— Trae para él una rebanada de pastel,
creo que necesita un poco más de dulce. – le pido a Lee Sang antes que
desaparezca dentro de la cafetería— La verdad es que te he visto temblando,
¿tienes frío Jian?
— Un poco. – me responde frotando sus
brazos.
Entonces
me levanto de la silla y tomo la chamarra que mi hijo ha dejado en la suya para
dársela a Jian. Lo ayudo a ponérsela para que no se levante de su asiento y
enseguida termina abrigado por ella.
— Lo siento. – dice en cuando me vuelvo
a sentar.
— ¿Por qué lo sientes?
— Por tener que hacerlos venir aquí, por
estar nervioso, por todo. – lo veo restregar sus manos nerviosamente para luego
ponerlas sobre la mesa — Por estar tan preocupado para conocer a su esposo.
Dicen que los appa suegros siempre son los más difíciles de convencer y
ganarse. Creo que pensará que quiero robar a su hijo. – finalmente se lamenta.
Ahora entiendo porque el pobre ha estado tan nervioso, así que tomo sus manos
con la mía para darle algo de apoyo.
— No te preocupes Jian, eres un
jovencito encantador, seguramente mi esposo te va adorar. Y él te va a caer muy
bien. – le digo palmeando sus manos suavemente — Es cierto que Minwoo quiere
mucho a Lee Sang, es su hijo después de todo, pero tiene un gran corazón y es
un amor de persona. Todo él que lo conoce termina diciendo eso.
— Un pan dulce básicamente. – le escucho
decir.
— Ese es mi Minu. – un jovencito lleno
de sorpresas, así es mi esposo.
Suelto sus
manos cuando vemos venir a Lee Sang sosteniendo un plato con una rebanada de
pastel que se ve deliciosa, el cual deja en la mesa frente a Jian para después
sentarse.
— ¿De qué hablaban?
— De tú appa. – ambos escuchamos suspirar a
Jian.
— No te preocupes, mi appa te va a caer
muy bien. – y veo como mi hijo abraza a ese jovencito para después darle un
beso en la frente, dándole todo su apoyo y amor.
Esa escena
me hace desear estar con Minu, en lo mucho que nos amamos y en todo este tiempo
de casados que llevamos siendo felices. Y deseando que en un futuro mi hijo obtenga
con este jovencito lo mismo que tengo yo con su appa.
— Después de comer nuestro postre,
iremos a ver a appa.
— Esa es la idea.
— ¿Ya va estar en casa?
— Seguramente. Después de estar con sus
amigos haría algunas compras y enseguida se iría a casa. Para ese momento ya
debe estar ahí.
— Muy bien, acabemos con este pastel.
Y es así
como los tres tomamos nuestros cubiertos y acabamos con la riquísima rebanada
de pastel, y nuestras bebidas también. Charlamos un poco más de las cosas que
le preocupan a Lee Sang y un poco más de Jian, de lo que me deja conocer de él.
El tiempo
se pasa y cuando me doy cuenta, ya es hora de ir a comer en casa. La hora en
que Minwoo debe estar esperando que llegue. Así que no lo voy hacer esperar,
mucho menos porque esta vez llevo una encomienda. Lee Sang y Jian me alcanzaran
unos minutos más tarde detrás de mí, así que me voy primero para preparar a
Minwoo.
Lee Sang
está muy feliz con Jian y estoy seguro que mi hermoso Minwoo, estará igual de
feliz como me encuentro yo por nuestro hijo. Es la primera vez que lo veo ir
tan en serio con un jovencito. Aunque mi esposo no sabe nada de esos otros
novios.
El tráfico
de regreso a casa estuvo pesado, pero logro llegar con poco atraso. Tuve que
dejar mi auto afuera en la calle porque por alguna extraña razón, mi esposo
dejó su auto atravesado en la entrada del garaje. Espero que no se le haya
averiado el coche, se lo mucho que le agobia este tipo de situaciones, aún
cuando le he dicho que llamando al seguro ellos se encargarán de todo.
