Snow White... Capítulo 2


Dos personas solitarias
Quisieron probar que tan profundo es el amor
Seré feliz en proporción a mis lágrimas
Yo confío en que así será…


Por algo dejo escoger a Donghae la película, siempre elegía lo que no podía ver. Las películas de terror estaban prohibidas para su persona, no las soportaba y siempre terminaba no viendo más de media película.

Lo dejo sentarse primero sosteniendo sus bebidas y después de acomodarlas en el mismo lugar que lo demás, Hyukjae se sentó a su lado.

- Eres buen maestro Hyukie. – Hyukjae lo miro con cara de fastidio -. ¡Oh lo siento!... Oppa. – dibujando de nuevo al sonrisa en el rostro del mayor -. Hyukie… - llamo el menor después de un rato de haberse acomodado y de haber devorado los emparedados.

- Mmmh…

- Hasta ahora ha ido todo bien, pero… - Hyukjae volteo su mirada, al ver que su amigo no continuaba -. Todo lo que me has dicho me va a ser de utilidad… yo... yo quiero saber como es que... – Hyukjae suspiro.

- La película Hae. – apuntando con su dedo a la pantalla, ordeno al menor que prestara atención.

La película se volvía más intensa, Hyukjae podía ver que su menor amigo estaba concentrado tratando de descifrar de qué iba. Las manos de Donghae se cerraban alrededor de su bebida, esperando que pronto algo saltara para dejar de ver y eso que hasta ese momento aún no había habido nada muy terrorífico.

Ante la concentración del menor, Hyukjae hizo su movimiento. Estiro sus brazos al aire por encima de su cabeza y lentamente dejo caer el derecho sobre los hombros de Donghae. Este solo acomodó su cabeza sobre el brazo y continúo mirando la película. Hyukjae no pudo dejar de sonreír victorioso.

Donghae sentía que no estaba aprendiendo nada. Además de que la película estaba siendo una tortura para él, las partes feas por fin llegaron y no pudo ver más. Volteó de lado su cuerpo, intentando esconder su rostro de las grotescas imágenes de la película, cuando sintió que un cuerpo lo acurrucaba y una mano acariciaba su hombro acompasadamente, intentando calmarlo.

Sorprendido y aliviado, levanto su rostro, sabiendo de quien se trataba.

- ¿Cómo has hecho eso? – Donghae no se dio cuenta cuando fue que su amigo, rodeo sus hombros con su brazo y mucho menos, cuando lo había abrazado completamente.

- Ese es el secreto Hae. – un puchero apareció en el rostro del menor ante la sonrisa de su amigo.

- No es justo, estaba tan distraído que no me di cuenta…

- Exactamente. – murmuro Hyukjae.

- Oh, ya entiendo. – sonrió Donghae -. Entonces así es como lo haces, con razón tu técnica no tiene fallas.

- Las chicas al estar concentradas en algo, no tienen tiempo a reaccionar mal a lo que tu hagas a su alrededor. Por eso, cuando llegues a esa parte de la película, tú simplemente, dejas caer tu brazo delicadamente y la atraes hacia ti.

Donghae podía aun sentir las caricias de los delgados dedos de su amigo sobre su hombro, suaves, cálidos; mientras hablaba con Hyukjae.

- Y ahí es cuando debo besarla… Por qué debo besarla, ¿verdad?

Pesadamente, Hyukjae retiro su brazo tras las palabras del menor. Las palabras revolotearon por su cabeza otro rato, hasta que cayó en la cuenta. Si Seung Ah acepto ir con su amigo al cine, era porque no le era indiferente y si le gustaba, esperaría ser besada en la oscuridad del cine.

Pensar esto le revolvió el estómago, al sentir como una ola de inquietud comenzaba justamente en esa parte de su cuerpo… la besaría… la besaría y él no podría hacer nada para evitarlo. Sacudió su cabeza varias veces, para aclarar sus ideas.

- No es para tanto Hae.

- Ah, ¿no?

- Sin beso. – remató Hyukjae.

Donghae se vio aliviado por una fracción de segundo, pero inmediatamente su rostro volvió adoptar una expresión de preocupación.

- ¿Seguro?, ¿no besas tú en la primera cita?

- No estamos hablando de mí. – decidió Hyukjae.

- ¿Pero que espera ella de mí?

- Nada Hae. – respondió Hyukjae algo desesperado.

- ¿En serio?

- En serio, no hay expectativas. Ellas solo desean pasarlo bien y ser tratadas como princesas.

