Desvaneciendo recuerdos,
Amarillentos por el tiempo
Como me conmueve esto.
Todavía pienso en ti,
A quien debería odiar.
…Rain and You
La boda se
realizaría en uno de los mejores hoteles de los Kim. Por fin el señor Kim daría
la cara a su hijo, éste sabía que sería un problema. Pues conociendo la
rebeldía de su hijo seguramente se le pondría al tú en cuanto lo viera. Por eso
dispuso una habitación bien resguardada para Heechul, así no tendría contacto
con él al menos que el mismo señor Kim quisiera acercársele.
Al
principio Kangin se negaba a asistir a la dichosa boda pero fue convencido por
Leeteuk su esposo para que asistiera, pues le alegó que en esos momentos es
cuando debería estar al lado de su hermano mostrándole su apoyo. Kangin aceptó
ir entonces, en verdad amaba a su hermano menor y aunque no asistir era modo de
protestar contra su padre que no estaba de acuerdo en lo que hacía, le
importaba más el aliento que podría brindarle a su hermano en esos momentos.
La única
condición de Kangin era que sus hijos no asistieran, no sabía por qué pero
tenía un leve nerviosismo que no lo dejaba tranquilo. Leeteuk no tuvo objeción
con esto, ya que tampoco veía necesario porque debía torturar a sus pequeños
hijos con este tipo de eventos y escenas. Seguramente no sería un evento que se
disfrutaría mucho.
El hotel
no pasaba los diez pisos; pero sí era enorme y de los más lujosos de Seúl.
Tenía uno de los mejores salones el cual daba hacía una enorme piscina, cuya
mayor atracción era la fuente que se encontraba en medio de ésta así como el
juego de luces que hacía espectacular la vista del agua.
El salón
era de techo alto el cual estaba adornado con grandes candelabros y molduras
que lo hacía verse antiguo pero también sobrio y elegante. Todo había sido
adornado con el color favorito del menor de los Kim; el rojo abundaba en todo,
que en contraste con las claras paredes daba un golpe de vista muy atractivo.
La
mantelería que lucía los enormes arreglos florales que constaban solo de rosas
rojas traídas especialmente de invernaderos extranjeros en los centros de mesa
que eran espectaculares, altos y con cristales de varios tamaños en tono rojo
que caían suavemente sobre la mesa como pequeños árboles.
Las mesas
ataviadas con todo esto y presentadas con una hermosa vajilla con filo de oro y
así como las copas, los cubiertos del mismo material; todas las mesas se
encontraban a los costados dejando al descubierto un pasillo en el centro que
se dirigía hasta la mesa central donde serían desposados los novios.
No habían
escatimado en nada, tanto los Choi como los Kim querían dar cuenta de la
prosperidad de sus familias. No es que hubiera muchos invitados, al contrario,
la entrada era sólo para un grupo reducido y selecto, los que vivirían este
enlace.
Por lo
tanto la vigilancia era lo primordial en el evento, aunque cada familia
invitada contaría con su propia guardia. Grave error el del señor Kim, pues en
su lista de invitados, aparecía una de las familias más interesadas en el
enlace, pero de una forma equivocada.
Pronto el
salón se encontró lleno por los invitados al enlace, contando con los padres de
ambas familias y sus respectivos hijos. De parte de los Choi el contrayente,
Kyuhyun se encontraba junto a la mesa principal, Siwon y su hermano Jungmo
junto con el esposo de éste, Jay también se encontraban a su lado. Y por parte
de los Kim, solo se encontraba Kangin y Leeteuk esperando la aparición de
Heechul.
Por su
parte Heechul había sido llevado al saloncito preparado por su padre, este
tenía una pequeña sala bastante cómoda adornada con mesitas y un gran espejo
que era el centro de atención de la sala.
Todo
aquello hacía que Heechul se sintiera ridículo porque él no estaba ahí por su
propia voluntad. En cambio, si el enlace fuera deseado y por amor, en esos
momentos seguramente sería muy feliz.
Con
fastidio, se dispuso a esperar a que su plan diera marcha y lo sacara de ahí,
pues el pasillo se encontraba resguardado y la ventana sellada, ya había intentado
salir por ahí sin éxito alguno.
Pronto
escuchó pasos afuera de donde se encontraba y al abrirse la puerta se topó con
la cara preocupada de su padre, podría decirse que hasta estaba avergonzado.
