Cascabelitos... Capítulo 20 Final



Henry POV

Zhou Mi y yo observamos como Siwon se lleva a hyung al baño dejándonos solos. El cascabelito ha desaparecido y Zhou Mi ha dejado de ser un neko. Y aunque aún permanecemos abrazados en la cama, no sé cómo Mimi vaya a reaccionar con lo sucedido.

Igual sé que siendo mi culpa, así que, asumiré las consecuencias de mis actos.

      Henry, bebé, pesas un poco. – escucho a Zhou Mi decir.

Levanto mi cabeza de su pecho y observo como me mira sonriente, se ve más guapo sin esas orejas de neko. Dejo caer mi cuerpo a un lado sobre la cama sin dejar de abrazarme a su pecho.
      ¿Estamos bien? – pregunto con cautela a Mimi.
      Muy bien. – me responde con una sonrisa. Lo escucho suspirar – Me siento cansado pero muy satisfecho. – y la carita de cansado que tiene no miente.
      Lo siento por… por todo. – lo siento removerse en su lugar hasta lograr abrazarme.
      La verdad esto es algo que siempre había querido hacer y que no sabía cómo… ¿Cómo iba planteárselo a mi pareja? ¿Estaría bien para ti? ¿Y si me odiabas por querer siquiera hacerlo? Todas estas preguntas me detenían un poco.
      ¿En serio? – le pregunto sorprendido.
      El sexo grupal es algo que llama la atención cuando eres joven y puedes verlo en esas películas para adultos, y que no había podido experimentar. – abro los ojos sorprendido ante su confesión, más luego me recompongo al notar como Zhou Mi se cohíbe un poco.  

Necesitamos ser sinceros con nuestras fantasías, es algo que he aprendido con todo esto, para poder cumplirlas, superarlas y ser felices.


      Creo que no había tenido suficiente confianza con nadie. – escucharle decir eso, llena mi pecho de calorcito.
      Te endiento. Yo también quisiera experimentar cosas, como lo que hicimos detrás del escenario en el super show, era una de las cosas que deseaba hacer contigo, más nunca se me ocurrió mencionarlo.
      ¿Tener sexo en un lugar público? – asiento –. Bueno, lo que hicimos aquí, se acerca un poco a hacerlo con público. – comenzamos a reír.
      Es verdad. – dejo de reír cuando una idea cruza mi mente –. Zhou Mi, se sinceró conmigo, ¿Tú quieres estar con otros?
      No es tanto como si fuéramos a intercambiar parejas sabes, no estoy en eso. Pero hacerlo contigo como sucedió ahora y que ellos interactuaran con nosotros, fue realmente genial y excitante. Aun no sé cómo nos atrevimos hacerlo, ¿Cómo fue convencido Siwon?
      Hyung lo convenció. – le miento un poco.
      No pensé que se atreviera y ahora veo que también lo ha disfrutado, tanto como nosotros. Aunque todo es muy raro. Igual siento que hemos aprendido mucho de esta experiencia. – Termina por decirme.
      Te amo Zhou Mi. – logro alcanzar sus labios –. En adelante, espero que me digas todas las fantasías que tengas, quizás lleguemos a un acuerdo y si son posibles, las hagamos realidad.
      Yo también te amo, Henry.

Si bien es cierto que ellos recuerdan, no todo, si en parte. Es como Vanadis nos advirtió, “Solo recordaran los buenos momentos que pasaron con ustedes y esas noches apasionadas. Quizás se extrañen un poco por sus comportamientos o quizás no”.

Tomo su perfecta boca y nos enfrascamos en un nuevo beso cuando lo observo cerrar sus ojos en el beso. Dios, quiero enmendar lo ocurrido con los cascabelitos, sé que un beso no lo hará, pero si le dejara ver todo el amor, cariño que siento por él y hasta mi alma que ya es suya en este beso.

No sé cómo fui a quejarme antes, si Zhou Mi de una u otra forma siempre me ha demostrado su amor. Merece otro trato de mi parte, como tenerlo en un pedestal y adorarlo.

Poco a poco termino con el beso separando nuestras bocas. Zhou Mi abre lentamente sus ojos, su rostro sonrojado. Con nuestros rostros tan cerca, es difícil que pierda cualquier detalle, incluso el de sus labios ligeramente hinchados por el beso. Y no puedo dejar de sonreír al darme cuenta que todo eso lo he provocado yo.

Creo que al final toda esta experiencia ha valido la pena. Buena o mala, sirvió para sacar a flote nuestros más ocultos secretos, sentimientos y deseos.

