Truth or Dare... Capítulo 6

La agenda del día incluía algunos arreglos para su estadía en china, y aunque le parecía emocionante, no sabía exactamente qué hacer.

Su teléfono sonó y el número indicaba que era de la oficina de la SM. Y juraba que si tenía que ver con otro reclamo, saldría de Corea sin siquiera ver atrás al menos por un mes.

—   ¿Aló? – No tuvo más remedio que contestar la llamada, porque, en realidad, eran sus jefes y tenía que hacerlo.

—   ¿Choi Siwon? – la secretaria lo conocía desde hacía casi cuatro años que había entrado a trabajar allí, y aun preguntaba su nombre.

—   Sí, dime Min Young – La había visto infinidad de veces ya, y era agradable.

—   El señor Lee lo quiere ver en su oficina en una hora – Pero cuando se trataba de trabajo, siempre era responsable la mujer.

—   Voy en camino – Corto sin despedirse formalmente y soltó un largo suspiro contra el volante de Gaby. Tenía ganas de aventarse de un peñasco o algo similar, aunque sabía que era su responsabilidad y tenía que afrontar las consecuencias.

Nadie lo entendía, quizá Heechul sí, pero tenía días que no hablaba con él. Todos en el grupo insistían en que algún día pasaría eso, y le molestaba, porque Heechul y el solo eran amigos. No eran como Eunhyuk y Donghae que habían comenzado a salir y todo el rollo que incluía una relación. Además, él quería una novia, y sabía que Heechul estaba intentándolo con Puff. Recientemente los había visto platicando y algo en su interior se había removido.

Acababa de llegar a un centro comercial buscando algo que hacer, tenía sesión de fotos en dos horas, y la entrevista que tenía programada fue cancelada cuando había llegado al hotel donde seria, así que Teddy—manager le había dado permiso de ir, y en vez de bajar del auto, simplemente volvió a encenderlo y se dirigió a la empresa que era su casa.

La visita en la empresa fue corta, rápida, pero demasiado intensa. Soo Man lo hizo pasar directamente a su oficina y le tendí un montón de papeles que tenían impresos departamentos y muchos números y cifras, que bien vistos eran direcciones y alguna otra especificación.

—   ¿Qué es esto? – Siwon no comprendía, además, parecía que ya iba tarde a su sesión de fotos y estaba muy nervioso de estar allí solo.

Si bien había convivido muchas veces con Soo Man, no era agradable estar sentado frente a su escritorio, casi castigado y en una situación que no quería. Hacía ya un tiempo además, que no salía con su jefe a tomar algo, y podría decir que esa buena relación se perdía.

—   Es la casa en la que vivirás con Heechul – Soo Man levanto unas hojas y las paso rápidamente, puso frente a él una – Me gusta esta, es muy segura y está en un piso quince – puso después otra – esta está en una zona residencial a la que se acceso solo con membresía, pero me gustaría algo cerca del edificio de Super Junior, así Leeteuk los puede tener vigilados.

Aunque la información no era nueva, le causaba una gran conmoción el que todo estuviera pasando tan rápido. Pensó que el arreglo de la casa y más podría llevar un poco más de tiempo, al menos hasta que Jungsoo saliera del servicio militar.

—   Entonces… ¿podemos decidir? – Siwon, además, estaba asombrado de aquello. Esperaba, a decir verdad, que la empresa les dijera donde y cuando se mudarían, ni en sueños esperaba que le dieran oportunidad de elegir su nueva estancia.

—   Ante la prensa quedaríamos mal si no le diéramos la oportunidad a los tortolos de escoger su casa. La prensa está demasiado interesada en ustedes dos, mucho más que en cualquier otra pareja que se haya revelado – Siwon comprendió esa parte, si todo era parte del circo mediático, Lee Soo Man y Young Min iban a hacer todo para cumplir lo que la sociedad esperaba.

—   ¿Y cuándo nos mudaremos? – Aun sentado allí, reviso las fechas que tenía que cumplir, la estancia para las películas en China y los ensayos del séptimo álbum.

