¡Maldito
vestido!
¡Maldito
vestido que cosquilleaba en su espalda! Las lentejuelas de este se enterraban
en su piel, dando la sensación de estar recargado sobre una rasposa superficie,
alterando sus sentidos y confundiendo a su cuerpo sobre que sentir más
satisfactoriamente, si los fuertes dedos jalando sus pezones, las malditas
lentejuelas que seguramente dejarían roja su piel o el pene que lo ensartaba
levantándolo casi del suelo. Por supuesto, culpa de los endemoniados tacones
que le hacían ganar altura a Siwon.
¡Malditos
también!
Los
hombros de Heechul subieron y bajaron al tomar una profunda respiración. Aún
seguía duro, tanto que le dolía. Había estado al borde, lo había sentido cerca
y Siwon se lo había negado de nuevo.
– Siwon, desátame. – ordeno Heechul con
voz controlada.
No muy
seguro todavía, Siwon se acercó a su espalda desenredando las medias, desatando
sus manos. Iba a dar unos pasos atrás para mantenerse a salvo, cuando vio que
Heechul caía de rodillas ante sus pies y jalaba de sus piernas para retenerlo.
Siwon no
se pudo mover, su primer pensamiento había sido correr, el agarre de las manos
de Heechul no lo dejaron huir.
Sin
embargo, Heechul no estaba ni un poco enojado, se encontraba excitado, con
ganas de sentir más de ese pene que le enloquecía y ¡cómo diablos es que Siwon
había aprendido tan bien a mantenerlo en el borde! Hacerlo llegar ahí y sostenerlo
alargando su placer, Heechul lo estaba disfrutando mucho y quería un poco más
de eso.
¿Qué había
sido increíblemente follado dos veces? Y aún tenía ganas de más. Eso sin contar
que no había terminado ninguna de esas dos veces. ¿Qué se sentiría? Heechul quería
saberlo.
– No te muevas. –le dijo Heechul para
que Siwon dejara de moverse mientras lo miraba y levantaba por encima de sus
caderas la falda del ajustado vestido–. Necesito hacerlo bien. –el aturdimiento
en los ojos de Siwon le hizo saber a Heechul lo que tenía que hacer–. Por
favor. –y entonces Heechul abrió su boca.
Imposible
que Siwon no entendiera esa invitación. Puso su flácido pene en la boca abierta
de Heechul con una de sus manos y lo dejo hacer.
Sin más,
la boca de Heechul comenzó a chupar, ya
que Siwon todavía no se había recuperado de su anterior orgasmo, pero el mayor
tenía una boca que podría competir en cualquier concurso de “Como endurecer
penes en menor tiempo”.
Pronto
estuvo sintiendo como poco a poco se le endurecía el pene en su boca. Heechul
se animó un poco más cuando comenzó a escuchar algunos gemidos que salían de la
boca de Siwon. Con el pene ya duro en sus manos, le dio lamidas en toda su
extensión, desde la punta hasta llegar a sus testículos en los cuales se
entretuvo chupando cada una de sus bolas.
Cosa que
saco tremendo gemido ronco desde lo profundo de su pecho a Siwon que hizo a
Heechul mirar hacia arriba y vio el rostro de Siwon en éxtasis con sus ojos
cerrados era algo de lo que quizás nunca se cansaría de ver.
Había algo
que no encajaba con aquella bella visión para Heechul y eso era el maldito
vestido que aún no le terminaba de gustar. Hacía que el cuerpo de Siwon se
viera mal formado, eso pensando en que un vestido debería destacar las curvas
de quien lo viste, en este caso no era así. Además de ser demasiado corto,
lucia barato en su cuerpo y no le dejaba ver los cuadritos marcados de su
perfecto abdomen.
Valiéndose
de la distracción, las manos de Heechul comenzaron a deslizar el vestido hacia
abajo. Gracias a Dios Siwon no se había colocado el halter y eso permitió que
pudiera hacerlo. Heechul saco el pene de su boca y termino por deslizar el
vestido hasta sacarlo de sus pies. Justo cuando iba a chuparlo de nuevo, Siwon
lo detuvo. Mirando hacia arriba, Heechul notó sus ojos que estaban oscuros de
deseo y su respiración agitada.
Si no se
detenía seguramente iba a terminar pronto y Siwon realmente quería saber hasta
dónde pensaba llegar Heechul con todo esto.
