Es que mi corazón llora
cuando llueve
Igual que el día en que
te fuiste,
Hace mucho tiempo.
…Rain and You
Heechul
estaba todo enredado en cinta en la parte de arriba, sus brazos pegados a los
costados encintados a la altura del pecho y sus manos. Pero también pudo notar
moretones en su blanca piel producto de los golpes que había recibido, se
notaban demasiado grandes seguramente debían dolerle.
— Veré que puedo hacer con toda esta
cinta —dijo muy serio Siwon mientras sacaba su navaja de bolsillo.
— Oye Choi, tu auto es bastante
amplio…
«¿Por qué había dicho eso?» pensó Heechul, se sintió muy tonto
intentando sacar platica de esa manera.
Por mucho
tiempo, Heechul extraño a su amigo echándolo mucho de menos, no supo cómo es
que jamás pudo volver a confiar en alguien como lo había hecho con Siwon. Llegó
a pensar que quizás esto solo lo había sentido él y por mucho se sintió tonto.
Después de
que la vida lo enfrentara a muchas cosas, Heechul se dio cuenta que las
decisiones que habían sido tomadas por su padre no era lo que él hubiera
deseado. Entonces comenzó a creer firmemente, que si por él fuera jamás se
habría alejado de Siwon, sin embargo era un niño haciendo caso a su padre en
esos momentos.
Había
pasado mucho tiempo desde la última vez que había visto a Siwon, justo después
de esa pelea y pensó que no volvería a verlo más. Sin embargo, por algo muy
fuerte tuvo que hacerlo, alejarse de Siwon, se propuso mantenerse lo más
alejado posible de él. Porque cuando se dio cuenta ya no veía de igual manera a
su ex amigo, quizás lo que le sucedió le afecto la razón o era solo que Siwon
le recordaba toda esa estabilidad, felicidad y confianza que Heechul deseaba en
esos momentos.
Fue cuando
Heechul se obligó a sí mismo a no verlo más, ya que se estaban despertando esos
sentimientos desconocidos por él. Por eso trataba de no encontrárselo y si
llegaba a topárselo lo ignoraba.
— ¿Lo lograste? —preguntó Heechul algo
impaciente.
— Ya casi —respondió Siwon, sintiéndose
más acalorado por momentos.
Heechul
estaba frente a él de rodillas sobre el asiento por lo que Siwon tenía una
visión deliciosa de su trasero, demonios; no se atrevía a seguir pensando en
eso.
— Te puedo apostar que te estás
preguntando porque llegue a esta situación.
— Si te refieres a estar casi en cuatro
patas en el asiento trasero de mi auto —bromeo Siwon.
— Muy gracioso, hahaha —contesto
Heechul, aunque si se había reído por la ocurrencia— No es eso, me refiero a
que huyera de mi familia.
Siwon había cortado la última cinta de la parte de arriba, pero se retrasó deliberadamente, fingiendo que tenía dificultades; esta charla se estaba volviendo interesante y además hablaban como si fueran los mejores amigos que eran antes de separarse.
— Supongo que tengo un poco de
curiosidad —acepto Siwon.
— Te contare en cuanto me hayas liberado
de estos malditos amarres y haya ido a lavarme la cara. Pero lo más seguro es
que te parezca ridículo.
— Huir de tu propia familia para evitar
tu boda es algo muy serio —le aseguro Siwon.
— Lo sé —dijo Heechul con un suspiro— ¿Sigues
con los amarres? Ya siento que aflojaron.
— Ya termine —había liberado sus manos y
brazos— ahora vamos con las de las piernas.
— Gracias, ¿así estoy bien? —pregunto
Heechul, que se había girado sobre el asiento colocando sus piernas sobre las
de Siwon.
Estas sí
que estaban más apretadas, Siwon se ayudaba de la navaja, manos y hasta su boca
tuvo que intervenir. En eso estaba, inclinado con la cinta en la boca cuando
sintió la mano de Heechul en su cabeza, supuso que se sostenía pero después
cuando comenzó acariciar su cabello, no entendió porque pero se puso nervioso.