A buena
hora se le ocurría al viejo ponerse sentimental, pensaba Heechul.
— Vamos hijo, ya es hora.
— ¿Llegó la hora de que cierres uno de
tus más grandes negocios papá? – preguntó Heechul con sarcasmo —. No me has
visto en mucho tiempo, siquiera sabes cómo me trataron, de milagro estoy vivo.
– su voz se alteraba más y más.
— No hagas esto difícil Heechul, lo que
hago es por tu bien y por el bien de la familia. Dejará de haber rencillas
entre las dos familias más poderosas y eso, vale la pena. La alianza será muy
beneficiosa para ambos. Tú estarás muy bien protegido…
— ¿Cómo lo he estado contigo? Ya no creo
en esas promesas. – recordar el pasado le hacía mal a Heechul, pero no podía
contenerse ahora, frente a su padre —. Yo ya no necesito ser protegido padre,
la inocencia la perdí hace mucho. Dejé de creer, sobre todo en ti.
— Hablar contigo es inútil hijo, por eso
es que tuve que hacer lo necesario.
— No es posible que en todos estos años
no hayas aprendido a tratarme, no soy estúpido padre. – Heechul se acercó
demasiado a su padre y este retrocedió —. Incluso puedo decir que soy más
inteligente que tú, tanto que hasta me tienes miedo o ¿Acaso es odio?
— ¿Odio a ti? Hijo, pero que tonterías
dices. Te quiero, eres mi hijo más querido.
— Vaya manera de demostrarlo… — Heechul
camino hasta la puerta y se vio rodeado de la escolta de su padre, y sin
voltear a verlo —. A partir de hoy, deme por muerto señor Kim… vámonos.
Y los
demás le obedecieron, Heechul se retiró caminando hacía el salón incluso
dejando ahí parado a su padre, el señor Kim.
Minutos
después la ceremonia comenzó frente a los invitados, la familia Kim y la
familia Choi que era las más emotiva, por alguna razón a la señora Choi le
escurrían las lágrimas al ver a su hijo menor casándose.
La entrada
de Heechul al lugar de la ceremonia fue desconcertante para los presentes, en
primera porque al abrirse las puertas de par en par, Heechul venía escoltado y
no con su padre como se había previsto, después avanzó con paso rápido y
resuelto dejando muy atrás a su escolta. Pero todo eso se vio olvidado al
prestarle más atención a él.
No muchos
conocían esta nueva faceta de Heechul, pues todos esos años se mantuvo viviendo
tras un disfraz hizo que nadie lo reconociera; no creían que fuera el mismo Kim
Heechul que muchos habían tratado por negocios antes.
Sólo una
persona lo reconocía plenamente; Siwon no perdió detalle de la entrada de
Heechul, casi se cae de su silla al verlo tan hermoso. A su vez, sintió una
punzada de celos, pues no pensó que Heechul pusiera tanto empeño en su
vestimenta para el evento.
Heechul lucía
hermoso en su traje blanco, con sus suaves cabellos rojos recogidos… todo hacía
que sus facciones se vieran más finas y delicadas de lo que eran. Pero sus
ojos, en los ojos de Heechul había determinación y furia.
No fue
casualidad cuando sus miradas se encontraron, pues desde que había escuchado
las puertas abrirse Siwon no perdió detalle de Heechul y éste por supuesto que
deseaba ver a Siwon.
Sin
embargo todo fue tan diferente a como pensaron, en los ojos de Heechul se
notaba que no estaba feliz y también que su mirada le reprochaba, con justa
razón pensaba Siwon, porque por su culpa se encontraba en aquella situación.
Y en
cambio Heechul pudo notar en los ojos de Siwon esperanza, la cálida mirada del
Choi le decía que esta vez no se quedaría quieto. Por un momento eso asustó a
Heechul, pero también lo alegró, sea lo que sea que hiciera Siwon por supuesto
que le ayudaría.
Y con ese
pensamiento Heechul se acercó a su despampanante novio, Kyuhyun lucía un
impecable traje blanco también solo que más sobrio que el suyo.
La
ceremonia comenzó en cuanto Heechul se acercó a la mesa nupcial.
