Someday 2-gether… Oneshot


Título del Oneshot: "Someday 2-gether"
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja: SiChul
Tipo:
Yaoi, OTP
Género: Fluff, Lemon
Clasificación: +16
Advertencias: El lemon es bastante ligero.
Comentario de la autora:
Esta es la continuación y final del shot que tiene el mismo nombre "Someday" publicado en navidad, ya que muchas lo pidieron y no pude resistirme. Después de todo aún tenía algunas ideas de esta amistad que comenzó desde bebés, por eso fue que no podía dejar que esas ideas se quedaran sin publicar. En verdad espero que les guste el fin que les di a este SiChul, pues trate de continuar con el fluff y al parecer me quedo bastante rosa >.<

Dedicado a Choi Ji Sungah, Hysiz Ys y Skeleton Lee Choi, 
¡Feliz cumpleaños nenas!


Disfruten de la lectura.





~Doce años vs Catorce años~

Por fin, tras haberse recuperado de ese horrible resfriado, Siwon había podido ir con su hyung al cine.

¿Qué cómo había enfermado? En el pasado todas las causas de sus males radicaban en su hyung. Esto no había cambiado mucho. Si en el futuro continuaba como esto, Siwon dudaba mucho que llegara a viejo. Porque él creía firmemente que su vida estaría junto a su hyung y nada lo hacía dudar, era todo lo que un niño de doce pensaba de su futuro.

Ese día había terminado empapado por causa de Heechul. Recordaba muy bien como su hyung se preocupó al verlo mojado y como lo seco con una toalla de la cabeza a los pies, después le presto ropa seca, sus más bonitas pijamas. Pues solo a él se le ocurría acudir a un llamado de su hyung después de la hora de dormir, menos mal que eran vecinos sino, Siwon no habría podido acudir.

Y a pesar de todos los cuidados que tuvo Heechul, Siwon no pudo evitar enfermar. Sin embargo Siwon no se quejaba, pues Heechul había ido todos los días después de la escuela a cuidarlo mientras estuvo convaleciente y de solo recordar como su hyung le quitaba el frio, una sonrisa se formaba en su boca.

Siwon aun podía sentir el delgado cuerpito de su hyung recostado junto al suyo bajo las cobijas en aquellos terribles momentos en los que se encontraba muy friolento. Le gustaba mucho sentirse consentido por Heechul en todo momento.

La recompensa de haber sanado del resfriado había sonado muy bien en un principio. Era bueno que la sala de cine estuviera muy cerca de una de las salidas del metro y que sus padres lo dejaran salir con su hyung sin supervisión. Habían comenzado a visitar la sala de cines desde que Siwon cumplió los doce años y como uno de sus regalos, pidió a sus padres dejarlo ir al cine con Heechul, pues el mayor había adquirido boletos de estreno para una de las películas que el ansiaba ver. Su hyung había hecho de todo para conseguir aquellos boletos. Sus padres no pudieron negarse a eso.

A Siwon le horrorizaban las películas de terror, por eso se preguntaba cómo es que había terminado accediendo a ver “La Sangrienta Masacre de los Zombies Legendarios de la Noche de los Cien Días”, si hasta el titulo era horrible, solo esperaba que no fuera tan larga como su título y terminara en un dos por tres sin tener que morir de miedo en el intento.

¿Y cómo es que unos muertos podían hacer tanto daño? Siwon no se lo explicaba y solo esperaba que de verdad, sus padres hayan incinerado al antiguo pez que fue su mascota. Verlo regresar de su muerte sería algo muy feo. Siwon se prometió solemnemente, cuidar de Bugsy para que nunca enfermara y muriera.

Y como siempre que veían una película de terror, Heechul dejaba que Siwon tomara su mano, pues sabía muy bien que al menor no le gustaban mucho este tipo de películas, pero se le hacía tan adorable verlo aguantar y retorcerse en su asiento, aunque muchas veces su mano había corrido peligro de ser estrangulada por un fuerte apretón, no le quitaba lo divertido.

Siwon ya había agotado sus pases de salida. El primero fue porque se le había olvidado la pajita del refresco, el segundo fue para lavarse las manos después de haberse ensuciado tratando de poner catsup al hotdog que compartiría con Heechul y el tercero y recientemente utilizado, su salida inmediata al baño, por no decir que este recurso ya lo había utilizado dos veces. Ahora mismo se encontraba perdido y sin salida alguna.

La película se encontraba en su punto culminante, Siwon lo sabía por el silencio a su alrededor y la tenebrosa musica, algo muy grave iba a pasar. Tenía los finos dedos de Heechul enredados entre los suyos, había encontrado interesante verlos en lugar de lo que sea que fuera aparecer en la pantalla, pero la música no dejaba de colarse en sus oídos y crearle escalofríos ante una posible escena en su mente. Oh sí, esa simple música terrorífica podría crearle muchas cosas.

