La Mejor Manera... Parte Dos Final

Siwon se acercó a la espalda de Heechul poniendo sus manos en la cintura, atrayéndolo a su pecho, dejándole sentir lo animado que estaba.

—   Creo que… se te vería mejor abajo, a mitad de tus piernas o… – susurró al odio de Heechul mientras sus manos pararon en los botones del blanco pantalón.

—   ¿Un vestidor? No lo hemos hecho nunca en uno. – Heechul no estaba poniendo mucha resistencia.

—   No, oh, siempre hay una primera vez.

—   Sabes que podrían estar viendo a través de las cámaras. Estos lugares siempre tienen cámaras. – Heechul habló tan rápidamente, pues ya Siwon se encontraba besando puntos sensibles de su cuello haciéndolo suspirar.

A pesar de que lo dicho por Heechul lo puso en alerta, no desistió de su trabajo, pues pensar que en aquellos lugares su novio pudiera ser visto al probarse ropa no le gustó mucho. Pero la idea de que lo vieran con él, los dos teniendo sexo en el lugar y como marcaba a Heechul como suyo, no le parecía tan mal que los vieran.

Aquello fue como un afrodisíaco... ¡¿Cómo si lo necesitaran?!

—   Quizás les guste lo que van a ver. – susurró Siwon en el cuello de Heechul, enviando vibraciones por su manzana de Adán, eso hizo que Heechul tragara gordo muy excitado.

Su pecho subía y bajaba por la excitación, haciéndose cada vez más pesado respirar por las caricias que Siwon le daba. Cerró los ojos y abrió su boca, más se forzó a no emitir sonido alguno, no deseaba que los descubrieran para ser echados.

Al menos no hasta terminar.

Heechul giro su cabeza hasta alcanzar los labios de Siwon en un apasionado beso. Levanto una mano hasta alcanzar sus cabellos haciendo más demandante el beso, mientras que su otra mano fue a parar a las manos que se cruzaban en su abdomen, donde Siwon lo sostenía. Ese mismo momento eligió Siwon para subir una de sus manos hacia los pezones de Heechul, haciéndolo gemir y separarse del beso.

La visión de Heechul en el espejo era indescriptible. La erección de Siwon yacía atrapada entre sus pantalones, dura, lista, apoyada en su trasero. Comenzó a besarle los hombros mientras lo acariciaba desde su pecho hasta su ombligo, y un poco más abajo, lo que hizo que Heechul comenzara a frotar su trasero en la dura erección.

En esa posición, un Heechul recargando su espalda sobre su pecho y uno de sus brazos sosteniéndolo protectoramente, Siwon metió la mano dentro del pantalón desabrochándolo en el camino, alcanzando su pene. Siwon pudo sentir como unas gotas de pre semen se escapaban de la punta, tan duro como él estaba Heechul, un poco más y seguro pronto terminaría.

Heechul hizo un pequeño respingo al sentir la mano comenzar a moverse sobre su pene masturbándolo, intentando sostenerse como podía ante el ataque sexual que Siwon le estaba dando a su cuerpo.

Unos movimientos más y Siwon hizo terminar a Heechul en sus manos, ahogando un grito de placer con un beso.

Cuidadosamente, Siwon dejo que Heechul se sentara en la banca, para que pudiera recuperarse. Sin embargo no hizo falta mucho tiempo, pues cuando los dos se miraron, Heechul medio vestido y Siwon con los cabellos alborotados, cómplices, agitados, sonriendo, desearon más.

Sentado como estaba, su rostro quedó a la altura de la erección de Siwon, que se notaba muy dolorosa apretada dentro del pantalón. Heechul termino jalando a Siwon del cinturón para acercarlo, lo desabrocho y abrió su cierre liberando su dura erección.

Siwon suspiró aliviado al sentirse liberado, mucho más al darse cuenta que Heechul se haría cargo de él, se había estado aguantando por tanto tiempo que le comenzaba a doler. Heechul primero comenzó acariciarlo con las manos, moviéndose rápidamente arriba y hacia abajo, experto como era, pronto hizo que Siwon gruñera satisfecho.

