Truth or Dare... Capítulo 9

A pesar que su mente volaba hacia lo más obvio, Sungmin descartó esa idea inmediatamente, sabiendo lo correcto que era Siwon, eso ni por poco podría ser posible. ¿O sí?

—   Seguramente tuvieron chicas, muchas. Recuerda que Siwon es millonario, puede hacer eso y más.

—   Pero entonces, ¿Por qué no sucedió todo este enredo con algunas de las chicas? ¿Por qué entre ellos? – las conjeturas de Kyuhyun tenían mucha razón, pero Sungmin no quiso pensar más en eso.

—   Zanjemos eso, no lo sabremos hasta que ellos lo recuerden, si es que lo llegan a recordar. – a Sungmin lo recorrió un escalofrío, al pensar lo que esos dos pasarían.

—   Lo harán hyung y cuando lo hagan, se pondrá más interesante. – Kyuhyun rodeo los hombros de Sungmin con uno de sus brazos.

—   Deja ya Kyuhyun, no puedes regocijarte en la pena ajena, sé que lo estas esperando. ¡Son tus hyungs!

—   No he dicho nada que no vaya a pasar hyung. – al ver el semblante afectado de Sungmin optó por terminar la conversación —. Está bien hyung, no volveré a pensar en ello. ¿Estás bien con eso? – acaricio con un dedo la mejilla de Sungmin.

—   Creo que sí.

—   Te dejo para que te des un baño, apestas hyung.

—   Entonces suéltame malcriado y ¡lárgate a hablar con tú novia!

Sungmin forcejeo un poco para soltarse de Kyuhyun y antes que lo lograra, el menor alcanzo a tomar su rostro con las dos manos. Sabía lo que venía, esa maldita costumbre que Kyuhyun había adoptado de sus viajes a España, con todos sus hyung lo hacía cuando nadie los veía, pero ese saludo a la Europea adquiría “un toque Cho” con Sungmin y eso lo dejaba desarmado.

Kyuhyun acerco sus labios a una de las mejillas de Sungmin y lo beso suavemente, repitió el proceso con la otra mejilla para después separarse y quedar de frente.

—   Sungmin, eres mi hyung favorito. – las palabras sinceras de su dongsaeng siempre le afectaban.

Aun recordaba como decidió tomarlo bajo su protección, aun durmiendo en el suelo como lo hizo al principio, Kyuhyun lo hacía siempre junto a su cama. Y como después de ese accidente donde casi lo pierde, juro que haría todo por él, jamás le diría no y lo atesoraría siempre. Kyuhyun había sobrevivido a aquello y para Sungmin esa vida, esa segunda oportunidad de Kyuhyun era muy apreciada.

—   Yo también te quiero Kyuhyunie.

Sintió los labios de Kyuhyun sobre los suyos, suaves, un leve roce. Había agarrado esa maldita maña de besarle los labios como lo hacía con su omma desde aquella vez. Omma Cho y Lee Sungmin, eran los únicos que recibían aquel dulce beso no mal intencionado del menor como una muestra de amor y respeto.

*****

Despertar aquella mañana en brazos del menor no había creado problemas en Heechul. El problema había sido el golpe en su cabeza. Ya que tanto Siwon como él habían acordado pasar por todo esto de la mejor forma posible. Lo estaban tomando bien, como una oportunidad para volverse cercanos nuevamente y recuperar esa amistad de la que habían descuidado por el trabajo o la separación que vivieron al estar Heechul en el servicio militar y el que Siwon ya no viviera en el mismo departamento con los demás miembros del grupo.

Así que todo era una oportunidad, conocerse nuevamente, ya que con el tiempo los dos cambiaron y eso era algo de lo que se perdieron. De lo único que Heechul estaba seguro, era que a Siwon le seguía gustando dormir abrazado a su cuerpo como lapa, no es que fuera exclusivamente con él, pues estaba seguro que Siwon dormido abrazaría a cualquiera. Lo que le hizo recordar, aquel rumor que dejo correr en el grupo, para que nadie más durmiera con el menor. Solo con él.

