Por encima de la
multitud
Mi corazón destrozado
Ha logrado crecer.
… Bye Bye Sea
Volar de
regreso al país que lo daba por muerto, enfrentar a su familia después de que
ésta supiera que todo este tiempo se encontraba vivo y no muerto. Hizo del
viaje más estresante de lo que Heechul podría soportar. Trató de mantenerse
tranquilo, trató de dormir, pero nada dio resultado.
De repente
Heechul se irguió en su asiento sosteniéndose con una de sus manos del asiento
delantero mientras la otra la llevaba a su boca conteniendo una náusea que le
subió inesperadamente por la garganta. Le había sucedido varias veces ya,
Heechul estaba convencido que se debía a la premura del viaje y al motivo de
éste.
Miró a
Siwon y éste descansaba con sus ojos cerrados, se alivió que así fuera porque
seguramente se preocuparía por su estado. No deseaba darle más preocupaciones.
Además, aún se sentía culpable por
ocultarle lo de sus medicamentos.
— ¿Y si mi malestar tuviera que ver con
que haya dejado de tomar mis medicamentos? – susurró para sí mismo.
Con un
leve suspiro, se acomodó de nuevo en su asiento y se negó a que fuera por eso,
tenía meses sin tomarlos y estos síntomas se presentaban recientemente.
Miró hacia
la ventana, según sus cálculos faltaban pocas horas de vuelo. Mirando al
horizonte, se preguntaba si su vida iba volver a cambiar. Heechul sentía que
con éste viaje, el transcurso de su vida dependería de muchos factores externos
sobre los cuales no tendría control alguno, eso le asustaba.
Por un
momento sintió miedo, esperaba que la reacción de sus hermanos ante la noticia
que estaba vivo no fuera tan mala. Que su madre le perdonara por haberla hecho
sufrir y también esperaba que al ver a su padre, esa lejanía y esa barrera que
parecía interponerse entre ellos todos estos años; se viniera abajo y pudieran
despedirse como padre e hijo.
Había sido
tan difícil despedirse de los Lee, quienes ya los consideraban verdaderos
hermanos.
Quizás
todos estos pensamientos lo hacían sentirse así de enfermo y cansado, como si
toda su energía se hubiera desvanecido. Volvió a suspirar y dejo caer sus
parpados sobre sus ojos, comenzaba a sentirse demasiado débil para luchar
contra todos esos sentimientos.
Si no
fuera por Siwon, por la persona que amaba y que le brindaba seguridad. Ya lo
habían hecho una vez, pasar por las más terribles situaciones. Heechul se
tranquilizó un poco, recargó su cabeza y apoyó su mano sobre la de Siwon, quien
al sentir el tacto; cubrió su mano aferrándola a la suya mientras recargaba su
cabeza en la de Heechul.
— Todo va estar bien amor. – susurró
Siwon.
Heechul
asintió, seguramente su esposo debía estar pasando por los mismos miedos que
él. Entre más pronto asumiera el próximo encuentro, más tranquilo se
encontraría al estar frente a su familia. Después de todo, Leeteuk y Jay
también iban estar ahí.
*****
Al llegar
al aeropuerto, Leeteuk y Kangin esperaban por ellos, fueron los primeros a los
que se enfrentaron. Heechul y Siwon caminaban lentamente hacia ellos, Kangin
lucía impaciente al lado de Leeteuk, mientras éste último tenía una sonrisa en
su rostro y de vez en cuando palmeaba el brazo de su esposo para
tranquilizarlo.
— Ahora son unos Lee. – le decía
Leeteuk.
— Mi hermano siempre será un Kim, Kim
Heechul. Lo único que ha cambiado es que ahora es rubio. – le aseguró Kangin a
su esposo. — Desde que me enteré que está vivo, para mí todo es igual. Lo
extrañé tanto, aunque no pueda decir lo mismo del Choi.