—   Heechul… - susurró, pues no podían ser escuchados.

Heechul sonrió de medio lado al notar lo pronto que tenía en el borde a Siwon, respirando con dificultad, tenso aguantando sus caricias, y lo que le faltaba. Entonces Heechul acerco su boca y sacando su lengua, lamió la punta de su pene saboreando la esencia de Siwon. 

Cuando la boca de Heechul lo atrapó completamente, Siwon dio un pequeño salto al sentir la humedad y la traviesa lengua recorriéndolo.

Tragando todo lo que pudo, Heechul comenzó a succionar mientras le acariciaba los testículos, sintiendo como Siwon comenzó a mover sus caderas al tiempo que agarraba sus cabellos buscando meterse más en la cálida y gimiendo de satisfacción.

El corazón de Siwon comenzó a latir alocado, pronto todo terminaría, no podía soportar más. Pero justo cuando estaba por terminar, tocaron la puerta preguntando si todo estaba bien adentro, seguramente los habían escuchado.

Ambos se miraron al escuchar otro golpe insistente en la puerta, y cuando la boca de Heechul libero el pene duro todavía, Siwon no pudo evitar gemir frustrado.

¡No quería quedarse así! Faltaba tan poco para que todo terminara.

—   ¿Está todo bien, joven? – pregunto el encargado que había estado atendiéndolos.

Heechul llevó uno de sus dedos a sus labios haciendo que Siwon guardara silencio y lo ocultó, en el lugar justo detrás de la puerta cuando la abriera. Después Heechul acomodo sus pantalones lo mejor que pudo, abrió un poco la puerta y enfrento al encargado.

—   No, no está nada bien. – dijo Heechul, preparado para dar un buen drama — Este pantalón me encanta pero no puedo llevarlo.

—   ¡Pero si le quedaba perfecto! – el encargado le dijo, y Heechul también pensaba lo mismo.

Sí tenía que sacrificar algo…

—   Mi novio me dijo que no pagaría por ellos. Éste pantalón blanco queda descartado. – Heechul pareció pensarlo por un momento — Creo que podría llevarlo en rojo y él no lo notaría, ¿no crees?

—   ¿Rojo? – preguntó el encargado algo preocupado.

—   Sí, lo quiero en rojo.

—   Claro que sí. Solo tendrá que esperar un poco, porque ese modelo no lo tenemos en la tienda, se encuentra en bodega.

—   Entonces voy a esperar aquí dentro a que traigas ese pantalón rojo para poder medírmelo.

—   Muy bien. – y el encargado salió corriendo.

Aliviado, Heechul cerró la puerta y se recargo en ella.

—   Tenemos quince minutos.

—   ¿Qué hiciste pillo? – preguntó Siwon sonriendo.

—   Hace dos días que pase, escuche que este modelo de pantalón de color rojo y azul, los dejaron en la bodega porque no tenían espacio aquí arriba. – dijo Heechul sonriendo ladinamente — Son tres pisos, la bodega está en la planta baja, así que…

—   Quince minutos que vamos aprovechar muy bien.

Siwon se lanzó a besar a Heechul acorralándolo contra uno de los espejos, levantó una de sus piernas para enrollarla en su cadera y lo sostuvo con las manos sobre su trasero. La posición dejaba sentir sus duras erecciones, haciendo difícil no dejarse llevar a la necesidad de frotarse mutuamente, dar alivio a sus necesidades.

Heechul estaba duro otra vez. Siwon lo tenía a mil.  

Sin soltar a Heechul, Siwon dejó de besar sus labios solo para comenzar a recorrer la piel de su cuello mientras una de sus manos se colaba de nuevo dentro del pantalón blanco, pero esta vez en su trasero. Primero introdujo un dedo en medio de sus nalgas y comenzó a moverlo rápidamente, introduciéndolo completamente. ¡Solo tenían quince minutos!