Entro a
casa por la puerta principal esperando la bienvenida de Minu pero lo primero
con lo que me encuentro, es mi ropa regada por toda la escalera y planta baja
de la sala. Zapatos, ropa interior, me doy cuenta al notar uno de mis calzones
atorados en la lámpara que alumbra la escalera y estoy pensando como los voy a bajar
de ahí. Mis valiosísimas tarjetas de colección están regadas también en el
suelo, todo.
¿Qué
sucedió aquí? Pensando lo peor, que quizás entraron a robar en casa y por eso
el caos, abro los ojos preocupado por Minwoo, pues no ha venido a recibirme.
No por
favor, mi esposo no.
— ¡Minwoooo!
Minwoo POV
Ni
siquiera logro estacionarme bien cuando llego a casa, por las prisas, dejo mi
auto atravesado.
Subo las
escaleras hacia nuestra recamara, no, esta no es más su recamara, ahora será
mía. Lo primero que hago al entrar, es sacar toda la ropa de Hyung Sik, no
quiero nada de esto aquí. ¡Que se vaya!
¡Claro que
no me voy a tirar a llorar!
— ¡CÓMO ES POSIBLE! ¡DESPUÉS DE TANTO
AÑOS DE MATRIMONIO! ¡LE DI MI VIDA, MI JUVENTUD!
Tantas
historias que escuchado sobre los peligrosos cuarenta en los hombres, donde aún
estando casados buscan jovencitos para darse su segundo aire y yo pensando que
eso nunca iba a pasarme a mí.
Y pensar
en eso me hace sentir tan tonto.
— ¡Aaaaggh!
No
aguantando más comienzo a tirar su ropa por la escalera hacia la planta baja,
sus zapatos y cosas queridas corren la misma suerte. Estoy tan enojado que no
me detuve a meter sus cosas en las maletas. Así que estoy a punto de tirar una
de ellas por la escalera cuando veo a Sik, de pie al final de la escalera,
mirando a su alrededor con cara de asustado.
— ¡Minwoooo!
— ¡¿QUÉ?! – grito desde arriba, justo
antes de tirar la maleta a sus pies, cosa que lo hace saltar asustado.
Me hubiera
echado a reír por lo gracioso que fue, si no estuviera tan enojado claro.
— ¿Qué está pasando aquí? ¿Estás bien? –
me pregunta con cara de no tener idea de qué diablos pasa, como si todo esto
fuera una locura.
— ¡Claro que estoy bien!
— Entonces, ¿Qué sucedió aquí? –
pregunta señalando sus cosas tiradas.
— Mejor respóndeme Sik, ¿Qué estabas
haciendo antes de llegar a casa?
— Estaba trabajando. – lo veo pasarse
una mano por sus cabellos, clara señal que está mintiendo, si lo conoceré yo.
— ¿Trabajando?
— Bueno yo… Lee Sang está por llegar,
tengo que decirte…
— ¡Lee Sang no tiene nada que ver en esto!
Comencé a
bajar las escaleras hasta llegar a donde estaba. Jamás imaginé que mi esposo me
pondría los cuernos con un jovencito. Pero lo vi con mis propios ojos.
— ¡No te hagas el tonto, Hyung Sik! –
logro darle una bofetada, pero por su altura no es tan fuerte como esperaba –
¡¿Con qué estás saliendo con un jovencito?! ¡Pervertido!
— ¿Jovencito? – pregunta con su mejor
cara inocente, de que no entiende nada.
— ¡Los vi! Traía tú chaqueta puesta.
— No es lo que tú crees.
Y es
cuando de nuevo el sentimiento me gana y las ganas de llorar vuelven, ¡malditas
hormonas! Me largo a sentarme en uno de los sillones, escondiendo la cara entre
mis manos.
— Minu, no llores. Déjame explicarte. –
Hyung Sik se ha sentado a mi lado — Lee Sang me pidió…
— Ah no, a tus hijos no los metas en
esto. – le digo levantándome con una mano protegiendo a nuestro bebé mientras que con la otra tomo un cojín y comienzo a golpearlo.
— ¿Hijos?
— Eres un promiscuo, no ves que podría
ser tu hijo. – no dejo de golpearlo.