—   Este fin de semana – era ya miércoles, y apenas tendieran un día para elegir (no es que fuera importante para él, pero quizá Heechul quisiera imponer más normas y eso) y empacar sus cosas, pasar de una vida de soltero a un compromiso formal frente a la sociedad.

—   Está bien… tengo que decirle a Hyung… — Siwon tomo los papeles y sin esperar que Soo Man le diera permiso de retirarse, salió de allí. Aún tenía esa sesión de fotos para Heliantus y quería terminar pronto con su agenda e ir a buscar a Heechul.

La sesión fue como se esperaba, sin contratiempos y en menos de cinco  horas, estaba de camino al departamento de Super Junior.

Hacía ya algo de tiempo que no vivía con ellos. Había vivido allí durante temporadas, pero cuando aún era joven, volvió a casa de sus padres y posteriormente compro un departamento para él. Quizá si hubiera puesto empeño, le hubieran dejado vivir allí con su hyung, pero recordó que solo tenía una recamara y que las fans sabían dónde era, así que desecho la idea.

El departamento de Super Junior ahora era más grande que el que tenían en su debut. Mucho más espacioso y limpio, pues una ahjuma se encargaba de la limpieza regular y de tener comida en la despensa para que ella cocinara y también Ryeowook o Sungmin.

En ese momento, todo estaba callado. Silencioso como solo pocas veces había estado, pero cuando se dio cuenta, los zapatos de la mayoría de ellos estaban allí, informando que estaba lleno de gente. Se imaginó que estaban en sus dormitorios haciendo lo que regularmente hacían, pero encontró a Kyuhyun con los audífonos puestos frente a la tv jugando Starckraft y paso de largo, buscando a su hyung con todos los papeles que le había dado Soo Man bajo el brazo.

La recamara de Heechul mostraba un desorden de sabanas y ropa tirada por todos lados. La sabana de Anna estaba sobre la cama, igual que unas revistas Maxim y ni rastro del mayor. El siguiente lugar lógico para buscarlo fue la cocina, pero no había nada más que una cacerolita de ramen que olía muy bien y que tenía el nombre “Heechul Hyung” en la tapa. Se rio, pues después de aquel incidente de los chocolates, se había enterado que Ryeowook se encargaba de dejar algo preparado por si a Heechul le apetecía comer y que no robara nada de los cuartos de los demás. Él tenía hambre y quizá pudiera comer algo allí cuando estuvieran hablando.

Pero como no estaba allí, siguió recorriendo la casa. Y pensando en todo lo que había pasado en los últimos días.

La gente que lo conocía, lo había visto raro, pero cuando no hubo cambios aparentes en su conducta, siguió todo como de costumbre, incluso sus contratos se habían mantenido y había recibido más ofertas de trabajo en modelaje. Era innecesaria y agotadora tanta atención.

Al pasar frente a la habitación que compartían Eunhyuk y Donghae, recordó el pleito que había tenido con el menor de los tres. Donghae siempre era una persona preocupada, y más si se trataba de Heechul, tanto así, que había ido a hablar con él a su departamento hacia dos noches.

La puerta sonó insistentemente y decidió que no abriría, no esperaba a nadie, y era mejor que nadie lo molestara, porque su humor no era el mejor, pero volvieron a tocar el timbre de su departamento.

A los pocos segundos, su teléfono al lado de la cama vibro, alertándole de un nuevo mensaje.

De: Pez

Abre, sé que estas allí. Puedo esperar toda la noche tocando el timbre, hyung.

Si había alguien insoportable, era Donghae, y si bien lo adoraba con locura, había veces en que verlo era simplemente hacer que le doliera la cabeza. Y sabía lo insistente que era cuando se lo proponía. El timbre volvió a sonar y le comenzó a doler la cabeza.