No era raro que Heechul tendiera a ser algo posesivo con sus pertenencias y por algún motivo, en ese entonces, sentía que Siwon le pertenecía. Quería sus atenciones solo para él. Algo en el camino cambió, quizás por eso se habían alejado tomando caminos diferentes y la incomodidad fue filtrándose en su amistad. Esperaba que esta experiencia los volviera los amigos que eran antes.

Parecía que todo estaba tomando el camino correcto, hasta las notas de los paparazzis sobre ellos juntos, eran buenas dentro de todo. Aquella nota pasada sobre el ataque quedo en el olvido, opacado por otra donde el SiChul demostraba sutilmente su amor después de conocer el que sería su nuevo departamento, apoyado por algunas de sus fans. Heechul podría decir que si todo seguía de esta forma sería muy fácil, sin embargo la vida nunca es fácil, mucho menos para ellos que estaban obligados a engañarla un poco.

Se suponía que Gunhee le haría un cambio de look ese día y según lo dicho por el estilista, podría atenderlo con calma a primera hora. Por eso había tenido que despertar temprano poniendo el despertador de su celular. Y es que cuando se trataba de citas con Gunhee, como él decía, su tiempo es muy preciado y vale oro, siempre se asegura de despertarlo o hablarle para que llegue a tiempo y no le haga esperar.

Al escuchar la alarma de su celular por la mañana, lo primero que vino a su mente fue “Gunhee”, sin nada más especial que agregar. No negaba que si habían compartido habitación de vez en cuando pero nada que le hiciera nombrarlo al despertar.

Es por eso que Heechul no entendía porque Gunhee le había discutido por teléfono el no haber sido el primero en enterarse sobre él y Siwon.

—   Gunhee… Gunhee… ¡Gunhee maldito, déjame hablar! – replicaba Heechul en el asiento trasero de la van que lo llevaba hacia su amigo.

—   Llevo tiempo queriendo hacerte esta pregunta.

—   ¿Qué pregunta? – La discusión ya llevaba unos minutos, comenzaba a desesperarse, por lo que apretó el puente de su nariz tratando de controlarse. No era lo ideal para él levantarse temprano y discutir, mucho menos sin desayunar.

—   Dime, ¡¿Qué más me escondes, tú escoria de amigo?! – Heechul tuvo que separar el celular de su oído —. Me da la impresión que lo de Siwon no es reciente como me quieres hacer creer. ¿Por qué no me dijiste?

—   Estas empeñado en ser un dolor en el culo esta mañana, ¿verdad?

—   ¿Acaso te extraña? Si yo estuviera en tu lugar serias peor conmigo. – Heechul se quedó mirando al frente un momento sin saber que decir.

—   Lo siento Gunhee. Puede sonar increíble, lo sé, y puede que no me creas, pero entre Siwon y yo… — ¡Rayos! Tampoco podría estar diciendo la verdad a todo el mundo, no cuando los intereses de SuJu y los suyos propios estaban en juego —. Esto comenzó recientemente, tú sabes que Siwon siempre ha sido una parte importante de mi vida, como amigo y ahora… — ¿Qué más podía decir que no sonara mentira? Abrir su corazón con respecto a Siwon, a Heechul le sonaba peligroso.

—    Más te vale que sea verdad. – se escuchó del otro lado del teléfono.

—   Pagare mi penitencia.

—   Heechul, tienes que… no puede ser serio… no puedes…

—   Gunhee, cálmate y respira profundo. Entre nosotros no ha pasado nada, estamos en el inicio y si tú sigues así creeré que estoy haciéndolo todo mal. Parece mentira que no me conozcas. Si no te lo dije antes, es porque no estaba seguro de lo que sucedía con él, deja de ser un dolor en el culo con eso y compórtate como mi amigo.

