Maldita sea, pensó Heechul sin poder apartar la vista de la musculatura de su amor, ya ni se acordaba lo que estaba diciendo y solo podía observar ese pecho duro y suave a la vez, donde disfrutaba dormir por las noches.
Siwon le
hizo un gesto con la mano a Heechul para que continuara y después cruzó los
brazos sobre su pecho, como si eso pudiera cubrirlo y dejar de distraerlo.
— Que tuve que trabajar todos estos días
para poder…
— No eso no, - le interrumpió Siwon, al
mismo tiempo que comenzaba a sacarse el cinturón — lo otro.
— ¡Ah! Nos iremos unos días de
vacaciones a festejar. – Heechul continuaba observando distraído los
movimientos de Siwon con el cinturón hasta que se deshizo de él.
— De eso podemos hablar después. Es una
buena sorpresa, gracias. Pero, - ahora las manos de Siwon se encontraban
abriendo su pantalón — yo me estaba refiriendo a lo otro.
Y el
pantalón se deslizo limpio por sus piernas. Heechul se lamió los labios cuando
las manos de Siwon fueron por la ropa interior, que corrió la misma suerte
que el pantalón. Los movimientos le parecían tan sensuales, como si Siwon le
hubiera planeado un baile de striptease, algo que siempre le encendía cuando lo
hacía.
Heechul
volvió a lamer sus labios lentamente, saboreando aquel perfecto cuerpo de su
novio expuesto ante él.
— Rella, continúa…
— Entonces puedes dejar de distraerme.
— Yo no te estoy distrayendo.
— No puedo concentrarme, ¿qué estás
haciendo?
— Poniéndome cómodo. –respondió Siwon
tranquilamente.
— Pudiste ponerte cómodo en otro
momento. –reclamaba Heechul aun absorto en los movimientos de Siwon.
— Te estoy escuchando. Estamos hablando.
No veo el problema por ningún lado.
Sí, sí,
pensaba Heechul. Para Siwon podría parecer muy fácil pero para él no, estaba
comenzando a enfurruñarse.
— Ibas a repetirme eso otro que acabas
de decir.
— ¿Lo otro? – Heechul le dio vueltas en
su cabeza a todo lo que había dicho y creyó haber dicho todo.
Con tan
tentadora distracción delante de él, Heechul no supo que más decir. Entonces,
levantó la mirada hacia el rostro de Siwon y lo miro a los ojos, Heechul
conocía esa mirada llena de amor que ponía Siwon cada que lo miraba a él, y
solo a él.
Se
complementaban, se amaban, y se deseaban por sobre todas las cosas… ¡eso era!
— Te amo Siwon. – y una bella sonrisa
apareció en el rostro de Siwon.
— Y yo te amo a ti, Rella.
Siwon no
pudo resistir a atacar los labios de Heechul con su boca cayendo encima de él.
Se besaron como si no lo hubieran hecho en mucho tiempo, que al cabo de un
momento, Heechul tuvo que cerrar sus ojos para calmar su respiración. Siwon lo
besaba vorazmente pero le encantaba.
Cuando se
dejaron de besar, el pecho de Heechul todavía subía y bajaba frenéticamente,
agitado por el beso que acababa de ocurrir. Sin embargo cuando vio la sonrisa
llena de deseo que le daba Siwon, sintió que de nuevo el aire se le iba.
Sin previo
aviso, Siwon giro su cuerpo boca abajo sobre la cama, a lo que Heechul no opuso
resistencia. Mucho menos al sentir como una mano de Siwon se deslizaba por su
espalda acariciándola de arriba abajo, pasando por sus nalgas
Siwon
disfrutaba escuchar los suspiros que comenzaban a salir de la boca de Heechul
por sus caricias, cada que acariciaba su espalda baja, tanto que lo estaba
poniendo al borde. Por lo que sin previo aviso lo tomó de la cadera firmemente
y lo jaló hacia su cuerpo, dejando a Heechul sobre sus rodillas pegado a su
pecho.
Sus
caderas chocaron en el movimiento. Heechul pudo sentir la dureza de Siwon entre
sus nalgas, antes de que la mano de Siwon tomara su barbilla de sorpresa y un
nuevo beso fuera iniciado por su boca. Esta vez sus lenguas juguetearon una con
la otra mientras las manos de Siwon recorrían el pecho de Heechul por sobre la
camisa.
Las manos
de Heechul en su intento de aferrarse a algo, tomaron el trasero de Siwon, cosa
que hizo que sus caderas estuvieran más juntas. Podían sentir su pulso
acelerarse por el movimiento de ambos cuerpos.