Heechul sabía
que había herido el ego de Siwon, uno muy grande por cierto, y por eso lo había
castigado dándole placer, aunque le había negado el orgasmo, no podía mentir
sobre todo lo que le había hecho sentir durante su castigo. Y más que un
horrendo vestido o la terrible imagen de un Siwon travestido, todas esas cosas
habían formado parte de su deleite.
No podía
dejar de ver sus pies en esos ¡Benditos tacones! y el placer que había recibido
gracias a ellos. Con esos pensamientos en su mente, Heechul se levantó del
suelo, viajando con sus manos a través del cuerpo de Siwon hasta que hubo
enredado sus brazos en la cintura del más alto, levantándose en las puntas de
sus pies hasta alcanzar sus labios en demanda de un beso.
Se besaron
hasta que el aire hizo falta en sus pulmones y aun así, Heechul solo separo su
boca solo un poco, para de nuevo volver a atacarlo con un beso, separándose en
ocasiones, donde solo sus lenguas seguían jugueteando fuera de sus bocas.
Esta
situación estaba volviendo loco a Siwon. Después de sentir la boca de Heechul,
primero en su pene y después atacando su boca, estaba a punto venirse
nuevamente. Más esta vez deseaba hacerlo al mismo tiempo que Heechul.
Siwon hizo
tambalear a Heechul al separarse de golpe del beso, tomándolo de los hombros lo
mando de espaldas a la cama.
Acción que
fue recibida con una media sonrisa llena de satisfacción por parte de Heechul,
aunque casi se le cae la sonrisa al ver como Siwon intentaba quitarse las zapatillas.
– ¡NO! ¡No, no, no! –su grito había
asustado a Siwon–. ¡No te las quites! Por favor… –su voz termino en un susurro
y su rostro se coloreo, avergonzado de tener casi que suplicar el ser follado
por Siwon sobre esas zapatillas.
Y él nunca
suplicaba. Casi estaba seguro de eso.
– Bien, han tenido un buen uso, ¿no?
–Siwon había entendido sin palabras lo que el rostro de Heechul le expresaba. Los
tacones lo habían encendido tanto como a él.
Tomando
con sus manos los pies de Heechul, lo atrajo a la orilla de la cama y lo puso
sobre su costado izquierdo, dejando caer una de sus piernas mientras sostenía
la otra con ambas manos, manteniendo las piernas de Heechul abiertas como
escuadra. A su vez, Siwon subió uno de sus pies plantando la zapatilla en el
colchón de la cama con las caderas de Heechul al aire para ponerlo a la altura
de su pene y de una sola estocada lo embistió.
Siwon salió
completamente de su interior haciendo que soltara un gemido, lo sostuvo fuerte
de su pierna y volvió a embestirlo de una sola. Heechul arqueo su cuerpo por la
fuerza de las embestidas. Tan fuerte, tan profundo y tan diferente, que tuvo
que cerrar los ojos para concentrarse en no terminar. Cuando los volvió abrir,
sus ojos se toparon con el pie de Siwon sobre la cama, sus piernas velludas y
los adorables tacones. ¡Ya los amaba pues! Que él no tenía ningún fetiche, pero
después de eso, seguro que lo tendría.
Con sus
temblorosas manos y necesitando de donde asirse, enredo ambas manos en aquel
tobillo como única ancla, clavando sus uñas provocando que Siwon gimiera.
Después de
unos intensos minutos de palabrotas por parte de Heechul cada que Siwon daba
con su pene en un lugar diferente, varios gemidos y perversiones; Siwon hizo
que Heechul terminara sobre la cama y parte de su estómago.
Heechul
solo podía ver luces y manchas negras detrás de sus parpados en el mejor
orgasmo de su vida. Había tenido algunos otros con Siwon, pero no como este. Estaba
seguro que no se había desmayado porque Siwon continuaba taladrando en su
interior.
Viéndolo
disfrutar de su orgasmo, Siwon continuo embistiéndolo, sintiendo como esos
músculos internos apretaban alrededor de su pene exigiendo todo de él, lo
hicieron terminar, viniéndose en su interior un poco después que Heechul,
teniendo cuidado de caer a un lado de su cuerpo.
Minutos
después con la respiración más calmada, Siwon jalo de Heechul hacia arriba de
la cama, pues había terminado con las piernas colgando fuera de la cama.
