Lost Heart... Capítulo 24


Kibum rodeo con sus brazos a Jo Kwon que ya estaba demasiado alterado, su cuerpo temblaba entre sus brazos y en poco tiempo comenzó a llorar. Los golpes eran evidentes, pero sabía que Jo Kwon no le había dicho todo y el necesitaba saber toda la verdad antes de irse contra el Choi. Porque era obvio que lo haría, nadie se atrevía a tocar a su princesa sin recibir castigo.

Poco a poco el pelirrojo fue calmando sus sollozos, hasta que sus temblores también cesaron, Kibum se atrevió a seguir preguntando.

- Vas a contarme todo, por favor. – aunque Kibum se lo había pedido de buen modo, Jo Kwon sabía que siempre le hablaría de esa forma, jamás a gritos; pero bien sabía que también era una orden.

- Yo solo quería divertirme con Xi, tú sabes lo mucho que me gusto. – mientras Jo Kwon hablaba, Kibum secaba las lágrimas que habían quedado en sus mejillas con su pañuelo -. Deseaba que tú también te divirtieras. – terminó por decir tímidamente.

- ¿Planeabas traerlo?

- Sí, pero no era necesario golpearme. Por un simple amante en turno, golpearme a mí que soy descendiente de la mafia Rusa. Con eso el muy seguramente pensara que puede pasar sobre ti, ya lo ha hecho. – el pelirrojo arrojo un poco más de su veneno, intrigando contra Siwon, no le costó trabajo hacer caer a su hermanastro a sus influjos -. Esto no se puede quedar así Kibum, me lastimó.

Jo Kwon se abrazó a Kibum y comenzó a llorar nuevamente, él sabía muy bien que lo que deseara, lo lograría más rápido con lágrimas.

Kibum no lo resistió más, lo aparto de su cuerpo y silencio sus sollozos con sus labios, besándolo con ternura. Lo que había tratado de hacer no fue con tan malas intenciones, Jo Kwon deseaba agradarle, cumplirle un capricho y Choi Siwon, se había atrevido a golpearlo de esa forma. La sola idea de que hubiera puesto un solo dedo sobre el pelirrojo le molestaba.

- Lo hare cariño. – ver las lágrimas amontonadas en su rostro, encendió la ira en Kibum. Mataría al Choi por haberle tratado de esa forma.

Y de nuevo, Kibum se dejó llevar por labios que lo enloquecían, aquellos que cada día besaban su piel y recorrían su cuerpo llenándolo de satisfacciones, aquellos que en su sexo lo llevaban al éxtasis y le hacían olvidar la noción del tiempo. Los labios de Jo Kwon siempre serian su perdición.

El pelirrojo pasó sus manos por detrás del cuello de Kibum para acercarlo más y profundizar más el beso, hasta dejar de pensar con claridad lo que ambos hacían en aquella oficina. En su mente solo se encendía la idea de seguir con el beso y llegar hasta sus últimas consecuencias.

- Kibum… - susurro Jo Kwon su nombre entre el beso.

Terminaron recostados sobre el sofá, Kibum cubriendo el frágil cuerpo de Jo Kwon sin dejar de tomar sus labios, prolongando el beso hasta que ambos se quedaron sin aire y en ese momento sus miradas se encontraron. En ambos existía el deseo ardiente de poseerse, pero mientras en uno existía también un amor infinito y adoración, en el pelirrojo había satisfacción de haber logrado su cometido.

Jo Kwon volvió a retomar el beso mientras Kibum comenzaba a desvestirlo, donde iba descubriendo piel, sus manos llenaban con caricias. El pelirrojo también comenzó a desabrochar la camisa y la tiro lejos de su vista, pasando sus manos por los músculos que se marcaban en los brazos que sostenían su propio peso, ese abdomen marcado en el cual gustaba de pasar su lengua.

Se dejaría hacer, pues estaba seguro que Kibum haría justo lo que él deseaba. Los días de tranquilidad del Choi y su amante, estaban contados.


