Snow White... Capítulo 1


En un camino nevado donde no hay nadie
Nuestra respiración se convierte en pétalos blancos
Tus manos suavemente apretadas dentro de tus bolsillos
Poco a poco calientan mi corazón…


Hyukjae y Donghae son amigos desde que el mayor se mudó a la misma calle, cuando tan solo eran unos niños de siete años. Siendo mayor Hyukjae solo por unos meses, llego siendo un niño bastante reservado. Fue tomado por sorpresa un día, cuando el pequeño Donghae se acercó animosamente invitándolo a jugar.

El pequeño traía las ropas sucias, sus manitos y su carita manchada, parecía haberse caído en algún charco de lodo. No importándole la mirada de extrañeza que Hyukjae le daba, lo tomo de la mano y lo llevo hasta su bicicleta. Mencionándole que era un regalo de la navidad pasada y que aún no aprendía como manejarla.

Sin desistir, volvió a treparse. Hyukjae silencioso hasta ese momento, vio como el pequeño insistía en manejar su bicicleta y a cada tanto bajaba los piecitos para no caer incluso cuando pasaba por un gran charco de lodo. Quizás conmovido por haber pasado por lo mismo en soledad, pues ambos padres trabajaban; cuando aprendió a manejar su primera bicicleta.

Hyukjae corrió hasta el menor sosteniéndolo de la parte trasera de la bici para que se equilibrara. Una hermosa sonrisa cautivo al pequeño Hyukjae, cuando Donghae volteo a darle las gracias.

Habían pasado diez años desde entonces, volviéndose inseparables amigos. Asistieron a la misma escuela, el mismo secundario y ahora ambos estudiaban en el mismo superior. Les gustaba el baile por igual, pasar el tiempo haciendo nada, escuchaban la misma música, adoraban la comida y las caminatas como la que habían hecho esta mañana para llegar a su lugar especial. Justo desde lo alto del lago, donde podían ver magníficamente la salida del sol.

A diferencia de otros días. La mañana de navidad lucia bastante gris y nevaba un poco. Pero eso no le importó a Donghae para sacar a su amigo de la cama y mucho menos a Hyukjae, ya que cada que el menor lo requería asistía, mostrando una resistencia inexistente.

El sol comenzaba a salir en el horizonte, el ambiente se tornó silencioso entre ambos, admirando el amanecer. Hyukjae volteo a mirar a su amigo que se encontraba completamente concentrado mirando el amanecer. De perfil lucia mucho más lindo de lo que era, Hyukjae pensaba que se debía a que estaba muy quieto y bastante concentrado, era difícil ver al menor en ese estado ya que siempre es muy hiperactivo.

Notó que mordía su labio superior, signo de que el menor estaba ansioso por algo. Nada pasaba desapercibido por Hyukjae, había aprendido a leer a su amigo en cada gesto que hacía.

- Ya dime Hae, ¿A que hemos venido? – interrogó a su amigo, pues si no lo hacía no hablaría -. Es navidad y deberías estar emocionado por los regalos bajo el árbol. – no lo decía en burla, en verdad Donghae creía aun en Santa Claus y eso a Hyukjae le parecía adorable. Pues junto a los padres del menor, le fomentaba la idea.

- La verdad es que he estado despierto toda la noche. – se acusó Donghae -. No creo que Santa haya venido a casa.

- No creo que sea tan grave, seguro que si llegó. – Hyukjae poso su mano en el hombro de su amigo en forma de consuelo -. ¿Por qué no has dormido?

Seriamente, Donghae se levantó de donde se encontraba recargado, erguido se giró a ver a su amigo.

- He decidido que me haré de pareja para antes de que termine el año.

- ¿Cómo? – Hyukjae casi se atraganta con su propia saliva.

- Conquistare a Seung Ah antes de año nuevo. – declaró Donghae.

- ¿Por qué ella?

- Es linda, ¿no? – Donghae sonreía ante los efectos que sus palabras habían causado.

- Demasiado. – Hyukjae bajo su vista un momento -. Te das cuenta que falta menos de una semana para año nuevo.

- Por eso tú vas ayudarme para conquistarla. – Donghae tomó a su amigo por los hombros.

- Yo, ¿Por qué?

- Tú sabes que no soy bueno en eso. – confesó, algo que para nada ignoraba Hyukjae.

