No Querías Lastimarme... Capítulo 1


Quien iba a pensar que las cosas terminarían de esa manera, si tan solo ese día hubiera sido diferente, pero el destino quiso que fuera de esta forma…


Sungmin caminaba libre por la acera, aprovechando el bello día, decidió estirar las piernas y comprar lo que hacía falta en su pequeño departamento. Pocas veces tomaba el colectivo, cuando tenía tiempo como aquel día, lo mejor era caminar, tomar un poco de aquellos rayos de sol y distraerse un poco con lo que veía por la calle.

Sus cabellos cortos y rubios flotaban alborotados con el viento, una ligera camisa blanca cubría su pecho pues el tiempo era caluroso ese día, pantalones cortos color coral y unos tenis azules lo acompañaban en su caminata de regreso del súper mercado, con dos bolsas en una de sus manos y una nieve en la otra.

Fresa, su favorito.

Lo que no sabía es que su día normal de compras se volvería algo inesperado. De esta forma fue que su camino estaba destinado a encontrarse con el castaño de aquella forma. El mismo chico que había observado varias veces, el mismo por el que tomaba aquellas caminatas y por él que no se atrevía hablarle.

Por un momento Sungmin se sintió nervioso, quiso cambiar de acera, pues si seguía caminando de frente los dos se encontrarían inminentemente. No estaba seguro que lo reconociera, siempre tuvo cuidado en eso, aun así deseaba evitarlo de cualquier forma.

Tan solo faltaban unos pasos, estarían frente a frente y Sungmin no pudo evitar un estremecimiento. Tan cerca de él de esta forma.

Cuando iban acercándose, Sungmin fue consiente de un leve lloriqueo, no sabía de dónde provenía pero parecía un cachorro perdido. Antes que pudiera darse cuenta, miro como el castaño se agachaba justo donde se encontraban unos pequeños arbustos, rescatando de entre ellos a un pequeño cachorro.

Vio como lo limpiaba cariñosamente, deshaciéndose de las hojas que en el pelo del animalito se encontraban enredados y lo reconfortaba para que dejara de lloriquear. En sus brazos sostenía un pequeño french poodle color chocolate algo asustado.

Como pudo, el castaño calmó y limpió al pequeño animalito, tuvo que echar mano de un paquete de galletas que traía en su mochila para calmar su hambre. Todo ante la atenta mirada de Sungmin que no se perdía de nada.

¿Quién habría sido capaz de abandonar aquel animalito? El castaño no lo sabía y tampoco entendía como existía gente sin corazón que pudiera hacer esto; de lo que si estaba seguro es que no lo dejaría de nuevo en aquel lugar.

Después de comerse algunas galletas, el animalito parecía buscar algo entre los brazos y ropa del castaño, además de jadear como desesperado. Aunque de la misma forma se comportó cuando se comía las galletas, ¿Qué le pasaba?

Ante la desesperación que comenzaba a surgir en el rostro del castaño, Sungmin se atrevió acercarse, él tenía alguna idea de lo que sucedía al pequeño animalito.

- Tiene sed. – le dijo acercándose a él con una botella de agua en sus manos y se agachaba a su lado.

El castaño era un poco más alto que él, podía notarlo incluso al estar agachados como estaban, pues le sacaba un poco de altura. Este le sonrió agradecido cuando vio como echaba un poco de agua en su mano y se la ponía muy cerca al perrito para que bebiera de él.

Estuvieron en silencio mucho rato, esperando a que el animalito saciara su sed.

