The space between us… RPG 28



Siwon POV


A pesar de que todo había sido imprevisto y había salido prácticamente de un día para otro, la boda de HyukJae y SungMin parecía tenerlos felices, sobre todo ahora que nos encontrábamos de regreso en el apartamento de ZhouMi, al llegar el lugar se veía bastante diferente a cuando lo habíamos dejado una hora atrás. Había un pequeño bufet, todo estaba ambientado para la ocasión, un pastel muy agradable a la vista, y un joven bajito y sonriente tomado del brazo de mi amigo chino, tras su correspondiente presentación supe quién era.

-Así que ¿Prometido?- dije sonriendo mientras el más alto de nosotros intentaba hacerse pequeño de manera disimulada en su lugar en la mesa- Mira que te lo tenías bien guardado- él simplemente se encogió de hombros

El joven que respondía al nombre de Henry estaba en la cocina, preparando un par de cosas, sin embargo alcanzaba a vernos perfectamente desde donde estaba, cada pocos segundos se giraba para regalarle algún encantador gesto a su prometido, era por esa razón que nosotros intentábamos disimular, y que aquello pareciera una plática normal entre amigos, algo casual, en vez de un interrogatorio, por su parte Min y Hee hablaban alejados de nosotros.

-¡Mimi! ¿Por qué nunca nos dijiste nada? Se supone que somos amigos para toda la vida ¿Se te olvida? ¡Esa clase de cosas no se guardan!- decía HyukJae tratando de no alzar mucho la voz, sonreía como si estuviésemos hablando de lo bien que se veía todo.

-Por favor chicos, ¿Podemos dejar esto para otra ocasión?- suplicó Mi con una risa para disimular su inconformidad- Sé que esto es muy repentino, pero créanme que para mi también lo es.

-Explícate- dije dándole un par de palmadas al hombro.


-Tenía años, en serio años sin ver a Henry, ni siquiera estaba seguro de que este compromiso siguiera en pie, así que de cierta manera también a mi me tomó por sorpresa esto de enterarme que seguíamos comprometidos, y que los Lau volvían a Asía.

-Pero a ti te encanta ese chico ¿O no?- acusó HyukJae al más alto de manera divertida, los ojos de ZhouMi se abrieron de par en par- Es muy fácil que nos demos cuenta, te encanta, te gusta mucho, ese chiquillo te trae de un ala- decía el rubio caturreando, yo sólo podía reír.

-Ya basta HyukJae, compórtate- decía Mi- Y no le digas chiquillo a Henry, no le llevamos tantos años.

-Aunque Hyuk tiene razón en eso, si se ve más joven que nosotros, ¿Cuántos años le llevamos?-pregunté ya controlando mis risas, ZhouMi parecía dudar un poco- Si dices que son amigos desde la infancia supongo que no es una gran diferencia de edad.

ZhouMi tomó su copa de vino mientras suspiraba, HyukJae y yo por nuestra parte tratábamos de disimular nuestra curiosidad.

-Somos amigos desde su infancia- dijo remarcando las palabras- Le gano por seis años y medio- dijo antes de clavarse en la copa sin mirarnos, mi amigo rubio y yo nos miramos sorprendidos.

Era cierto que HyukJae y yo les llevábamos dos años aproximadamente a Min y Hee, pero ¡Seis años y medio!

-¿Tienen problemas sus padres o qué? ¿Cómo comprometen a un joven de 20 años? ¡Tiene muchas cosas que vivir aun!- Hyuk parecía madre preocupada, sus gritos no pasaron desapercibidos por mi esposo y el suyo, por suerte para nosotros Henry estaba muy ocupado agradeciendo por su trabajo a los empleados que había llevado.

-¡Tampoco exageres! No soy ningún pedófilo por esto HyukJae ¡Y ya siéntate!- alegó Mi jalándolo del brazo- No es para tanto, aun no vamos a casarnos, sólo estamos comprometidos, conociéndonos, ya sabes, además por donde lo mires no pierde, Henry es un prodigio en la cocina por lo cual no es que necesite una carrera como tal, además sabe todo acerca del negocio de su familia, y de todas maneras, si él quisiera hacer algo, no importa que yo estaría con él sin quejas, es más, sería el primero en mover cielo, mar y tierra para cumplir lo que él desee, cualquier cosa que Henry quiera lo haré realidad.

