Porque Ya Sabía... Oneshot



Título del Oneshot: "Porque Ya Sabía"
Autor(a): Lunis HeeChan
Pareja: SiChul
Tipo: Yaoi, OTP
Género: Slash, Drama, Lemon
Clasificación: +16
Advertencias: Shot inspirado en el tema de Raúl Ornelas “Las cartas sobre la mesa”.
Comentario de la autora: Tenia que escribir algo por mi cumpleaños, no podía pasar en blanco, así que comencé a escribir este coso. Los años anteriores trate de incluir a Yesung en mis festejos ya que ambos cumplimos el mismo día kekeke pero este año no fue así. El SiChul me gano. Y es que cuando escuche la canción por primera vez, imagine a un Heechul huyendo de sus sentimientos haciendo sufrir a Siwis. Pero después de mucho imaginarlo y pensar, no encajaba en mi idea principal, así que lo hice al revés. Les presento a un Siwon un poco idiota y a un Heechul algo sufrido, que espero les guste.

Disfruten la lectura…

Porque Ya Sabía

   No creo en amores eternos. – fue la advertencia de Heechul —. Quizás no deberías confiar en mí.

De esa forma fue que Heechul puso sus cartas sobre la mesa desde el primer momento. Kim Heechul siempre ha sido un alma libre, alguien que disfruta de la vida y del sexo sin amarrarse a otra persona, al menos siempre había aparentado ser de esa manera.

Un beso que desato todo.

   Para ti puede que sea solo un experimento, Siwon. – mirándome a los ojos, Heechul me dijo después de la primera vez que tuvimos relaciones —. Pero para mí es más como un desahogo con buen sexo que no me causará problemas. O eso espero. – termino de decir con sin quitarme su mirada inquisitiva.

Dentro del grupo y en este medio, la curiosidad, el morbo, la falta de tiempo para salir o hacer vida social pronto comenzó a invadirme, una cosa me llevo a otra y de pronto me vi observando al más bello de mis hyungs.

La misma libertar de Heechul me llevo a acercarme, preguntarle y terminamos en algo como esto.

Acostarme con Heechul resultó conveniente para él, ya que al ser del mismo grupo y pasar tanto tiempo juntos, todo se haría en el más perfecto silencio, oculto a los ojos de todos.

   Solo una cosa más… No te enamores de mí.

Eso fue lo que dijo al salir de la habitación, después que habíamos tenido aquel maravilloso sexo por primera vez y es verdad que no dude en aceptar todas sus condiciones. En parte porque me convenía y porque de este hyung, sabía que no podía esperar nada serio. Solo lo que libremente iba a darme. Así como yo no pensaba en nada más que saciar mi curiosidad.

No teníamos nada que perder.

Con lo que yo no contaba, es que terminaría descubriendo a aquella maravillosa persona, como aquellos ojos que invitaban a dejar pasar todas las advertencias y presentimientos que comenzaba a sentir. Como de querer a mi hyung, pase a querer más y más, todo de él.

¡Claro que temía ir al infierno! Pero viendo aquellos grandes y brillantes ojos, supe que Heechul estaba tan dispuesto a pecar conmigo sin importar que. Y pese a mis instintos y todo lo aprendido por mis padres, me lance a tener una aventura con él.

Mi orgullo cobarde se puso valiente y quise entrarle así, lejos de mi camino o lo que se esperaba de mí.

Y al verme de pronto deseando y ansiando su cuerpo, pensé en retirarme un buen día.

Demasiado tarde.

Pasamos meses conociéndonos… años, teniendo buen sexo y acompañándonos el uno al otro, reforzando incluso la amistad que teníamos. Por sobre las relaciones que llegamos a tener.

Al comienzo era fácil porque vivíamos en el mismo piso, después, cualquier lugar era apropiado, y últimamente, cada uno iba al departamento del otro. Las visitas escaseaban por las múltiples actividades que teníamos, más cuando no estábamos en promoción como grupo, pero que se alargaban lo más que podíamos.