—   ¿Qué quieres, Donghae-yah? – Abrió la puerta de un tirón, dejando sorprendido a Donghae, y sin tiempo de reaccionar a la pregunta — ¿Por qué estás aquí?

—   Ehh… yo… — Parecía que se debatía mucho en lo que diría, así que haciendo acopio de toda su paciencia, hizo que pasara y se sentaron en los sillones de la sala de estar – Hyung… ¿puedo preguntarte algo?

Siwon se puso a la defensiva, quizá fuera lo menos adecuado decirle a Donghae acerca de todo, pero también le podría ayudar con un montón de cosas, así que aunque no dijo que si, tampoco dijo que no y espero.

—   Se lo que paso… — La respiración se le detuvo y por poco sale de la casa en busca de Heechul, pues era el único que podría haber soltado la boca – Pero no los juzgo… quiero saber ¿Qué piensas de Heechul?

Se le quedo viendo sin ganas de contestar y el pez noto su incomodidad y falta de certeza.

—   Hyung… Heechul es muy delicado, parece fuerte, lo sabemos, pero es frágil.

Siwon no quería oír nada acerca de la relación que mantenía con Heechul. Simplemente porque era algo que les incumbía a los dos, algo que debían mantener callado.

—   Hyung, no seas necio… te lo digo por algo… las cosas pasan por algo – Siwon se levantó del sillón abruptamente y camino sin verlo hasta su habitación.

—   ¡Hyung! ¡Siwon—hyung! – Donghae lo había seguido hasta la puerta de su habitación, y comenzaba a dolerle de verdad la cabeza, de ese tipo de dolores punzantes que se agravan con pensar – No seas así… es en serio lo que quiero decir… Si tú y Heechul van a estar juntos…

Siwon se arto. Abrió la puerta de un golpe y Donghae trastabillo hasta topar con la pared del largo pasillo blanco. Siwon lo tomo del brazo, posiblemente dejándole algún morado, pero no le importaba. No había nada entre él y Heechul, nada en absoluto y el que el grupo lo creyera no lo haría verdad.

—   Hyung… me duele, hyung… — Donghae intentaba arrancar de su piel los dedos de Siwon, que se aferraban sobre su chaqueta de futbol y le hacían doler el brazo por falta de circulación.

—   Vete, Donghae, no tengo ganas de seguir hablando – Siwon lo arrastro por el pasillo ejerciendo más presión a su mano, sin medir la fuerza que tenía, pues bien era cierto que alguna vez le rompió la nariz a Leeteuk por accidente, cuando comenzaba a entrenar y no controlaba su fuerza, pero ahora, no quería controlarla, porque era una forma de sacar lo que llevaba dentro.

—   Pero he sido yo quien ha hablado, y no he dicho nada a decir verdad… auch – Donghae se sobo el brazo cuando traspasaron la puerta principal y Siwon lo dejo ir.

—   Donghae—yah, no sé qué estén pensando, pero de verdad, no quiero hablar del tema, ni con Heechul he hablado como para que vengas a irrumpir en mi casa – Siwon no era una persona que perdiera la paciencia, pero este tema lo tenía tocando fondo y era probable que terminara estallando en cualquier momento.

Donghae se fue lentamente y él se quedó en la puerta hasta que hubo subido al ascensor y después de un rato se percató por la ventana que su coche se alejaba.

Ahora que lo pensaba, quizá debió haber sido menos duro con él, y haber pensado las cosas antes. Después de todo, lo único que quería Donghae, era ayudar a pasar esta situación.

Quizá si le hiciera entender que no quería haber tenido que pasar por esto, podría ser de más ayuda, porque después de todo, si él y Heechul debían fingir una relación, mejor fijarse en una pareja real para inspirarse, o al menos imitar sus conductas, porque ese era el trabajo de un actor.