      Solo espero que hyung no haga un problema de esto. – susurro en voz alta esto último.
      ¿Qué dices? – Zhou Mi me pregunta.
      Creo que debemos levantarnos de la cama y limpiarnos para poder vestirnos. Que ellos se hayan ido al baño nos dice que es hora de nuestra salida. – después de todo solo estábamos de visita.
      Tienes razón, vamos a limpiarnos y a salir de aquí, – me dice –. Muero por estar a solas contigo en nuestro departamento.
      Esa idea me gusta. – le digo antes de recibir un corto beso.

Terminamos limpiándonos uno al otro con unas toallitas húmedas de hyung y arreglando nuestras ropas lo mejor posible, para que las arrugas y falta de algunos botones no se note, aunque no creo que podamos hacer mucho. Por supuesto, tuve que salir a buscar la ropa de Mimi donde había quedado cuando se convirtió en gato, para que pudiera vestirse. Lo bueno de esto es que no hizo preguntas al respecto.

Salimos de la habitación tomados de la mano, con un Zhou Mi tratando de apresurar mis pasos, teniendo prisa por llegar a nuestro departamento y sonriendo como tontos. Es posible que estemos más enamorados que antes.

      ¡Hola Kyuhyun, Sungmin! – a nuestra salida, nos topamos con ambos en la sala.
      ¡Hola, Sungmin! – el saludo de Mimi resulta ser más un gruñido que otra cosa, con una mueca rígida en sus labios y el ceño fruncido.
      Henry, Zhou Mi, ¿A dónde van? – nos pregunta Sungmin, tratando de ignorar la actitud de Mimi.
      ¿Te importa? – es Mimi quien le responde con otra pregunta y los brazos cruzados, aun sin soltar mi mano.
      No, es solo que…
      ¿Qué sucede? – Kyuhyun interviene al notar la actitud de Mimi.
      Sí, ¿Qué se traen ustedes dos? – venia tan inmerso en mi mundo, que no me di cuenta que Ryeowook también se encontraba cerca –. ¿Sucedió algo que no sepamos? – ¡Rayos! La suspicacia de Ryeowook no es buena en momentos como este.
      No es eso… – comienzo a explicarles pero al notar como Zhou Mi no aleja su mirada ceñuda de Sungmin hyung, me hace optar mejor por la retirada.
      ¿Qué le sucede? – escucho a Kyuhyun preguntar a Sungmin en un susurro.
      Ni idea.
      ¡Waaaa, Sungmin! Me alegro que sigas aquí. – Ryeowook salta sobre Sungmin abrazando su cuello.
      ¿Dónde más podría estar? – Sungmin se nota confundido. A decir verdad, todos lo estamos.
      Es mejor que estés aquí, que ese perro peludo. Kyuhyun ya estaba actuando extraño.
      ¿Qué quieres decir con eso?
      Creo que van a comenzar a discutir. – por lo que aprovecho para salir definitivamente de aquí.


Siwon POV

Teniendo en mis brazos a Heechul, la persona que más amo en estos momentos, pude comprender que toda la locura había terminado. Solo puedo llamarlo de esa forma: Locura.

Porque fue una locura pensar que unos cascabelitos mejorarían mi vida sexual con Heechul, lo hicieron y a qué precio. Haber aceptado la sugerencia de los cascabelitos de una extraña, fue una locura. Locura fue primeramente haberme quejado de lo que tenía con Heechul y no hablarlo con él.

Soy consiente ahora mientras estamos acostados abrazados el uno al otro, que nada de esto habría pasado si hubiera hablado sobre cómo me sentía. Quizás fue buena idea al comienzo sin embargo nunca fue la solución.

Involucrarnos hasta este punto con Henry y Zhou Mi, es una de las cosas que jamás habría aceptado, pero que tuve que hacerlo para traer de regreso a mi princesa, aun de esa forma, no me sabe bien.

Y es que al calor del momento, hice y acepte muchas cosas. ¿Cómo fue que deje que Henry me hiciera una mamada? O ¿Cómo fue que este pensara siquiera en hacérmela? Quizás estaba tan cegado como yo.

Si bien me concentre en Heechul, no puedo negar que la primera vez disfrute tanto, que hasta olvide quitar el cascabelito de su cuello y no me percate hasta que Henry me lo recordó. Había olvidado el motivo de aquel encuentro grupal.

La segunda vez que tuvimos sexo, concentrado en lo que tenía que hacer, de igual forma no pude dejar de lado que no estábamos solos. Los gemidos y jadeos llenando el cuarto, los gritos de Heechul pidiéndome más, la voz de Zhou Mi aguantando todas las sensaciones en su cuerpo y los sonidos quedos que hacia Henry queriendo llegar.

