Hazlo ruidosamente, hazlo más grande, hazlo caliente
¿Quieres conocer la verdad, toda la verdad?
Lo importante es que mientras hablas más de mí,
Está bien, muy bien
Mientras más rumores haya, es lo mejor…
Las luces, los muros,
el piso, todo se alzaba ante si en un torbellino que no podía explicar.
Champaña fría, bocadillos, flores y suaves fragancias los recibieron; más no
pusieron atención a nada de lo que los rodeaba.
Sí, recordaban haber
tomado, pero no recordaban haber bebido algo que les produjera ese fuego que
los arrastraba de un lado a otro en ese momento.
Tan solo estar en el
interior y privacidad del cuarto, ambos se abalanzaron a sus bocas, juntando
sus cuerpos y con sus manos explorándolo todo como buena primera vez, ni
siquiera recordaban como comenzaron pero la necesidad la tenían. Sintiendo como
un lengüetazo de placer les recorría el cuerpo cuando la puerta hizo clic
detrás de ellos, dejándolos encerrados en aquella habitación de hotel.
¿Cómo llegaron allí?
No lo recordaban, y
honestamente le importaba muy poco, porque los brazos de su hyung apretándose
contra su cuello, intentando aferrarse a su cuerpo y juntarse más si es
posible, le estaba gustando tanto. El cabello rojizo y largo frente a él,
enredado en sus dedos era conocido, y tenía el olor a manzanas que conocía tan
bien, porque compartía el cuarto de baño con esa persona regularmente.
A pesar de estar
desorientados y ebrios, sabían dónde hacer sus cosas, al menos trataban de no
perder eso de la cabeza. Entre tropiezos por la suite, luchando por deshacerse
de sus prendas, llegaron a la cama, lanzándose sobre el montón de almohadones y
acomodándose uno sobre otro para no perder el beso.
Un jarrón se hizo
añicos en algún lugar del camino, y ya tenían moretones en las pantorrillas por
haberse golpeado con un par de muebles de camino a la cama, que sin saber cómo
se encuentra ya hecha un lio de telas desordenadas.
El delgado cuerpo del
mayor se estira en la cama, y sin siquiera proponérselo, se recuesta a lo
largo, sintiéndolo despacio debajo suyo. Su cuerpo lo seduce e intenta obtener
más de él a cualquier costo. Adentra su lengua y recorre cada rincón con
maestría. No es que por ser buena persona le faltara experiencia, porque tenía
bastante para tomar el control de las cosas.
Siwon sintió frió en
el pecho y como el tintinear de pequeños botones suena alrededor de él, volando
por los aires y dejando su pecho desnudo de una sola vez. Extasiado, lo estaba
dejando hacer, sin embargo su cuerpo y sus deseos también le exigían tomar el
control.
El beso se hizo más
apasionado sobre la cama, la boca de Siwon comenzó a exigir a los labios de
Heechul, que tuvo que abrir su boca para ir por un poco de aire lo que fue
aprovechado por el menor para saquearlo con su lengua. A Heechul nunca antes un
beso le había parecido tan sofocante, quizás porque se trataba de la boca de un
hombre y que este llevaba el beso, dejándose guiar solamente.
Al pensarlo no le
disgustó para nada, contrariamente a lo que había imaginado, estaba disfrutando
ser sometido de esta forma, dejarse hacer y besar por el menor.
En algún punto, que
tampoco supieron discernir, ambos se encontraban acostados, mirando el techo de
la habitación, sintiéndose mutuamente en el silencio reinante de la habitación.
De pronto, Heechul comenzó a reír como bobo, no sabía si se estaba volviendo
loco pero lo estaba disfrutando. Jamás se había sentido tan bien. Tan rápido
como había comenzado a reírse, se calló, girándose hacia donde se encontraba
Siwon recostado.
Todo se mecía, o se
movía, o se esfumaba bajo aquel embriagante efecto. Quizá era la colonia de
Heechul, o el sabor de su boca, pero quería más de aquello, y si no lo obtenía,
Siwon estaba seguro que se desesperaría.
Heechul estaba
borracho y acalorado, su ropa a medio quitar estaba siendo un estorbo, por lo
que removiéndose como podía comenzó a quitarse la ropa a lado de Siwon, quien
solo sentía la cama mecerse. Finalmente Heechul se detuvo cuando quedo solo con
su bóxer cubriendo su hombría le habría gustado usar algo menos aniñado y más
provocativo. No sabía de dónde venían esos pensamientos pero era lo que sentía
en ese momento.
