The space between us… RPG 29

Heechul POV

Un hotel.

Pasaríamos esta y las siguientes noches, en lo que nuestro departamento se hacía habitable, en un hotel. Y no cualquier hotel, sino de la cadena que manejaban antes los Choi, los cuales son los mejores de Seúl. La verdad es que no sé muy bien porque su familia tuvo que venderlos. Creo que un día de estos le preguntaré a Siwon, la verdad es que quisiera saber todo de él, hasta los malos momentos.


Como es que ahora, lo que antes pensaba que era aversión contra Siwon, esa personalidad suya que chocaba con la mía y lo que pensaba que me reprimiría, en realidad siempre fue mi gusto por él. Siempre portándose como un caballero, tan correcto y amable con todos. Su trato con los jovencitos. Creo que eso me puso en su contra, que no hiciera distinciones conmigo, Siwon siempre me puso en mi lugar y eso, lastimó mi ego muchas veces pero también, fue lo que me atrajo de él hasta llegar a pensar que si quería, Siwon llegaría hacer lo que quisiera conmigo y me negaba a eso.

- Que tonto. – me digo al recordar lo que pensaba de Siwon en el pasado mientras acomodo algunas de mis cosas en los cajones de la cómoda.

Todas esas veces que con acciones y palabras, ha dicho que me ama. Suspiro un poco cansado al pensar que no he podido corresponder de la misma forma. Aún no. En verdad quiero enamorarme de él y sé que estoy muy cerca, porque ya lo quiero. Pero fueron tantas cosas en el pasado, que no debería forzar apresuradamente las palabras “Te Amo” como algo ligero, mi corazón no se siente de esta forma respecto a mis sentimientos. Porque con Siwon, es algo más profundo puedo sentirlo, aunque las dudas nublen un poco el sentimiento como una leve neblina.

Solo espero que no se desespere al no escuchar esas simples palabras, porque después de haber sido suyo esa noche en el jacuzzi sé que no podría ser de nadie más. Me acaloro no más de pensar en cómo se sintieron sus manos estremeciendo mi cuerpo. De pronto siento sus brazos rodeándome, provocando en mi cuerpo precisamente eso, reaccionando ante su toque y calidez.

Siwon me abraza por la espalda pegando su cuerpo al mío, sintiendo el latir de su alocado corazón, ¿Cómo estará el mío? ¿Podrá sentirlo también? Lo escucho suspirar para después esconder su rostro en mi cuello.

Mirándonos al espejo de esta forma, abrazados y abandonando las poses, puedo ver exactamente como me siento y que, aunque trate de retenerlas en mi boca, las palabras “Te Amo” salen de mi boca inconscientemente en un murmullo.


- ¿Qué? – pregunta Siwon, pues seguramente no escucho bien, así que me recompongo un poco.
- ¿Qué si todavía estás cansado?
- Sí un poco. – dice soltando su abrazo y frotando su cuello.
- Ven acá. – señalo la cama para que se recueste -. Te voy ayudar con eso, soy muy bueno dando masajes. – le digo agitando graciosamente mis cejas.
- ¿Quién te ha dicho eso? – pregunta de pronto con el ceño fruncido y todo serio, ¿esta celoso?
- Mi… Sungmin, sí, él lo dijo. Vamos recuéstate, hare que el dolor de tu cuello desaparezca.

Y así fue porque pronto se quedó dormido entre mis piernas.

Siwon se quitó la playera y se recostó boca en la cama . Mi intención era hacer esto como un previo, utilizando mis encantos y nada. Me senté sobre su espalda baja con las piernas en sus costados, sintiendo su piel expuesta en mis piernas desnudas, pues llevaba un pequeño bóxer de pijama. Con un poco de aceite de un delicioso aroma, mis manos fueron a su espalda repasando los marcados músculos de su espalda hasta llegar a su cuello.

Varias veces lo escuche gemir. Pensé que iba por buen camino, pero al poco rato que comencé a escuchar pequeños ronquidos, supe que todo estaba perdido. Se había dormido. Me acomode a su lado, recostándome sobre la almohada y observando su placido rostro dormir, al poco tiempo también me quede dormido. No me había dado cuenta lo cansado que estaba también, pues había sido un largo día.

Y de esta forma paso nuestra primera noche en Seúl.

Al siguiente día después de despedir a los flamantes recién esposos en la central de autobuses, nos dispusimos a recorrer tiendas para comenzar  decorar nuestro hogar. Realmente fue algo difícil animarme ese día después de haber despedido a mi mejor amigo, sin embargo Siwon hizo todo lo posible por distraerme y levantar mis ánimos.

- Caminemos a través del parque, será más divertido de esta forma llegar a las tiendas del otro lado. – nos encontrábamos en una zona donde había todo tipo de tiendas de muebles, desde los más caros, hasta los artesanales.
- Está bien.

Tomados de las manos comenzamos a caminar mientras Siwon me platicaba de las muchas veces que había terminado en ese parque comiendo hotdog cuando era estudiante.

“Y al mirar nuestras manos, solo quiero sostener de esta forma la suya por siempre”

- ¿Qué sucede? – Siwon se me queda viendo tiernamente. Creo que en algún momento deje de caminar sin embargo no me apresura. Cuando estoy con él, siento que mis sentimientos siempre son visibles en mi rostro.
- Nunca he comido esa comida de la calle. – rápidamente desvío su atención a otro lado.
- Pues es hora que la pruebes. – me dice con una enorme sonrisa y después de darme un corto beso en los labios, se va a comprar.

