My person... Capítulo 4


Siwon POV

La persona para mí,
De alguna manera, olvide quien lo dijo, pero
Déjame hacerte feliz
Ahora, en este momento.


Justo después de que termináramos, alguien se encargó de esparcir un rumor en el cual yo parecía ser el ogro que trató mal a Donghae y que termino lastimándolo. En realidad esto no me hubiera importado mucho, pues bien sabia que nada de eso era cierto ya que ambos tuvimos un poco de culpa para que lo nuestro dejara de funcionar.

Lo peor, lo más injusto, fue lo que Donghae le hizo creer a Heechul sobre lo nuestro.

Deseaba entender a Hae, no pretendía que todo terminara de esta forma, mucho menos deseaba lastimarlo. Sin embargo con todas las mentiras, fui yo el que termino más afectado. Por lo que antes de que las clases se terminaran, lo enfrente para aclarar esas dudas.

- ¿Porque lo hiciste Donghae? – no sé porque su mirada era resentida, después de todo mis sentimientos por el no habían cambiado del todo hasta ese momento.

- Hyung ya sabía cómo me tratabas, el mismo lo vio muchas veces cuando discutíamos. – se defendió Hae muy relajado.

- Vamos Hae no me mientas. – me acerque a él y lo tome de los hombros sin lastimarlo -. ¿por qué lo hiciste? Heechul también es mi amigo, porque mentirle de esa manera.

Y lo que vino a continuación me sorprendió, en mis manos sentí como el cuerpo de Hae comenzó a temblar, no podía ver su rostro pues tenia su mirada clavada en sus pies. Sabia que lloraba, su respiración se hizo agitada y dificultosa. Separo mis manos de sus hombros con un brusco movimiento, levanto su rostro y clavo su mirada llena de reproche en mí.

- Si, ¡lo hice! – me grito Hae -. ¿Crees que no me he dado cuenta de cómo lo miras? La sonrisa boba que se posa en tu rostro en cuanto lo ves…

- ¿Cómo? – no podía entender muy bien lo que estaba diciendo.

- Te importa mas lo que piense Heechul hyung de ti, que el que yo te haya terminado. – Donghae suspiro pesadamente -. Desde el día que te encontré bailando con hyung, me di cuenta que tu mirada cambiaba cuando se posaba en él. Tan diferente a como me miras a mi y sentí celos… - vi como Hae apretaba los puños a sus costados -. ¿Por qué estabas conmigo? Eras mi novio, yo era el que tenía que recibir esas miradas y no él…

Me sorprendí que Hae notara todo eso en mi, ni yo mismo sabia que lo hiciera, por tanto tiempo sentí que mis sentimientos habían cambiado… pero no fue así. Hae siempre lo creí distraído, jamás me di cuenta que era observado de esa forma por él y mucho menos que yo hiciera todo eso que el dice.

De algo si estaba muy seguro, cuando comencé salir con Donghae me decidí a quererlo y dedicarme solo a él, todo lo que yo pudiera darle. Lo quería y en el fondo de mi corazón sabia que lo seguía queriendo, quizás no de la manera que el deseaba pero lo quería. Creo que Hae adivino mi sorpresa y mis dudas porque continuo hablando.

- Inconscientemente lo hacías. – dijo derrotado -. Y cuando yo aparecía te obligaba a poner tus sentidos en mí, ¿sabes lo que me hacías sentir? – no tuve que decir palabra alguna, pues la respuesta estaba reflejada en mi rostro ignorante de todo -. Que si yo no hubiera aparecido en tu vida, él y tú habrían terminado juntos.

Eso no podría ser porque Heechul me rechazo desde el primer momento.

- Eso no es así Hae, no puede ser… porque yo te quiero a ti. – me acerque como en los tiempos en que los dos charlábamos de sus problemas, escenas vinieron a mi mente y termine acariciando su mejilla -. No imagines cosas donde no las hay.

- No las imagine Siwon, porque a Heechul hyung también le pasa lo mismo que a ti. – mi mano en su rostro detuvo la caricia -. El se ilumina igual que tu cuando están juntos.

Lo que Donghae estaba diciendo tenia que ser algo que imaginaba, pero se le veía tan seguro hablándome de los sentimientos de Heechul y siendo su dongsaeng favorito, Hae debía conocerlo mejor que yo.