—   Huh, yo, bueno. – por primera vez en lo que iba de la llamada, Gunhee se quedó sin palabras —. Lo hare.

—   Sigues furioso conmigo, ¿cierto?

—   Mmmm, no realmente. Solo que me ha salido algo de improviso.

—   Ya, ¿en serio?

—   Sí de verdad. Mejor otro día nos ponemos de acuerdo con tu cambio de look.

—   Gunhee.

—   En verdad Heechul, estoy bien. Yo prometo hablarte y ponernos de acuerdo. – repuso su amigo más calmado —. Y sinceramente me alegro por ti. Te llamare pronto.

—   No pasa nada.

Y de esa forma su cita sobre cambio de look fue cancelada. Como no tenía a donde más ir y no quería regresar para molestar a Siwon, que seguramente estaría cansado por el viaje del día anterior, se dirigió hacia su viejo cuarto en el departamento de suju. Le daría unos días a Gunhee para que se tranquilizara.

Estaba agotado cuando llegó. Más que físicamente, su estado de ánimo no era el mejor, no es que estuviera de mal humor, sin embargo estresado, preocupado y algo nostálgico si lo estaba.

Estresado por esa llamada a su madre que estaba atrasando y esos mensajes en su buzón lo comenzaban a inquietar, pues a pesar que entendía la impaciencia de su madre por hablar con él, no esperaba que reaccionara tan de buena forma con todo lo sucedido. Así que podría ser un engaño y enfrentar a su madre y padre en estos momentos lo superaba un poco con toda la carga que tenía encima.

Preocupado por algunos mensajes y amenazas que estaba recibiendo en todas sus redes sociales. Las cosas que le estaban sucediendo no eran normales, esos pequeños ataques que estaba sufriendo eran cosas que ya no les sucedían a ellos. En su debut habían pasado por eso, pero conforme se fueron afianzando en el medio, estos fueron desapareciendo. Las amenazas de las que ahora estaba siendo objeto eran resultado de los hechos recientes.

La SM había estado feliz por la aceptación de ese pequeño “error” entre ellos, las fans habían respondido bien e incluso mucho mejor con las elf internacionales. Heechul sabía que sus elf estaban algo locas, mucho más sus petals, pero con lo que no había contado, era con las fans personales de su dongsaeng. Todas ellas argumentándole que no era nada especial ni remotamente bueno para el menor, que él lo había llevado por un mal camino y que si el menor se iba al infierno, bien sería su culpa.

Entendió un poco más porque Kyuhyun le advirtió sobre las Siwonest, algunas de esas chicas estaban más locas que sus petals, de verdad esperaba que el menor no se topara con cosas como estas de parte de sus petalitos. A Heechul le preocupaba que quizás estuviera pasando también por amenazas o invasiones a su privacidad, teniéndolo bastante ocupado pensando en posibilidades, este motivo también podría agregarlo al estrés que estaba sufriendo.

Y nostálgico, por la llamada que recibió momentos después de terminar de hablar con Gunhee, esa llamada que siempre venía a remover el pasado poniéndolo a pensar en lo que hubiera sido. Porque esa persona fue alguien importante en su vida.

Eran muchas emociones para manejar, sobre todo después de haberse despertado tan temprano y con un golpe en la cabeza. Tal vez si no se hubiera golpeado al despertar, no habría sido tan malo su día. Algo tonto de pensar.

Por eso en cuanto llegó al departamento y viendo que el EunHae estaba presente, les dijo que no deseaba ser molestado por nadie. Necesitaba pensar.

—   Hyung, ¿y si viene Siwon? – Donghae pregunto “inocentemente”.

—   Nadie. – Heechul quería mucho al pececito, pero a veces era insoportable.

—   Pero…

—   He dicho que nadie. – lanzándole una de esas miradas que dicen claramente “Peligro” sin mucho esfuerzo y como Donghae fuera volver hablar, Hyukjae lo detuvo.