Hyung Sik
en seguida se levanta y trata de alejarse de mí, lo veo huir hacia la puerta de
salida. Antes de que intente salir, aviento el cojín pero no logro pegarle
porque él lo esquiva, entonces tomo otro y otro, comienzo aventarle todos los
cojines de la sala hasta que me quedo con uno.
— Ese jovencito traía tu chaqueta
puesta.¡Mi obsequio de navidad !
Antes de
que pudiera aventarle a Hyung Sik el otro cojín, la puerta de la entrada se
abre y es entonces cuando veo entrar al jovencito que estaba antes con mi
esposo.
¡Lo trajo
a nuestra casa!
— ¡Te atreviste! – grito antes de
aventarle el cojín al jovencito.
Hyung Sik
ha desaparecido y por la puerta también aparece mi hijo, que llega a tomar la
mano del jovencito que antes había sido golpeado por el cojín volador.
Lee Sang
enseguida le pregunta si está bien, porque el jovencito luce una cara de susto,
que ha quedado pálido. Obviamente mi hijo se perdió la escena y el jovencito
tampoco le dice lo que ha sucedido, creo que ha quedado en shock.
Frunzo el
ceño al darme cuenta de una cosa, ¿Cómo lo conoce?
— Appa, seguramente papá ya te habrá
dicho. Te presento a Jian, mi novio. – me dice mi hijo emocionado mientras
arrastra de la mano al jovencito para acercarlo a mí.
¿Es su
novio? ¡Oh Dios mío! Qué vergüenza. ¿Hice una escena delante de mi nuero? ¡Oh
por Dios! ¿Lee Sang tiene novio?
Le di una
cachetada a Sik y lo llamé pervertido, y creo que le dije lo del bebé en el
peor momento. Me siento un tonto y otra vez tengo ganas de llorar, además la
casa está hecha un caos, cosa que mi hijo apenas nota.
— ¿Qué sucedió aquí? – Lee Sang pregunta
señalando la ropa regada por toda la sala.
— Creo que voy a llorar. – susurro, la
vergüenza no me agobia tanto como el saber que mi hijo ya tiene novio, eso me
puede más.
— Tú appa me estaba ayudando a buscar la
chaqueta que me regalo en navidad, que es la misma que trae Jian puesto, pero
en realidad esa es tuya, ¿cierto hijo? – Hyung Sik toma mis manos y me pone de
pie, trae puesta "SU" chaqueta, ósea que el jovencito siempre trajo
puesta la de Lee Sang. ¿Cómo iba yo a saber?
— Sí, es mi favorita también.
— También la mía porque tu appa nos las
regaló, por eso no soportaba no encontrarla y terminamos haciendo un caos tú
appa y yo. – no logro soportar la sonrisa burlona de mi esposo. Estuve a punto
del divorcio por nada.
— Sí, bueno. – me hago el desentendido—
Me alegra que llegaras hijo, que bueno,
y ¿Cómo se llama este lindo jovencito? – le pregunto, no muy interesado,
ya que no puedo dejar de mirar la sonrisa boba de Hyung Sik — Por cierto Lee
Sang, podrías ayudar a tú papá a levantar y llevar sus cosas a la recamara. Yo…
tengo que hacer la comida.
Hyung Sik POV
Un poco
aguantándome la risa y otro poco preocupado, no dejo de mirar a Minwoo solo
para hacerlo sentir un poco más avergonzado. No entiendo que le dio la idea de
que pudiera estar engañándolo, si me tiene loco, y esta escena de celos sólo me
confirma lo afortunado que soy al tenerlo mi lado.
Porque a
pesar de los años Minu me sigue amando como el primer día, o un tanto más para
celarme de esta manera. Muchos pensarán que estoy loco por pensar así, y quizás
un poco, pero solo por él.
Suspiro y
niego con la cabeza al verlo huir hacia la cocina, donde seguramente trata de
esconderse. Así que trato de la mejor manera de arreglar todo este embrollo y
recoger mi ropa, antes de ir con él.
— Lo ves Jian, te dije que mi appa es
bueno y que te aceptaría. – escucho decir feliz a mi hijo mientras le ofrece un
vaso con agua.
— Sí, un pan de Dios dijiste. – y el
jovencito bebe toda el agua de una vez.