-¡ZhouMi! ¡Eso fue muy tierno!- chilló Min emocionado, sus ojos brillaban con encanto, ninguno había notado en que momento él y Hee se habían acercado a nosotros- Henry es adorable y tú todo un caballero, son una pareja perfecta- sentenció, y podría jurar que de él se desprendían flores rosas.

-Demasiada miel en este departamento- dijo Hee cruzándose de brazos, generando risas en los demás, yo sonreí encantado al verlo, sin embargo pude notar algo extraño en él.

-Vamos Heenim, no seas así, sobre todo el día de mi boda- decía el más bajo tomando por el brazo a mi esposo, hacia un puchero de súplica- Es muy lindo este ambiente tan dulce, además, tú y el señor Choi no se quedan atrás, mira que todos hemos sido testigos de la miel que desprenden ustedes dos par de tórtolos- la entonación cantadita de aquellas palabras sólo logró que Hee y yo nos sintiéramos cada vez más cohibidos, todos ahí, incluso Henry quien recién llegaba y había escuchado lo último dicho por Min, reían.

-Conejo del mal…- susurró Hee, juraría que en su ojo había un tic nervioso- Bueno, ya mucha plática, tú y el rubio tienen un pastel que cortar, vamos- dijo mi esposo empujando a Min hacia la mesa.

Aquella tarde se pasó bastante rápido, el ambiente y la compañía había hecho de la reunión algo agradable y cómodo, de alguna manera en ese momento todo parecía funcionar, incluso me hizo feliz ver a Hee comenzar un acercamiento con Henry, el más joven se veía accesible y amable, no me costó nada darme cuenta que mi marido quedó encantado con él.

-Gracias por todo muchachos, en verdad nos hicieron un día maravilloso- decía Min tratando de evitar que sus ojitos se cristalizaran, Hyuk lo abrazó sonriendo.

-Ya Minnie, sonríe ¿Si? Para mí- dijo el rubio sacándole unas sonrisas al chico- De verdad gracias, sé que tal vez les causamos molestias con todo esto, pero no se imaginan lo agradecidos que estamos con ustedes.

-No tienes nada que agradecer Hyuk, ¿Somos amigos no?- le dije poniendo mi mano sobre su hombro.

-Siwon tiene razón, tú y SungMin son importantes para nosotros, esto era lo menos que podíamos hacer- al decir aquello ZhouMi le revolvió los cabellos, en respuesta HyukJae nos regaló una de esas sonrisas tan características de él.

-Vendremos a verlos mañana, ¿De acuerdo?- dijo Hee acercándose, yo lo tomé por la cintura, los recién casados asintieron.

Tras despedirnos nos retiramos del lugar, ZhouMi nos prestó su automóvil una vez más para transportarnos, comenzaba a obscurecer, había sido un día largo y bastante ocupado.

-Siento que pasaron semanas desde que llegamos a Seúl- decía Hee suspirando, cerrando sus ojos- Al menos Min está feliz.

-Sólo fue un momento de estrés, a cambio de una alegría duradera- le dije, el me miró sonriendo, pude verlo de reojo- Todo esto valió la pena.

-Oye Siwon ¿Podemos darnos una vuelta por el departamento? Me gustaría verlo- dijo mientras jugaba con sus manos, yo sonreí mientras asentía- ¿En verdad?

-Claro, si eso quieres mi amor, eso tendrás, sólo déjame encontrar el retorno y te llevaré directo para que lo veas con tus propios ojos.

Era demasiado palpable la alegría y la emoción de Heechul, aquello me hacía feliz, provocarle alegrías y esa sonrisa, eso era lo único que quería para él, en pocos minutos llegamos al edificio.

Una vez parados frente a la puerta del departamento le di las llaves a él para que abriera, sus manos temblaban ligeramente, y cuando por fin la puerta se abrió ante nosotros, su rostro, su emoción y su felicidad me hicieron sentir el hombre más afortunado del mundo.

-Es tan amplio, y tiene tantas ventanas- decía él dando vueltas por todo el lugar- Y la vista es hermosa Siwon- se giró para verme con el encanto brillando en sus ojos, desde aquella altura la ciudad y sus luces parecían un cielo lleno de estrellas- ¿Para dónde quedan las habitaciones?

-En el segundo piso, hay tres, aquí abajo están la cocina, un estudio y un pequeño salón- apenas dije eso salió casi corriendo a verlo todo.