—   Hae, te quiero vivo unos años más.

—   Bien. – respondió un no muy de acuerdo Donghae cruzando sus brazos.

Pero ni eso detuvo a Siwon para llegar hasta él. Se sorprendió lo que pequeños mal entendidos podían hacer en su relación, además que descubrió que se sintió muy a gusto volver a tener la íntima amistad con el menor, al grado de que el skinship no fuera incómodo. No es como si estuvieran haciendo fanservice, sin embargo Heechul recordaba muy bien que en el pasado no le molestaba estar recostado tan cerca de Siwon con la cabeza sobre su brazo y mucho menos abrazarle. En ese entonces era algo a lo que estaban acostumbrados.

Además en ese momento estaba necesitando algo de afecto. Su cerebro no estaba teniendo tranquilidad aunque así lo quería y quizás por eso no disfruto la película que él mismo eligió para ver con sus dongsaengs. Se sentó del otro lado del sofá de tres plazas que compartían con los pies recogidos y la mirada puesta en el televisor, perdido en sus pensamientos, sin querer hizo parecer que estaba ignorándolos a propósito, cosa que Donghae se lo hizo saber.

Incluso poco le interesó la charla que vino después, y no fue consiente del estudio del que era objeto por parte de Siwon, hasta que entró a su nuevo departamento y este llamó su atención.

—   Heechul… — lo llamó la primera vez más no recibió respuesta —. Heechul, ¡Heechul hyung!

—   ¿Qué? – el rostro de Heechul era todo un poema de ignorancia, ¿se había perdido de algo? —. ¿Sucede algo?

—   Es lo que yo me pregunto. – Siwon enfrento a Heechul —. Estás muy distante, ni siquiera disfrutaste de la película y eso que estabas bien con la idea, miraste la tele pero no pusiste atención. – camino hasta el sillón doble y dejó caer su cuerpo demostrando toda su frustración —. Tus uñas estaban más interesantes y hasta tu celular tenía más atención, eso cuando no mirabas hacia el tapiz del sofá.

La frustración y molestia rozando cada una de las palabras, y claro que estaba molesto, porque se supone que aclararon lo sucedido por la mañana, que las cosas quedaron bien entre ellos, sin embargo la actitud del mayor le demostraba todo lo contrario.

Y dentro de la bruma que era la mente de Heechul, entró el entendimiento que Siwon le estuvo observando todo este tiempo sin darse cuenta, sus palabras demostraban que hasta el más mínimo detalle, Siwon le miro, le observo y estudió, quizás preguntándose porque estaba de esa forma. Una pequeña sonrisa se fue colando por sus labios, por alguna razón le agradó la idea de tener la atención del menor a ese grado, tal como en el pasado, cuando Siwon se preocupaba por él.

Para satisfacer un poco más su curiosidad, indago un poco más sobre lo que Siwon observo en su persona.

—   El tapiz del sofá no era tan entretenido como el ver a Hyuk toquetear al pez. – soltó Heechul en un murmullo.

—   ¿Por eso tenías esa cara distante? – Siwon se removió incomodo sobre el sofá —. Ni siquiera los mirabas como tampoco lo hiciste conmigo. Lo que me dice que estabas pensando en algo, es esa manía que tienes cuando algo ocupa tu mente, de morder tu labio inferior.

Bien, comprobado, Siwon lo había estado observando todo este tiempo. El sentimiento era raro, hace mucho que estaba acostumbrado a ser objeto de atención de sus petals y con Siwon era otra cosa. El menor parecía muy afectado por su comportamiento, lo que hizo a Heechul comenzar a reír hasta sacudir su estómago y como viera a Siwon enfadado a punto de levantarse, se le echo encima con la cabeza sobre las piernas del menor y su cuerpo tendido a lo largo del sofá.