- Es muy lindo. – rompió el silencio Sungmin -. Que mal que lo abandonaron. – termino por decir haciendo un puchero, le entristecía mucho la situación del cachorro.
- Pero lo hemos rescatado, estará mejor de ahora en adelante.
- ¿Te lo vas a llevar?
- Si, ¿querías llevártelo tú?
- No, no. – se apresuró a decir Sungmin agitando sus manos -. No tengo donde ponerlo, además tú lo encontraste. – dijo acariciando al cachorro.
- Pero tú me ayudaste a salvarlo. – el castaño se paró con el cachorro entre sus manos, Sungmin hizo lo mismo -. Yo me lo llevaré pero tú le pondrás su nombre.
- De verdad. – a pesar de no expresarlo, Sungmin estaba emocionado con su propuesta -. Pero no soy bueno en eso.
- Anda, cualquier nombre me hará recordar que alguien más me ayudo a salvarlo.
- Está bien. – el castaño estuvo observándolo por un tiempo, como pasaba sus manitas por el enredado pelaje del animalito, hasta que por fin algo brillo en su rostro -. Cacao, tiene el color del chocolate, llamémosle Cacao.
- ¿Por qué? – preguntaba curioso el castaño.
- Me gusta el chocolate. – aceptó algo avergonzado.
- Me gusta el nombre. – asintió feliz con el nombre el más alto -. ¿A ti te gusta Cacao? – el cachorro por respuesta solo lamio su mano.
- Creo que le gusta.
- Podrás venir a verlo cuando quieras.
- ¿Yo? ¿de verdad?
- Si, a mi casa. Vivo en el edificio gris que esta dos calles abajo, tercer piso. Pregunta por Kyuhyun.
- Gra… gracias. Eres muy confiado, - le soltó de pronto el rubio.
- Por lo que veo, eres muy buena persona, me ayudaste con Cacao. Yo podría pensar lo mismo de ti. ¿Cuál es tu nombre?
- Sungmin, me llamó Lee Sungmin.
- Visítanos pronto Sungmin, para que Cacao no te olvide.

Y con aquella frase el castaño se alejó.


* * *

Quien iba a pensar que su gran sueño de ser una gran estrella lo llevaría a bailar en aquel bar, sobre todo, que se enamorara de la persona equivocada. Aunque de lo único seguro en este momento era que ya no lo estaba, no lo amaba más. Y se lamentaba no poder salir de aquel mundo por culpa de este, de sus deudas y quien sabe que otros negocios sucios estuviera metido.

Y ahora no tenía a donde ir, salvo aquel bar llamado “KRY”, uno donde solamente hombres asistían para admirar bellas mujeres contoneándose sobre el escenario. Algunas más exhibicionistas que otras, quitaban sus ropas quedando en diminutas prendas, otras solo bailaban lo más sexy que podían e incluso de vez en cuando, se les permitía cantar.

¿Qué hacía en aquel bar? Bailar lo más sexy que su cuerpo le dictaba con la música y también adoraba cantar cuando le pedían hacerlo. Esas pocas veces le hacía olvidar que se encontraba en un bar repleto de hombres comiéndose su cuerpo con la mirada.

- Si tan solo supieran… - se burlaba de todos mentalmente y la sonrisa en su rostro aparecía más sexy.

A HyunMin le estaba prohibido decir la verdad, porque entonces el buen trato se acabaría. Y realmente, ganaba bien en aquel lugar; ahorraba todo lo que podía cuando Changmin no interceptaba su paga, el muy maldito aún se atrevía a molestarlo. Algún día iba salir de aquel lugar y necesitaría el dinero, lo poco que salvaba se iba guardado para ese día.

Ese día le tocaba bailar. Se puso su mejor vestido, ese que resaltaba su mejor atributo, ese trasero redondeado que hacía que muchos hombres la desearan y que moviéndolo bien sobre la pista, le hacía ganar mucho dinero. Lo que HyunMin no sabía, es que es anoche también conocería al chico que le haría replantearse su vida, desear no estar en esa piel sintiendo que no lo merecía.

Kyuhyun llega al bar KRY impulsado por sus amigos, pues como ellos mismos dicen, siempre esta tan metido en sus estudios que rara vez se divierte de verdad. Que incluso algunos de ellos, están comenzando a dudar de su sexualidad, porque no le han visto novia. Algo de lo que Kyuhyun está muy seguro, es que le gustan las chicas, justo ahora no tiene mucho tiempo para ellas por sus estudios pero, sabe cuáles son sus preferencias.

Esta noche, sus amigos decidieron regalarle la oportunidad de estar con la que él quisiera, cualquiera que le gustara de aquel bar como su regalo de iniciación. Porque estaban seguros que después de esta noche, Kyuhyun volvería otras veces al KRY.

Los cinco muchachos se encontraban sentados en la barra, la música comenzaba a hacer sordos sus oídos a pesar de estar algo alejados y sin embargo, era el mejor lugar para poder ver la pista. De pronto, las luces se apagaron alrededor, la pista permanecía iluminada y Ice Cream comenzaba a sonar, lenta y sensualmente.