Se sentía
bien tener su cabello entre sus dedos, era suave, abundante y el aroma que
despedía era tal como lo recordaba. Heechul no supo cómo sus manos terminaron
en el cabello del Choi y mucho menos porque lo acariciaba de aquella forma;
solo sabía que se sentía muy bien. Era como si aquel acto lo calmara y transportara
a un lugar seguro, se dio cuenta que antes de que todo acabara, estar con Siwon
era el lugar más seguro de todos.
Siwon
quiso acabar pronto con la tarea, se levantó tomando la cinta de los pies con
ambas manos estirándola lo más que pudo.
— Ahora puedes sacar las piernas de la
cinta tú mismo, están flojas —y dicho esto Siwon salió del auto rápidamente.
— Gracias —Heechul termino de quitarse
las cintas por sí mismo y bajo del auto.
— ¿Te encuentras bien? pude notar que te
golpearon —tener tan cerca al Kim no era buena idea, se le veía tan bello
acomodándose todo, la ropa, el cabello.
— Sí, no te preocupes, estoy
acostumbrado recuerdas… tú mismo lo comprobaste más de una vez, que me veas
vestido diferente ahora no quiere decir que no sea capaz de resistir algunos golpes,
soy el mismo Kim Heechul.
— Yo solo me aseguraba que no estuvieras
herido, si no tendríamos que pasar por algún hospital.
— Créeme que no tengo el menor interés
en que eso me ocurra, las salas de urgencias de los hospitales son una
pesadilla.
— Olvidaba que odias los hospitales —Siwon
ahora recordaba ese detalle.
— Las personas no cambiamos del todo.
— Cierto, por eso no intentes huir, que
te alcanzare y no seré tan amable como ahora —le advirtió Siwon— Estaré en la
puerta de los aseos y te esperaré ahí.
— Muy bien —le respondió Heechul
haciendo un saludo militar con su mano, para después encaminarse al baño.
Toda esa
charla y la cercanía con Heechul le hicieron recordar los días en los que
habían sido muy amigos, cuando era incapaz de mantenerse lejos de él y su
compañía. Pero aquellos días se habían acabado, y ahora Heechul estaba
comprometido con su hermano menor. Siwon se tenía que esforzar para tratarlo
como un profesional y llevarlo a su destino para terminar con esto.
Aunque
preocuparse un poco por Heechul no era poco profesional ya que finalmente
serian familia y a la familia se le debe tratar de lo mejor. Por lo que Siwon
fue a la tienda del parador, compro unas bebidas y una crema para los moretones
de Heechul que debían dolerle. Regreso al auto dejando las bebidas y se
encamino al baño, entro buscando a Heechul y se alivió de encontrarlo en uno de
los retretes con la puerta cerrada.
— Toma te traje esto —le dijo Siwon
mientras le pasaba la crema por debajo de la puerta.
— ¿Qué es?
— Solo póntelo en los golpes, te
aliviara el dolor y borrara tus moretones pronto.
— ¡Oh! Gracias Simba.
¡Simba! Ese
es el apodo que se había ganado por parte de Heechul. ¿Ya eran cercanos ahora?
Aunque a Siwon esta situación le divertía.
— Es mejor que te apures Rella —le siguió
el juego, pues así le respondía a Heechul, cada que le llamaba Simba.
— Si tan solo pudiera alcanzarme la
espalda —y dicho esto salía del baño con la playera enredada en sus brazos y su
espalda desnuda.
Siwon pudo
ver su espalda descubierta y su torso desnudo. Trago saliva y se dedicó a
contemplar la blancura y el brillo de su piel.
— Ayuda Simba —lo saco de su transe,
tomando el tubo de crema que Heechul le ofrecía.
— Cla… claro —puso en aprietos a Siwon.
Como lo
había imaginado, el tacto de esa blanca piel era muy suave, por lo que Siwon se
recreó los sentidos en aquella puesta de crema sobre la piel de Heechul.
— Listo —con pena Siwon termino su tarea.
