Cascabelitos... Capítulo 6

Siwon POV

Las siguientes noches, el ímpetu de Heechul no disminuyo, siempre era como un sueño erótico en la cama. Heechul no sentía la menor vergüenza en ofrecerse en variadas posiciones y había agarrado la extraña costumbre de permanecer en poca ropa a mí alrededor, siempre provocándome.

Estaba duchándome después de una larga y exhausta ronda de entrega pasional sobre nuestra cama, complací a Heechul de todas las formas posibles y poco convencionales para que me dejara ir. Hace dos días, manager hyung me avisó que tenía que ir a China para terminar de grabar los promocionales del dorama, Heechul no estuvo muy feliz con la idea.

Estos dos días tuve que convencerlo que no tardaría en regresar, dos días de trabajo duro para mi “Gabriel Jr.” y aunque estoy agotado, logre que mi princesa estuviera tranquilo para dejarme ir.

Al menos eso creía yo.

Debí sospechar cuando se ofreció a tallarme la espalda y comenzó a restregar su cuerpo en mi piel… cansado como estaba, no pensé que estuviera listo para otra ronda.

Bajo el chorro de agua, levanto a Heechul de sus brazos apresándolo contra la pared, sus piernas enredadas en mis caderas y sus manos sosteniéndose de mis hombros mientras besa y lame mi cuello. Nuestras entrepiernas rozándose lenta y tortuosamente. Es una delicia tener a mi princesa tan receptivo a mí cuerpo, siempre deseoso, que me es imposible negarme a su deseo, volviéndose mío también.

Encuentro sus labios, aprieto más su cuerpo contra el mío, pegándolo más a la pared, con el agua corriendo entre nosotros, el aire comienza a faltarnos más rápido en el beso, haciendo que nos separemos con nuestras respiraciones entre cortadas.

- Eres tan hermoso. – le digo jadeando.

Como acabamos de hacer el amor en nuestra cama, su entrada se encuentra ya dilatada y lubricada. Hago que rodee mi cuello con sus brazos robándole un pequeño beso, Heechul atrae mi rostro con sus manos pegando nuestras frentes, mirándonos a los ojos. Puedo ver el leve sonrojo de su rostro, sus labios entreabiertos tratando de regular su respiración y como sus manos se aferran a mi nuca para que no me separe de él.

- Te amo… - susurro sobre sus labios, no tengo más que decir ante lo que siento por él.

Y antes de que pueda darme una respuesta comienzo a penetrarlo lentamente, pero esta tan resbaladizo, que entro fácilmente en su cuerpo. Heechul gime al sentirme dentro, sin embargo se repone rápidamente y con sus dos manos toma mi rostro logrando atrapar mis labios en un beso demandante, con su lengua explorándolo todo en mi boca.

Aferro mejor su cuerpo con mis manos y comienzo a embestirlo en cuanto terminamos el beso; Heechul con ayuda de sus piernas enredadas en mis caderas y el poco espacio que tenía entre la pared y mi cuerpo, comienza a moverse también buscando una penetración más profunda.

- No vas a poder sentarte… - susurre en medio de mis movimientos -. Será difícil que lo ocultes. – y es verdad, han sido muchas veces durante estos dos días, pero entre las de anoche, hoy en la mañana, más está en la ducha, quizás termine delatándose en su caminar.
- No me importa, quiero recordarte cada vez que me siente… - suspira.

Nuestros gemidos y jadeos no se hicieron esperar, con cada penetración y golpeteo en su punto dulce lo hago gritar, supe que no pasaría mucho para hacerlo terminar. Por lo que acelero los movimientos convirtiéndolo en un vaivén más salvaje y profundo, la entrada de Heechul me aprisionaba en cada embestida, haciendo estallar mis sentidos.

Nuestros cuerpos se sienten ardientes bajo el chorro frío de agua, juntos en una danza de amor, pasión y deseo. Amor porque así lo sienten nuestros corazones, pasión es el resultado del amor que nos tenemos, que nos hace encender nuestros cuerpos al tenernos tan cerca y deseo… esta vez el deseo porque todos esos días lejos pasen rápido, y regresar pronto a los brazos de mi princesa.

- Aahh, Siwon… Siwon…

Heechul se aferra a mi cuerpo al sentirse muy cerca del borde, su rostro enterrado en mi cuello, repitiendo sus gemidos muy cerca de mi oído.