* * * * *


Cuando se despertó, Heechul no estaba a su lado, pensó que se había ido como pasaba después de pasar la noche juntos. No sería diferente, pero le hacía sentir mal. Pero cuando salió al living, allí estaba con el pijama que había tomado la noche anterior y acurrucado contra el respaldo del sofá. Se acercó a él y este lo abrazo. Así pasaron varios minutos hasta que oyó el estómago de Heechul pedir por alimentos y se percató el mismo de su apetito.

- La cocina no funciona, así que pidamos algo para comer. – Siwon tenía a Heechul acurrucado contra él en el sillón de la sala de estar.

- Salgamos. Vamos a desayunar a algún lado. – Heechul se apoyó en su codo para poder voltear a ver a Siwon. En sus ojos se veía un brillo extraño que Siwon no pudo reconocer, pero era parte del secreto del policía. Su misticismo era atrayente.

- Vamos entonces. – Siwon se levantó y jalo a Heechul con él.

En la habitación de Siwon Sooyoung y Gain habían puesto un cajón con ropa sencilla de la talla de Heechul, ellas tenían una copia de la llave de su departamento para entrar si era necesario. La mañana que se dio cuanta fue una sorpresa, pues él buscaba sus mancuernillas y lo que encontró fueron pantalones y playeras que no eran de su talla.
Cuando Heechul vio las prendas volteo a ver con curiosidad a Siwon.

- No las traje yo. Al parecer le caes muy bien a Soo y Gain.

- Ellas trabajan para ti. – dijo con convicción Heechul, no sabía que eran, pero eran algo importante.

- Ellas son tan invisibles con su trabajo de maquillistas, que el día que suceda algo, podrán entrar a esta casa sin ser detectadas y eliminar evidencias. A ellas no las culpes de nada. – Siwon sabía que últimamente era mucho más acomedido con las personas a su alrededor, empezando con Heechul y seguía con todos quienes conocía, en menor grado pero así era.

- A mí me caen bien también. Necesitare sus consejos más seguido. – dijo mientras tomaba un par de prendas para cambiarse. Parecían más unos leggins por la forma en que se pegaban a sus muslos, una camisola grande y suave, posiblemente de seda.

Siwon tampoco se puso formal, como siempre lo había visto, y en su lugar, unos jeans y una camiseta blanca lo vistieron. Como era ya tan tarde, no había necesidad de chamarras, y aun así, Siwon coloco abrigos en la parte trasera del coche junto con un par de paraguas.

Siwon estaba al tanto que ese día era por demás, completamente diferente a todo lo que había pasado en su vida. Era un día brillante en Londres, que reflejaba su estado de ánimo a la perfección.

El restaurante donde desayunaron era un bonito y reluciente establecimiento en un alto piso de un hotel de lujo. Quizá destacaban un poco por su vestimenta, pues todos iban de saco y corbata, pero como a Siwon no parecía importarle, Heechul solo lo dejo pasar.

La comida discurrió en silencio casi igual que en el pasado, y al finalizar esta, fueron conscientes que su burbuja de felicidad no podía durar toda la vida. Tenían cosas que hacer, trabajos que terminar y debían seguir su vida, aunque la noche hubiera sido perfecta, apartando el incidente de Kwon, debían seguir adelante, y eso significaba volver a trabajar. Siwon debía atender unos asuntos con Min Cake y tener una larga llamada con Kibum y además sabía que Heechul debía ir a su oficina.

El sol aún seguía en lo alto, lo que Siwon aprovecho para bajar el capó de su coche y despeinar con el viento a Heechul, que solo sonreía por todos lados.

Nunca había ido a la casa de Heechul, aunque sabía dónde estaba, pues de eso se había encargado Henry de informarle, y Ryeo había ido por el ya varias veces.

Resulto ser un departamento en un edificio céntrico bastante antiguo que distaba un poco de los demás edificios, tan diferente como Heechul pensó Siwon. Lo invito a pasar, pero no lo hizo, en parte porque tenía ocupaciones y en parte porque no quería ilusionarse en un día.

Siwon se fue con una sonrisa en el rostro. Esperando la noche para volver a ver a Heechul.