Y al
terminar de hablar, se abalanzó hacia la pareja. Leeteuk trató de detenerlo,
pero el agarre de su brazo resbaló. Entonces temió que la bienvenida para la
pareja no fuera tan placentera.
— ¡Heechul! – exclamó Kangin al estar
más cerca y acto seguido, corrió a los brazos de su hermano.
Heechul
aferró sus brazos alrededor del cuello de su hermano y aceptó el abrazo, Kangin
enredó sus brazos en la cintura y lo levantó del suelo. Tener a su hermano en
brazos nuevamente era demasiado para Kangin, particularmente ahora se
encontraba muy sensible, unas lágrimas traviesas escaparon de sus ojos cuando
sintió que Heechul descansaba su cabeza sobre su hombro como cuando era
pequeño.
— Estoy bien Kangin, todo está bien
ahora. – le consolaba Heechul.
— Fue mi culpa hermanito, yo debí
intervenir.
Alejándose
un poco para poder verlo, Heechul pasó sus manos por el rostro de Kangin y secó
sus lágrimas. Leeteuk que ya estaba junto a ellos, también lloraba por el
emotivo encuentro.
— Nada de culpas, el pasado ya no es.
Por favor, estoy aquí y estoy bien mírame, he sido feliz el tiempo que he
estado lejos. – le dijo Heechul, volteando a ver a Siwon. — Ahora podré ser más
feliz porque ustedes saben la verdad, ese era el único pendiente en mi corazón.
— Gracias hermanito.
Kangin
agradecía que en el corazón de Heechul no hubiera rencores, y por eso le daba
las gracias. Porque cuando necesitó a su familia, ésta no estuvo con él. En cambio
ése Choi, él permaneció a su lado y estuvo con él los momentos más duros. Eso
le recordó a Kangin que tenía que ajustar cuentas con Siwon todavía.
— Y tú Siwon. – lo señaló con su dedo y
voz de Kangin sonó dura.
Sorprendido
por su reacción Siwon retrocedió un paso. Heechul posó sus manos en los hombros
de su hermano, para detener lo que su hermano tenía pensado hacerle a su
esposo. De un momento a otro el ambiente se puso tenso.
— Kangin, piensa muy bien lo que vas
hacer. – le pidió Leeteuk. — ¿Esta es la bienvenida que deseas para tu hermano?
— Kangin, por favor. – rogó Heechul. — Estamos
en el aeropuerto.
— No te preocupes Rella, no creo que tu
hermano haga nada en un lugar público. – sugirió Siwon.
— Para lo que tengo pensado hacer,
cualquier lugar es bueno.
Cuando se
dieron cuenta, Kangin ya estaba frente a Siwon con una mano elevada frente a
él. Heechul y Leeteuk no se sorprendieron, Kangin podría parecer muy duro y sus
acciones incorrectas, pero en el fondo era todo corazón, aunque su manera de proceder
no dejaba de ser la incorrecta.
— Bienvenido a la familia, Choi Siwon.
Siwon tomo
su mano estrechándola fuertemente, después el ambiente fue más ameno y tras
sonreír de felicidad por el reencuentro, a pesar de las circunstancias era
motivo para estar feliz. Kangin salió del aeropuerto abrazando a Siwon y
Leeteuk traía del brazo a Heechul, para después subir al auto que los esperaba.
Después
del primer encuentro, Siwon y Heechul se dieron cuenta que la noticia de su
llegada no solo se extendió para la familia Kim. La Familia Choi también fue
informada, por eso al llegar al hospital donde el sr Kim se encontraba
internado, se vieron envueltos en una emotiva bienvenida por ambas familia,
bajo un muy controlado ambiente. Nada debía levantar sospechas sobre los recién
llegados.
Jay fue el
encargado de darle la noticia a los Choi, la Sra. Choi fue la más afectada con
ésta noticia, pues no creía que su hijo estuviera vivo, pero cuando se dio
cuenta que no se trataba de una broma, fue la más feliz. Jungmo se encontraba
un poco molesto con Jay por haberle ocultado tal secreto, pero Siwon le
convenció que todo había sido por su protección y a petición de ellos.