- Yo también… - le digo con la respiración entre cortada, por el esfuerzo de tratar de alargar el momento -. Pronto princesa. - A punto de llegar al delirio de nuestra pasión.
- Te amo Siwon. - susurra en mi oído para después sentir como muerde mi lóbulo provocándome un poco de dolor -. Y eres delicioso. – me dice sintiendo su lengua acariciar el lugar donde me ha mordido.

Nos miramos a los ojos, recorriendo nuestros rostros consumidos por el placer que recorre nuestros cuerpos.

Sujeto sus piernas y comienzo a penetrarlo más profundo, con el resto de energía que queda en mi cuerpo. Los dos gemimos al sentir como mis bolas golpean contra su entrada, tan abierto que lo puedo sentir.

Escucho como Heechul ahoga sus gritos y gemidos en la humedad de mi piel, que si no estuviéramos en la ducha, estaríamos cubiertos por una capa salada de nuestro sudor. Pero bajo el agua, el roce entre nuestros cuerpos aumentan la sensibilidad de nuestra piel, tan diferente y excitante.

El final ya está muy cerca, lo puedo sentir en el temblar de su cuerpo y en lo mucho que tiemblan mis rodillas. Hago que Heechul baje una de sus piernas de mi cintura mientras sostengo la otra en el aire, abierto ante mí, comienzo a embestirlo salvajemente, descontrolado al sentir como invado su interior con mí semilla, y también ha llegado a su propio orgasmo, liberándose entre nuestros vientres.

Me dejo caer sobre su pecho tratando de controlar mi respiración y con mucho cuidado, bajo la pierna que mantenía en el aire y solo entonces, me permito salir de su interior.

Cuando estuve completamente fuera de él, atraje su cuerpo al mío, acomodando su cuerpo húmedo contra mí pecho. Nuestros labios se juntaron desesperadamente, sintiendo amor por el otro y la necesidad de permanecer juntos un poco más, amándonos.

Aunque el tiempo que vamos a estar separados es corto, cada separación se siente como eterna, mucho más ahora que estamos tan bien.

Después de unos minutos en los que estuvimos abrazados dándonos cariño, me separé de Heechul y volví apoyarlo en la pared, para ir en busca del jabón. Supongo que es mejor consentirlo y asegurarme que este cómodo, no creo que pueda hacerlo por sí mismo en este momento.

Le enjabono la espalda y el cabello, extendiendo la espuma a lo largo de su piel y su cuerpo. Heechul apoya su cabeza sobre mi hombro cuando me dispongo a tallar su pecho, con sus ojos cerrados, abandonándose en mis brazos y caricias.

De nuevo me separo de él, esta vez para ir en busca de las toallas; comienzo a secar su cuerpo desde sus cabellos hasta sus pies, consintiéndolo como un niño. Aunque de niño no tiene nada, pues Heechul no desaprovecha ni un momento para provocarme, con algo, con lo que sea. Termino enredándolo en la toalla mientras que yo me enredo una en la cintura, lo abrazo por la espalda y lo hago caminar hacia el cuarto. Hemos pasado la noche en el departamento con los chicos.

Voy depositando pequeños besos en su nuca hasta que llegamos a la cama.

- Creo que deberíamos vestirnos ya, tengo que ir a tomar el avión y seguramente van a venir por ti para ir a cumplir con tu agenda. – le digo separándome de su cuerpo. Me cuesta trabajo soltarlo.
- No quiero. - Su negativa solo me hace reír, se aprieta de nuevo a mi cuerpo, dispuesto a no soltarme y hacerme perder el avión.
- Heenim, entre más pronto me vaya, más pronto… regresare. – le digo no muy convencido. Acaricio su cabello tratando de convencerlo, porque mis palabras no fueron de mucha ayuda.

Aún tengo que pasar a mi departamento, terminar de hacer mi maleta y dejar a Bugsy con su niñera antes de lanzarme al aeropuerto.

Heechul se aparta de mi lado bruscamente. Lo observo revolver su ropa, buscando que ponerse sin dirigirme la mirada mientras me visto, ahora está molesto conmigo. ¿Qué puedo hacer? Es trabajo, a mí tampoco me gustaría estar alejado de él, pero antes de que tengamos un comeback, tenemos muchas actividades por separado que cumplir.

- Princesa… - y antes de que pueda decir algo, la puerta del cuarto se abre, dejándose ver Prince manager, afortunadamente estamos vestidos.
- Siwon, ¿quieres apurarte? Tenemos el tiempo justo para hacer todo antes de irnos.
- Sí, ya voy. – respondo sin voltear, pues estoy centrado observando la reacción de Heechul, hasta que escucho la puerta cerrarse.
- Anda, tienes que irte ya. – me dice haciendo señas con sus manos.