*


Heechul sintió que todo su cuerpo tembló de deseo, cuando la mano de Siwon lo atrajo hacia él y antes de que pudiera apartarse, con la mano enredada en sus cabellos, que ahora llevaba suelto pues el descapotable lo había despeinado. A Siwon no parecía molestarle esto, contrariamente parecía encantado. Sintió como su mano atraía su cabeza hacia la suya robándole un beso de sus labios, sin importarle el lugar donde se encontraban.

El estacionamiento de su edificio no parecía buena idea, pero eso no le importo a Heechul. Ya nada importaba, pues ansiaba sentir esa boca sobre la suya la mayor parte del tiempo, apenas podía resistirse. En su interior deseaba que Siwon hubiese aceptado entrar a su departamento, pero la negativa tampoco lo tomo por sorpresa, pues al igual que él tenía muchas cosas que hacer.

Por eso se contuvo cuando Siwon se separó del beso. Lo vio bajar del auto y rodearlo para ayudarle a bajar. Se sentía ridículo, pero al ver que Siwon lo disfrutaba con una sonrisa en su rostro, no se negó a darle su mano al abrir la puerta. Heechul pensó que tal vez siempre seria de esta forma, hasta que Siwon supiera realmente quien era, lo haría muy feliz.

En el fondo deseaba que aceptara todo del nuevo Heechul.

En cuanto entró a su departamento, busco algo de ropa formal que ponerse. No trato de buscar a Donghae, pues el mismo Siwon le había dicho que por su protección lo había mandado con un protector. Que estaría bien y de regreso esta noche, de eso se encargaría él personalmente.

Así que Heechul no se preocupó por el momento, pero si hablaría seriamente con Donghae. Lo que le había pasado la noche anterior, quizás tendría consecuencias y no deseaba ver al menor envuelto en algo más serio por su culpa. Quizás era tiempo de que Hae regresara a Seúl.

Heechul no podía estar concentrado en ayudar a Siwon por completo, porque sus preocupaciones también se desviaban hacia Donghae, a ese pequeño hermano que amaba y deseaba que estuviera a salvo. Que no se involucrara más pues con lo que sabía era suficiente.

Y conociendo al menor, sería una lucha difícil.

Se arregló lo más rápido que pudo, si bien ya había gastado de buena forma toda su mañana, necesitaba ir a la comandancia para entrevistarse con Junsgoo. Esperaba que estuviera libre en esos momentos, por sobre todo, que Jungsoo se permitiera unas horas con él, pues bien sabía Heechul que no era del todo de su agrado.

Afortunadamente su edificio estaba muy céntrico y solo le costó unos minutos llegar. Al entrar se fue directamente con Shindong, le pregunto si Park se encontraba libre, a lo que este asintió.

- Hoy solo tuvo una reunión importante con Rain por la mañana, no tenemos nada programado para estas horas. – le confirmo.

- Gracias, pasare a verlo. – sin más después de haberle agradecido, entro sin anunciarse a la oficina de Park.

- Oye espera, no puedes entrar sin su permiso. – reclamaba Shindong.

- Oh, claro que puedo.

Al cruzar la puerta y antes que pudiera pronunciar palabra, Shindong se le adelanto.

- El detective Kim está aquí Jungsoo, tiene algo urgente que hablar contigo. – la mirada de Heechul hacia Shindong, le daba el reconocimiento de haber sido muy astuto.

Shindong sonrió y salió de la oficina, antes que Park pudiera decirle algo.

Jungsoo se giró, pues en ese momento se encontraba mirando por la ventana, un gesto de su cabeza le indico a Heechul que accedería a la charla y con su mano señalo la silla frente a su escritorio para que Heechul se sentara en ella. Jungsoo comprendió que tendría que ser urgente para que el detective se atreviera a acercarse si no se llevaban muy bien.

Momentos antes los pensamientos de Jungsoo se encontraban más allá de esa oficina, justo en la casa donde había estado la noche anterior en brazos de Kangin. ¿Cómo es que se dejó llevar tanto, al grado de olvidarse de su trabajo? Nunca le había pasado. Pues ya sabía de la importante reunión que tendría con Rain.