Siwon intentó prepararlo lo mejor posible en tan poco tiempo y aún así cuando sacó sus dedos, Heechul estaba temblando de nuevo por la excitación, listo para lo que venía. Dejándolo sobre sus pies, Siwon giró a Heechul acomodando sus manos sobre uno de los espejos y Heechul no opuso resistencia a la posición, dejó que Siwon guiara su cuerpo mientras lo miraba a través del espejo con increíble lujuria.

Heechul casi estaba desnudo, el pantalón blanco colgaba de sus caderas, en algún momento Siwon se lo había desabrochado. Pasando ambas manos por los costados desnudos del torso de Heechul, Siwon las deslizo hasta llegar a sus caderas, donde comenzó a bajar el apretado pantalón hasta dejarlo como un charco a los pies de su novio.

Siwon tuvo a Heechul totalmente desnudo en un segundo y con el culo al aire, su figura espectacular temblando de anticipación en el pequeño espacio, y rogando que lo penetrara.

Una maravillosa visión.

Sin previo aviso, Siwon lo tomo de las caderas y buscó apuntando con su pene a la arrugada entrada entre sus nalgas. Una vez que entró la punta de su pene por el primer anillo de músculos, se empujó de una sola estocada completamente, haciendo un ruido sordo al chocar sus carnes.

—   ¡Ah! – Heechul no pudo evitar emitir un grito de dolor y satisfacción al sentirse lleno.

Siwon comenzó a entrar y salir de su cuerpo sin esperar, rebotando en las nalgas de Heechul al ritmo de sus envestidas. Hipnotizado por la mirada que desde el espejo observaba todos sus movimientos, disfrutando lo que veía.

Heechul ya comenzaba a sentir como su vientre cosquilleaba porque Siwon golpeaba ese punto que casi le hacía gritar. Pero no podía, ya habían hecho demasiado ruido para ser descubiertos y no, ellos necesitaban terminar.

Sintió cuando Siwon se inclinó sobre su espalda hasta alcanzar su pene para comenzar a masturbarlo. No pudo evitar morder sus labios para reprimir un gemido. Sus ojos fuertemente cerrados al sentir como su pene era masajeado al ritmo de las envestidas. Se sentía tan bien.

Las envestidas de Siwon se hicieron más rápidas y fuertes, el sonido de sus cuerpos invadiendo el lugar, imposible que no los escucharan. Heechul no podría aguantar mucho, pues su corazón comenzó a latir como si fuera a salir de su cuerpo, tanto que hizo que abriera sus ojos y mirara su reflejo en el espejo.

Lo primero que vio fue el movimiento de sus cuerpos uniéndose, tampoco se pudo perder cada expresión que Siwon hacía, estaba gozando. Su cuerpo lo estaba haciendo gozar. Y ante la mirada que Heechul le daba a través del espejo, no pudo evitar sonreír e inclinarse más hasta alcanzar el oído de su novio, donde dejo salir un largo suspiro antes de hablar.

—   Te amo mi amor. Mira que sexy te ves.

Heechul se estremeció al escuchar la ronca voz en un susurro, resonando en su oído y después, como enviaba sensaciones por todo su cuerpo.

—   Eres perfecto. Somos perfectos juntos. Mira en el espejo.

Y Heechul los vio, abriendo sus ojos enormes, sonrojándose por lo que veía.

Siwon aumento sus embestidas, expresando su amor en todo momento a un Heechul que jadeaba debajo de él, estaba a punto de tener otro orgasmo. Y pronto sintió como Siwon lo marcaba, terminando dentro, inundando su cuerpo mientras Heechul terminaba en su mano y parte del espejo.

Los dos se quedaron quietos por un momento, respirando agitados y agotados por el buen sexo, lo que no evito que se volvieran a besar. Sus labios se juntaron desesperadamente, declarándose mutuamente la pasión y el amor que cada uno sentía por el otro.