El pobre
novio de mi hijo ha estado pálido desde que llegó a la casa, la verdad es que
después de que Minwoo me agarrara a cojinazos, salí corriendo en busca de mi
chamarra para terminar con el mal entendido que no vi a qué hora llego Lee Sang con su novio. ¿Habrá sucedido algo antes de que regresara?
Después
terminar de recoger mis cosas y dejar un poco más cómodo a Jian sentado en el
sofá de la sala, Lee Sang se me acerca mientras estoy observando mi ropa
interior atorada en esa alta lámpara. A buena hora se me ocurrió que estuviera
a esa altura.
— Realmente, no sé lo que sucedió aquí,
¿me perdí de algo importante? – me pregunta mi hijo con cara de no entender el
desastre — Mejor no me digas papá, algo me dice que no quiero saber cómo
terminó tu ropa en el suelo.
— Es bueno que no quieras saber hijo,
porque no tengo ni idea de cómo explicarte. – le digo poniendo una mano en su
hombro — Lo único que tienes que saber, es que tendrás que ayudarme a bajar eso
después. – le digo señalando mi ropa interior.
— Tampoco quiero saber cómo llegó eso
ahí. Seguramente mi appa tuvo uno de esos días. – veo decir a mi hijo resignado
antes de alejarse.
— Pronto te vas a dar cuenta hijo, ahora
que tienes novio, ese jovencito te va ayudar a entenderme.
Dejo a Lee
Sang con su novio en la sala y me dirijo a la cocina en busca de Minwoo, tiene
muchas explicaciones que darme. Cosa que se me olvida al entrar y verlo
golpeando su cabeza distraídamente con el cucharón frente a la estufa. Minu
está muy pensativo.
Seguramente
en su cabecita ha estado dándole vueltas a todo lo sucedido, lo conozco muy
bien. Debe estar sintiéndose como un tontito, cosa que solo lo hace ver más
adorable a mis ojos.
Llego
hasta él y lo abrazo por la espalda, hasta rodearlo con mis brazos.
— Creíste que tenía un amante, ¿cierto?
– susurro en su oído.
— Ya, déjalo así. – lo siento tensarse
un poco bajo mis brazos. Le doy un beso en la mejilla.
— Te amo Minu, para mi eres el único
jovencito que me interesa y nadie más. Tal vez…
— ¿Tal vez?
— Te pusiste celoso. – le afirmo.
— ¡Bueno, ya! Si me puse celoso, las
circunstancias me tomaron el pelo.
— Pues a mí me gustaría tomarte algo más
que el pelo. – le digo coqueto, olisqueando su cuello y curioseando con mis
manos en su pecho.
— ¡Ya Hyung Sik!
— ¿Por qué voy a desear andar con otro
jovencito, si tengo al que quiero en casa? – comienzo a decirle girándolo en
mis brazos hasta dejarlo frente a mí — Uno que amo y que me llena de ilusión
despertar con él cada mañana, y que hace de mi vida una caja llena de
sorpresas. Como hoy, fue divertido a pesar de todo.
— No lo vas a dejar pasar verdad. –
Minwoo me mira entrecerrando sus ojos, cosa que me hizo reír de nuevo.
El que mi
esposo se pusiera celoso aún a estas alturas y con un bebé en camino, porque no
se me había pasado por alto, el que Minwoo se refiriera a nuestros hijos en
plural mientras se agarraba la panza con las manos protegiendo a nuestro bebé. Vamos a ser padres de nuevo, estaba seguro aunque no me lo haya dicho
todavía, así de compenetrados estamos.
Logro
girar a Minwoo de nuevo en mis brazos recargando su espalda en mi pecho
mientras su cabeza descansa en mi hombro, colocando las manos en su estómago
aún plano, donde nuestro bebé se encuentra creciendo seguro y feliz.
— ¿Ves bebé porque amo a tu appa? – le digo a nuestro hijo no nacido.
Beso suavemente a Minu en los labios, seguro de que es el único joven que voy amar para toda la eternidad.
Beso suavemente a Minu en los labios, seguro de que es el único joven que voy amar para toda la eternidad.
Fin
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