Lo bueno fue que llegó a tiempo y pudo comprobar algunas de sus sospechas respecto al jefe de policías. Y ahora estaba en su oficina el detective Kim, ¿Qué es lo que quería con él? Esperaba que no le diera problemas.

- Las pruebas son concluyentes, sé que Siwon es un mafioso narcotraficante, pero también sé que hay muchas más cosas detrás de él. – Heechul sonaba seguro de lo que decía, cosa que comenzó a interesar a Park sentándose en su sillón -. Personas que tú y yo conocemos, lo que no se es como se benefician con ello, tampoco tengo pruebas; pero si estoy en lo correcto y tú piensas como yo, las tendremos pronto.

- Tu… ¿Por qué debo confiar en ti? Tú has mantenido tus investigaciones en total misterio, te has enredado con el mismo Choi, eso no me lo puedes negar. Te he mandado a seguir y está comprobado.

- ¿Tú me mandaste a seguir? Acaso Shindong se prestó para eso.

- Estabas muy interesado en Choi, de una forma diferente y eso no me lo puedes negar, eso dio pie a que te vigilara.

Esta confesión asombro un poco a Heechul, pues no pensó que alguien ajeno a todo lo que le concernía con Siwon, hubiera notado su manera de actuar tan diferente hacia Choi. Y es que si hubiera sido otro delincuente normal, jamás había pasado lo que le paso con él.

- ¿Sabes entonces lo que sucedió anoche?

- No lo sé, ¿vas a decírmelo? – su pregunta no fue sugerencia.

- Tienes que comenzar a confiar en mí, porque yo lo hare contigo.

- ¿Cómo puedo creerte? – Jungsoo se cruzó de brazos.

- Porque alguien me necesita muerto, no como Heechul pero si como Cassey. – Heechul extiende los documentos a Jungsoo.

Jungsoo toma los documentos, los lee uno tras otro pasando su mirada por encima en lo más importante y después posa su mirada sobre Heechul, como si tratara de entender de qué va lo que le ha mostrado, como si se tratara de un idioma que no entendiera.

- ¿Quién es Cassey?

- Cassey Kim, soy yo y me quieren muerto como podrás ver.

Heechul pudo observar el justo momento donde Jungsoo reconoció su nombre, pues bien su familia seguía siendo muy reconocida, siendo una de las más ricas de Londres, con líneas unidas a la realeza era normal que lo supiera. Sin embargo, el asombro de Jungso no iba por ahí. El policía recordaba haber escuchado o leído sobre ese nombre en alguno de los papeles de su investigación, que en este momento no recordaba del todo.

- Esos documentos los tome del escritorio de Siwon esta mañana. – algo de esto le dio a entender a Jungsoo que Heechul había pasado la noche con Siwon -. Pude sacarles copias, quise entrar a su computador  pero, no encontré como entrar. Su ordenador está mejor protegido que los nuestros, supongo que ahí debe tener mucha información valiosa, la cual podría ayudarnos mucho, pero no para lo que tú piensas.

- Estas pensando defenderlo, el que sea tu amante no lo exime de todo lo que ha hecho. – afirmo Jungsoo con el ceño fruncido.

- Lo sé, pero estoy dispuesto a correr el riesgo, si con eso logramos atrapar a quien realmente está detrás de todo esto. Y si en lugar de Siwon, puedo entregarte a toda la red y sobre todo, a los rusos.

- ¿Cómo sabes todo eso?

- Ahí están las pruebas, - Heechul le tendió otro folder a Jungsoo -. Como también lo están en tus investigaciones.

* * * * *


Tardaron un poco para salir de casa porque tuvieron una pequeña discusión antes de salir, Donghae deseaba acompañar a Hyukjae a revisar su bodega, pero este se lo impidió. Y es que si todo era como Donghae decía, seguramente además de sus vigilantes, habría hombres de Siwon que podrían reconocer al policía y meterlo en problemas.

Lo más alejado que estuviera Donghae de las manos de Ryeowook, porque estaba seguro que esos hombres le dirían a este primero antes que a Siwon. Por el momento a Hyukjae no le convenía comenzar una discusión con la mano derecha del Choi.