Siwon desde chico quiso actuar, y por azares del destino, termino uniéndose a Super Junior y haciendo más que lo que soñó. Ahora, en su futuro veía la actuación tanto como veía el estar parado en un escenario, además Heechul también había optado por el camino de la actuación y estaban en ese barco juntos, así que si tenían que “aprender un guion” quizá deberían aprender el de Donghae y Eunhyuk, que si bien ellos ocultaban lo que tenían, y seria al revés la situación, podría ayudar a llevarlo con más “naturalidad” frente a las cámaras.

Incluso, para pagar sus culpas, podría prestarles las llaves del departamento que tenía al otro lado de la ciudad, pero se estaba adelantando a los hechos y era demasiado raro pensar en sus amigos en una relación, aun a estas alturas que llevaban cuatro años de noviazgo –hasta la palabra le sonaba rara—.

Quizá en otro momento debería disculparse, pero ahora era realmente apremiante hablar con Heenim debido a la decisión que se les venía: donde vivirían.

Camino por el pasillo, dejando atrás esos pensamientos acerca de Donghae y todo lo demás, y aferrándose a la resolución que había tomado el día anterior de intentar llevar todo con su hyung de la mejor forma posible y calmadamente, tener un año para incluso, hacerse más amigos de lo que ya era.

Sungmin salió de repente, asustándolo, pues estaba frente a su puerta, y por poco es su nariz la que recibe el golpe.

—   Lo siento, Siwonnie… ¿te pegue? – Los ojos grandes de Sungmin lo revisaban para asegurarse que no tenía heridas, pero estaba bien.

—   No te preocupes, estoy buscando a Heechul ¿sabes dónde está? – ¿quizá se hubiera ahorrado el recorrer la casa si hubiera preguntado directamente?

—   Creo que se está bañando… ah… voy a la cocina ¿quieres algo? ¿Ya comiste? – Recordó el ramen en la estufa y como hacía mucho que no comía la comida de Sungmin, no se pudo resistir.

—   No he comido, hyung…

—   Entonces te preparare algo – Sungmin, naturalmente era amable con todos, y con los menores incluso más – Lo dejo sobre la estufa si te tardas con Heechul.

—   Sí, gracias – no había comido en todo el día a causa de la sesión de fotos y realmente quería comer ya, pero no sabía si Heechul aceptaría comer mientras discutían todo aquello. Sungmin se fue, y escucho como reprendía a Kyuhyun por estar jugando.

—   Heechul, me dijeron que estabas… — La puerta del baño no estaba cerrada con seguro cuando intento abrirla, y dentro de este, Cinderella descansaba con toda su blanca presencia en la tina de baño de espuma.

Era gracioso, porque usualmente tendía a darse baños rápidos, pero allí estaba, tendido cuan largo era su amigo, y cubierto de agua y burbujas hasta el pecho.

¿Esto estaba bien? Supuestamente, eran una pareja, pero antes que nada eran amigos… pero no pensaba encontrarlo así.

—   ¿Qué sucede? – Heechul dejo caer todo el peso en su pie, debido al susto que posiblemente le había dado, oyó el retumbar de la tina y como las olas del agua se movían violentamente — Aaah… auch auch…

—   ¿Te hiciste daño? – Se acercó para revisarlo, y trato de no poner mucho sus manos sobre él, aunque necesitaba atención. Quizá si le recomendaba a su médico, podría ser de ayuda.

Hacía días que había estado entrenando para la película de ciclismo que tenía en puerta, y con ello, aprendió de esguinces y lesiones, había tenido unas el primer día, y no era nada agradable. Pensó también, que tenía una venda para los ligamentos del tobillo en algún lugar en su maleta, y que quizá le sirviera a Heechul.

Siguió examinando la herida, y Heechul le contó algo acerca de un accidente en la estación, pero que decidió pasar por alto, porque el tema de Puff salió a colación y no quería hablar de eso. De hecho, estaría mejor si hablaran del álbum, o de los programas que tenían menos WGM o de cualquier otra cosa…

Al final, decidió que debía poner en orden el hecho al que venía en primer lugar.