- Oh, esa debe ser HyunMin. – uno de los chicos conocía quien bailaría por la canción que sonaba.
- ¿HyunMin?
- Sí, tiene un delicioso trasero, como poder olvidarla.
- ¿Has estado con ella? – de nuevo, preguntaba Kyuhyun.
- No, nunca he tenido el suficiente dinero para estar con ella, solo he podido verla bailar.

Kyuhyun no sabría decir si fue amor a primera vista o tal vez el hecho de que no había estado con ninguna chica en mucho tiempo, que al ver bailar aquella sobre la pista, lo cautivo.

HyunMin movía sus caderas suavemente al ritmo de la música, mordiendo su labio inferior y algunas veces uno de sus dedos muy sensualmente, sacando suspiros de todos los hombres presentes. Incluso de Kyuhyun. Sus largos cabellos castaños se retorcían con cada movimiento o volaban por los aires cuando su cuerpo giraba, envolviéndolos a todos en su propio hechizo al bailar.

De vez en cuando la veía agachare para recoger lo que los hombres le tiraban al suelo, billetes, regalos y alguno se aventuraba a darle la mano solo para ser rechazado.

Cuando la música fue lenta y sus caderas comenzaron a mecerse de un lado a otro cadenciosamente, lentamente sus ojos se conectaron. Kyuhyun no supo cómo, pero por bastante tiempo estuvieron mirándose a los ojos HyunMin bailando solo para él y sus ojos cálidamente terminaron por envolverlo.

No fue su baile, fueron ese par de hermosos ojos pardos y esa boquita que frunció al darse cuenta que sus ojos habían estado mucho tiempo conectados. Esos ojos de cachorrito le hacían recordar algo, pero en este momento Kyuhyun no estaba para pensar en nada más, que lo que veía.

HyunMin se giró sobre el escenario y con sus manos se sostuvo de ese tubo que no había agarrado en toda la canción, esta vez solo para sostenerse. ¿Qué había sido eso? Se preguntaba, pues no se explicaba por qué por tanto tiempo estuvo mirando aquel chico, pero tenía que seguir bailando.

Comenzó a contonear su trasero al ritmo de la música, dando la espalda a aquellos que gritaban por su baile, de aquel chico que su mirada le provocaba algo.

Sintió el sudor bajar por su vientre hasta perderse en su ombligo. Bailar era un buen ejercicio, mucho más cuando sus brazos se sostenían de aquel tubo para hacer su baile más sensual.

Cuando escucho que la música finalizaba, sus brazos envolvieron su cuerpo, para después con sus manos acariciar su cuerpo hasta alcanzar su trasero, delineando con sus manos ambos globos provocando los gritos de todo el lugar. Sus manos siguieron viajando hasta el frente de su falda, abriéndola de a poco, dejando ver ese hermoso par de piernas y regalándoles también una traviesa mirada.

La música acabo y también su show, volviendo a ese mundo al que se confino, sabiendo que el mundo en donde no se sentía una basura, no existía.

¿Cómo fue que se dejó llevar?

Para empezar, HyunMin no sabía cómo ese chico pudo pagar para estar en su camerino, el precio elevado por sus servicios no lo hacía inalcanzable, pero algunos preferían estar con dos o tres la misma noche, que pagar el precio que valía por tener solo un poco de su compañía.

Porque además del alto precio, HyunMin se reservaba el derecho de hacer lo que le plazca, comprar su tiempo no garantizaba a nadie obtener algo de su persona.

Aquel chico de cabellos castaños y alborotados, lo miraba mientras HyunMin se paseaba de un lado a otro, no sabiendo exactamente qué hacer. Se encontraba nerviosa ante su mirada, hace mucho que alguien no lo miraba de esa forma, pues muchos de los que lograban pagar su tiempo siempre terminaban abalanzándose sobre él al poco rato.

HyunMin no quería sexo con ninguno de ellos, mucho más si lo que esos hombres esperaban era encontrarse con una mujer bajo sus faldas. Su atrevimiento le daba la oportunidad de ponerlos en su lugar para después ser sacados por seguridad de su camerino.