Y ahora se dirigía en su auto a dejar a Donghae sano y salvo en su departamento, esperaba que Heechul estuviera ahí en este momento.

- Iré a revisar las bodegas, en cuanto tenga alguna noticia relevante te llamare. – explicaba Hyukjae -. No te prometo que sea hoy, porque la única manera que podre darme cuenta será repasando el inventario físicamente de lo que tengo ahí para no levantar sospechas. – libero una de sus manos del volante y tomo la del policía -. Prométeme que esperaras a salvo, por favor.

Fue casi una súplica por parte de Hyukjae.

- Está bien. – contesto Donghae sin muchas ganas.

El policía se estaba cansando de que todo el mundo quisiera mantenerlo a salvo sin importar lo que el pensara, sobre todo después que hubiera descubierto la verdad a Hyukjae. Primero Heechul, que a pesar de ser su hermano no le decía nada ni permitía ayudarle en sus asuntos con Siwon y ahora el que se supone que es su pareja, por dios anoche mismo juraron que se amaban. Hyukjae lo quería mantener al margen.

Lo único bueno de esto, es que se dio cuenta que el rubio no estaba enredado directamente con Siwon, ni siquiera sabía lo que Siwon guardaba en esa bodega. Porque Donghae estaba seguro que encontraría algo ahí y eso no le iba a gustar mucho a Hyukjae. Que no estuviera al tanto, le decía a Donghae que hasta cierto punto, no estaba involucrado en esos negocios… todavía.

Pues estaba seguro que un tiempo más de esa forma, Hyukjae se vería envuelto completamente en los negocios sucios de Choi Siwon. Y todavía no tenía muy claro quién era esa persona que termino involucrando al rubio buscándole protección, si había querido actuar de buena forma, termino por llevarlo a la boda del lobo. Pero ese nombre jamás lo escucho de la boca de Hyukjae.

¿Qué tanto se iba a permitir Hyukjae confiar en él? Pensaba Donghae.

- Hyukjae…

- Hmmm, dime.

- Si llegara el momento… - dijo el policía mirando donde sus manos se juntaban -. Llegado el momento, ¿escaparías conmigo?

- ¿Cómo? – su pregunta tomo por sorpresa a Hyukjae distrayéndolo un poco del camino, pues el coche se movió bruscamente.

- Si, ¿te irías conmigo a Seúl? Yo sé que allá encontraríamos protección, dejaríamos todo esto atrás y podríamos comenzar de nuevo, juntos. – Hyukjae pareció pensárselo un momento.

- No, no me iría contigo. – Donghae se sintió desolado al sentir como la mano del rubio abandonaba la suya, no esperaba una respuesta negativa de su parte.

Lo que no sabía era que Hyukjae tenía sus propios pensamientos sobre él, sobre el ser capaz de protegerlo y alejarlo de las artimañas de las que podría hacer uso Ryeowook para retenerlo. El rubio sabía mucho en este momento. Porque si algo había de lo que estaba seguro Hyukjae, es que Ryeowook no soportaría una traición, lo seguiría a donde quiera que fuera y le daría caza, llevándose con él a quien estuviera a su lado en ese momento.

No deseaba que Donghae estuviera a su lado cuando tuviera que escapar.

Donghae levantó los ojos para mirar a Hyukjae. De nuevo, tenía sus dos manos en el volante y el solo gesto les hizo parecer tan lejanos. No pensó que esa sería la respuesta del rubio. Hyukjae no era lo que él había creído. No confiaba en él, porque Donghae estaba seguro que podría mantener a salvo a la persona que amaba.

Y dios si lo que amaba, amaba a Hyukjae.

Por eso le había dolido en el alma su negativa. El corazón de Donghae latía con lentitud que parecía como si no pudiera hacer bien su trabajo de bombear sangre a su cuerpo; su cuerpo comenzó a sentirse endeble. Tanto que para bajar del auto cuando llego a su edificio, tuvo que sostenerse de la puerta.