Agotados a no más poder, se fueron separando lentamente, para después caer rendidos en la banca. Ambos se miraron con complicidad.

—   Te dije que no me provocaras. – le dijo Siwon sonriendo.

—   Pues no escuche que te quejaras mucho. – Heechul recibió un beso de su novio en uno de sus hombros desnudos.

—   Vamos a vestirnos, el encargado no debe tardar. – lo apuró Siwon.

Y ante la sugerencia los dos comenzaron a vestirse. Bueno, Heechul tuvo que hacerlo, ya que Siwon estaba completamente vestido y solo tuvo que abrochar su pantalón. También tuvieron que sacrificar la ropa interior de Heechul para limpiar el desastre en el espejo y en su trasero, la cual Siwon tuvo que ocultar.

Cuando estuvieron listos, Heechul recogió las prendas de ropa con las que entró en el vestidor, incluso las que no tuvo tiempo de probarse y salió junto con Siwon. Los dos portaban grandes sonrisas en sus rostros.

De esa forma dos de los encargados de la tienda los vieron salir del vestidor, juntos. Y por sus caras, ellos sabían lo que había sucedido ahí dentro o lo intuían, después de todo no fueron muy silenciosos que digamos.

¡Pervertidos! Parecían decirles con sus ojos.

Heechul miro hacia otro lado queriendo ocultar el sonrojo que se extendió hasta sus orejas al verse descubierto teniendo sexo con su novio en un vestidor.

—   ¿Encontraron el pantalón rojo que mi novio quería? – pregunto Siwon, queriendo salir del lío. El encargado que los atendía le tendió la prenda — Nos lo llevamos.

—   Y estas también. – Heechul dejó caer en las manos del encargado todas las prendas que tenía en el vestidor. — Mi novio las va a pagar. - Heechul sonrió coqueto antes de darle un corto beso en los labios a su novio.

Siwon no pudo más que decir que sí y pagar una gran cuenta, pues era la mejor manera de mantener esa hermosa sonrisa y disposición de su bello novio. Ambas cosas no tenían precio.

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Minutos después, Siwon y Heechul caminaban abrazados hacia la salida del centro comercial, ya que la tienda había ofrecido su servicio de mandar las compras de su novio hasta su casa, de esa forma no tenían que cargar bolsas.

Heechul ahora se reía por lo ocurrido.

—   ¿Qué? ¿Fue divertido? – a Siwon también comenzó hacerle gracia la situación.

—   Si, fue muy divertido.

—   ¿Crees que si nos hayan escuchado? – Heechul volvió a reír mientras Siwon preguntaba y apretaba su cintura para que dejará de burlarse — Bueno, qué más da, no volvemos a esa tienda y listo.

—   Si lo hicieron, seguramente se divirtieron tanto como nosotros, ¿viste su cara? Ese quería unirse. – rió fuertemente Heechul.

—   ¿Sabes que sería más divertido?

—   Mmmmm… no sé.

—   Que mi novio pagué por toda esa ropa que le compré, haciendo el amor. – Siwon cargó a Heechul sobre su hombro al terminar de decir esto.

—   ¡Pervertido! – Heechul chilló, ganándose una nalgada de la gran mano de Siwon, que le sacó un gemido.

—   Esto será más divertido.

Y de esa forma salieron por la puerta del centro comercial hacia el estacionamiento. Siwon sabía que la mejor manera de mantener a su novio lejos de las tiendas y de sus tarjetas, era tenerlo entretenido… a su manera obviamente.

Fin.

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Dije que sería un SiChul sexoxo, espero haberlo logrado y sobre todo que lo hayan disfrutado. 

De nuevo quiero agradecer a todos los que me leen y que pacientemente esperan por una actualización, a los que todavía me siguen a pesar de todo >.< ... Especialmente aquellos que dejan su bello comentario, son un gran aliciente para mi.

Gracias por todos estos años... solo recuerdo que son muchos desde que emprendí esta aventura en mi blog. Se les aprecia mucho, sin ustedes esto no sería lo mismo.