Te Adivine… Capítulo 15 Final

“Siwon, Siwon, ¡Siwon!”

Todo se está poniendo oscuro. Tengo miedo.

Le llamó y él no viene. 

Quiero estar con Siwon pero alguien me retiene y mi brazo comienza a doler.

Es más oscuro todavía.

“Siwon, Siwon… Le llamo aun estando dormido.”

Escucho ruidos a mí alrededor, pies moviéndose y cosas siendo movidas. A lo lejos alguien llora y quiero despertar. No puedo hacerlo. 

Vaya, tenían razón, algunas cosas podemos escucharlas aun estando dormidos, sin querer estarlo. Todo es tan confuso.

Todavía me duele un poco la forma en que esto ha terminado. Se suponía que solo era una visita, la primera de muchas que habría, ¿Qué sucedió? ¿Por qué Siwon tuvo que…

Oh Dios, no. Por favor, por favor.

“Siwon, tú eres la fuente de mi energía, la fuerza que me impulsa, tú amor me hace feliz y sentir vivo, por favor, no sueltes mi mano nunca.”

–      Siwon… te necesito… justo aquí conmigo… a nuestro lado.

Sé que alguien me escucha porque toma mi mano. No tengo idea de quien sea. Mi garganta duele, más no puedo despertar, es como si algo mantuviera mis ojos cerrados y mi mente atontada.

–      Tranquilo, todo pasará. – asiento a sus palabras.

Tal vez si duermo un poco más, pueda despertar pronto.

*****

Sé que estoy dormido porque nada de lo que veo es como lo que he estado viviendo. La habitación aun es blanca, demasiado blanca y brillante, no parece de hospital. La cama donde estoy sentado se siente como una nube de tan suave que está y las sabanas, parecen ser el más blancas aún.

La luz entrando por los grandes ventanales incluso no dejan ver lo que hay afuera. Mis manos, las muevo un poco. Mis manos al moverse dejan una estela luminosa. Es sorprendente y hasta un poco gracioso, porque presiento que estoy alucinando.

Espero no haber enloquecido.

Aunque, se siente bien. ¿Qué pasó?

No me preocupo mucho en recordar porque Siwon está aquí durmiendo a mi lado. Se lo ve muy bien, durmiendo plácidamente mientras sonríe entre sueños y al verlo, algo en mi corazón se anuda, las lágrimas comienzan a salir sin poderlas contener.

He hecho mal con Siwon desde el comienzo pero espero enmendarlo. Porque lo amo, por nuestro bebé, Siwon merece eso y más por haberme soportado todo este tiempo.

Está aquí a mi lado, conmigo pero…

–      Sé que no pude consolar tus pequeñas decepciones o tristezas mi amor… - me inclino sobre él y me abrazo a su cuerpo dormido –. Tampoco pude darme cuenta de tus profundas tristezas y decepciones causadas por mí.

Contengo mis lágrimas cuando siento que Siwon me abraza apretándome a su cuerpo. Puedo verlo, aún sigue dormido.

–      Perdóname Siwon, perdón. – no encuentro más palabras que decir, mis palabras se bloquean cuando deberían de fluir, porque siento que no hay más palabras que expresen cuanto lo siento.

Presiento que todo esto es un sueño. Ojala que nada de esto fuera un sueño, porque de esa forma no terminaría. Estaríamos por siempre en esta cama, abrazados, amándonos como nos amamos, despertando cada día uno al lado del otro. Cada día sería igual por siempre y para siempre, eso quisiera.

Siendo un sueño, incluso ahora podría detenerse y perderlo todo.

No quiero…

–      No me dejes Siwon, no me dejes. – me remuevo en la cama.

–      Duerme bebé, duerme. Aquí estaré cuando despiertes. – Siwon dice intentando calmarme mientras toma mi mano y la acaricia.

–      ¿Por qué estás tan seguro?

–      Tú estás aquí. No iría a ningún lado sin ti, lo prometí, ¿recuerdas? – Siwon sonríe, aunque no lo puedo ver, sé que sonríe.

–      Siempre sabes que decir. Te amo Siwon.

–      Yo también te amo.