— Sabes Simba —hablaba Heechul mientras
se vestía la playera— Antes me sentía incómodo por estar contigo, me preguntaba
por qué de todos tenías que haber sido tu precisamente, pero… ahora me alegro
de que hayas sido tu
Heechul lo
miraba de un modo que amenazaba con derretirlo aunque no intencional más bien
sinceramente. Siwon trago saliva y se obligó a no darle demasiada importancia a
aquella declaración. Pero no pudo impedirlo, y el corazón empezó a latirle con
fuerza.
Salieron
del baño para dirigirse al coche.
— ¿Estas mejor? —pregunto Siwon,
pareciendo de lo más normal.
— Mucho mejor, gracias —Heechul estaba ante
el coche— ¿Te importaría que me sentara adelante contigo? Digo, así podríamos
hablar con más facilidad y no me sentiría solo ahí atrás.
— Está bien, pero por favor —hablaba
Siwon mientras ladeaba su cabeza quedando muy cerca de Heechul— No hagas nada
que me haga arrepentirme de mi decisión —a lo que Heechul solo sonrió.
Siwon
encendió la calefacción del coche, estaba oscureciendo y hacía frío en el
interior del vehículo… aunque él no lo sintiera en absoluto, sobre todo al
pensar en la mirada de Heechul.
— No te meteré en problemas. Fingiremos
que somos un par de amigos en un viaje de paseo —agrego Heechul.
— De acuerdo —Siwon ya había subido al
coche también y en un momento ya estaban de nuevo en la carretera.
— Qué agradable es esto todo esto —dijo Heechul,
recorrían la carretera con el sol ocultándose.
— ¿Tienes hambre Rella? —preguntó Siwon
después de un rato— Ya casi es hora de cenar.
— Un poco; me conformaría hasta con una
hamburguesa —para ambos era su comida favorita de todos los tiempos.
— Conozco un lugar por aquí, ya estamos
muy cerca —le confesó Siwon.
— ¿Que no sabes tú? Simba recorres mucho
este camino… quizás has tenido que perseguir algún otro además de mi —Siwon
soltó una carcajada.
— Claro que no, solo que estas
hamburguesas son lo mejor que me he podido encontrar, ya lo veraz por ti mismo
y me darás la razón —le aseguro— No te importa si pedimos para llevar —Siwon no
podía darle oportunidad de escapar.
— No, por mi está bien.
— Aparcare el coche y pediremos en la
ventanilla —Siwon se volteo a verlo y con un poco de duda continuo— Has
cambiado mucho en estos años.
— Solo en los últimos años quise cambiar
todo mi mundo, tenía que hacerlo pero mírame donde estoy.
— A pesar de todo yo te veo muy bien —lo
animo Siwon— Además tenías un plan, ¿no?
— De qué sirve ahora, me han atrapado.
— ¿Por qué huiste Rella?
— Creo que llegue a un punto en que no
deseo la vida que mi padre quiere para mí —Heechul se volteo y miro
directamente los ojos de Siwon— Tengo una magnifica carrera la cual me gustaría
utilizar sin que sea para dañar a alguien o para tener que encubrir algo malo
que hizo mi padre; ya no quiero esa vida de gánster, mafia, dinero y zozobra…
deseo algo más, algo que me llene.
— Lo sé —asintió Siwon.
— ¿Tú también lo has sentido?
— Algunas veces, pero después me pongo a
pensar en mi familia…
Siwon tenía
muy arraigado el sentido de la obligación y respeto hacia su familia, cosa que
Heechul siempre supo, por eso no se le hacía extraño que pensara de esa forma.
— Simba, la familia siempre estará ahí,
pero nuestra vida se va y con ella nuestros sueños, el tiempo para hacer lo que
deseamos es ahora.
— ¿Y tú plan?
— ¡Ah! Es por ese plan que mi padre
mando por mí.
— ¿Cómo?
— Hackie su base general… mi propio
padre me tiene miedo sabes —podía escucharse la ironía en la voz de Heechul— Me
dio estudios y nunca se preocupó en preguntar que estudiaba, así que cuando le
confesé que era un experto en inteligencia cibernética, quiso utilizarme para
algunas cosas. La mayoría de las veces me negaba, pero había otras que no…
entonces…
— ¿Entonces?
— Pronto vio que no podía hacer conmigo
todo lo que deseaba, me relego a andar en las calles mejor. Aunque yo ya había
hecho mi parte.
