Perdedor... Parte 2 Final

Pero, tengo miedo de decir adiós

- Está bien. – le digo con mi mejor voz -. No me gusta ser el segundo, tú sabes necesito sentirme importante, tener prioridad por encima de tú futura esposa. – trato de ser insolente, sonreír para recobrar mi seguridad y lo logro, Siwon ha abierto muy grandes sus ojos, pero no parece ceder -. Necesito pensarlo.
- Por favor, piénsalo… - lo siento palmear mi mano y se levanta -. Me voy, quédate cuanto quieras. – se despide de mí, me da un beso en la frente, me sonríe y se va.

No quiero que se vaya de esta forma, no quiero perderlo ante ella… me levanto rápidamente del sillón, tomo su brazo y lo detengo antes de que alcance la puerta.

Y sin pensar, tomo sus labios en un beso que significa más que una simple caricia, un impulso o deseo. Entre nuestras lenguas y labios, es un beso que dice no me olvides, ámame y pretende que selle el pacto de que nunca me dejará. Un beso que le haga recordarme cuando este con ella.
Al principio, Siwon se niega a corresponder pero lentamente conforme mis labios le fueron exigiendo, lo hizo. Sus labios se unieron a los míos en un desesperado beso. Mientras sus manos emprendieron el viaje hasta rodear mi cintura, hasta acercarme a su cuerpo y rozar levemente su intimidad, palpable, excitada, por lo que le hago sentir la mía también.

Abruptamente, Siwon termina el beso, ambos estamos jadeantes. En sus ojos hay lujuria, pasión y… ¿amor? Sacudo mi cabeza, Siwon no me ama lo suficiente para enfrentarse al mundo y trato de entenderlo. Me alejo solo para verlo salir de su departamento.

Eres casi perfecto pero no
Solamente te falta sentir lo mismo que yo
Y que fueran ciertas las palabras
Que me dices en la cama
Pero ya se te olvido

Mis manos terminan de cerrar las puertas, recargo mi espalda en ella pensando en todo y nada, me siento perdido, roto por dentro. Mi espalda resbalándose en la puerta, me he dejado caer sentado en el piso, sin fuerzas para sostenerme, para detenerme de llorar.

Encojo mis piernas hacia mi pecho, sintiendome pequeño, dejando mis lágrimas libres y mis lamentaciones.

¿Qué le puedo dar yo? Ni siquiera estoy seguro de ser su tipo de hombre. Siempre pensé que si Siwon se volviera gay, su tipo sería alguien como Donghae, alguien dulce que correspondiera a su ternura, pero finalmente me eligió a mí. No soy perfecto… pero Siwon casi lo es.

Como pudo fijarse en alguien como yo, mal hablado, engreído y con un ego muy grande, el mismo que esta ahogado en este momento, el mismo que haría lo que fuera para que Siwon nunca me dejara.

Si tan solo fueran ciertas las palabras que me dijo en la cama… ¿acaso las olvidaste Siwon?

… “Siwon dejo de masturbarme y retiro sus dedos de mí entrada ya dilatada, lo sentí tomar mis piernas colocándolas alrededor de su cintura acercando su cuerpo. Tan cerca, con su rostro pegado al mío, su aliento cálido erizando mi piel, que aferre mis manos alrededor de su cuello para no dejarlo ir.

Roce sus labios y nuestras miradas permanecieron fijas mientras nos besábamos, nos separamos cuando nuestras respiraciones se hicieron entrecortadas. Pero Siwon con sus manos sujetaron mi nuca, pegando nuestras frentes para no romper el contacto visual.

- Disfrutas ver cómo te deseo… - dije algo sofocado.
- No, solamente no quiero dejar de mirarte mientras te hago mío. - termina por responderme al oído.

Y antes de terminar la frase, Siwon me embistió, penetrándome de una sola estocada. A pesar de estar bien lubricado y dilatado, gemí tan fuerte por la sorpresa junto con una mezcla de dolor y placer descontrolado, misma que llevó una carga eléctrica a todas mis terminaciones nerviosas. Mi espalda se arqueo hacia su cuerpo, mi cabeza la eche hacia atrás sobre el colchón, sintiéndome tan colmado y excitado.

- Siwon te… Aaa…

Rápidamente Siwon atrapo mis labios sin dejarme terminar la frase. Una de sus manos acarició mi pene antes de comenzar con el movimiento mete y saca en mi entrada, para poder distraer un poco el dolor. Para mí el dolor ya había pasado, pero Siwon siempre se preocupa por mi bienestar, a pesar del sexo rudo que solemos tener de vez en cuando. ¿Se preocupa por mí? que considerado, pensé para mis adentros y una tonta sonrisa apareció en mi rostro.