Siwon continua a mi lado y a pesar de lo feliz que me siento por estar en sus brazos, algo me falta. Mis manos sintiendo mi estomago plano y suave.

¡Mi bebé, no puedo sentir mi bebé!

Termino sentado sobre la cama y comienzo a angustiarme, aunque todo esto es un sueño, se siente tan real. Sobre todo el saber que si me quedo aquí, Siwon estará a mi lado para siempre, pero si no me voy, dejaré de sentir a mi bebé. Nuestro bebé.

Siwon ama a nuestro bebé. ¡No lo puedo perder! Nunca me lo perdonaría.

–      Mi bebé… no, ¡Mi bebé!

Comienzo a escuchar ruidos a mí alrededor, ruidos que no estaban ahí antes, que por algún motivo sé que ya no son sueño, se escuchan tan reales. Suspiros, voces, sonidos extraños que no puedo descifrar de donde provienen. Quiero abrir mis ojos pero me cuesta un poco de trabajo, estoy asustado por mi bebé, esos ruidos me asustan.

Estoy  a punto de llorar, cuando mis ojos de repente se abren y al momento la claridad hace que los vuelva a cerrar. No sé cuánto tiempo he estado dormido ni cuanto tiempo ha pasado.

Poco a poco abro mis ojos de nuevo.

–      Mi bebé… - escucho como alguien se mueve a mí alrededor hasta acercarse.

Mi boca está seca que casi me cuesta hablar y cuando trato de moverme no puedo hacerlo.

–      Mi bebé, por favor… - estoy llorando, realmente lo estoy haciendo. Sigo asustado a pesar de haber despertado.

–      Heechul, lo lograste, abriste tus ojos. – lo celebra con una voz quebrada, él también está llorando –. Ya fueron avisar al doctor Lee, espera un poco.

–      Jungmo, ¿y mi bebé?

Jungmo continúa llorando me abraza con cuidado, ¿Por qué llora? Mi corazón se oprime al recordar lo que sucedió con Siwon en terapia intensiva.

–      ¿Cómo está Siwon?

–      Por favor Heechul, tranquilízate. No te pongas mal de nuevo.

–      Siwon… – cierro mis ojos tratando de evitar las lágrimas.

Por favor, por favor Dios, que Siwon esté bien.

*****

Siwon POV

Un milagro… los doctores decían que había me había sucedido un milagro y yo estaba de acuerdo en eso.

El milagro se llama amor.

Y a pesar que me encontraba en un estado inconsciente, pude escucharlo y por eso estar de regreso. Solo que cuando desperté Heechul ya no estaba a mi lado.

Medicamente se encontraban maravillados que yo no tuviera ninguna secuela seria, mis recuerdos no eran del todo claros sobre el accidente sin embargo mis recuerdos antes de eso estaban muy bien, la forma de hablar y mover mi cuerpo era un poco difícil y cansado. A pesar de no estar del todo bien, podía sentir los estímulos a los que el doctor me enfrentaba y las pruebas que me hicieron posteriormente.

La operación en la reconstrucción de mi pierna había sido un éxito según las palabras del doctor, mi pierna se encontraba enyesada y parte de mi pecho vendado por la operación en la clavícula, además de una muñeca inmovilizada. Tendría que tomar rehabilitación física para volver a caminar normalmente por lo que había logrado escuchar, ya que si bien el golpe no había dañado mi columna, había sido algo fuerte y los días en cama no ayudaban.

A pesar de no haber sufrido un grave trauma, las funciones de mi cuerpo tardarían un poco en normalizarse. El doctor dijo que eso pasaría y se normalizaría con el transcurso de los días.

Además realizaron todo tipo de pruebas. Después de todo había estado en coma aunque fuera por poco tiempo, cosa que me valió para que mi cerebro no resultara tan afectado, porque cuanto más hubiera durado el coma mayor habría sido la posibilidad de presentar secuelas más serias.

El proceso de recuperación seria lento, no es como si fuera a volver a mi vida normal en unos días, sin embargo el pronóstico es bastante alentador.

Jungsoo fue quien me explico lo que había sucedido el día del accidente. Algo extrañado lo escuche hasta el final porque jamás he sido una persona descuidada o distraída mientras estoy trabajando, ya que muchas personas dependen de mí. Y si quiero que mi personal este al cien, en este tipo de trabajo, el ejemplo debo ser yo. Sin embargo al parecer ese día me encontraba distraído.