___Flashback___

En el último año del secundario, Donghae estaba “enamorado” de la bella Eun Seo, la chica más popular de la escuela. Esa vez, Hyukjae aconsejo a su amigo sin que este se lo pidiera.

- Lo primero es acercarse ofreciendo tu ayuda, mostrando tu lado caballeroso.

- ¿Cómo puedo hacer eso? – preguntaba in inexperto Donghae.

- Has notado como a Eun Seo le cuesta trabajo llevar su bandeja a la hora del almuerzo.

- ¿En la cafetería?

- Donde más Hae. – suspiraba resignado el mayor -. La fila siempre es muy larga, debes ayudarle desde ahí. Así podrás hacerle compañía y platica. Después cargas su bandeja hasta la mesa donde siempre se sienta. Si lo haces bien, ella te invitara a sentarte a su lado.

- Es un buen plan.

- Estas hablando conmigo. – alardeo Hyukjae.

Y al día siguiente así lo hizo.

Donghae se acercó tímidamente a ofreciéndose a cargar su bandeja, no estaba muy lejos de llegar hasta la barra, pero ella acepto gustosa. Le ayudo a elegir sus alimentos y hasta se ofreció a pagar su cuenta, a lo que ella no acepto. Porque tímidamente le dijo que “no deseaba abusar de la ayuda de oppa”.

Hasta ese momento, todo estaba resultando bien. Al dirigirse a la mesa en la cual Eun Seo se sentaba diariamente, sucedió. Justo cuando estaba a punto de lograrlo. Tan embobado iba observándola caminar frente a él, que no se dio cuenta cuando sus pies comenzaron a enredarse, tropezando hasta caer.

Lo peor no fue eso, sino que la bandeja salió volando por los aires, cayendo encima de la bella Eun Seo ensuciándola completamente.

Obviamente, el suceso fue el chiste contado durante todo el curso. El pobre Hae no pudo volver acercarse menos de cinco metros a Eun Seo y lo peor fue que lo había hecho casi al inicio del curso, por lo que tuvo que cargar con ese estigma hasta terminar el año escolar.

___Fin de flashback___


Y esa historia era una de tantas, pero la más significativa. Afortunadamente al siguiente año cambiaron de escuela, pues entraron al curso superior.

- Entre tú y yo, tú eres el experto en conquistas.

- Una conquista, ¿uh?

- Por favor Hyukie, sin ti no lo lograre. – refiriéndose a su intento fallido.

- Ok, te ayudare. – no muy de acuerdo, acepto Hyukjae -. Pero conociéndote, esto será como una misión imposible.

Sabiendo que se burlaba de su mala pata para la conquista, Donghae tomo un poco de nieve haciéndola bolita, para después lanzarla contra su amigo comenzando una guerra de nieve entre los dos. Risas, carreras y golpes se desataron a lo largo del camino de vuelta a casa.


* * * * *

Tres días y no sabía nada del menor. ¿Qué es lo que había hecho? Hyukjae comenzó a recordar. Nada anormal ni extraño le aconsejo esa mañana de navidad a Donghae, entonces porque tenía tres días sin verlo, sin una llamada y mucho menos un mensaje con un hola.

- ¿Dónde te has metido Hae? – bufó molesto Hyukjae, acostado en su cama mirando hacia el techo.

Ese día de navidad, después de abrir los regalos bajo el árbol de Donghae, en el cual hubo uno para el también. Aconsejo a su amigo, saltándose la primer parte de mostrar su lado caballeroso, Hyukjae le dijo que debía averiguar los gustos de Seung Ah para comprarle un hermoso regalo con motivo de navidad.

Que aunque sería un regalo atrasado, la intensión era buena y Donghae lograría conmover el corazón de la chica. Conociendo bien a su amigo, sabía que con solo un poco haría que Seung Ah quedara prendada de él, con su tierno encanto natural. El encanto de un cachorrito, lo bautizo el mayor.

Hyukjae sonrió al recordar los hermosos gestos del menor, como sus ojitos brillan cuando algo le gusta, como su boquita hace pucheros cuando algo no le sale bien, como sus manitos se juntan nerviosos cuando no está de acuerdo con algo y como se enoja cuando no le presta atención.

- Si pasaran todo un día con él, Hae tendría fama de conquistador. – suspiro Hyukjae, para después fruncir su ceño.

