ENTRE LA IMAGINACIÓN Y LA REALIDAD _ Parte 4

 




– Es tu turno Bibble, pon tus manos en el rostro de la persona que tomaste. – el ejercicio continuo su curso sin percatarse que dos personas ya habían abandonado el salón.

Bibble estaba confiado, escuchar a Mile decir que esa persona era linda enseguida se imaginó que era Apo, porque Mile a nadie más le podía decir que era lindo. Así que apenas y toco el rostro de la persona que había agarrado.

– Dinos Bibble, ¿cómo es esta persona?

Bibble sin dudar dijo que era una persona cálida y de sonrisa sincera y brillante.

– Todos estamos de acuerdo contigo, su sonrisa es brillante.

Bibble procedió a quitarse la venda de los ojos y grande fue su sorpresa al ver de quien se trababa, y no, no era Apo quien estaba frente a él, sino Build que en ese preciso momento le daba una sonrisa brillante además de una mirada tímida.

Bibble miro hacia todos lados buscando a la persona que ocupaba sus pensamientos, pero esta no estaba por ningún lado, y casualmente Mile tampoco.

Pond los felicito y les dio un receso de unos minutos mientras se reunía con su equipo y organizar la siguiente actividad.

Build por su parte se había unido a Job y Bas quienes estaban a las grandes pláticas, hizo como que les ponía atención, pero sus pensamientos estaban en una persona distinta. Build no podía creer que Bibble se hubiera expresado de esa manera sobre él, él no creía ser lindo ni que su sonrisa fuera brillante, pero si Bibble lo decía debería de ser verdad. Se dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y ponía un mecho de cabello detrás de su oreja. Quizás podía tener una oportunidad con su compañero, hasta hace unos minutos no lo creería posible, pero al parecer no era así, tendría su tan ansiada oportunidad.

Pero un par de personas no gozaban de la felicidad que había entre sus compañeros.

Mile había seguido a Apo hasta los baños, al parecer Apo no se percató de esto, pues al entrar se encerró en unos de los cubículos y empezó a hablar sin parar. Mile no entendía nada, pues Apo aparte de hablar un poco bajo hablaba muy rápido y algunas oraciones al parecer las decía en inglés, pues es cuando Mile menos entendía.

De repente Mile escucho un estruendo dentro del cubículo, era Apo que había asestado un golpe en la puerta, de ahí solo hubo silencio. Por un minuto no se escuchó nada más, por eso Mile se atrevió a hablar.

– Nong Po... ¿estás bien?

La voz de Mile resonaba al otro lado de la puerta. Apo se congeló a pesar que su mano dolía, ¿Lo había seguido? ¿No estaba feliz con Build y Bibble? Aunque le daba algún mérito que lo hubiera seguido. Aun así, Apo se reprochaba el sentirse como lo hacía en ese momento y no le gustaba nada que Mile... Todo de él le afecta de esa forma. Apo no sabía si sobreviviría cuerdo a todo esto durante la serie. Necesitaba tranquilizarse.

– Po, puedes salir para ver qué estés bien. Estoy preocupado. – bien, esa era una petición razonable, aunque Apo esperaba que no hubiera escuchado mucho de lo que dijo antes.

Al abrir la puerta, ahí estaba Mile esperando por él. En seguida tomo sus manos hasta dar con su piel rojiza del golpe que había asestado.

– Te hiciste daño. ¿Qué sucedió ahí dentro? – atino a decir mientas que con ambas manos masajeaba la zona adolorida, mandando un montón de señales al cuerpo de Apo que no deseaba en ese momento.

– ¿Qué escuchaste?

– Nada. Solo un golpe. – contesto Mile dudando, cosa que no le creía Apo, pero agradecía que lo hiciera. Eso le ponía las cosas más fáciles para huir de ahí.

– Estoy bien, volvamos.

– Espera, ya les he dicho a todos que nos vamos. Voy a llevarte a casa.

– ¿Qué hiciste qué? – la huida de Apo no iba a poder ser.

Mile estaba seguro que lo último que deseaba Apo era estar con él, por pena o por enojo, si bien había escuchado, su Nong estaba realmente molesto con él y deseaba averiguar por qué. Aunque se daba una idea.

– Vamos. – Mile hizo por llevarlo de la mano, pero Apo no se dejó.

– Espera, siempre me voy con Bibble.