Kyuhyun y
Sungmin no se quedaron atrás, habían llegado un día antes que ellos desde
España, pues el menor de los Choi deseaba estar presente cuando su hermano
volviera. El pequeño Minwoo, hijo de éstos últimos, descansaba con una niñera y
al cuidado del sr Choi en la mansión.
El sr Choi
creyó incorrecto presentarse ante la pareja después de todo lo que les había
causado. Debía esperar a que ellos le permitieran acercarse y le concedieran su
perdón, era mejor de esa forma.
Y entonces
Siwon se vio rodeado por toda su familia, Jay era el más feliz pues se sentía
liberado de llevar el secreto encima y de poder tener cerca nuevamente a su
cuñado favorito. Jungmo como buen hermano mayor, le dio la bienvenida y la
buena noticia que ya no tenían negocios con la mafia.
El
encuentro con Kyuhyun fue el más sentimental, de todos sus hermanos, el menor
de los Choi lloró en sus brazos y le pidió perdón muchas veces. Kyuhyun a pesar
de ser feliz con la nueva familia que formaba con Sungmin, aún tenía en su
corazón el pesado remordimiento de no haber podido hacer más por su hermano.
Muchas
veces se lamentó su muerte y nada parecía hacerle cambiar de opinión. Pero el
saber que Siwon vivía, dio alivio a su torturado corazón. Siwon lo abrazó y
dejó que llorara en su pecho hasta que se quedó sin lágrimas, pues era justo lo
que necesitaba el menor. Cuando se hubo calmado, Kyuhyun le reclamó a su
hermano.
— Tonto y mil veces tonto, ¿sabes todo
lo que sufrí al creerte muerto?
— Lo siento Kyu, tú más que nadie debe
entender lo que puedes llegar hacer por la persona que amas.
Al decir
aquellas palabras, Siwon miraba a Heechul que se encontraba en los brazos de la
Sra. Choi. Ambos se miraban intensamente, cosa que no pasó desapercibida por
Kyuhyun. Él también iba a cometer una locura por proteger a Sungmin al casarse
con Heechul, entendía perfectamente.
— Lo sé, hermano, lo sé. – y se abrazó a
Siwon. – Lo bueno que ya estás en casa.
— Gracias Kyuhyun. – aliviado de que su
familia comprendiera por qué tuvo que huir de esa manera. — ¿No nos vas a
presentar? – preguntó Siwon separándose del abrazo señalando con la mirada a
Sungmin.
Kyuhyun
fue a tomar de la mano a su esposo y Siwon se fue a reunir con Heechul,
rodeándolo con su brazo de la cintura. La Sra. Choi veía aliviada como sus
hijos estaban reunidos de nuevo.
— Les presento a mi esposo Sungmin. – a
Kyuhyun se le inflaba el pecho de orgullo con tan sólo decir esas palabras.
— Estoy muy feliz de poder conocerlos. –
Sungmin abrazó a ambos. — Sé por todo lo que pasaron, por eso me hace feliz de
que haya resultado una confusión y puedan estar con nosotros.
— Kyuhyun me hablaba mucho de ti cuando…
— Siwon no terminó de decir. – Pero por fin puedo conocerte, ¿y mi pequeño
sobrino?
— Minwoo se quedó en casa con su niñera.
— Pero no creo que sea necesaria, el sr
Choi ha resultado ser muy buen niñero. – dijo un sonriente Sungmin. – Minwoo lo
quiere mucho.
Siwon no
se sorprendió que un nieto ablandara el corazón de su padre, hasta imaginó que
debía sentirse orgulloso.
— Debe ser un bebé hermoso. – intervino
Heechul.
— Querido, no te ves muy bien, estás
algo pálido. – Sungmin le dijo a Heechul mientras tomaba sus manos.