No sé qué me pasaba ese día, pero sus movimientos no eran suficiente para mí, me estaba desesperando. Sin más con mis piernas enredadas a sus caderas, atraje más a Siwon y comencé a embestirme al par que él me penetraba. Podía escucharse el golpe de nuestras caderas, lo húmedo de mi entrada y los jadeos de satisfacción de nuestras bocas…”

Eres casi perfecto pero no
Eres alegre, valiente, amo tu voz, tu olor
Tus besos son lo mejor
Pero que lastima que para el amor,
Seas un perdedor

“Hyung, Heechul hyung, dame un beso… ¡¿Siwon-ah estas necesitado de cariño?!... risas”

“Siwon, ¿tú crees en los fantasmas?... Si creo, pero no les tengo miedo… ¿Por qué?... Porque voy a la iglesia… Sabía que dirías eso… de nuevo risas”

“Heechul hyung es único, pero de buen corazón… ¡¿Qué?!... Él es de buen corazón… Risas… No tenías que decir eso… Más risas”

“Me mandaste por mensaje esa palabra de cuatro letras… Love… ¡Ah! Chico tímido”

Aún escucho esas risas en mis oídos, puedo sentir el retumbar de mi corazón al escucharle decir esas palabras, ¿Dónde quedaron esos buenos momentos? Cuando aún tenía esperanza, cuando no conocía lo que podía hacerme con su comportamiento, con su trato. Sus besos son lo mejor, ¿Por qué tuve que enamorarme? Podría pasar de él ahora mismo si no lo amara.

Perdedor… Porque me enamoré.

Mi llanto ha ido cesando, no puedo seguir llorando, no lograre nada de esta forma, de alguna manera debo mantenerlo a mi lado. ¡Debo hacer algo! no soy de los que se dan por vencidos, pero jamás me había sentido tan derrotado, angustiado y con el corazón en un hilo. Sobre eso debo reponerme, si lo amo debo hacer el intento, miles de intentos, una dura batalla que no pienso perder así dure cien años.

Saco el celular de mi bolso, enciende, su número es de los primeros que tengo guardados, su foto aparece enseguida que cliqueo la tecla de llamada.

… “Los suaves movimientos que hacía con mis caderas termino por desquiciar a Siwon, pues al poco rato en un repentino movimiento sujetó mis piernas empujando más, penetrándome más profundo. Los dos gemimos al mismo tiempo, al sentir como los testículos de Siwon golpeaban con mis glúteos sin tregua.

Los gemidos y jadeos siguieron junto con un vaivén de incesantes penetraciones cada vez más salvajes y profundas. Nuestros cuerpos ardientes sobrepasando la lujuria y la pasión desenfrenada, había algo más en aquellos ojos que me observaban y estaba seguro que Siwon podía distinguir lo mismo en los míos.

- Te amo Heenim… - Siwon soltó aquellas palabras entre dientes, como si se le hubieran escapado sin querer y apenas fueron distinguibles, las logré escuchar -. Eres casi perfecto pero no, eres alegre y divertido, valiente y atrevido, amo tu voz y tus gritos en la intimidad, tu olor incluso cuando usas ese perfume que tanto odio, pero sobre todo, tus besos son lo mejor..
- ¿No soy perfec…

No me dejo terminar la pregunta, Siwon tenía otra idea y rio en mi oído al tiempo que me mordía el lóbulo.

- Aaah… más… - murmure loco de deseo -. Yo también… también te amo, te amo…

Y sus suaves labios entre abiertos tomaron nuevamente los míos, ahogando mis gritos y te amos en la boca. El roce de nuestros cuerpos con la humedad de la piel bañada de sudor, hacia más difícil los movimientos y erráticos. Sin embargo, no dejamos de besarnos.

Sus ojos delinearon una vez más mi rostro, con su expresión llena de placer que se desbordaba a cada segundo por su cuerpo, sintiendo cerca el final.

Siwon aceleró sus embestidas, me penetraba tan profundamente, salvaje, descontrolado y junto con el placer sus labios uniéndonos en un beso por demás apasionado. Los dos nos corrimos al mismo tiempo, Siwon dentro de mí y yo sintiendo como su cuerpo encima, apretaba más por mi propio orgasmo entre nuestros abdómenes.