- Eso que dices Hae, no puede ser. – y lo que dije a continuación fue muy estúpido, se que lo fue; pero ya no podía detenerme -. Si Heechul me viera de esa forma en algún momento, ¿Por qué me rechazo desde el comienzo? Se negó si quiera a darme una oportunidad, a tratarme de la forma en que lo dices… - bufe y deje salir toda mi frustración.

Y de nuevo el rostro de Hae se lleno de rabia, rechazo, su semblante se volvió frio y después lo desconocí.

- Entonces, ¿ya habías tratado con él? ¿Cuándo fue Siwon? ¡contesta! – Hae gritaba, yo no podía negar nada en este punto.

- Unos días antes de conocerte… - nerviosamente pase una de mis manos por mis cabellos despeinándolos -. Leeteuk me dijo algo parecido a lo que tú me has dicho ahora, me dijo que me ayudaría acercarme a él.

- ¡Pero no te funciono! Sabía que tenías sentimientos y que estabas quizás enamorado de hyung. Pero no pensé que fueras tan vil como para aceptar que fui tu premio de consolación. – la voz de Donghae era tan amarga -. Andar conmigo sabiendo que lo amas a él.

Después de esto ya no escuche lo que decía, pues Donghae seguía hablando… deje de escuchar desde que menciono que estaba enamorado de Heechul, yo… Heechul me gustaba pero no sabía que estuviera enamorado. Retrocedí en el tiempo en los momentos que compartí con Heechul, pero con otros ojos. Esos nuevos sentimientos explotaron ante mí como algo que ya estaba, pero que no me di cuenta que los tenia desde antes.

Enamorado de Heechul, mis ojos se abrieron desmesuradamente y el pensamiento que mas me afectaba salió en voz alta, exaltando a un mas a Donghae.

- ¿Yo enamorado de Heechul?...

Mi mente se aclaró. Mis sentimientos estaban claros ahora. No solo me gustaba, yo realmente amaba a Heechul. Era un creciente enamoramiento que se fue dando desde la primera vez que lo vi. Un amor que se fue haciendo más grande silenciosamente con lo que me dejó conocer de él, por todo lo que Heechul era. Ahora lo sabía.

Quise a Donghae. Si el no me hubiera abierto los ojos, aun seguiría deseando firmemente salvar lo nuestro. Querer no es igual que amar. Sin embargo jamás lo engañe porque puse todo de mí para estar con él.

Donghae me hizo darme cuenta de mis verdaderos sentimientos y pudo notar lo que yo sentía en ese momento, pues la sorpresa de mi descubrimiento; no me había dado la oportunidad de callarlos en mi rostro. Después de todo fuimos pareja, sabia leerme muy bien.

- Lo sabía, tú amas a hyung. Todo este tiempo jugaste conmigo para estar a su lado. – Donghae estaba muy alterado, tenía que detenerlo para que no se hiciera daño.

- Hae esto no fue así. – lo sostengo de los hombros, el solo me da su espalda -. Yo en verdad di todo de mí, jamás pensé en Heechul de la manera que piensas mientras estuve contigo. Yo… yo te quiero Hae, ¿eso no cambia nada?

Siento como Donghae se relaja y después voltea a verme. De nuevo noto esa mirada de reproche en sus ojos, se me olvidaba lo terco que puede llegar a ser, sigue sin querer entender.

- Vamos Hae, debes creerme. Yo ignoraba todo esto… iba a explicarte todo, no quería que las cosas terminaran y mucho menos de esta forma… - me interrumpió.

- No vas a estar con él. – dijo de repente -. Al menos hyung se quedara a mi lado y te odiara por lo que me hiciste.

- ¿Qué dices? – no podía creer lo que me estaba diciendo.

- No los dejare estar juntos, ¡no quiero! – grito Donghae -. Si tu no quieres estar a mi lado, Heechul hyung si lo hará y no me dejara, no después de esto.

Donghae se soltó de mi agarre para comenzar a caminar alejándose de mi, dejándome incrédulo y temeroso. No de lo que fuera a decir, pues yo no había hecho nada malo, pero si de lo que pudiera hacer para alejarme de Heechul.