Se dedicó entonces a observar a su hyung, como la mano de este iba y venía con palomitas de maíz a su boca de vez en cuando, en como sus ojos ni siquiera parecían pestañear atentos a lo que sucedería. Eso no le quitaba lo asustado, Siwon ya se había removido en su asiento y se encontraba sentado en la orilla de este como si estuviera a punto de salir corriendo, lo que le daba una buena vista de todo a su alrededor. La mayoría de las personas iban en parejas y noto, como es que algunas chicas se encontraban abrazadas a sus parejas e incluso escondidos sus rostros en el pecho de la persona a su lado, algunos chicos tomaron la mano del otro y tapaban su rostro para no ver.

Siwon se preguntaba, ¿si podría hacer eso?




Sabía que si no había algo pronto saldría corriendo y eso sería algo peor que gritar del susto. Comenzó a mirar nerviosamente para todos lados, la música intensa, los gritos en la película y sus nervios destrozados, lo llevaron a un estado de tal valentía, que hizo lo que siempre había hecho para evitar llorar, gritar o tranquilizarse. Al menos Heechul lo había venido haciendo muy a menudo con él.

Jalando la mano de su hyung, lo hizo girar a verlo y entonces Siwon aprovecho para inclinarse sobre él buscando sus labios en un beso. Tan solo un roce, como lo habían estado haciendo, más esta vez el tiempo que duro fue un poco más, tanto que le dio la oportunidad a Heechul de cerrar los ojos y suspirar en medio de los cálidos labios que se posaban en los suyos.

La película quedo en segundo lugar para Siwon, pues estaba bien concentrado en la suavidad y aroma de Heechul. Podían haber escuchado los gritos, el asombro de la gente, las balas atravesando los zombies, si hubieran estado atentos.

Cuando por fin se separaron, la terrible escena había terminado, solo restaba un poco para el final. Heechul se sentía acalorado, mirando hacia todos lados se acomodó en su lugar, nadie los había visto en aquella oscuridad. Ya no era tan malo ver a dos chicos besarse, pero con un chico tan como Siwon, podría ser un problema, al menos para él.

Por su parte Siwon se encontraba sonriente con aquel final. Se había atrevido a robarle un beso a su hyung y tan diferente, esta vez le había tocado sentir a Heechul suavizarse bajo sus labios por la sorpresa, como suspiraba y se relajaba con su beso.

- Sí, ha sido un buen final. – dijo Siwon al encenderse la luz en la sala para que la gente comenzara a salir.
- Pero si no lo vimos. – Heechul se escuchaba algo decepcionado -. Tendré que venir a verla de nuevo. ¡Oh! Hyukjae dijo que iba a venir a verla uno de estos días, lo acompañare a… - Siwon no lo dejo continuar, pues había tomado su barbilla y plantado otro beso.

Las personas ya se encontraban arremolinadas en las salidas, solo ellos se encontraban en sus asientos. Siwon conocía muy bien a Hyukjae, habia sido compañero de escuela de Heechul y por Donghae, sabía que era el ser más miedoso después del mismo Donghae y con cierta preferencia a otro tipo de películas para adultos. Hyukjae parecía tener una estrecha amistad con su inocente amigo.

- Vendremos de nuevo, hyung. – dijo Siwon sin más explicación.
- Pero…
- Yo te acompañare otra vez, aunque sea a ver el final. – si entraban a la mitad de la película, Siwon creía ser capaz de aguantarla hasta el final.


~Catorce años vs Dieciséis años~

- Oye niño, que no tienes que ir a guardar tus crayolas… - le gritaba a Siwon uno de los chicos mientras otro jalaba de su mochila. Siwon solía esperar a Heechul a la hora de la salida para irse juntos y esto a veces sucedía a la hora del recreo también.
- ¡Awwww mira, creo que quiere llorar! – dijo otro burlándose.
- No sé cómo Heechul lo soporta, es un soso.
- Deberíamos librarlo de él, mira que Chul lo mantiene a su lado por caridad.
- ¡Es su mascota! – decía otro.
- Pues entonces, que sea nuestra mascota.

¡Estos chicos ni siquiera eran amigos de Heechul! Si acaso iban en su mismo grupo y ya. Uno jalo lo suficientemente fuerte de su mochila, haciéndolo caer de sentón. Siwon, que en ese entonces era más pequeño, se hizo bolita esperando lo peor, pero no lloró. No era un niño cobarde, además, él sabía que su hyung llegaría por él, y eso era verdad.