Algo comenzó arder dolorosamente en su interior, afortunadamente solo él conocía ese lado del menor, de lo contrario se vería limitado en tenerlo a su lado y también tendría que compartirlo. Ahora que lo pensaba mejor, no le estaba gustando para nada que Donghae se consiguiera novia, si ya lo estaba dejando abandonado. ¿Qué le esperaba después?

Estaba molesto, no entendía muy bien porque. Él tuvo varias novias, había salido con ellas y ahora que Donghae deseaba lo mismo, el ya no quería ayudarlo.

- ¿De dónde ha salido tanto egoísmo de mi parte?... ¡Aaaaaagh! – Hyukjae grito tapándose el rostro con su brazo sobre la cama.

Escuchó como la puerta de su cuarto se abrió, alguien entro y después cerró la puerta. Ya sabía quién era, Donghae no necesitaba pedir permiso para entrar, así que Hyukjae solo espero hasta sentir como se sentaba a su lado en la cama.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto Hyukjae sin cambiar su posición.

- Debo contarte, gracias a tu consejo compre el regalo perfecto para Seung Ah. – comenzó a contar un emocionado Donghae sin esperar respuesta -. El día después de navidad comencé a seguirla, pude abordar a una de sus amigas y supe que es lo que más deseaba.

- Ah sí, que bien. – dijo sin mucha emoción Hyukjae. Pero el menor continuo hablando.

- Supe que deseaba asistir al estreno de esa película que darán antes de año nuevo, de la que se agotaron las entradas. – Hyukjae no reacciono -. Entonces recordé que Minho me conto un día que él consiguió boletos de una función de estreno. Le llame y me dijo que el amigo del hermano de su padre, era quien trabajaba en el cine. Me dio su teléfono y así fue como lo contacte. Tuve que trabajar estos dos días para él ordenando películas. – se dejó caer sobre la cama - . Fue tan aburrido.

Así que por eso su amigo estuvo todos estos días lejos de él. Primero siguiendo a la chica, después consiguiendo ese regalo maravilloso que él mismo había sugerido investigar.

- Hoy muy temprano fui a su casa, espere a que Seung Ah saliera y la aborde. – Hyukjae suspiro al sentir que la mano del menor tomaba la suya, la apretaba y entendió que estaba emocionado -. Iba tan linda, con su gorrito de panda. Me acerque, le entregue un oso de felpa con los dos boletos del estreno. Ella los vio. Debías haber visto su mirada emocionada, los acepto y me invito a ir con ella.

Termino un agitado Donghae, por haber tenido que contarle todo sin parar de hablar.

- Hasta me dio un beso en la mejilla cuando se despidió. – suspiro.

Ahí sí que tuvo reacción. Hyukjae al escuchar eso último, apretó la mano del menor hasta darse cuenta que debía estar lastimándolo. Soltó su mano y se incorporó sentándose en su cama. Después de respirar profundamente tratando de calmar lo que comenzaba a sentir, dijo lo primero que se le ocurrió.

- Bien por ti Hae.

- ¿Qué sucede Hyukie? No has dicho nada de lo que comúnmente me dirías… ¿estás molesto conmigo? – pregunto curioso Donghae, levantándose de la cama.

¿Molesto?... ¡¿Molesto?! Hyukjae estaba bastante incomodo por sentir lo que sentía, porque en verdad estaba muy molesto con su menor amigo. Porque lo había abandonado todos estos días, porque ambos prometieron pasar todas las vacaciones juntos, porque por una chica lo estaba haciendo de lado. Y podría enumerar muchas otras razones, pero detrás de eso estaba sintiendo algo más.

Algo que le hacía desear retener a su amigo para él, pero no como siempre había sido. Y eso le enojaba más, porque el menor no tenía ni idea de lo que estaba provocando en él. Sentimientos que ni el propio Hyukjae entendía, a sus 17 años jamás los había sentido por nadie.

- Claro que no, no tengo porque estarlo. – dijo Hyukjae tratando de poner su mejor sonrisa. Donghae frunció en ceño en señal de que no le creía nada .- Lo que pasa es que hoy tenía planeado salir con IU. – comenzó a mentirle mucho más animado -. Pero tuvo que recibir a la familia de su madre que llegaba hoy.

