Sungmin POV
Después de
mi apresurada boda con Hyukjae tuvimos que venir a casa de sus padres para huir
de los míos. Y no me arrepiento que haya sucedido, a pesar que iba con el temor
de no ser lo que esperaban los señores Lee, ellos desde el comienzo me han recibido
con los brazos abiertos en su pequeña granja.
Y digo
pequeña porque tanto Hyukjae como su familia se dirigen de esa forma a su casa
y modo de vivir, pero se bien que esto es más grande de lo que cuentan, porque
Hyukjae a lo largo de los años les ha ayudado a sus padres a que la granja sea
más grande como para vivir bien y cómodamente de ella.
No viven
con lujos, la verdad es que ni falta hacen, me he acostumbrado tan fácil a la
vida con los Lee, que no extraño nada de mi antigua casa. Vivir con los Lee me
ha traído tranquilidad y mucha felicidad, sobre todo una familia maravillosa de
la cual me enorgullece pertenecer.
Son tan
buenos conmigo que me siento de la familia. El señor Lee siempre amable, sereno
y gustoso de platicar sus anécdotas al educar a Hyukie, y no solo siendo
pequeño, mi esposo fue un adolecente bastante inquieto.
Omma Lee
es todo lo que un recién casado pudiera soñar de su suegra, una buena por
cierto, cálida, gentil y con toda la paciencia del mundo para enseñar los
deberes que como esposo me toca hacer por mi Hyukjae. Así que omma Lee tiene
muchísima paciencia conmigo y no se asombró al escuchar que no sabía hacer
nada, pues en casa me hacían todo.
Mis padres
me educaron como un príncipe, no se los echó en cara, la culpa es mía por
pensar que mi vida estaba arreglada. Miraba fríamente mi futuro, el casarme con
algún hombre de renombre y pasar la vida en las fiestas, compromisos de mi
esposo y obras de caridad.
Mi fría y
vacía vida.
No fue
hasta que conocí el amor que cambie de parecer. El arruinar mis uñas por tener
la ropa limpia de Hyukjae me ha dado más satisfacciones que mis medallas en
tenis o mis premios en piano. O como la primera vez que vi la sonrisa de
Hyukjae al comer algo hecho por mí, que me hizo saber que sabía bien y que por
fin había logrado cocinar por mí mismo sin quemar o arruinar la sazón. Incluso
ahora ya se lo que es sazonar.
Mi vida ha
cambiado tanto pero no me arrepiento.
Hyukjae es
todo lo que esperaba, como marido es el más atento, el mejor compañero, y como
amante, solo puedo decir maravillas pero eso sería fanfarronear. El que espere
un bebé de Hyukjae debe demostrar lo activos que hemos sido. Creo que la frase
de “hacerlo como conejos” se queda corta.
Fuimos
bendecidos en nuestra luna de miel. Hacer el amor por primera vez y que nuestro
amor haya resultado de esta manera, siento que no puedo ser más feliz.
Lo único
que pudiera extrañar, añorar tener conmigo, es a Heechul. Más que mi amigo,
Heechul es como mi hermano y con tan buenas noticias, quisiera poder decírselo
en persona, incluso antes que a Hyukjae. Omma Lee me ha convenció de esperar un
poco antes de decírselo a Hyukjae, incluso me acompaño a una clínica para hacer
mis exámenes y estar seguros.
Después
que supimos que estaba embarazado, fue capricho mío es esperar a decirle y
aunque omma Lee ha respetado mi decisión, se ha mostrado por demás cuidadosa
conmigo y su futuro nieto, no me deja hacer demasiado desde que se enteró. Ni
siquiera ha querido enseñarme a tejer para no cansarme. Ella cree que no sé qué
a escondidas teje ropita al bebé.
Por eso es
que tener a Heechul aquí aunque sea por unas cortas vacaciones me animo
demasiado, tanto que mi entusiasmo preocupe un poco a omma Lee.
– Ese bebé tiene que estar sano, aun no
se lo dices a Hyukjae y mira como estas.
Me dijo un
día antes mientras cambiaba las sabanas de los cuartos de invitados, llevaba ya
tiempo de pie sin descansar. Ella de verdad se preocupó.
– Lo siento. Yo no quise poner sobre sus
hombros esta carga, pronto le diré a Hyukjae sobre el bebé. – le dije un poco
avergonzado.