No después de saber que amaba a Heechul, que mi ex me quitaría la única oportunidad que tenía para estar con él y lo cumplió.

Días después caminando por los pasillos me encontré con Heechul. Pensé que me evitaría pero fue todo lo contrario, era como si me hubiera estado esperando para enfrentarme. Su delgada y fría mano se posó en mi pecho para empujarme hasta golpear en la pared más cercana.

Dolió, Heechul no es tan débil como parece. Su mirada era amenazante, se le veía realmente molesto, lo que hacía que sus ojos se le vieran más grandes y que en su boca se dibujara una pequeña mueca. De no sé porque la persona con la que estaba tan enojado era yo, me habría gustado estudiar todos sus gestos.

- Te lo advertí Choi, que no dañaras a Donghae o te la verías conmigo. – Heechul me amenazo con su puño, obviamente yo no iba a defenderme… jamás golpearía a la persona que amo.

Espere un golpe que nunca llego. Vi la duda en sus ojos, su puño bajaba lentamente, su mano se aferró a la camisa en mi pecho y sus labios temblaban. No sabía porque dudaba si me tenía a su merced. Quizás Donghae tuviera un poco de razón… quizás Heechul sentía algo más y no estaba todo perdido para mí.

- Yo creí que tu… Donghae no se merece… yo… - titubeaba, se detuvo un poco y lo escuche respirar profundo -. en verdad pensé que eras diferente, ¿Por qué Siwon? -. Se le escuchaba decepcionado, si tan solo pudiera decirle la verdad pero en estos momentos no era posible. Negué con mi cabeza a su pregunta.

- No me creerías, es mejor dejarlo de esta forma por ahora, quizás después de un tiempo pueda explicarte o te enteres de la verdad Heechul.

Su mano me soltó y las dejo caer a sus costados, no necesitaba saber que estaba pensando, el simplemente se estaba dando por vencido.

- Mientras eso sucede… - ¿acaso me estaba dando el beneficio de la duda? -. No te acerques a Hae y aléjate de nuestro círculo de amigos, Hae necesita olvidarte… - iba alejarse pero lo retuve sosteniendo su mano.

- ¿Y de ti? – sus ojos encontraron los míos, había algo en ellos que de momento no supe que era.

- No… Han y yo… - no necesitaba escuchar más, solté su mano y él se alejó.

En ese momento me sentí derrotado, perdido y sin poder remediar los rumores que decían de mí, mucho menos comprobárselo a Heechul. Tal vez la única oportunidad que tenía, se esfumo con lo último que me dijo y no tendría otra en mucho tiempo.

No entendí porque lo hizo en ese momento, que Donghae le mintiera sobre nuestra relación a Heechul. Me dio donde más me dolía y Donghae estaba consciente de ello, porque se regodeaba enfrente de mí de lo que había hecho con él.

El tiempo que faltaba para terminar el semestre trascurrió rápidamente, afortunadamente para mí, mis compañeros ZhouMi y Jungmo me acompañaron en todo momento en mi soledad, dándome ánimos para no caer en la depresión. Me había alejado de todos, tal y como Heechul me lo pidió.

- Ya deja esas lamentaciones Siwon. – ZhouMi me rodea con su brazo mis hombros y siempre dice algo cuando escucha que hablan a mis espaldas.

- Estaré mejor cuando no tenga que venir y las vacaciones les haga olvidar que existo.

- Lo que yo digo, es que te tomes las vacaciones para tomar valor y replantearte la táctica para acercarte a Heechul. – ese fue Jungmo aconsejándome.

- Y me lo dices tú. – ya sabía que le gustaba Heechul, pues el mismo me lo confesó.

- Te lo digo porque lo conozco de mucho más tiempo que tú, si el reacciono de esa forma es porque le interesas… - dijo con algo de preocupación.

Era extraño, pero Jungmo era la persona que más me insistía en volver acercarme a Heechul. A Jungmo se le hizo raro los momentos de charla y esos momentos a solas que tuve con Heechul pues no a muchos se los regalaba, tenía que ser alguien importante para él. Por lo que detrás de ese privilegio que me concedió para acercármele, había algo más.