Se está portando berrinchudo, hace tiempo que no lo hacía y es adorable que lo haga porque no quiere que me vaya. Termino precipitándome hacia él. Rápidamente elimino el poco espacio que nos separa, rodeo su cuerpo y lo separo del suelo, llevándolo de esta forma hasta su cama.

- Déjame, tienes que irte, sino tu avión te va a dejar. ¡Vete Siwon! – grita al verse apresado entre mi cuerpo y el colchón, sus manos sujetas por las mías.
- ¿Por qué eres así? Bien sabes que no quiero irme, teniéndote a ti, tan deseable y disponible para mí. – sonrió al sentir que deja de luchar -. Lo único que me queda es irme, hacerte el amor en mis sueños o masturbarme todos estos días pensando en ti y esperar el regreso. – deposito un beso en su cuello -. Después de todos esos días de no tenerte, llegar para hacerte el amor hasta saciarme y abrirte tanto que no puedas caminar bien por días.

Mmm sí, creo que nunca había dicho estas palabras a mi princesa, en realidad soy más demostrativo que a decirlo con palabras. Puedo ver la sorpresa en su rostro por lo que he dicho. Siento que el cascabelito nos está ayudando a ambos, me ha hecho hacer y decir cosas que pensé no diría, volviéndonos más abiertos sobre nuestros pensamientos.

Ante mis palabras Heechul se estremece. Creo que le ha gusta que le diga este tipo de cosas, algo subidas de tono, tan acostumbrado a mis palabras cursis y esto le ha encantado. Lo sé por esa media sonrisa pervertida que tiene en su rostro y esa expresión de no creer que sea yo quien las haya dicho, la mayoría de las veces es él quien las dice.

- Siwon… - escucho a Heechul decir en un jadeo -. Tú… es la cosa más sucia y condenadamente sexy que pudiste decirme. - Sonrió ante su afirmación.

Termino liberando sus manos. Heechul las enreda en mi cuello acercándome hacia él. Su nariz comienza a cosquillear sobre mi piel, recorriendo mi cuello y mi rostro, hasta que finalmente sus ojos se centran en los míos, para después besarme apasionadamente.

- Princesa, alguien… puede venir. – trato de advertirle en el beso.
- No me importa.

Pronto me olvido que alguien puede irrumpir en el cuarto como hace un momento, pues el beso y las manos de Heechul ocupan toda mi atención. Correspondo el apasionado beso con muestras de cariño, haciendo estos instantes inolvidables y un buen recuerdo para cuando este lejos. Aprovechando el instante que nos queda juntos.

- Heechul… - de nuevo alguien nos ha interrumpido. Me siento en la cama y ayudo a Heechul a hacer lo mismo, ambos vemos como Gunhee trata de cubrir
- sus ojos sin lograrlo -. Si ustedes continúan haciendo esto sin echarle seguro a la puerta, no respondo el día en que quiera unirme al juego.
- Y crees que te voy a dejar. – dice Heechul rodeando mi cuerpo con sus brazos posesivamente.
- Ash, no seas envidioso. Al menos puedo ver. – Gunhee muerde uno de sus labios al mirarme. Ruedo los ojos ante lo descarado que es.
- Mío. - ¿eso ha sido un gruñido? Creo que acabo de escuchar gruñir a mi princesa y su suave piel se ha erizado por completo.
- Sí, sí, es todo tuyo. – Gunhee se acerca a donde nos encontramos sentados, desenreda los brazos de Heechul de mi cuerpo y comienza a jalarlo hacia la puerta -. Anda Hee, tenemos que irnos o vas a llegar tarde y aun no le he hecho nada a tu cabello. – la cara de Heechul me dice que se había olvidado que tenía agenda temprano.
- No quiero, no quiero ir. Déjame maldito Gunhee. – Heechul como puede trata de soltarse del agarre de su amigo sin lograrlo, entonces su mirada y expresión vulnerables me hace sentir mal.
- Tenemos que irnos.
- Vete, nos veremos a mi regreso. – le digo antes de que Gunhee termine llevándoselo.

La puerta se cierra después de que salen. Heechul nunca me había mostrado tanto apego, menos en publicó, quizás en raras ocasiones pero nunca tan así… como ahora. Parecía un gatito indefenso, es algo que me hace sentir culpable, porque sé que puede ser reacción de usar el collar. Más no puedo mentir, me gusta este Heechul también.