Al principio, cuando recién había despertado, me encontraba realmente cansado. Las cortas visitas que tenía variaban entre los doctores, mi hermano Zhou Mi y Jungsoo, por lo que vi en las pocas veces que me encontraba despierto. Conforme fueron pasando los días mi estado de conciencia fue mejorando, podía soportar estar despierto por más tiempo y mi estado de sueño se fue normalizando, entonces fue cuando comencé a preguntar sobre Heechul.

¿Por qué no había venido? La respuesta a esta pregunta no me gustó mucho.

–      Por su estado, no debería decírselo a usted señor Choi, esto podría causarle un estrés o agobiarlo cuando está en plena recuperación. Haremos una excepción por lo especial de su caso y de su pareja. – me explicaba mi doctor, el doctor Shindong junto al doctor de Heechul, el doctor Donghae.

Y era verdad, en mi estado podría ser muy peligroso alguna reacción brusca de mi parte, pero más me inquietaba no saber de Heechul.  Mi hermano, Zhou Mi, se encuentra a mi lado apretando mi mano, él es quien ha dado la autorización para que se me informara sobre Heechul.

El doctor me explicó cómo es que había reaccionado Heechul cuando tuve una crisis justo antes de despertar en la UCI, sobre lo alterado que se había puesto y como lo tuvieron que manejar por su estado.

La primera vez que despertó estaba tan alterado, que lo hizo gritando y pidiendo por mí. Me contó que se hizo daño arrancando la intravenosa, lo encontraron en un gran charco de sangre y lo peor es que Heechul ni siquiera se dio cuenta del momento en que había perdido a nuestro bebé.

Después de eso llegaron a temer por su salud mental.

Heechul estuvo yendo y viniendo de la inconciencia a la realidad varias veces, hasta que lograron controlarlo. Ha despertado y han podido tranquilizarlo, sin embargo se encuentra en un estado depresivo y no lo han podido sacar de ahí.

–      Su pareja estaba en un estado delicado y de absoluto reposo, cuando nos dimos cuenta fue demasiado tarde. Lo sentimos mucho. – el doctor Lee se disculpaba con una venia, realmente se sentían culpable por lo sucedido con Heechul y nuestro bebé,

–      ¿Cuántos meses tenía?

–      Tres meses.

–      ¿Puedo ver a Heechul?

–      Como le dije antes, haremos una excepción y solo porque usted se está recuperando muy bien, además que lo ha autorizado su familiar en caso que algo suceda.

–      No sucederá nada. – tuve que tomar un respiro, mi cuerpo aún no se sentía tan mío, pero debía hacer el esfuerzo –. Estaré más tranquilo, además, tengo que recuperarme pronto si quiero ayudar a Heechul superar la perdida de nuestro bebé.

–      Está bien, va a poder verlo solo por breves momentos, debemos evitar que alguno de los dos se fatigue, usted y él joven Kim.

Los enfermeros ayudaron a trasladarme haciendo el mínimo de esfuerzo. El doctor seguramente estaba tratando de mitigar los efectos en mi estado.

Al llegar a su habitación, Jungsoo me esperaba en la puerta con una sonrisa, al verme en mejor estado me abraza. Después de saludarme, entramos con cuidado, ya que Heechul dormía en su cama hasta dejarme a su lado.

Mis manos tiemblan al tomar su mano. Pensar que no estuve cerca para ayudarle con esto, la pérdida de nuestro angelito, no supe reconocer sus síntomas estando embarazado y lo lamento tanto. Contengo mis ganas de llorar, realmente no quiero asustar a Heechul que ya ha llorado demasiado, ahora tengo que ayudarlo.

Si es doloroso para mí, para Heechul debe ser mucho peor y es por eso que debo ser fuerte por los dos.

Lo observo dormir sin dejar de imaginar cómo hubiera sido nuestra vida si no hubiéramos perdido ese bebé. Aunque no puedo dejar de imaginarlo, sé muy bien que puedo seguir porque tengo a Heechul a mi lado, porque si no lo tengo a él, ya nada tendría sentido.

