No Querías Lastimarme... Epilogo

Después de unos días en el hospital y gracias a los cuidados de Sungmin, Kyuhyun es dado de alta y vuelve a su departamento. Fue difícil convencer a sus padres que estaría bien, que se cuidaría y seguiría al pie de la letra lo que los doctores le pidieron, sin cometer de nuevo otra locura. Sus padres estuvieron algo más tranquilos cuando supieron que Sungmin, su ahora amigo, sería su compañero de cuarto. Sungmin les prometió que se haría cargo personalmente de que Kyuhyun siguiera sus indicaciones al pie de la letra.

Aún era extraño para él ver al rubio rondándolo. Podía decir que le gustaba y mucho, desde el primer momento que lo vio al rescatar a Choco, pero por otro lado estaba HyunMin. Para él, eran dos personas diferentes, más esta no era su situación porque HyunMin y Sungmin eran la misma persona. Su corazón lo sabía reconocer, al parecer los sentimientos provocados en su corazón por HyunMin, se habían trasladado a Sungmin, algo loco más así lo sentía.

Incluso podía decir que se estaba enamorando más del rubio en tan poco tiempo. Y es que sin disfraz, Sungmin se le mostraba deliciosamente interesante por descubrir, su personalidad era algo que a Kyuhyun no le dejaba de sorprender, su sentido del humor y a pesar de todo, como chico, Sungmin emanaba cierta inocencia que cautivaba a Kyuhyun.

Por eso lo siguiente que decidió, no lo pensó mucho. Después de todo el rubio necesitaba un lugar donde vivir ya que iba a dejar de bailar en el bar para nunca volver. Las deudas de su ex no eran más las suyas y sus ahorros, le permitirían a Sungmin volver a estudiar. Tanto él como Sungmin deseaban dejar todo eso atrás.

- Kyuhyun estás seguro de esto. – preguntaba el rubio al estar desempacando sus cosas.
- Ven acá. – Kyuhyun le tendía la mano y Sungmin no se pudo negar a tomarla, lo acercó a él -. Recuerda, si tú saltas yo salto siempre los dos, quiero estar contigo Sungmin y descubrir lo que siento por ti.
- Es que no quiero que te vayas arrepentir. Digo, no es como si fueras gay desde hace mucho, ni siquiera sabes si realmente…
- Shhhhh… - Kyuhyun lo silenció colocando un dedo en su boca -. No estoy arrepentido de haberte pedido que vinieras a vivir conmigo, después de todo no iba a permitir que siguieras en ese lugar, vistiéndote de mujer.
- HyunMin. – se quejó Sungmin.
- HyunMin sí. Y más ahora que has pensado seguir estudiando, sé que lo harás bien y yo también, teniéndote cerca sé que me será más fácil descubrir lo que quiero.
- Kyu… - Sungmin tenía un gran puchero en su rostro -. Promete que si no llegas a sentir nada por mí me lo dirás, ya veré yo donde me acomodo, pero prefiero eso a que te sientas obligado conmigo.
- Claro.

Kyuhyun mantenía una sonrisa mientras charlaba con el rubio, la charla se estaba entornando interesante para él, pues no creía que Sungmin todavía no supiera lo que sentía. Se sentó en el sofá más cercano y jalo a Sungmin hacia su regazo.

- Gracias por ayudar a descubrir lo que siento.
- Es lo menos que puedo hacer. – Sungmin todavía se avergonzaba de lo que había hecho -. Después de todo te enamoraste de HyunMin y yo te engañe, me quieres a tu lado aunque sabes que soy hombre. Al menos puedo soportar que quieras saber si realmente te gustan los chicos. Yo haré lo que quieras Kyuhyun, con tal de ayudarte.

Kyuhyun olisqueaba el cabello del rubio con los ojos cerrados, le gustaba su aroma, siendo Sungmin o HyunMin olía delicioso. Apretó más sus manos alrededor de la cintura de Sungmin.

- Claro, incluso podría cerrar los ojos mientras te beso e imaginar que estoy besando a HyunMin. – Kyuhyun claramente lo dijo en broma, pero Sungmin aún no estaba acostumbrado al humor irónico del castaño -. O podrías ponerte la peluca.
- Podría… hacer… eso… si tú quieres. – Sungmin lucía confundido y algo decepcionado.
- Intentémoslo. – Kyuhyun cerró sus ojos y paro la trompa esperando por un beso.

Sungmin se acomodó en su regazo observando el rostro de Kyuhyun y como sus labios estaban en espera de los suyos. Acercó su rostro al de Kyuhyun y rozó sus labios suavemente, para no sobresaltar al castaño, ya que este era el primer beso que se daban después de todo lo sucedido. Siendo Sungmin y no HyunMin, cerró sus ojos y se dejó llevar.

Kyuhyun abrió sus ojos en medio del beso, podía ver el rostro del rubio con sus ojitos cerrados, dándole el suave beso. No fue diferente mientras lo besaba con los ojos cerrados, pues la misma sensación lo embargó como cuando besaba a HyunMin y por eso decidió abrir sus ojos. Y ahí estaba, Sungmin besándolo. No era malo, ni grotesco, el rubio era muy lindo de ver y el beso lo estaba disfrutando.