– Ay pero no pongas esa cara hijo, me
siento feliz de ser como tu cómplice al guardar este secreto y ser la primera
en saber. – omma Lee me abraza con mucho cuidado. Se siente como un abrazo de
madre, tan fuerte y gentil–. Cuando Hyukjae lo sepa se va a poner loco, ni
hablar del futuro abuelo. Seré yo quien se lo diga a mi marido, eso sí.
Entonces
olvidamos todo, hizo que Jaesung y Hyukjae terminaran lo que faltaba para los
invitados, mientras omma y yo vamos a sentarnos en el jardín, planeando los
días que vienen y sobre todo, cuando y como es que le diré a Hyukjae sobre el
bebé.
Tan solo
al llegaron acapare a Heechul. Nos abrazamos y por poco se me sueltan las
lágrimas, el embarazo me tiene demasiado sensible, haciendo casi imposible
ocultárselo a Hyukjae. Por eso es que omma y yo hemos planeado decírselo
pronto, aprovechando que nuestros amigos están aquí.
- ¡¿Estas esperando un bebé?! – fue el
grito de Heechul al saber la buena nueva.
- Ssshhhh, Hyukjae no lo sabe.
- Conejo, ¡no me digas que no es del
mono! – lo veo levantarse de golpe de la cama —. ¿Por eso te casaste tan
rápido?
- ¡Claro que no!
- Lo siento. Estaba bromeando. –
comienza a reír —. Un bebé
- Es muy pequeño todavía. Es un bebé de
luna de miel, por eso es que todavía no se lo he dicho a Hyukjae. Los primeros
meses son siempre delicados.
- Debes decírselo.
Heechul se
sienta a mi lado en la cama tomando mis manos. Sé que está feliz por mí, puedo
sentirlo, sin embargo siento que hay algo más, sus ojos tristes y la ansiedad
en sus palabras, me dice que algo le preocupa.
¿Acaso que
mi amigo también está esperando bebé? Dios, será que Siwon no quiere bebés
todavía. Tantas cosas cruzan por mi cabeza, pero cuando voy a preguntarle,
Henry aparece y no puedo preguntarle. Tendré que buscar otro momento donde
podamos hablar de esto.
Después de
la cena y que omma Lee absolviera a Hyukjae de lavar los platos, nos dirigimos
al campo. Nuestro lugar favorito, es un parque de acampar, donde Hyukjae y yo
hemos pasado mucho tiempo juntos. Es un lugar muy tranquilo y lleno de
estrellas, además que podemos hacer una fogata.
Ciertamente
omma tiene razón, el lugar se presta para la tranquilidad y deshacerte de toda
esa vida rápida que se lleva en la gran ciudad. Seguro que nuestros amigos lo
apreciaran.
Cogimos
algunas cestas con lo necesario para hacer una fogata y pasar una buena charla
bajo las estrellas, además de llevar mantas por si decidimos quedarnos hasta
tarde. Llevamos algunas bebidas, malvaviscos para la fogata y algo de comida.
En cuanto
llegamos me cuelgo de los brazos de Heechul y Henry, separándolos un poco del
grupo, de esta manera podemos platicar sin que ellos escuchen.
– Ustedes me van a ayudar a elegir un
lugar para pasar el rato. – aunque eso ya lo sé, tengo el lugar perfecto para
todos y no es demasiado lejos–. El cielo se ve hermoso desde este parque.
Pronto nos
alejamos de los chicos, pues ellos también estaban inmersos en su charla,
después de tanto tiempo sin ver a Hyukjae, supongo que también tenían mucho que
charlar.
– Le voy a decir a Hyukjae, que estamos
esperando bebé, mejor momento no vamos a tener. –les dije a los chicos de
repente–. No quiero ocultarlo más.
– ¿Tú… tú estás esperando bebé? – Henry
pregunta con los ojos muy abiertos.
– Lo siento, tú no lo sabias, estaba por
decirte pero en casa podían escucharnos los chicos. – sonreí un poco
avergonzado por habérselo ocultado a Henry. En realidad él es muy lindo, tanto
a Heechul como a mí, nos ha ganado muy rápido.
– Es un bebé de luna de miel. –Heechul
le explica rápido–. Y se lo va a decir apenas a Hyukjae. La verdad es que
pienso que ese mono es muy bruto, no haberse dado cuenta que estas en estado.
–dice Heechul, y yo hago pucheros al escucharle decir bruto a mi Hyukie.
– ¡Oh! ¡Voy a ser tío! – Henry grita de
pronto con efusividad, cosa que nos hace detenernos a Heechul y a mí, para
después sonreír –. Quiero ser el padrino de ese bebé.