Heechul es hermoso aún dormido, no puedo dejar de mirarlo y sin poder resistir llevo su mano a mis labios. Veo como sus pestañas revolotean lentamente y sus ojos se abren intentando ver quien lo ha despertado.

–      Siwon… - dice en cuanto me ve con sus ojos hinchados y aun rojos, pero sorprendido por verme a su lado.

–      Heechul, ¿Cómo estás amor?

–      Siwon… - comienza a llorar –. Nuestro bebé, yo perdí al bebé.

–      No, no lo hiciste.

–      Fue mi culpa, yo… no lo cuide como debía y tú…

–      No fue tu culpa Heechul, - intento convencerlo, pero él comienza a negar con su cabeza sobre la almohada.

–      Siwon, no deberías quererme, porque soy una mala persona. Siempre has sido bueno conmigo y no entiendo, cuando te he tratado de lo peor en el pasado, y ahora… - lo escucho sollozando, intentando que las palabras salgan de su boca –. Nuestro bebé se ha ido y seguramente asustado por el appa que iba a tener, no lo merecía por eso se fue, ¿Quién podría querer un appa como yo? – Heechul se estremece en la cama mientras llora.

En verdad su médico no había exagerado, se encontraba muy mal anímicamente, solo esperaba que no se hundiera por completo en la depresión. Entre más pronto saliera Heechul de ese estado sería mejor para él

Jamás podría echarle en cara lo sucedido en el pasado a Heechul, porque todo lo que hice por él fue porque quise hacerlo ya que lo amaba. Quise estar a su lado, él no me obligo, y después de saber lo asustado que estaba por lo que comenzaba a sentir por mí actuando de esa forma, no podría. Aunque Heechul miles de veces intentó hacerme a un lado, dentro de su corazón ya había amor por mí. Pienso que por eso nunca se alejó lo suficiente.

El amor a veces puede asustar más que nada en el mundo. Porque entregar tú corazón a otra persona, es darle el poder para herirte pero también para hacerte la persona más feliz del mundo, llenarte de dicha y hacerte querer ser mejor para la persona amada. Eso es lo que experimento Heechul al final conmigo, lo que yo mismo he experimentado a su lado a lo largo de este tiempo.

Que perdiera a nuestro bebé ha sido una pena muy grande, pero como el medico dijo, no es extraño perder un bebé de ese tiempo, es tan normal perderlo aun siendo el appa muy sano, y en el estado en que Heechul se encontraba era todo un riesgo.

Su preocupación por mi estado lo expuso a más.

–      Te amo Heechul.

–      Por favor vete y no digas eso, ¿Cómo puedes amarme después de todo? – de repente aleja su mano de mí, su mirada se pierde –. Soy tan culpable de no haber cuidado de nuestro bebé como debía. Yo lo vi… pude sentirlo… déjame y no vuelvas, no hay nada que te mantenga atado a mí.

El llanto en Heechul se va haciendo más desesperado que tengo miedo que vaya a producirle algún ataque o algo peor, por lo que accedo a irme.

–      En ese caso también es mi culpa. – comienzo a recriminarme –. Debí cuidarme mejor para no caer de esa altura, fui tan torpe. Me siento tan culpable por no haber estado a tu lado cuando más lo necesitabas, cuidar de ti y de ese bebé… – no puedo contener mis lágrimas–. Voy a dejarte en este momento para que te tranquilices, no es bueno para ti, sin embargo quiero que sepas que no me voy alejar de tu lado, nunca.

No puedo evitar llorar al verlo de esa forma. Solo puedo imaginar su sufrimiento porque si en algo tenía razón, es que Heechul si vivió a nuestro bebé. Yo que me he enterado apenas unos días ha sido tan lamentable, duele el no tenerlo.

Heechul ha estado en soledad sufriendo todo esté tiempo.

A pesar de su reticencia a que lo siguiera visitando, continúo haciéndolo, aunque no hablábamos mucho. Heechul se negaba a comunicarse conmigo. No voy a desistir hasta sacarlo de ese estado y convencerlo que lo amo para siempre.