Ya no solo era por sexo, nos agradaba la compañía del otro, además que era fácil charlar sobre nada y todo.

Muchas veces las cámaras de algunos fans nos tomaron juntos fuera de nuestros departamentos, ya sea comiendo o comprando comida, nada inapropiado. Lejos de las cámaras, terminábamos en alguno de nuestros departamentos, esa era otra cosa.

Con los años la verdadera naturaleza de Heechul fue quedando al descubierto. Él amaba, quería y a menudo se comportaba cariñoso, lo sorprendente fue que este también comenzó a mostrarme un lado diferente, ese lado que se parecía mucho al de una pareja. Heechul… Kim Heechul actuando de esa forma a mí alrededor, me gustaba.

Si hubo peleas y distanciamientos en todo este tiempo, que extrañamente supimos solucionarlas. Quizás más pronto que cualquier conflicto diferente que trajéramos ambos. Lo nuestro siempre se arreglaba primero.

Contarle a Heechul sobre mis sueños era tan fácil ahora, pues él escuchaba y opinaba. Se convirtió en la primera persona que pensaba cuando mi mente volaba a futuro. Comencé a hacer planes también y algunos nos incluían a ambos.

En esos momentos cuando le platicaba y lo incluía, Heechul no decía nada y solo me miraba con esos ojos suspicaces que me analizaban.

Igual que él, me sorprendía al involucrarlo tanto en mi vida.

Cuando salió del grupo por dos años para realizar su servicio militar, lo superamos, y a su regreso, no me di cuenta de cómo o cuanto, la rutina y convivencia diaria nos hicieron parecer cada vez más como pareja. Hasta que una mañana al despertar juntos, Heechul dijo recostado sobre mi pecho “Parece como si fuéramos un viejo matrimonio” y aquello lo sentí como una carga pesada, para Heechul, para mí.

No fue hasta que me despedí de él aquella mañana, que todo aquello se estaba tornando muy real, demasiado y quizás para ambos.

   No me mires con esos ojos. Tampoco te imagines cosas. – me dijo antes de irse, tocando mi mejilla con una de sus manos —. Te advertí que no te enamoraras de mí y aquí el que se enamoró fui yo, pasando por encima de mis propias advertencias. Aquí el asustado debo ser yo.

De pronto el ambiente entre los dos se puso extraño. Heechul estaba declarándome su amor, que se había enamorado de mí y yo no supe que contestar, a pesar que ya sabía.

Mi orgullo valiente se puso cobarde, y no quise seguir así. Y al verme asustado y tan enamorado, lo aceptaba, me había enamorado de Kim Heechul. Podía ponerle nombre a lo que sentía, aunque me asustaba, no podía llamarle de otra forma.

A pesar de mis temores, no quería que nada cambiara entre nosotros. La única esperanza que me quedaba, es que Heechul simplemente se asustara y terminara por romper con todo. Pero de igual forma él se había saltado todas sus advertencias al involucrarse tanto conmigo.

Tal vez por eso me puso todo fácil a partir de ese momento. Él había visto mi indecisión, miedo, ¿Cómo enfrentarse a eso? Por eso Heechul se fue apartando de mi vida, saliendo más con amigos, metiéndose de lleno en su trabajo. En el grupo era más fácil mantenernos alejados, pues realmente no teníamos muchas actividades juntos, todo por separado.

Y esto en lugar de ayudarme, me molestaba más y más. Que Heechul no haya querido quedarse, no haya luchado ni un poco, igual yo no le había dado motivo para hacerlo.

Una indecisión tras otra.

Estaba realmente asustado. Porque sabía, perfectamente que lo perdería, alejándonos cada vez más y más, hasta nuestra amistad. Pero lo más importante, sabía que iba a perder toda mi cordura si me quedaba otro día más a su lado, porque seguramente no iba a querer largarme jamás.

Hice lo que mejor me salía, decidí partir, huir era lo mismo en este caso. Mi servicio militar me daba una gran excusa. Poner distancia era lo mejor. Comenzaría a hacer mi vida a como más me convenía y como todos esperaban de mí.