La vista desde abajo, Heechul podía notar el ceño fruncido de Siwon y a la vez su rostro avergonzado, lo sabía por el leve sonrojo que lo cubría, como si hubiera dicho demasiado o dicho lo que pensaba en voz alta. Le parecía tan adorable, tan Siwon, porque desde tiempos atrás, Heechul no olvidaba que a menudo el menor se avergonzaba a si mismo por lo que llegaba a soltar sin pensar. Solo que en el pasado se cubría el rostro con ambas manos y ahora apechugaba como todo un hombre.

Aunque seguía siendo gracioso de ver.

—   Ey, no me burlaba de ti. – dijo captando la atención del menor.

—   Ya. – y obviamente Siwon no le creía —. Me vas a decir lo que te puso de esa forma, ¿compartir lo que te pasa conmigo?

—   Ah, eso.

El silencio reino por un momento. Heechul metido en sus cavilaciones, cualquiera de las cosas era difícil para él compartirlas con Siwon, pues a menudo sus preocupaciones o frustraciones eran descargados con Gunhee, Kangin o alguno de su círculo de amigos. No es que no confiara en Siwon, simplemente que hace mucho que no tenían una charla como esta, donde compartieran sus cosas.

La última frase de Siwon lo decía todo. “Compartir” debían comenzar hacerlo realmente, no solo compartir un techo y el castigo impuesto por su empresa, realmente debían compartir todo de sus vidas, como una verdadera pareja lo haría. Desde que estuvieron juntos, se sentía tan correcto poder hacerlo. ¡Maldición! Solo se tenían el uno al otro con la verdad de lo que sucedido entre ellos esa noche. Un peso compartido entre ellos.

—   ¿Compartirías conmigo lo que sucedió con tu padre? – sugirió Heechul en voz baja, no muy seguro si el menor estaría dispuesto hacerlo. Siwon se removió debajo de Heechul, que enseguida se giró de lado para mirar hacia el frente y darle espacio a Siwon para que comenzara hablar.

—   No lo tomo muy bien. – eso Heechul lo supo en el primer momento en que vio el rostro de Siwon al regresar de esa charla —. Y sé que se pondrá más difícil con él. Quiere solo lo mejor para mí, una vida perfecta, el mejor comportamiento. Sé que puedo ser un buen hijo, más no puedo ser todo lo que quiere, no sin perderme en el intento.

—   Pero lo trataras. – le interrumpió Heechul —. Porque eres como tu padre. Intentaras no llevarle la contraria, al final lo harás Siwon. No te lo tomes a mal, yo realmente admiro eso en ti, tus convicciones son claras pero más fuerte es el amor de tu familia.

—   Tú también amas a tu familia. – le dijo Siwon comenzando acariciar su cabello. Gunhee tenía la prioridad de mantener su cabello hermoso y casi nadie más podía tocarle, Siwon era la excepción a la regla.

—   Esa es una de mis preocupaciones, omma ha estado esperando que le llame desde que se supo todo esto, no lo he hecho. – termino con un suspiro.

Momentos después la cabeza de Heechul rebotaba sobre sofá, Siwon se había levantado y no le quedo más que sentarse bien, observando como Siwon iba por el teléfono y se lo entregaba en las manos.

—   Vas hablar con la señora Kim y te disculpas si es necesario, después como buen chico, escucharas todo lo que ella tiene que decirte. ¿Entendido?

—   Oye, más respeto con…

—   Me iré a bañar, sino lo has hecho cuando termine, no me culpes al hacerte dormir en el sofá.

Siwon se dirigió a la recamara dejando con los ojos abiertos al mayor. Sí que tenía agallas, hace mucho que no le hablaba de esa forma y la verdad es que a Heechul le provoco una leve sonrisa su atrevimiento.