Sin embargo estaba corriendo el tiempo y aquel chico todavía no intentaba nada hacerle nada, solo seguirle con la mirada y eso le ponía más de nervios que si lo atacara. Lo vio mientras bailaba sobre el escenario, HyunMin no supo cómo conecto con sus ojos por bastante rato, nunca había sido quien apartara la mirada de algún otro. Algo en su interior le dijo que debía mantener alejado a ese chico.

- ¿Vas a seguir mirándome de esa forma? – por fin HyunMin se atrevió a preguntarle.
- Haré lo que tú quieras. – contesto de manera normal, no seductoramente o con alguna otra intención, su tono era neutro, sin emociones.
- Entonces pierdes tu tiempo, - soltó seductoramente sentándose en uno de los sillones delante de Kyuhyun, cruzando su pierna sin dejar de mirarlo.

Intentaba provocarlo, hacer que perdiera ese comportamiento y los estribos, que hiciera lo que los otros para poder echarlo. Su presencia le estaba alterando los nervios y para eso, solo existían las medidas extremas.

- Es mejor que te vayas, esto es aburrido.
- Bien, dije que hare lo que tú quieras, pienso cumplirte. – dijo Kyuhyun levantándose de su asiento.
- Oh, que caballero. Un poco ridículo pero es tu dinero el que has tirado a la basura después de todo. – HyunMin lo empujo por la espalda hasta la puerta -. No pierdas tu tiempo conmigo. - Y cerró la puerta en sus narices.

Algo que a Kyuhyun no le importo nada, porque había visto algo en sus ojos, esos ojos pardos que solían bajar la mirada bajo el aleteo de sus pestañas. En sus preciosos ojos había tristeza oculta. Y sus labios, estaba seguro que debían ser más hermosos al sonreír, aunque tan solo haya recibido palabras de desprecio momentos antes, la boquita carnosa y rojiza de HyunMin era un perfecto corazón que ya codiciaba besar.

Nunca antes le había interesado una chica tanto como ella, no es como si hubiera tenido muchas novias, lo que Kyuhyun nunca se imaginó es que sería alguien como ella.

Conocerla en un bar siendo bailarina. Estaba consciente que su relación iba a ser complicada desde el primer momento, aunque ahora estaba seguro del porque las chicas normales no le llamaban la atención. Quizás aquellos ojos tristes, descubrir lo que había detrás de ellos y ver si podía sonreír, fue lo que termino por engancharlo a ella.

HyunMin cerró la puerta recargándose en ella, debajo de su mano, el corazón le latía desbocado. ¿Cómo pudo resistir por tanto tiempo? ¿Qué tal si terminaba por reconocerla?

HyunMin rechazó los regalos y visitas de Kyuhyun hasta que ya no pudo más ante tanta insistencia. Por tres fines de semana seguidos lo había visto entre el público mientras bailaba, esos ojos y esa media sonrisa, había hecho que HyunMin diera lo mejor de sí allá arriba cuando cantaba, hoy era uno de esos días que le permitieron cantar.

Nadie iba a ponerlo nervioso, no. Y mientras cantaba, comenzó a recordar la bondad de aquellos ojos que ya le habían cautivado, los mismo que ahora se posaban en ella. No lo deseaba, pero era evidente que se estaba interesando por ella y no por lo que realmente era y eso le dolió, quizás la despreciaría o terminaría por odiarla, eso era lo último que deseaba.

A Kyuhyun esos lugares nunca le llamaron la atención y si alguna vez se le ocurría ir, era solamente por insistencia de sus amigos. Sin embargo se vio dispuesto a regresar aquel lugar solo por HyunMin. No para verla bailar, sino para tener una oportunidad de conectar con sus ojos, que lo mirara de nuevo  y así sucedió. Una sola vez, como la primera vez.

Ni la segunda ni la tercera vez que fue aquel lugar pudo hacer algo más que mirarla bailar sobre el escenario. Fue hasta la cuarta vez que pudo pagar para estar con ella de nuevo, cuando pudieron cruzar palabras nuevamente. Pero ahora era otra situación, se encontraba ahí en el bar y no satisfecho con eso, hoy se presentaba nuevamente en su camerino.

- Un chico como tú, ¿Puede pagarse esto? – HyunMin ya no traía puesta la ropa con la que la había visto sobre el escenario.