Cuando la
boca de Siwon abandono la de Heechul, comenzó a recorrer su cuello con pequeños
chupones que seguramente le dejarían marcas al siguiente día, cosa que no le
importaba en absoluto. Sin esperar, Siwon comenzó abrir los molestos botones de
la camisa que Heechul había elegido vestir después de su ducha, hasta que pudo
tirarla al suelo.
Entonces,
las manos de Siwon recorrieron la desnuda piel, pues Heechul no llevaba más
ropa que aquella, abrazándose a su blanco pecho, torturando sus pezones a la
vez que reanudaban un nuevo beso. Deseoso, Heechul tomo el cuello de Siwon con
sus manos, una posición algo incomoda pero que le permitía estar más cerca de
la boca de Siwon.
De nuevo
les faltaba el aire cuando se separaron, Heechul giro sobre sus rodillas hasta
quedar de frente a Siwon y alcanzar su rostro con la mano. El rostro de Siwon
busco la mano de Heechul, como un tierno cachorro, y después beso su palma.
Ambos
sonrieron por la calma y la necesidad con que se lo estaban tomando, no había
sido así hace mucho y eso es algo de lo que Heechul pudo darse cuenta también.
Había descuidado muchos aspectos de su relación con Siwon. Desde el sutil coqueteo
de Siwon al irse quitando la ropa prenda por prenda, hasta la forma en la que
él se había vestido intentado seducirlo, ¿hace cuánto que no lo hacía?
Intentando
controlar su ritmo cardiaco y sus temblorosas piernas, porque también había sentido
la intensidad del deseo en el beso como no lo pasaba hace tiempo, Siwon se dejó
caer sentado sobre la cama trayéndose consigo a Heechul para dejarlo encima de
su regazo.
La
posición a Heechul se le hizo cómoda e íntima, bien podía observar el rostro de
Siwon, sus manos alcanzar el bien formado pecho de su amor, su entrepierna
rozando el duro abdomen y entre sus piernas… podía darse cuenta del ferviente
deseo de su pareja. La dureza rozando su trasero no mentía.
— No sabes cuánto te deseo Rella. –dijo Siwon
recargando su frente en el hombro de Heechul.
— Claro que sí. –Heechul levantó el
rostro de Siwon entre sus manos y lo besó, ansiosa y amorosamente sus labios se
tocaron, se besaron, hasta que el deseo volvió más fuerte todavía.
Las manos
de Siwon alcanzaron el lubricante que siempre guardaban debajo de las almohadas
y roció bastamente entre sus dedos, no porque quisiera, sus manos habían
apretado demasiado la botella en el acto. Los dedos de Siwon viajaron desde la
baja espalda de Heechul hasta llegar entre sus nalgas, dejando un rastro húmedo
de lubricante por el camino, deshaciendo un poco el exceso de éste.
Dos dedos
entraron apenas, pues bien sabía Siwon que su amor, Heechul, le encantaba un
poco de dolor a la hora de hacer el amor. Y aunque le encendía, Siwon siempre
intentaba no provocarle demasiado dolor.
Los dos
dedos entraban y salían, dilatando su entrada hasta que tres tuvieron cabida dentro
de Heechul. Suficiente para lo que deseaban hacer.
En ese
momento Heechul tomó el mando, dirigiendo el pene de Siwon con una de sus manos
y alzado sobre sus rodillas, hacia su entrada. Poco a poco, centímetro a centímetro,
Heechul fue bajando lentamente, hasta tenerlo por completo dentro de su cuerpo.
Tan delicioso, caliente y palpitante, Heechul nunca podría quejarse de esa
parte de Siwon.
Sus
cuerpos encajando a la perfección no era nada nuevo para ellos y sin embargo, podía
sentirse como algo tan diferente debido a la necesidad cargada de deseo del
momento. Siwon había tenido que cerrar los ojos para contenerse, para no
venirse en el mismo momento que la cabeza de su pene entraba en el cálido
cuerpo de Heechul.
Cuando por
fin los dos estuvieron acoplados, sonrieron cómplices. La posición les ayudaba
a mirar sus rostros, a no dejar pasar ninguna reacción y a disfrutarse el uno
del otro.
Heechul
continuó tomando el mando, al comenzar un sube y baja cadencioso a la vez que
lento. Si quería enloquecer a Siwon rápidamente lo estaría logrando, pues casi
que estaba al borde. Podía sentir como entraba y salía de Heechul, tan profundo
y apretado, que difícilmente pudo ahogar algunos gemidos, cosa que Heechul pudo
darse cuenta y sonrió victorioso.