- ¿Seguro? – insistió Donghae poco convencido -. Porque según Sungmin, que leyó un artículo, me dijo que se debía besar en la primera cita, pero los besos debían ser como máximo dos segundos y sin… ya sabes, sin lengua.

- Eso te dijo Sungmin. – Donghae solo asintió.

Hyukjae alzo la vista al techo y respiró profundo.

- Hae, a veces te comportas como un chico de 15 años

- Tengo 17. – corrigió Donghae algo molesto.

- Sin beso, está dicho Hae. – dijo casi gritando Hyukjae, para hacerle entender a su amigo, lo que al parecer no quería entender.

Pero quien se pensaba que era. Él ya había pasado muchas veces por esa experiencia, Donghae también merecía vivir su primer beso.

- Hae… - le habló Hyukjae -. ¿es tu primer beso?

- ¿Eh? – dijo Donghae confundido ante la pregunta.

- Seria tu primer beso. – Donghae abrió sus ojos enormes.

- Es verdad… Hyukie yo no sé besar. – gimoteo el menor escondiendo su rostro en el brazo del mayor -. Si no puedo besarla, no sirvo para novio. Se reirá de mí.

La voz de Donghae se escuchaba cada vez más temblorosa, su cuerpo hipeaba. Por la cabeza de Hyukjae paso una loca idea para ayudarlo, aunque eso sería como robarle el primer beso a su amigo. Pero que más daba, hace unos momentos no soportaba la idea que Seung Ah besara a Donghae, ahora se detendría por no dejarle ese primer beso.

Claro que no.

- Te ayudare Hae. – dicho esto, envolvió de nuevo al menor en su abrazo.

- Nadie puede ayudarme, soy un virgen de labios. No debería salir con Seung Ah. Soy un tonto, ¿verdad Hyukie?... ¡Esto es un lio! Cuando me lo propuse no vi esto. – aquellas palabras hicieron reír a Hyukjae -. No te rías.

Donghae lo golpeo levemente, pero cuando lo intento por segunda vez, Hyukjae detuvo su mano. Eso le hizo levantar la vista para encontrarse con unos ojos curiosos, el rostro de Hyukjae muy cerca al suyo. Y a pesar de eso, no podía dejar de mirar aquellos ojos hipnotizado por ellos, ni alejarse cuando comenzó acortar la distancia entre ellos dos.

- Hae… relájate.

Su mirada pasaba de sus ojos a sus labios. Los labios de Hyukjae eran más bien delgados, en ese momento se veían tan… tan apetecibles. Casi como una salchicha, claramente no podía pensar. Se acercaron más y más, hasta que la distancia entre sus bocas se hizo nula. Sus labios chocaron suavemente, podía sentir también la mano de su amigo sobre su nuca.

Hyukjae no sabía cómo iba a reaccionar después Donghae, pero no le importó. El deseaba probar esos labios, probarse a sí mismo que estaba loco y que aquello que por su cabeza pasaba, todos esos raros sentimientos que se habían formado por su amigo los últimos días no existían.

Y lo beso.... Hyukjae comenzó a besarlo hasta que empezó a darle vueltas la cabeza. Tomando su rostro entre sus manos profundizando el beso.

Donghae sentía como si estuviera fuera de sí mismo. Como si aquel beso se hubiera convertido en un alien dentro de su cuerpo, demasiado extraño pero a la vez fascinante. Hyukjae se sentía feliz, tanto tiempo reprimiendo su deseo, controlándose para no hacer aquello que estaba haciendo y por fin podía sentirlos volar libres.

Su fantasía hecha realidad, el primer beso de Donghae era suyo. Satisfecho en cierto modo, Hyukjae se negó a lamentar lo que había hecho.

Donghae quedo en silencio durante unos segundos antes de poder hablar.

- ¿Es así como debo besarla?

El menor ahora tenía una leve idea del porque su amigo era tan asediado, no es que dudara de él; Donghae posó sus dedos sobre los labios, sintiendo que con el beso, algo dentro de él se había accionado. No sabía por qué ni que quizás pronto lo descubriría.

Algo se movió el interior de Hyukjae, deseando besarlo de nuevo. Pero no lo hizo, en su lugar mordió su labio inferior. Los labios del menor eran increíblemente suaves y dulces, aunque por supuesto, Donghae tenía otros planes para esos labios.

Para el menor, esto solo era un entrenamiento.

- No, ya te lo he dicho. Sin beso. – Hyukjae trato de reponerse del aturdimiento que le había dejado el beso, centrándose en lo importante -. Así es como no debes besarla. Y como no sabes besar, lo mejor es que no haya beso.