El segundo día hubiera terminado muy bien de no ser que, me encantaron los hotdogs. Me comí tres. Siwon se sorprendió pues no sabía a donde se iba tanta comida en mi cuerpo. El solo pudo con dos. Y entonces la noche me agarro con dolor de estómago. Obviamente no pudimos hacer nada, yo realmente quería pero en esta situación, era imposible.

Termine durmiendo en brazos de mi esposo mientras él acariciaba mi espalda para relajarme.

El tercer me llegó con unas horribles nauseas matutinas. Estuve devolviéndolo todo casi media mañana, por lo que las compras fueron aplazadas y sin salir, Siwon estuvo a mi lado en todo momento, hasta cuando el médico me visitó. Estaba realmente preocupado y cuando el doctor dijo que solo era una indigestión, lo vi relajarse. Las instrucciones eran que tratara de comer moderadamente los próximos tres días y con el medicamento que recetó estaría bien.

El resto de la tarde lo pasamos descansando en el hotel, pues no estaba de ánimos ni bien de salud para salir. Siwon cuido de mi hasta alimentarme, fue una linda tarde, hasta que tuvimos que tratar con mi madre por teléfono.

¡Dios! No recordé avisar que habíamos vuelto antes. Tuve que estar casi media hora en el teléfono tratando de convencer a mi mamá que todo estaba bien entre Siwon y yo, y que si habíamos regresado se debía a un contratiempo que después le platicaríamos y otra media hora escuchando su sermón de cómo ser un buen esposo para Siwon. Los otros quince minutos se lo pasó hablando con Siwon de no sé qué, pero Siwon en ningún momento mientras hablaba con mi madre, me quito la mirada de encima.

Esa tercera noche tampoco sucedió nada ni la siguiente por miedo a que sufriera una recaía. Pero para mí, parecía que mi esposo estaba evitando tener intimidad conmigo.

Para el quinto día ya casi teníamos todo lo de la planta baja, sala recibidor, comedor, cocina, antecomedor, los muebles para la oficina de Siwon; así que nos dispusimos a encontrar los muebles de nuestro cuarto. Esperaba que fueran unos muebles de ensueño, muebles espaciosos, una hermosa luna en el tocador y una cama acogedora…

- Sí, esta es perfecta. – escucho decir a Siwon al ver una cama de lo más minimalista del doble de ancho de una matrimonial. ¡Era enorme! No me gustaba. Si en la cama del hotel era difícil estar con mi marido, fácilmente podía imaginar a Siwon durmiendo de un extremo y yo hasta el otro. Si por mi fuera, dormiríamos en una cama individual.
- ¡No! Me niego a tener esa monstruosidad de cama en nuestra recamara. - Más no le iba a dar mis razones -. No tiene personalidad. – le dije cruzándome de brazos.
- Está bien cielo, - rápidamente Siwon rodea mi cintura con sus brazos luciendo bastante condescendiente -. Entonces dime, ¿cómo cuál te gustaría? Deseo que todo sea a tu gusto.

Menos mal que hasta ahora ha sido de esta forma, haciéndome sentir mejor. Paseo con mis ojos por la tienda, tratando de encontrar la perfecta y que no sea nada fea. Entonces la encuentro , una cama con dosel dorado y base en tono negro. Los muebles a juego tiene manijas doradas también y a pesar de que la cama es de estilo algo romántico, no deja de verse moderna. Es como la unión de dos estilos, el de Siwon y el mío.

Y lo mejor es que la cama es de dos plazas, un poco más grande, pero solo un poco. El colchón es a medida. De esta forma Siwon no podrá huir de mí.

Esta noche me dispongo a seducir a mi marido. Siwon se ha quedado sin pretextos, quiero ver hasta donde pretende llegar para seguirme ignorando. ¿Tan malo fui en mi primera vez? Sacudo mi cabeza para sacar estos pensamientos mientras me baño a conciencia. No puedo pensar de esta forma cuando me ha demostrado en todo este tiempo cuanto me ama e incluso me lo ha dicho cuando yo no he podido hacerlo.

¿Y si eso es lo que lo detiene?

Con mi ropa de cama más sexy y la determinación de decirle todo lo que hay en mi corazón, incluso esas dos palabras que le he estado negando; salgo del baño a reunirme con Siwon en la cama. Lo encuentro leyendo un libro muy atento y a pesar de eso, voltea a verme cuando trepo a la cama, con cuidado y lentos movimientos, trepo en ella gateando como gatito.

Tengo mucha piel expuesta. Mis piernas, brazos, clavícula y parte de mi estómago quedan descubiertos cuando conscientemente me hecho en la cama a su lado sin dejar de mirarlo. Observo como deja su libro en la mesita de noche para después girarse hacia mí. Estoy anticipando el momento, ya quiero sentir de nuevo sus manos, esas caricias suyas en mi piel.

- Vamos a dormir amor. – dice antes de cubrirme con el cobertor de la cama y apagar la luz.

Lo siento acomodarse a mi lado. Aun con la poca luz, puedo notar que esta boca arriba y con los ojos abiertos. Me giro hacia el otro lado de la cama algo frustrado y dolido, no sé qué más hacer, es obvio que Siwon no me quiere de esta forma, no me desea. Y al poco rato, las lágrimas vienen a mí sin poder detener mis sollozos.

- Cielo, no llores. – enciende la luz y se acerca a mi espalda -. ¿Por qué lloras? – lo escucho hablar a mi odio mientras me abraza, algo asustado por el tono de su voz.
- Siwon… - trato de encontrar mi voz en medio de los sollozos -. Pensé que no tenías problemas con mi primera vez. Sé que soy inexperto pero… - enjugo mis lágrimas -. ¿Por qué dices que me amas si no quieres tocarme?


Continuara...

Comentarios