Al parecer esta vez no le habían avisado con tiempo, pues HyunMin se encontraba desvistiéndose cuando llegó, por lo que vio cuando ella rápidamente se cubría con una bata, impidiéndole ver algo más que nada. Kyuhyun no sabía lo que vestía porque encima solo traía una bata de seda rosa que la cubría por completo.

- ¿Un chico como yo? – la sonrisa de medio lado que le mostraba Kyuhyun, le hizo saber que no le gustó como lo llamó.
- Si, se ve que eres un simple estudiante.
- Ya veo, mi nombre es Kyuhyun y sí, soy estudiante de música. Y hoy mis amigos me ayudaron un poco para poder estar aquí.
- Eres un chico con amigos ricos. – se burlaba.
- No exactamente, pero si pudiera, ¿podría venir a verte cuando quisiera?
- Esa es tú elección, no la mía. – HyunMin se incomodó con la pregunta.
- Yo te estoy dando a elegir, ¿tú quieres?

Nunca era su elección. Las visitas, los hombres que la deseaban y pagaban por verla bailar, nunca era su elección, era su destino.  HyunMin estaba tan acostumbrada a no elegir sobre su vida, que esta pregunta no sabía cómo responderla.

- Yo… - se levantó de su asiento -. Como quieras, después de todo es tu dinero y tu tiempo.
- Te has puesto nerviosa, - Kyuhyun también se levantó del sillón donde se encontraba sentado y se acercó un poco, solo un poco donde pudiera oler su perfume -. No quiero incomodarte, lo único que deseo es conocerte, hablar un poco.
- ¿Hablar? – HyunMin no se lo creía.
- Te escuche cantar allá afuera, con mis dos años de carrera hecha en música, puedo decirte que tienes talento. Tu voz envuelve, nos llega al alma, sabes provocar algo. – por un momento quiso creerlo, pero no quería engañarse.
- Lo único que provoco se nota entre sus piernas, eso es lo único que puedo provocar en ellos, ¿no lo ves?
- No digas eso. – Kyuhyun le llamó la atención.
- ¿A quién quieres engañar? Estoy segura que hasta en ti lo he provocado y por eso estas aquí.
- Eso no es verdad, yo disfrute mucho escucharte cantar. Eres muy linda. – los dedos de Kyuhyun pasaron sobre la suave piel de su mejilla, por la sorpresa HyunMin ni se movió -. Si conocerte un poco más me ayuda a descubrir esa tristeza de tus ojos, mi tiempo aquí será bien invertido.
- Tú… piensas seguir viniendo. – rápidamente se separó de su toque.
- Piénsalo de esta forma, tienes dos opciones y solo puedes elegir una, - comenzó a decir Kyuhyun divertidamente -. Me dices que sí, y nos seguimos viendo; si necesitas tiempo para pensarlo, te daré un día, y entonces vendré al siguiente día por tu respuesta, si me das un no, yo te daría otro día para pensar y así todos los días hasta que cambies de opinión y me digas sí, y nos seguimos viendo. - las risas de los dos se dejaron escuchar.

Había roto su barrera y la risa de HyunMin podía escucharse fuerte y clara, Kyuhyun comprobó la verdad, era la chica más linda cuando sonreía.

- Esas no son opciones válidas. – continuaba riendo.
- ¿Por qué no? Te he dado a elegir.
- Es sí o sí, que gracioso.
- Entonces ¿es un sí?

HyunMin se lo pensó, era la primera vez que alguien insistía tanto en acercarse y no de forma mala o perversa. Además que bien sabia sobre la integridad y buena persona que Kyuhyun era. Una mala persona no la habría dado opciones, cuando le pidió alejarse lo hizo y hasta ahora, no había intentado nada raro con ella.

Además que no contaba con algún amigo con el cual charlar al estar metido en aquel lugar, eso era algo que deseaba con todo su corazón. Y esa idea loca se la metió el castaño a su cabeza, eso era seguro.

- Está bien, puedes visitarme, pero solo charlaremos. – le dejaba en claro HyunMin.
- Yo no deseo otra cosa HyunMin, en verdad deseo conocerte y volver a verte reír.