La forma en que rio,
La forma en que hablo,
La forma en que camino,
Todo es un poco…
La forma en que hablo,
La forma en que camino,
Todo es un poco…
Y Siwon, aunque
quería espiar, no dejo que sus ojos vagaran hasta su compañero de cama y grupo,
hasta que lo sintió prácticamente sobre él, rozándose sin cuidado y
provocándolo. Siwon tenía un problema en medio de su cuerpo, y ver el bóxer de
Heechul lleno de pequeños gatos multicolores sobre un bonito fondo gris, lo
hizo sentir más… excitado.
—
Estoy sobre una suave nube. – comentó Heechul arrastrando las palabras,
extendiendo piernas y brazos sobre la cama.
—
No, es seda. —Y ambos comenzaron a reír—. Estoy mareado.
—
Debemos hacernos de unas igual. –y las miradas de lujuria entre ellos no
se hicieron esperar—. Esto es excitante.
Siwon se quedó
momentáneamente inmóvil, Heechul se veía tentador, adorable, sexy, y escucharlo
decir tonterías no ayudaba mucho. Eso hacía que Siwon se sintiera más atraído y
acalorado, como si su cuerpo pensara por sí mismo. Sabía que era una acción
anormal, el sentirse atraído por aquel lado infantil y tierno, pero las
pulsaciones en su entrepierna no hacían más que decirle que era la verdad.
¿Qué pasaría si se
movía solo un poco? Creyó que manteniéndose solamente así, podría tener el
control de la situación, pero no había tal control… ya no.
—
Siwon… —pudo sentir la respiración de Heechul sobre su cuello—. Hueles
muy bien. –el calor recorrió su espina dorsal e hizo que un involuntario
suspiro saliera de su boca.
Heechul pudo perder
la cabeza en ese momento, y seguramente no le importaría, porque el magro
cuerpo al lado del suyo lo llamaba de una forma que no creía posible. Todo él
era una masa de músculos firmes y sensuales que quería tocar un por uno, sin
detenerse jamás. Su aroma cítrico, resultado de su colonia de afeitar era como
droga, y no podía despegar su nariz de su cuello donde arrancaba además, suaves
suspiros.
—
Hyung… Hyung… —susurró Siwon al sentir como mordisqueaba su oreja,
haciéndolo temblar, estremeciéndose de deseo. Heechul no hizo caso al llamado
del menor, sus manos ya viajaban por el pecho de este, sintiéndolo bajo sus
manos—. Hyung detén… te…
—
Shhhhh…. Vamos Siwon, lo estamos deseando… déjate llevar. –los labios de
Heechul continuaban explorando la piel del cuello de Siwon y su cuerpo había trepado
sobre el menor… sin lógica en el mundo en que se movían en ese momento, solo
querían sentirse un poco más cerca y más profundo—.Quiero estar contigo.
—
¿Cómo lo sabes?
—
No lo sé. Eso es lo gracioso. –y Heechul comenzó a reír escandalosamente
y a pesar de eso no podía dejar de observar el ardiente cuerpo de Siwon entre
sus piernas. Siwon de algún modo sintió su cuerpo arquearse buscando el
contacto con Heechul—. Pero lo estoy queriendo… y tú también. –diciendo esto,
Heechul ya tentaba la entrepierna de Siwon con su cuerpo.
No seas tímido y habla
¿Esperabas esto?
¿Esperabas esto?
Y No lo pensaron más,
enredo la mano en el cuello de Siwon y lo atrajo hacia él, atrapando su boca en
medio del camino. Lo besaba con hambre, deseo y pasión. Sintiendo entre sus
cuerpos esa atracción que los hacia pegarse más al otro, al igual que ese
cosquilleo invadiendo sus estómagos.
—
Sí, yo también te deseo… Heechul. –si había una forma de firmar el final
de la noche era aceptar la atracción que se sentía en la atmosfera. De repente
el aire era pesado y caliente, tan caliente que quemaba sus pieles intentando
fundirlas juntas.
Heechul se separó y
se quedó observando a Siwon, pues este nunca dejaba de usar los honoríficos con
él. Sus ojos mostraban un poco de asombro y desconcierto, pero estaban ebrios,
que más podía ser. De lo que estaba seguro, es que su nombre sin honoríficos en
ese momento, solo termino excitándolo más.
Todo a su alrededor
pareció detenerse, olvidándose de todo y dejándose llevar por lo que estaban
sintiendo en un beso que amenazaba con ser eterno. Suspiró y entreabrió sus
labios, permitiéndole a Siwon introducir su cálida lengua, Heechul anhelaba ser
besado de ese modo y definitivamente no tenía intenciones de dejarlo ir en este
momento.