— Nos hemos reunidos hoy aquí, para
participar en la unión de estas dos personas en matrimonio, una unión que
traerá dicha y felicidad. Voy a proceder a dar lectura al acta matrimonial:
Siendo las 12:00 horas del día 02 de julio de 2012, comparecen quienes
acreditan ser Choi Kyuhyun y Kim Heechul.
Para esta
parte Heechul comenzaba a desesperar, pues según su plan Hangeng ya debía haber
irrumpido en la sala y sin embargo todo seguía con calma.
Siwon se
encontraba alerta en busca del momento para actuar, no iba a perder de nuevo a
su Rella.
— El objeto de contraer matrimonio, es
porque somos seres que busca compañía de un igual. Somos seres iguales por la
definición de ser humano… nadie es dueño aquí, iguales ante todo… Los mantiene
el amor que desparrama dones: la ternura, la comprensión, la gracia prolongada,
la lucha por la vida, porque el pan sea, a mitades conseguido y gustado…
Pues qué
estaba leyendo este juez, pensaba Heechul, que nadie le había dicho que para
nada era una boda por amor.
— Como la base de la familia y de la
sociedad, el matrimonio debe trascender como ejemplo de comprensión,
consideración, y corresponsabilidad… Colaboren como pareja en la creación de
una sociedad en la que el hombre y la mujer convivan en armonía. Sean
defensores de los principios de igualdad, equidad y justicia… Sean conscientes
de que la cooperación en las actividades cotidianas, así como la educación de
las hijas y los hijos, es responsabilidad de ambos.
Y así
siguió hablando por varios minutos el juez, omitiendo el tan esperado “Si
alguien se opone a la unión entre estas dos personas, que hable ahora o calle
para siempre” eso si no se les había olvidado prohibírselo a los causantes de
este matrimonio.
— Usted, Choi Kyuhyun, acepta tomar por
esposo a Kim Heechul, para quererlo y protegerlo, y estar con él en la salud y
en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza… en las dichas y en las
tristezas, hasta que la muerte los separe. — preguntó el juez.
— Acepto. — dijo Kyuhyun con firmeza,
para después voltear a ver a Heechul y sonreírle en una escena por demás tierna
ante los ojos de los invitados.
— Y usted Kim Heechul, acepta tomar por
esposo a Choi Kyuhyun, para quererlo y protegerlo, estar con él en la salud y
en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza… y en las dichas y en las
tristezas… hasta que la muerte los separe.
— Yo… yo… – y su mirada se perdió en los
ojos de Siwon, ambos se conectaron.
Siwon se
tomó eso como una señal para actuar, por fin iba a interferir en aquel ridículo
matrimonio que pretendía alejarlo de su princesa levantándose rápidamente de su
asiento.
La mayoría
de los presentes estaban desconcertados por la pausa y duda del novio. Con lo
que no contaba, era que otra persona también se había puesto de pie y muy cerca
de Heechul, esté fue más rápido que Siwon.
Cuando todos
se dieron cuenta Hangeng ya tenía abrazado a Heechul mientras le apuntaba en la
cabeza con un arma. Todos en el salón comenzaron a levantarse y a salir
calmadamente, todos traían sus respectivas escoltas sabían que si lo deseaban
aquello sería una masacre, sin embargo era una lucha que no les pertenecía.
Esto era entre los Choi, los Kim y los Han.
La
reacción del señor Kim fue de terror, enseguida hizo que su escolta bajara sus
armas al darse cuenta que Heechul estaba a merced del Han. Convenció al señor
Choi de hacer lo mismo, sin embargo Siwon y Kangin no obedecieron, estos se
encontraban apuntando a Hangeng.
— Leeteuk sal de aquí por favor y
llévate a mi madre contigo. – le ordenó Kangin a su esposo.
— Pero…
— Hazlo, yo voy a estar bien… vete –
volvió a ordenarle Kangin.
— ¡Jay, por favor llévate a Kyuhyun y a
mi madre! – gritó Siwon sin dejar de apuntar a Hangeng —. Y ayuda a salir a
Leeteuk con bien de aquí. Jungmo, ayúdales.
— Yo puedo ser de más ayuda para ti
aquí. – dijo Jungmo al ver que más hombres de los Han entraban al salón, no
sabía cómo traspasaron todas las barreras de seguridad y como habían dado con
el lugar si lo habían mantenido en secreto, sin duda habían planeado todo con
tiempo.
— Está bien, quédate… pero que Jay se
lleve a Kyuhyun.