Acomodándose de lado en su espalda, Siwon beso su hombro, su nuca y deposito
otro beso en su cabeza.
– Yo también te amo Siwon. –dijo Heechul
con un bostezo.
No
tardaron en quedarse dormidos después de todo el ejercicio hecho.
* * * * *
– ¿Cómo te sientes? –le pregunto Siwon a
Heechul, al verlo salir del baño vestido
con una de sus graciosas pijamas y una extraña cojera mientras masajeaba su
baja espalda.
Siwon
habría podido reírse de Heechul, de no ser porque él estaba masajeando sus tobillos
sentado al borde de la cama y sufriendo de unos pies muy hinchados. Siwon seguía
sin entender, ¿Cómo es que las mujeres usaban esas cosas sin sufrir de dolor?
– Mal, ¿Qué no ves? –Heechul no lo dijo
de mal humor pero tampoco de broma–. ¿Y tú? –pregunto acercándose a Siwon.
– No aguanto los pi… Aaaah… –Siwon casi
gimió de dolor al sentir como las manos de Heechul comenzaban a masajear sus
pies.
– ¿Cómo es que se te olvido quitarte los
tacones para dormir? Los tienes muy hinchados, ¿te duele Siwon? –los apretó y comenzó
a reírse de él.
– ¡Aaah! ¡Aunch! ¡Ya deja! Me gano el
cansancio. –dijo Siwon arrepentido de no haberlo hecho.
– Lo siento, yo tampoco me di cuenta,
caí rendido. Me agotaste. –un sonrojo se había encendido en el rostro del
mayor.
Para
Siwon, no era extraño ver a Heechul comportarse tímido después de una noche de
pasión, pues era una de las tantas cosas que lo amaba. Uno de sus muchos
encantos que lo hacían adorable.
– Lo sé amor. –Siwon le dijo para
después robarle un beso, mismo que tuvieron que parar cuando quiso inclinar a
Heechul sobre la cama y este se quejó de dolor en su baja espalda, y porque Siwon
había lastimando sus pies al quererlo levantar rápidamente.
– Somos un desastre. –la situación era
divertida en sí para los dos–. Pero me ha servido para pensar en el número que
necesitábamos. –esto llamo la atención de Siwon.
– Ah, ¿sí?
– Hace mucho que no hacemos travestismo.
Y esto lo
dijo Heechul casi en un ronroneo y lamiendo sus labios, Siwon estaba seguro que
de entre las ideas del mayor, estaba incluido él.
* * * * *
Como
pudieron, ambos llegaron a la sala, sin que los demás se dieran cuenta o
preguntaran sobre el estado de ambos. Ya que Heechul caminaba con un gracioso
vaivén, muy seguro que se había dejado las caderas en esa cama, pero no le
importaba porque había sido por una muy sexual causa; mientras Siwon apenas y
podía apoyar los pies. Caminaba como si anduviera en un campo minado.
No estaban
todos, ya que algunos todavía dormían, pero con los que estaban presentes sería
suficiente.
Con
detalles, Heechul explicó a los que estaban en la sala, su gran idea.
– Podrían ser cantantes de moda.
–sugirió Hyukjae minutos después.
– Eso sería genial pero, ¿Quiénes se
travestirán? –Kyuhyun es quien había preguntado esto, temiendo que lo obligaran
a vestirse de chica como todas las veces que lo habían hecho. Y por supuesto
que en todas esas veces se había negado o lo había hecho contra su voluntad–.
Conmigo no cuenten.
– Siwon va a hacerlo. –soltó Heechul sin
más.
– ¡Oye! –se quejó el más alto.
– Sshhhhh… te lo voy a compensar muy
bien. –susurro Heechul para que solo Siwon le escuchara–. Anda, acepta y no te
vas a quejar. –finalizo con un beso.
– Sí, yo lo voy a hacer. –aceptó Siwon
ante los demás.
– Que fácil te convencen. –se rio
Kyuhyun.
– Si no sabes, no hables. –Heechul lo
defendió.
– Entonces…
Hyukjae
iba a preguntar de nuevo, cuando un escándalo y ruidos de vómitos en el baño,
no lo dejaron continuar. Alguien estaba devolviéndose al revés por los ruidos
que hacía.
– ¿Pero quién es? –Sungmin preguntaba.