Agarró a Sungmin del mentón para profundizar el beso separando sus labios sin dejar de mirarlo, probando los carnosos y dulces labios del rubio con ansias, saboreándolo, mordiendo de vez en cuando sus labios juguetonamente. Kyuhyun se adentró en su boca con avidez, recorriendo cada rincón con su lengua, jugueteando con la lengua de Sungmin y mordiendo sus labios una vez más.

Sungmin se le unió al juego que había comenzado, no había querido profundizar por miedo a la reacción de Kyuhyun, pero ahora que el castaño era quien lo comenzaba, Sungmin enterró sus manos en el cabello castaño, obligándolo acercarse más, invitándolo a invadir más profundamente su boca.

Al terminar el beso, Sungmin abre sus ojos y se da cuenta que el castaño le estuvo observando todo este tiempo.

- Kyuhyun no cerraste los ojos.
- Creo que usar todos esos vestidos justados o tal vez la peluca que tanto tiempo te pusiste, ¿pesaba mucho?
- No, ¿Por qué? – Sungmin estaba realmente confundido.
- Porque no te has dado cuenta que no es necesario. Me gustas Sungmin, me gustaste la primera vez que te vi, me gustabas incluso siendo HyunMin. – Kyuhyun explicaba al rubio sin dejar de mirar sus ojos -. Creo que me enamore de HyunMin porque eras tú.
- ¿Te gusto?
- Me gusta besarte y ahora que lo hago con los ojos abiertos, creo que me gusta más besarte y me estoy acostumbrado muy bien a tus cabellos rubios, porque tu rostro es el mismo.
- Sin maquillaje. – corrigió Sungmin.
- Sin maquillaje eres mucho más lindo.
- Entonces, ¿HyunMin?
- Ella es la chica que me lastimó, espero no verla nunca más.
- Somos la misma persona. – dijo Sungmin algo desanimado.
- No lo vuelvas hacer. – Kyuhyun escondió su rostro en el cuello del rubio. Aún era difícil hablar sobre ese momento, pero con Sungmin, cada vez iba quedando en el olvido.
- Nunca, mi corazón no lo resistiría.
- Quiero decir que nunca más quiero verte con un vestido en mi vida.
- Eso es mucho tiempo.
- Pienso mantenerte conmigo todo ese tiempo.
- ¿Sigues enamorado de mí?
- ¿Y tú de mí?
- Te amo más que antes, me rescataste de todas las formas posibles, perdonaste mis errores y…
- Soy guapo. – agregaba Kyuhyun mirando al rubio.
- Si lo eres. – aceptaba entre risas Sungmin.
- Creo que yo no amaba a HyunMin, a la chica que aparentaba ser, me enamore de quien era y ella eras tú. Creo que después de todo siempre me gustaste tú.
- Kyu…

Sungmin está feliz, tanto que termina encima de Kyuhyun tirándolo en el mueble y comienza a besarlo, sus labios comenzaron a besar con ímpetu al castaño y este lo acepto gustoso. Pronto el beso sube de intensidad, uniendo sus labios en un desesperado beso, mientras sus manos comienzan a moverse sobre el otro.

Sin embargo Sungmin fue más allá con sus caricias, subiendo a horcajadas sobre las piernas de Kyuhyun, rodeando su cintura sin interrumpir el beso. Sus manos comenzaron a explorar el cuerpo del castaño hasta encontrar su piel debajo de la camisa continuando hasta enredarse en su cuello. El movimiento hizo que su intimidad se rozara levemente con la de Kyuhyun, tan delicioso, que Sungmin lo atrajo más hacia su cuerpo provocando un nuevo roce de sus intimidades y que jadearan en el beso.

Kyuhyun estaba consiente que Sungmin estaba deseoso de más, pero él no estaba preparado, no todavía.

- Espera Sungmin, espera. – Kyuhyun logro separarse del beso y detener sus manos, sin mover al rubio, que estaba encima de su cuerpo.

Su respiración estaba agitada y en los ojos de Sungmin podía ver el deseo; Kyuhyun no podía dejar de mirarlo.

- Y ahora, ¿Qué pasa?
- Podríamos esperar. No quiero tener sexo contigo, quiero hacerte el amor cuando esté listo. – a Sungmin le llegaron al corazón las palabras de Kyuhyun.
- Claro que podemos esperar, cuando te sientas listo, lo haremos.
- Bien… - Kyuhyun sonreía, no podía estar más feliz -. No dije nada de los besos…
- ¡Huh!
- Quiero tú boquita en la mía y no veo que lo estés haciendo.
- Tonto. – y Sungmin vuelve a besar a Kyuhyun de nuevo.

El amor es amor, sea hombre, mujer… porque es el corazón el que lo siente y el alma es la que sostiene y hace crecer ese sentimiento… Kyuhyun se enamoró del alma de Sungmin.

Fin.