– Y yo qué, estoy pintado. –Heechul se
queja.
– Esperen, esperen. –no dispuesto a que
se peleen, les propongo algo–. Heechul, tú fuiste el padrino de mi boda, bien
Henry puede ser el padrino de mi bebé, de esa manera yo puedo ser el padrino
del tuyo y tú serás el padrino del bebé Henry. –ambos me miran con los ojos muy
abiertos, como procesando lo que acabo de decir–. Y si hay más hijos, siempre
podemos cambiar de lugar, ¿no creen?
– Esa es una magnífica idea. –Henry es
el primero en hablar, para después tomar mi brazo y comenzar a caminar. Heechul
se nos une también.
– Tienes razón, de esa forma los tres
seremos padrinos de nuestros hijos, cuando los tenga. –Heechul también es feliz
con la idea, pero no pude dejar de darme cuenta de la nota triste al final de
su voz.
Cuando
llegamos al claro, nuestros amigos se sorprendieron al ver un medio círculos
hecho por troncos donde podríamos sentarnos, también había un pequeño círculo
de piedras para la fogata y el cielo estaba completamente despejado en el
lugar.
Comenzaba
a hacer frio, pero la fogata pronto nos mantendría a todos cálidos, claro, en
cuando los chicos pudieran encenderla. Así que mientras ellos se ocupaban de
encontrar madera, acomodarlos en el centro y encenderla, Heechul hizo que me
sentara sobre uno de los troncos mientras él y Henry se ocupaban de distribuir
las mantas, y poner a salvo los aperitivos que habíamos traído.
Afortunadamente,
la fogata es encendida, gracias a los años de experiencia que mi Hyukjae hizo
en los Boys Scout. Pronto nos encontramos sentados todos sobre los troncos y en
parejas, justo como lo había soñado desde que Hyukjae me había traído a este
lugar.
– ¿Alguien quiere alguna bebida?
–Hyukjae pregunta a todos–. Traje un poco de cerveza, algo de chocolate que mi
omma hizo y también un poco de ese soju fuerte que le robe a papá.
– Dios, ¿no lo hiciste? –le pregunto
asombrado.
– Sí, si lo hice. –sonriente, me muestra
la botella en sus manos–. Es un momento especial, papá me perdonará, o eso
creo. –todos comienzan a reír por su ocurrencia.
– Entonces, dame un poco de ese soju
especial. –dice Zhou Mi–. Una vez el señor Lee nos invitó un trago de esto y no
he vuelto a probar nada parecido.
– Si lo recuerdo. Yo también quiero.
–Siwon lo secunda.
– Pues probemos esa maravilla. –Heechul
que también ha comenzado a repartir los pequeños vasos, acepta tomar lo mismo,
al igual que Henry.
Hyukjae es
quien comienza a llenar los vasos de cada uno, hasta que llega a donde estoy y
me ve con mi vaso lleno de chocolate caliente.
– Amor, vamos a brindar, toma solo un
poco. –el quita suavemente el vaso de mi mano y me entrega otro lleno de soju–.
Además también es bueno para el frio.
– Pero yo…
– Sungmin no puede beber alcohol. –es
Heechul quien le dice.
– Claro que puede.
– No, no puede. Y te aseguro que ni
siquiera has de sospechar porque. –dice Heechul cruzado de brazos, esperando
que a mi marido se le prenda el foco en su cabecita. Eso hace que me lleve
ambas manos a la cara.
– Conejito, ¿te sientes mal?
Creo que,
a cómo van las cosas, tendré que decirle del bebé antes de lo esperado. Creí
que íbamos a charlar un poco y luego en el momento perfecto, se lo diría.
– No puedo beber alcohol, Hyukjae. –le
digo por entre mis manos. Siento a Hyukjae agachado entre mis piernas.
– ¿Por qué conejito? – el quita las
manos de mi rostro y miro sus ojos, esos ojos honestos que amo. En verdad está
preocupado por mí.
Veo
también a mí alrededor, tanto Heechul como Henry, están recargados a sus
parejas con los ojos cristalinos, convirtiendo este momento en algo emotivo y
es entonces cuando me doy cuenta que sí, es el momento perfecto.
– Vamos a ser papás, Hyukjae.
Continuará...
Siiiiiii se lo dijo , Heechul casi mete la pata y termina diciendo él, que le pasará a Heechul por que está triste
ResponderEliminarQue bueno que las cosas estén saliendo bien para el conejo y el mono.
ResponderEliminarQue es lo que preocupa a Heechul??
Gracias por el capitulo