- ¡Ey! ¡Déjalo! – como el héroe de un rosado anime, Heechul apareció alejando a todos alrededor de Siwon -. ¡¿Quieren morir?!

Y es que Heechul era como su héroe, pues en esos momentos Siwon lo veía de esta forma. Siempre acudiendo en su ayuda aunque siempre que se metía en problemas era por su causa, porque era seguro que si dejaba de buscarlo, seguramente ninguno de esos chicos le molestaría.

Los chicos se alejaron rápidamente alegando que solo era una broma, alguno incluso ayudaba a Siwon a levantarse del suelo junto a Heechul.

- ¿Estas bien Siwonie? – preguntó Heechul mientras sacudía la ropa del menor y lo revisaba de arriba abajo asegurándose que no estuviera herido -. Si te hicieron algo yo…
- No me hicieron nada. – las palabras bajas y pronunciadas lentamente por Siwon, daban cuenta de lo molesto que estaba con la actitud del mayor.

Ya de por si el orgullo de Siwon estaba herido, que Heechul actuara como su madre frente a esos chicos, no le estaba gustando nada. Podría ser un niño pero, con el tiempo esperaba dejar de serlo y a pesar de que agradecía que el mayor fuera como su héroe, iba creciendo, así que esperaba que alguna vez las cosas pudieran ser al revés.

- Pero Siwonie…
- Vámonos hyung. – y tomando de la mano de Heechul lo alejo del lugar.



Siwon todavía podía recordar la forma en que Heechul lo defendía en el pasado. Siendo más chico que la mayoría de los amigos del mayor, parecía ser el centro de las burlas de estos y todo porque se apegaba a estar junto a Heechul. Los mayores no podían creer que es lo que veía este para mantener cerca a un crío como Siwon.

Muchas veces bulleado por ellos, Siwon terminaba en el suelo siendo atacado para que se alejase y dejara en paz al mayor para que disfrutara con los chicos de su edad. A él lo hacían volver con los “niñitos” le decían. Como si llevarle dos años de ventaja los hiciera “señores” para estar llamándolo niñito. Pero los niños suelen ser así de crueles. Más cuando algo o alguien les interesa y en este caso, Heechul levantaba todo tipo de interés.

Y es que Heechul siempre ha sido el centro de atención, Siwon podía seguirlo con la mirada sin perder detalle durante los recreos. Embelesarse en la risa de su hyung, su manera de hablar al contar sus cosas, la forma discreta en que pasaba la mano por debajo de su boca y hasta como se sonrojaba un poco cuando alguno de esos chicos le hacían algún comentario sugerente. Porque tampoco era de su ignorancia que al igual que él, muchos otros habían caído en la cuenta de lo hermoso que es Heechul.

No habían cambiado mucho… solo parecía que con cada cumpleaños, Siwon crecía un poco más, pues ya había rebasado a Heechul. Se había puesto más alto y también su cuerpo estaba cambiando, un poco más grande y fuerte, poco a poco iba dejando de lado el cuerpo de niño volviéndose adolescente. Lo único que no cambiaban eran sus ojos negros como la noche y su cabello azabache, ese que tanto le gustaba a Heechul revolver.

Ya no se sentía intimidado tan fácilmente.

En cambio Heechul, este parecía hacerse chiquito a su lado, intercambiándose los papeles. Seguía siendo dueño de un delgado y bien formado cuerpo. No dejaba de ser bello, con sus facciones finas y sus bellos pómulos. Esos cabellos rojizos enmarcando su rostro y ojos curiosos, junto a la juguetona boca de su hyung.

Los papeles parecían estar invirtiéndose.

- Nos vamos a casa, hyung. – como siempre, Siwon llegaba a reclamar a Heechul para ir juntos a su casa.

Este llegaba rodeando la cintura de Heechul con un brazo mientras con el otro tomaba su mochila para llevarla consigo y después de pegarlo a su cuerpo, besaba su mejilla. Siwon podía notar la molestia de muchos de esos chicos alrededor de su hyung, sin embargo ya no podían decir ni hacer nada. Pues hubo un día en que Siwon se les dejó bien claro, los habia enfrentado, Heechul era suyo y nadie podía decir lo contrario, al menos que quisieran confrontarse con él.


~Dieciséis años vs Dieciocho años~

- Siwonie, ¿Estás seguro que puedes con todo?
- Tú agárrate bien y observa.

Ese día, Heechul se había lastimado un pie bajando las escaleras volviéndose un completo inútil, pues no era difícil que alguien más se ocupara de llevarlo o hacer las cosas por él. Sus amigos continuaban desviviéndose a su alrededor cuando Siwon no estaba cerca.