— Estoy ansioso por ver a mi madre y
saber qué pasa con mi padre, lo siento pero creo que en estos momentos no soy
muy buena compañía. – se disculpó Heechul.
No muy
convencido, Sungmin aceptó la explicación de Heechul.
— Tienes razón, deberías disculparnos
por estarte entreteniendo. – trató de tranquilizarlo Sungmin. — Todo saldrá
bien querido, estaremos todo el tiempo con ustedes.
— Gracias. – dijo Heechul.
— Deberías llevarlo con su familia. Ya
tendremos tiempo para charlar y ponernos al día. – sugirió Jay.
— Si, seguramente Leeteuk y Kangin ya
les avisaron que llegamos. – dijo Siwon abrazando a Heechul por la cintura. — Además,
estoy seguro que Kibum querrá verte, mi amor. – tomó la barbilla de Heechul
levantando su rostro para observar su reacción.
— ¡¿Kibum está aquí?! Porque no me dijiste
Simba, quiero verlo.
— No te lo dije, porque era una sorpresa
para ti, vamos.
Y aunque
en un comienzo, aquel viaje fue provocado por una mala noticia, en el
transcurso del mismo el reencuentro con la familia de cada uno, volvió aquel
viaje en una reunión familiar.
Siwon y
Heechul, acompañados por Jay. Se dirigieron al piso de terapia intensiva, donde
el sr Kim se encontraba en observación, porque en realidad ya nada podían hacer
con él.
Al abrirse
las puertas del elevador, Heechul tuvo a la vista la sala de espera,
recorriéndola con interés hasta dar con su hermano Kibum.
— ¡Bummie! – exclamo Heechul.
El
nombrado volteó reconociendo la voz que lo llamaba con una sonrisa en su rostro
y con sus brazos abiertos. Apresurado, Heechul salió del elevador arrojándose
al abrazo de Kibum que ya lo esperaba.
— Heenim, mi Heenim, estas aquí. –
suspiró aliviado Kibum. — No puedo creer que seas tú y más hermoso de lo que
eras.
— Soy yo Bummie, siénteme, estoy aquí. –
Heechul lloraba en brazos de su hermano.
— Te siento hermanito, sólo que te
extrañé demasiado. – Kibum tomó el rostro de su hermano entre sus manos y con sus
dedos limpió sus lágrimas. — No te vuelvas a desaparecer de esa forma, por
favor.
— No lo resistiríamos de nuevo. – ése
fue Kangin que se unió al abrazo de sus hermanos.
Por fin
los tres Kim volvían a estar reunidos de nuevo, pero esta vez de diferente
forma. Porque si algo les había enseñado todo el sufrimiento, es que la familia
es lo mejor que puede pasarte y que esta vez, se preocuparían por todos.
Estrechar su amor fraternal.
Hasta
aquel momento, Heechul sentía que el tiempo no había pasado. Pero en el fondo
presentía, que lo más duro por enfrentar, se encontraba dentro de aquel cuarto
de terapia intensiva.
*****
Heechul se
llevó una gran impresión al entrar al cuarto. Vestía el típico traje azul que
les pedían utilizar cubriendo sus ropas, su boca, sus zapatos…
Desafortunadamente Siwon no pudo entrar con él, pues adentro se encontraba la
madre de Heechul, que sólo esperaba al lado de su esposo.
Encontró a
su madre algo desmejorada y un poco más delgada. Inmediatamente, Heechul se
sintió invadido por la culpa por haber abandonado a su familia de la forma en
que lo hizo. Pero no se arrepentía de nada.
— Madre… - susurró Heechul para llamar
su atención.
La Sra.
Kim volteó su cabeza y al ver que se trataba de Heechul, se levantó de la silla
donde estaba sentada dándose media vuelta hacia él y abrazó a su hijo. No
hicieron falta las palabras, las lágrimas derramadas por los dos lo decían
todo, lo mucho que se extrañaron, lo que sufrieron por el tiempo perdido y lo
mucho que lo sentían.