Pero estaba esa verdad, la misma que debía esconder a todos, HyunMin no era mujer. Bajo el vestido, seguía siendo hombre, uno muy herido y no dispuesto a dejarse querer. Todo mundo lo quería como HyunMin, pero como Sungmin, nadie lo hacía.

Lo cierto es que Kyuhyun se ha enamorado de HyunMin como todos los demás, y si decirle la verdad lo hacía repudiarlo ¿Cómo poder decirle la verdad sin perderlo? Más preocupante era para Sungmin, en cómo decirle la verdad sin enterarlo de ese mundo en el que tenía que vivir. No podía. Prefería tener al castaño como su amigo, aunque tuviera que agarrarse el corazón, pues no deseaba lastimarlo. Su intención no era engañarlo, pero lo hizo.

Después de todo Sungmin imaginaba que esto no llegaría muy lejos, nadie se quedaba a su lado por siempre, eso lo sabía muy bien. Siempre era terminar con sus esperanzas antes de tenerlas, de esta forma no sufriría por amor. Se estaba acostumbrando a sentirse vacío.

Continuara...




*NOTA: Se que dije que sería un twoshot, la inspiración hizo que me alargara un poco. Por lo que serán tres capítulos y un pequeño epílogo, no esperen mucho en el pues si es corto =P

Comentarios

  1. Aja....aja...*asiente*......he ahí el motivo,o uno de los motivos por lo cual Kyuhyun tomo/tomará esa decisión para protagonizar la escena del prólogo
    Y no andaba tan perdida,sabía que HyunMin o algo así tenía que haber,bueno,la imagen ayudo a imaginar.
    Pobre Sungmin,de quien son esas deudas?.....heredadas o conseguidas él mismo?......tenia que ser Changmin ¬¬
    ¿Quien es o será el más lastimado de los dos?.....pregunta que me hice y que me hace pensar en Min,porque no solo es lo que se viene,si no lo que ya tiene encima......imaginar a Min triste no es dificil y eso es feo,o al menos a mi,si me da cosita.
    Kyuhyun guardando sus ahorros e insistente,y además sus amigos buena onda,lo cual espero sigan siendo así
    Lo que sí,es que el encuentro de estos dos,era inevitable... algo debe significar T^T...a que si

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  2. que hermoso estuvo me encanto cuando estuvieron con cacao fue muy tierno.
    ahora kyu de enamorao de hyunmin bueno es muy bella pero pobre sungmin nadie lo ama a el TT-TT
    y changmin sacandole el dinero a sungmin maldito ,mil gracias por el mp disfrute mucho leerlo hasta pronto y exitos ☺

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  3. Me encanta los fic KyuMin son mis favoritos!!

    Este KyuMin esta increíble.

    Sungmin ya gustaba de Kyu y justo se encuentran en el bar, este Cho es super tierno.
    Me encanta. Espero que cuando se entere que Sungmin es un hombre no se enoje y lo acepte.

    Espero que actualices pronto.

    Usuario___09 en HATO.

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  4. que mal T______________T por qué se tuvo que enamorar de Min en la noche cuando es mujer u.u Si bien lo conocio en la calle u.u Sería bueno que min le dijera la verdad ahora... sino será más difícil en el futuro :( Ojalá pasen lindos momentos hablando. Y que se puedan sincerar.

    Me gustó el fic, gracias por el mp, esperaré el próximo.

    Saludos!

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  5. rosaliehale:
    Ou!! que triste, ya casi tengo una idea de lo que va a ocurrir, tonto Min, debio hablar con la verdad.
    Aunque que lindo Kyu que supo ver a traves de los ojos de Min

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  6. No se si ponerme feliz porque Min dejo que Cho se acercara o ponerme triste por lo que piensa Min solo se acerco a el por Hyunmin y no por Sungmin.

    se que comienza una amistad que dolera y mucho porque no hay sinceridad por parte de Min, pero el que puede hacer si Kyuhyun es tan terco que le dio dos opciones y todas a favor de él jajajaja gamer tenia que ser, pero entenderé eso porque la mirada de el conejito es la que lo hace estar ahí, quiere descubrir que esconde y hace que sus ojos estén tristes
    espero que el dinero no se le termine nunca y siga pagando solo para ver la hermosura de Hyunmin y la tristeza de Sungmin

    besosss.... Corre a leer el capítulo 2

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