Se recostó a todo lo
largo del cuerpo de Siwon y el solo contacto provocó una corriente eléctrica
que recorrió ambos cuerpos, el calosfrío de saberse disfrutando algo nuevo pero
también algo infinitamente deseado. Esas manos, esos labios, el calor del duro
cuerpo del otro, el olor y la forma en que se estaban tomando.
Suspiros,
respiraciones entrecortadas junto con el acelerado latir de sus corazones era
todo lo que se escuchaba. No había delicadeza, todo eran golpes de ciego,
desesperación por tocar todo, por tenerlo todo de una sola vez y sin
sensibilidades. Sentirse plenamente era una necesidad creciente en sus pieles
que pulsaban por unirse más, si es que se podía
—
Mmmh… aahh… -Siwon quería marcarlo como suyo, de todas las formas
posibles, disfrutar de ese cuerpo a su antojo y mantenerlo a su lado toda la
noche gozando de las sensaciones que se daban.
El cuerpo del mayor
ardía como el suyo y sus erecciones tiesas no parecían querer disminuir, pues
aumentaban con cada toque que dolía. El escucharlo gemir no fue de mucha ayuda
para el poco control de Siwon, rodo sus cuerpos y atrapo el de Heechul bajo el
suyo.
Someter a la gente
nunca había sido su fuerte, y de hecho era una persona que tendía a dejarse
llevar por los demás, acatar órdenes de manera simple y limpia, pero esta vez,
quería y necesitaba el control total de las cosas, disfrutar a su hyung, y al
parecer a él no le molestaba, lo quería de esa forma para tener libre acceso a
su cuerpo.
Mordida, mordida,
lengüetazo.
Lengüetazo, mordida,
succión.
Siwon continúo con
sus caricias, marcando el cuerpo del mayor a su antojo y haciéndolo disfrutar,
dejando en aquella blanca piel varias marcas rojizas.
Las caderas de
Heechul, buscando el roce de ambos, no era algo para lo que Siwon estuviera preparado,
sentirlo buscar por su cuerpo era una experiencia fascinante, algo nuevo para
sus sentidos embotados.
El calor de la
habitación se hizo despreciable, absolutamente sofocante e irrespirable. Tenían
que seguir de una vez o no podría tener suficiente en toda la noche. Siwon oyó
algo rasgarse antes de darse cuenta que en sus manos estaba la pierna derecha
del bóxer de gatitos de su hyung. Sin esperar más quito el resto de ropa para
aliviar el calor que sentían.
Bastaron algunos
segundos para que Siwon se subiera de nuevo sobre Heechul y retomara los besos,
las caricias y el mayor comenzara a moverse como bailando, ese movimiento que
lo hacía sentir muy bien, restregándose como un gato sobre su cuerpo desnudo
ya, su miembro siendo remolido por el otro. Necesitaba tan poco para
terminar, que no logro contenerse, espasmos comenzaron a apoderarse del cuerpo
de Heechul y rápidamente lo llevaron al clímax.
Ahh tú y yo somos realmente
Solo tocando nuestras yemas de los dedos resultaría un terremoto…
Solo tocando nuestras yemas de los dedos resultaría un terremoto…
Había algo en la cara
orgásmica de Heechul que hizo que se volviera incluso más necesario el contacto
de lo que ya era. Quería verlo sometido completamente a él, y ser el que
provocara más de esas reacciones. Necesitaba más de él, de ese cuerpo y de esas
reacciones locas que se apoderaban de sus cuerpos.
Heechul gimió ante la
mirada del menor, y como si de una orden se tratase, extendió más las piernas,
dándole paso libre a que saqueara su cuerpo. Entregándose a la magia de la
noche.
Tan perdido como
estaba, Heechul no se preocupó, más se preparó para sentirlo en su cuerpo. Los
movimientos de Siwon eran torpes, no sabía lo que hacía pero si lo que su
cuerpo le pedía, una estrecha cavidad para satisfacer su deseo, esa que estaba
oculta entre las piernas del mayor. Es lo único que importaba en ese momento,
eso y que estaba maravillado con las reacciones de Heechul.
Su excitación creció,
Siwon fue introduciendo su miembro en el interior de Heechul, sin preparación.
La estreches lo estaba matando, no tanto como la raspadura que sentía en su
interior el mayor, menos mal que el orgasmo lo había dejado algo relajado, más
no pudo contener un grito de dolor.