No se despidió, ya lo habían hecho antes de la última charla. Quizás Hyukjae le llamara como había prometido o quizás no.

Después de unos minutos Donghae se levantó del sofá en el que se había derrumbado al llegar a su departamento. No encontró por ningún lado a su hermano, por lo que supuso que ya debería estar en la comandancia. Su primera reacción había sido de dolor, pero si algo le enseñó la vida a Donghae era a no perder las esperanzas en el futuro.

Y él tenía un plan, lo pondría a andar sin que nadie se lo impidiera. Quisiera o no, Hyukjae terminaría saliendo de aquel país con él.

Se acercó con paso vacilante al escritorio para marcar un número que conocía muy bien. Escuchar la ronca voz masculina le recordó que aquel plan no era tan descabellado como pensaba.

* * * * *


Para este momento, Jungsoo se dio cuenta que Heechul solo le estaba entregando lo que a le convenía en el momento, bien sabía que sus investigaciones iban un poco más allá. Pero para tener mano de ellas, primero tendría que ganarse la confianza del detective.

Quien usaría a quien o terminarían confiando el uno en el otro.

- Entregarte a Siwon no acabaría con toda la red Jungsoo. – dijo Heechul poniéndose de pie -. Los ataques que hemos tenido, los desaparecidos y los muertos han sido en manos de los rusos. De buena fuente sé que los socios de Choi no son los rusos, ellos solo se han mantenido defendiendo de los ataques de estos.

- Las muertes han sido causadas por enfrentamientos con Choi. – Jungsoo azoto las manos en su escritorio.

- No es así, ellos solo han repelido agresiones de los Rusos, no tienen nada que ver con ellos.

Heechul recordó un poco de la charla que tuvo Siwon con Kibum en Rusia. Lo mucho que evito Siwon involucrase con sus negocios, por eso es que el intercambio con Sungmin se dio con el Diamante Hope; pues no pensaba ceder nada de su territorio en Londres. Inglaterra seguiría bajo sus órdenes y mantendría lejos a los rusos mientras pudiera.

- La lucha es sobre quién se queda con el control de Londres. – Heechul se acercó al escritorio, coloco una mano sobre este y su rostro se pegó más al del policía -. Si sacamos a Siwon de la jugada, los rusos de mierda vendrán y harán de este su sede. A lo que tendrían acceso al mercado Europeo y las Américas, pero con un proceder más cruel. Nuestras bajas hasta ahora han sido mínimas, algunos policías heridos y la mayoría de los muertos han sido coludidos o espías; - eso es algo que Jungsoo lo sabia muy bien -; aquellos que están con Siwon pero lo han traicionado bajo el influjo de la mafia Rusa. Si ellos se apoderan de Londres, créeme Jungsoo, lamentaremos más que pérdidas de traidores. Nuestros hombres se verían mermados y gente inocente se vería afectada.

Ante los validos argumentos del detective Kim, Jungsoo no tuvo más que decir, pues todo lo que salía de su boca era cierto. En sus investigaciones, noto lo mismo que Heechul, los muertos estaban directa o indirectamente relacionados con asuntos de la mafia; ninguno hasta ahora, se trataba de personas inocentes.

Se dejó caer de nuevo en su sillón y se relajó, llevo una mano a su boca pensando por un momento que hacer con toda esta nueva información que sabía. Debía tomar una decisión si quería saber más, si deseaba realmente salvar a los suyos y a Londres de un peor destino que Choi.

- Lo que dices sobre la mafia rusa, ¿es cierto?

- Todo está en esos papeles. – la información obtenida en todas esa reuniones a las que Heechul tuvo acceso gracias a Siwon, le servían de algo.

Fotos de documentos con cámaras, pero ninguna foto de los socios. Esas las tenía bien guardadas Heechul para cuando las necesitara, pues estaba seguro que al final eso le ayudaría para negociar por Siwon.

Después de todo era un detective, y contaba con el dinero suficiente para obtener la mejor tecnología que le ayudara a su trabajo. Pequeñas cámaras fotográficas e incluso grabo audios, la maravilla de la tecnología de ahora que todo era tan pequeño, que ni se notaba.

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