– Pues está vez irás conmigo. – Mile respondió molesto al escuchar ese nombre de su boca.

– ¿Es una orden? – si tenía alguna duda, esto le dejo muy claro a Mile que estaba molesto y que Apo no se lo iba a poner fácil, pero él tampoco.

– Digamos que también soy tú jefe. Es mi responsabilidad cuidar de los que trabajan para mí. – Mile sabía que esto era cruel, pero en ese momento no tenía otra opción si Apo no quería cooperar.

Apo abrió su boca, pero no se le ocurrió nada, así que solo pudo obedecer.

– Iré por mis cosas.

– Ya las traen. – eso sí que sorprendió a Apo, tan seguro estaba su P' que iría con él.

Caminaron hacia la salida y del cuerpo de Apo parecía salir la poca tranquilidad que había ganado y volver toda la molestia que sintió antes, pues Build estaba esperando con sus cosas. En seguida vio que también Bibble lo acompañaba, ¿Qué ese chico "Lindo" ahora era íntimo amigo de todos?

– P'Pond dijo que trajera tus cosas. – Build le dijo a Apo tendiendo si bolso.

– Gracias.

– Es una lástima, iremos todos a cenar después de esto.

– Otro día será Build. – Mile fue quien le respondió a Build. – Volveremos a ir todos juntos. – y esa sonrisa que le dedico Mile a Build le hizo doler el estómago a Apo.

– ¿Te sientes mal? - Bibble estaba en verdad preocupado por él, intentaba tocar su frente para sentir su temperatura.

– Estará bien, te lo prometo. – dijo Mile interceptando su mano para que no llegara a Apo. – Nos vamos.

Y tomando de la cintura a Apo, lo guío hasta su coche sin mirar atrás.

Dentro del auto y en el silencio, Apo comenzó a tranquilizarse al darse cuenta de lo que estaba haciendo. No estaba bien, pero no podía negarse que todo lo de Mile le afectaba. Lo peor es que él no era así. Siempre ha sido una persona de paz, debía recomponerse.

En todo esto iba pensando, cuando se dio cuenta que iban por otro camino y no al de su casa.

– ¿Dónde vamos?

– Iremos a cenar. Debo cuidar bien de ti, ¿Recuerdas?

– Pero...

– Nada de peros. Mañana tenemos la primera lectura del guion, debes estar fuerte y bien dormido.

– Es eso... – Apo le dio pesar que solo se tratara de trabajo y Mile pudo darse cuenta.

– Sí, y también porque podemos hablar un poco, recordar viejos tiempos y conocer al nuevo Apo que está ante mí.

Bien, la sola idea le encantó a Apo, pero estaba muy nervioso, ese era uno de los efectos que Mile causaba en él. No podía creer que después de tanto tiempo casi todo siguiera igual. En aquel entonces había tenido tantos sentimientos por Mile que sentía que se desbordaban por su cuerpo, al parecer la distancia solo los había acrecentado y lo comprobó solo al verlo de nuevo.

– Y... ¿Hace mucho tiempo que llegaste de NY?

– Eh, no mucho, quizás un par de semanas. – respondió y al mismo tiempo se preguntaba cómo es que Mile sabía que estaba en NY. – ¿cómo sabes que estaba allá?

– Oh, bueno. Lo supe cuando estaba en una reunión con el equipo, sí ahí. – Mile jamás le iba a dejar saber a Apo que ha sido por mucho tiempo su stalker personal.

Apo estaba desconcertado por sus reacciones frente a Mile. Si bien es cierto que su amor por él era la razón, había algo más. No era posible que teniendo a Mile a poca distancia simplemente su cuerpo se paralizaba...él no era así, pero de alguna forma entendía su cuerpo, Mile simplemente lo tenía mal. Apo se sentía como una fan delante de su artista favorito, que simplemente se quedaba ahí observándolo mientras este le regalaba una sonrisa que hacía latir su corazón a mil por hora.

El problema es que también se sentía desconcertado por las acciones de Mile para con Build. No podía negar lo que Mile dijo, Build era lindo y tenía una hermosa sonrisa, cualquiera se enamoraría de él... ¿pero por qué tenía que ser su Mile precisamente?, no era justo, la vida no podía ensañarse con él dos veces. Ya lo había padecido, no quería hacerlo de nuevo.

Pero por otra parte creía entenderlo, al final era la vida de Mile, él no era más que un trabajador y compañero más.