Los días pasan y continúo visitando a Heechul aunque no de forma diaria como quisiera. Cada día de visita le repito lo mucho que lo amo y extraño, cuanta falta hace en mi vida porque lo necesito a mi lado. Heechul parece entenderlo un poco más cada vez se puede ver una mejoría en su estado de ánimo.

He logrado sacarle algunas palabras, incluso platicamos de cosas pasadas y él sonríe al hacerle recordar alguna anécdota graciosa aceptando mejor mi presencia y el toque de mi mano en la suya, lo que me ha dado la fuerza para hacer algo que debí haber hecho desde el comienzo.

Heechul había mencionado que nada me ataba a él ahora al perder el bebé, pensando que de esa forma me sería más fácil desprenderme de él, obviamente no es así porque todavía nos queda nuestro amor. Estoy completamente seguro de mi amor por Heechul y sobre el que tiene por mí, eso no lo dudó ni un poco.

Si ha querido apartarme de él es para evitarme más sufrimiento, una idea un poco retorcida en su cabecita, porque no quiere darse cuenta que sufro más no estando a su lado.

Con todo claro en mi cabeza sobre lo que pienso hacer, esta vez es Zhou Mi quien me guía en la silla de ruedas por los pasillos hasta llegar a su habitación, ya no podía esperar ni un día más.

Habíamos planeado muy bien esta visital, Zhou Mi me ayudó y Jungsoo consiguió todo lo necesario para hacer la visita más especial. Amo a Heechul y lo quiero atado a mí para siempre, sé que esto puede ayudar a superar su depresión.

Mi relación con Heechul estaba más allá de esto y todo lo que habíamos pasado, nos une el amor. Ese amor incluso me trajo de regreso. Esperaba con todo mi corazón poder hacer lo mismo por él.

Me alegro al ver lo que Jungsoo había hecho en la habitación, no se encontraba lleno de arreglos o adornos, lo necesario para hacer de la ocasión algo especial.

Zhou Mi tuvo que ayudarme con la silla hasta llegar a un lado de la cama, donde puedo ver y agarrar la mano de Heechul sin problemas. Con Jungsoo, habíamos planeado venir en el momento de su siesta. Esperaba que al despertar, Heechul estuviera bastante concentrado en mí como para que no viera el letrero en la pared frente a él que escondimos atrás de un biombo donde Jungsoo y Zhou Mi aguardaban el momento de quitarlo.

Veo como al sentir el toque de mi mano Heechul comienza a despertar. Esto no es tan diferente de antes, siempre ha reaccionado igual a mis manos sobre su piel.

Heechul comienza abrir sus ojos lentamente, se estira un poco sobre la cama desperezándose del sueño como un gatito y se acomoda entre las almohadas para verme. Se nota muy serio observándome, sé que trae algo que le inquieta en mente.

–      No es tu culpa. – dice de repente –. Sobre lo que dijiste la otra vez, no ha sido tu culpa que perdiera al bebé… nuestro bebé.

–      Yo cause que te pusieras en este estado. – le digo sin dudarlo mientras algunas lágrimas acuden a mis ojos sin control, al recordar aquella pequeña vida y la mía propia que puse en riesgo.

En mi llanto, solo la voz de Heechul me hace reaccionar.

–      Siwon, no fue tu culpa, fue un accidente. – intenta consolarme apretando la mano que tengo sostenida.

–      Lo tuyo también fue un accidente. Los doctores dijeron que no sabías lo que hacías, estabas muy mal por mi culpa, además antes de eso no supimos que esperábamos bebé, todas esas veces que te pusiste mal y yo poniéndotelo más difícil con mis inseguridades… ¿Cómo puedes amarme si soy así de débil? ¿Cuándo tal vez tenga que quedarme en está silla? – le digo señalando mi deplorable estado.

–      ¡Que no es tú culpa Siwon! – Heechul se sienta sobre la cama tomando mi rostro entre sus manos –. Y yo te amaría por sobre todo aún si te quedaras postrado en esa silla, aunque no volvieras a caminar, cosa que no va a suceder porque vas a volver hacerlo. Los doctores dicen que con terapia vas a poder caminar y hacer una vida normal, sólo tienes que esforzarte. – Heechul besa mi frente, mis ojos, mis labios, en un beso corto y dulce que calma un poco mi intranquilo corazón.