—   Soo Man hablo conmigo – le dijo mientras mantenía el tobillo entre sus manos y espiaba tras sus pestañas para saber la reacción de su hyung – Tenemos que elegir el departamento en el que viviremos, quieren que vayamos a verlo y de paso dejarnos ver por…

—   Ya sé, ni me lo digas. Esta semana no hemos estado muy productivos para los medios que digamos. No espere que fuera tan pronto – Heechul se veía cansado, molesto, y quizá algo más, pero no sabía que. Pero siempre su hyung era de esa manera cuando algo no le gustaba. Por algo lo conocía desde hacía mucho tiempo.

—   Igual prefiero estar instalado antes de que tenga que irme a grabar la película, por eso no puse objeción, pero aún podemos discutirlo – Trataría de hacer las cosas más fáciles, si él se podía ir mientras Heechul se acostumbraba a su nuevo departamento, sería algo agradable. A Heechul no le gustaba cambiar, además, estaba Heebum, quien era aún más especial que su dueño con las nuevas casas, y esperaba que se pudiera llevar bien con Bugsy.

—   Bien, déjame terminar aquí y vestirme, ¿vamos a hablar? – Heechul se levantó de la tina, y el dio un brinco lejos del borde, no era bonito cuando sus hyungs lo arrojaban al agua, y había aprendido a alejarse rápidamente, pero parecía que esta vez Heechul no tenía esas pretensiones.

—   Sí, tenemos que ponernos de acuerdo sobre las próximas salidas que haremos juntos, creo que todo esto nos ha puestos raros. Somos amigos, compañeros Heechul, podemos hacer esto. – Era hora de poner en palabras lo que había estado pensando durante mucho tiempo, y si era necesario vivir con él, podrían hacerlo. Ya habían vivido más de diez años juntos, y estar separados del resto del grupo no debía suponer un gran cambio.

—   Estoy de acuerdo. Te extrañe Simba –Hacia más de un año que el mayor no le llamaba así, y era lindo oírlo de su voz otra vez. Quizá habían estado muy distanciados, quizá habían dejado de ser tan amigos como antes, quizá deberían volver a ser cercanos…

—   Yo también – lo dijo sin pensar, pero era lo que realmente sentía, era todo lo que tenía en mente y la mano de Heechul apretada en la suya le hizo recordar algo — Por cierto… Creo que debemos llevarlos puestos. – La delgada argolla se deslizo con naturalidad en el dedo de Rella y este sonrió cínicamente, como si lo hubiera esperado, esa sonrisa que le asustaba, pero le gustaba, porque era sincera (parte de la sinceridad extrema que tenía su hyung), luego se puso la suya sin menores problemas y salió de allí oyendo a Heechul al final.

—   Cierto, debemos hacer el teatro completo –

La cocina ya estaba llena de gente, Sungmin había comenzado a hacerle algo para comer, y el olor había atraído a los osos, o más bien, al grupo completo.

Kangin y Kyuhyun estaban sentados en las mesas, viendo como Sungmin y Ryeowook cocinaban. Por su parte, Donghae, Eunhyuk y Shindong revisaban la carpeta con departamentos que le había dado Soo Man con mucho detenimiento. No había querido ocultar nada de sus amigos, pero no pensó que todo eso pasara así.

—   ¡Siwon-ah! – Kangin le palmeo la espalda cuando lo vio — ¿te mudaras con la fiera? Eres valiente… muy valiente – dijo ante los asentimientos de Kyuhyun, pues el evil maknae solo le tenía miedo a Heechul.

—   Este es bonito… y está cerca del rio – Donghae levanto una papeleta y se la mostró.

—   Sí, Hae, pero creo que queda muy cerca de la empresa, iug – Shindong recogió el papel de su mano y saco otro – Este está mejor.

Leeteuk se había ido ya, y estos eran los últimos días de su servicio militar, en una semana ya lo tendrían con ellos de nuevo, Henry y Zhoumi estaban en alguna grabación. Siwon se sentó en una silla, y de alguna forma, Kyuhyun termino con la cabeza apoyada en su hombro, viendo a todos moverse.