- Debes olvidar todo lo que pasó y armarte de valor para decirle toda la verdad. – y golpeando mí pecho con uno de sus dedos se plantó frente de mí -. Deja que sea él quien decida si te cree o no, tú ya das por hecho que no. Tienes oportunidad, ni yo que llevo años tras él logre lo que tú en tan poco tiempo. – esto siempre me lo decía.

- ¡Ah! – yo solo revolvía mis cabellos, por lo imposible que me parecía en estos momentos. Mis amigos desconocían lo de Han.

- Es ley que la verdad siempre sale a la luz. – últimamente ZhouMi andaba muy reflexivo y sus escapadas eran más notorias en esta última semana, no teníamos idea de a dónde iba o con quien se veía -. Lo que realmente sucedió entre Donghae y tú se sabrá, y todos los que hablan de ti ahora se tragaran sus palabras. Estoy seguro que después de vacaciones tendrás más oportunidad. – definitivamente ZhouMi estaba muy raro.

- ZhouMi tiene razón, estas vacaciones tomate tu tiempo y piensa lo que dijimos. – dijo Jungmo -. Siwon si tu no lo haces, lo hare yo.

- Oye no juegues. – le reclame.

- Esta es tu oportunidad. – me alentó ZhouMi -. ¿lo harás Siwonie?

La perseverancia de mis amigos me hizo creer y ceder, me devolvieron la esperanza.

- Esa sonrisa nos dice todo. – lo que dijo Jungmo nos hizo reír a los tres.

- ¿Entonces? – dije para cambiar de tema.

- Entonces ¿Qué? – me apuró Jungmo.

- ¿Saldremos el fin de semana para despedir a ZhouMi?

- Eso está de más preguntar. – se quejó ZhouMi -. Obvio que tenemos que festejar, después de todo me perderán y me extrañaran.

- Si, sobre todo extrañaremos que nos lleves a esos extraños lugares a festejar.

Jungmo lo decía de broma pero era verdad. No sé quien llevaba a ZhouMi a esos lugares, conocía muchos para no ser de aquí. Algunos eran muy divertidos y otros, daban un poco de miedo; aunque gracias a uno de sus conocidos nos trataban muy bien.

- Tú ni te quejes, que bien que te diviertes.

Y ahí comenzaban sus pleitos, Junmo y ZhouMi, de no ser porque los conozco, diría que se aman.

Pronto las vacaciones llegaron y con ellas el entendimiento de que parte de lo sucedido era mi culpa, mas no toda. Y de lo único que si podía culparme, era de haberme rendido sin aclararle las cosas a Heechul, de haberme alejado de mis amigos. Con más calma, me di cuenta que lo que me decían era verdad, debía seguir luchando por mi felicidad.

Mi felicidad en esos momentos constaba en volver mi vida a la normalidad y Heechul.

El descanso hizo maravillas, mis ánimos volvieron y con energías renovadas me dispuse a seguir mi plan, me encontraba ansioso por volver. Para no caer en desesperación, dedique mi tiempo a ejercitarme, lo cual me distrajo y me beneficio; no es por ser presumido pero mis abs marcados hablaban por sí mismos. Realmente todo ese ejercicio mi cuerpo lo agradeció.

En la primera semana de clases me dispuse a retomar las amistades que había dejado, después de todo estaba dentro de mis planes.

Leeteuk y Kangin fueron los primeros que aborde, si bien nunca me dieron la espalda, yo termine alejándome de ellos. Leeteuk es el mejor amigo de Heechul y si mi sola presencia le era molesta, decidí alearme de hyung. Leeteuk me abrazo cuando me disculpe al haberme alejado y Kangin me recibió con un “no te vuelvas a perder” como bienvenida.

Los siguientes fueron Yesung y Ryeowook, y no porque lo decidiera, tuve la oportunidad gracias a un seminario que nos tocó tomar juntos. Ryeowook era muy cercano a Donghae, me daba algo de temor su reacción, lo que desapareció al ser ellos quienes me abordaron en el aula.

- Hace tiempo que deseábamos decirte que nunca estuvimos en tu contra, te perdiste mucho tiempo. – sentado a mi lado y con Ryeowook entre sus brazos, Yesung me aseguro.

- Cierto, sabemos que lo que se dice de ti muy fuera esta de lo que en realidad sucedió. – Ryeowook me hablaba como si supiera la verdad.

