besos y lamidas en mi pecho, acelerando el ritmo de mi acelerada respiración. Me retorcí de placer al sentirlo y mis gemidos no tardaron en dejarse escuchar.

- Siwon… ah… Siwon te amo…

Quizás fue más de lo que él esperaba escuchar de mis labios, porque al escucharme se detuvo por un momento para mirar mi rostro, pues yo ya tenía clavados mis ojos en él. Ambos sonreímos y Siwon continúo con su tortura hacia mi cuerpo, si de esto me estaba perdiendo antes, nunca habíamos tenido previos y mucho menos nos habíamos tomado el tiempo para recorrer nuestros cuerpos de aquella forma.

Pues ahora era yo quien se encontraba arriba, degustando con mi boca su piel, deje a mi lengua recorrer su fuerte pecho y dibujar el contorno de uno de sus pezones, lamiendo y mordiendo, dejándolo erecto con el experto toque de mi lengua, para luego hacer lo mismo con el otro. Era tan delicioso el aroma de Siwon mezclado con el sabor de su piel, que me permití saborear todos esos cuadritos que se dibujan en su abdomen.

Alcé mi rostro solo para buscar sus labios, reclamando aquella boca que ahora me llenaba de mimos y palabras hermosas, haciendo mía su lengua que tanto placer me estaba regalando. Y como si fuera la primera vez que lo veía desnudo, si bien era la primera vez que lo tenía apresado debajo mío, mis manos curiosas terminaron recorriendo con las puntas de mis dedos su amplio pecho, adorándolo y amándolo con mi toque. Haciéndole sentir lo que en realidad con palabras no le podía decir.

Siwon volvió a reclamar mis labios, devorándome en cada beso. Nuestras manos no podían quedarse quietas acariciando nuestra piel expuesta.

- Heechul… - lo escuche gruñir como siempre lo hacía cuando llegaba al punto de desear estar enterrado en mí, esa forma de Siwon de hacerme saber su necesidad me gustaba.

Sentí como sus grandes manos tomaron mi cuerpo solo para dejarme de nuevo debajo del suyo y comenzar acariciar mis muslos, separando mis piernas con las suyas mientras se acomodaba. Yo acariciaba su espalda, besaba el lóbulo de su oreja y lo atraía más a mí, queriendo sentir su cuerpo lo más cerca del mío.

- Te amo Heechul. – me susurro, no pude evitar sonreír de pura felicidad al escucharle decir.
- Te amo Siwon.- le dije en un suave murmullo en su oído.

No eran simples palabras, nuestros nombres mezclados en aquel acto tan íntimo, era algo que pensábamos que jamás podríamos llegar a decirnos. Lo volví a besar con amor y pasión, correspondiendo a sus sentimientos y haciéndole sentir los míos.

Volvimos a perdernos en los labios del otro mientras nos fundíamos en uno y las embestidas se hacían cada vez más rápidas y profundas. Volví a estremecerme cuando lo sentí terminar en mi interior, pero esta vez fue diferente, tan lento que llegaba a ser una tortura, pero también tan tierno y cariñoso en su toque.

Porque habíamos hecho el amor, después de meses de solo tener sexo para olvidar. Dejamos de ser los amigos que se acompañaban en su tristeza y soledad, para aliviar el dolor que sentíamos. Nos daríamos esta oportunidad porque nos la merecíamos, Siwon seguiría abrazándome protectoramente, yo le seguiría tratando extraño frente a los demás, pero mis ojos jamás lo dejarían de buscar y haríamos el amor llenos de pasión pero también de ternura. Quizás nunca dejaríamos de ser amigos, pues finalmente, eso fue lo que nos unió ese día.

F i n .