También le
estaba costando contenerse, pero estaba disfrutando tanto haciendo gozar a
Siwon, que Heechul distrajo su deseo por lo de él. Comenzó acelerar el sube y
baja, tanto que casi sacaba por completo de su interior el pene de Siwon y luego
con todo su peso se dejaba caer, aunque se estaba cansando.
Así que
cuando el deseo llegó a su límite para los dos, Siwon tomo el control de la
situación, de su cuerpo, de todo… Heechul podría ponerse en sus manos con los
ojos cerrados.
Agarrando sus
caderas, Siwon lo levantaba y dejaba caer, disminuyendo el esfuerzo de Heechul
y acelerando los movimientos. Más gemidos comenzaron a invadir la habitación,
ninguno de los dos se contenía y el golpeteo de sus cuerpos, era lo único que
se escuchaba en aquellos momentos.
El agarre
de las manos de Heechul sosteniéndose de los hombros de Siwon era casi doloroso, pero estar dentro de su
cuerpo lo hacía sentirse completo, el cielo, su propio cielo. Solo con Heechul,
el amor de su vida, podía experimentar el placer en todas sus formas, tanto
como el amor.
Cuando las
caderas de Siwon comenzaron a elevarse también, Heechul pudo sentir que su
orgasmo se acercaba. Enredó sus brazos alrededor del cuello de Siwon y espero a
que llegara, lenta e intensamente, descargado su carga entre ambos cuerpos
sudorosos.
Siwon
tampoco se quedó atrás, unos cuantos movimientos más y también lo alcanzo un
arrasante orgasmo. Su pene estalló eyaculando dentro de Heechul, descargando
completamente, dejando a un Siwon tembloroso, que solo lo sostenía el fuerte abrazo
de Heechul.
Ambos se
encontraban jadeantes, sudorosos y cansados, pero tan llenos dentro de sus
corazones, que sobrepasaba todo lo demás.
Cuando el
temblor de su cuerpo pasó, Siwon ayudo a Heechul saliendo de su interior y dejándose
caer recostado sobre la cama, hasta dejar a Heechul también recostado a su lado
abrazado a él. Pudo sentir a Heechul acomodándose a su lado y abrazarlo también.
La mano de
Siwon acarició la sudorosa espalda de Heechul de arriba abajo, y cuando se
atrevió a bajar más allá, un quejido de Heechul le hizo parar.
— ¿Te duele? – preguntó Siwon algo
preocupado.
— No, no es eso.
— Lo siento si fui algo rudo. – todavía se
disculpó Siwon.
— Digo que si sigues así, no me voy a
poder contener. – dijo Heechul suspirando y mirando a Siwon con evidente deseo.
― Necesito descansar un poco más,
todavía no siento mis piernas. – esto hizo reír a Siwon.
— Y yo no creo funcionar sin volver a
temblar en estos momentos. – también confesó Siwon.
— Ya no tenemos veinte mi amor.
— No, ya no, pero te amo con la misma
intensidad de hace diez años o más. – y al decir esto, Siwon beso la frente de
Heechul.
— Más te vale que sea más, Simba. Y será
mejor que descansemos, mañana saldremos de viaje para nuestras merecidas
vacaciones de aniversario.
— Te amo. – dijo Siwon reanudando las
caricias.
— Siwon…
— Me encanta como hicimos el amor.
— Mañana no voy a poder caminar. – se quejó
Heechul entre sonrisas sin poner más resistencia.
Afortunadamente
el vuelo era hasta medio día, lo que les daba suficiente tiempo para reponerse
del intercambio de amor que tendrían esta noche. Bueno, y si les quedaba un poco
de tiempo, también harías sus maletas.
Aunque a Heechul poco le importaba esto. Sobre todo si entre sus brazos tenia al amor de su vida y entre sus piernas lo que más deseaba, lo tenía todo en estos momentos.
Aunque a Heechul poco le importaba esto. Sobre todo si entre sus brazos tenia al amor de su vida y entre sus piernas lo que más deseaba, lo tenía todo en estos momentos.
Y Siwon,
estaba feliz. Ahora más que nunca se daba cuenta que Heechul siempre lo
elegiría a él por sobre todas las cosas.
Fin
Todo es como debe ser, sólo era un poco la falta de comunicación
ResponderEliminar😍😍😍😍😍 un poco de deseo y amor!! Amor y confianzo van de la mano!!
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