—   Siwon, ¿en verdad tienes que vivir con Heechul? – Con Hyukjae, los honoríficos eran nulos, porque tenían la misma edad, y desde siempre había sido así. Asintió con la cabeza al cuestionamiento, pues no sabía que más decir.

—   ¡YAH! ¡NIÑOS! ¡¿QUÉ HACEN CON ESO EN LAS MANOS?! – Heechul había llegado como bólido y arrebato los papeles al trio que los leía en ese momento — ¿Vamos a vivir aquí?

Siwon se encogió de hombros, no era un buen día para que las palabras fluyeran de su boca, era seguro.

—   En el que más te guste, estoy bien con cualquiera, Rella – aprovechando el que habían vuelto a sus nombres de años antes, Siwon uso su apodo, y el silencio en la cocina fue muy obvio. No entendía el porqué.

—   ¡YAAH! – Heechul espanto a todos con las manos, con esos gestos más propios de una mujer en la mediana edad que de un idol varón — ¡SE QUEMA LA COMIDA!

Heenim se hizo un espacio en la mesa donde estaban todos sentados y puso las fotos en orden.

¿La decisión la tomarían entre todos? Eso sería divertido, pues él estaba bien con el que fuera, pero ver a Heechul pelear, posiblemente con Donghae, por algo que de todos modos ganaría, no tenía precio.

Ryeowook puso un poco de espagueti con kimchi en la mesa, un poco de ramen y unos pedazos de pizza que habían en el refrigerador. Había pollo en otro plato y todos comenzaron a picar los recipientes.

—   Este me gusta – dijo al final con un pedazo de pollo en la boca – es lindo, no está lejos de aquí y tiene estacionamiento por el que entrar — Heechul le paso la hoja, evitando las manos curiosas de sus dongsaens y yendo directamente a Masi.

Siwon se rio un poco, porque de hecho, era el que más le gustaba a él también. Sin duda, sería más fácil de lo que pensaba vivir con él.

—   Y tiene dos habitaciones, hyung – dijo mentiras leía el papel, que en verdad, solo había visto por encima.

—   Claro ¡nada mejor! La gran estrella del espacio hace las mejores decisiones – Heechul se auto-alabo mientras metía otro trozo de Kimchi a su boca.

—   Pero hyung… — Donghae iba a empezar con sus argumentos, pero el mayor de todos lo calló justo a tiempo.

—   Cállate, pescado, o te meto los palillos en la garganta – Donghae hizo uno de esos pucheros y jalo la camiseta de Eunhyuk, quien, olímpicamente también lo ignoro.

El resto de la tarde fue similar, con todos parloteando acerca de muchas cosas que estaban por venir, y lo obligaron, Donghae y Eunhyuk, como de costumbre, a pasar la noche en el departamento.

*****

El día siguiente empezó bien, pues había dormido como no lo había hecho en meses, y descansado bastante. Llamo a la empresa para avisar de la decisión que habían tomado y no hubo ningún reclamo acerca de ello.

El desayuno corrió a cargo de él, no porque le dijera, sino porque tenía un rato que no hacía nada por ellos y llamo a un servicio que llevo desde hot cakes hasta huevos revueltos. Era divertido, y podía jugar con ellos, y si, extrañaba eso de vivir con ellos.

Pasado medio día, Heechul y él se arreglaron pues había ropa suya allí, y no entendía como, a menos que Donghae fuera el culpable, y salieron en su Audi rumbo al departamento que habían elegido, y que la empresa ya había confirmado.

De alguna forma, ambos habían terminado vestidos de negro con lentes de sol y al salir del coche, pudo notar un destello en uno de los lados de la carretera. Seguramente eso sería titular el día de mañana y empezaba el circo.

A su lado, Heechul se veía genuinamente contento, e imagino que es porque tendría más espacio para él. La puerta del frente se abrió y pudieron entrar, dejando atrás al mundo entero.

Continuará...