Siwon caminaba a través de la escuela con un Heechul sobre su espalda, su mochila cargada al frente mientras Heechul cargaba la suya en la espalda. Dirigiéndose hacia la salida, no faltaba quien los saludara en el camino o le dijeran algo a Heechul para levantarle el ánimo. El mayor saludaba a todos como si se tratara de una persona famosa.

- ¡Heechul-ah, no se te olvide la fiesta del fin de semana! – logró gritarle uno de sus compañeros antes de alcanzarlo, el mismo que no paraba por atenciones con el mayor.
- ¡Oh cierto, la fiesta! – reacciono Heechul sobre saltado en la espalda del menor. Este ni se quejó.
- ¿Cuál fiesta? No iras.
- Yo quiero ir a la fiesta.
- Tienes el pie malo. – respondió Siwon cortante, pues ya se imaginaba que tipo de fiesta harían sus amigos.
- No iba a ir solo. – dijo Heechul abrazándose al cuello de Siwon melosamente mientras le hablaba al oído -. Pensaba invitarte y pasar un buen rato, después de todo es el último año que compartiremos la escuela, me iré a la universidad pronto ¿recuerdas?

¿Qué si lo recordaba? Siwon lo tenía muy presente y marcado en su calendario.

Como buenos amigos, habían compartido juntos desde el kínder. Cuando Heechul se graduaba, a los dos años llegaba Siwon a su misma escuela y volvían a estar juntos. Había sido así en la primaria, el secundario y ahora mismo en la preparatoria. Llegaba la hora de ir a la universidad y esta vez tomarían diferentes caminos, pues Heechul estudiaría leyes y Siwon iba encaminado hacia la medicina.

Sería la primera vez que no estuvieran juntos, incluso era posible que no compartieran la misma ciudad, todo estaba en la universidad que eligieran. Era un tema duro de abordar

- Esta bien, iremos. – Siwon no estaba muy convencido.
- Gracias, gracias. – Heechul más efusivo, comenzó a dejar besos en su mejilla, algo ya normal entre ellos.
- Pero si tu pie no deja de doler mañana…
- No me dolerá, lo prometo.

Para el sábado por la tarde, ambos desaparecieron de sus casas alegando que tenían un compromiso social que atender y como Siwon iba con Heechul, la madre del menor se preocupaba menos al tener que dejarlo ir a una fiesta a esas horas de la noche.

Y en el caso de Heechul, pues él iba con Siwon, de esta forma su madre sabía que no haría nada loco estando con el menor aunque su ropa dejara mucho que desear. Siwon era como la conciencia del mayor, la señora Kim sabía que no haría nada que dañara al menor, por eso estaba tranquila.

La fiesta estaba en su apogeo cuando ambos llegaron y comenzaron a pasar un momento bastante divertido ambientándose, charlando con medio mundo invitado a la fiesta, ya que Siwon también era bastante reconocido por muchos, sin embargo jamás se despegaban por mucho tiempo el uno del otro y eso hizo la fiesta bastante divertida para ambos.

Bueno, eso fue hasta que a Heechul se le ocurrió deshacerse de su chaqueta, amaba la camisa que había comprado unos días antes, pues esta tenía una enorme transparencia en su espalda, que dejaba ver mucho de su blanca piel a los ojos de quien lo viera. Se sentía sexy como el infierno y para muestra, bastaron los ojos que lo voltearon a ver en cuando Siwon se ausentó de su lado.

La camisa a flores junto con los pantalones negros ajustados, era un éxito. Pronto se encontró rodeado por un pequeño grupo , lo cual no era extraño pues se trataba de Heechul. El chico que lo habia invitado a la fiesta antes, estaba muy cerca y no cesaba en su intento de tocarlo cada que podía.

Siwon, que no se había dado cuenta de la vestimenta del mayor, se dedicó a servir dos bebidas, fue justo cuando se dirigía hacia el mayor que se dio cuenta. Rodeado como estaba de sus amigos, Siwon pudo tomar buena cuenta de toda la piel que exponía el mayor, eso junto al redondeado trasero que se le marcaba con aquel pantalón y lo ajustado que estaba en sus piernas, era algo difícil de no voltear a ver.

Algo se encendió dentro de sí al ver a aquel chico susurrarle algo al oído, el sentimiento tan diferente a todo lo vivido en el pasado, el sentido de pertenencia lo embargo por completo, lo hizo soltar un bufido al llegar a espaldas del mayor.