— ¡Es mi prometido! – gritó Kyuhyun —.
Maldito Han, suéltalo. – Siwon pensó que sin duda esta actuación iba dirigida a
su padre.
Sin
embargo la reacción de Kyuhyun no era actuación, en verdad no deseaba que
Heechul resultara lastimado. Odiaba la violencia, por nada deseaba que salieran
heridos.
— Vámonos, Kyuhyun – lo apuraba Jay —.
No puedes estar aquí.
— Obedece Kyuhyun, si quieres que
Heechul esté bien, vete, así no tendré que protegerte también – le explicó
Siwon.
— Cuídate hyung – chilló Kyuhyun antes
de salir.
Kyuhyun y
su madre se alejaron del lugar con Jay, siguiéndolos muy de cerca Leeteuk y la
señora Kim, todos ellos protegidos por sus escoltas. Pronto se dieron cuenta
que estaban en desventaja con Hangeng, pues al irse parte de la escolta con los
demás a ellos les dejaron menor guardia.
Ninguno se
movía, pareciera que se estudiaban, incluso el señor Choi y el señor Kim
estaban muy tranquilos tras sus escoltas.
— ¿Pensaste que no volvería por ti
precioso? – Hangeng susurró al oído de Heechul.
Lo tenía
sostenido por la espalda, su brazo pasaba por su cuello impidiéndole moverse y
casi sofocándolo mientras que con la otra mano le apuntaba con el arma a la
cabeza. Heechul había deseado crear una estampida pero no de esa manera, estaba
en peligro y no le importaba muchas veces lo había estado, pero Siwon… la
seguridad de Siwon sí le importaba.
Heechul forcejeaba
con Hangeng, sostenía con sus dos manos la mano del Han que le apretaba el
cuello y casi no lo dejaba respirar, movía sus piernas aunque poco ya que al
tenerlo agarrado del cuello lo tenía casi en el aire por lo que solo las puntas
de los zapatos de Heechul topaban el suelo, haciéndole más difícil el
movimiento que lo dejaba sin aire.
Siwon
pronto se sintió aliviado cuando Yunho junto con Junsu y Yoochun se les unió,
ahora si estaban iguales en el recinto, no en número pero si en habilidad. Pudo
ver el temor en los ojos del Han, éste fue retrocediendo a pasos lentos hacía
uno de los pasillos del salón ni siquiera era la salida, pero Siwon adivinó que
éste estaba pensando huir con Heechul por un camino diferente a la salida y no
se lo iba a permitir.
También
Heechul notó la ventaja que tenían contra los Han, debía aprovechar la
oportunidad.
— Vamos Hangeng, no tienes ventaja ya. –
le hablaba Kangin —. Suéltalo y tal vez te dejaremos ir.
— ¿Piensas que soy estúpido? Si lo
suelto no perderán oportunidad de matarme.
— Sabes que no te dejaremos salir de
aquí con Heechul ¿Verdad? – ese era Siwon, que ahora veía a Heechul buscándose
algo entre sus ropas, necesitaba distraer a Hangeng para que no se diera cuenta
de lo que hacía —. Y si llegaras a salir, te seguiría hasta encontrarte sólo
para traer de regreso a Heechul, no habría escondite, grieta, ni pozo en el
cual te pudieras esconder.
— Hahaha no alardees Choi, ésta
preciosura es mía, tú me la arrebataste la otra vez, pero ya me pertenecía. –
Hangeng pasó su lengua por el lóbulo de Heechul —. No debiste meterte con mis
cosas, él se queda conmigo.
— Eso está por verse.
Esta vez
fue el mismo Heechul quien hablo, por fin la había podido sacar, la daga que
Leeteuk le había dado unas horas antes le iba a ser de mucha ayuda en estos
momentos. Al terminar de hablar empuñó la daga y la dejó caer con fuerza en el
muslo de Hangeng. Este se dio un grito que distrajo a su propia guardia, lo que
los otros aprovecharon para disparar.
Hangeng
yacía en el suelo y Heechul encima de él, la pistola había ido a parar muy
lejos. Como pudo, Heechul se levantó sacando sin cuidado la daga de la pierna
del Han haciendo que soltara un grito de dolor. Mientras tanto Siwon trataba de
abrirse paso entre los disparos para llegar hasta él.