Lo sentí salir de mi interior con sumo cuidado, sujetando su cuerpo sobre sus brazos para no aplastarme y atrayéndome en un abrazo cuando estuvo completamente fuera de mi interior. Sintiéndome protegido, amado y cuidado entre sus brazos…”

Porque si no me amaba me abrazaba, ¿Por qué tenía consideración de mí? no todo fue mentira, mi corazón no me engaña cuando tu mirada se posa en mí, no puede estar todo perdido, no de esta forma.

Y aún sentado en el suelo frente a esa puerta por donde se fue, el timbre de la llamada es cortado, Siwon ha contestado mi llamada.

- Estoy de acuerdo. – le digo incluso antes de su saludo habitual.
- ¿Cómo? – lo escucho decir sorprendido.
- Que estoy de acuerdo a que seamos amantes, incluso si tú llegas a comprometerte con esa chica, pero no sé si te atrevas a seguir con esto cuando logres casarte...
- Está bien. – me dice sin pensarlo -. Incluso si me llegara a casar, si tú no has encontrado el amor… Siempre serás mi prioridad Heechul.
- ¡¿Qué?! – eso no me lo esperaba.
- Que tú ganas.

Esas dos palabras, la forma en que lo dice, encierran tantas frases… “Me he rendido a ti, ante este amor” “Tienes mi corazón, pero debo hacer lo correcto por mi familia” “Incluso te amo” “Prefiero vivir en pecado, a renunciarte a ti”.

- Te amo Siwon. – le digo antes de cortar.

Pero que lastima que para el amor… Quizás si yo amo con más intensidad por los dos…

Me fascinas por fuera y por dentro
Me provocas ternura y deseo
Me convences, me haces agua, me haces viento
Y aunque quiero no te encuentro ni un defecto

Así me decías
También me decías

Veo llorar a Heechul y todo mi teatro está a punto de derrumbarse, por mi cobardía y miedo al castigo de mis actos, estoy a punto de perderle. No quiero caerme, tengo que hacer esto por nuestro bien, aún estamos a tiempo. Sin embargo, como duele, no quiero un final. No hay manera que pueda ser mío sin salir lastimados de esto.

Su sufrimiento también es mío, mi corazón se destruye un poco más cada vez de solo pensar en el día que ya no lo tenga más a mi lado, si el tiempo pasara sin él correría lento y tortuoso. No me pregunten como lo se… simplemente lo sé.

Por favor, por favor, Heechul no llores. Acaricio sus mejillas tratando de borrar sus lágrimas. Mi determinación se derrumba poco a poco y mi amor por él va ganando puntos, hasta sobre pasar mi determinación por el deber.

- Bien, podríamos seguir como hasta ahora.
- ¿Cómo? – una de sus manos limpia su rostro con un gesto orgulloso.
- Seguiremos con esto hasta el día que tú no lo quieras más, ese día sabré que has encontrado a la mujer correcta con la que iniciaras tu vida, y ese mismo día estaré feliz de dejarte en sus manos para cuidarte, mimarte y amarte como te mereces. No pido más. – y ese día mi corazón dejará de latir.
- Es una cuenta regresiva… - apenas y lo escucho.
- Hasta el día que ya no estés a mi lado… El día que te vayas… - continuo acariciando su rostro mirando directo sus ojos; tal vez descubra la verdad en ellos, que yo también estoy sufriendo -. Y continuemos nuestras vidas por distintos caminos… - Heechul parece estar pensando esta nueva propuesta.
- Está bien. – lo escucho decir -. No me gusta ser el segundo, tú sabes necesito sentirme importante, tener prioridad por encima de tú futura esposa. – ¿mi esposa? Me debería a ella pero, ¿Por qué no suena tan descabellado? -. Necesito pensarlo.
- Por favor, piénsalo… - le digo, no sé qué más decir ante esto, ¿Por qué estoy tan seguro de poder hacerlo? Poco a poco me voy desconociendo a mí mismo por este amor. Por lo que palmeo su mano y me levanto -. Me voy, quédate cuanto quieras.

Dime que me olvidaras y que estarás bien, que no te hago sufrir…

Le doy un beso en la frente y trato de sonreírle antes de dar la vuelta e irme. Pero su mano me detiene antes de llegar a la puerta.

De pronto sus labios chocan con los míos, tardó un poco en responder, no sé qué significa esto, pues pensé que después de mis palabras no iba a querer verme en un buen rato. Lo he sentido, su orgullo, ha caído. Tiene miedo y yo soy un cobarde.

Nuestros labios se unen en un desesperado beso, rodee su cintura para acercarlo más a mi cuerpo dejándole sentir mi intimidad despierta, esa que solo él puede provocar aunque me niegue. Y lo más sorprendente, es que Heechul está igual, su miembro excitado y palpable. Par de masoquistas poniéndose duros ante esta rara situación.