Fui alejándome poco a poco de él, dejando a un lado todo ese afecto y me limitaba a ser solo un buen compañero antes de entrar al servicio. Tan recto como pude comportarme. Como si nunca hubiéramos tenido nada. Hacer esto suponía que todo lo haría más fácil, más no fue así.

Ver llorar a Heechul en aquel super show por nuestra partida, Donghae, Hyukjae y yo, fue lo más difícil que me vi hacer, contenerme frente a todos.

Quería ser yo quien lo consolara. Termine acercándome a él, aún tenía lágrimas en sus ojos y lo abrace. Esa cercanía que no habíamos tenido en días como algo más que solo compañeros, con los sentimientos a flor de piel, no podía contra lo que me hacía sentir.

   ¿Desde cuándo es que te amo? – cuando nos alejamos un poco volví a acercarme y le pregunte, lo sentí tensarse en mis brazos. Era la única manera para mí, que me explicaba el haber ignorado tantas alarmas. Ignoraba que pudiera sentir algo como esto por él, un hombre.
   Si tan solo no tuviéramos estos sentimientos. Sin ataduras… - Heechul sacudió la cabeza negando, quizás tratando de alejar esos pensamientos sobre cosas que no podíamos cambiar—. No es el momento.

Y era cierto, no era el momento para hablar, frente a un super show. O quizás quiso decir que no era nuestro momento, pero quiero creer más en lo primero.

El día de mi entrada al servicio militar, note que algo había cambiado, aunque todo parecía ir muy bien a mí alrededor, dentro de mí había un caos. Era hasta irónico, que una persona se alejara por amar y ser amado, huir asustado de ese amor.

Porque ya sabía que lo quería y por eso marchaba de su vida, por eso no me podía quedar.  Aunque en el fondo de mi corazón sabía que no sería el fin.

Y tenía razón.

Del tiempo que estuve en servicio militar mejor ni hablar. Puedo decir que la vida ahí dentro no era tan dura como la batalla que llevaba en mi interior. Más al ver a Heechul seguir con su vida sin mí y que no mostraba ni un interés, solo el necesario cuando se traba del grupo y trabajo. Heechul parecía tan vibrante a mi alrededor esas pocas veces que nos veíamos, tratándome como su pequeño donsaeng, como antes, como tal vez hubiera sido si no nos hubiéramos involucrado.

Lo odiaba. Eso era peor que una tortura.

Peor fue al enterarme por Donghae que no solo estaba tonteando Heechul por ahí con otras personas. Chicas, hombres, si no que al parecer tenía algún pretendiente que iba en serio por él.

   Qué caso tiene. – una vez que estuve frente a Heechul, no soportando más, en pedirle una explicación—. Algunos seguimos en busca del amor, Siwon.
   Si pero…
   ¿No es así contigo? – me interrumpe—. Así sea tú familia quien aprueba con que chicas te entrevistas, eres tú quien al final de entre todas ellas, elegirás a una. O seguramente ya tienes a la elegida.
   No es así, yo no…
   No me interesa saber Siwon. Como que por eso he evitado verte, no quiero saber y deberías hacer lo mismo tú. – sus palabras rasgaron muy dentro de mí. Realmente dolieron.
   Pero, ¿Por qué con un compañero de trabajo, Heechul? Acaso es como una fijación que tienes. – sí, estaba siendo cruel, en esos momentos no me importaba, quería saber.
   Kyung Hoon solo es bueno conmigo. – respondió casi en un susurro.

Y a pesar de lo abatido que se veía por mis palabras, saco fuerza golpeando mi mandíbula, antes de huir de su propio departamento, de mí.