Heechul al
haberle mentido sobre su muerte y su madre, por no haber defendido a su hijo
con uñas y dientes ante los descabellados planes de su padre.
— Madre, creo que deberías descansar un
poco más. – le sugirió, mirando preocupado a la Sra. Kim, pues la veía algo
pálida. — Siquiera, ¿has comido algo saludable y suficiente? Yo creo que no.
— Tienes razón hijo. – comprendió la sr
Kim que su hijo deseaba quedarse a solas con su padre. — Iré a tomar algo
caliente, aquí se está un poco frío.
— Afuera está Siwon, él con gusto querrá
acompañarte.
Heechul guio
a su madre hasta la puerta, la Sra. Kim se detuvo antes de salir.
— Hijo, yo sé que tu corazón es noble…
eres parte de mi corazón, si yo le he perdonado, sé que tú también lo harás. –
dicho esto, besó la frente de su hijo. – eso es la gran diferencia entre él y
tú.
Vio irse a
su madre, después de sentir el cálido beso en su frente se volvió al lado de su
padre que yacía acostado. Parecía tan frágil y diferente al hombre decidido
hacer su voluntad pasando sobre todos, al hombre enérgico al que Heechul estaba
acostumbrado.
Aunque
fuera un poco extraño, le costaba pensar que fuera la misma persona. Perdido en
sus pensamientos, Heechul acariciaba distraídamente la mano de su padre, éste
al sentir la suave caricia extraña, abrió sus ojos al percatarse que se trataba
de su hijo quitó la mascarilla de su rostro y comenzó a jugar con sus dedos; lo
que hizo que Heechul saliera de su ensoñación.
— Uh… ¿Cómo te sientes? – preguntó
Heechul al no saber que decir.
— Me temo que no muy bien hijo. – su
padre no hizo diferencia a que él hubiera muerto, al parecer vivía en el pasado
como le habían informado previamente a Heechul.
— Igual no debes sacarte esto, si
quieres estar mejor deja de hacer éste tipo de cosas y déjate cuidar.
Heechul
trató de colocar rápidamente la mascarilla a su padre, pero éste no lo dejó. Y
por primera vez en mucho tiempo, Heechul tocó las manos de su padre, un poco
más huesudas a como las recordaba. Nunca le golpeó, de sus manos siempre
recibió caricias, verdaderas o falsas; las recordaba muy bien.
Tomó sus
manos entre las suyas.
— Yo… — pero Heechul no fue capaz de
seguir y se soltó a llorar.
Se dejó
caer al borde de la cama, ocultando su rostro entre sus manos y las manos de su
padre. Sacando el dolor junto con sus lágrimas, que aún albergaba en su corazón
cuando su padre lo dejo en manos del sr Choi… Lloró su abandono, su
indiferencia y todo el dolor que le causo, dejándolo salir en ese momento.
Lo
necesitaba, aunque su padre no supiera la verdadera razón de su llanto; para
Heechul estaba resultando un verdadero desahogo.
— No llores Heenim. – Sólo su padre y
Kibum lo llamaban de esa forma, pero su padre dejo de nombrarlo así cuando se
hizo mayor. – Sé que no siempre he sido bueno contigo y que no he sido un buen
padre que festeja los logros de sus hijos, pero déjame decirte que estoy muy
orgulloso de ti. – confesó el sr Kim apretando la mano de Heechul. – Yo lo
siento mucho, contigo más que con nadie hijo. Mi hermoso Heenim.
En esta
parte la voz de su padre se quebró, Heechul se levantó y abrazó el frágil
cuerpo de su padre.
— Todo va estar bien padre.
— Sí, pero me temo que no por mucho tiempo.
Siento mucho darles esta última tristeza a mis hijos.
— No digas eso padre. Somos tu familia,
y estaremos junto a ti el tiempo que tú lo desees padre, por eso debes ponerte
bien.
Finalmente
Heechul logró ponerle la mascarilla de oxígeno a su padre, quien ya comenzaba
agitarse, volvió abrazarlo y se quedó acariciando sus manos como lo había hecho
su padre con él cuando más pequeño.