Yo sabía que estos dos de vez en cuando intercambiaban lugar, ya saben que en charla de borrachos uno se entera de cada cosa, pero también sabía que a Zhou Mi le gustaba más ser el pasivo que otra cosa.

Saberlo y verlo son dos cosas muy diferentes.

Solo puedo decir, que fue mejor que una película porno con orgía. Lo disfrute, lo siento y no tengo nada más que decir.

Cuando tome el pene de Henry y comencé a bombear al ritmo que empalaba a Heechul. Verlo arqueado de aquella forma sobre Zhou Mi mientras este se ocupaba también de hacer llegar a mi princesa, todo se desbordó. Mi mano directamente busco su pene y ayudo a su liberación.

Fue cuando Henry gimió mi nombre y no Heechul, que desperté de aquella visión. La revoltura de nombres y el caos que eso desató en mí, que de algún modo intente remediar reprimiendo mi orgasmo y llevando a Heechul al suyo.

Finalmente con la mente despejada y un rendido Heechul, pude deshacerme del Cascabelito. Mi princesa ni siquiera se dio cuenta cuando se lo quite, y en cuanto lo tuve en mis manos, no pude dejar de pensar como esa pequeña cosa nos hubiera cambiado tanto la vida.

      Amor… Mimi, dame tu cascabelito.

Al contrario mío, Henry le pidió a Zhou Mi que se quitara el cascabelito por sí mismo, obedeciendo sin presentar pelea. Mis ojos se centraron nuevamente en Heechul, mi amor, acostado en total desnudes y abandono. El cascabelito comenzó a desaparecer de mis manos observando aquella escena.

      Ha desaparecido. – completamente se esfumo de mi mano. No paso mucho tiempo para que sucediera lo mismo con el de Henry.
      ¿Será seguro a donde sea que se hayan ido? – pregunto Henry.
      Vanadis lo dijo, “Cuando nadie más los necesite volverán a mis manos simplemente”. Supongo que volvieron con ella. – le recuerdo nuestra corta charla con la extraña.
      Supongo entonces que tienes razón. – lo veo decir en un suspiro.

Un silencio incomodo se hace después de nuestra pequeña charla. Ambos estamos desnudos y aunque ya algunas otras veces hemos compartido baño, la situación después de lo ocurrido, nos hace sentir como dos extraños.

Cuando volví mi atención a Heechul y nuestros ojos se cruzaron, pude notar el momento exacto en el que volvía a la realidad

      ¡Siwon! ¡Siwon! – los gritos no se hacen esperar – Tuvimos una orgía, sí. No recuerdo cómo llegamos a esto, tampoco es como si no lo haya disfrutado, pero en estos momentos, agradecería un poco de privacidad.

Estaba dispuesto a asumir las consecuencias de aquello, incluso soportar golpes, cualquier cosa menos perderlo. Escucharle decir aquello fue bastante tranquilizador. Supe que nuestra relación se salvaría.

      Vamos princesa, vamos al baño, Henry y Zhou Mi también necesitan un poco de privacidad.

De esa manera abandonamos la recamara y nos escondimos en el baño, hasta que Zhou Mi y Henry, se fueron. Cuando terminamos de ducharnos, me ocupe de retirar las sabanas de la cama y al no tener alguna a la mano, pues es la señora del aseo es quien las coloca, mi princesa termino poniendo sobre ella su cobija de Frozen.

      Siento que Ana me está mirando. – le digo después de mucho tiempo de permanecer callados.

Y funciona porque pronto lo siento reírse mientras lo tengo abrazado. Ambos continuamos abrazados y desnudos sobre la cama, tan solo unas pequeñas toallas cubren un poco de la cintura para abajo.