–      Yo también te amo Heechul. Creo que no funcionamos bien lejos el uno del otro, eso ha quedado muy claro.

–      Casi me vuelvo loco al verte convulsionando en esa sala, cuando sentí que te perdía.

–      Me tienes Heechul y no pienso irme de tú lado nunca. – retiro una de sus manos de mi rostro y la vuelvo a besar –. Y es por eso que te pido por favor, di que sí.

–      ¿A qué? – pregunta sorprendido.

–      Sé que quizás mis acciones del pasado te hicieron sentir todo lo contrario pero, te amo Heechul. – le digo señalando la pared frente a él cuando Jungsoo y Zhou Mi logran quitar el biombo.

Nada de lo que hablamos Heechul y yo era un secreto para ellos, así que estaba bien que estuvieran ahí. Sobre todo cuando evidentemente yo necesitaba algo de ayuda para hacer de este momento más especial.

–      Oh Siwon, ¿Cuándo hiciste esto? Son hermosas – dice Heechul mientras limpia sus ojos al darse cuenta de las flores, los globos y el enorme letrero frente –. Cásate Conmigo. – lee sobre la pared.

–      Claro que me casare contigo. – intento hacerlo sonreír al tomar eso como una petición.

–      Tú, en verdad me estas proponiendo esto, a pesar de…

–      Shhhh… – no lo dejo continuar–. Dejemos todo eso atrás, podemos comenzar de nuevo con esta oportunidad que se nos ha dado.

–      No estoy muy seguro Siwon.

–      Te amo Heechul, por favor, eres lo mejor que hay en mi vida y no pienso perderte nunca – saco una pequeña caja de terciopelo rojo de entre mis ropas, la cual abro para que vea los anillos de matrimonio que hay dentro.

–      Siwon… 

–      Tuve un poco de ayuda, sabes. – le digo guiñando señalando a mis cómplices –. Por el momento quizás la necesite. Quizás me ponga quisquilloso por eso de vez en cuando y quieras salir corriendo de mi lado. Tal vez me sienta algo frustrado por mi situación y tenga ganas de gritar. Nada de eso cambiaría la forma en que te amo.

Y es cuando veo a Heechul reír, con esa sonrisa franca que siempre me ha gustado y que por poco se pierde con toda esta locura que nos tocó vivir.

–      La persona que da sentido a cada uno de mis días eres tú Heechul. Eres tan parte de mí que ya no podría vivir sin ti. – Heechul no puede dejar de mirar la pequeña caja en mi mano algo asustado –. Superemos esto juntos con amor.

–      Si prometes,,, nunca me vuelvas a dejar solo de nuevo en una situación como esa, nunca por favor. – y sin decirlo sé que se refiere al tiempo que tuvo de embarazo y no pudo decírmelo porque estaba en coma.

–      Jamás… - y tomando su temblorosa mano coloco la caja con los anillos –. Por favor, cásate conmigo hoy mismo. – con esto solo logro sorprenderlo aún más.

–      ¿Cómo?

–      No quiero esperar más tiempo. Si tú dices que sí, ya todo está arreglado para ahora mismo, Zhou Mi y Jungsoo serán nuestros testigos. Si algo he aprendido de esta experiencia, es que el tiempo lo es todo y hay que disfrutarlo al máximo. Por favor, di que sí. – le digo esperando su respuesta.

–      Sí.

Jamás en mi vida pensé que una sola palabra de dos letras me traería tanta felicidad. Heechul y yo nos casamos ese mismo día, en ese mismo momento en el cuarto de hospital. Sin lujos, o una gran ceremonia pero si muy emotiva, donde pudimos decirnos cuanto nos amamos aceptando los votos y aceptar pasar toda la vida juntos amándonos, con nuestros mejores amigos de testigos.

Pensar que puse todas mis fuerzas para que se enamorara de mí, tal vez el mismo universo me ayudó para que formara parte de mi vida, porque desde el primer momento en que lo vi, ya había adivinado que sería para mí.

Fin ?

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Nenas, pasen una feliz navidad y espero que les guste el final de esté fic aunque, resulta que la inspiración continuó y... habemos epilogo. Recuerdan el prologo, será más o menos de esa forma, ojala les agrade la idea.