- ¡Ah, Siwon! – dijo con sorpresa Heechul al escucharlo detrás y girarse para mirarlo -. Gracias por la bebida. - pero como Siwon no respondiera y un nuevo gruñido fue lanzado, los chicos a espaldas de Heechul daban buena cuenta de la piel expuesta al haberse girado.
- ¿Y ustedes qué? – dijo Siwon dirigiéndose a ellos y poniendo detrás de si a Heechul -. ¡Piérdanse! Heechul viene conmigo. – dicho esto y con algo de resistencia, comenzaron alejarse y esparcirse por la fiesta.
- ¿Qué sucede? – preguntó Heechul captando la atención de Siwon, que enseguida tomo su chaqueta para ponerla sobre sus hombros-. ¿Qué haces? ¿No te gusta?
- No. – respondió secamente.
- Si te digo que la compre pensando en ti, ¿te gustaría un poco? – Heechul ya había cruzado sus brazos en el cuello de Siwon, enredando sus dedos en el negro cabello. Estas demostraciones se volvían más y más descaradas cada vez, estaban bien con eso.
- ¿Lo hiciste? – Heechul asintió sonriente y Siwon lo tomó por la cintura acercándolo posesivamente-. Suficiente diversión por hoy. Nos vamos.

Heechul se dejó llevar, sabía muy bien que la noche aun no terminaba y esperaba que por fin Siwon se decidiera hacer algo o en caso contrario, él lo haría. Solo quería darle la oportunidad al menor para huir si al final no lo deseaba.

Al llegar a la casa del menor no tuvieron que ir muy lejos, el patio trasero se encontraba a oscuras. Los camastros alrededor de la piscina, daban un buen lugar para charlar y alguna otra cosa más.

Siwon, sintiéndose aventurero y atrevido por la insinuación dada por el mayor, termino por acorralarlo en uno de los camastros. El peso de su cuerpo sobre el de Heechul, aplastándolo suavemente, sus ojos buscándose y sus bocas ansiando ese deseado beso, el cual no se les negó. Sus labios se encontraron explorando el dulce frenesí de sus lenguas. Esto era tan sorprendente como maravilloso, ya que ambos se habían besado antes, pero no con el deseo encendido de esta vez.

Los suspiros no eran suficientes, ambos eran un enredo de piernas, brazos y lenguas. Justo cuando el ímpetu de encontrarse de esa forma se fue calmando y sus ojos buscaron en los del otro algo más que deseo. Y ahí estaba, Heechul no podía dejar de mirar a Siwon de otra forma que no fuera amor y al ver que sus sentimientos eran correspondidos en los ojos del menor, la alegría lo invadió. Y Siwon lo sabía de igual forma, a su manera pero lo sabía, su hyung era suyo, su corazón y ahora también sus deseos.

Una amistad de años, compartiendo en los buenos y malos momentos, teniéndose el uno al otro no iba a cambiar nunca. Quizás eso dio paso a sentimientos más profundos, lo único real, es que ni Siwon ni Heechul se imaginaron con alguien más a su lado que no fueran ellos desde un principio.

- Siwon… Te quiero. – confeso primero Heechul, sin dejar de mirarse en los ojos del otro.
- Yo… siempre te he querido, hyung… no, Heechul, mi Heechul.

Y con esa confesión que hizo reír a Heechul, Siwon volvió a besarlo, sus manos colándose bajo la ropa, acariciando la espalda desnuda y de ahí hacia abajo, justo debajo de la ropa interior. Ambas manos amasando su trasero y lo mismo Heechul solo que por encima de los pantalones, intentando pegar más su cuerpo al de Siwon, que se encontraba entre sus piernas.

La escena bastante reveladora, no pasó inadvertida para un par de ojos que se resguardaba en la oscuridad.


~Veintiún años vs Veintitrés años~

Han pasado cinco años desde aquel día en que descubrieron sus sentimientos. Cinco años en los que continuaban amándose como la primera vez. Años en los que permanecieron juntos a través de la distancia, gracias a las cartas y después a las llamadas que podían compartir. Sin embargo el tiempo no había sido lo más duro, no, la lejanía si lo era.

Hace cinco años que Siwon y Heechul declararon sus sentimientos el uno al otro, y fue en ese mismo momento que la tormenta se desató. Los padres de Siwon no estuvieron de acuerdo, pues su madre después de ver aquella escena en su patio trasero, no pudo creer que su hijo, su único hijo estuviera enamorado de un hombre. Uno que creía solo era su mejor amigo y terminaron separándolos.

¡Ni siquiera habían hecho el amor por primera vez! Sin embargo aquello había sido suficiente para separarlos.

La mamá de Heechul sorprendida como estaba, hizo todo por apoyar a su hijo, ya que era su única razón para vivir. Al igual le había sorprendido la actitud que tomaron después sus vecinos y ya no tan amigos, pues culparon de todo a Heechul por ser mayor de edad. Incluso hubo un gran pleito en donde por poco era enjuiciado, quedando todo atrás cuando Siwon aceptó ir a estudiar a otro país. Londres estaba muy lejos.