- Comprendo. – respondió Donghae -. Lo has hecho para demostrarme lo que no debo hacer.

- No, lo he hecho para que te callaras y te tranquilizaras. – de nuevo esa sonrisa burlona en el mayor, pues era su mejor escudo a la hora de ocultarse. Aunque para Donghae eso no era suficiente para esconderse de él.

- ¡Que gracia!, pues no me ha tranquilizado. – dijo siguiéndole el juego.

Y era verdad, su corazón aun latía desbocado y su respiración lejos estaba de normalizarse. Entre el beso, la mirada de Hyukjae y esas emociones que intentaba ocultarle; estaba vuelto loco. Un nervio expuesto, eso es lo que era Donghae en esos momentos.

- Pues, hago lo mejor que puedo. Al menos he conseguido que te callaras diez segundos. – dijo sonriendo el mayor.

Después de esto, una pelea de almohadas no se hizo esperar. Disminuyendo la incomodidad y volviendo el ambiente relajado que siempre existía entre los dos.


* * * * *


30 de diciembre…

El día de la tan esperada cita llegó, tan rápidamente como la ventisca de nieve que había caído el día anterior y a la mañana solo cubría una capa blanca de nieve todo a su alrededor.

Donghae caminaba por la nieve junto a Seung Ah camino al cine. Ya no se encontraba nervioso, pero tampoco se encontraba animado como los primeros días. Era extraño, ya no estaba cohibido resultándole más fácil charlar con ella cuando llegaron al cine.

Pensaba que se lo debía a las clases dadas por Hyukjae que ahora estuviera más seguro de sí mismo en esta cita. Pero ¿por qué ahora se cohibía frente a su amigo? Actuaba mucho más torpe que lo común; a menudo descubría a Hyukjae mirándolo y a él se le subían los colores al rostro, su corazón se aceleraba como loco al posarse esos ojos en él.

Y más extraño era que ese beso con Hyukjae, no le hubiera disgustado.

Afortunadamente Seung Ah no parecía darse cuenta que a Donghae le costaba prestarle atención y no pensar constantemente en ese beso que le había dado Hyukjae. Otra vez lo estaba recordando. Parecía que su propio cerebro le jugaba una mala pasada. Cuando él se sentía el más tonto del mundo al no saber besar, Hyukjae venia y lo besaba.

No había sido necesario hacerlo, ¿o sí? ¿Y por qué le había gustado? Donghae se obligó a enterrar esos sentimientos. Toda la culpa era del beso. Era natural que lo afectara, pues nunca antes había besado a nadie y mucho menos besado. Cualquier beso de cualquiera le habría afectado.

Donghae respiro hondo y trató de olvidar, concentrándose en su cita y en la película. Seung Ah alzó la vista y sonrió a Donghae, él le devolvió la sonrisa. Seung Ah era linda, agradable y adorable, pero ¿hace cuánto le gustaba? Eso era fácil de responder, lo supo antes de salir de vacaciones. Para nada suficiente, para olvidar lo que un beso había desatado en su interior.

* * * * *


Nada más entrar a la sala del cine, Hyukjae observó como todo iba bien entre Donghae y su cita. Para aumentar más ese malestar doloroso que invadía su estómago, ambos reían y charlaban. Donghae ya no parecía nervioso. Por supuesto, después de haber practicado, ¡rayos! Porque tendría que haber resultado tan buen maestro.

Aprovecho que las luces aún estaban encendidas y se fue a sentar dos hileras detrás de la parejita, desde ahí podía observarlos muy bien.

¿Qué estaba haciendo? Ni él lo sabía, solo tomo todo el dinero que le habían dado en navidad y corrió hasta el cine.

¿Estaba celoso? No… Claro que no… ¡ok! no estaba seguro. Pero de lo que si estaba seguro, es que no deseaba dejar a su amigo solo. Quizás lo necesitara… A quien engañaba, obviamente estaba celoso.

Y si era así, ¿Qué haría al respecto? Por lo pronto, consiguió entrar a la misma función, con todo y que las entradas estaban agotadas. Le costó todos sus ahorros conseguir aquel boleto, comprándolo a una persona que estaba por entrar… lo demás no lo tenía claro.

Por estar espiándolos, no se dio cuenta cuando la película comenzó. Agarro sus palomitas y siguió observándolos. Se había convertido en el peor de todos los espías pues estaba siguiendo a su amigo. Pero no lo lamentaba, pues media hora después de comenzada la función, vio como Donghae levantaba sus brazos estirándose para hacer su primer movimiento.