- Lo que dice mi pequeño es verdad, nunca dudamos de ti. – Yesung acariciaba con sus dedos la barbilla de su novio.

A pesar de su aspecto rudo y frio, con Ryeowook siempre era muy protector y cariñoso. Siempre que los veía interactuar en el pasado, descubrí que su relación era de amor puro. Siempre eran considerados, generosos con el otro. Ryeowook simplemente se desvivía por Yesung y este miraba al menor con ojos de amor infinito.

Una relación que cualquiera envidiaría, en cambio yo los admiraba. Deseaba lo mismo para mí y…

- Gracias por su confianza y perdonen la tontería que cometí al alejarme sin explicación.

Este inicio de semestre estaba resultándome reparador. Ya no me sentía señalado e incluso deje de evitar a Heechul. Pues había agarrado la loca idea de no usar los pasillos por donde él caminaba, ni una vez me lo encontré esa primera semana, lo cual era raro. Porque con Hangeng me pasó igual.

Mi plan para retomar mi vida antes de Hae estaba resultando muy bien, pero nada me preparó para lo que sucedió después de esa primera semana. Si yo había planeado proceder con cautela con Heechul, que equivocado estaba, y sin embargo las cosas sucedieron para bien.

Mis clases este año son más prácticas que teóricas, por ello tres veces por semana estamos todo el día en el laboratorio, pero ese lunes no era uno de esos días. El viernes de laboratorio me olvide una de mis carpetas, en la cual tenía una práctica que debía trascribir para poder presentarla, así que me dispuse a recuperarla.

Sabía bien que el laboratorio se encontraría solitario, cuando no era día de practica nadie rondaba por ahí. Ni siquiera el personal de limpieza se aparecía, nosotros como estudiantes de medicina teníamos la tarea de mantener limpio el lugar, el manejo del material peligroso y el resguardo de todas las sustancias que utilizábamos para nuestros proyectos.

Una educación integral es la que nos daban en la universidad, consistía desde las prácticas en quirófano hasta agarrar una escoba, una jerga o un desinfectante para mantener limpio tu lugar de trabajo. No nos quejábamos, limpiar siempre nos dejaría apreciar el trabajo de los demás.

Necesitaba esa tranquilidad que me ofrecía el laboratorio para comenzar un trabajo de diagnóstico que deseaba adelantar, las prácticas en el hospital de la universidad eran bastante agotadoras pero muy satisfactorias. Realmente los lunes no hay nada interesante que hacer y yo aprovecharía bien este tiempo. Por lo que me dispuse ir al laboratorio y pasar el resto de mi tarde hasta tener algo avanzado.

Como dije, incluso los pasillos que rodean los laboratorios están desiertos.

No sé por qué al entrar ahí me sentí extraño. Anduve con cautela hasta llegar a la primera mesa donde coloque mis cosas encima y me dispuse a ir al lugar donde me sentaba, necesitaba esa carpeta.

El salón de laboratorio es realmente grande, alrededor hay grandes vitrinas y libreros, del lado derecho solo hay un gran área de ventanas. Al frente está la mesa de laboratorio del profesor, este semestre tendría cinco Doctores que impartirían diferentes materias más los que nos supervisarían en las prácticas en el hospital. Y al centro estaban todas las mesas que utilizábamos.

Contábamos con un área de lavado, un almacén y un área donde había un gran enfriador. Mi mesa estaba cerca de este.

Al ir acercándome, escuche un leve sollozo que erizo mi piel. Había alguien más ahí o estaba presenciando alguna aparición, pensar en las dos cosas me pusieron la piel de gallina. Lo peor es que no veía a nadie por ahí cerca, pero los sollozos se escuchaban cerca. Me agache para poder ver debajo de las mesas y ahí fue que lo vi.

Unas largas piernas se asomaban por debajo de uno de los muros, afortunadamente no estaba solo. Pensé en irme pues quizás esa persona deseaba estar a solas y yo solo iba a irrumpir su privacidad. Pero al escuchar otro sollozo, lo reconocí. Corrí lo más rápido que dieron mis piernas, lo que me hizo caer de rodillas a un lado de donde se encontraba.

Mi caída no le hizo voltear, no así cuando lo llame.

- Heechul… - mi voz se cortó al verlo de esa manera.