El sonido de la puerta abriéndose me saca de mis pensamientos.

- Heechul. – ha regresado, lo veo tomar su bolso.
- Siwon, cuando estés en China, háblame por teléfono.
- ¡HEECHUL! – podemos escuchar los gritos de Gunhee desde la sala.
- ¡Ya voy, vine por mi bolso! – grita hacia el pasillo -. No se te olvide, llámame. Se me ocurren un par de cosas que podemos hacer a la distancia. – y al decir esto, pasa la lengua por sus carnosos labios.

Dios, ahora soy yo quien no quiere dejarlo ir. Sin embargo, antes de que pueda decir o hacer algo, él ya se ha ido.

Shindong POV

Entre SSPTA y la revisión de la administración de mi tienda de ropa, estoy agotado. Solo quiero llegar, ducharme y dormir un poco para después comer. O si puedo dormir sin ducharme o dormir después de comer sería mucho mejor.

Entro al departamento que comparto con mis hyungs y mis dongsaengs, sé que tengo mi propio departamento, pero con lo cansado que estoy, no quise ir tan lejos. Además aquí aún conservo un espacio, sirve en esos días que llegamos tarde de algún vuelo o cansados de alguna práctica. Simplemente me quedo aquí como en los viejos tiempos.

Me quito los zapatos antes de dirigirme a la sala, a esta hora seguramente todos están ya en sus cuartos. No es que sea muy tarde, apenas son las siete, pero casi nadie tiene actividades a esta hora. Excepto Sungmin y Kyuhyun, ellos si las tienen por sus obras musicales.

Dejo mis cosas a un lado de la entrada antes de entrar a la sala de estar, pensaba descansar un poco en el sofá antes de ir a la ducha, mis pies realmente duelen. La sala no está sola, Zhou Mi y Heechul están sentados charlando algo entretenidos con la tv encendida, uno frente a otro casi acurrucados.

No es raro verlos juntos, son grandes amigos, pero últimamente los he estado viendo demasiado juntos. Lo raro es… lo que últimamente se la pasan haciendo, justo como ahora.

Hyung retiene entre sus manos la mano de Zhou Mi muy cerca de su boca, no es que solo este sosteniéndola, en realidad Heechul hyung está lamiendo uno de los dedos de Zhou Mi. Su lengua golosamente lame su dedo anular. Ese pequeño húmedo musculo que casi siempre muestra en los SS haciendo enloquecer a las ELF, está ahora rodeando ese dedo mientras que Zhou Mi, solo da pequeños gemiditos que hasta ahora ignoraba por estar tan absorto en la escena.

¿Qué es esto? ¿Hyung está pensando engañar a Siwon? No creo que eso pueda ser posible. Aunque Siwon ha estado fuera algunos días, tuvo que ir a China a terminar su agenda, sin embargo eso no es un motivo para engañarlo, ¿o sí? Y ¿Dónde se encuentra Henry? Tampoco le gustará que su pareja este así, con hyung, haciendo… ese tipo de cosas.

No solo es la lengua de Heechul hyung en el dedo de Zhou Mi, sino lo que hace y dice después de terminar de hacerlo, hyung termina acurrucándose y abrazándose al pecho del más alto.

- Lo siento Mimi.
- Está bien hyung. – Zhou Mi responde y termina por abrazarlo.
- Shindong llegaste. – me dice Ryeowook al atravesar la sala hacia la cocina, solo entonces, es cuando se dan cuenta que estoy aquí.

No puedo creer que me haya quedado parado todo este tiempo viendo lo que hacen, sin pestañear, creo que he perdido diez minutos de mi vida en nada sano.