Ya han pasado tres meses desde que Siwon no sabia nada de Heechul, a estas alturas cree que al mayor ya no le interesa y se ha olvidado de él. El problema es que no había logrado olvidarle, no quería olvidarle, con sus sentimientos intactos todavía, no perdía la esperanza de algún día poder regresar a su lado y reclamarlo… simplemente estaba siendo un desastre por no saber nada de Heechul.

- ¡Siwon! – gritaba una chica entrando a su habitación mientras estudiaba.

Hace tres años que Siwon había dejado el internado y ahora vivía en los dormitorios de la universidad donde estudiaba, con más libertad. Tres años estudiando la carrera de medicina y con sus prácticas muy cerca, se encontraba buscando ya nuevo departamento que le permitiera estar cerca del hospital de sus prácticas y la universidad. Este sería su último año en los dormitorios y gracias a su empeño, obtuvo una beca que le permitía estudiar y mantenerse, lejos de la influencia de sus padres.

- ¿Qué sucede Susan?
- En realidad nada malo… - la chica lucía algo confundida-. Es solo que alguien te busca, está en el patio preguntando por ti.
- ¡Ah! ¿Es eso? – Siwon hizo a un lado sus libros al ver que la chica tenía algo más que decir-. Vamos dime.
- Bueno… mmmm… en todo este tiempo… ¿Por qué no dijiste que tenías novia? Es una chica muy linda, pero pensé que te atraían más los chicos…
- ¿Chica? – Siwon la interrumpió -. Yo no tengo novia.
- ¡Claro que sí! La chica que está preguntando por ti, debe ser algo tuyo, dijo muy claro que eres su amor.
- ¡Heechul! – Siwon tomo su chaqueta y salió de su habitación dejando a la chica atrás.

No podía ser otro más que Heechul. El corazón le decía a Siwon que no podría tratarse de nadie más. Lo anhelaba más que nada en el mundo.

Rápidamente bajo por los escalones y al llegar al patio la escena que vio no le pareció tan diferente al pasado. Varios chicos rodeaban a Heechul, intrigados, extasiados y ahora que lo veía mejor, Siwon pudo notar la vestimenta, esos blancos pantalones, el largo abrigo rojo resguardando su cuerpo del frío, junto con el gorro rosa que cubría sus largos cabellos rojizos, fácilmente confundiría a cualquiera pensando que es una chica.

Sin duda se trataba de Heechul. Su corazón había acertado.

Y al igual que en el pasado, Siwon rodeo a Heechul con sus brazos desde su espalda reclamándolo como suyo y sorprendiendo al mayor.

- ¡Siwon! – Heechul se giró en sus brazos con una enorme sonrisa.
- Sabía que eras tú. – dijo feliz, aunque algunas lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, sin importar quien estuviera a su alrededor, beso suavemente los labios del mayor-. ¿Por qué no respondías mis llamadas?
- Siwon, yo… quería darte una sorpresa. - al sentir la mirada de Siwon y la de los demás clavadas en él, Heechul comenzó a sentir que sus mejillas se sonrojaban-. Bueno, creo que preferiría hablar en otro lugar. – Siwon lo comprendió al instante.
- Claro, vámonos de aquí. – y jalando su mano, intento alejarse con él.
- Espera… mi maleta. – Heechul no había podido esperar, pues tan solo bajarse del avión había venido en busca de Siwon, no se había preocupado por buscar alojamiento y había cruzado la ciudad cargando con su maleta.
- Dámela. – Siwon tomó la maleta.
- ¿A dónde vamos? – pregunto Heechul dejándose llevar.
- En mi habitación estaremos más tranquilos. – dijo Siwon regalándole una enorme y hermosa sonrisa, ignorando los cumplidos que algunos chicos le daban a su compañía.

No hubo necesidad de decir más, pues en todo este tiempo, Heechul supo que Siwon solo dedicaba su tiempo a los estudios y nada más, ansiando en todo momento tenerlo a su lado. Y Heechul, estaba tan dedicado a ganar algo de dinero para poder viajar y aprendiendo lo básico del idioma inglés, que Siwon sabía que no podría haber nadie más en su vida. Se había arriesgado a dejarlo todo atrás por venirlo a buscar, eso decía mucho de lo que sentía por él.

Mientras caminaban por el patio y subían las escaleras, llevando de la mano a Heechul de aquella forma se sentía correcto. Nadie sería capaz de decir nada, porque a diferencia de su país natal, Londres era más abierto a ese tipo de relaciones. Además, Heechul se veía adorable con aquellas ropas, que fácilmente cualquiera pensaría que llevaba a una chica de la mano. Cosa que no le desagrado pero tampoco le gustó, pues el mayor le gustaba por lo que era, un chico, su mejor amigo de toda la vida y la persona más hermosa que existía. Pero también sabía que aceptar al mayor, era aceptarlo con todo y sus locas vestimentas.