En el departamento no había nada, sin embargo la estructura era lo que me había convencido de comprarlo, sabía que era muy al gusto de Hee, y a mi me gustaba también. Esperé a que Heechul terminara de pasear por todo el lugar, cuando regresó conmigo parecía encantado.

-Entonces ¿Aprobado?- le dije entre risas, el me abrazó con fuerza- Tomaré eso como sí.

-Es perfecto Siwon, gracias- dijo aun abrazándome, yo lo pegué a mi cuerpo lo más que pude- Lo siento- susurró, yo no entendía a que se debían aquellas palabras- Lamento si sentiste que te hice a un lado por SungMin, es sólo que estaba muy preocupado por él.

-Tranquilo mi amor, no estoy molesto ni nada parecido, te entiendo muy bien- dije aquello antes de darle un beso en la frente- No sabíamos que estaba pasando, y pudo haber sido cualquier cosa, lo bueno es que él y HyukJae están felices y bien- sentí como Hee asentía contra mí- Cielo, te vi un poco apagado durante la tarde, ¿Te pone mal el hecho de que Hyuk y Min se van por un tiempo?

Heechul levantó la mirada, su rostro parecía sorprendido pero después su mueca se relajó, desvió la mirada mientras asentía.

-Sé que es lo mejor, en vista de la situación en la que están, pero nunca me había separado de una manera tan fuerte de SungMin desde que nos conocemos, me siento triste y un poco inseguro- admitió, su voz era baja y algo triste, yo lo abracé con más fuerza.

-No tienes de que preocuparte Heenim, él estará bien, y yo estoy aquí contigo, no estás sólo amor- pasé mi mano por su espalda, una y otra vez, no quería que se sintiera de aquella manera, yo iba a estar con él- La flor más hermosa del mundo no puede verse deslucida- él sonrió mientras yo acomodaba uno de sus mechones, vaya cabello tan rebelde que tenía.

-¿Cuándo podremos mudarnos aquí?- preguntó, un cambio de tema era lo más adecuado.

-En cuanto lo amueblemos, tengo un par de semanas de vacaciones, así que nos dedicaremos de lleno a esto ¿Te parece?- Hee asintió con una sonrisa.

Salimos del departamento mientras Heechul opinaba sobre todas las posibilidades que tenía el lugar en cuanto a decoración, parecía emocionado con la idea, al grado de continuar hablando sobre eso incluso una vez dentro del auto, yo lo escuchaba con atención mientras nos dirigíamos a nuestro destino, un hotel donde pasar los días que tardáramos en acondicionar el departamento para mudarnos.

Mientras nos registraba un nudo se instaló en mi garganta, pues comenzaba a recordar un pequeño detalle entre Heechul y yo, algo que nos había tenido incómodos durante un buen rato antes de todo ese embrollo de la boda express; nuestra primera vez. La culpabilidad pronto volvió a mí, sobre todo el caer a la cuenta que íbamos a estar solos de nuevo en una habitación.

Al entrar, y después de que el botones dejara nuestras maletas yo me dejé caer en la cama, estaba exhausto, solté un quejido, el cuello me estaba matando, escuché a Hee reír.

-En verdad estás cansado ¿Verdad?- yo tenía cerrados los ojos, así que sólo me limité a asentir, él volvió a reír- Descansa ahí un rato, yo tomaré una ducha primero- dijo, escuché unos pasos y lo siguiente que sentí fueron unos labios suaves sobre mi frente, aquello me sorprendió tanto que abrí los ojos de golpe, Hee me miraba sonriendo, parecía divertido- Ya regreso- dijo mientras se encaminaba al baño.

Solté un suspiró al tiempo que cerraba de nuevo los ojos, ese hombre en verdad iba a volverme loco.

Los minutos pasaron lentos y yo me debatía mentalmente, cuando fue mi turno en la regadera continué mi análisis, me moría de ganas de volver a hacer a Heechul mío, pero con lo que había pasado la primera vez… No sabía cómo reaccionar, ¿Podría al menos abrazarlo durante la noche? Esa y otras tantas preguntas pasaron por mi cabeza mientras me cambiaba, salí del baño ya vestido, secándome el cabello, Hee se encontraba acomodando algunas de nuestras cosas, yo, casi sin poderlo evitar, me acerqué y lo abracé por la espalda, sentía mi corazón palpitar con fuerza, lo deseaba, pero no quería lastimarlo, Hee valía más que cualquier cosa en este mundo, pensando eso supe que lograría controlarme.


Continuara...

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