Heechul
sabía que aunque muchos años estuvieron juntos, un muro de incomprensión se
había alzado entre ellos poco a poco y la relación se afectó. No le odiaba, ya
no. Cómo podría hacerlo al verlo de esa forma, perdido en sus memorias y
enfermo.
El tiempo
valioso que pudieron disfrutar entre los dos como padre e hijo, quizás eso es
lo que su padre se lamentaba ahora, mucho más que su supuesta muerte. El tiempo
perdido entre ambos ya no se podía recuperar; pero de alguna manera lo podrían
compensar con estos últimos momentos.
*****
El sr Kim
falleció rodeado de su familia unos días después en el cuarto del hospital. En
un momento de lucidez, le pidió perdón a Heechul, viéndolo como una última
oportunidad de remediar los errores del pasado; a su esposa e hijos por igual.
Kangin sostuvo a su madre en esos momentos, Heechul y su padre estuvieron
unidos las últimas horas.
Siwon
permaneció al lado de Heechul todo el tiempo, rodeándolo con sus brazos,
abrasándolo para que se apoyara en él. Heechul ya no había llorado después de
que estuvo a solas con su padre, y eso a Siwon lo preocupaba, pues quería que
dejara salir todo el dolor y la tensión que estaba viviendo.
Por su
parte Heechul, se sentía muy bien al tener a Siwon tan solicito con él.
Entonces se concentraba en su esposo y los brazos que lo rodeaban, pues era el
único lugar donde encontraba paz y consuelo.
— Todo va estar bien Rella. – dijo Siwon
cuando sintió temblar a Heechul al ver pasar el cuerpo inerte de su padre en la
camilla.
— Aún no puedo creer que estuviera
esperándome Simba.
No lo
podía asimilar todavía, el encuentro con su familia, la reconciliación con su
padre, su muerte; todo sucedió tan rápido.
— Estuviste a su lado sus últimos
momentos y eso es lo que realmente importa. – Siwon llevó a Heechul a la sala
de espera donde ya esperaban sus hermanos y los Choi.
— Él a su manera me amaba y a pesar de
todo, yo también. – dijo sollozando Heechul.
Apoyó su
cabeza en el hombro de Siwon, sintiéndose protegido al estar ahí, junto a él,
diciendo las palabras correctas en el momento en que más lo necesitaba. Siwon
lo hizo sentarse en uno de los sillones sin dejar de abrazarlo, Heechul
escondió su rostro en el cuello de Siwon sintiendo su calor y aspirando su
fragancia.
Cuando
Siwon besó su frente, sintió de pronto que una nausea se acercaba a su boca,
dejándolo pálido y haciendo que se irguiera en su lugar.
— ¿Qué te sucede? – preguntó Siwon
preocupado.
— No tienes muy buen aspecto hijo. – le
dijo la Sra. Choi pues estaba a su lado.
— No me siento muy bien. – murmuró
Heechul – Necesito un poco de agua.
Rápidamente,
Sungmin le ofreció una botella de agua, Heechul la bebió y la sensación se le
pasó.
— ¿Has estado tomando tus medicamentos? —
Siwon le preguntaba.
— Quizás tendría que verlo un médico,
ahora mismo aprovechando que estamos aquí. – Sugirió Sungmin.
— No es nada. Seguramente es por todo lo
sucedido. Me pondré bien.
Ahora sí estaba
preocupado de lo mal que se sentía, cada vez más cansado y las náuseas eran más
frecuentes. Ya no estaba muy seguro que fueran sólo sus nervios por los
momentos que vivía, le asustaba el pensar que el haber dejado sus medicamentos
le estuviera repercutiendo en su salud hasta ahora.
Heechul estaba
asustado, si realmente algo malo le sucedía, como se lo iba a decir a Siwon.
Continuará...
Hee con tantos sentimientos espero este bien
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