La mayoría
se encogió de hombros pues no sabían. Ya que algunos seguían durmiendo, alguno
de ellos era probable que fuera. Cuando vieron a Kangin con mal semblante salir
del pasillo del baño, se dieron cuenta de quien había sido.
– ¡¿Quién vomito en el baño y no lo
limpio?! –y estaba gruñón.
– Pues tú, ¿no estás saliendo del baño?
– Kangin fulminó con su mirada a esa persona antes de responderle.
– Antes que entrará, alguien había
vomitado ya.
– Creo que fui yo… –se escuchó muy
bajito detrás de Yesung.
– ¡No limpiaste! – lo acusaron.
– Merece castigo, sí. –dijo Heechul de
pronto.
– ¿Qué? ¿Por qué? –Yesung salió en su
defensa.
– Por su culpa me vomite anoche. ¡Y ni
siquiera me ayudaste! –se quejó Sungmin también.
Y es que
en la madrugada cuando Siwon y Heechul se perdieron en la intimidad de su
cuarto, Ryeowook hizo show a media cocina, devolviendo la mitad de su estómago.
Cosas de borrachos. Sungmin lo vio y se le antojo, devolviendo también su estómago.
Afortunadamente este último tuvo vergüenza y limpio todo, sin ayuda de
Ryeowook.
Ryeowook
no recordaba mucho de lo sucedido pero si lo decían es porque seguro que así
fue. Incluso Yesung se lo había dicho también.
– Siwon, Ryeowook y Sungmin, podrían ser
los travestidos. –Hyukjae dijo captando la idea de Heechul.
– ¿Por qué yo?
– Vomitaste también, Sungmin. –Hyukjae
hizo la aclaración.
– Pero… ¡Fue culpa de Ryeowook! En ese
caso, Kangin hyung debería hacerlo, también vomito.
– ¡Ah, no! A mí no me metan en sus
cosas. –Kangin se cruzó de brazos negándose rotundamente a hacer lo que sea que
se les haya ocurrido.
– Tienes que hacerlo Kangin, para ser
justos.
– ¡Ni siquiera sé que jodidos voy a
hacer!
– Te imaginas a nuestras ELF riendo por
verte travestido como una de las idol más popular del momento. –Heechul comenzó
a pintarle el numerito todo bonito a Kangin para convencerlo–. Es tu regreso,
si te haces notar, será novedad y querrán ver el supe show aunque sea solo por
ver ese número y ver a su “oppa Kangin” travestido.
– ¿Tú crees? –pregunto Kangin ya
interesado en la idea.
– Seguro, conozco bien sus pervertidas
mentes. –le aseguro Heechul poniendo una mano en su hombro–. Además al no estar
yo, quien se vería bello vestido de chica, tú eres el hyung que merece hacerlo.
–Hyukjae sonrió al ver que la labor de convencimiento de Heechul estaba haciendo
efecto.
– Tienes razón, acepto. –dijo Kangin por
fin.
– Bien, tenemos a los cuatro. –Hyukjae
tomaba nota–. ¿Alguien más? –pero nadie más se ofreció.
– Yo, cuando termine mi servicio.
–sugirió Heechul.
– No tu no, para eso lo estoy haciendo
yo. –Siwon intervino deteniendo a Heechul.
– No. Tú lo estás haciendo por la
recompensa que conlleva el que uses tacones, amor. –Heechul le recordó
levantando sus cejas graciosamente.
Al ver el
rumbo que tomaba la conversación de estos, Hyukjae los dejo solos y mejor se
fue a despertar a su dulce pececito. Pues aunque había pasado mala noche por la
bebida tenía que despertarlo para que comiera algo y así jamás a nade le diría
que el desastre del baño lo había hecho Donghae.
De esta
forma poco racional y corrupta, por placer o castigo, después de unos shots de soju,
un vestido bien ceñido y unos tacones bien puestos, quedo definido el número
especial para el super show.
FIN
Todo un show para crear otro show para las ELF, lo que agradecemos mucho por supuesto ya que el vestido de Siwon fue muy interesante..... Jajaja...
ResponderEliminarPero el que de verdad disfruta de esos momentos es HeeChul que por una buena maratón de sexo, pasión, sudor y todo lo demás hace lo que sea.. 😉 😉 😉 😉
Vaya manera de convencer a Siwon aunque si su vestido era feo pero el lo hizo muy bien , y Heechul disfruto de eso, gracias por el fic bastante entretenido y divertido bye.
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