Al menos en este beso, solo somos él y yo siendo honestos, es lo único que necesito saber para sobrellevar mi decisión. Terminó el beso, me alejo y salgo por la puerta.

- Heenim… - choco mi cabeza contra la puerta.

Han sido duras mis palabras, lo estuve pensando todo este tiempo y lo mejor para él es que todo termine de esta forma, para que pueda olvidarme, para que su ego se lastime y termine odiándome.

Es lo mejor para los dos… por más que busqué las maneras de terminar lo nuestro, no le veía defectos a lo que hay entre los dos, me fascina por fuera y por dentro, me provoca ternura y deseo, su terco infantilismo cuando está conmigo sintiéndose consentido. La forma en que su corazón se enternece bajo esa dura coraza. Es casi perfecto, pero no, él está más allá de esa perfección que tanto se jacta mi padre que debe pertenecerme.

Sin embargo nunca lo aceptaría por ser hombre.

Esos pensamientos de mi padre y la estúpida idea de mantener el nombre de la familia, me hizo por terminar de aceptar esas citas pensando que iba a desistir, pero no lo hizo. Se volvió más insistente hasta que ya no pude negarme más.

Y ahora me siento entre la espada y la pared, porque no quiero dejarlo y debo hacer sentir orgulloso a mi padre. Mi error y cobardía, ese estúpido miedo de enfrentarme a ese mundo que siempre he conocido.

¿Por qué no puedo moverme de la puerta?

Desde que salí del departamento no me he movido, sigo aquí parado con la espalda recargada en ella, sin poder dar un paso más hasta no saber qué es lo que piensa de mi propuesta. En el fondo espero que acepte, esa pequeña esperanza que me mantiene dentro de la razón y el corazón en su lugar, sin embargo sé que le he pedido mucho.

No sé cuánto tiempo ha pasado, estoy perdiendo las esperanzas, hasta he pensado volver mis pasos y retractarme de todo. Pedir disculpas si es necesario, cuando mi celular comienza a vibrar dentro de mi bolso, veo su foto en la pantalla, esa que tomó él mismo cuando grabo su número en mi nuevo celular.

Sonrió al ver la cara graciosa que hizo en un intento por ser tierno. Su llamada me da la esperanza que no va a dejarme. Contesto el celular.

- Estoy de acuerdo. – me dice atropelladamente esas palabras y me sorprende, se le escucha tan desesperado que enseguida volteo hacia la puerta, con una mano acaricio el pomo, estoy queriendo entrar pero me detengo.
- ¿Cómo? – trato de sobrepasar mis sentimientos. Tranquilizarme.
- Que estoy de acuerdo a que seamos amantes, incluso si tú llegas a comprometerte con esa chica, pero no sé si te atrevas a seguir con esto cuando logres casarte. – ha estado llorando, puedo notarlo en el timbre de su voz, lo conozco tan bien. Y el solo pensar que lo he hecho llorar…
- Está bien. – le respondo… Y aunque quiero no le encuentro ni un defecto a lo que sentimos -. Incluso si me llegara a casar, si tú no has encontrado el amor… Siempre serás mi prioridad Heechul. – quise decir lo que dije, aceptar sus exigencias por sobre las de mi futura esposa, sabiendo a lo que me comprometo.
- ¡¿Qué?! – hay sorpresa en su voz, no se esperaba mi reacción, es poco comparado con lo que le hare sufrir cuando tenga que caminar con ella hacia el altar, si ya mismo lo estoy sufriendo yo con ese programa que está grabando. Aunque me hubiera gustado que fuera real, ser yo el que sufriera, porque todo esto sería más fácil.
- Tú ganas. - me convence, me hace agua, me hace viento su entrega a este amor, derrumba todas mis barreras y escusas. Es perfecto para mí.
- Te amo Siwon. – me dice y corta la llamada.
- Yo también… yo también Heenim. – le digo al teléfono solamente y es cuando dejo que salgan libres esos jadeos que he estado conteniendo, mis lágrimas corren libres por mis mejillas nublándome los ojos.

Me alejo de la puerta de mi departamento sosteniéndome de las paredes hasta llegar al elevador, estuve a punto de perderlo todo, incluso a mí mismo. Porque no soy real, solamente con él puedo serlo.

Y mi corazón, vuelve a latir. Sin embargo ya lo he perdido, he perdido mi corazón, Heechul lo ha ganado… Mi corazón ya no es mío, no puedo hacer lo que quiera con él, ni siquiera lo correcto… Soy el perdedor.

F I N .