Heechul
iba a cubrirse de los disparos también, pero antes necesitaba el arma de
Hangeng, miró para ambos lados y con alivio vio que Siwon ya estaba muy cerca,
también vio huir a su padre y al señor Choi, al ver que había sido soltado por
Hangeng. Heechul dejo de ver hacía ese lado para enfocarse en el arma de Han, caminó
unos pasos hacía la pistola, cuando sintió que alguien jaló de sus cabellos,
dándose cuenta que otra persona lo había tomado por sorpresa.
Si Hangeng
se encontraba tirado en el suelo y sus pistoleros tratando de devolver las
balas, Heechul no sabía quién estaba tras de él. Algo en el trato de quien lo
jalaba, al cual todavía no podía verle el rostro, le dio miedo. Lo trataba con
rudeza, como si no mereciera consideración, pero Siwon sí reconoció a la
persona que ahora tenía a Heechul y su rostro palideció.
Aun así, Heechul
luchaba contra su captor tomándole las manos para que dejara su cabello,
realmente le dolía y lo traía a rastras de ahí sacándolo por el pasillo por
donde Hangeng pensaba llevárselo al comienzo.
Yunho se
reunió con Siwon viendo que este estaba en shock.
— ¿Dónde está Heechul? – preguntó Yunho.
— Acaban de llevárselo por el pasillo.
— ¿Quién?
— El hermano de Hangeng, nece…
necesitamos… — Siwon debía poner sus pensamientos en orden si quería salvar a
Heechul de esa persona —. Levanta a Hangeng, lo necesitaremos.
Yunho
obedeció levantando del suelo a Hangeng sin consideración, haciendo que gritara
al no poder apoyar su pierna, lo tenía amenazado con su arma. Pero Siwon tenía
una mejor idea, se protegería con éste para llegar a Heechul, por lo que tomó a
Hangeng justo como él lo había hecho con Heechul y así caminaron por donde se
habían ido. Yunho los seguía muy de cerca cuidando las espaldas de Siwon.
Por su
parte Heechul y su captor no habían avanzado mucho, ya que le estaba creando
problemas para llevárselo, por lo que el tipo levanto a Heechul por los
cabellos para después tomarlo del cuello como momentos antes Hangeng lo había
hecho con él.
— De nuevo en esta situación. – se burló
Heechul, se sentía seguro con la daga en la mano pues hasta ahora no la había
visto su captor, actuaría como con Hangeng— ¿Has sufrido deja vú alguna vez?
— Puedo decirte que este momento es como
un deja vú para mí.
— Esa voz… — se le hacía tan conocida a
Heechul.
— ¿Creíste que te librarías para siempre
de mí, Princesa?— susurró al oído de Heechul
Con esto
Heechul ya no tuvo duda de quién se trataba, al escuchar cómo le llamaba y como
tomaba su cuerpo con morbo. La voz que escuchaba, sin duda era la misma voz del
pasado, la persona que le destruyó la vida.
— Min Ho… — a Heechul un calosfrío le
recorrió su cuerpo haciéndolo temblar.
— Sí el mismo, veo que tú tampoco me
pudiste olvidar, ¿Me extrañaste?
Heechul
negó con su cabeza y cerró los ojos. Los recuerdos de esa noche agolparon su
cabeza y el miedo comenzó a hacerlo su presa.
— En realidad nunca fue mi intención
dejarte, eres mío, recuérdalo… — Min Ho paso su lengua por la mejilla de
Heechul, tal como lo había hecho Hangeng —. Sólo dejé que dejaras de ser un
niño y te convirtieras en esta belleza. – Min Ho metió una de sus piernas entre
las de Heechul
Las
palabras de Min Ho y la acción del roce de su erección tras de él, terminaron
por noquear a Heechul, tenía miedo… temor a la persona que estaba detrás de él.
Su cuerpo ya no respondía, sus pensamientos estaban invadidos por el pasado,
por el sufrimiento, el saber que le esperaba lo estaba enloqueciendo… de su
mano dejo caer la daga que sostenía al suelo.
Heechul no
podía con eso… se estaba rindiendo justo cuando Siwon apareció en escena con
Hangeng amagado.
Al notar
que Heechul soltaba el arma, Siwon supo que ya sabía quién era su captor, vio
el miedo en sus ojos y después nada… Heechul se perdió en sus propios pensamientos.
C o n t i
n u a r a...
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