Si no intervenía pronto, Donghae lo lograría y terminaría con su brazo alrededor de la chica. No se le ocurrió otra idea más que aventar las palomitas en su dirección, mostrando un susto inexistente seguido por un grito, Hyukjae dejó caer sus palomitas como copos de nieve sobre Donghae y Seung Ah sin ser visto.

Después de hacerlo, Hyukjae se hundió en su asiento evitando las miradas a su alrededor. Por el momento lo había logrado, detuvo las intenciones del menor. Entre que se quitaban las palomitas de encima mutuamente y volvían acomodarse, al parecer a Donghae se le fue la intención de volverlo hacer. Pero en lugar de molestarse por lo sucedido, ambos reían y charlaban sobre el gracioso momento.

De nuevo, Hyukjae sintió que no era correcto lo que hacía, sabotear la cita de tu amigo no era de lo mejor que haya hecho en su vida. Pero que más podía hacer, si el mismo no podía detener lo que estaba sintiendo y tampoco es que pudiera decírselo a Donghae. El no parecía tan afectado por el beso, pues ahí estaba con su cita pasándolo muy bien.

De pronto observo como Seung Ah levanto la mano para quitar una de las palomitas del cabello de Donghae, la lanzo por ahí y después esa misma mano se deslizo por el rostro del menor. Esta vez era ella quien iniciaba el acercamiento y al parecer este iba más allá de un simple abrazo. La mano de Seung Ah fue más allá, hasta llegar a su cuello, posando su mano con leves caricias y enredando sus dedos en el cabello del menor.

Sus intenciones eran obvias a los ojos de Hyukjae, la chica iba intentar besar a Donghae.

¡¿Qué podía hacer ahora?¡

Ya no tenía palomitas y el dinero no le había alcanzado para un refresco, tenía que moverse rápido o lo besaría. Hyukjae sabía que si no hacía algo por interrumpirlos, lo lograría. La chica tenia agallas y ante la falta de reacción de su amigo, supo que este no esperaba, ni siquiera imaginaba lo que estaba por suceder.

Antes de que Hyukjae pudiera darse cuenta, se había levantado de su asiento y estaba corriendo en su dirección. La pareja se separó sobresaltada. Los dos lo miraron. Seung Ah enfadada y Donghae con sorpresa, esperando a que dijera algo.

- Tu… - dándole su mano a Donghae -. Tienes que venir conmigo.

- ¿Ha sucedido algo en casa? – pregunto el menor asustado por la forma inesperada que su amigo llegó.

- Si... digo no. Tienes que acompañarme Hae, es importante. – y ante los ¡ssshhh! De las personas que si deseaban ver la película, el menor no tuvo más que aceptar.

- Está bien. - Se disculpó con Seung Ah, tomó la mano de Hyukjae y salieron corriendo de ahí.

Corrió con Donghae tomado de su mano hasta llegar a su casa sin parar. Ayudo a su amigo a quitarse su abrigo y después volvió a tomarlo de la mano para dirigirse a su cuarto. A Hyukjae le estaba gustando sentir la mano del menor entrelazada a la suya.

Hyukjae abrió la puerta y Donghae se coló soltando su mano. El menor no parecía muy feliz que digamos.

- ¿A que ha venido eso? – pregunto Donghae enfadado -. No había ninguna urgencia y puesto que me trajiste a tu casa, supongo que mis padres estarán bien.

- No pareció disgustarte mucho cuando aceptaste mi mano dentro del cine.

Y su, Donghae al ver a Hyukjae se sintió feliz de verlo. Como si le aliviara su presencia, incluso no le pesó dejar a Seung Ah plantada.

- Eso no es cierto. – Donghae se cruzó de brazos tratando de ocultar la verdad… quizás hasta ocultársela a él mismo.

- Se iban a besar, ¿verdad? – lo acusó Hyukjae, haciendo enojar mucho más al menor por el tono que usaba contra él.

- ¿Y eso qué? ¿Por qué estabas en el cine? – Donghae escucho gruñir a Hyukjae, pues no sabía que decir -. ¡Ah claro! Temías que echara todo a perder… pues déjame decirte que esta vez todo iba muy bien… - Donghae apuntaba en con su dedo el pecho del mayor haciéndolo retroceder -. Eres buen maestro Lee Hyukjae.

- No exactamente.

- Entonces ¿qué?

C o n t i n u a r a . . .

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