   Es verdad, Heechul hyung y ese Kyung Hoon se ven realmente bien en ese MV. – eran los comentarios de Donghae al estar en descanso dentro de las instalaciones donde prestábamos el servicio militar y ver un poco de televisión —. La canción es buen, y mira, al final estaban enamorados. ¿Pero quién no se enamoraría de hyung?
   Ya cállate Donghae. Él es muy aburrido para hyung. – la verdad es que no quería saber lo que pensaba.
   Entonces es por eso que hyung rechazo sus avances. – me dice asombrado como si lo acabara de descubrir, pero a mi sus palabras me habían sorprendido de otra forma—. Al menos eso fue lo que me dijo hyung. Prefirió conservar su amistad.
   Cállate Donghae, deja de andar esparciendo chismes. – Changmin fue quien lo callo esta vez.
   ¿Qué? Heechul hyung es quien me dijo.

No dudaba ni un poco, que Heechul contara parte de lo que vivía a Donghae, por algo era su consentido y mejor amigo. Habían vivido juntos por mucho tiempo. Si alguien sabía algún secreto de Heechul, ese debía de ser él.

   Pues yo sé de muy buena fuente, – y con eso sé que se refería a Yunho—. Que él amigo de un amigo es quien está detrás de Heechul hyung, y que este ha aceptado sus atenciones. Se les ve juntos casi todo el tiempo.
   ¿En serio? – no supe porque pregunte.
   Heechul hyung es bonito, y en nuestro medio, no se ignoran sus preferencias. Muchos las aceptan, y otros más osados, intentan algo con él.
   Raro, hyung no saldría con un desconocido. – Donghae es quien dice.
   No es un extraño, es amigo de un amigo, habían coincidido en más de una fiesta y hasta ahora se acercaron. Y pues lo han visto muy feliz con él.
   No sé por qué no te creo Changmin. – dice Donghae antes de irse.
   Piensa lo que quieras, yo solo dije lo que escuche. – y cuando Changmin se gira a verme, no puedo ocultar la molestia de mi rostro—. Tú si me crees, ¿verdad? Muchos estamos contentos de ver sonreír de nuevo a hyung, se le había visto muy abatido meses antes.

Ese día entrene más duro que antes, desatando sentimientos y tratando de librar la batalla en mi interior. Me estaba dejando llevar por lo que me hizo sentir el saber que Heechul estaba intentando muy duro dejarme atrás. No pude soportarlo.

En ese momento supe, que había caído rendido por Heechul, lo quería en mi vida aunque tal vez no tuviéramos futuro. Lo quería tanto como deseaba que no fuera así. Sabía que esto traería problemas para ambos. Que más daba si sentía que no podría seguir sin él.

Fue duro todo este tiempo alejado, sin embargo es lo que confirmo mis sentimientos por ese amor, que no se fueron ni aun con el tiempo ni estando lejos.

Iba cambiar el hecho que mi orgullo valiente había se había acobardado ante su confesión de amor. Y tenía pensado hacer hasta lo imposible por recuperar a Heechul, demostrándole mi amor y que seguramente a pesar de lo que sucediera, íbamos a estar juntos de nuevo. Iba a ser yo quien diera el primer paso, al haberlo alejado y huido. Heechul ya me había declarado su amor y lo había rechazado.

Mis planes de sorprenderlo, de luchar por él se vinieron abajo muy pronto y ya nada pude hacer.

Un día después de mi salida del servicio militar, alguien toco a la puerta de mi departamento ya entrada la noche. Se me hizo extraño que alguien tocara la puerta a esas horas de la noche.

Vestido en pantalones de pijamas y playera blanca fui abrir, esperando que no fuera algún vecino con problemas o algo por el estilo.  Grande fue su sorpresa al notar de pie en la puerta a un Heechul igual de hermoso, pero con rasgos cansados en su rostro y preocupación en sus ojos a punto del llanto.

No me lo esperaba. No podía creerlo. Quizás estaba soñando. Aunque no podía dejar de verlo.

   Yo… yo tuve miedo. – Heechul dijo con voz cortada —. Estaba tan asustado porque te amaba y no quise luchar contra ti, sin saber qué hacer con esos sentimientos.
   También te asustaste, porque te enamoraste. – repetí y aun sin poderlo creer, vi como Heechul abrió sus ojos ante la afirmación que también lo amaba.