Sentado en el piso, con sus piernas recogidas en el pecho abrazadas por sus brazos, su cabello pegado a su rostro húmedo por sus propias lágrimas, sollozando en silencio y solo. Su bolso yacía a un lado suyo descuidadamente.

Tome su rostro entre mis manos, mis dedos retiraron los cabellos de sus húmedas mejillas. Se le veía tan desvalido, sus ojos era un inmenso mar de tristeza, mi corazón no lo resistió y lentamente lo envolví en mis brazos hasta recargarlo en mi pecho. Heechul no se resistió, sus manos se aferraron en mi chamarra tan fuertemente que me hizo caer sentado con él en mi regazo.

Estuve mucho tiempo acariciando su espalda, sus sollozos pronto desaparecieron y el agarre de sus manos aflojó. No supe en que momento sus palmas extendidas en mi pecho me empujaron lejos haciéndome caer de espaldas al suelo, me levante sobre mis codos solo para ver como Heechul caminaba en cuatro patas con una mirada casi felina subiendo a mi cuerpo.

¿Cómo pasó? Ni yo mismo lo se, todo es tan borroso en cuanto recuerdo esa parte.

Solo recuerdo que cuando me di cuenta, Heechul estaba a horcajadas encima de mí, desnudo de la cintura para abajo y yo; con mis pantalones abiertos sosteniéndolo de las caderas, penetrándolo hondamente.

¿Cuánto tiempo fue? Todo me parece tan irreal ahora, en un momento estaba tratando de consolarlo y al otro, estábamos teniendo sexo en el suelo del laboratorio.

Mis sentidos se nublaron al sentir como su cuerpo me abrazaba, su entrada palpitante, sus gemidos que lo hacían sentir tan mío que pronto llegaría al orgasmo. Inconsciente de todo lo demás, concentrado en lo que estaba sintiendo, no me di cuenta que Heechul lloraba de nuevo.

Los sollozos que se habían apoderado de Heechul en algún momento de nuestro acto, se hicieron intensos. Fue ahí cuando me di cuenta que algo iba mal. La sensación del orgasmo desapareció y mi erección de se fue al mismísimo polo norte.

- Heechul, ¿Qué sucede, bebe? – tome su rostro entre mis manos para tratar de tranquilizarlo, pero el no dejaba ver su rostro y seguía llorando inconsolablemente, mucho mas que cuando llegue.

Estaba muy confundió, mucho mas porque no entendía lo que estaba pasando, se supone que esto no tenía por qué suceder pero ahí estaba, por el momento no sabia que hacer.

Salí de su interior cuidadosamente y lo senté de nuevo sobre mi regazo, me arrastre lentamente con èl en brazos hasta poder recargar mi espalda a una de las paredes. Lo recosté lentamente sobre mi pecho y comencé a vestirlo con sus pantalones, colocándole también mi chamarra para cubrirlo. Cuando se sintió vestido, Heechul se acurruco en mi pecho y sus sollozos volvieron a intensificarse.

No sabía que hacer o que decir para consolarlo. ¿Acaso había hecho mal en seguir su juego? Evidentemente sí, me había dejado ir por mis deseos cuando no era eso lo que yo quería y seguramente tampoco lo que él deseaba, yo abuse de su fragilidad. Me sentí asqueado de mi mismo. Como pude, subí el cierre de mi pantalón y lo abrace, frotando mis manos por su espalda.

Sea como sea, lo que hice no estuvo bien. Me sentía un completo canalla, le falle a Heechul miserablemente. Porque todo esto me parecía una prueba, la cual falle.

Unos minutos antes, al verlo tan desvalido llorando solo dentro del laboratorio, me había dicho que lo consolaría pues lo amaba, ¿a quién le gusta ver a la persona que amas llorar? Que estaría su lado en esos momentos bastaría para hacerlo sentir mejor, ni siquiera pensé en que fuera una manera para acercarme a él de nuevo.

¿Y que había hecho yo a la primer provocación? Tomarlo salvajemente en aquel laboratorio.

No lo merecía… definitivamente Heechul estaría mejor sin mi… pero mi corazón no lo dejaría ir de nuevo, al menos como amigo, compensaría de algún modo a Heechul por todo lo que ha sufrido. De algún modo, volvería hacerlo feliz.

C o n t i n u a r a . . .

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