- ¿Quién se acabó la leche? – pregunta Wookie desde la cocina con la jarra de leche vacía.
- Fui yo. – dice Mimi -. Tenía mucha sed y hambre.
- ¡¿Te lo bebiste todo?! Mimi, era un galón de leche, debiste decirme que no habías comido, te habría hecho algo. – Wookie se aleja de la cocina con un vaso lleno de agua -. Mañana sin falta vienes almorzar, te daré algo más que leche. – dice un divertido Wookie guiñándome un ojo antes de retirarse. ¿Qué fue eso? Me estoy volviendo loco, veo cosas que no son o ellos me hacen creer que estoy enloqueciendo.
- ¿Por qué lo hacen? – gimo al darme cuenta que la pregunta no había sonado en mi mente, sino que salió de mi gran boca -. ¿Qué sucede? – trato de cambiar la pregunta.
- Mimi se lastimó un dedo. – explicación simple dada por Heechul mientras el otro asiente.
- ¿Cómo se lastimó? – y ahí estaba yo, seguía insistiendo que mi hyung y mi dongsaeng no se habían vuelto locos.
- Yo… estaba acariciando el cabello de hyung, estábamos viendo una película y…
- Sus dedos se sienten bien en el cabello, pero jaló algo más fuerte de lo normal y… reaccione.
- Hyung me mordió. – lloriquea Zhou Mi.
- ¿Mordiste a Mimi? – lo acuso.
- Ya me disculpe y hasta sane su dedo, la herida debe estar mejor con mis cuidados. ¿Verdad? – Heechul hyung le lanzaba una mirada divertida y con algo más que no quise descifrar.
- Sí, lo hizo. – responde un sonriente Zhou Mi.
- ¿Con la lengua? – Creo que de nuevo la pregunta escapó de mi mente. ¿Por qué no usan el botiquín como la gente normal?
- Quise consentir a Mimi, ¿No te han consentido de esa manera? – y es entonces que me doy cuenta que es verdad lo que dicen, la mirada de Heechul hyung junto con su labia, pueden llegar a convencerte de hacer cosas que jamás imaginaste.

No sé cómo termine sentado en el sofá en medio de ellos dos. Zhou Mi me tiene abrazado rodeando mis hombros y sus manos acariciando mis cabellos; hyung tiene razón, se sienten muy bien. Heechul hyung me mantiene abrazado, esta acurrucado sobre mi estómago y de vez en cuando restriega su mejilla ahí.

Hyung a veces hace eso, con todos realmente, pero que empiece a ronronear, es lo extraño.

Mis manos no se mueven, están pegadas a mi cuerpo, poco a poco Zhou Mi queda detrás de mí y yo recargado a su cuerpo. El masaje de cabello continúa ahora en mis hombros y Heechul, él ha extendido mis piernas sobre el sofá y se ha hincado en medio de ellas. Tengo algo de temor, no sé qué vaya hacer, pero increíblemente no me muevo; estoy curioso.

Heechul hyung toma una de mis manos y posa su mejilla en ella, sonríe y es algo lindo. Nunca lo había visto tan lindo, la mayoría de las veces hyung da miedo, no esta vez. Estoy maravillado. Las manos de Zhou Mi ahora vagan por mi espalda, su cabeza descansa en mi hombro y aunque no sé qué pasa, estoy relajándome con sus mimos. No quiero meterme en problemas con sus parejas, alegando mi inocencia, les diré que todo ha sido por iniciativa de ellos.

Intento tocar a hyung, pero este golpea mi mano y con una mala cara, hace que la devuelva al lugar en donde estaba. Muy pegada a mi cuerpo. ¡Duele! Creo que debo aceptar solo lo que ellos me están ofreciendo. Esto es muy confuso.

Estoy a punto de la relajación en donde la pesadez y el sueño comienzan a aflorar, mis ojos comienzan a cerrarse por sí mismos. Muy a lo lejos escucho la puerta abrirse. De pronto caigo de espaldas en el sillón y mis ojos se abren de golpe, observando el techo sorprendido. ¿A dónde se han ido?

Me levanto del sillón, solo para observar como Zhou Mi y Heechul salen corriendo hacia la entrada a recibir a Siwon y Henry. Heechul hyung se trepa en Siwon, este solo alcanza a tirar las cosas de sus manos para poder sostenerlo y después una lluvia de besos cae sobre su rostro.

Zhou Mi por el contrario, ha ido abrazarse a la espalda de Henry, moviéndose como si fueran uno solo por la estancia. No es como si no lo hubiera visto, hasta esta mañana que se despidieron, porque Henry ha estado en Seúl todo este tiempo. Algo le susurra al oído y el otro solo se ríe por lo que sea que le esté diciendo.

Bien, no sé qué ha pasado ni que ha sido todo eso en el sofá, solo sé que, quisiera no saber nada. Es extraño, sobre todo viniendo de Heechul hyung. Aunque no puedo negar que también ha sido… ¿bueno? Si así los consienten, ahora entiendo porque Siwon soporta el carácter de hyung y Henry lo diva que es Mimi.

Creo que todo esto me ha dejado algo idiota. Y con ese pensamiento me retiro a mi pieza, sin ducharme, comer o cualquier otra cosa que hubiera planeado hacer antes de dormir.

Continuara...