Es como cuando llevas deseando alguna cosa tanto tiempo que cuando sucede, no puedes salir de tu estupor y no lo puedes creer. Sobre todo porque ya sabía que Heechul me amaba, el que no lo había dicho en voz alta, era yo.

Más que decirlo, quería hacérselo sentir.

   Me sentí tan perdido sin ti todo este tiempo. – continúo explicándome Heechul  con lágrimas en los ojos. Jale su mano y lo metí al departamento cerrando la puerta tras él. Nadie tenía que ser testigo de lo que pensaba hacer.

Lo acorrale contra la pared y me apodere de su boca, en un beso que llevaba tiempo anhelando. Habían pasado dos años que se me hicieron eternos, casi me estaba volviendo loco, no había duda que lo amaba.

Y es que la espera había sido un suplicio, lo había echado mucho de menos, que de no haber sido por todas esas entrevistas a mi salida, seguramente habría sido el primero en ir a buscarlo.

   Iba ir a buscarte. – le dije terminando el beso y sosteniendo su rostro entre mis manos —. Eres muy valiente Kim Heechul, al venirme a buscar aun cuando no tenías nada seguro. – lo vi negar con la cabeza.
   No creas que soy tan bueno. Lo hice por mí, si no conseguía tu amor esta noche, al menos estaría en tu cama una vez más. – lo mire a los ojos sorprendido —. No iba a ser suficiente, créeme. – y de nuevo, vi su hermosa sonrisa coronada con sus vidriosos ojos.

Heechul estaba diferente. Más embarnecido, su carita redonda, sus cabellos cortos, incluso más bello. Podía decir que su perfecta piel lechosa se veía hermosa con el sonrojo que portaba y sus labios hinchados por el reciente beso, lo hacían ver tan sexy. Era todo y más a como lo recordaba.

Nunca era suficiente, siempre ansiando más y más, de ambos.

Lo acorrale de nuevo contra la pared y pronto mis manos se dirigieron a la molesta camisa que me separaba de su piel, terminando por quitársela arrojándola por ahí en medio del recibidor. No podía dejar de mirarlo. Había subió unos kilos, sin embargo se veía adorable con aquel sonrojo por haberse visto descubierto, removiéndose bajo mi mirada.

   ¡Deja de mirarme así! Las personas normales no pensamos en ejercicio cuando estamos deprimidos. – aquellas palabras hicieron doler mi corazón. Heechul había cerrado sus ojos.
   Mírame Heechul. – levante su barbilla y lo inste a abrir sus ojos, por lo que él me miro. Y puse todo mi deseo por él en esa mirada.

Heechul ahogo un suspiro. Parecía no creer lo que veía.

   Te deseo más que antes. – le dije, poniendo palabras a lo que sentía —. A mis ojos, eres perfecto.
   Mejor dejemos de hablar. – me dijo volteando su cara. Y como siempre, sus deseos, eran órdenes.

Acerque mi cuerpo aprisionándolo contra la pared, al punto de poder sentir su respiración. Nuestros cuerpos encajaban, tocando y rozando los puntos estratégicos que solo aumentaban nuestra excitación.

Me perdí en el olor de su cuello unos momentos, antes de morder su oreja suavemente mientras mis manos bajaban tocando las durezas entre nuestros cuerpos. Los cierres se vinieron abajo y juntando nuestros penes, comenzamos a frotarnos haciéndonos gemir.

Estaba feliz por lo que estaba pasando. Aunque la idea de ser yo quien fuera a por Heechul y no él que viniera por mí, seguramente lo habría hecho más feliz. Hubiera querido hacer todo perfecto, pero no estábamos para eso. Ni siquiera estaba seguro de poder llegar a la cama.

Sin dejar de besarnos, fui guiando a Heechul hasta uno de los sofás, donde seguramente estaríamos más cómodos. Lo deje caer hacia atrás sobre uno de ellos, embobado por lo bien que se veía en aquella situación.

   Fuera pantalones. – le dije.