– Llegamos. Espero que este lugar sea de tu agrado. – Mile lo saco de sus lamentables pensamientos y lo vio salir del auto. Estaba quitando el cinturón de seguridad y tomando sus cosas, cuando vio que abrían su puerta. – Te ayudo.

Un sonrojo se instaló en Apo, Mile le había abierto la puerta del auto y además le tendió la mano para ayudarlo a salir. Hey, que él no era una damisela en aprietos, pero no iba a negar que ese gesto le gusto demasiado. Le dio la mano a Mile y salió del auto con una leve sonrisa. Sin quererlo de verdad intentó soltar la mano que lo sostenía, pero este solo lo sujeto más fuerte. Y justo estás eran el tipo de acciones que hacía revolotear su corazón, esas acciones que él sabía a ciencia cierta que eran para él.

Al llegar enseguida los acomodaron en una mesa, pues Mile ya había hecho una reservación. El ambiente era muy agradable, a decir verdad, era el tipo de lugares que Apo frecuentaba. Tener este tipo de gustos en común alegraba su corazón.

Mientras esperábamos la cena empezaron a platicar. Aunque Apo en lo que más ponía atención era a esos labios, esos labios apetecibles que formaban la sonrisa que lo volvía loco.

– Te recuerdo muy bien, sigues igual de guapo que en aquel entonces. – dijo Mile con una sonrisa. Apo quedo sorprendido, con esta ya era la segunda vez que Mile le decía guapo.

– Tú también...o sea, me refiero a que sigues igual a como te recordaba. – oh Apo, antes no hablabas y justo ahora dices lo primero que te viene a la cabeza, contrólate.

– Gracias, pero debo decir que estar fuera de Tailandia te sentó muy bien, incluso has regresado a la actuación.

– Sí, bueno...vivir en un ambiente y con personas diferentes ayudas mucho. Tuve un trabajo de bartender sabes, y ahí se conoce a muchas personas y se aprende mucho.

– O sea que si vamos a mi casa y te pido que me prepares una bebida... ¿puedes hacerlo? – Apo no sabía qué le sorprendía más, lo bien que se sentía hablando con Mile de su vida en NY...o que Mile indirectamente lo invito a su casa.

Fue el momento el que el mesero escogió para llegar con su comida, pero Apo quería responder.

– Sí...podría hacerlo. Si tienes lo necesario– le dijo Apo con una sonrisa coqueta. No quiso mirarlo, pues no quería delatarse.

– Créeme...tengo lo que necesitas y quizás más. – le respondió Mile con una sonrisa y viéndolo, Apo no quería levantar la mirada, pero sentir a Mile mirarlo no le dejaba otra opción, y tenía razón. La mirada que Mile le daba era penetrante y podía decir que sensual.

– Ok...quizás un día.

– ¿Por qué no ahora? – esa pregunta dibujo una sonrisa en el rostro de Apo. Oh, Mile podría pedirle lo que quisiera y Apo lo haría.

– No creo, nos citaron muy temprano mañana, así que debemos estar descansados.

– Tienes razón. Aunque es una lástima, quizás otro día. Te tomaré la palabra. – Mile podría tomar de él todo y solo le diría que sí.

Terminaron su cena entre platica casual, hablando de sus compañeros, compartiendo gustos, coqueteos sutiles que Apo creyó y que no desaprovechó, pues en cuanto tenía la oportunidad él también lo hacía.

El viaje hacia la casa de Apo fue más relajado que el del restaurante. Siguiendo las indicaciones de Apo llegaron, continuaron platicando unos minutos más en el auto. Ya que Apo había dejado su auto en la productora, Mile se ofreció a llevarlo la mañana siguiente el cual acepto, después de esta noche no podía dejar pasar ni una oportunidad, él sentía que ya había ganado terreno y no se la iba a dejar fácil a Build por muy lindo que este fuera. Entró a su edificio muy emocionado, esta era una de las mejores noches de su vida. Sentía que el corazón se le saldría, no cabía en su pecho.

Por su parte Mile estaba igual de feliz o incluso más, después del arranque de Apo no pensó que avanzaría tanto en un anoche. Ahora no solo tenía el line de Apo, sino que además mañana sería su chofer personal y muy pronto lo iba a tener en su departamento para él solito. El día de mañana pintaba para ser un día maravilloso.

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