Jamás nadie estuvo en sus corazones, ni novios ni amigos, pues Siwon sentía que no podía platicar con nadie más su vida personal como lo hacía con Heechul cada que podían hablar. Y al contrario de todo el tiempo que estuvieron alejados, se sentían a gusto juntos, disfrutando demasiado su compañía y expresando abiertamente sus sentimientos el uno por el otro. Ahora podían hacerlo sin miedos.

Con los años había llegado la madures en ambos y eso les daba la fuerza para luchar contra quien sea, lograr estar juntos por siempre como lo deseaban.

Llegando a la habitación, Siwon hizo que Heechul se sentara en la cama mientras el acomodaba la maleta a un lado del closet. Después se giró a ver al mayor, pensando en la realidad frente a él y que no solo era un sueño como le había pasado en otras ocasiones. Tener a Heechul en su habitación, en Londres, era una dulce realidad. Al sentarse a su lado, lo tomo de las manos jalando su cuerpo hacía al suyo y lo abrazo, queriendo sentirlo.

- Heechul…
- ¿Si? – Heechul temblaba en sus brazos, estaba tan emocionado de por fin estar a su lado.
- Tú siempre has sido más valiente que yo. – dijo Siwon susurrando en su oído, pues aun lo tenía abrazado.
- Claro que no. – Siwon lo alejo de su abrazo para poder mirarlo a los ojos.
- A los siete años te asomabas debajo de la cama para que no hubiera nada que pudiera asustarme, aunque estuvieras tan asustado que yo. – una pequeña sonrisa cómplice se dibujó en Heechul -. A los doce años me diste mi primer beso y contrariando a mis padres, me regalaste a Bugsy.
- ¡Que valiente soy! – Heechul dijo algo sarcástico.
- Para un niño como yo, lo eras. Incluso ahora, como antes lo hacías defendiéndome de tus propios amigos, esta vez has viajado hasta otro país, en contra de mis padres, dejando a tu familia… - Siwon comenzó a sentirse mal.
- Mi madre está feliz por mí. – dijo Heechul tomando una de sus manos para tranquilizarlo-. Ella te manda saludos y espera que tengas buena salud, y tus padres… - de inmediato el corazón de Siwon se estrujo, pues esperaba que sus padres no fueran impedimento para ellos, Heechul se dio cuenta de su preocupación, aunque había cosas más importantes que tratar -. ¿Me extrañaste Siwon?
- Demasiado. – y aunque la respuesta de Siwon fue corta, que sus brazos abrazaran con fuerza su cintura, le decía más de lo que confesaba-. Tengo algo importante que decirte. – Heechul se alarmó un poco.
- ¿Qué sucede?
- Te amo más que a mi propia vida, yo quiero saber si tú, deseas quedarte conmigo… aquí. –no lo dejaría escapar, de eso estaba seguro Siwon. Al instante Heechul se relajó y suspiro al escuchar sus palabras-. Por favor Heechul, quédate aquí conmigo.
- ¿Tú que crees? ¿Qué todas esas clases de inglés fueron un simple pasatiempo? ¿Cuándo inicie a trabajar en dos semanas, creerás que no es broma?
- ¿Hiciste qué? – Siwon estaba sorprendido y Heechul se removió incomodo en sus brazos.

Pues si bien Heechul había tenido que continuar sus estudios en Seúl, pudo conseguir un buen puesto en Londres, mismo que le dio la fuerza y estabilidad para ir en busca de Siwon. Odiaba que el menor se enterara que no solo había ido en busca de él.

- Aplique para un puesto en un bufete de abogados y quedé, me lo dieron. Comenzaré como aprendiz pero me pagaran por eso, hasta que pueda obtener otro puesto.
- Estoy tan orgulloso de ti. ¡Sé que lo vas a lograr! – dijo Siwon sintiendo las palabras y trasladándose de nuevo entre las piernas de Heechul.
- Estás diciendo… – Siwon lo hizo callar con un beso.
- Mejor respóndeme tú, ¿Te quedarás conmigo?
- Sí, me quedaré a tu lado, Siwon.
- Jamás he dejado de amarte, tan diferente, especial. – lo interrumpió Siwon, apartando el gorro que cubría los cabellos de Heechul-. Tan valiente y lamento no haber luchado por ti aquella noche con más fuerza, siendo tan joven, me deje llevar por lo que mis padres querían, pero ya no más. No te voy a mentir, estoy trabajando en ello, sin embargo no cederé, eres el único a quien quiero a mi lado, necesito estar a tu lado... Lo que quiero decir Heechul, es que te amo.
- Te amo también, Siwon.