Vi como Heechul levanto sus caderas para que se los quitara por completo. No llevaba ropa interior. Los míos corrieron la misma suerte quedando ambos desnudos.

Tomando sus tobillos abrí sus piernas colocándome entre ellas.

   Creo que vas a tener que relajarte gatito. No creo poder esperar hasta prepararte. – la mirada profunda de Heechul ardía en deseos tanto como la mía seguramente.
   Hazlo.

No le di tiempo para arrepentirse. Escupí sobre mi mano para lubricar un poco mi pene y después lo dirigí hacia su entrada, me empuje un poco dejando solo entrar la punta sin perder de vista su rostro. Heechul había cerrado sus ojos pero no emitió queja alguna.

Seguí empujándome en su interior, hasta estar completamente dentro de él. Para ese momento, ambos jadeábamos fuertemente, conteniendo el placer que sentimos. Había pasado mucho tiempo que nos conectamos de esta forma.

Y a pesar que lo queríamos recordar, las ganas que nos teníamos eran más fuertes, que sin esperar mucho a que nuestros cuerpos se acostumbraran, comencé a moverme dentro y fuera de Heechul, que comenzó a gemir con cada estocada.

El mueble no era muy grande, una de sus piernas descansaba en el respaldo mientras la otra la era sostenida por mí, quedando completamente abierto a mi placer.

Comencé a moverme cada vez más y más rápido, sintiendo como su estrecha entrada aprisionaba mi miembro. Heechul también movía su cuerpo, encontrándome con cada estocada, para poder entrar aún más profundo dentro de él.

Ambos estábamos conectados no solo nuestros cuerpos, pues nuestros ojos no dejaban de mirar al otro, no podía dejar de mirarlo aun si poder creer que pudiera tenerlo de nuevo entre mis brazos. Y por el latir de nuestros corazones, supe que también estábamos conectados de esa forma.

Heechul se aferró a mi cuello con ambas manos, buscando mi boca entre jadeos y gemidos de placer, haciendo que su entrada se contraiga sobre mi pene.

Estábamos a punto de terminar cuando note que no me había puesto condón. A pesar que estábamos juntos, había pasado un tiempo desde que lo hicimos, así que no estaba seguro de estar haciendo lo correcto. Así que sin aviso, saque mi pene de su entrada y tome ambos, el suyo y el mío entre mi mano mientras que con la otra me sostenía del respaldo del sofá.

Comencé a masturbarnos con fuerza, estaba al límite así que esperaba que Heechul también lo estuviera, al observar atento sus excitadas expresiones. Comenzamos a gemir, estábamos a punto de terminar, podía sentir el orgasmo cerca y estaba seguro que Heechul sentía lo mismo, sus jadeos no podían mentir.

Ver a Heechul con su boca entre abierta en busca de aire mientras jadea mi nombre, fue lo que necesite para volverme loco y terminar echando mi cabeza hacía atrás. Sin dejar de mover mi mano, termino vaciándome sobre el estómago de Heechul y parte del mío. Pronto Heechul me siguió también manchándonos a ambos.

Temblando y sudoroso, me dejo caer sobre Heechul, aplastándolo contra el sillón. Su cuerpo, perfectamente aguantaba mi peso, así que comenzó acariciar mi espalda hasta que ambos pudimos recuperar el aliento.

Cuando me pude levantar, tome la mano de Heechul y nos fuimos hasta el baño. La bañera se llenó lentamente mientras lográbamos limpiar el uno al otro, así que cuando se hubo llenado, ambos nos sumergimos en las calientes y relajantes aguas.

Jale a Heechul a mi lado y lo abrace. No quería soltar ni dejar de tocar a la persona de quien estaba enamorado. Lo rodee con mis brazos para después tomar su mentón y besarlo con amor, metiendo la lengua en su cavidad, buscando la suya haciendo más apasionado el beso. Lo alargamos tanto como el aire nos dejó hacerlo.

Heechul comenzó a reír en cuando terminamos el beso.