—
Aaaahh. –gritaba Heechul mordiendo su labio— Aaaah… -volvió a
gritar cuando Siwon se enterró completamente sin dejar que se acostumbrara.
—
Esto, estas… uf… solo quedemonos quietos un momento. – dijo Siwon, pues
también sentía dolor.
Siwon se dobló hacia
adelante intentando robar un beso de los labios de Heechul, más sus piernas
quedaron en un ángulo donde le permitía al miembro de Siwon topar ese punto
dulce que lo olvido de todo.
—
Mhhhmm… -sintió al menor moverse despacio al principio, como tanteando
el terreno en que estaba, comenzó a ser embestido ms fuerte con el paso de los
minutos, cada fuerte penetración aumentaba sus gemidos y jadeos, al igual
que el dolor y placer que le proporcionaba.
Heechul mordía su
labio inferior tratando de resistir el placer casi lascivo que le estaba
proporcionando, años de conocerse y ellos estaban teniendo sexo.
El sonido sucio del
acoplamiento lleno los oídos de ambos cuando estuvieron juntos al fin, el dolor
para ambos fue drásticamente cambiado por el deseo de moverse. El sufrir seguía
allí, dañando sus cuerpos, pero sus mentes estaban suficientemente entretenidas
en las sensaciones nuevas y poderosas, multiplicadas, como para ignorarlo.
Siguiendo con sus
embestidas, Siwon tomando las piernas del mayor, las enredo en sus caderas para
así poder tomar más cómodamente sus labios. Heechul no se resistió, y también
lo siguió, aunque el desorden provoco que el beso solo fuera un roce descarado
de labios, lenguas y respiraciones agitadas el cual tuvo que terminar después
de un par de minutos, pues no podía contenerse más.
Heechul empezó a
gritar pues su cuerpo comenzaba a sentirse más caliente y un hormigueo
comenzaba a expandirse por su estómago. Estaba a punto de terminar.
—
Ah… aaaah… Siwon, voy a…
Un fuerte gruñido
provino de la garganta de Siwon y se vino, inundando las entrañas de Heechul,
llevándolo también a su propia culminación que lo hizo terminar entre sus
cuerpos, arañando la espalda del menor como única cuerda que lo mantenía en
este mundo. Siwon siguió moviéndose, vaciándose en su interior, intentando
disfrutarlo un poco más, colando su mano en el eje de Heechul donde acaricio
sin vergüenza ya.
Heechul frente a sus
ojos mordió sus labios en una clara provocación, las respiraciones eran
agitadas y aunque acababan de descargarse, la dureza de Heechul saltaba aun
visible frente a los ojos de Siwon y la suya se encontraba despertando ante tal
visión.
Los besos comenzaron
en la boca, bajaron por el cuello hasta llegar a su estómago, y un poco más
abajo antes de detenerse, comenzar a reír como si no hubiera mañana y bromear
de alguna forma, como sin saber lo que había recién pasado. Olvidar lo que
había pasado, pues sus cuerpos les decían que nunca paso y esperaban ser
saciados nuevamente.
Verdad o Reto
Los rumores se esparcen sin hacer sonido
¿Qué eliges? ¿Verdad o Reto?
En realidad, todo depende de ti.
Los rumores se esparcen sin hacer sonido
¿Qué eliges? ¿Verdad o Reto?
En realidad, todo depende de ti.
Continuará...
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¿OTRO?
Vuelvo a leerlo y cada vez quedo más maravillada.
ResponderEliminarEsta pasión desatada no tiene que ser solo producto de una noche de borrachera, es obvio que el deseo ya estaba latente y el alcohol mando de paseo las inivisiones y el autocontrol
Waaa que cap tan intenso!!
ResponderEliminarQue haran al otro dia??
Waaaaauuuu ya hace dos años que comencé a leer esta interesante y hermosa historia. Espero que algún día la terminen. Un abrazo
ResponderEliminarEl control que sentían se fue por la ventana y se sintieron con la mesecidad de liberar toda esa pasión que han ido reprimiendo, y el alcohol nada tiene que ver con esto.
ResponderEliminarSanto por Dios, este capítulo me dejó en ceros XD
ResponderEliminarMe encantó, es genial esto promete mucho y se va superar mis espectativas. Pero es que vamos que esa pasión desenfrenada no es solo por algo en su sangre, viene desde más profundo. Waaa es tan emocionante, ya quiero leer más... Pero seré pasiente y esperaré :3