      Me alegra que estemos así, juntos, tu y yo nada más.
      Se a lo que te refieres. – dijo Heechul y lo sentí removerse incomodo a mi lado –. ¿Cómo pudimos terminar de esa forma con ellos?
      Tú… tú querías a Zhou Mi. – no podía decirle la verdad, pero parte de esto no era mentira. Tan solo recordar como Henry y yo los vimos en la cama después de dejar de ser gatos y volverse nekos.
      ¡Me dejaste hacerlo! – un grito chillón sale de su boca –. ¿Estaba ebrio?
      Un poco sí. – lo abrazo más, quiero hacerlo sentir mejor –. Pensé que era algo que deseabas experimentar, no iba a dejarte solo tampoco.
      ¡Maldición, tocaste a Zhou Mi! – al mismo tiempo que maldice, se levanta de mi lado sentándose sobre la cama.
      ¡No, claro que no! ¿Por qué lo haría? – en realidad no lo toque, él me tocó a mí.
      Pues… – lo veo mover los hombros incomodo –. ¿Qué no lo has visto? Con esas piernas largas y esbelto cuerpo, es… es una lindura.
      ¿Se te hace guapo? – la verdad es que estoy algo preocupado de que se sienta atraído por él.
      Dije lindo. Zhou Mi es alguien lindo a quien cuidar, por eso no me explico cómo terminamos de esa forma, – y como si se encendiera algo en su cabeza –. ¿Y Henry?
      ¿Qué con Henry? – la verdad es que me apresure al decir esto algo nervioso.
      ¿Tocaste a Henry? – Heechul me mira y por su mirada, siento que él sabe la verdad.
      No, no lo toque. – negué incluso con mi cabeza también.
      Lo estas negando doblemente. ¡Mentiroso! – me lanza las almohadas más cercanas a él, que hacen me ponga de pie de inmediato, incluso la toalla que lo cubría es lanzada a mi rostro.
      Si te digo que solo lo he tocado por necesidad. Algo como de vida o muerte. – le digo recordando lo que tuve que hacer para traerlo de vuelta –. Ni siquiera sé  cómo voy a volver a mirarlo de frente.
      No te gusto ni un poquito lo que aquí pasó, se te nota en la cara. – “¿Gustar y disfrutar, no es lo mismo?” Heechul comienza a gatear sobre la cama hasta llegar a mí y colgarse de mi cuello –. Sé que lo disfrutamos un poco como experiencia sexual, pero es algo que no me gustaría volver a repetir en mi vida.
      Pensé que era una de las cosas que tu querrías… – uno de sus largos dedos rápidamente cierran mis labios.
      Yo no comparto lo que es MÍO, Choi Siwon. Que te quede claro.

Su seria mirada, el agarre de su brazo alrededor de mi cuello unido a sus palabras, me hacen sentir que como propiedad de Kim Heechul, soy un modelo único y exclusivo para su deleite.

Puedo sentir, que por sobre todo, su amor es el que habla en serio.

Que estúpido me siento al querer cambiar esto verdadero que tengo con Heechul, con sus altas y bajas, pero al final eso es el amor. No hay nada seguro, solo el hecho de que si amas a la persona, siempre habrá una solución para mejorar la relación.

Soy un maldito afortunado por tener el corazón de Heechul.

      Te amo. – mis palabras salen lentas y firmes mirando a sus ojos con nuestros rostros tan cerca –. Te amo tan malamente que por tenerte para mí cometo tonterías. – termino por decirle lo que hay en mi corazón y después robarle un beso.
      Tonto. – se ríe de mis palabras porque sabe que es cierto –. Te amo más que todo eso. Pero igual no te perdono que hayas tocado a Henry.
      ¡No me recuerdes eso! Íbamos tan bien.
      Ni creas que va a ser fácil que lo olvide. – se cruza de brazos frente a mí.
      Hare cualquier cosa. Seré tu más servil esclavo. – su sonrisa de medio lado, me hace comprender que hace mucho que lo soy –. De verdad, tú pídeme lo que sea, que yo lo haré. Solo… – tomo su cintura con ambas manos y lo atraigo a mi cuerpo.
      ¿Qué Siwon?
      Se mío. Déjame tocar tu cuerpo con estas manos y adorarte, hasta saciar la necesidad que tengo de ti esta noche. – sus ojos bien abiertos me hacen comprender que mis palabras lo tomaron por sorpresa.
      Te dejo bien cachondo la orgía, pillín. – nuevamente se burla de mí.
      ¡Heechul! – y no puedo continuar porque ya tengo su boca sobre la mía, con mi cuerpo cubriendo al suyo sobre el colchón.

Un beso danzante, donde nuestras lenguas hacen de la suya con nuestras sensaciones, sofocando nuestra respiración. Al final, tenemos que separarnos para buscar aire.

      Siwon, hazme el amor. – su petición necesitada, tanto como la mía, su apariencia vulnerable bajo mi cuerpo y sus labios ligeramente hinchados por los besos, sin embargo mi mirada se pierde en su cuello desnudo. No hay más cascabelito, este es mi Heechul, hablando por sí mismo.

Termino por lanzarme a esa parte de su cuerpo, adorando la sensación de su piel desnuda en mis labios. Deleitándome con su sabor y el aroma a jabón después del baño, de su blanca piel.