   ¿De qué te ríes? – pregunte intrigado.
   Fui yo quien dijo que no te enamoraras de mí. Muy soberbio. Caí por hablador. – continuo riendo y yo lo abrace un poco más fuerte llamando su atención.
   No. Ninguno de los dos planeábamos enamorarnos, pero el amor es así, sucede cuando menos te lo esperas.
   No vas a decir nada sobre que los dos somos hombres. – más que una pregunta, era una afirmación de Heechul. Estaba seguro que él creía que yo no tocaría ese tema.
   Tiene algún caso después de lo que hemos hecho, ¿eh? – lo vi negar nada más —. Sé que fui un cobarde, pero he aprendido que no podemos dejarnos llevar por las palabras. Justo ahora no creía que tu estuvieras aquí, después de cómo te trate la última vez que estuvimos juntos, hasta que te bese y sentí, fue que me di cuenta que eras real. – estaba dispuesto a demostrarle con hechos y no con palabras, lo que sentía por él.
   Tienes todo planeado ¿cierto? Se nota que tuviste mucho tiempo para pensar. – me dijo Heechul riendo y acomodándose mejor entre mis brazos, salpicando un poco de agua.
   En realidad Donghae actuó como una molesta conciencia, y Changmin no fue mejor. Sus ojos clavándose en mí cada tanto, me decían que él sabía que algo estaba pasándome. Fue horrible, créeme. – Heechul continúo riendo otro poco antes de preguntar.
   ¿Por qué huiste?
   Porque ya te quería. A pesar de tu advertencia y mi propia conciencia, me perdí por ti.
   Yo también sabía. – me dice Heechul buscando mis ojos.
   Ah, ¿sí?
   Sí. Sabía que tú no sabías que ya me amabas. – me lo dice sonriente como  si hubiera dicho perfectamente el más difícil trabalenguas.
   Quizás el amor nos hace más fuertes. – no era la gran explicación, pero si la que más se acercaba y Heechul la entendía tanto como yo.

Y aunque el futuro seguía asustándome, podía aferrarme a Heechul, ahora que estaba de nuevo a mi lado cada que el miedo viniera. Seriamos valientes. Heechul llenando lo que faltaba en mí y yo, dándole a él la seguridad para seguir, completándonos el uno al otro hasta el día que pudiéramos ser valientes para enfrentar al mundo.


FIN

Comentarios

  1. Casi siento deseos de golpear a Siwon, pero vale lo arreglo. Bueno que quien lo arreglo fue Hee, pero él quería arreglarlo así que cuenta.
    Me encantan tus historias, soy tu fan!!

    ResponderEliminar
  2. Siwon por tener miedo de reconocer su amor por poco pierde a HeeChul, y para eso la voz de su conciencia llamada DongHae lo ayudo un poquito. Si se aman podrán contra el mundo.

    ResponderEliminar
  3. Heechul sufrió por los miedos de Siwon pero al final el amor fue más grande claro con la ayuda de un Hae despistado los celos hacen recapacitar muchas gracias fue hermoso bye.

    ResponderEliminar
  4. Leí este fic con una sensación agridulce por la situación, pero Jesús que lo disfruté! :D es muuuuy diferente a lo que se lee normalmente de esta pareja, me gustó como lo manejaste.
    Cierto que quería golpearlos con pasión, par de orates, sobre todo tú Choi jajaja es que aaagh entre en drama como a la mitad y todo, y luego con su "me alejo porque te amo" :'D me lleva... Lo bueno es que acabaron juntitos y en una bañera jajaja que ya sentía yo que se iba cada uno por su lado y fin (otsea no jajaja)
    Muy buen shot mi Lunis! Mil gracias por compartirlo, like always, lo disfruté muchísimo ♥

    ResponderEliminar
  5. Te quedo hermosa la historia!!!! Ya sabia que no todo podia ser color de rosa, pero lo importante es que lo intentaran hasta el final!!

    Gracias por compartir la historia y Feliz cumple!!! ^_^

    ResponderEliminar

Publicar un comentario