Observo unos minutos el teléfono antes de atreverse a hablar. Escucho el timbre unas tres veces antes de escuchar la clara voz de su omma. Se mantuvo en silencio bastante tiempo, escuchando lo que su madre tenía para decirle, la verdad es que estaba siendo leve sus letanías a como él pensó que sería. Después dijo “lo siento” muchas veces y “te quiero omma” otras tantas, y finalmente preguntar cómo es que se encontraba de salud y como estaban todos por allá.

—   ¿Desde cuándo dejaste de ser tan directo hijo?

—   ¿Huh?

—   ¿Tiene algo que ver con que te hayas vuelto gay?

—   Omma... – casi gritó avergonzado escuchando esa palabra de boca de su madre —. ¿Cómo es que…? No digas eso.

—   Si quieres saber cómo han tomado el asunto por acá solo tienes que preguntar. – Heechul no dijo nada y su madre interpreto su silencio —. De tu hermana ya sabes, tus tíos, bueno, ellos no importan mucho. Tus primos seguramente ya se lo esperaban y yo, hijo, aun espero nietos, no sé cómo le hagas pero los quiero.

—   ¡Omma! Es raro que se lo haya tomado bien omma.

—   Es porque no has visto como deje mi cuarto de costura. – Heechul rio por la confesión, ya que si era posible que su madre se descargara con sus cosas, él mismo lo hacía. De tal palo tal astilla —. No es como si te hayas enredado con un vago o con varios. Que haya sido Siwon ha ayudado un poco y el que la señora Choi se haya puesto en contacto primero con nosotros que tú, creo que nos tranquilizó un poco a todos.

—   ¿Eso hizo? – a Heechul le sorprendió esto último.

—   Hijo, tienes que venir a casa, enfrentar la molestia de tu padre como buen hijo por lo que has acusado. Sabemos que la compañía ha arreglado todo, pero el error inicial ha sido de ustedes, lo provocaron con sus acciones. Eso no quita que sea un poco complicado y que tal vez tengamos que adaptarnos por un tiempo, mucho más para tu padre.

—   Iré pronto omma, en cuanto me dé espacio en mi agenda, iré a casa.

Heechul habló un poco más con su madre y luego se despidió, reiterando que pronto se verían en persona y hablaría con su padre. Se quedó un tiempo mirando el teléfono, pensando en la llamada, lo sucedido los últimos días, como su vida privada pronto era muy pública y como todo incluía a Siwon con él. Pero más allá de eso, sucedían cosas que eran más complicadas para él, que Siwon estuviera de esa forma en su vida no parecía tan complicado como todo lo demás.

—   ¿Cómo te fue? – Heechul fue sacado de sus cavilaciones por Siwon, que se encontraba recargado en la puerta de la recamara, con sus cabellos húmedos, un pantalón de pijama, una playera sin mangas y sus pies descalzos. En una pose de modelo de Calvin Klein para una revista.

—   Supongo que bien. Quiere que vaya a casa, tengo que hablar con mi padre.

—   ¿Tú también? – Heechul solo asintió en silencio —. Pienso que todavía hay más, sé que algo más te preocupa, no me estás diciendo todo. – más que un reproche, las frases estaban impregnadas en preocupación y su mirada también.

Heechul le miró. Siwon le conocía bien, no podía ocultarse aunque quisiera y no estaba muy seguro de que decirle. Le preocupaban las amenazas, esos ataques que estaba sufriendo y que afortunadamente, Siwon no parecía estar pasando por lo mismo. ¿Qué caso tenía preocuparlo por eso? Entonces estaba lo otro, esa llamada que le afectaba y que tal vez también afectaría a Siwon.

—   Recibí una llamada, — Heechul se levantó del sofá y fue a dejar el teléfono a su lugar, para no mantener la vista sobre Siwon mientras hablaba —. De Han, quiere que me vea con él pronto.

Las cejas de Siwon subieron muy arriba en su frente, sus manos apretaron el marco de la puerta y por un momento no supo que decir.

Continuará...