Continúo mi recorrido, adorando cada pedazo de piel en mi boca, encantado de escuchar como los gemidos de Heechul poco a poco van en aumento. Deseando probarlo por completo, sigo mi camino por su cuerpo hasta que mi lengua se entretiene en uno de sus pezones. Mi lengua se enrolla a su alrededor, logrando sacar maravillosos sonidos de la boca de mi princesa.

No me entretengo mucho, pues aún me queda mucha piel por recorrer. Completamente desnudo como está bajo mi cuerpo, no es difícil llegar pronto hasta llegar a ese punto entre sus nalgas, pasando de largo su pene. El solo roce de mi respiración sobre él, lo hizo saltar varias veces, mi princesa no necesita más estimulación en esa parte de su cuerpo.

Colocándome entre sus piernas y haciendo palanca con mis brazos, logro levantar sus caderas para tener mejor acceso a su entrada.

      ¡Oh! ¡Ah, Siwon!

Heechul comienza a decir mi nombre en cuanto comienzo a lamer. Me deleite aflojando y lubricando aquel lugar por poco tiempo, ya que seguía reciente la anterior faena.

Volví a subir sobre su cuerpo, besando sus labios y compartiendo su sabor, en un beso lleno de deseo pero sobre todo, de amor. Cuando nos separamos del beso, fui acomodarme a su lado y sus manos sosteniéndose firmemente de mi cuello, no me dejaron moverme.

      Mi amor…
      No, quiero verte cuando me lo hagas. – me dice.
      Bien. – no podía negar que a mí también me gustaba de esa forma.

Ambos podíamos juguetear, hacer mil posiciones o buscar los lugares más extraños para tener sexo. Sin embargo cuando se trataba de hacer el amor, vernos a los ojos o sentir nuestros cuerpos muy juntos al conectarse, era lo mejor para los dos.

Busco sus labios nuevamente acomodándome entre sus piernas. Con mis manos lo insto a que enrede sus piernas en mis caderas y poco a poco voy penetrándolo, lentamente, disfrutando del momento de nuestra conexión y del beso.

Cuando por fin estoy completamente dentro de él y sintiéndome rodeado por su entrada, busco su mirada y me pierdo en ella. Mis caderas comienzan a moverse al igual que las de Heechul, alcanzándome en cada embestida.

Nos movimos juntos buscando más placer sin dejar de mirarnos a los ojos, hasta alcanzar nuestro orgasmo. Esta vez sí me permito terminar dentro de él.

Caí a un lado de su cuerpo abrazándolo, tan rendido como él, hasta que el sueño nos atrapo.

Es sorprendente como es que Heechul pudo olvidar tan fácilmente sus amenazas contra mí por haber tocado a Henry. Nuestra relación ha mejorado, no puedo decir que no hemos tenido problemas o que algunas veces he tenido que reprimir mis ganas de hacerlo mío, problemas como cualquier pareja pero, cuando me he sentido demasiado abandonado lo hemos abordado. Y todo habría ido mejor si Heechul, no hubiera tocado su cuello y darse cuenta que la cadena junto con su cascabelito  había desaparecido.

Heechul hizo que volteara la cama, sacudiera las sabanas utilizadas aquella noche y buscará en cuatro patas por todo el piso. Y resulta que el no encontrarlo, es mi culpa.

Tal parece que mis problemas por aquel cascabelito no pueden terminar todavía.


FIN




~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ 




Hola nenas…

Por fin, por fin Cascabelitos salió de mi sistema. Sé que se les hará raro que les escriba esto pero, estoy bastante aliviada de haber terminado este trabajo. Las que me siguen de tiempo atrás saben que no soy de las que dejan un trabajo sin terminar, y aquí está, uno de ellos terminado. El tener muchos trabajos activos me pone de malas y ansiosa, porque quiero acabarlos ya, por una u otra cosa no se ha podido.
Quiero agradecer a mi comadre Mew por haber sido mi Betta Reader y que sin las ideas que aporto también al fic, quizás no habría quedado tan genial. Aún conservo nuestras conversaciones como evidencia de nuestras locuras kekekeke. Muchas gracias comadre.
Debo confesar que este fic estaba planeado para cinco capítulos y se alargó más de lo esperado, porque el tema se prestó para más locuras. Las parejas agregadas se fueron añadiendo conforme mi comadre y yo nos poníamos a charlar, hasta Shindong fue parte de nuestras locuras. En fin, me divertí mucho escribiendo Cascabelitos, incluso hasta el momento en que escribí el epilogo, ojala a ustedes también les haya resultado divertido y entretenido de leer.
Solo me resta decirles, gracias por continuar leyendo mis locuras. 

Disfruten del epilogo la siguiente vez.


Comentarios