Siwon no
dejaba de sorprenderse con este Heechul, que al parecer todo su ser se revelaba
contra lo que su padre hacía.
— Tengo toda la información de sus
negocios, clientes, contactos, todo… y por eso tengo que volver. Aunque ya no
tengo esa información conmigo, está en un muy buen lugar, tengo que protegerme.
— ¿Piensas seguir dando pelea? —pregunto
Siwon.
— Hasta el último momento, sé que si esa
boda se realiza, jamás podré salirme de esto.
Siwon
también más de una vez se había planeado salirse de estos negocios, pero no
terminaba de entender porque lo hacia Heechul. Entonces se le quedo viendo
tratando de saber que era lo que le había sucedido para que su decisión fuera
firme. Adivinando sus pensamientos, como muchas veces lo hizo en su infancia,
Heechul adivino su pregunta.
— Quieres saber porque, ¿verdad?
— Algo muy malo debió pasarte —y como
siempre Siwon adivinaba los sentimientos de Heechul.
— Debes odiarme, ¿verdad Siwon? —en los
ojos de Heechul había melancolía— Ese día yo en verdad no deseaba golpearte, en
esos momentos saque todo lo que sentía de la peor forma.
— No te odio y en esos momentos tampoco
te odie, solo que siempre quise saber porque tu mirada me decía tantas cosas
mientras me golpeabas. Quise comprenderte y te disculpe —Siwon sonrió— No te
odio… debo confesarte que hasta te extrañe.
— Gracias, yo también extrañe a mi
amigo, te extrañe simba.
Y un
silencio se instaló entre ambos, silencio que para cualquiera sería bastante incómodo.
Pero para ellos fue un silencio reparador, un silencio que los volvía a unir.
Quizás no en una amistad como antes, esta vez tal vez sería muy diferente y
acorde a sus experiencias. Siwon rompió el silencio.
— ¿Que te sucedió ese día Heechul? —pregunto
intrigado.
— Unos años después que dejamos de ser
amigos, recuerdas que comencé a cambiar físicamente —Siwon asintió— Mi familia
también se dio cuenta de eso como nuestros compañeros, por lo que decidieron que
yo peligraba mucho en este negocio y que más de alguno podría utilizarme para
hacerse de los Kim.
— Claro, tenían miedo de que te
utilizaran —Siwon se imaginó el miedo del Sr Kim de que su hijo más preciado
fuera secuestrado o raptado, y que esto fuera utilizado para chantajearlo.
— Mi padre creía que mi inteligencia era
igual que mi apariencia… —Heechul le ponía muy triste hablar de eso, Siwon
podía notarlo.
— Que tontos —dijo Siwon— Creo que no te
conocían tanto como yo, conozco muy bien los alcances de tu inteligencia.
— Gracias Simba. Ahora mi padre sabe de
lo que soy capaz de hacer —una media sonrisa de satisfacción se asomaba en el
rostro de Heechul.
— Bien hecho —a Heechul no le sorprendo que Siwon lo alentara.
— Por ese entonces yo estaba muy cuidado
y vigilado, me sobreprotegían hasta que… en una de las tantas fiestas que daba
mi padre para sus socios, de esas fiestas con las que quieren tapar el sol y
esconder todas sus fechorías. Ya sabes, esas fiestas en las que hasta los
políticos asisten.
— Si, ya se —contesto Siwon irónico sin
despegar los ojos de la carretera, conocía muy bien ese tipo de fiestas; él
también las había tenido que sufrir, un ambiente frio, falso e hipócrita en que
sus padres se desenvolvían.
— Aún tengo pesadillas —Heechul agacho
su mirada.
Siwon
sabía que algo muy difícil estaba por confesarle su ex amigo, podía ver a
Heechul remontarse hasta aquello que le había sucedió perdiendo la vista en la
carretera para después ver como su cuerpo se estremecía. Poso una de sus manos
sobre las de Heechul para darle apoyo y ánimos de que continuara.
— Puedes confiar en mi Rella —aquel
susurro fue muy cálido.
— Fui violado Simba — Heechul se confesó.
— ¡¿Qué?!
CONTINUARÁ...
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