- ¡Ah!, con razón. – la voz de Donghae carecía de la emoción que lo embargaba hace unos momentos, sin embargo se levantó y abrazo a su amigo por la espalda -. Hyukie que bueno que no saliste hoy, estoy desesperado.

- ¿Qué sucede Hae?

De nuevo Donghae tenía toda su atención, como sucedía siempre cuando estaban solos. La voz preocupada y los pucheros que el menor hacía con su boca, aunque no podía verlo, podía sentirlos pues tenía recargado su rostro en su espalda.

- No se… como voy hacer cuando este con ella en el cine. Si está comprobado que soy un desastre. – comenzó Hae a lamentarse mientras sacudía su cabeza en la espalda de Hyukjae -. No quiero ser desastroso, no quiero arruinarlo Hyukie. Ayúdame.

Y a esa voz, esa petición hecha por su amigo, no podía negarse, odiaba ver a un Donghae lastimado o derrotado. Hyukjae se deshizo del abrazo y dándose vuelta para quedar frente a su amigo.

- Te diré que hacer, después de todo no eres tan malo.

Hyukjae comenzó animarlo, pues se dio cuenta que había dejado un poco solo a su amigo con todo lo que estaba viviendo. Quizás Donghae no lo abandono todos estos días, quizás él mismo Hyukjae lo había hecho con él menor.

- Lograste por ti mismo que aceptara una cita contigo.

- Es cierto. – una linda sonrisa ilumino el rostro de Donghae -. Me enseñaras Hyukie, ¿qué debo hacer cuando este con ella en el cine?

- ¿Quieres que te enseñe? – pregunto separándose de su amigo.

- Si, necesito que me muestres para no cometer ningún error.

¿Mostrarle? Un brillo de felicidad comenzó a inundar a Hyukjae.

- Hagámoslo Hae, yo seré tú y tú serás Seung Ah. - y aunque bromeaba, esperaba que el menor aceptara.

- ¿Por qué?

- ¿Quieres que te muestre o no?

- Está bien, oppa. – asumió su papel un resignado Donghae.

* * * * *

No tuvieron que salir del cuarto del mayor, ahí montarían toda la escena. Donghae esperando aprender algo de su experimentado amigo y Hyukjae, el deseaba ayudar a su amigo y algo más.

- Al llegar al cine, debes preguntarle si desea palomitas o algo para picar durante la película. – explicaba Hyukjae -. Seung Ah, ¿quieres palomitas?

- Si, palomitas. – la voz de Hae sonaba graciosa y emocionada -. Cómprame nachos, y un hotdog… oppa podrías también traer unos chocolates, y refresco de dieta. No quiero ponerme gorda para ti Hyukie oppa.

Ambos rieron por la ocurrencia.

- Para ser una chica, comes mucho Seung Ah. – Hyukjae se giró a ver a su amigo -. Estas seguro que deseas salir con Seung Ah, te dejara en banca rota.

- Tonto. – Donghae lanzo un cojín de la cama a su amigo. Y de nuevo las risas se desataron entre ellos.

Decidida la comida, la cama haría esta vez de hilera de asientos en el cine imaginario y la tv, sería la gran pantalla donde verían la película. Por decisión de Donghae verían una película de terror, pues Hyukjae como buen caballero debía dejar escoger. En este caso ese consejo no aplicaría esta vez, pues Donghae ya había comprado los boletos de la película que Seung Ah deseaba ver.

Aunque era de día, la habitación se encontraba a oscuras, solo el brillo de la tv iluminaba el lugar. Consiguieron palomitas y refrescos, la nana de los Lee fue muy amable en hacerles dos emparedados para la merienda. Y ahí iba Hyukjae, sorteando con todo, escaleras arriba. Pues Donghae metido en su papel, solo le ayudaba con las bebidas.

Cuando llegaron a la habitación, Hyukjae entro primero y acomodó todo en los lugares que habían elegido.

- Y así es como debes hacer. – dijo en cuanto regreso a la puerta, tomando la mano del menor para entrar a su cuarto.

Donghae caminaba tras el en medio de la oscuridad. Hyukjae en su interior estaba feliz, sentir al menor tan cooperativo, haciendo lo que le pedía. Estaba ayudando a su amigo, de vez en cuando se repetía. Pero lo que realmente deseaba, es que esta tarde resultara mucho mejor que eso.

C o n t i n u a r a . . .

Comentarios

Publicar un comentario