La calidez llenando sus corazón y con una sonrisa en sus labios, la más hermosa sonrisa de tontos enamorados, demostraban la felicidad que estaban sintiendo en el momento.

Siwon lo tomo de la cintura y lo pego a su cuerpo mientras Heechul le rodeaba el cuello con sus brazos, sus rostros de fueron acercando, podían sentir la respiración uno del otro tan cerca. Rozaron primero levemente sus bocas. Siwon beso su frente y después sus labios, lo que comenzó como un beso tierno y lento, poco a poco se tornó en uno cada vez más intenso y apasionado. Los labios de Heechul eran tal y como Siwon los recordaba, suaves y delicados, pero voraces cuando estaba apasionado.

Volvieron a mirarse a los ojos justo antes de volver a juntar sus bocas y sus cuerpos en un beso, eliminando la distancia entre los dos. Heechul fue empujado hacia la cama, dejando espacio al de Siwon entre sus piernas y sobre su cuerpo. Era un beso lleno de amor, que obtuvo pequeños quejiditos de Heechul, pues deseaba más de aquello. Abrazándose al cuerpo de Siwon, lo atrajo hacía sí, queriéndolo sentir por todo su cuerpo.

Harían el amor por primera vez.

Ambos terminaron desnudos en la cama, Siwon moviéndose suavemente dentro de Heechul mientras jadeaban suavemente sus nombres. Siwon no podía dejar de observar a Heechul debajo de él, gimiendo, sonrojado, con los cabellos pegados a su frente por el sudor y sus labios entreabiertos jadeando. Ni Heechul podía dejar de mirarlo fijamente, pues se estaban entregando por primera vez, haciendo el amor de aquella forma, nunca pensó que podría suceder y ahora que sucedía, estaba agradecido de haber esperado para tener esta experiencia con Siwon, la persona a quien amaba.

Pronto, las embestidas comenzaron aumentar y subir de intensidad, haciéndoles sentir un placer inigualable. Sus labios se juntan una y otra vez si quererse separar, ahogando los gemidos de ambos. Abrazados, entregándose al amor, las embestidas fueron rápidas y profundas llegaron al climax. Todo desapareció a su alrededor, el miedo y la incertidumbre de sus vidas juntos, y lo único que podían ver y sentir es ese amor que se fue formando con el tiempo y que se había vuelto tan fuerte, capaz de enfrentar al mundo si era necesario, pues en el fondo de sus corazones sabían que algún día estarían juntos… para siempre.

Terminaron abrazados y con las piernas entrelazadas, sin querer separarse aún, disfrutando de la cercanía que los años y la distancia les había negado.

Fin.

Comentarios

  1. Kyaaaaa me encanto!!!!! Fue tan hermnoso!!

    El mejor regalo de cumpleaños que pude haber tenido, muchas gracias mi querida Lunis, te adoro por escribir esto, estuvo rosa y bello a la vez, me agrado demasiado como fue avanzando el amor entre ellos dos con el paso de los años, fue un amor que se fue construyendo y fue aumentando y creciendo y eso es tan hermoso, simplemente grandioso, muchas gracias por compartirlo y por habérmelo dedicado.

    Te re quiero y espero leer muchas mas de tus historias las cuales adoro <3

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  2. Hola!! que te digo Choi ya lo dijo todo es Hermoso el leer como su amor iba creciendo y haciéndose fuerte con el paso del tiempo y que la distancia los hizo amarse más y porfin están juntos y luchando con lo que se presente pero juntos gracias muy hermoso bye.

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  3. Wowwwww hermoso y dulce capitulo! Perteneciendose a traves de los años.
    Una vez mas ... estupendo regalo Lunis, mil gracias!

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  4. Que hermosa historia...
    Siwon y Heechul han tenido una vida muy bonita juntos fueron creciendo y compartiendo cosas muy buenas como amigos y con el tiempo todo ese sentimiento se volvió amor y deseo..

    Gracias por la historia Lunis y felicidades a las cumpleañeras del mes.

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  5. Tan sweet, nunca me cansare de leer Sichul, son perfectos en esta historia ♥♥♥

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  6. Que hermoso final, me alegra de que a pesar de lo malo que paso con los padres de Hee, ellos pudieron estar juntos al final...
    >//< me alegra que se amaran tanto para esperar a que su primera vez fuera entre ellos!!!!

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  7. Fue tan hermoso este bello amor que se formó desde que eran unos niños, me encantó como terminaron y aunque no sea mi cumple, siento que recibí un gran regaló, gracias<3 😍

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